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El telar de El desierto: entre urdimbre y trama

Si es que se busca catalogar con una palabra El desierto (2005) de Carlos Franz,
la etiqueta de novela ambiciosa debería estar presente en más de una mente.
Recién comenzado el siglo XXI el escritor chileno se propone escribir a la manera
de la novela total: la historia personal e íntima que se extrapola a la Historia de
una nación que a su vez se enraíza en los mitos más antiguos de toda civilización.
La eterna lucha entre el bien y el mal llevada al inicio y fin de la dictadura chilena
y encarnada en la historia de Laura y Claudia, madre e hija que buscan entender
un pasado siniestro. Para lograr tal misión, Franz estructura el texto en dos
relatos que se entrelazan capítulo por medio: la narración en presente del
retorno de Laura a Pampa Hundida tras veinte años de autoexilio en Berlín y la
carta escrita por Laura tres meses antes del retorno en respuesta al “¿Dónde
estabas tú, mamá, cuando todas esas cosas horribles ocurrieron en tu ciudad?”
(24) enunciado por Claudia.

A partir de esta simple trenza entre dos relatos que se corresponden


constantemente es que se evidencia que la relación entre el tejido y El desierto
es abiertamente palpable en la novela. Incluso, más allá que la eterna lucha
entre lo Apolíneo y lo Dionisiaco, la misma narración revela que la matriz de
significado final que enarbola la novela se relaciona con La Moira. Esta diosa
primigenia de múltiples nombres que a través de diversas culturas ha
establecido claras relaciones simbólicas con el tejido como instrumento del
destino. Debido a lo anterior es que el presente escrito propone ahondar en esta
relación que se enuncia tanto en la estructura como en el contenido del relato.
En un comienzo, se buscará entablar algunas relaciones entre tejido y escritura,
para luego, proponer cómo es que opera esta relación entre la estructura y el
contenido del texto.

No es una relación novedosa ni mucho menos la que uno establece al comparar


tejido y escritura. Y es debido a esa ‘no novedad’ que la relación se posiciona
como una altamente productiva en las esferas simbólicas de la cultura occidental
(relación que se nutre tanto del orientalismo como del indigenismo). Marta López
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Castaño en “El tejido como escritura y el orden femenino” (1994) se propone


establecer diversas relaciones simbólicas entre la escritura y el tejido. Para lo
anterior, López comienza con recordar cómo es que el tejido ha remitido en
diversas culturas al inexorable destino que se cierne sobre la humanidad. Esta
fatalidad trágica, hoy imposible sin el uso de la ficción, se afianzó fuertemente
en la acción de tejer o hilar: “el girar continuo del huso está engendrado por ese
movimiento alternativo y rítmico producido por el arco o el pedal del torno” (97).
Al mismo tiempo, como propone Gilbert Durand (1982) citado en López, “el huso
y rueca con los cuales las hilanderas hilan el destino se vuelve atributo de las
grandes diosas, especialmente de las teogonías lunares” (97), diosas anteriores
que en la mitología griega tomaron el nombre de Moiras y que tiempo después
encarnarían diversos nombres. Sumado a este rol del destino, “el tejido está
además asociado al hecho tranquilizador que el hilo dispone, ese lazo que
encontramos en medio del abismo y que ata o retiene la caída, es diríase un
símbolo de continuidad, un dispositivo de salida al modo del laberinto griego que
propone Ariadna ante Teseo” (98). En cuanto a su relación con la escritura,
López propone que tanto tejer como escribir tratan sobre “construirse otra piel,
un velamen de sentido frente al frío o la desnudez, cuya referencia aterradora
nombra lo insondable” (98).

El desierto aunará estos tres aspectos -destino, continuidad y ‘construcción de


otra piel’- en la narración. Estos tres aspectos estarán latentes de forma explícita
en la novela. El implacable destino será un elemento central en la novela: el
irremediable retorno de Laura a Pampa Hundida; el cara a cara con la sombra
de un Cáceres carcomido por su propia maldad; la atracción de Claudia por
asesinar a su padre que desconoce como tal; la renuncia de último segundo al
aborto motivada por la imagen de la Patrona; son algunos de los elementos que
generan que el lector se mueva en el plano de la fatalidad griega. El elemento
de la continuidad ejemplificada en el hilo de Ariadna estará presente en cuanto
al rol que cumple el hacer memoria. Laura, motivada por la pregunta de su hija,
tanto en el relato epistolar como en la narración presente, estará continuamente
desandando los hilos de su memoria. Este camino en reverso, que necesita del
complemento del presente en Pampa Hundida, se verá reflejado en cómo Laura
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tiende diversos puentes/hilos con el pasado, permitiéndose entender y a la vez


explicar. Por último, la relación del tejido como la construcción de otra piel se
evidenciará en las consecuencias que va generando en Laura este tender
puentes/hilos con su memoria. A la vez que Laura hace memoria esta se va
invistiendo de un tejido que la hace más y más fuerte. Ya para el final de la
novela se advierte a Laura como una sujeto que se ha enfrentado a los horrores
del mundo y ha vuelto de ese sitio para enmendar sus deudas para con su hija
y la sociedad. Esta investidura proporcionada por el ejercicio de la memoria la
eleva hacia una sabiduría milenaria, que se opone a la racionalidad apolínea
ensamblando con la imagen del sabio sátiro.

En último lugar, interesa analizar las correspondencias de la estructura misma


del relato con el tejido. Para eso se hace necesario recordar cómo opera el
funcionamiento básico del telar. Esta herramienta milenaria y al igual como la
escritura, en constante reinvención, se hace de dos grupos de hilos diversos:
urdimbre y trama. La urdimbre corresponde a los hilos base del telar, sobre ellos
se teje y se ubican verticalmente, son el eje paradigmático del tejido. Por otro
lado, la trama son aquellos hilos con los cuales se teje y se emplazan
horizontalmente, corresponden al eje sintagmático. Como se dijo al comienzo,
la propuesta de Franz es altamente ambiciosa en cuanto se propone diversos
propósitos. No obstante, cualquier lector medianamente avezado coincidirá en
calificar esta novela como una de fácil lectura. Esto se debe -y aquí radica la
gran propuesta del presente texto- a que el texto emplea la estructura del telar
en cuanto la trama del relato está constantemente retomando los diversos hilos
que componen la urdimbre del texto. En otras palabras, Franz selecciona
diversos nudos o ejes temáticos y los dispone de manera tal que el relato los
patentice, generando que el lector pueda seguir fácilmente las redes de
significación propuesta e incluso completarlas (generando así un rol activo en la
lectura). Para esto, se vale de un mecanismo simple y efectivo: la repetición. A
medida que el lector avanza en el texto cae en la cuenta de que ciertas
proposiciones se repiten constantemente. Es importante hacer hincapié en que
lo que repite es la proposición y no su forma lingüística desplegada en el
sintagma. Por ejemplo, la fórmula “¿dónde estabas tú, mamá?” será un
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elemento que reaparecerá constantemente en el texto, su repetición no será


textual, pero sí el contenido latente de tal proposición. Esta vuelta constante al
“¿dónde estabas tú?” generará el reforzamiento de la idea en el lector. Estará
de cierta manera conminado a comprender que aquella expresión que tanto
reaparece tiene un valor especial, el valor de urdimbre. A su vez estas urdimbres
generarán grupos de fragmentos a repetir, grupos a los cuales es posible
encasillar bajo propósitos de significación.

Como ya se mencionó arriba, el “¿Dónde estabas tú, mamá, cuando todas esas
cosas horribles ocurrieron en tu ciudad?” (24) será uno de estos hilos verticales
que permitirán el tejido del texto. Debido a su importancia y centralidad, este
elemento funcionará como matriz del texto. La función de esta proposición se
relacionará directamente con la noción de la memoria y esta invitación de la hija
a que Laura no rehúya de ella. Esta expresión formará el centro de la urdimbre
de la memoria. A este grupo que tildamos de memoria, se une también el “la
bestia que pateaba y bufaba y relinchaba, ansiando -como mi memoria, o como
otra cosa dentro de mí- salir” (100), forma que aparecerá constantemente y que
anudará esta idea del galope desbocado como la memoria que afluye sin control
alguno. En ultimo lugar, esta urdimbre también será reforzada por la proposición
“el matasellos violáceo de Pampa Hundida junto a la letra de su hija” (202) que
describe la carta de Claudia y esta invitación a la memoria.

Otra de estas urdimbres será la figura de Mario como un esposo patético.


Mediante tres proposiciones del mismo tipo, se configurará en el relato a un
sujeto patético en cuanto a su comportamiento, a su rostro y su nula precisión
intelectual. El primero de estos elementos que refuerzan este nudo será la
descripción del calzón que Laura encuentra en las ropas de Mario luego de su
calavereada: “eran un par de calzones de mujer, negros, de material sintético,
sedoso. Los examiné para convencerme: tenían unas manchas rojas, untadas,
que podían ser, o no, de rouge” (74). Junto a esta proposición se unirán también
la descripción facial de Mario donde “los labios gruesos, e incluso mórbidos y
hasta vagamente femeninos, que habían terminado por dominar el mentón
varonil” (31). Por último, estará también la proposición “las tragedias cuando se
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repiten lo hacen como farsas, como solía citar mal, y sin saber la fuente, Mario”
(328), la cual tendrá por objetivo burlarse de la poca precisión bibliográfica del
ex esposo de la gran académica y autora de Moira.

Debido a que estas urdimbres o nudos de significación son varios y que se


organizan en grupos temáticos, no se hace posible evidenciarlos todos en el
presente escrito. No obstante, la tarea queda abierta a ser explorada en
profundidad. Otras de estas urdimbres corresponden a la función que cumple el
“el sol de justicia” (118); “ese cielo sin escrúpulos (por lo menos con nosotros)”
(328) o el “esto es esencial Claudia” (120), las cuales deben ser estudiadas con
detención.

Obras citadas
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Franz, Carlos. El desierto. Santiago de Chile: Alfaguara, 2016. Impreso.

López Castaño, Marta. "El tejido como escritura y el orden femenino". Historia
Crítica, n. 9 (1994): 96-101. https://doi.org/10.7440/histcrit9.1994.11

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