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FOUCAULT, ¿PEDAGOGO?
Humberto Quiceno Castrillón
R E V I S T A E D U C A C I Ó N Y P E D A G O G Í A V O L. XV N o . 3 7 199
RESUMEN RESUMEN
R E V I S TA
RÉSUMÉ
ABSTRACT
E DUCACION RÉSUMÉ
ABSTRACT
PALABRAS CLAVE
y P EDAGOGIA PALABRAS CLAVE
RESUMEN
MICHEL FOUCAULT ¿PEDAGOGO?
Este artículo explora la posibilidad de pensar a Michel Foucault como un pedagogo. Situarlo en ese lugar, asignarle ese objeto tan
valorado en nuestra cultura, significa hacer un rodeo discursivo y analítico por sus tres conceptos mayores: el saber, el poder y la
sujetividad. Rodeo que implica retomar una línea cultural muy diferente a la establecida por la pedagogía clásica (Rousseau y
Pestalozzi). La línea Foucault arranca en Goethe y termina en Nietzsche y es la que hace a Foucault pedagogo.
RÉSUMÉ
MICHEL FOUCAULT, ¿PÉDAGOGUE?
Cet article explore la possibilité de penser Michel Foucault comme pédagogue. Le donner cette position, lui assigner cet objet si
apprécié dans notre culture, signifie faire un tour discursif et analytique par ses trois concepts majeurs : le savoir, le pouvoir et
la subjectivité. Ce tour implique la reprise d’une ligne culturelle très différente de celle qui avait été fixée par la pédagogie
classique (Rousseau, Pestalozzi), celle qui commence avec Goethe et finit avec Nietzsche, et qui fait Foucault un pédagogue.
ABSTRACT
MICHEL FOUCAULT, PEDAGOGUE?
This article explores the possibility of thinking of Michel Foucault as a pedagogue. Positioning him in that place, granting him a
value so appreciated in our culture, means making an analytical and a discoursive detour around his three major concepts:
knowledge, power and subjectivity. This detour implies the taking up of a cultural line very different from the one established by
classical pedagogy (Rousseau and Pestalozzi): the line starting up with Goethe and ending up with Nietzsche. The line that makes
Foucault a pedagogue.
PALABRAS CLAVE
Michel Foucault, pedagogo, saber, poder, sujetividad, pedagogía.
Michel Foucault, pedagogue, knowledge, power, subjectivity, pedagogy.
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Pedagogía: “es la transmisión de una verdad que tiene por función dotar a un sujeto
cualquiera de actitudes, de capacidades, de saberes que antes no poseía y que debería
poseer al final de la relación pedagógica”. Psicagogía: “La transmisión de una verdad
que no tiene por función dotar a un sujeto de actitudes, de capacidades y de saberes,
sino más bien de modificar el modo de ser de ese sujeto”
Michel Foucault (1994, 102).
* Este artículo hace parte del proyecto de investigación Saber Pedagógico y Ciencias de la Educación, financiado por
la Universidad de Antioquia y Universidad del Valle. El proyecto se encuentra en ejecución.
** Profesor de la Universidad del Valle. Doctor en Filosofía de la Universidad Central de Barcelona. Miembro del
Grupo Historia de la Práctica Pedagógica en Colombia.
Dirección electrónica: rouso@telesat.com.co
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que forma el individuo, el yo, la vida, fuera rante toda su vida como si fuera su vida. Las
una unidad representativa producida, porque dos obras antes de Fausto, los dos hombres o
existe ese individuo, ese yo, esa vida. Si no los dos héroes, sienten que no viven, que todo
existiera esa unidad, difícilmente se formaría es una falsa representación. Fausto se da cuen-
la idea del hombre. Pues bien, Fausto empieza ta que no es falsa, sino que es la representa-
cuando Fausto quiere dejar de ser, cuando ción que todos nos hacemos desde nuestra
quiere abandonar no sólo su idea de ser, sino cultura y que para poder abandonarla hay que
la idea que produce el ser, esto es, la cultura de ser poeta y no científico. Porque sólo el poeta
su época, su presente, su tiempo. puede pensar en una vida estética que no sea
una vida producto de la verdad. Si uno es una
La obra nos relata cómo se deja de ser, cómo quimera, hay que construirse como quimera
se deja de ser individuo. La magia y Mefis- para dejar de serlo. La construcción de uno
tófeles son los límites para dejar de ser. Se deja como estética se opone al saber como ciencia.
de ser abandonando la cultura monoteísta,
yoica, racional, universitaria y logocéntrica, y Las palabras de Fausto son claras: «he perdi-
buscando otras formas de cultura, la griega, do la alegría, no creo saber nada con sentido,
la cristiana antigua, la hebrea, la Medieval, la ni supongo enseñar nada, ni a nadie mejorar
Renacentista, y otras culturas, Oriente por ni convertir». Fausto quiere abandonar el sa-
ejemplo. Fausto, después de haber llegado a ber por la magia para entender los misterios
doctor y dominar todo el saber, quiere aban- de la naturaleza,
donarlo y dedicarse a la magia. Fausto se ha
dado cuenta de lo que significa saber. ¿Qué es a ver si ya no tengo que decir, con amargo sudor,
saber? Saber de uno. Es este uno, esta forma lo que no sé; a ver si a saber llego lo que el mundo
uno, individuo u hombre lo que Fausto aban- contiene reunido en sus entrañas, ver toda po-
dona, para encontrar otra forma que no sea tencia que germina y no revolverla más con las
uno. El saber es el conocer lo que es uno, es palabras (Primera parte de la tragedia,
también el llegar a ser uno. El saber está refe- Goethe, 1956, tomo IV, 773).
rido, pues, al sujeto. Cuando se es sujeto es
porque se sabe. Pues bien, Fausto quiere de- En este sentido, encontramos en Goethe una
jar de ser sujeto y quiere dejar de saber. pedagogía, un saber pedagógico referido no
a la ciencia, al conocer, a la objetividad forma-
¿Qué es la pedagogía o la educación sino pen- tiva, sino al dejar de ser sujeto. Quizás era este
sar y construir cómo se llega a ser sujeto? ¿Qué proyecto el que intuyó Rousseau cuando pro-
es el saber pedagógico sino la forma de com- ponía una educación negativa, es decir, que
pletar el sujeto, de producirlo, ya sea por el maestro interviniera lo menos posible en la
medio de la escuela, la ley, la ciencia o la nor- conducción del hombre. Goethe no propone
nada, él muestra que la educación negativa se
ma? ¿Qué se propone la educación, sino es ubica dentro del proyecto de formación del
crear el sujeto, el hombre, el ciudadano, el tra- hombre. La formación, la educación y la pe-
bajador? Las tres obras de Goethe que hemos dagogía no están dirigidas al hombre, sino a
citado no se proponen crear el sujeto, porque dejar de ser hombre. Plantearlo como peda-
eso sería ubicarse en la pedagogía y en la edu- gogía, como conducción es mantenerse den-
cación clásica. Las tres obras se proponen tro de la idea de hombre. Goethe no lo hace;
mostrar que esa creación del sujeto, por me- por eso no es pedagogo, sino que es un poeta
dio de la educación, es producida por el po- que nos plantea y advierte de los peligros de
der de los hombres, de la sociedad y del co- ser hombre.
nocimiento científico. Las obras (nos) expli-
can que ese sujeto es una representación, que El proceso de dejar de ser hombre no se pro-
el individuo persigue esa representación du- pone como pedagogía, porque ésta persigue,
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precisamente, lo contrario: educar el hombre. algo que sobresalga por encima, que sea ex-
La educación que se produce en Wilhelm no traordinario, misterioso, inaudito. El poema
se puede extender como imagen o como dis- es un poema cuando entre todos se diferencie
curso a ningún otro sujeto, es sólo la expe- por algo que no sabemos qué es.
riencia de Wilhelm. Si alguien que lea esta
experiencia quiera hacerla suya, pues bien, es Este ejemplo del poema nos sirve para decir
su elección, pero Goethe no la concibe como que individuo en Nietzsche es algo único y
una experiencia que se pueda imponer, siquie- desconocido. El fin de la formación es llegar a
ra extenderla, bajo la forma del método o de ser «esa otra cosa» única que encanta porque
una doctrina. En sentido estricto, no hay su- tiene un secreto misterio. Un individuo es algo
jeto ni objeto pedagógico. Goethe no se man- raro, especial, único. Cuando una persona so-
tiene dentro de la representación cartesiana bresale entre todas se le dice que es un ser, es
del sujeto que se asume como una instancia decir, un individuo. La producción de un in-
fundadora, el sujeto como una conciencia que dividuo es el verdadero problema de la for-
le da unidad y sentido a los actos, a las accio- mación:
nes y a las obras. Podríamos decir que en don-
de hay conciencia hay saber, pues ese saber es Tus verdaderos educadores y formadores te reve-
el que debe ser reconocido, instalado, recon- lan lo que es el genuino sentido originario y la
vertido, apropiado por el propio sujeto como materia básica de tu ser, algo en absoluto de ser
forma de verdad y pauta de conducta. susceptible de ser educado ni formado, pero, en
cualquier caso, difícilmente accesible, apretado,
paralizado: tus educadores no pueden ser otra
EL SABER PEDAGÓGICO EN cosa que tus liberadores y este es el secreto de
NIETZSCHE toda formación: no proporciona prótesis, nari-
ces de cera, ni ojos de cristal. Lo que estos dones
pueden dar es más bien la caricatura de la edu-
En la misma dirección que en Goethe, cación. Por que la educación no es sino libera-
Nietzsche no produjo saber pedagógico, pues ción. Arranca la cizaña, retira los escombros, aleja
no creía en el sujeto ni el objeto. Su filosofía el gusano que destruye los tiernos gérmenes de
es una crítica al sujeto cartesiano y al sujeto las plantas; irradia luz y calor; actúa como la
kantiano, a la conciencia y al deber universal benéfica lluvia nocturna, imita e implora a la
o la teoría de los sentimientos. Nietzsche es- naturaleza en lo que ésta tiene de maternal y
cribió sobre educación y sobre pedagogía, compasiva (Nietzsche, 2001, 29).
pero no quería ser pedagogo ni quería fundar
una teoría pedagógica. Para Nietzsche, el pro- Un individuo es un ser único, es una vida sin-
blema fundamental de la pedagogía está en gular, un acontecimiento vital, natural y cós-
resolver antes que todo qué es un individuo y mico, que pertenece a una mecánica de fuer-
qué es la naturaleza (Nietzsche, 1977, 2001). zas de orden superior. Un individuo es pro-
Para él, un individuo no se produce cuando ducido por la naturaleza y en este sentido su
se forma en cuerpo, fisiología, alma y razón. producción es un misterio. Cuando se dice
No es la edad, el músculo, la conformación, que Dios produce al hombre, al individuo, no
lo que produce el individuo. Para él, la forma sólo éste ser deja de ser misterioso, sino que
individuo es de otro orden que el humano. es a Dios a quien se vuelven todas las mira-
Cuando se hace un poema, éste tiene una es- das; y cuando se dice que la razón es la que
tructura que reconocemos: ritmo, sintaxis, domina el mundo, la naturaleza y al propio
morfología, cadencia, música, erudición. Todo ser individual, es ella, la razón, quien se lleva
ello hace el poema; pero para que sea único todas las virtudes. Para Nietzsche, la forma-
se requiere que todos esos elementos formen ción consiste en descubrir este misterio de la
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naturaleza, consiste en impedir que Dios o la bre es aquella que contiene estos cuatro mo-
razón anulen la obra de la naturaleza. delos tal y como se presentan en su tiempo
por parte de académicos y pensadores? Sus
Para Nietzsche, la forma entendida como iden- reacciones se dirigieron a rescatar la cultura
tidad unitaria es un valor, no una realidad; griega y a interpretar, desde el siglo XIX, un
ese valor se nos puso, se construyó. Creer lo sentido de formación que se le pudiera con-
contrario es creer que existen cosas en sí, que traponer a la formación de su tiempo. En ese
las cosas existen sin creación (Nietzsche, 1992, sentido crítico rescató otras ideas de forma-
46). El creer en la forma absoluta como ele- ción que habían planteado pensadores como
mento de identificación hace parte del nihi- Montaigne y Goethe.
lismo o decadencia del pensamiento.
La forma como piensa Nietzsche la formación
El nihilismo como estado psicológico aparece […] no es positiva, constructiva, creativa; es, más
cuando se ha puesto una totalidad, una siste- bien, una mezcla entre una opción crítica y
matización, incluso una organización en todo otra filosófica. Nos propone como ideal de
acontecer y subyacente a todo acontecer: de suer- formación una experiencia: mirar la naturale-
te que el alma sedienta de admiración y venera- za y sentir su contacto y al instante desviar la
ción, se complace con la representación total de mirada de los ideales que el Estado o el saber
una forma superior de dominio y de dirección han puesto en nosotros, pues son ideales al
(– si se trata del alma de un lógico, basta enton- servicio del Estado y de sus formas objetivas:
ces la absoluta consecuencia lógica y la dialécti- la consecución del dinero, la adecuación del
ca real para reconciliarse con todo […]). Una cuerpo en función del tiempo, el placer al ser-
especie de unidad, una forma cualquiera de “mo- vicio de los objetos del Estado. Desviar la mi-
nismo”: y como resultado de esta creencia, el
hombre se encuentra en un profundo sentimien- rada quiere decir contarnos o relatarnos a
to de conexión y de dependencia respecto a una nosotros mismos ese mismo discurso dirigi-
totalidad infinitamente superior a él, un mo- do por el Estado o cualquier otro poder. Al
dus de la divinidad…”el bienestar de la genera- impedir que llegue el discurso otro, y poner-
lidad exige la entrega del individuo” […]. Pero nos en el lugar de producir este discurso,
¡eh aquí! ¡No hay tal generalidad! En el fondo el Nietzsche entiende que desbloqueamos el sen-
hombre ha perdido la fe en su valor cuando a tido del discurso. ¿Quiero yo esos ideales, son
través de él no obra un todo infinitamente va- mis ideales o los ideales del Estado? Para
lioso: esto es, él ha concebido un todo semejante Nietzsche existen, pues, dos caminos en bus-
a fin de poder creer en su valor (Nietzsche, ca de la formación: un camino que proviene
1992, 63). de lo que nos dice la educación, la opinión
pública, el Estado y la ciencia. Esas instancias
Hasta Nietzsche, los modelos de formación nos dicen que seamos individuos, ciudada-
que se le habían propuesto a la humanidad: nos, que nos identifiquemos con una profe-
el espíritu, la naturaleza, el hombre y el traba- sión o un oficio. Es pues la formación como la
jo, eran los admitidos social y culturalmente. persecución de «ser alguien en la vida» de te-
Primero que todo, Nietzsche ve una falsa idea ner un fin, un ideal. El otro camino nos lo
de evolución y una equivocada idea de pro- ofrece la filosofía, los pensadores o escritores
greso. Como si la formación ideal fuera ga- que han entendido que la formación es la mi-
nando en calidad y perfección en la medida rada que uno hace sobre sí mismo para dejar
en que se había pasado de lo más inmaterial a de ser el individuo que quiere el Estado y los
lo material, de la individualidad a lo masifi- ideales del Estado. Este camino de formación
cado, de lo abstracto a la especialización. es el camino de liberación de lo que uno es.
Nietzsche se pregunta: ¿es el trabajo la mayor En este sentido, la educación como formación
perfección humana? ¿La formación del hom- consiste en liberarse de todas las representa-
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ciones que nos han planteado categorías de bre. En su libro El porvenir de las instituciones
identidad sobre el cuerpo y el alma. El resul- educativas, traducido también como Sobre el
tado final es buscar quedarse sin representa- porvenir de nuestras escuelas (Ueber die Zukunft
ciones, sin fines, sin ideales. unserer Bildungsanstalten) (1977), nos relata
cómo llegar a esta otra experiencia. Un indi-
¿Y después de esta liberación que queda? viduo o el hombre es un ser que no tiene re-
Nunca queda nada, porque siempre se está presentación alguna, no se puede nombrar en
en peligro, siempre existen representaciones, una proposición o en un nombre propio.
valores, ideales, fines que perseguir. Esa lu- Cuando miramos el bosque, la selva, la natu-
cha, ese drama por despojarse de lo que no raleza, la vemos toda, captamos o nos embria-
es, por salir afuera y respirar aire puro, por gamos de naturaleza, de su misterio, de su
buscar un afuera, otro modo de ser que no fuerza y poder. Así como nos llega la natura-
sea el que nos imponen, es la verdadera for- leza en una explosión de afectos, de luz, de
mación. Como dice Kafka, citado por Larrosa:
sensaciones, así quiere Nietzsche que nos re-
¿Hacia donde cabalga el señor? –No lo sé –res- presentemos nuestra existencia como algo in-
pondí– Sólo quiero irme de aquí. Partir siempre, dividual. La naturaleza es un contacto inex-
salir de aquí, sólo así puedo alcanzar mi meta. presable, una fuerza, un poder.
–¿Conoces, pues tu meta? – Preguntó él. –Si –
contesté yo. Lo he dicho ya. Salir de aquí, esa es Esta forma de la naturaleza, nos dice Nietzs-
mi meta (Larrosa, 1996, 169). che, es la misma forma que encontramos en
los sabios, en los poetas y en los auténticos
El fin de la formación –si es que tiene fin– es filósofos. Cuando los vemos es como estuvié-
la búsqueda de otra cosa, de una vida que no ramos frente a un bosque, una luz, una fuer-
esté representada y donde cada individuo za. Estos seres, estos personajes se convierten
ponga sus propios valores e ideales. La for- en genios, seres especiales. Estos seres no han
mación es la pregunta por su existencia, por sido formados en escuelas, en universidades,
el fin de la existencia. sino que su formación es producto de la cul-
En dos direcciones nos enfrentamos a la exis- tura de los pueblos, de las civilizaciones, de la
tencia: conociéndola o preocupándonos de masa. El pueblo y su fuerza, su ser, sus esta-
ella. Conocer la existencia que se ha instalado dos inconscientes producen individuos que
desde la Antigüedad en la expresión «conó- representan ese pueblo y su fuerza en la for-
cete a ti mismo» nos lleva a ese camino que se ma individual. Todo lo que la masa es, fuerza,
confunde con el propio ser del hombre, el cual poder, energía, esos individuos la tienen, pero
sabemos es un camino que no es de la exis- mucho más elaborada y fina, que saben utili-
tencia. El otro camino es por la preocupación zar para defender el pueblo y crear obras. Esas
que recae sobre ella. Nos preocupamos de la obras en su intensidad y elaboración repre-
existencia al convertirla en un objeto como sentan la misma fuerza natural del pueblo.
cualquier otro objeto de la vida que sintamos Como si esos individuos sólo hablaran el len-
que debemos mejorar, cambiar, potenciar, guaje natural, la pasión natural, el estado na-
transformar. Esta preocupación es estética y tural. Esta unión metafísica entre pueblo y
ética, es decir, es por embellecer la existencia naturaleza produce como resultado lo que es
y por dotarla de las fuerzas necesarias para la forma individuo. Para entender este esta-
lograr los propósitos que sean necesarios. do, Nietzsche nos dice que hay momentos en
los cuales se abren en nosotros abismos, ins-
En este sentido, Nietzsche entendió la peda- tantes, cortes, en medio de los cuales se filtra
gogía como el abandono de la idea que se tie- algo de afuera de nosotros. Esos estados son
ne de hombre o individuo y la búsqueda de la embriaguez, la depresión, la melancolía, el
otra experiencia para ser individuo u hom- delirio. En esos estados pasamos a otra condi-
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ción, salimos fuera de sí, nos salimos de no- filosofía, nos dice Nietzsche, no debe quedar-
sotros, para llegar a la naturaleza. El contacto se en sólo construcciones filosóficas, pues esto
entre naturaleza y el fuera de sí, cuando no la convertiría en un arte de la erudición:
somos nosotros, es lo que Nietzsche llama
propiamente ser individuo o llegar a la forma […] toda gran filosofía […] nunca dice sino
hombre. esto: esta es la imagen de toda vida y es a través
de ella que se aprende el sentido de la vida y a la
Llegar a esos estados de contacto con la natu- inversa: lee el libro de tu propia vida y compren-
raleza se constituye en los verdaderos fines de así los jeroglíficos de la vida general
de la formación y de la existencia, y en ese (Nietzsche, 2001, 46).
sentido, hacia ellos es a los que se dirigiría la
pedagogía. La formación no busca que sea- Nietzsche se preocupó, siendo joven, de los
mos hombres o mujeres, sino que dejemos de efectos de la deformación que produce en la
serlo para llegar a sentir la naturaleza. Tradu- naturaleza y en los individuos una mala edu-
cido al lenguaje de Nietzsche, es formar el cación. En el libro Sobre el porvenir de las es-
instinto, la fuerza, la voluntad de encontrarse cuelas plantea que la máxima deformación de
con la fuerza, el instinto y la voluntad natu- la formación se ha producido porque la natu-
ral. La formación es la lucha entre dejar de raleza se ha entendido como producto de la
ser y ser, lucha entre construir un instinto que razón humana. En lugar de dejar actuar la
reconozca los instintos. Estos instintos sólo se naturaleza (esto también lo pensó Rousseau),
reconocen al despojarnos del velo hombre o los hombres han ocultado su poder y su fuer-
mujer; si lo hacemos, reconoceríamos en dón- za y la han mistificado por medio de elucubra-
de están los mejores instintos. Llegar a Gre- ciones y sofismas de la razón. Una de las for-
cia, reconocer la Reforma protestante, el Re- ma, nos dice Nietzsche, para impedir que esto
nacimiento, los hombres más valiosos, el arte ocurra es estar en contacto con la naturaleza,
y la verdadera ciencia sólo les es posible a los dejar que la naturaleza se revele en las obras
individuos formados en esos instintos. humanas. Leer las obras y oír la naturaleza.
No estar prisioneros de la cultura humana
promovida por el Estado, pero tampoco de
Nietzsche supo traducir el poder de la natu- las urgencias y necesidades de la época y del
raleza de otra forma que en Comenio. En éste, instante. En Nietzsche encontramos, como en
la naturaleza es una copia que servía para en- Goethe, un viaje, un ascenso y una huida, sólo
contrar el camino de la razón. En Rousseau, que, en él, ese ascenso es ético y estético, no
la naturaleza era algo interior, que el hombre como elevación, sino como un fuera de sí, un
desarrollaba. Para Nietzsche, la naturaleza es abandono de la condición de hombre, tal y
algo muy poderoso, un lugar que condensa como lo habíamos visto en la formación del
toda la sabiduría y todos los enigmas. Es este pícaro o en la novela de formación. Ante el
saber sobre la naturaleza el que conduce a la saber humano (leyes, obras, ciencia, argumen-
formación; pero hay que saber leer el libro de tos), Nietzsche recomienda aguzar los senti-
la vida para poder llegar a él. La naturaleza dos en otra dirección, hacia lo natural, hacia
no sólo son los bosques, el agua, la montaña; ese ser único. No se viaja, se cambia de pers-
la naturaleza son las obras que producen los pectiva. El lenguaje no se lee, se oyen otros
hombres, la ciencia, la técnica, el arte. Cuan- signos. La música de las palabras debe permi-
do los hombres en su condición de individuos tir oír los bosques cercanos.
logran, al escribir sus obras, expresar el senti-
do profundo de la naturaleza, esas obras pa- El reclamo de Nietzsche tiene la forma de una
san a otra condición, se vuelven anónimas, sentencia, pues desde la época cristiana, dice,
como si hubieran sido producidas por la hu- no se ha oído a la naturaleza. Cuando el Quijo-
manidad y no por individuos particulares. La te leía novelas de caballería no oía la naturale-
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za, oía libros. Cuando Rousseau habla de tural. La condición de una auténtica forma-
Emilio como hombre natural, se lo imaginó ción está en la búsqueda de la naturaleza y en
por medio del discurso de la razón. La forma- la búsqueda de todo aquello que nos haga
ción del ser humano ha sido la formación del desprendernos de nuestra subjetividad. Para
individuo tal y como se ha producido en esta lograrlo, por otros medios que no sea el con-
ausencia de la naturaleza. La deducción de tacto natural, contamos con ciertas experien-
Nietzsche es clara: hay que huir de la subjeti- cias que Nietzsche llama auténticamente cultu-
vidad, de la forma hombre, de la forma indi- rales como son la filosofía, el arte y la cultura
viduo y buscar la forma individuo en la natu- griega.
raleza: «Sé tu mismo. Cuanto ahora haces,
opinas, y deseas, nada tiene que ver contigo» La formación después de Nietzsche, que a mi
(Nietzsche, 2001, 26). La formación se produ- modo de ver puso uno de los puntos más al-
ce, entonces, al cambiar nuestros hábitos de tos en la forma de entender la formación, tie-
conocimiento que nacen se las ideas lo que ne dos formas de representación: se acepta la
nos dice, por otros hábitos producidos por formación del Estado como producción del
nosotros mismos. hombre, ciudadano e individuo, o se busca
otra formación que necesariamente será una
Para guiar a un joven por el camino recto de la
formación que resiste al Estado y la cultura
cultura auténtica, guardados de turbar su acti-
que propugna el Estado. Respecto de la edu-
tud ingenua, llena de fe en la naturaleza: se tra- cación le queda la misma alternativa: ser una
ta casi de una relación personal inmediata. De- educación que busque los ideales del merca-
berán hablarle en sus diferentes lenguas, el bos- do, de las profesiones, de las necesidades o,
que y la roca, la tempestad, el buitre, la flor por el contrario, es el proyecto de una libera-
asilada, la mariposa, el prado, los precipicios de ción y a una aventura de construcción de
los montes: en cierto modo deberá reconocerse en nuevas subjetividades.
todo eso, en esas imágenes y en esos reflejos, dis-
persos e innumerables, en ese tumulto vario- Nietzsche se refirió a la pedagogía en varios
pinto de apariencias mutables: sentirá entonces textos: Schopenhaur educador (2001) Sobre el
inconscientemente, a través del gran símbolo de porvenir de nuestras escuelas (1977) y en los Frag-
la naturaleza, la unidad metafísica de todas las mentos póstumos (1992). En estos textos
cosas, y al mismo tiempo se calmará, inspirado Nietzsche piensa la pedagogía como una edu-
por la eterna permanencia y necesidad de la na- cación, un estilo para educar que han produ-
turaleza (Nietzsche, 1977, 130). cido las distintas sociedades. Admira la peda-
gogía griega, la Renacentista y algunas expe-
Nuevos hábitos se requieren para formarnos riencias de pedagogía alemana. Este estilo le
a nosotros mismos: no contemplar los discur- parece notable cuando es un estilo semejante
sos, sino buscar «ese etéreo espacio de la con- a la naturaleza, cuando produce los mismos
templación no subjetiva» (128). efectos que produce la Naturaleza. Ésta, para
Nietzsche, es opuesta a la cultura; si la cultu-
En conclusión. El joven Nietzsche nos define ra es representativa, la naturaleza no lo es, la
la formación de otro modo. La causa de la for- naturaleza la piensa como una experiencia que
mación está en nosotros. Nadie, sino noso- produce efectos, pasiones y sensaciones por
tros, podemos formarnos. La forma de la for- fuera de los discursos, del lenguaje y de las
mación es la adquisición de cierta coheren- ideas. La naturaleza hace entrar al sujeto en
cia, unidad y armonía entre nuestros actos y contacto con experiencias que traspasan la
nuestro saber, y el fin de la formación es des- cultura, en busca de otra cosa, un ser que no
prendernos de nosotros mismos, de nuestra se puede representar, pero que existe. Un con-
subjetividad y adquirir la individualidad na- junto de fuerzas, de formas, y de afectos, que
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entran en relación y producen los efectos más Goethe nos dejó la misma idea del sabio Sileno,
poderosos en los individuos. La naturaleza que podría expresarse del siguiente modo:
entendida como la modificación del ser del su- para vivir y morir como Fausto, Meister o
jeto y la cultura como la producción del ser del Werther es mejor no haber nacido. Nietzsche
sujeto. quería resolver de otro modo esta solución de
Goethe. Zaratustra es para Nietzsche un per-
La paideia griega fue capaz de comunicar esta sonaje que critica la forma hombre, la con-
forma de educación, lo mismo que la cultura ciencia, el ello y el superyó. Esta crítica la
Renacentista. Goethe tuvo una idea muy pa- hace Zaratustra y no Nietzsche; si el la hubie-
recida de la naturaleza y de la pedagogía; de ra hecho estaría involucrado en la nueva crea-
allí que podamos usar estos ejemplos para ción de valores. Zaratustra la puede hacer,
plantear lo que Nietzsche pensaba de la pe- pero situado en un lugar geográfico que no
dagogía. Werther, Meister y Fausto son per- es el presente, a nombre de un nuevo mundo
sonajes que enfrentaron esta polaridad entre que no es éste y desde otra forma de ver los
ser educados por la cultura o por la naturale- valores.
za. Su educación nos muestra varias fases: en Foucault, por su parte, nos presenta otra for-
la primera fase los vemos que luchan contra ma de resolver este problema muy distinta a
la educación tradicional; en la segunda, en- las propuestas indicadas por Goethe y
cuentran sus destinos propios, y en la tercera Nietzsche. Foucault no usa, como forma de
vuelven a las formas tradicionales de la cultu- liberación del sujeto, personajes de ficción o
ra. La gran enseñanza de Goethe es mostrar predicción, es decir, no usa un sabio, un ena-
que el hombre distinguido, el aristócrata en morado, pero tampoco un persa, un profeta,
Nietzsche, nunca se acomoda a los ideales de en definitiva, no propone un liberador para
la cultura y busca sus propios ideales, aun- hacer la crítica del sujeto. Foucault nos plan-
que sabe que va a fracasar y fracasa. Goethe tea la importancia de usar el discurso históri-
nos enseña que el enemigo del hombre es su co, un discurso que problematice la educa-
propia forma hombre. Quiere dejar de ser ción del hombre, pero que no se haga a la idea
hombre, lo logra y vuelve a la forma hombre. de que quiere solucionar algo o corregirlo. Un
Zaratustra aprende esto. Nos dice, en sus en- discurso que al hablar del mundo antiguo dé
señanzas, que el hombre, la forma hombre, la impresión de que habla de la verdad y del
debe ser superada. Sus discursos sólo hablan mundo actual. Un discurso que al hablar del
de liberación y no proponen nada más. Lle- sujeto antiguo se tradujera él mismo, se con-
gar a proponer es volver a ser hombre, lo cual virtiera él mismo, en el discurso del sujeto
significa no salir del círculo vicioso. Werther, actual. Un discurso que al hablar del sujeto
Meister y Fausto dejaron de ser hombres, se en verdad hablara de la subjetividad.
liberaron, pero volvieron a un grado superior
de hombre, el hombre humano, que cree en Foucault diferencia no sólo varios discursos
la humanidad y en nuevos valores que hagan sino varias posiciones en el discurso. El dis-
posible su redención. Zaratustra no cree que curso de Foucault es de liberación, como el
halla que crear nuevos valores; si el hombre de Goethe o Zaratustra, pero la forma de la
cree en esas ideas, Zaratustra no; por eso en- liberación (el discurso ético) entra en un jue-
seña sólo a liberarse del hombre, por que libe- go en donde hay qué precisar quién puede
rarse del hombre es liberarse de la cultura, hablar o no de liberación. Por ejemplo, las
que es liberarse. En el lenguaje de Foucault, investigaciones históricas de Foucault no pro-
este proceso que vemos en Goethe y en ponen ninguna forma de liberación porque
Nietzsche se llama liberarse del sujeto. no se dirigen a ningún sujeto sino que hablan
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de cómo los objetos han aparecido. El profe- ciplinaria que forma el sujeto sujetado a la
sor Foucault, por su parte, expresa otro dis- institución, al saber y al maestro. La educa-
curso, pues ya no se trata de investigar y de- ción es una liberación, la pedagogía una for-
cir lo que dice la investigación sino de ense- ma de producir la libertad y tanto la educa-
ñar lo investigado. El conferencista Foucault, ción como la pedagogía han de preocuparse
el prologuista, el que introduce una obra, y el no de disciplinar o producir saber, sino de
que es entrevistado tienen otra posición fren- transformar el sujeto. No producir el sujeto,
te a la liberación del sujeto, frente al cuidado sino llevarlo a procesos de transformación de
de sí. Desde esta última posición se ve más su propia subjetividad.
claro qué es lo que pretende Foucault cuando
investiga la verdad. Foucault tiene de la educación y la pedagogía
la misma actitud que tenían Goethe o Nietzs-
che. No pueden ser consideradas como expe-
EL SABER PEDAGÓGICO EN riencias de saber, de positividad, sino expe-
riencias personales, directas, límites, experien-
FOUCAULT cias de diferencias, experiencias de transfor-
mación (Kaminsky, 1996, 10). La experiencia es
En Foucault nunca vamos a encontrar un sa-
ber pedagógico positivo, si entendemos por ese punto de vista que se encuentra lo más cerca
saber pedagógico el saber que normaliza, edu- posible de la imposibilidad de vivir, en el límite,
ca, hace progresar, construye un sujeto y un en el extremo […] la experiencia tiene la fun-
objeto. Para estar en este saber hay que pro- ción de desgarrar al sujeto de sí mismo, de ma-
ponerse educar, hay que inventar métodos, nera que no sea ya el sujeto como tal, que sea
doctrinas y teorías que lleven a educar; hay completamente “otro” de sí mismo, de modo de
que ser maestro, pedagogo, teórico de la pe- llegar a su aniquilación, su disociación (12).
dagogía, experimentador o filósofo de la edu-
cación. Foucault no es nada de eso, no es ese La educación y la pedagogía deben pensarse
su lugar, ni su objeto. Pero eso no quiere decir como experiencias de des-subjetivación, ex-
que no plantee el problema de la pedagogía. periencias límite que desgarren al sujeto de sí.
Si por pedagogía entendemos el enseñar, el La experiencia personal se opone a la expe-
educar, el conducir, Foucault no es pedagogo; riencia de saber, así como se opone el sujeto
pero si entendemos por pedagogía o lo que él que se produce en esta experiencia al sujeto
llama psicagogía como la “modificación del de saber. Esta diferenciación es la que Foucault
modo de ser de un sujeto” (Foucault, 1994, construyó en sus investigaciones históricas.
101), Foucault sí es pedagogo, pues lo que bus- Por una parte, desmontar el saber, el sujeto; y
ca es la transformación del sujeto. por otra, proponer la posibilidad de construc-
ción de un nuevo sujeto, que ya no sería suje-
La pedagogía ha sido considerada dentro del to, sino procesos de subjetivización. En lugar
saber pedagógico como una disciplina, como de ser, dejar de ser y transformarse.
un proceso de educación que se hace por
medio de la conducción y la normatización, y Foucault no busca producir el sujeto o crear-
aún de la reglamentación, y que usa para lo- lo, sino transformarlo. El sujeto se transfor-
grar sus resultados la intervención de un su- ma cuando se encuentra con experiencias
jeto y una institución que disciplinan y con- otras que lo lleven a establecer diferencias.
ducen. Foucault piensa que la educación como Goethe, en Fausto (1956), ya nos indicaba este
cultivo, ilustración, como llegar a pensar, a in- camino. La obra comienza cuando Fausto está
vestigar y a ser un intelectual específico no cansado, hastiado y loco de ser lo que todo el
puede pasar por esta forma de educación dis- mundo perseguía ser: hombre culto, sabio y
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científico. Es decir, un hombre que sabe. Des- El concepto pedagógico que más se acerca a
esperado, quiere abandonar esta condición de lo que piensa Foucault del sujeto es el de for-
hombre, quiere buscar otra cosa. En esas, apa- mación (Bildung). La Bildung es una experien-
rece Mefistófeles, que le propone que él pue- cia educativa que no se puede producir den-
de hacer posible que Fausto deje de ser hom- tro de la educación, escuela, maestro o doc-
bre y encuentra otra cosa para su vida. Mefis- trina. En donde existe maestro, enseñanza e
tófeles o el diablo no es otra cosa que una ex- institución, se crea el sujeto. Precisamente la
periencia inaudita que aparece, un límite que Bildung es una experiencia educativa para de-
se abre, la posibilidad de ser de otro modo. El jar de ser sujeto. La Bildung clásica consistía
sabio no puede llegar a ser otra cosa desde su en buscar dejar de ser educado, cultivado, en
propia conciencia o voluntad, no es desde su dejar de representar el mundo desde el lugar
interior que se llega a otra cosa. Tiene que del encierro, la autoridad y un ideal que no
aparecer un acontecimiento, otro ser, un ins- fuera el del propio sujeto. La Bildung busca
tante extraordinario en que se deja de ser. construir un ser, un «quién soy» muy distinto
al ser de la educación y de la pedagogía. En
Como si se abriera un espacio en donde no esta dirección podemos ubicar la obra de
era posible. Foucault como una obra de Bildung, sólo que
en lugar de darle todo el peso de la liberación
Nietzsche, en la Gaya ciencia (1985, 1085, afo- a la novela de formación ( Bildunsroman),
rismo 341 titulado “La carga más pesada”), nos Foucault se lo otorga a la filosofía en su senti-
habla de la misma situación fáustica. Nietzs- do ético.
che se pregunta si una vez viniera un demo-
nio a proponernos cambiar, ¿qué haríamos? La educación, al crear el sujeto desde sus
La carga más pesada es que no queremos cam- ámbitos institucionales, lo que produce es una
biar, queremos permanecer en el estado de lo moral, pues ésta busca crear el sujeto como
mismo. El demonio representa en Nietzsche individuo, el sujeto como identificado con la
un instante en que dejamos de ser; esos ins- institución. La formación, al querer que el
tantes en la vida son pocos: el amor, una gran sujeto deje de ser y busque ser otra cosa fuera
pasión, un deseo irrefrenable, una locura, el de la educación, persigue crear una ética. Se
estado de la muerte, una experiencia extraña, está en la ética cuando el sujeto se plantea el
una obra que como un viento nos lleve, una problema de su propio ser y considera que
música poderosa. ser es el verdadero problema de la educación.
La libertad es la sustancia de la ética, su obje-
Pues bien, Foucault pensó que la transforma- to mayor, pues al buscar dejar de ser sujeto lo
ción del sujeto no debía dejarse como una que se busca es la liberación de la educación
experiencia que puede pasar o no. Foucault que lleva a no dejar de ser. La libertad no es el
no la quiere dejar en manos del diablo, sino respeto del espacio del otro, de sus dominios
y de su reglas de juego, sino que la libertad se
en manos de la filosofía, una filosofía que opere produce cuando el sujeto deja de ser sujeto
como una pedagogía, pues lo que debe bus- sujetado a la moral y prefiere vérselas, enfren-
car es transformar el sujeto que escribe, lee, tarse consigo mismo, en lucha, en peligro, en
tiene experiencias y busca el placer. Esa es su confrontación. El individuo que busca dejar
definición de filosofía: «el ensayo de transfor- de ser sujeto es ético porque busca la libertad,
mación de uno mismo» (1987, 12). Ello signi- construir una experiencia otra, en donde deje
fica, en Foucault, modificar nuestra relación de ser, deje de someterse a formas y fuerzas
con el saber, pues es en esta relación en don- que no sean las que él mismo se impone. El
de se concreta o construye el dejar de ser su- sujeto moral es sujeto al adecuarse a las nor-
jetos y se crea el sujeto. mas de saber y el sujeto ético no es sujeto cuan-
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do transforma esas normas en normas pro- más clara de ocultamiento de las relaciones
pias: prefiere su propia conducción a que lo de poder. Al iniciar una conferencia pública,
conduzcan. Foucault se expresaba de este modo:
Si Foucault es pedagogo es porque se encua- […] Había pensado que esta tarde tendríamos
dra dentro de la tradición de la Bildung. La la ocasión de discutir así, unos pocos, alrededor
Bildung es la educación que se obtiene por de una mesa que se llama redonda –incluso cuan-
voluntad propia, experiencia personal, en lu- do es cuadrada– quiero decir, de una mesa que
permita la relación de intercambios continuos y
cha contra la educación producida por un en igualdad. El gran número de participantes
maestro, un saber y una forma institucional tiene el inconveniente de obligarme a adoptar el
moralizante. Un hombre educado en la papel de profesor, una posición distanciada y
Bildung no es sabio, no es instruido, es un también me obliga a hablarles de una forma con-
hombre que no quiere ser hombre, sino otra tinua, aunque intente evitar el posible dogma-
cosa. ¿Qué cosa? Otra cosa. Foucault no usa tismo. De todas formas, no quisiera exponerles
esta expresión clásica; para identificar su pos- ni una teoría, no una doctrina, ni siquiera el
resultado de un trabajo de investigación, pues-
tura pedagógica prefiere una más actual, una to que tengo el privilegio que la mayoría de mis
expresión que viene desde finales del siglo XIX, libros y mis artículos estén traducidos al japo-
que es la del intelectual. El intelectual podría nés. Sería, por mi parte, indecente y poco educa-
pensarse como el hombre formado, el hom- do retomarlos y lanzárselos como un dogma.
bre ético, el hombre educado en este preciso Prefiero explicarles en que estoy ahora, qué tipo
sentido del ideal de la Bildung; no educado en de problemas me preocupan, y someter a su con-
el sentido que conduzca a otro, o que pro- sideración algunas hipótesis que permiten sus-
tentar, en la actualidad, mi trabajo (Foucault,
duzca un saber, en el sentido de hacer produ- 1999, 130).
cir un aprender, una capacidad o competen-
cias. El intelectual no establece relaciones como He ahí el intelectual, el hombre formado en
la del profesor y el alumno o padre e hijo o la Bildung, el pedagogo. No quiere educar al
adulto-niño. El intelectual es un estado, una otro, dirigirle su conducta, insinuarle una
experiencia, un estilo de vida que se preocu- verdad o plantearle una doctrina o método.
pa de producir libertad, de luchar por la li- El intelectual se pone en peligro y el otro verá
bertad, de crear libertades no para otros, sino si se pone en peligro.
para sí mismo, para su propio ser como suje-
to. Al producirse como sujeto, que es dejar de
ser sujeto para ser otra cosa, el intelectual “en-
seña”, “educa”, “forma”, no al otro, sino a
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Revista Educación y Pedagogía. Medellín: Universidad de Antioquia, Facultad de
Educación. Vol. XV, No. 37, (septiembre-diciembre), 2003. pp. 201 - 216.
Original recibido: junio 2003
Aceptado: noviembre 2003
Se autoriza la reproducción del artículo citando la fuente y los créditos de los autores.
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