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Proselito -

(Del lat. proselytus y del gr. proselutos, extranjero, recién convertido a una religión). En la LXX se usa
el término para identificar a un residente extranjero dentro de las fronteras de Israel, que era tolerado
como tal y carecía de derechos civiles.
Con el tiempo, se aplicó a los extranjeros que se convertían en adoradores de Jehová y adoptaban el
ceremonial religioso judío. En gen. en la Biblia, el vocablo aparece con sentido favorable y una vez con
sentido peyorativo. En el AT es un gentil convertido al judaísmo. En el NT la palabra aparece cuatro
veces (dos en singular y dos en plural), y por inferencia en otros vv.. Es un gentil que ha adoptado el
rango completo de las creencias y prácticas judías, incluyendo la circuncisión. En (Mt 23:15) tiene
significado peyorativo.

¿ Que es Escita -

Un pueblo guerrero y nómada. Por lo general se les ubica en la región N. y NE. del mar Negro. Al
parecer llegaron hasta la parte occidental de Siberia, cerca del límite con Mongolia. En el siglo I E.C. el
nombre “escita” evocaba las peores características de los pueblos incivilizados. Sin embargo, aun tales
personas podían llegar a ser cristianos y tener una posición igual a la de los otros creyentes como
miembros del cuerpo de Cristo. El apóstol Pablo escribió: “No hay ni griego ni judío, circuncisión ni
incircuncisión, extranjero, escita, esclavo, libre, sino que Cristo es todas las cosas y en todos”. (Col
3:11; véase CORTADURAS.)
El grupo de pueblos escitas era de origen iranio; se dedicaban al pastorea nómada y la cría de caballos
de monta.

Se tienen registros de estos pueblos desde el año 2000 a. C., pero su primera aparición en la historia es
una alianza con los asirios en el siglo VII a. C.

En la Antigüedad clásica estos pueblos dominaban la estepa póntica que recibió el nombre Escitia.
Fueron sometidos por los sármatas.

¿Que es un fariseo?

Grupo religioso nunca recordado en el AT y a menudo en el NT. El término es interpretado en general


como 'separados' (de todo lo que es 'impuro': en el sentido de su rigurosa observancia de la Ley o de
una tendencia política?). El origen del movimiento no está muy claro: en general se ve en los fariseos a
los sucesores de los asideos (1Mac 2,42); según Flavio Josefo ya existía hacia el 150 a.C. Bajo la reina
Alejandra (76-67 a.C.) los fariseos alcanzaron una posición dominante en el judaísmo, que sufrió su
influencia durante siglos. Los fariseos (que se deben distinguir de la casta sacerdotal de los saduceos)
no eran sacerdotes; en virtud de su conocimiento de la Ley poseían gran autoridad entre el pueblo
inculto y por eso se les recuerda de vez en cuando como guías del pueblo. Sus preocupaciones eran de
tipo religioso, no políticas: a diferencia del movimiento de los celotas, mantenían una posición
moderada frente al Estado. Propendían por una interpretación literal de la ley veterotestamentaria; las
innumerables prescripciones derivadas de la tradición oral tenían para ellos el mismo valor que la ley
escrita. A diferencia de los saduceos, los fariseos defendían la resurrección de los muertos y la
existencia del mundo angélico.

Saduceos -
Fue uno de los partidos religiosos que existió entre los judíos en los días de Cristo y de la iglesia
primitiva, aunque ejerció comparativamente poca influencia entre el pueblo. Ellos resistieron a la
verdad del evangelio. La raíz de la palabra significa ser justo. Probablemente, el nombre se deriva de
alguien llamado Sadoc.
Los saduceos eran el partido político de los sacerdotes judíos aristócratas desde el tiempo de los
macabeos hasta la caída final del Estado judío. Ellos llegaron a ser los líderes del movimiento
helenizante que comenzó con Alejandro el Grande. Por causa de su simpatía hacia la política de
Antíoco Epífanes, ellos no tomaron parte en la lucha macabea, que fue apoyada por los fariseos. Los
saduceos bajo los romanos se convirtieron en el partido favorable al gobierno. En vista de que ellos
estaban satisfechos con el presente, no pensaban con mucha ilusión acerca de una era mesiánica futura.
Los saduceos tenían un número de creencias distintivas, contrastándolos fuertemente con las de los
fariseos: 1. Se atenían únicamente a la ley escrita y rechazaron las tradiciones de los fariseos. En otras
palabras, los saduceos creían que la Palabra de Dios solamente era el centro de la autoridad religiosa.
Los fariseos, por el contrario, creían que tan obligatoria como era la ley misma lo eran la supuesta
tradición oral de las enseñanzas de Moisés y las reglas de la ley hechas por los escribas a través de los
años. 2. Una segunda creencia distintiva de los saduceos era su negación de la resurrección del cuerpo,
la inmortalidad personal y la retribución en la vida futura (Mt 22:23),( Mr 12:18),( Lc 20:27),( Hch
23:8); comparar (Hch 4:1-2). 3. Los saduceos negaron la existencia de los ángeles y de los espíritus
(Hch 23:8). Un número de factores pudo haber sido responsable de esto: su indiferencia general hacia
la religión, su disposición racionalista y las extravagancias exageradas de la angelología y demonología
de los fariseos. 4. Los saduceos se diferenciaban tanto de los fariseos como de los esenios acerca del
asunto de la predestinación y del libre albedrío de la voluntad humana. Ellos desechaban todas las ideas
de interposición divina en el gobierno del mundo.

¿que son los gentiles?


(heb., goy, plural goyim, nación, pueblo). En español la palabra heb. aparece como gentiles, pueblo,
paganos y nación. A veces goy se refiere a Israel (Zep 2:9). En el NT el gr. ethnos (gentiles) es una
traducción de goy, mientras que laos corresponde al heb. ’am. Hellenes se traduce como gentiles o
griegos.
En épocas de paz, se acordaba un tratamiento atento a los gentiles bajo la ley del AT (p. ej., Luk 7:4-5).
Aunque las enseñanzas de Jesús terminaron por unir a los judíos y los gentiles (p. ej., Joh 1:11), el
pueblo escogido de Dios.
En Hechos, los gentiles se volvieron cada vez más prominentes después del nombramiento de Pablo
como apóstol a los gentiles (Act 9:15). Aun las epístolas dirigidas específicamente a cristianos judíos
(Romanos 9—11; Hebreos; Santiago; 1 Pedro) también son relevantes para los gentiles
La Iglesia primitiva
Desde un punto de vista teológico, la Iglesia fue fundada el primer Viernes Santo, aunque en realidad
no se fundó en un solo acto, sino paso a paso. El proceso fundacional empieza ya cuando Cristo llamó a
los apóstoles, prosigue con la designación de pedro como piedra fundamental de la Iglesia, sigue con la
instauración de los sacramentos, y llega a su consumación cuando los apóstoles, después de la
Resurrección, empiezan a poner en marcha los mandatos del Maestro.
A partir de la época apostólica observamos como el mapa se va llenando con los nombres de nuevas
comunidades de fieles, hasta que a finales del siglo III apenas queda en todo el Imperio Romano una
sola ciudad importante en la que no se encuentren cristianos.
Como es lógico, en toda nueva corriente aparecen, además de los favorecedores, los inconformes y los
detractores. Así ocurrió en el siglo I con los gnósticos que, en lugar de ser una secta separada del
cristianismo, era una corriente espiritual dentro de la Iglesia, quienes tenían la penosa impresión de que
el cristianismo era demasiado superficial y simplista, en lugar de considerarla como realmente era: un
complejo de verdades inmutables y reveladas. Ellos prefirieron elaborar su propia filosofía,
adecuándola a lo que los gnósticos llaman un conocimiento más profundo. Los predicadores gnósticos
fueron excomulgados por los primeros papas, y el movimiento perdió impulso definitivamente en el
siglo III gracias a la demostración de que la doctrina cristiana era de carácter revelado.
Pero el primer cisma grave de la iglesia primitiva acaeció después de la muerte del Papa Ceferino en el
año 217, siendo su promotor Hipólito, quien estaba considerado como el mejor teólogo de la iglesia
cristiana de aquella época.
El Papa Calixto invitó a Hipólito a justificarse sobre un punto doctrinal y, al negarse a ello, fue
excomulgado. Hipólito entonces organizó una comunidad rival y acusó al papado de relajación moral.
El cisma siguió después del martirio del papa Calixto y continuó bajo el papado de sus sucesores,
Urbano y Ponciano. Al fin Hipólito se reconcilió con el Papa Ponciano en el año 235 a raíz del
destierro de ambos a Cerdeña, ordenado por el emperador romano Maximino el Tracio, motivado
precisamente por la pugna entre ambos personajes.
Los tres primeros siglos de la historia de la Iglesia reciben a menudo el nombre de época de las
persecuciones y también el de época de los mártires. Así como hasta el siglo III las persecuciones eran
individuales, al igual que las sentencias, en el siglo III son los emperadores quienes desencadenaron
persecuciones en masa para aplacar así los sentimientos hostiles del pueblo.
Las principales persecuciones dentro del siglo III fueron ordenadas por los propios gobernantes, tales
como Séptimo Severo (202) prohibiendo conversiones al cristianismo, Máximo el Tracio (235) contra
los obispos, Decio (250) contra los sospechosos de ser cristianos, y Valeriano (258) contra los obispos
y toda reunión cristiana.
El caso de Diocleciano fue muy curioso, puesto que después de permitir por más de cuarenta años la
propagación del cristianismo, se dejó convencer en el 303 por el emperador romano Galerio para iniciar
una gran persecución. Sin embargo en el 311, antes de su muerte, el propio Galerio ordenó suspender la
persecución y devolver los bienes confiscados a la iglesia cristiana. De hecho, cuando Constantino
subió al trono del Imperio Occidental después de la división del Imperio Romano en Oriente y
occidente a finales del siglo III, la persecución ya había finalizado.
Lo que sí hizo Constantino fue imprimir un giro a la política imperial en el sentido de hacerla favorable
a los cristianos, y de conceder a la Iglesia su privilegiada situación dentro del Imperio, lo cual excluyó
para siempre toda posibilidad de que resucitaran las leyes de persecución. Esto realmente es lo que
convierte a Constantino en el verdadero liberador de la Iglesia.
Poco después de emitir el edicto favorable a los cristianos, Galerio murió y su sucesor, Licinio, quien
gobernaba el imperio oriental, lo menospreció y continuó la persecución en sus dominios. Al contrario
hizo Constantino, quien veló para que en el Imperio Occidental los cristianos gozaran de libertad
absoluta de culto.
De esta forma ocurrió que mientras en el Imperio Occidental florecía el cristianismo, en el Imperio
Oriental proseguían las persecuciones contra los cristianos.

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