OPERACIONES ESPECIALES

Tras la realización del ejercicio Dynamic Mix-02, dirigido por primera vez por el Mando de Operaciones
Especiales del Ejército de Tierra del 15 de mayo al 6 de junio de este año, España ha sido reconocida como
nación líder en Operaciones Especiales por los Cuarteles Generales de la OTAN. Hasta ahora las únicas naciones
con esta capacidad reconocida eran Estados Unidos, Francia y Reino Unido.

De esta forma, los "boinas verdes" de los tres ejércitos españoles, cuya preparación está a la altura de las
mejores unidades de comandos, ocupan por derecho propio un lugar de privilegio entre las fuerzas de élite de
los ejércitos occidentales.

Las diferentes unidades integradas en el MOE y el
resto de las Unidades de Operaciones Especiales están
constantemente en acción. La preparación que
reciben estos hombres y mujeres es tal que todos y
cada uno de ellos saben en cada momento lo que
deben hacer dentro de su unidad, ya que tienen sus
respectivas misiones asignadas dentro de la
organización del comando.
Estas unidades mantienen una estructura orgánica
modular que les permite constituir patrullas de
reconocimiento especial y equipos básicos u
operativos de acción directa, compuestos por un
máximo de seis individuos (un capitán o teniente
como jefe, un sargento como segundo jefe y un cabo
primero, un cabo y dos soldados profesionales).
Un entrenamiento duro y especializado
Además de contar con una formación general en
operaciones especiales y específica de la misión, cada
uno de sus componentes tiene una especialidad
concreta: navegador, armas y tirador selecto,
explosivos y destrucciones o transmisiones y sanidad.
-PERFIL DEL COMANDO
Las acciones de estas pequeñas unidades se
coordinan desde una base operativa, ubicada
normalmente en territorio propio o aliado, que en el
caso más completo se compone de centros de
operaciones y comunicaciones, áreas de vida,
sostenimiento y aislamiento, y una base auxiliar de
helicópteros. Para formar parte de estas unidades,
como asegura un especialista militar, no es necesario
ser un superdotado, "porque el comando se hace, no
se nace".
No se exigen especiales condiciones físicas. Valen
altos y bajos, lo que realmente importa es su grado
de especialización y sí es condición indispensable ser
psicológicamente unas personas muy equilibradas y
estables. De hecho, su principal valor añadido es la
intensa y especial preparación que reciben estos
hombres y mujeres, junto a su decidida vocación.
Supervivencia física y psicológica, defensa personal,
combate en agua, escalada y nieve, manejo de
explosivos, tiro de precisión e instintivo, amplia
formación en comunicaciones, inteligencia básica,
golpes de mano, información y rehenes... son tan sólo
algunas de las especiales materias que estos soldados
reciben, para que cuando llegue el momento de la
acción sean capaces de llevarla a cabo con la mayor
efectividad.

El 50 % de los miembros de los Grupos de Operaciones especiales del ejército español son soldados y cabos y
el otro 50 % oficiales y suboficiales.

La edad media de sus miembros oscila entre 23-27 años.

Su formación es superior a la media de los miembros de las FAS y hay muchos casos de universitarios con
vocación de aventura.

No es necesario ser un superdotado. El comando se hace, no se nace.

Tienen que ser personas psicológicamente muy estables y equilibradas.

El 95 % de los mandos están casados y una gran parte de la tropa también.

Su vida activa como comandos llega hasta los 35 años y en algunos casos de especial preparación hasta los 40
años.
EL MANDO DE OPERACIONES ESPECIALES

El Mando de Operaciones Especiales del Ejército de
Tierra, el núcleo más importante de nuestras
unidades, fue creado en 1997, está formado por
más mil hombres y mujeres y su jefatura tiene base
en el acuartelamiento de Rabassa, Alicante. Pero
también la Armada y el Ejército de Aire tienen sus
propias fuerzas de élite con una propia y particular
especialización.
En el caso del Ejército de Tierra, estos hombres y
mujeres son conocidos como los "boinas verdes" y
forman parte del MOE, que fue constituido con la
fusión de los antiguos seis Grupos de Operaciones
Especiales (GOE) y de la Bandera de Operaciones
Especiales de la Legión (BOEL), unidades que se
habían creado a lo largo de los años ochenta.
En estos años la estructura del MOE se ha consolidado
con una plantilla de cuadros de mando muy cualificados
-todos ellos diplomados en la Escuela Militar de
Montaña y Operaciones Especiales de Jaca (Huesca)- y
con una tropa profesional atraída hacia este tipo de
unidades por su variado y exigente programa de
instrucción, muy distinto al del resto del Ejército.
Habituados a vivir en plena naturaleza, donde se
entrenan al menos diez días de cada mes adaptándose
al frío, a la lluvia, a la nieve, a dormir a la intemperie y
a caminar en la oscuridad campo a través por
barrancos y montañas, los "boinas verdes" subsisten, si
es necesario, con recursos naturales como una parte
más de su adiestramiento.
Un programa de instrucción que abarca materias tan
dispares como la escalada, el esquí, el buceo, el manejo
de explosivos, transmisiones, orientación,
supervivencia, evasión, tiro instintivo, defensa
personal, combate en poblaciones y bosques, golpes de
mano, emboscadas, protección de convoyes, defensa
de puntos sensibles, rescate de prisioneros, obtención
de información y guerra de guerrillas.

INFANTERÍA DE MARINA Y BUCEADORES DE COMBATE

La Armada, por su parte, tiene en la Brigada de Infantería de Marina su cuerpo de élite, especializado en
desembarcos anfibios. La BRIMAR, que tiene su base operativa en la ciudad gaditana de San Fernando, cuenta
dentro su estructura con una unidad específica de operaciones especiales: la UOE. Capacitados para efectuar
abordajes en alta mar -desde lanchas neumáticas o deslizándose desde helicópteros-, todos sus miembros son
expertos tiradores y están dotados con los modernos fusiles de precisión Accuracy AW y Barrett M-95.

Su participación resulta vital en misiones de vigilancia naval como las que, actualmente, realizan tres buques
españoles en el marco de la operación Libertad Duradera, en aguas del Indico Occidental. Ellos son los primeros
que abordan los mercantes para proteger las visitas de registro y, por otro lado, dan seguridad a los buques en
las entradas y salidas de puerto y en tránsitos por aguas comprometidas.

El lema de la unidad -"en la UOE no entra quien quiere, sino quien puede"- lo dice todo acerca la rigurosa
selección de sus integrantes y de una exigente preparación que les capacita para el dominio de todas las
técnicas de combate terrestre y naval, formación que se completa con prácticas de buceo y con su cualificación
para efectuar saltos paracaidistas en apertura automática y manual.

Pero la Armada dispone, además, de otra fuerza de operaciones especiales. Es la Unidad Especial de
Buceadores de Combate. La UEBC reúne un grupo de hombres altamente adiestrados y preparados para
misiones de reconocimiento en las proximidades de la costa, donde se infiltran -por aire, por mar o desde
submarinos, y siempre de noche- para facilitar los desembarcos anfibios. Su principal cometido es el
reconocimiento de las playas y la eliminación de las minas y los obstáculos que pudieran dificultar el avance de
los infantes de marina.
Los componentes de la UEBC reciben su formación como buceadores de combate en el Centro de Buceo de la
Armada (Cartagena), donde también se les capacita para manejar con precisión todo tipo de embarcaciones
ligeras. Además, todos sus miembros son tiradores selectos y paracaidistas consumados.

ZAPADORES DEL AIRE

El equivalente a los "boinas verdes" en el Ejército del

Aire es el Escuadrón de Zapadores Paracaidistas
La unidad ha asimilado las más modernas técnicas
(EZAPAC). Con base en Alcantarilla (Murcia), es la
hasta convertirse en una fuerza altamente
unidad de operaciones especiales de la fuerza aérea
cualificada. Sus miembros —300 hombres y
española, con disponibilidad inmediata y permanente
mujeres— reciben una completa instrucción de
para actuar ante cualquier urgencia. Los objetivos de
cuatro años, hasta que se les considera preparados
sus misiones están vinculados siempre con el poder
para integrar un equipo operativo. De su gran
aéreo: apoyo al rescate y evasión de tripulaciones,
capacidad técnica como paracaidistas, que ya
funciones de controlador para conducción de cazas,
supera la cifra de 150.000 lanzamientos, habla por
acondicionamiento y señalización de pistas de
sí sola la posesión del récord de España en la
emergencia y adiestramiento de pilotos en técnicas de
modalidad HALO con uso de oxígeno, con un salto
supervivencia y evasión, entre otras.
desde 38.500 pies (10.780 metros) logrado con el
programa de TVE Al filo de lo imposible, y el de
distancia de planeo con más de 50 kilómetros, en
modalidad HAHO con uso de oxígeno.