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CAPITULO 4: RESPUESTA A EMERGENCIAS

La respuesta de emergencias es la fase de gestión de desastres que a menudo atrae la mayor


atención y recursos. La forma en que se gestiona la emergencia tendrá una influencia significativa
en la recuperación posterior al desastre y las posibilidades de futuro desarrollo. La respuesta de
emergencia es a veces un proceso cíclico, que implica una evaluación repetida, planificación, acción
y revisión.

1. EVALUACIÓN

Es necesaria para garantizar que cualquier acción emprendida sea eficaz. Se necesitan dos tipos de
evaluación: (1) Evaluación inicial rápida para establecer la naturaleza y escala de la emergencia (2)
Evaluaciones detalladas para planificar, implementar y coordinar una respuesta. Es esencial que la
información se recopile y se transmita rápidamente dejando en claro qué acciones deben tomarse
y por qué.

1.1. Propósito de las evaluaciones:


Decidir sobre necesidad o no de asistencia.
Evaluar si la capacidad local es adecuada o si se requieren recursos externos.
Priorizar intervenciones y sus estrategias.
Identificación de recursos necesarios.
Obtener datos para facilitar el monitoreo de la población afectada.

1.2. Proceso de las evaluaciones:


Es importante utilizar formatos estándar para garantizar la objetividad y permitir que la
respuesta humanitaria se realice en proporción a las necesidades identificadas, para que los
recursos pueden dirigirse a donde más se necesitan.

Las listas de verificación pueden ser una forma útil de garantizar que las evaluaciones sean
exhaustivas y que no se pierden datos importantes, que pueden encontrarse en listas del
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. Las evaluaciones a menudo
comienzan con una breve revisión de la información sobre el área y población afectada, el
tipo de desastre y la infraestructura que pudo haber sido afectada. La información precisa
puede ser obtenida a partir de imágenes satelitales que puede ser confirmada a partir de
visitas de campo en el lugar comprometido.

La información disponible puede incluir datos de salud; cifras aproximadas sobre el número
de personas afectadas, desplazadas, asesinadas y heridos; la cantidad de casas y otros
edificios destruidos; y el mayor impacto del desastre en el suministro de agua y
saneamiento.

1.3. Técnica de evaluación de campo:


Incluye:
Evaluación visual in situ, con observación estructurada y no estructurada: caminata de
observación de salud.
Medición y pruebas de expertos: pruebas de calidad del agua.
Encuestas: para proporcionar información estadísticamente válida.
Entrevistas con informantes clave.
Técnicas participativas: clasificación o diagramación.

Cualquiera que sea la técnica de evaluación utilizada, debe adaptarse a la urgencia de La


situación y el grado de detalle y precisión necesarios para montar una respuesta. Hay una
creciente aceptación de que los sobrevivientes de desastres deben ser activos en el proceso
de socorro.

1.4. Organizar una evaluación de emergencia:


Si se requieren equipos de socorro, estos deberán ser movilizados, informados y
capacitados antes de comenzar la evaluación. Se requiere del enfoque interdisciplinar como
profesionales en ingeniería, salud y bienestar social, y demás organizaciones
gubernamentales.

2. EVACUACIÓN
2.1. Instrucciones de emergencia
El lenguaje utilizado debe ser simple y no técnico.
Si se utilizan diferentes sistemas de advertencia, no deberían dar mensajes contradictorios.
Los mensajes deben indicar claramente la naturaleza exacta de la amenaza inminente.
Las posibles víctimas de un desastre deben estar claramente identificadas.

2.2. Evacuación organizada


Se presenta en: amenaza de ataque aéreo u otra acción militar, en respuesta a accidentes
industriales y después de los terremotos o posterior a erupciones volcánicas.

2.3. Evacuación espontánea


Ocurre como respuesta a una amenaza percibida: tormentas tropicales, erupciones
volcánicas, sequías, inundaciones y químicos o accidentes nucleares o ante escasez severa
de alimentos. En este tipo de migración se tiende a movilizarse hacia viviendas de amigos o
relacionados en lugar de quedarse en instalaciones públicas.

2.4. Servicios de salud ambiental en las rutas de evacuación


El tiempo de viaje en las evacuaciones debe ser lo más corto posible, pero cuando sea más
largo son necesarias el apoyo del personal de salud ambiental. Se debe proporcionar agua
potable limpia (3 litros en zonas templadas y 6 litros en zonas cálidas). Las excretas y los
desechos sólidos deben enterrarse en agujeros o trincheras con al menos 60 centímetros
de profundidad. Cuando la evacuación es a pie se deben proporcionar paradas de descanso
cada dos horas de caminata.

2.5. Problemas de salud ambiental asociados a la evacuación


La migración implica asentamientos en condiciones marginales, existiendo un mayor riesgo
de transmisión fecal-oral, así como enfermedades transmitidas por vectores. Además, la
evacuación también puede generar que las personas estén cerca de peligros ambientales.
2.6. Influir en el asentamiento de evacuaciones:
Evitar crear puntos de alta densidad.
Lidiar con posibles conflictos de prioridades.
Garantizar que la capacidad de los servicios pueda satisfacer la demanda en todo momento.

2.7. Problemáticas generadas con las comunidades receptoras


Elecciones inapropiadas de los sitios de asentamiento: zona propensa a inundar.
Defecación al azar.
Población hostil o socialmente fragmentada.
Dificultades extremas en la detección de casos y la investigación de epidemias.

3. MEDIDAS DE SALUD AMBIENTAL


Las prioridades generales de salud pública en la fase de emergencia incluyen garantizar el
acceso a alimentación, vivienda, atención médica, suministros de agua y saneamiento,
control de comunidades enfermas y vigilancia de salud pública. Las prioridades son:

Proporcionar instalaciones para que las personas excreten de forma segura e higiénica.
Proteger los suministros de agua de la contaminación.
Proporcionar una cantidad mínima de agua para beber, cocinar y personal.
Asegurar que las personas tengan suficientes contenedores de agua para recoger y
almacenar agua.
Asegurar que las personas tengan suficientes utensilios de cocina.
Asegurar que las personas tengan el conocimiento para evitar enfermedad.
Asegurar que las personas tengan jabón para lavarse las manos.

3.1. Hospitales y centros de ayuda


Cuando se requieren puestos de primeros auxilios, se requiere:
Las estaciones de primeros auxilios deben ubicarse en espacios abiertos pero protegidos del
calor intenso, frío o lluvia.
Deben estar lo suficientemente lejos de los posibles riesgos secundarios: inundaciones,
deslizamientos de tierra.
Suministro de agua seguro y adecuado, drenaje para aguas residuales, letrinas.
Instalaciones de lavado para los primeros auxilios.
Eliminación adecuada de los desechos médicos debe organizarse lo antes posible.

4. ORGANIZACIÓN DE ACTIVIDADES DURANTE EMERGENCIAS


Después de una evaluación inicial rápida se deben crear pequeños equipos móviles de
emergencia. Los equipos deberán:
Estar en contacto frecuente por radio o teléfono con su supervisor para informar, recibir
información y solicitar apoyo.
Los equipos de cinco a siete personas son a menudo más efectivos, asegurando un número
suficiente de personas con habilidades y niveles de experiencia complementarios, pero lo
suficientemente pequeños como para ser móvil, reactivo y fácil de administrar y soportar.
Idealmente, los especialistas en ingeniería e higiene de los alimentos deberían acompañar
a los equipos de campo

5. GESTIÓN DE PERSONAL EN EMERGENCIAS


Se necesitan personas bien capacitadas en los niveles de formulación de políticas, para
servicios técnicos, encuestas y planificación y supervisión general. Pueden incluir gerentes,
ingenieros, médicos epidemiólogos o científicos ambientales.

En emergencias, las medidas de salud ambiental pueden llevarse a cabo por una variedad
de personas. Además del personal profesional de salud ambiental, tales personas pueden
incluir trabajadores de atención primaria de salud, trabajadores de bienestar social,
maestros, etc.

El personal público puede ser apoyado de trabajadores del sector privado: ingenieros civiles
y sanitarios, personal de laboratorio privado, personal de limpieza industrial; trabajadores
de saneamiento ferroviario y aéreo; operadores comerciales de control de plagas; personal
docente en universidades e institutos con experiencia en salud ambiental.

Los voluntarios generalmente se presentarán en caso de emergencia, a menudo de la


comunidad existente, como organizaciones basadas en la comunidad, grupos juveniles y
clubes deportivos, etc. Las instalaciones requeridas por el personal de emergencia variarán
con el contexto, pero se requiere de: necesidades personales básicas; apoyo familiar;
seguridad y protección; apoyo emocional y asesoramiento; instalaciones de oficina;
instalaciones para mantener el transporte y las comunicaciones.

Los edificios utilizados por el personal deben ser seguros y deben ser inspeccionados por un
ingeniero estructural calificado después de cualquier emergencia que cause daños
estructurales.

6. EQUIPOS Y SUMINISTROS
En general, será necesario elaborar listas de equipos y suministros para la salud ambiental.
A nivel local, teniendo en cuenta las prácticas y condiciones locales. Las categorías de
equipos a considerar incluyen:
Equipamiento para el personal.
Equipos para suministros de agua de emergencia.
Equipo para saneamiento de emergencia.
Materiales necesarios para reparar y operar redes de agua y saneamiento averiados.
Equipos para el control de vectores.
Mapas, informes y otros materiales que proporcionan información sobre el área del
desastre.

7. TRANSPORTE Y LOGÍSTICA
Se necesita transporte para una variedad de operaciones de salud ambiental durante
emergencias que incluyen:
Evaluación de movimiento y equipos operativos.
Despeje de carreteras.
Traslado de personas afectadas por el desastre.
Movimiento de equipos y suministros.
Movimiento de cuerpos humanos.
Movimiento de residuos sólidos.
Movimiento de cadáveres de animales.
Reparación y reconstrucción

Es esencial seleccionar los vehículos correctos para las tareas específicas previstas. Por
ejemplo, en áreas urbanas dañadas, un problema importante puede ser escombros que
pueden dañar los neumáticos. Los vehículos con neumáticos robustos y sistemas de
suspensión serían vehículos apropiados.

El número de vehículos requeridos dependerá de las condiciones locales y del tamaño del
vehículo y del área en cuestión. Cada equipo de trabajo debe tener su propio vehículo. En
algunos países, hasta el 40% de los vehículos públicos pueden estar fuera de servicio debido
a interrupciones o escasez de combustible o repuestos. Se deben poner a disposición
vehículos adicionales para reemplazar los que se han averiado.

Cuando se va a utilizar el transporte aéreo, se debe buscar asesoramiento especializado en


el aeropuerto capacidad y requisitos de aterrizaje de aeronaves.

8. TELECOMUNICACIONES
Los equipos de comunicaciones más básicos disponibles en todo el mundo incluyen los
siguientes:
Teléfono: las comunicaciones telefónicas tradicionales tienden a verse seriamente
interrumpidas en emergencias repentinas, como resultado de daños al equipo de
conmutación o pérdida de energía eléctrica.
Fax: el fax y el teléfono normalmente no debería compartir la misma línea.
Correo electrónico y otros servicios de internet: la comunicación por correo electrónico está
reemplazando cada vez más las comunicaciones por teléfono y fax.

La tecnología de radio se usa ampliamente en operaciones de emergencia. Sus dos grandes


ventajas para las situaciones de emergencia son que es independiente del daño causado a
la comunicación fija.

9. PROCEDIMIENTOS FINANCIEROS
La planificación de contingencia debe cubrir el acceso efectivo y suficiente para compras
locales esenciales y para gastos de emergencia en reparaciones y otros trabajos urgentes.

10. ASISTENCIA INTERNACIONAL


Todas las solicitudes de asistencia deben ser hechas por un solo organismo gubernamental.
Organizaciones de las Naciones Unidas y agencias especializadas como la OMS, UNICEF, El
ACNUR y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) son responsables de proporcionar
asesoramiento.

En el sector de la salud ambiental, la asistencia internacional que se puede proporcionar


puede incluir:
Experiencia y asistencia en la planificación y ejecución de actividades.
Componentes para reparaciones de emergencia en sistemas de suministro de agua
dañados.
Tanques, bombas, componentes de tuberías y herramientas para suministros de agua.
Recursos (fondos para vehículos, combustible y repuestos) para apoyar la emergencia.
Equipos de laboratorio.

Idealmente, los países deberían establecer directrices sobre el empleo de asistencia


internacional. Las pautas que deberán cumplirse son:
Capacidad para cumplir con estándares internacionalmente reconocidos.
Autosuficiencia en necesidades y equipos personales.
Compromiso de permanecer en el país por un cierto período de tiempo.
Capacidad de reaccionar lo suficientemente rápido y con suficiente personal y otros
recursos.
Conocimiento del país o experiencia en el área técnica en cuestión.

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