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Educación, racionalidad técnica y crisis político-social: comentarios acerca de la situación país.

Freddy A. Acuña Soto

Me gusta argumentar que la pedagogía no es una disciplina: no tiene objeto de estudio


definido, no tiene metodología de investigación elaborada y, en su ejercicio, acaba por
constituirse en un conjunto de prácticas que se transmiten entre los colegas y entre los
docentes en formación y sus profesores en la universidad. Al no ser disciplina, el corpus
teórico e institucional de la pedagogía se ve colonizado por el conjunto de conocimiento de
otras áreas del saber (como la sociología, psicología, ingenierías, derecho, etc.), realidad que
se puede encontrar en las mallas curriculares de muchos programas de formación pedagógica
y en la dificultad por parte de la comunidad docente de desarrollar una voz consistente como
cuerpo colegiado. Esto a propósito de reflexionar en un entendimiento acerca del estallido
social acontecido desde el 18 de octubre del presente año desde el campo de la educación
(que es mi área de labor y profesión).
En el campo de la educación se observa cómo las lógicas propias de las ciencias
naturales (medición, evaluación, avance… en general, progreso) han dado forma a la manera
en que los agentes del proceso se relacionan: el estudiante debe ser diagnosticado, registrado
en su proceso y clasificado acorde a la suma total de su aprendizaje (este es lenguaje de la
pedagogía en cuanto a evaluación); el conocimiento debe ser pauteado, pre escrito,
planificado y ejecutado acorde a los objetivos de aprendizaje (este es el lenguaje de la
pedagogía en cuanto a currículum); el profesor debe someterse a revisión, ser actualizado y
rendir cuentas acorde a su grado de desempeño (este es el lenguaje de la pedagogía en cuanto
a formación docente). Se observa cómo en el caso de la educación el lenguaje se ha imbuido
de la lógica técnica propia de las ciencias naturales (según lo definido por Dilthey a la hora
de diferenciar las ciencias sociales de las otras). Vale decir, la relación humana clave en el
proceso educativo (profesor-estudiante) se ha tecnificado en tanto es el único modo de
concebir la disciplina por parte de los profesores desde su formación en universidades,
lenguaje que después de codifica y se institucionaliza en instancias superiores como equipos
directivos, ministerios y otros. Durante el curso de antropología que estamos cursando se ha
conversado la idea de qué hace al ser humano ser lo que es, y desde el ejercicio de la
pedagogía esta condición humana considerarse y materializarse en un encuentro con el otro
(alteridad).
Respecto de la mencionada disonancia entre lógicas de razonamiento, a partir de la
experiencia de la pedagogía, hubo durante la primera semana desde el estallido social un
Educación, racionalidad técnica y crisis político-social: comentarios acerca de la situación país.
Freddy A. Acuña Soto

suceso que acaparó mi atención1: el día miércoles 23 de octubre la diputada Pamela Jiles
junto a otras representantes sostuvo en alza hojas de papel donde se contaban los números de
víctimas afectadas durante el entonces en curso Estado de Excepción; mientras, a un costado
del interpelado entonces Ministro del Interior, Andrés Chadwick, un miembro del oficialismo
sostuvo en alza una copia de la Constitución Política de Chile. Vale decir, la expresión tácita
de lo aludido anteriormente: la crisis socio-política puede ser entendida como una lucha entre
distintas maneras de concebir tanto la realidad como la humanidad, tanto en sus relaciones
político-institucionales como, en mi caso, desde el campo cotidiano de la educación en tanto
sentido vocacional del reconocimiento legítimo de la otredad.

1
https://www.cnnchile.com/pais/diputadas-pelean-sesion-encarar-chadwick_20191023/

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