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Revista Educación 28(1): 11-26, 2004

EL PROYECTO EDUCATIVO DE JOSÉ MARTÍ:


UNA LECTURA DESDE LA PEDAGOGÍA CRÍTICA

Jacqueline García Fallas

Recibido 11-XI-2003 • Aceptado 11-XI-2003

Introducción

Las primeras frases del pensamiento


filosófico de la educación de José Martí
promueven mi interés por incursionar en
ese pensamiento a partir de la revisión de
textos en su mayoría periodísticos, que ca-
racterizan su visión de un proyecto educa-
tivo nacional:
Resumen: En este artículo se presenta un análisis
crítico de la propuesta educativa del escritor, filósofo La educación es como un árbol: se siembra una semi-
y abogado cubano del siglo XIX, José Martí. Se reali- lla y se abre en muchas ramas. Sea la gratitud del
za un recorrido por los principales conceptos de su pueblo que se educa el árbol protector, en las tempes-
planteamiento de la educación como un proyecto polí- tades y las lluvias, de los hombres que hoy les hacen
tico nacional, en él se destacan las relaciones entre la tanto bien. Hombres recogerá quien siembre escue-
educación y la sociedad, la crítica al modelo educati- las.” Martí, J. (1878) De Guatemala, México, Edición
vo tradicional y la visión prospectiva del sujeto educa- de El siglo XXI. En José Martí, Obras Completas, To-
tivo, así como el papel de transformación social implí- mo 7, p. 157.
cito en la educación latinoamericana.

Palabras clave: Filosofía de la Educación, Pensa-


En una primera lectura de los textos
miento Latinoamericano, Pedagogía Crítica, Educa- se muestra con claridad la preocupación li-
ción y Sociedad. beral por transformar la sociedad, afín al
movimiento sociocultural e histórico de su
época. En otra aproximación a su ideario
filosófico de la educación aparece una ver-
tiente importante de análisis que renueva
la vigencia del pensamiento martiano en
la comprensión de la educación en el seno
de la sociedad.
Esa vertiente de análisis es la deno-
minada pedagogía crítica, un enfoque teó-
rico de la educación que ofrece una lectura
política del proceso educativo como clave
para la transformación social. Se percibe
la educación como un espacio sociocultural
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liberador de las personas; una libertad ob- La educación como derecho y deber de todos
tenida a través de las condiciones políticas los ciudadanos.
La educación como tarea de masas.
facilitadas en la sociedad o construidas por La unidad de la función instructiva y educati-
la apertura de un campo distinto de nece- va en el acto docente.
sidades socioculturales y el fortalecimien- La combinación de la enseñanza teórica con la
to de una visión crítica de los aconteci- práctica.
mientos históricos. La incorporación de la educación física a la
formación del escolar.
Desde la libertad se puede tejer la La combinación del estudio y el trabajo en las
transformación social, la cual requiere a escuelas.
un ser humano vinculado con su realidad, La vinculación de la escuela con la comunidad.
activo en las decisiones y comprometido La educación laica.
con un proyecto social que no sólo tiene un La coeducación. (Pérez, F:2003:9).
alcance local, sino también regional o
mundial. Esta posición se percibe en las Estos principios se analizan alrede-
ideas de Martí en torno a la importancia dor de los siguientes temas:
de la educación, visualiza la historia de ca-
da país como parte de un engranaje común l Educación y sociedad.
que requiere ser pensado como una totali- l Percepción de la dinámica social.
dad, no homogénea, pero integradora de l Educación para todos.
esa realidad sociocultural compartida, que
l Educación y equidad de oportunidades.
se podría llamar a América.
La concreción de ese proyecto social l Educación y cambio social.
se realiza a través de la educación, percibi- l La transformación social: una exigen-
da como el escenario de una revolución que cia latinoamericana de la educación.
genere una nueva sociedad e historia. Mar- l Crítica al modelo educativo tradicio-
tí no sólo piensa en los niveles educativos nalista.
de preescolar, primaria, secundaria, técni-
l Sujeto del proceso educativo.
ca y universitaria como espacios formales
del proceso educativo, sino también asigna
El proyecto educativo como deposita-
un lugar importante a la educación no for-
rio de principios filosóficos que se concre-
mal e informal. Sin embargo, la transfor-
tan en el curriculum escolar, se comprende
mación social exige una revisión y un cam-
a partir de la siguiente visión de la educa-
bio en la perspectiva de los lazos del proce-
ción, la cual se apoya en la pedagogía crí-
so educativo con la sociedad, el sujeto, la
tica, según la cual la educación se concibe:
formación docente y el curriculum.
Lo anterior permite que tome la deci- a) Como una actividad que se expresa
sión de pensar en forma global, las caracte- de formas distintas, que despierta
rísticas conceptuales del proceso educativo procesos que tienen ciertas conse-
descrito por Martí a partir de la pedagogía cuencias en los alumnos, por lo que
crítica. Este proyecto propone los siguien- es preciso entender los diversos mé-
tes principios teóricos de índole filosófica todos de conducirla.
que se vierten en su visión de la razón de
ser de la educación en una sociedad: b) Como el contenido de un proyecto de
socialización y de formación en térmi-
La formación cultural como acto liberador.
nos de lo que se transmite, lo que se
El carácter axiológico de la educación.
El carácter patriótico de la educación. pretende, los efectos que se logran.
El carácter popular de la educación.
El carácter democrático de la educación. c) Como los agentes y elementos que de-
El carácter científico de la educación. terminan la actividad y el contenido
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en los procesos de aprendizaje: boga en los momentos específicos de cada


Fuerzas sociales, institución esco- contexto histórico. Puede partir de éstos pa-
lar, ambiente y clima pedagógico, ra reflexionar sobre el porvenir, anticipando
profesores, materiales, entre otros. situaciones a las que las personas son some-
(Gimeno, J & Pérez, A: 2000). tidas por el cambio social. Esta posición
martiana se expresa en el siguiente texto
en el que sobre la disputa de la convenien-
Educación y sociedad cia o no del latín y el griego en el curriculum
universitario, permite entrever el compro-
La educación tiene una vital impor- miso de la educación para hacerle frente a
tancia para la sociedad, no sólo tiene una las exigencias sociales gestadas por la hete-
función reproductora de las creencias, va- rogeneidad de los actores sociales:
lores, conocimientos y consciencias que
La educación tiene un deber ineludible para con el
fundamentan el quehacer cotidiano de los hombre, –no cumplirlo es un crimen: conformarle a
actores sociales, sino también su transfor- su tiempo– sin desviarle de la grandiosa y final ten-
mación. El encuentro dialéctico de estas dencia humana. Que el hombre viva en analogía con
dos fuerzas (reproducción-transforma- el universo, y con su época; para lo cual no le sirven
ción), hace de la educación un fenómeno el Latín y el Griego.” Martí, J. (1884) Reforma esen-
cial en el programa de las Universidades Americanas.
social en permanente crisis. Esta crisis se La América, Nueva York. En José Martí, Obras Com-
plasma en los procesos de socialización pletas, Tomo 8, p. 430.
que se gestan en los espacios educativos.
Parafraseando a Gimeno (2001:122) Gimeno (2001:104) afirma que la cul-
la sociedad constituye redes de intercam- tura proporciona un sentido del “nosotros”
bio sociocultural generadas por los víncu- como miembros de un grupo social que tie-
los afectivos y cognitivos que se deben ne una trayectoria histórica, lo cual permi-
afianzar o corregir. El sujeto puede tener te tener conciencia de ser continuadores de
cierto autocontrol en esas redes, pero nun- “otros”, que son semejantes a nosotros. La
ca tiene asegurado su dominio, en lo que a cultura marca la línea de progreso del con-
él le afecta y en los efectos que él tiene so- junto social y de sí misma, a partir de la
bre los demás. Para que sea posible la con- cual se expresan los valores, las pautas nor-
vivencia ordenada en sociedad refleja un mativas indicadoras de por dónde y hacia
entretejido de redes que confluyen en un dónde debe orientarse el desarrollo de los
cierto orden en el juego de las relaciones diferentes rasgos de la cultura y de los indi-
sociales para garantizar la “seguridad” de viduos, así como la elaboración de ideales,
cada individuo y la del conjunto. Lo ante- entre los que se cuentan los relativos a las
rior posibilita establecer un espacio públi- formas deseables de relación social, cuya
co a través de las instituciones, reglas y consecución necesita del apoyo, reflexión y
leyes sociales, las cuales, en última ins- transformación de los contenidos culturales
tancia, son creaciones culturales. en los que está implicada la educación.
Martí es sensible a las tensiones y a la
experiencia de lo inacabado que se hacen
Percepción de la dinámica social presentes a la juventud en el escenario de
las relaciones sociales, las que posibilitan
La educación requiere ser visionaria asumir el cambio como la condición perma-
sobre el desarrollo social. Para ello es im- nente de la transformación social. La educa-
portante que el ser humano viva conforme ción tendría que potenciar en las personas la
a su época y a los cambios que gesta. Ade- necesidad de ese cambio a favor del mejora-
más es relevante que ésta vaya más allá miento de las realidades sociales. Asumir el
de los enfoques conceptuales que estén en cambio es prepararse a lo contingente:
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La dramática situación de las generaciones actuales las personas, como el ingrediente de cambio
radica en que tienen que vivir en un medio social en en la dinámica social, esta acción debe estar
que las costumbres, las ideas, los valores, la dinámi-
ca de la vida en el orden material –¡y en lo social!–,
acompañada de una reflexión cualitativa
no son estables, por el contrario, cambian con un rit- sobre el proyecto de una sociedad que se es-
mo como jamás se dio en ninguna etapa histórica de pera fortalecer o construir. Dicha reflexión
cultura alguna. Cambio en las relaciones humanas, es el camino para gestar un curriculum es-
cambio en los vínculos sociales, cambio en las cos- colar, en sentido amplio, que promueva una
tumbres, cambio en el uso de instrumentos, cambio
en la estructura social y económica; por lo tanto, cam-
sociedad diferente, producida al compás de
bio en el trabajo, cambio en el ritmo de vida, distinto un proyecto social capaz de asumir las exi-
modo de servirse del espacio del tiempo, distinta ma- gencias de los actores sociales, lo anterior
nera de estimar los valores sociales, los conocimien- obedece a la elección de enfoques educati-
tos. (Almendros, H:1997: XII). vos que respondan a ese proyecto.
Gimeno y Pérez (2000:146) señalan
El incorporar la educación como una que el curriculum alude a los contenidos
necesidad para el cambio social es priori- del proyecto educativo y de la enseñanza
dad del Estado o de las naciones. Martí que están presentes en distintos niveles y
muestra su interés para que la educación modalidades que cumplen funciones seme-
haga realidad una sociedad democrática jantes y, en parte, muy distintas. La esco-
que garantice el acceso a la población. Pa- larización cumple fines muy diversos. Esos
ra él esta convicción no es un privilegio, si- fines educativos tienden a diversificarse o
no un derecho de todos. Lo anterior coinci- traducirse en proyectos que implican in-
de con la posición actual de UNESCO en terpretaciones diferentes de las finalida-
torno a la discusión sobre una educación des educativas.
para todos: El curriculum escolar tiene la tarea
de dibujar al ser humano y a la sociedad
El plan de reforma de la enseñanza que el ministro
ha abordado con tan brava decisión y tan claro senti-
que idealmente se espera formar desde el
do, ha partido de donde había que partir; de un prin- proceso educativo. Por tal razón la elección
cipio social que pide que en una democracia la educa- de las orientaciones pedagógicas, didácti-
ción no sea privilegio de unos y derecho negado de cas y contenidos curriculares va de la ma-
otros, sino educación para todos los ciudadanos de la no con el proyecto de sociedad que se espe-
República. Y ya se ha visto que el vasto plan de crea-
ción de escuelas para todos los niños que no las te-
ra construir a partir de éste. Conforme con
nían, en un esfuerzo tan generoso que no lo hay igual las propuestas liberales, Martí apuesta
relativamente, que sepamos, en ningún país del por la pertinencia de lo actual frente a la
mundo. (Almendros, H:1997: VII). tradición en el diseño de ese curriculum y
lo propone como una tarea de la educación
Dewey (1998:278) afirma que la edu- para que garantice los medios teóricos,
cación es el proceso mediante el cual pue- metodológicos y prácticos que mejoren las
de realizarse la transformación necesita- condiciones de vida de las personas.
da, la cual parte de una reflexión compro- Este curriculum al formar parte de
metida con lo que es deseable, siendo la un proyecto social se consolida a lo largo del
teoría de la educación una filosofía, que se proceso educativo desde la primaria hasta
consolida como una práctica deliberada- la universidad, en las modalidades forma-
mente dirigida. les e informales, como parte de una educa-
ción pública que propicia un acercamiento
permanente del curriculum a las exigencias
Educación para todos sociales y a las aspiraciones humanas más
trascendentales, por eso se preocupa por
Visionariamente Martí reconoce que atender de la preparación en las áreas ar-
no basta con ofrecer escuelas para todas tísticas, físicas y especialmente científicas:
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Al mundo nuevo corresponde la Universidad nueva. aspiración sublime; los que no creen que ganar el pan
A nuevas ciencias que todo lo invaden, reforman y mi- en un oficio, da al hombre menos derechos y obliga-
nan nuevas cátedras. ciones que los de quienes lo ganan en cualquiera otro;
Es criminal el divorcio entre la educación que se reci- los que han oído la voz interior que manda tener en-
be en una época, y la época. Educar es depositar en cendida la luz natural (...) Martí, J. (1892) Los Lunes
cada hombre toda la obra humana que le ha antece- de “La Liga”. Patria, NuevaYork. En José Martí,
dido; es hacer a cada hombre resumen del mundo vi- Obras Completas, Tomo 5, p. 252.
viente, hasta el día en que vive: es ponerlo a nivel de
su tiempo, para que flote sobre él, y no dejarlo deba-
Ese tipo de espacio educativo requie-
jo de su tiempo, con lo que no podría salir a flote; es
preparar al hombre para la vida.” Martí, J. (1883) Es- re poner en marcha condiciones didácticas
cuela de Electricidad. La América, Nueva York. En más afines a la educación no formal y an-
José Martí, Obras Completas, Tomo 8, p. 281. dragógica. Esta perspectiva es descrita por
Martí al narrar la experiencia dinámica de
construcción de conocimiento que ocurre
Educación y equidad en La Liga, en donde cada uno de los asis-
en las oportunidades tentes se constituye en mediador del pro-
ceso de autodidaxia:
El éxito de la educación como un es-
pacio para preparar al ser humano para la A leer y escribir aprenden unos en la mesa, y otros,
estudiándose y corrigiéndose los ensayos, bracean en
vida, empieza a constituirse como tal en la lo más hondo del corazón humano, y buscan, para la
medida en que ésta pueda albergar a cual- luz del juicio y el bien del país, lo oculto y verdadero
quier persona en el proceso educativo. En que apenas se entrevé en las páginas de la historia.
el amplio espectro de los actores sociales se No es una casa de creyentes de profesión, ni de rebel-
encuentran los estudiantes, los trabajado- des por oficio, sino donde se va con la modestia, y don-
de se sale con la verdad; donde los hombres, en vez de
res y los grupos minoritarios como las mu- darse de dentelladas por los puestos, se los quitan de
jeres y las personas con necesidades edu- encima, para poder aprender más libremente, o to-
cativas especiales. Al respecto Dewey man de propósito el puesto más difícil; donde los aho-
(1998:58) aporta que la necesidad de pre- rros del día, ni al juego van, que es gusto propio de la
parar para una vida en continuo desarrollo gente incapaz y egoísta, ni al prurito excesivo de an-
dar de petrimetre, hecho todo una rosa y un charol, ni
se requiere hacer la experiencia educativa a esos muchos quehaceres de la frivolidad que son
presente significativa, porque el presente más cansados y más costosos que los de los afectos y
se funde con el futuro. el entendimiento; sino a mantener encendido el hogar
En el proyecto educativo martiano la de la aspiración, a tener un rincón grato y honrado
presencia de los actores sociales está invo- donde las mentes se pongan a calentar en torno al
fuego, y no las manos inútiles, a comprar los días de
lucrada en las acciones educativas. Son la recepción vinos y dulces para las amantes compa-
parte integral para el cambio social, por ñeras. Martí, J. (1893) Noche hermosa de La Liga.
eso el sistema educativo, en general, re- Patria, Nueva York, 4 de noviembre de 1893. En José
quiere ofrecer espacios reales para el desa- Martí, Obras Completas, tomo 5, p. 267-270.
rrollo personal y profesional de los distin-
tos actores sociales. Al respecto Martí re- La situación descrita también resue-
cuerda las experiencias de la Liga de Nue- na al otorgarle la participación permanen-
va York un espacio de educación no formal te de las mujeres en el proceso educativo.
para equilibrar el proceso educativo for- Martí reconoce la capacidad intelectual de
mal en la vida de los trabajadores. niñas y niños como garante de la equidad
de oportunidades para mejorar la calidad
La Liga de Nueva York es una casa de educación y de de vida y las condiciones sociales, remarca
cariño, aunque quien dice educar, ya dice querer. En
la necesidad del intercambio personal co-
la Liga se reúnen, después de la fatiga del trabajo, los
que saben que sólo hay dicha verdadera en la amis- mo espacio de enriquecimiento mutuo. Si
tad y la cultura; los que en sí sienten o ven por sí que bien es cierto que la visión feminista de
el ser de un color o de otro no merma en el hombre la este autor no es realmente innovadora y
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revolucionaria, si merece ser destacada Educación y cambio social


por su espíritu liberal con el consecuente
apoyo a la reivindicación de las diferencias Martí está convencido de la impor-
humanas y socioculturales. tancia de la educación para transformar las
condiciones políticas de la sociedad. Opor-
... no hay diferencia alguna en la capacidad intelec- tunamente analiza las implicaciones del ac-
tual de los niños de uno u otro sexo, sometidos a la
ceso educativo no sólo en una dimensión lo-
misma educación y sistema, y a las mismas influen-
cias exteriores. Por igual y con estricta justicia, se cal, sino también regional. Estas las aborda
han tenido que repartir los premios del colegio entre alrededor de las experiencias que conoce en
niños y niñas, y cuando ha habido exceso de alguna sus viajes, lo que le permite percibir la rele-
parte, ha sido a favor de las niñas. Para ese observa- vancia que al interior de la sociedad genera
dor, no hay más diferencia por razón del sexo entre
las experiencias educativas, así como la vi-
sus alumnos, que por razón del color de sus cabellos,
en cuanto se les considere por sus capacidades como sión de un sentir americanista que revalore
alumnos. Cree que si los niños aprovechan grande- la historia y la pertinencia del quehacer in-
mente del trato de las niñas, de las cuales adquieren telectual que puede pensar desde sus pro-
perspicacia, generosidad y dulzura, a las niñas es pios orígenes la realidad social.
aún más útil el trato de los niños, que las libra de ese
En este sentido se suscribe las
encogimiento, falta de trato y desconocimiento del es-
píritu de los hombres que suele causar luego tan ideas expuestas por Pérez (2003:3), en las
grandes e irremediables infortunios en su vida. Mar- que se afirma que Martí defiende la edu-
tí, J. (1882) De Sección constante, La Opinión Nacio- cación como acto civilizatorio y sobre todo
nal, Caracas. Obras Completas, tomo 23. p. 270-271. como acto político, afirmaciones que ca-
En Almendros, H. Ideario Pedagógico, La Habana:
racterizan a su filosofía de la educación,
Editorial Pueblo y Educación, 1997, p. 101.
justificadas por un concepto de cultura
que incorpora una relación dialéctica en-
La equidad de oportunidades apare-
tre “el desarrollo cultural de los pueblos,
ce en el discurso educativo contemporáneo
con su mayor o menor disfrute de liber-
como una prioridad para responder a las
tad, y en esta apreciación estaba unida a
necesidades educativas especiales. Esta
la acción práctica, revolucionaria, por
situación es comprendida por la posición
transformar la realidad”.
de Martí cuando describe su encuentro con
una escuela de sordomudos, recalca no só-
lo la pertinencia del esfuerzo, sino tam-
bién el papel del educador en la experien- La transformación social
cia educativa. una exigencia latinoamericana
de la educación
Nacidos como cadáveres, el amor los transforma,
porque la enseñanza a los sordomudos es una subli-
me profesión de amor. Se abusa de esta palabra su- La visión del proceso educativo
blime; pero toda ternura es sublimidad, y el sordo- martiano muestra un papel relevante en
mudo enseñado es la obra tenaz de lo tierno. La pa- la inserción de los individuos a las exi-
ciencia exquisita, el ingenio excitado, la palabra su- gencias sociales, especialmente cuando
primida, elocuente el gesto, vencido el error de la na-
se trata de entrar en un juego sociocul-
turaleza, y vencedor sobre la materia torpe el espíri-
tu benévolo, por la obra de la calma y de la bondad. tural en una sociedad ajena. Esta es una
El profesor se convierte en la madre: la lección ha de preocupación constante en la medida en
ser una caricia, todo niño lleva en sí un hombre dor- que el mundo experimenta una continua
mido; pero los sordomudos están encerrados en una emigración y, con su consecuente con-
triple cárcel perpetua. Inevitablemente las lágrimas
flicto intercultural. Esta posición la re-
se agolpaban a los ojos en el examen de sordomudos
de antier. Martí, J. (1875) La Escuela de Sordomu- coge Martí en su visita al Colegio Tomás
dos. Revista Universal. En José Martí, Obras Com- Estrada Palma en Central Valley de
pletas, Tomo 6, p. 353. Nueva York:
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El fin de la educación no es hacer al hombre nulo, ¡Oh¡ ¡ si a estas inteligencias nuestras se las pusiese
por el desdén o el acomodo imposible al país al que a nivel de su tiempo; si no se les educace para golillas
ha de vivir, sino para prepararlo para vivir bueno y doctos de birrete de los tiempos de audiencias y go-
y útil en él. El fin de la educación no es hacer al bernadores, si no se les dejase, en su anhelo de saber,
hombre desdichado, por el empleo difícil y confuso nutrirse de vaga y galvánica literatura de pueblos ex-
de su alma extranjera en el país en que vive, y de tranjeros medio muertos; si se hiciese el consorcio
que vive, sino hacerlo feliz, sin quitarle, como su venturoso de la inteligencia que ha de aplicarse en un
desemejanza del de su país le quitaría, las condi- país; si se preparase a los suramericanos, no para vi-
ciones de igualdad en la lucha diaria con los que vir en Francia, cuando no son franceses, ni en los Es-
conservan el alma del país. Es espectáculo lamen- tados Unidos, que es la más fecunda de estas modas
table el del hombre errante e inútil que no llegas malas, cuando no son norteamericanos, ni en los
jamás a asimilarse el espíritu y métodos del país tiempos coloniales; cuando están viviendo ya fuera de
extranjero en grado suficiente para competir en él la colonia, en competencia con pueblos activos, crea-
con los naturales que lo miran siempre como ex- dores, vivos, libres, sino para vivir en la América del
traño, pero que se ha asimilado ya bastante de Sur. Mata a su hijo en la América del Sur el que le da
ellos para hacerle imposible o ingrata la vida en mera educación universitaria. Martí, J. (1884) Mente
un país del que se reconoce diferente, o en el que latina. La América, Nueva York. En José Martí,
todo le ofende la naturaleza inflada y superior. Obras Completas, Tomo 6, p. 25.
Son hombres sin brújula, partidos por mitad, nu-
los para los demás y para sí, que no benefician al Un sentimiento brota de la conscien-
país en el que han de vivir y que no saben benefi-
cia de Martí sobre el papel de la educación
ciarse de él. Son, en el comercio arduo de la vida,
comerciantes quebrados.” Martí, J. (1892) El cole- en la sociedad latinoamericana. La expe-
gio de Tomás Estrada Palma en Central Valley. riencia de relegar el conocimiento y la
Patria, Nueva York. En José Martí, Obras Comple- apropiación de fuentes de saber indígena
tas, Tomo 5, p. 261. como una visión de mundo que ofrece otro
punto de vista, igualmente importante, pa-
Reconoce la participación de los lati- ra el proceso educativo, que los modelos de
noamericanos en el escenario educativo de formación que se basan en autores, cosmo-
Nueva York, en el que destacan haciendo logías y fuentes filosóficas europeas o esta-
honor a sus raíces de procedencia. Se per- dounidenses. Clama por el reconocimiento
cibe el sentimiento de optimismo que em- de esa otra fuente que conforma al ser la-
barga a Martí cuando descubre que los tinoamericano, no en balde olvidada o rele-
premios educativos son obtenidos por jóve- gada por lo que es visto como mejor por
nes provenientes de estos países. provenir de latitudes lejanas, marcadas
Esta experiencia le permite a Martí por la conquista y la colonización que aco-
reflexionar sobre la pertinencia de repen- metieron en estas tierras americanas.
sar una mentalidad social en la que la for-
mación recibida obstruye el descubri- No somos aun bastante americanos: todo continente
miento de las posibilidades con que puede debe tener su expresión propia; tenemos una vida le-
gada, y una literatura balbuciente. Hay en América
fortalecerse la realidad de los países lati- hombres perfectos en la literatura europea; pero no te-
noamericanos. El modelo de formación se nemos un literato exclusivamente americano. Ha de
apoya en el conocimiento de una intelec- haber un poeta que se cierna sobre las cumbres de los
tualidad procedente de centros hegemóni- Alpes de nuestra sierra, de nuestros altivos Rocallo-
cos, que perciben a estos países todavía sos; un historiador potente más digno de Bolívar que
de Washington, porque la América es el exabrupto, la
como núcleos coloniales, con lo que signi- brotación, las revelaciones, la vehemencia, y Washing-
fica reflejarse en un aparente espejo de ton es el héroe de la calma; formidable, pero sosegado;
inferioridad. Por tal razón la educación sublime, pero tranquilo. ¿Qué no hará entre nosotros
debería replantear esa formación en fun- el nuevo sistema de enseñanza? Los indígenas nos
ción de las exigencias actuales de la épo- traen un sistema nuevo de vida. Nosotros estudiamos
lo que nos traen de Francia; pero ellos nos revelarán
ca, en donde es importante esforzarse por lo que tomen de la naturaleza. De esas caras cobrizas
asumir el compromiso por una sociedad brotará nueva luz. La enseñanza va a revelarnos a sí
latinoamericana: mismos. No nos dará vergüenza que un indio venga a
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besarnos la mano: nos dará orgullo que se acerque a historia y orientar hacia otras formas de
dárnosla. Martí. J. (1875) “El proyecto de instrucción percibir, concebir y querer la realidad so-
pública”, en Revista Universal, México. O.C., t. 6. p.
351-353. En Almendros, H. Ideario Pedagógico, La
cioeconómica, cultural, política e histórica
Habana: Editorial Pueblo y Educación, 1997. p. 41. de los países latinoamericanos. Estas posi-
bilidades se gestan en el sentir de los hom-
Llena de ilusión el descubrimiento bres y mujeres indígenas que tienen la
de cambios importantes en el proceso oportunidad de ser partícipes del proceso
educativo de los países centroamerica- educativo.
nos. Especialmente aquellos que mues-
Aindiados, descalzos, huraños, hoscos, bruscos, lle-
tran el valor de la Universidad de San
gan las soledades interiores niños y gañanes, y de
Carlos de Guatemala, así como los pro- pronto, por íntima revelación y obra maravillosa
gresos de los sistemas educativos que in- del contacto con la distinción y el libro, el melenu-
corporan la educación técnica, la forma- do cabello se asienta, el pie encorvado se adelgaza,
ción de docentes y la ampliación del ac- la mano dura se perfila, el aspecto mohíno se enno-
blece, la doblada espalda se alza, la mirada esqui-
ceso a la instrucción pública. No obstan-
va se despierta: la miserable larva se ha hecho
te, a ello, se aúna un replanteamiento hombre. Poco después asaltan la tribuna los libros
del curriculum, el cual incorpora la filo- históricos, los libros de agricultura, la flauta, el
sofía liberal, recogida en los principios piano. Se dan en pensar en cosas graves, a dudar,
de tolerancia y la utilidad práctica de los a inquirir, a examinar. Hablar de Bolívar, de los
hombres patrios, del buen gobierno que los educa,
contenidos curriculares.
¡del porvenir vasto que espera a su –como ellos di-
cen– querida Guatemala¡. Yo los veo, yo los impul-
Y ¡cómo vivía antes, oligárquicamente gobernada, es- so, yo los aliento–. De esos hombres saldrán, más
ta vasta República, (Guatemala) de extensiones tan tarde, algunos grandes hombres. Martí, J. (1878)
fértiles de espíritus tan ricos¡ En míseras escuelas, Guatemala, México. En José Martí, Obras Comple-
enseñábanse apenas principios de doctrina, y Fleury, tas, Tomo 7, p. 154.
y moral cristiana, y santos cristianos, y un tanto, así
como superfluo, de leer y de escribir. Ni lastimar, ni
poetizar, son aquí mi misión; mi misión es contar. Este es el convencimiento que guía a
Hoy cada aldea tiene escuela; con sus manos fabrican Martí para sostener la importancia del
sus padres la casa del maestro; del haber del hijuelo proceso educativo como un mediador social
se priva el campesino porque aprenda de letras; au- que puede promover una “revolución radi-
menta en la ciudad los institutos, carácter grave; ex-
tiéndese en la Universidad el ya lleno programa;
cal” en la sociedad, no obstante, para que
apréndense en la Escuela Politécnica, con hábitos mi- ésta sea viable, se requiere que la educa-
litares, matemáticas, enseña la Escuela Normal, por ción en sí misma se transforme, es decir
práctico sistema de razón y propio juicio, a ser maes- cambie sus orientaciones teóricas y didác-
tros; quinientos niños pueblan los salones del exten- ticas, así como sus fines y su misión como
so Instituto Nacional; bien se enseña en San Francis-
co; del extranjero fueron traídos maestros y maes-
parte de un proyecto político.
tras; unos y otras enseñan tolerancia religiosa, dan
instrucción realmente útil, vulgarizan los más re- En nuestros países ha de hacerse una revolución radi-
cientes sistemas americanos y europeos”. Martí, J. cal en la educación, si no se les quiere ver siempre, co-
(1878) Guatemala, México. En José Martí, Obras mo aún se ve ahora a algunos, irregulares, atrofiados
Completas, Tomo 7, p. 154. y deformes, como el monstruo de Horacio: colosal la ca-
beza, inmenso el corazón, arrastrando los pies flojos,
secos y casi en hueso los brazos. Contra la Teología, Fí-
El compromiso de Martí por la educa- sica; contra la Retórica, Mecánica; contra preceptos de
ción se evidencia en su convencimiento de la lógica, que el rigor, consistencia y trabazón de las
transformación personal y sociocultural, artes enseña que mejor que los degenerados y confusos
que significa dar la oportunidad y abrirse a textos de pensar de las escuelas, preceptos agrícolas,
como quién señala, pues una vía, señalamos la Com-
la experiencia educativa para encontrar en pañía Excelsior de San Luis. Martí, J. (1883) Escuela
los textos, un espacio de análisis que prome- de Mecánica, La América, Nueva York. En José Martí,
te ser un camino fructífero para repensar la Obras Completas, Tomo 8, p. 279.
Revista Educación 28(1), 2004 19

Libertad de enseñanza cómoda vida tantos hombres. Ya, ni cortesanos, ni frai-


y enseñanza obligatoria les. Los tiempos están revueltos; los hombres están
despiertos, y cada cual ha de labrarse con sus manos
propias la silla en que se sienta al festín de la fortuna.
Los conceptos martianos de cultura y Ya no hay aquellas clases estables y hechas por donde
educación se vinculan estrechamente con el se entraban las vidas como por cauces abiertos; ya no
progreso social, el desarrollo y la formación hay legiones de descalzos mendicantes; ni colmenares
progresiva de la libertad que caracterizan de pretendientes, ¡aunque de éstos aún hay¡: ni regi-
mientos de caballeros de matar, hurtar damas y ser-
de modo sustancial ese progreso. Esta vi- vir; ni manadas de lacayos. Martí, J. (1883) Escuela de
sión está presente en el proyecto educativo artes y oficios, La América, Nueva York. En José Mar-
costarricense de principios del siglo XX, en tí, Obras Completas, Tomo 8, p. 284.
el que “la libertad es la condición y la posi-
bilidad más legítima del hombre. (...) El Hay una exigencia real que acompa-
proceso educativo debe proporcionar el am- ña esta iniciativa. Se tata de favorecer a la
biente más propicio para el cultivo de la li- mayor parte de los miembros de una socie-
bertad en los niños y en los jóvenes, libertad dad con los beneficios del proceso de edu-
con responsabilidad”. (Dengo, M:1995:14). cativo. Con esta visión prospectiva apoya
Siguiendo el espíritu liberal de su la creación de un proyecto nacional de edu-
época, Martí pregona dos principios consti- cación pública obligatoria. Esta situación
tutivos de la educación como un medio de lo lleva a avalar la propuesta del mexicano
transformación social. Se trata de la liber- Benito Juárez para su nación, dado que
tad de enseñanza y la enseñanza obligato- garantiza el inicio de un proceso de alfabe-
ria, los cuales son propuestos pensando en tización con alcances transformadores de
el papel de la libertad en la vida personal las condiciones de calidad de vida de los
y en su carácter emancipatorio, así como sectores sociales más desprotegidos:
principio fundante de una sociedad. Dos
frases del autor explican esta perspectiva: Toda idea se sanciona por sus buenos resultados.
Cuando todos los hombres sepan leer, todos los hom-
bres sabrán votar, y, como la ignorancia es la garan-
La felicidad general de un pueblo descansa en la in-
tía de los extravíos políticos, la conciencia propia y el
dependencia individual de sus habitantes. Una na-
orgullo de la independencia garantizan el buen ejer-
ción libre es el resultado de sus pobladores libres.
cicio de la libertad. Un indio que puede leer puede ser
Martí, J.(1883) Escuela de artes y oficios, La Améri-
Benito Juárez; un indio que no ha ido a la escuela, lle-
ca, Nueva York. En José Martí, Obras Completas, To-
vará perpetuamente en cuerpo raquítico un espíritu
mo 8, p. 284.
inútil y dormido. Hasta estas palabras me parecen
inútiles: tan invulnerable y tan útil es para mí la en-
Desde esa visión, la sociedad exige señanza obligatoria. Los artículos de la fe no han de-
modelos educativos más cercanos a la po- saparecido: han cambiado de forma. A los del dogma
católico han sustituido las enseñanzas de la razón. La
blación, a los intereses de cada individuo,
enseñanza obligatoria es un artículo de fe del nuevo
así como a la resolución creativa de conflic- dogma. Martí, J. (1875) El proyecto de instrucción
tos cotidianos, más afin a una educación pública, Revista Universal, México. En José Martí,
que tiende a ofrecer opciones claras y visi- Obras Completas, Tomo 6, p. 351.
bles en el proceso de formación, este es el
caso de la educación técnica y su influencia El carácter emancipador de la edu-
en el desarrollo de una concepción educati- cación, lo lleva a valorar la instrucción pú-
va liberal que emana los ideales de heren- blica como el mecanismo social que permi-
cia napoleónica. te la creación de ideas y proyectos, ten-
dientes a transformar las visiones y las
Las Escuelas de Artes y Oficios ayudan a resolver el condiciones de vida de la población:
problema humano, que se establece ahora con datos
nuevos, desde que van faltando aquellos árboles anti- Un proyecto de instrucción pública es una sementera
guos, Monarquía e Iglesia, bajo cuyas ramas tenían de ideas: cada mirada al proyecto suscita pensamientos
20 Revista Educación 28(1), 2004

nuevos. Martí, J. (1875) El proyecto de instrucción La independencia de los pueblos y su buen gobierno
pública, Revista Universal, México. En José Martí, vienen sólo cuando sus habitantes deben su subsis-
Obras Completas, Tomo 6, p. 353. tencia a un trabajo que no está a la merced de un re-
galador de puestos públicos, que los quita como los da
Recuperando la visión ilustrada, el y tiene siempre en susto, cuando contra él armados
en guerra, a los que viven de él. Esa es gente libre en
proyecto educativo martiano está impreg- el nombre; pero, en lo interior, ya antes de morir, en-
nado de un sentimiento reivindicativo de teramente muerta. Martí, J. (1884). La Escuela de
la educación como escenario de transfor- artes y oficios de Honduras, La América, Nueva York.
mación de la persona. No obstante esa En José Martí, Obras Completas, Tomo 6, p. 16.
oportunidad mueve a la sociedad en busca
de un mayor espectro de posibilidades. Sin El fortalecimiento de los procesos
duda refleja esta visión en su compromiso educativos en cada país y en la región lati-
por una educación popular como aliada del noamericana coadyuvaría a afianzar la
éxito de las naciones por encontrar su convicción por trazar un camino propio pa-
rumbo, un resabio de su deseo por la inde- ra cada uno de éstos y definir un rumbo
pendencia de Cuba y el mejoramiento de preciso de una región sometida a la impo-
las condiciones socioeconómicas y cultura- sición de otras naciones, no mejores a
les de la sociedad en el marco de un proce- nuestros países, sólo diferentes. Así pues
so educativo que garantiza el acceso a la se requiere innovar los procesos de educa-
mayor parte de la población. ción asociados con el mejoramiento de las
En este sentido la universidad lati- áreas de mayor incidencia en la realidad
noamericana se convierte en un proyecto de los países latinoamericanos: la agricul-
político, como espacio de creación de cons- tura, las artes y los oficios:
ciencias y de consolidación de las perspec-
Pues así como se manda a los niños de Hispanoamé-
tivas latinoamericanas en el desarrollo de
rica a aprender lo que en sus tierras, por elementales
cada país. Los políticos latinoamericanos que sean, aprenderían mejor, con riesgo de perder
tienen que encontrarse con su realidad e aquel aroma de la tierra propia que da perpetuo en-
identidad, expresada en la necesidad de canto y natural y saludable atmósfera a la vida; así
vivir con orgullo de la propia cultura: como se sirve en oficinas de comercio, a adquirir tras
largos años un puñado de prácticas vulgares que ca-
ben en una cáscara de nuez, y que aprenden de igual
Conocer el país, y gobernarlo conforme al conoci-
modo en la casa propia, sin perder lo que se pierde,
miento, es el único modo de librarlo de tiranías. La
siempre en la ajena, así sin tanto riesgo y con mayor
Universidad europea ha de ceder a la Universidad
provecho, deben enviar los gobiernos a los agriculto-
americana. La historia de América, de los incas de
res ya entendidos; y los padres, a los hijos, a quienes
acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque ni se enseñe
quieran hacer beneficio verdadero con enseñarles el
la de los arcontes de Grecia. Nuestra Grecia es prefe-
cultivo de la tierra la única fuente absolutamente
rible a la Grecia que no es nuestra. Nos es más nece-
honrada de riqueza; y los hacendados, a hombres ca-
saria. Los políticos nacionales han de reemplazar a
paces de llevar luego a sus haciendas las mejoras que
los políticos exóticos. Injértese en nuestras repúbli-
en las de acá vean, a estudiar la agricultura nueva en
cas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras
los cultivos prósperos, a vivir durante la época de una
repúblicas. Y calle el pedante vencido; que no hay pa-
a varias cosechas en las haciendas donde se siguen
tria en que pueda tener el hombre más orgullo que en
los sistemas recientes, a adquirir en todos sus deta-
nuestras dolorosas repúblicas americanas. Martí, J.
lles , sin lo que no es fructífero, el conocimiento per-
(1891) Nuestra América, El Partido Liberal, México.
sonal y directo de las ventajas de los métodos e ins-
En José Martí, Obras Completas, Tomo 6, p. 15.
trumentos modernos. Martí, J. (1883). A Aprender en
las Haciendas, América, Nueva York, En José Martí,
El compromiso político de los pue- Obras Completas, Tomo 8, p. 276.
blos latinoamericanos radica en tomar
consciencia de su injerencia en los proce- Traspasando la frontera de lo coti-
sos socioculturales que marcan el sentir de diano, la educación es clave para garanti-
un pueblo por encontrar su propio valor, zar la vida digna de las personas y, en con-
solo así éstos consiguen su independencia: secuencia, la oportunidad de los pueblos
Revista Educación 28(1), 2004 21

por hacer valer su propia dignidad, sin im- y niveles con las necesidades de los indivi-
portar las condiciones socio-económicas, en duos para que puedan asumir el dinamis-
manos de una ciudadanía formada no sólo mo de los tiempos, lo que la sociedad exige
en conocimientos y oficios, sino también en de ellos, lo que de ellos reclama, están cla-
derechos fundamentales que pueden ejer- ramente expresadas en Martí, repetida-
cer libremente en sus sociedades, lo cual es mente en sus escritos. La época en que él
posible en la medida en que haya un cuerpo vivió y escribió comienza ya a sentir esa
docente capaz de realizar su quehacer en dramática necesidad de adaptación del in-
cualquier lugar: aulas, campos o fábricas. dividuo a las nuevas condiciones de vida;
lo que, a la postre, pone de manifiesto la
Pan no se puede dar a todos los que han menester, pe- insuficiencia de una escuela estática y tra-
ro los pueblos que quieren salvarse han de preparar
dicionalista en un mundo que empieza a
a sus hijos contra el crimen: en cada calle, un kinder-
garten: el hombre es noble, y tiende a lo mejor: el que requerir otro tipo de individuo, con otras
conoce lo bello, y la moral que viene de ello, no puede posibilidades de pensamiento, por ello la
vivir luego sin moral y belleza: la infancia salva: una educación tendría que cambiar en relación
ciudad es culpable mientras no es toda ella una es- con la época.
cuela: la calle que no lo es, es una mancha en la fren-
El proyecto educativo martiano res-
te de la ciudad: ¿a qué ir con la frente coronada de pa-
lacios, y los gusanos hasta las rodillas?: al patriotis- ponde a una visión más cercana a la poten-
mo literario, hay que oponer el patriotismo activo: de ciación de las distintas áreas de saber, el
salmos y chocolates eran las Misiones de antes, las de fortalecimiento de oportunidades de for-
ahora han de ser de kindergarten y zapatos: se han de mación para el trabajo, lo que incluye el
reclutar soldados para el ejército, y maestros para los
reconocimiento y la pertenencia a un país
pobres: debe ser obligatorio el servicio de maestros,
como el de los soldados: el que no haya enseñado un y a una sociedad en construcción en la que
año, que no tenga el derecho de votar: preparar un se requiere un ciudadano que asuma su
pueblo para defenderse, y para vivir con honor, es el compromiso por los intereses de la socie-
mejor modo de defenderlo. Martí, J. De “Política in- dad. Persigue fomentar una educación
ternacional y religión”, Obras Completas, tomo 12, p.
conforme a la vida, a la realidad cotidiana
414-415. En Almendros, H. Ideario Pedagógico, La
Habana: Editorial Pueblo y Educación, 1997, p. 143. del individuo, que al mismo tiempo le fue-
ra posible conocer, desarrollar y propiciar
el ejercicio lúdico y artístico del pensa-
Sin duda la visión descrita del proce-
miento. Desde este panorama lo más im-
so educativo de Martí sostiene como priori-
portante es sustituir el modelo de forma-
dad un cambio en el modelo educativo tra-
ción clásica, centrada en una orientación
dicionalista, entendido como una enseñan-
de lectura del pasado, como único sendero
za formal, elitista y adscrito a posiciones
de preparación académica y de inserción
teóricas y políticas europeizantes y anglo-
en la sociedad.
sajonas. No obstante el modelo educativo
En consonancia con lo anterior, De-
martiano tiene fuentes de reflexión teórica
wey (1998:91) afirma que la educación es
de las tendencias mencionadas, se caracte-
un proceso social en el que se involucran
riza por marcar un derrotero desde las ne-
diferentes sociedades, las cuales requieren
cesidades, intereses y expectativas de las
formar criterios para la crítica y la cons-
naciones latinoamericanas.
trucción de opciones educativas, lo que im-
plica elaborar un ideal social particular.
El cuestionamiento al enfoque de la
Crítica al modelo educativo educación tradicional revela otra preocu-
tradicionalista pación del modelo martiano, a saber, el in-
terés por la formación científica desde ni-
El cambio y la adaptación de los proce- veles primarios hasta la educación supe-
sos educativos en las distintas modalidades rior en las áreas técnicas o universitarias.
22 Revista Educación 28(1), 2004

Sin duda se trata de la incorporación pau- una enseñanza que descontextualiza la


latina del modelo de formación de heren- importancia de los contenidos y su vínculo
cia napoleónica, según el cual la presencia con la cotidianidad de los individuos. Por
del área científica es indispensable en la lo anterior, es importante contar con una
educación, como consecuencia de ello las enseñanza que promueva un acceso más
universidades incluyen las carreras profe- lúdico a los conocimientos:
sionales en campos afines al desarrollo
científico y tecnológico, asimismo el curri- Una lectura no sujeta, antes distrae la aten-
ción: la naturaleza humana y sobre todo, las natu-
culum escolar de la educación general bá-
ralezas americanas, necesitan que de lo que se pre-
sica y diversificada incluye el área de las sente a su razón tenga algún carácter imaginativo;
ciencias como una disciplina básica del gustan de una locución vivaz y accidentada; han
proceso educativo: menester que cierta forma brillante envuelva lo que
es en su esencia árido y grave. No es que las inteli-
Como quién vuelve del revés una vaina de espada, se gencias americanas rechacen la profundidad; es que
ha de cambiar de lleno el sistema transitorio y vaci- necesitan ir por un camino brillante hacia ellas. Pu-
lante de educación moderna. Mas, no habrá para diera decirse que se pretende dar con las lecturas
pueblo alguno crecimiento verdadero, ni felicidad cierto carácter respetable a las clases orales, las cla-
para los hombres, hasta que la enseñanza elemental ses no lo necesitan.– Los conocimientos se fijan más,
no sea científica: hasta que enseñe al niño el mane- en tanto que se les da una forma más amena”. Martí,
jo de los elementos de la tierra de que ha de nutrir- J. (1875). Clases Orales De Revista Universal, Méxi-
se cuando hombre; hasta que, cuando abra los ojos co. En José Martí, Obras Completas, Tomo 6, p. 235.
para ver un arado, sepa que puede uncirlo, como un
buey en otro tiempo, ¡un rayo¡. Que de aquí a poco, La pertinencia de una educación que
la electricidad moverá arados. Asombra que con tan- se hace contextual a la época y al desarro-
to hombre que junta polos y saca fuerza de los ríos y llo histórico de las sociedades, requiere de
cascadas, no se haya pensado aún en unir al yugo, en
vez de una criatura viva que padece, un acumulador
una revisión constante de los procesos so-
de Faure.” Martí, J. (1883). Cartas de Martí, La Na- cioculturales y de las tendencias educati-
ción, Buenos Aires. En José Martí, Obras Completas, vas que promueven áreas de formación es-
Tomo 9, p. 446. pecíficas, lo cual muestra la relación entre
éstas y la relación con la sociedad y el es-
Cabe destacar que esta visión del tado. En este caso, Martí enfatiza la nece-
proceso educativo no deja de lado la impor- sidad de una formación técnica, la cual
tancia de la formación clásica en la litera- está asociada con las necesidades y ca-
tura o en la filosofía, sólo que estas áreas racterísticas socioculturales de cada país
de producción y reflexión no se piensan co- latinoamericano, por ejemplo el fortaleci-
mo exclusivas de dicho proceso, sino indis- miento de la educación agrícola, por tra-
pensables para la promoción de las capaci- tarse de un sector productivo vital en las
dades lúdicas y artísticas: economías de los países centroamericanos.
El modelo tradicional se caracteriza por
Lo que queremos es que los niños sean felices, como estar vinculado con una formación más
los hermanitos de nuestro grabado; y que si alguna
vez nos encuentra un niño de América por el mundo
academicista que responde a los intereses
nos apriete mucho la mano, como a un viejo amigo, y y expectativas de una cotidianidad más
diga donde todo el mundo le oiga: ¡“Este hombre de urbana que rural.
La edad de oro fue mi amigo¡ Martí, J. (1889) La
Edad de Oro, Nueva York. En José Martí, Obras En los pueblos que han de vivir de la agricultura, los
Completas, tomo 18, p. 301-303. gobiernos tienen el deber de enseñar preferentemen-
te el cultivo de los campos. Se está cometiendo en el
sistema de educación de América Latina un error
Lo anterior también implica una cri-
gravísimo: en pueblos que viven casi por completo de
tica al modelo educativo tradicionalista, el los productos del campo, se educa exclusivamente a
cual se caracteriza por favorecer un los hombres para la vida urbana, y no se les prepara
aprendizaje memorístico en relación con para la vida campesina. Y como la vida urbana sólo
Revista Educación 28(1), 2004 23

existe a expensas y por virtud del campestre, y de vastos los recursos, tan numerosos los maestros, tan
traficar en sus productos, resulta que con el actual hábiles y bellos los libros, den por resultado general
sistema de educación se está creando un gran ejérci- niños fríos y torpes que después de seis años de es-
to de desocupados y desesperados; se está poniendo cuela dejan los bancos sin haber contraído gustos cul-
una cabeza de gigante a un cuerpo de hormiga. Y ca- tos, sin la gracia de la niñez, sin el entusiasmo de la
da día, con la educación puramente literaria que se juventud, sin la afición a los conocimientos, sin saber
viene dando a nuestros países se añade a la cabeza, y por lo común más, cuando mucho saben, que leer a
se quita el cuerpo. Martí, J. (1884). La próxima expo- derechas, escribir vulgarmente, calcular en aritméti-
sición de New Orleans, La América, Nueva York. En ca elemental, y copiar mapas? Martí, J. (1886) De
José Martí, Obras Completas, Tomo 8, p. 369. “Cartas de Martí. Nueva York en otoño, La Nación,
Buenos Aires, Obras Completas, tomo 11, p. 80-86.
El reto del proyecto educativo mar- En Almendros, H. Ideario Pedagógico, La Habana:
Editorial Pueblo y Educación, 1997, p. 15.
tiano radica en buscar un equilibrio entre
la formación científica y la humanista, da-
do que no puede pensarse en un individuo Acertadamente Martí sabe que todo
que no explore y haga suyo lo que se ense- proceso educativo que resulta innovador
ña para transcender su cotidianidad: en la enseñanza, requiere estar acorde con
el espíritu de la época, no basta con pensar
La mente humana, artística y aristocrática de suyo, en las condiciones socioculturales, políti-
rechaza a la larga y sin gran demora, a poco que se la cas y económicas, también es necesario re-
cultive, cuanta reforma contiene elementos brutales ferirse al sujeto educativo, atribuyéndole
e injustos. La educación suaviza más que la prosperi-
dad: no esa educación meramente formal, de escasas
las potencialidades y oportunidades que se
letras, números dígitos y contornos de tierra que se requieren para hacer frente a la transfor-
da en las escuelas demasiado celebradas y en verdad mación en el campo educativo. Este autor
estériles, sino aquella otra más sana y fecunda, no in- reconoce que las condiciones materiales y
tentada apenas por los hombres, que revela a estos la producción de textos de alta calidad no
los secretos de sus pasiones, los elementos de sus ma-
les, la relación forzosa de los medios que han de cu-
son, en general, determinantes para ese
rarlos al tiempo y naturaleza tradicional de los dolo- propósito.
res que sufren, la obra negativa y reaccionaria de la El derrotero del proceso educativo
ira, la obra segura e incontrastable de la paciencia in- debería ser el cambio de los espacios de en-
teligente. Martí, J. (1883). Prólogo al libro Cuentos de señanza y aprendizaje, porque la apatía, el
hoy y de mañana de Rafael Castro Palomino, La
América, Nueva York. En José Martí, Obras Comple-
desinterés, el menosprecio, las actitudes
tas, Tomo 5, p. 101-102. de estudiantes y docentes, con frecuencia,
muestran el sentido negativo acerca de di-
cho proceso que emerge de las experiencias
Sujeto del proceso educativo cotidianas de ambos en centros educativos
aficionados a los modelos tradicionales de
Pérez (2003:3) afirma que la idea de la educación. Una de las consecuencias
ser humano del proyecto educativo martia- más interesantes de esta situación, es la
no se apoya en una visión dialéctica en la deserción, problema vigente y agudo en
que hay una búsqueda constante del desa- nuestro sistema educativo.
rrollo de la propia naturaleza humana. Pa- Los centros educativos se enfrentan
ra lograr este propósito plantea un sistema con niños y jóvenes que no sólo requieren
de formación integral donde se combinan seguir cursos para aprobarlos y con ello ob-
los procesos de conocer, pensar, apreciar y tener alguna certificación. Antes de esto es
actuar como vías para fortalecer principios necesario que se tenga presente su tarea en
y valores a partir de la formación y expre- la formación de un proyecto de vida funda-
sión de emociones y sentimientos. mentado en valores socialmente deseables
para el desarrollo personal y social, espe-
¿De donde viene que con ser tan patente el cuidado cialmente su interés hacia el trabajo y las
con que aquí se atiende a la instrucción pública, tan posibilidades que le ofrece, por ejemplo,
24 Revista Educación 28(1), 2004

mejores condiciones de vida y acceso a la transparencia del trato, del contenido


otras situaciones socioculturales. Curiosa- de sus lecciones y la actitud frente a lo que
mente este aspecto es parte del proyecto enseña, son una garantía para contribuir
educativo liberal; en el caso del sistema a la formación de un ser humano que se
educativo nacional y de la idiosincrasia del perciba integralmente y se asuma como
costarricense, este proyecto se revela en gestor social.
las acciones políticas tomadas a finales del
siglo XIX. A los niños no se les ha decir más que la verdad, y na-
die debe decirles lo que no sepa que es como se lo es-
ta diciendo, porque luego los niños viven creyendo lo
El niño desde que puede pensar, debe pensar en todo
que les dijo el libro o el profesor, y trabajan y piensan
lo que ve, debe padecer por todos los que no pueden
como si eso fuera de verdad, de modo que si sucede
vivir con honradez, debe trabajar porque puedan ser
que era falso lo que les decían, ya les sale la vida
honrados todos los hombres, y debe ser un hombre
equivocada, y no pueden ser felices con ese modo de
honrado. El niño que no piensa en lo que sucede a su
pensar, ni que como son las cosas que de veras, ni
alrededor, y se contenta con vivir, sin saber que vive
pueden volver a ser niños, y empezar a aprenderlo to-
honradamente, es como el hombre que vive del traba-
do de nuevo. Martí, J. (1889) La galería de las máqui-
jo de un bribón, y está en camino de ser un bribón.
nas. En José Martí, Obras Completas, tomo 18, p.
Martí, J. (1889) Tres héroes. En José Martí, Obras
500-501.
Completas, tomo 18, p. 304.

Martí aboga por una educación que La experiencia de aprender-apren-


permita la formación integral del ser hu- der y de aprender haciendo es parte de la
mano, en lo cognoscitivo y lo afectivo, en iniciativa del proceso educativo martiano,
este último aspecto se apunta al conoci- especialmente por la capacidad de crear y
miento y disfrute de lo estético. Se apoya expresar que estimulan a la libertad y a la
en la visión humanista heredada de la filo- individualidad del sujeto educativo.
sofía clásica que traza como proyecto so-
El estudio es el carril; pero el carácter, la individua-
cial la construcción de un ideal de ser hu- lidad del niño, esa es la máquina. Y se ve que la liber-
mano, intención que ilustra mediante un tad de la invención y el placer de crear por sí, estimu-
acercamiento a la explicación aristotélica. lan, aun en las niñas que son de menos acontecimien-
Este ideal se promueve con un proceso to, el ingenio propio y la fuerza del carácter. Martí, J.
continuo en la educación preescolar, pri- (1889) De Nueva York , La Nación , Buenos Aires, 2
de agosto de 1889. En José Martí, Obras Completas,
maria, secundaria y universitaria. tomo 12, p. 241.

Cuando no se ha cuidado el corazón y la mente en los


años jóvenes, bien se puede temer que la ancianidad A lo anterior se aúna una caracterís-
sea desolada y triste. Bien dijo el poeta Southey, que tica fundamental de la práctica pedagógi-
los primeros veinte años de la vida son los que tienen ca: el amor y el diálogo. Se trata de su-
más poder en el carácter de un hombre. Cada ser hu- puestos de la mediación pedagógica que
mano lleva en sí un hombre ideal, lo mismo que cada promueven una pertenencia significativa
trozo de mármol contiene en bruto una estatua tan be-
lla como la que el griego Praxiteles hizo del dios Apo- del aprendizaje. El aprendizaje requiere
lo. La educación empieza con la vida, y no acaba con la ser cercano al contexto particular de las
muerte. El cuerpo es siempre el mismo, y decae con la regiones o de los países en que se desen-
edad; la mente cambia sin cesar, y se enriquece y per- vuelven los sujetos del proceso educativo,
fecciona con los años. Pero las cualidades esenciales de lo que hoy en día se analiza en la pedago-
ese carácter, lo original y enérgico de cada hombre, se
deja ver desde la infancia en un acto, en una idea, en gía diferenciada y en el interés por promo-
una mirada. Martí, J. (1889) Tres héroes. En José ver una pedagogía de la ternura. La críti-
Martí, Obras Completas, tomo 18, p. 390-391. ca de Martí a los centros educativos que se
preocupan por la inteligencia cognoscitiva,
El papel del docente es fundamental desvirtuando la formación humanista y la
en el desarrollo personal de sus estudiantes, posibilidad de apropiarse de los valores de
Revista Educación 28(1), 2004 25

solidaridad, equidad y tolerancia; valores sugerentes, basados en la experimentación,


ligados a la medicación pedagógica y a las el diálogo y la expresión artística, lo cual
áreas de interés de las pedagógicas men- garantiza la visión de un sujeto educativo
cionadas, a las cuales se agrega la preocu- integral y comprometido con una realidad
pación por una educación multicultural. sociocultural e histórica que puede cambiar
Si se repiensa el sujeto educativo, se y transcender, porque educarse es una ex-
insiste en la necesidad de contar con un periencia continua en la vida. Lo anterior se
ser humano que posea una formación inte- concreta a través de la práctica docente que
gral en las dimensiones de lo moral, lo in- promueva el reconocimiento de las diferen-
telectual, lo físico y lo estético, las cuales cias individuales, parta de las necesidades e
son promovidas en la mediación pedagógi- intereses cognoscitivos de sus alumnos, tra-
ca a través de la investigación, la retórica baje con los saberes colectivos, fortalezca un
y la escritura, con lo que se cuestiona a pensamiento crítico que construye una con-
una sociedad cada vez más centralizada en ciencia histórica y social, así como el enri-
lo técnico, reduciendo la experiencia del quecimiento de la práctica a través de la au-
proceso educativo a un contacto mecánico torreflexión y el análisis, por lo que estimu-
con el conocimiento, sin exploración lúdica la el espíritu investigativo y el compromiso
y carente de la oportunidad de escribir las social, construye el nuevo conocimiento des-
propias bitácoras del aprendizaje. de una perspectiva valorativa y se interesa
por promover el cambio progresivo en la
propia naturaleza de los sujetos.
Reflexiones finales Las potencialidades y vigencia del
pensamiento educacional de José Martí, de
El proyecto educativo de Martí pro- sus principios y proyecto educativo, nacen
pone una perspectiva transformadora, en y se enriquecen en la necesidad objetiva de
la que se incorpora la necesidad de un sa- buscar fórmulas de solución a los proble-
ber técnico, científico, estético, humanista, mas concretos de cada país y circunstancia
cívico. Una formación integral del estu- histórica, en la concreción de voluntades
diante que participa de los procesos de en- para hallar las soluciones más progresivas
señanza y aprendizaje en diferentes moda- a las contradicciones dialécticas del desa-
lidades formal o no formal, así como nive- rrollo nacional.
les educativos desde preescolar hasta el El compromiso social, político, econó-
universitario. Su filosofía de la educación mico y cultural del modelo educativo de
muestra el alcance de un proyecto político Martí, surge de la crítica a los modelos tra-
que refleja los intereses teóricos y metodo- dicionales de la educación con característi-
lógicos del pensamiento liberal, ilustrado, cas clásicas y academicistas. La renova-
así como emancipador. Estas característi- ción de la educación en todos sus niveles y
cas permiten valorar la vigencia en los ac- modalidades del proceso educativo, está
tuales enfoques de educación de niños, jó- marcada por el espíritu liberal de la época
venes y adultos, así como la educación po- y el impulso del desarrollo económico, así
pular (Pérez:2003). como el compromiso por la justicia social y
Para Martí el proceso pedagógico la independencia o soberanía de los países.
obedece a las circunstancias histórico con-
cretas de cada sociedad, de cada grupo e
individuo, lo cual se convierte en el medio Referencias bibliográficas
de transformación social a través de la re-
visión constante del quehacer y de las po- Almendros, H. Ideario Pedagógico, La Ha-
líticas educativas. En este sentido propo- bana: Editorial Pueblo y Educación,
ne métodos didácticos bastante amplios y 1997.
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drid: Ediciones Morata, 1998. Editorial de Ciencias Sociales de la
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transformar la enseñanza. Madrid: Pérez, F. El proyecto educativo martiano:
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nía. Madrid: Ediciones Morata, 2001. de 2003.

Jacqueline García Fallas


Docente de la Escuela de Filosofía y
de la Escuela de Formación Docente de la
Universidad de Costa Rica

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