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El ciclo agua-vapor de una central de ciclo combinado es relativamente simple, o al menos más

simple que el de otras centrales termoeléctricas que emplean en ciclo Rankine para la
transformación de la energía contenida en un combustible en energía mecánica rotativa. La
sencillez se debe a que no requiere de los precalentadores de alta y baja presión para conseguir
buenos valores de presión.

No obstante, el ciclo agua-vapor de una central de ciclo combinado se complica a medida que se
añaden niveles de presión, de forma que con un nivel de presión el ciclo es relativamente simple,
con dos niveles de presión en el HRSG la red de tubería se complica algo más y con tres niveles de
presión la complejidad es elevada.

El sistema denominado ciclo agua-vapor se compone a su vez de al menos cinco subsistemas:

El sistema de condensado, que incluye el condensador principal, el condensador de vapor de sellos


y las bombas de condensado, denominadas a veces bombas de extracción.

Sistema de agua de alimentación, que engloba el tanque de agua de alimentación, el


desgasificador y las bombas de alta presión que alimentan los diversos circuitos del HRSG.

El sistema de vapor, que incluye válvulas de atemperación, válvulas de bypass y las tuberías que
componen el circuito de vapor.

El sistema de vapor de sellos.

El sistema de dosificación y muestreo.


El vapor es uno de los fluidos más comúnmente utilizados para calentar equipos o instalaciones en
cualquier tipo de industria: química, petroquímica, alimentación, farmacéutica, en procesos de
como el de producción de papel, lavandería, humidificación y en todos aquellos procesos en los
que se requiera transportar calor a cortas distancias.

En una central de ciclo combinado se pueden encontrar hasta tres tipos diferentes de vapor,
atendiendo a las características de presión y temperatura del fluido: Vapor saturado, Vapor
sobrecalentado y Vapor recalentado.

El esquema que representa el ciclo agua–vapor en una central de ciclo combinado depende de los
niveles de presión que tenga la central. Las configuraciones más habituales son tres: un nivel de
presión, dos niveles, y la configuración de mayor rendimiento y mayor coste, con tres niveles de
presión.

El ciclo completo comprende pues los siguientes procesos:

•Proceso 1-2: Compresión isoentrópica del fluido de trabajo en fase líquida mediante una bomba,
lo cual implica un consumo de potencia. Se aumenta la presión del fluido de trabajo hasta el valor
de presión en el generador de vapor. Aunque es un proceso que consume energía, la compresión
de un líquido es mucho más económica energéticamente hablando que la compresión de un gas,
razón por la cual se aumenta la presión en el líquido con un equipo mecánico, en vez de hacer
aumentar la presión del vapor que sería mucho más costoso.

•Proceso 2-3: Transmisión de calor hacia el fluido de trabajo a presión constante en la caldera o el
generador de vapor. En un primer tramo del proceso el fluido de trabajo se calienta hasta la
temperatura de saturación o ebullición, y luego tiene lugar el cambio de fase líquido-vapor. Este
vapor es el utilizado por la turbina para generar la potencia del ciclo (la potencia neta del ciclo se
obtiene realmente descontando la consumida por la bomba, aunque esta suele muy pequeña en
comparación).

•Proceso 3-4: Expansión isoentrópica del fluido de trabajo en la turbina desde la presión de la
caldera hasta la presión del condensador. Se realiza en una turbina de vapor y se genera potencia
en el eje de la misma.

•Proceso 4-1: Transmisión de calor a presión constante desde el fluido de trabajo hacia el circuito
de refrigeración, de forma que el fluido de trabajo alcanza el estado de líquido saturado. Se realiza
en un condensador (intercambiador de calor), idealmente sin pérdidas de carga.

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