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La educación como elemento fundamental

para el desarrollo humano


Ariana Rivas

 Economía
 Talento
 09.03.2015
 8 minutos de lectura

desarrollo económicodesarrollo humanoeducaciónpedagogía y


enseñanzaVenezuela

Resumen

En la búsqueda de mejoras significativas en el desarrollo de las naciones, son varios


los autores los que sostienen que los procesos educativos requieren reformas
contundentes. De allí que el presente ensayo busca indagar en algunas de estas
posturas con el propósito de realizar un análisis crítico de la educación como
elemento para el desarrollo humano. Para ello, se estudiaran las obras de
Oppenheimer Basta de Historias, la de Ugas Fermin, Educada Ignorancia, la de
Cordeiro, Benesuela vs. Venezuela, entre otras. De allí, examinar los casos de éxito
así como los elementos clave para lograr los nuevos paradigmas, entre los cuales
se presenta la economía del conocimiento.

Introducción

El desarrollo humano es entendido como el proceso de expansión de las


capacidades de las personas con el fin de ampliar sus opciones y oportunidades.
Este, está íntimamente relacionado no solo con la satisfacción de necesidades sino
también con los anhelos de optimizar la calidad de vida y ser cada vez mejor, bien
sea a nivel personal, profesional, como miembros de un grupo familiar y de la
sociedad en general.

10 efemérides de América de Sur del año 2019 (parte 1)


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En este orden de ideas, la educación ha sido considerada como un elemento clave


para el desarrollo humano y es una pieza clave para la sustentabilidad; ya que a
través de la esta cada quien se hace consciente del impacto de sus actividades
sobre el entorno. Motivo por el cual, la persona se visualiza como motor para el
crecimiento de la economía, como fuente de enriquecimiento responsable para la
sociedad, como participes del fortalecimiento espiritual, entre otros. De allí que
Delors, Jacques (1996:7) describe que “frente a los numerosos desafíos del
porvenir, la educación constituye un instrumento indispensable para que la
humanidad pueda progresar hacia los ideales de paz, libertad y justicia social”.
No obstante, para nada es un secreto, que a nivel mundial son muchos los países
que han realizado esfuerzos para enfrentar las debilidades crónicas en su sistema
educativo, entre ellos Venezuela. Razón por la cual se evidencian inestabilidad de
orden social, político y económico. Sobre ello, Cordeiro (2010:XVIII) expresa que “la
situación actual están terrible que llama a la participación urgente de todos los
venezolanos. La educación es demasiado importante para que se la dejemos solo a
los educadores”.

La educación como pilar del desarrollo de un país

Es una realidad para muchos países que el sistema educativo aplicado no ha sido
capaz de satisfacer las necesidades de la población, tanto en temas de
accesibilidad como de calidad; es decir, son muchas personas las que no se
integran a los procesos de formación y aquellos que participan de este,
generalmente no logran desarrollar las competencias requeridas para el mundo
globalizado y dinámico en el que deben desempeñarse.

No obstante, países como Singapur, Filipinas, Japón y China han diseñado planes
de acción que les han permitido con éxito posicionar a su talento humano de modo
tal, que son quienes encabezan a nivel mundial, los principales productos de
investigación en innovación, emprendimientos, empresas y marcas, avances
tecnológicos, la creación de know how, entre otros. Todo ello, como consecuencia
inmediata de la inversión en la educación; implementación de estrategias
innovadoras para la gestión del conocimiento; de la misma manera, en que han
involucrado a este proceso a otros actores significativos tales como el grupo familiar,
instituciones y gobierno local.

En este contexto, los casos de éxito coinciden en que la educación requiere ser
verdaderamente una prioridad, más aun a la hora de asignar recursos financieros,
materiales, de tiempo y de talento humano eficiente. Así pues, se han focalizado en
la enseñanza primaria hasta la universitaria de forma metódica, interactiva,
disciplinada, con altos niveles de exigencia y aun más de estimulo tanto para los
estudiantes como para los docentes. Tal como lo expresa Delors, Jaques (1996): si
bien hay que aprovechar todas estas posibilidades de aprender y perfeccionarse, no
es menos cierto que para poder utilizar bien ese potencial la persona debe poseer
todos los elementos de una educación básica de calidad. Más aún, es deseable que
la escuela le inculque más el gusto y el placer de aprender, la capacidad de
aprenderá aprender, la curiosidad del intelecto. Imaginémonos incluso una sociedad
en que cada uno sería alternativamente educador y educando.(p.15)

Vista la cita anterior, es necesario establecer la premisa que la educación requiere


un conjunto de roles que han de ser alternados en distintos momentos del proceso
de aprendizaje, lo que representa un desafío para la estructura del sistema actual.
Por consiguiente, se puede minimizar la brecha entre lo teórico versus lo práctico en
un entorno estimulante. En este sentido, Ugas (2007:27) manifiesta que atendiendo
a la realidad de hoy en día “la pedagogía tiene que distinguir entre su reflexión para
la acción y las orientaciones teóricas para actuar en la praxis, tomando en cuenta la
experiencia científica y la actuación práctica, para indagar la relación entre ellas”.
En otro orden de ideas, estos países han establecido como factor determinante el
tiempo invertido de forma efectiva – más de 220 días por año en algunos casos – en
el desarrollo de competencias, tanto en el aula como en actividades
extracurriculares y recreativas. Lo que trae a colación que Venezuela, si bien ha
hecho cambios en cuanto al incremento de la carga horaria escolar, también es
cierto la infinidad de factores externos que han afectado el cumplimiento de tales
cronogramas. Tal como lo expresa Vila (2006) indica:

Venezuela tuvo, hasta hace poco, su año escolar con 180 días (cuando se
cumplían) con 5 horas diarias de trabajo, con un total máximo de 900 horas al año.
Ahora tenemos 200 días de clase al año, pero con la limitación de que tan solo las
escuelas públicas bolivarianas son de un solo turno, realizando estas un total de
unas 6 a 7 horas de actividades.(p.3)

Por otra parte, es evidente en el modelo venezolano así como en gran parte de
Latinoamérica, que la educación está centrada en la formación para la producción;
enfocada en lo tangible, en el uso de recursos naturales. A diferencia de los
modelos exitosos, quienes han disminuido la brecha entre ricos y pobres,
optimizando la calidad de vida de la población mediante el desarrollo de capital
intelectual, con especial énfasis en el potencial intangible, la inteligencia. Sobre ello
Cordeiro (2010:XVIII) plantea que: “hoy, más que nunca, necesitamos con urgencia
un gran plan educativo para Venezuela. Un plan basado en desarrollo de la
inteligencia, en la utilización de las nuevas tecnologías y en las prácticas más
modernas de la educación”. Asimismo, Ugas (2007:45-46) sostiene que “Vincular la
escuela con la cibercultura implica abrirla a otros lenguajes y
competencias…Vivimos en un ecosistema comunicativo que configura un nuevo
clima cognoscitivo y de aprendizaje”.

En este contexto, Cordeiro (2010: 50) indica que: “la revolución que se inicia estará
centrada en las capacidades mismas de la mujer y del hombre, en su inteligencia y
su capacidad de comunicarse y transformarse. Sera la revolución de la inteligencia”.
En consecuencia, los modelos educativos requieren optimizar el potencial de cada
individuo a través del perfeccionamiento de competencias genéricas, técnicas y
actitudinales que les permitan desenvolverse en el mundo dinámico del presente y
del futuro. En este contexto, Oppenheimer (2010) sostiene lo siguiente:

…aunque los países pueden desarrollarse económicamente con base en sus


materias primas y manufacturas tradicionales —allí están los ejemplos de Chile y
Nueva Zelanda, que analizaremos más adelante—, difícilmente podrán avanzar y
reducir la pobreza con mayor rapidez si no convierten sus materias primas en
productos más sofisticados, con mayor valor agregado, o con nuevas tecnologías de
producción que les dan una ventaja sobre sus competidores en el resto del mundo.
Nos guste o no, estamos viviendo en la era de la economía del conocimiento, donde
los países más ricos son los que producen servicios de todo tipo —cibernética,
ingeniería, farmacéutica, entre otros—y donde algunos de los que tienen mayores
Índices de pobreza son los que tienen más materias primas.(p. 30)

En este contexto, se hace evidente que lo intangible cobra valor, la productividad y


competitividad de un país dependen más de su capacidad de generar saberes que
permita de forma proporcional mejorar la calidad de vida de las personas; por lo
cual, la educación debe dirigirse a promover ciudadanos pensantes, creativos y
orientados a la innovación. Asimismo, Pink (citado por Oppenheimer. 2010:52)
resume que “hemos pasado de una sociedad agrícola a una sociedad de
trabajadores industriales, y a una sociedad de trabajadores de la economía del
conocimiento… Y ahora estamos dando otro paso adelante, a una sociedad de
creadores, reconocedores de tendencias y creadores de sentido […]”

En este sentido, el mismo autor, luego de haber realizado su investigación


recorriendo varios países tanto de Latinoamérica como de Asia, y en base a los
elementos que consolidaron los casos de éxito plantea las denominadas por el autor
como “Las 12 claves del progreso”, indicadas en el siguiente orden: Mirar hacia
adelante; Hacer de la educación una tarea de todos; Inventar un PIB educativo;
Invertir en educación preescolar; Concentrarse en formar buenos maestros; Darle
estatus social a los docentes; Ofrecer incentivos salariales; Hacer pactos
nacionales; Forjar una cultura familiar de educación; Romper el aislamiento
educativo; Atraer inversiones de alta tecnología; Formar educación internacional.

Reflexión final

Es una realidad que para forjar un país, debe en principio desarrollar su potencial
humano para lo cual la educación formal es un pilar ineludible. A nivel internacional,
ya son muchos los casos que han logrado la fórmula del éxito teniendo como
resultado un talento humano capaz de prepararse en función del bien individual y
colectivo. De esta manera, la formación va más allá del cumplimiento de un requisito
académico, es parte de una filosofía de vida.

A manera de conclusión, es necesario más allá la integración eficaz de un esfuerzo


colectivo, donde no solo los educadores sean los responsables de formar a los
ciudadanos del mundo, sino que cada integrante de la sociedad pueda desde su
cotidianidad incidir directamente sobre el desarrollo del capital intelectual. Asimismo,
los educadores han de ser formados orientados a la excelente, reconocimiento lo
valioso de su labor no obstante de la misma manera ha de exigirse de estos un
desempeño optimo.

Finalmente, cualquier país que realmente estime obtener logros significativos


deberá reestructurar sus planes nacionales de modo tal que estén acordes a la
dinámica de las nuevas necesidades, paradigmas, desafíos tecnológicos y otros que
demanda el mundo de hoy. Para ello tiene que considerar mirar más hacia delante
sin dejar olvidar su propia historia.

Referencias bibliográficas

 Balza Laya, Antonio (2010). Complejidad, Transdisciplinariedad y


Transcomplejidad: Los caminos de la nueva ciencia. Fondo editorial gremial.
Asociación de profesores Universidad nacional experimental “Simón
Rodríguez” (APUNERSR). Venezuela.
 Cordeiro, José Luis (2000). Benesuela vs. Venezuela: El combate educativo
del siglo. Ediciones.
 Delors, Jacqes (1996). La educación encierra un tesoro. Informe a la
UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI.
Santillana, Ediciones UNESCO.
 Oppenheimer, (2010). Basta de historias: La obsesión latinoamericana con el
pasado y las doce claves del futuro. Ediciones Random House Mondadori, S.
A. México.
 Ugas Fermín, Gabriel (2007). La educada ignorancia: un modo de ser del
pensamiento. Ediciones del Taller permanente de Estudios epistemológicos
en Ciencias Sociales. TAPECS. Venezuela.

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EDUCACIÓN
Te explicamos qué es la educación y sus diversas acepciones según varios autores.
Además, los tipos de educación que existen.

La educación ocurre en el seno de la familia y en las distintas etapas de la vida


escolar.

1. ¿Qué es la educación?
Se denomina educación a la facilitación del aprendizaje o de la obtención de
conocimientos, habilidades, valores y hábitos en un grupo humano
determinado, por parte de otras personas más versadas en el asunto enseñado
y empleando diversas técnicas de la pedagogía: la narración, el debate, la
memorización o la investigación.

La educación es un proceso complejo en la vida del ser humano, que ocurre


fundamentalmente en el seno de la familia y luego en las distintas etapas de la
vida escolar o académica que el individuo transite (desde el kindergarten hasta
la universidad).

Sin embargo, no solo el conocimiento organizado y compartimentado de las


ciencias y los saberes es educación: también lo son las tradiciones locales, las
creencias familiares o los modos de conducta heredados.

El resultado final del proceso educativo es incierto, ya que el ser


humano nunca deja de aprender, por ende, de cambiar sus conductas y sus
preceptos. Sin embargo, las etapas iniciales de la vida se consideran cruciales
para la formación y educación del individuo (tanto en aspectos formales como
en materia afectiva, ciudadana, etc.), ya que serán responsables del modo de
actuar que el individuo presente en su adultez.

Al mismo tiempo, la educación formal o académica es considerada en nuestras


sociedades una institución al servicio del ser humano, de su mejoramiento y su
aprendizaje, en el que puede no sólo adquirir conocimientos profundos y
complejos, sino también moldear una forma de pensamiento en los asuntos de
la ética, la moral, la afectividad, etc.

Y sin embargo, el acceso a este tipo de educación suele estar restringido a las
clases medias y altas, lo cual supone siempre una dificultad adicional para las
clases más desfavorecidas, a menudo sumergidas en la ignorancia.

La educación puede darse a través de modelos distintos y diversos rangos de


experiencias, pero generalmente está a cargo de un tutor, profesor, maestro
o guía, que es una figura de relativa autoridad sobre los aprendices o
estudiantes, encargada de velar por la correcta comprensión de los temas y de
resolver las dudas que puedan surgir en el proceso, ya que no todas las
personas tienen mecanismos de aprendizaje similares.

Ver además: Gestión educativa

2. Conceptos de educación
Dependiendo del autor consultado, la educación se define como:

 “La educación consiste en dirigir los sentimientos de placer y dolor hacia el orden
ético” – Aristóteles (filósofo griego, 384-322 a.C.)

 “La consecución de un alma sana en un cuerpo sano, tal es el fin de la educación”


John Locke (filósofo inglés, 1632-1704).

 “La educación tiene por fin el desarrollo en el hombre de toda la perfección que su
naturaleza lleva consigo” Immanuel Kant (filósofo alemán, 1724-1804)

 “La educación es la única manera de aprender a vivir para otros por el hábito de
hacer prevalecer la sociabilidad por sobre la personalidad” –Auguste Comte (filósofo
francés, 1798-1857)

 “Educación es evolución, racionalmente conducida, de las facultades específicas del


hombre para su perfección y para la formación del carácter, preparándole para la
vida individual y social, a fin de conseguir la mayor felicidad posible” – Rufino Blanco
(educador español, 1861-1936)

 “La educación es un proceso de transmisión de las tradiciones o de la cultura de un


grupo, de una generación a otra” – Fernando de Azevedo (educador brasileño, 1894-
1974)

3. Tipos de educación
La educación formal suele conducir a la obtención de un título.

Existen numerosas clasificaciones del acto educativo, algunas veces por modelo
o por temas de interés. Sin embargo, la distinción más importante a menudo es
la siguiente:

 Educación formal. Aquella que tiene lugar dentro del programa organizado,
planificado, evaluado e impartido por las instituciones de la sociedad: las academias,
las escuelas, los institutos, las universidades y otras instancias de saber organizado.
Suelen conducir a la obtención de un título y un reconocimiento social de los saberes
adquiridos.

 Educación no formal. Aquella que se recibe de manera intencional y organizada,


pero por fuera de las instituciones formales dedicadas a ello, es decir, por fuera de
las academias y sin el aval de una titulación (o teniéndola, pero sin valor profesional
alguno).

 Educación informal. Aquella que se adquiere de manera no intencional y


desorganizada, a través de la acumulación de experiencia y de saberes incorporados
por ensayo y error. Es, digamos, la educación “de la vida” y todo el mundo la
adquiere a su manera.

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