Está en la página 1de 4

1

LA DISOLUCION DEL MATRIMONIO EN EL DERECHO ROMANO

La disolución del matrimonio en la roma antigua se debió a muchos factores, entre ellos

tenemos:

- La muerte.

- Capitis deminutio máxima (cautivos de la guerra)

- Capitis deminutio media (no se existía el matrimonio)

- Falta de afectio maritatis (procedimiento simple)

- Por declaración unilateral del cónyuge

- Por el divorcio

La muerte

El matrimonio de extingue por el fallecimiento de uno de los cónyuges

Capitis deminutio máxima

La causa más común era la perdida de la libertad por cautividad de guerra. Mientras que para

el derecho clásico la relación se terminaba por la falta de voluntas, misma que se perdía cuando

cesaba lel ius connubii por cautivida, de ahí que no podía externar su voluntad, convirtiéndose

la relacionen contubernium y considerándose espurios los hijos nacidos de esa relación, en

tanto, los padres eran cautivos de guerra. En cambio, para el derecho justinianeo, el matrimonio

no cesaba hasta después de cinco años, transcurridos los cuales, los cónyuges podían ser

liberados del vínculo conyugal (divortium bona gratia). Sin embargo, la vuelta del marido

cautivo reanuda el matrimonio, para ello debe iniciarse uno nuevo.


2

Capitis deminutio media o minor

El derecho clásico estableció la disolución del matrimonio por la pérdida de ciudadanía

cuando llevaba aparejada la pérdida del ius connubii, por lo que la relación se convertía en

concubinato. Para Justiniano la pérdida de ciudadanía no implicaba disolución del matrimonio.

Falta de affectio maritallis

Durante la república debía expresarse ante siete testigos. Augusto prohibió esta causal con la

lex Iulia de adurteriis coercendis.

Por declaración unilateral del cónyuge (repudium)

A partir de la cristianización del derecho romano, los emperadores intentaron atacar el

repudio procurando castigar a través de una sanción pecuniaria, con la ocasión de la restitución

de la dote del cónyuge que se divorcia unilateralmente, fuera de las causas justas: para la mujer,

cuando el varón es homicida o violador del sepulcrus o envenenador (que se dedica al arte de la

magia); para el hombre cuando la mujer es adultera o envenenadora o alcahueta. Los efectos

jurídicos variaron a través de la legislación imperial, pero el derecho justinianeo estableció que la

mujer perdía la dote y no podía reclamara la donación nupcial; el varón perdía la donación

nupcial y debía restituir la dote.

El divorcio (divortium)

El divorcio romano consiste en suprimir, por iniciativa de uno o de ambos cónyuges, la

comunidad de vida que el matrimonio implica, con plena conciencia de que con ello se hace

cesar el vínculo matrimonial interesante.


3

Durante el derecho clásico la cesación de la voluntad de esta unidos en matrimonio sin la

realización de ninguna formalidad hacia que cesara sin más el matrimonio (divortium). Gayo

define al divorcio como una diversidad de ánimo o porque van a partes diversas los que

disuelven el matrimonio (divortium autem vel a diverditate mentium dictum est, vel quia in

diversa parte eunt, qui distrahunt matrimoniun). El sustento del divorcio se encuentra en la

falta de affectio maritalis, porque si desde épocas antiguas del matrimonio era libre, no debe

haber forma establecida para manifestar la voluntad de disolución.

Los primero casos de divorcio fueron durante la República, produciéndose una relajación

moral de las antiguas costumbre romanas. El propio derecho clásico lo admite. Por otra parte, la

legislación Caducaría de Augusto impone ciertas formalidades para llevar a cabo el divorcio,

pero solo para efectos de prueba, que en caso de contravención no se invalidaba el divorcio, sino

que había ciertas penas contra el infractor, así la lex iulia de adulteris señalaba que el repudio

debía notificarse por liberto y ante siete testigos cives y púberes. Con los emperadores cristianos

se les exige la existencia de una causa justa en caso de repudio (respeto del marido: haber

cometido delito de homicidio, violación de sepulturas o envenenamiento; en el caso de la mujer

ser culpable de adulterio, envenenamiento o alcahuetería), en caso contrario, imponen ciertas

penas personales (deportación para la mujer y reclusión de por vida en un convento para

cualquiera de los cónyuges infractores)

Justiniano establece la obligación de comunicación (oral o escrita a la otra parte ante la

presencia de siete testigos. Además, reconoce cuatro tipos de divorcio: con justa causa, sin causa,
4

por común acuerdo y por circunstancias que hacen imposible el matrimonio (bona gratia) como

la esterilidad, la impotencia, la cautividad prolongada o el voto de castidad.

También podría gustarte