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1.

Impacto ambiental
Esta descarga puede desplazarse 13 km, provocar una temperatura de 50.000 °F (28.000°C,
tres veces la temperatura del Sol), un potencial eléctrico de más de 100 millones de voltios y
una intensidad de 20.000 amperes. La velocidad del rayo puede llegar 140.000 km por
segundo. Un rayo puede destruir, de acuerdo a sus características del suelo, un radio de 20
metros.

Fuente: OSINERG

Efectos físicos:

 Quemaduras en la piel.
 Rotura del tímpano.
 Lesiones en la retina.
 Caída al suelo por onda expansiva.
 Caída al suelo por agarrotamiento muscular debido a una tensión de paso ligera.
 Lesiones pulmonares y lesiones óseas.
 Estrés post-traumático
 Muerte por:
 Paro cardiaco.
 Paro respiratorio.
 Lesiones cerebrales
¿Son los pararrayos un peligro para la salud de la gente que los rodea?
Los pararrayos convencionales, son una punta metálica que, por su morfología, posición y
sus materiales aumentan la posibilidad que le caiga un rayo, pero no emiten ningún tipo de
energía o de radiación que pueda afectar a los seres vivos de su alrededor.

Existieron unos pararrayos radiactivos que se comercializaron durante los años 70, que su
finalidad era aumentar la ionización del captador y así aumentar la superficie que ese
pararrayos protegía (cosa que jamás se demostró) y que en un principio no mostraban ningún
tipo de problema hasta que, con el paso de los años y su deterioro, empezaron a mostrar
efectos contaminantes a su alrededor. No por la propia radiación que podía ejercer, sino por
el desprendimiento de partículas desde sus componentes que contaminaban sus
proximidades.

Estos efectos crearon una alerta ambiental y medica que culminaron en la prohibición en
España en el año 1986 y en la normativa internacional (IEC 62305) en el 2006.

Desde la prohibición, todos los pararrayos radioactivos han de ser retirados de inmediato
desde que son localizados, con estrictas medidas de proceso para su eliminación.

Con esa experiencia y todo el dinero invertido en la retirada de esos pararrayos y con los
daños ambientales que produjeron se focalizo muchos esfuerzos en la verificación del
bienestar de los alrededores de los protectores contra los rayos.
Ahora, todos los pararrayos que se comercializan, desde los convencionales hasta los
pararrayos PDC (pararrayos con dispositivo de cebado) están certificados con las normativas
internacionales que garantizan su funcionalidad y su nulo daño a los seres vivos que les
rodean o al medioambiente. Ya que no emiten ningún tipo de radiación ni nada que nos pueda
afectar, cumplen su función y nada más.

Fuente: INGESCO PDC


La conclusión que podemos sacar hoy en día de los pararrayos, es que es más perjudicial
nuestra antena de televisión o el repetidor de las señales móviles que la presencia de un
pararrayos en nuestro propio edificio.

Una de las empresas comprometidas con la seguridad de sus pararrayos PDC es la empresa
INGESCO que a través del certificado ENAC garantiza su completo funcionamiento y que
no perjudica en ningún grado a los seres vivos de su alrededor ni al medioambiente.

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