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Psicopatología y
cine)
Establece un adecuado contacto visual con las demás personas, pero tiende a
perderlo en las entrevistas, quizá por desinterés; luego de la lobotomía, pierde
dicho contacto, al perder la conexión con el medio externo.
Cabe resaltar que durante las entrevistas con el señor que lleva su caso y
durante las terapias, se muestra algo desconcentrado, cambiando el tema de
conversación y evitando el contacto visual con los interlocutores, pero más
que tratarse de disprosexia considero que es desinterés en los temas
desarrollados, a lo que se le suma su tendencia a aburrirse con facilidad. Con
respecto a éste último punto, McMurphy busca constantemente algo en que
distraerse, se aburre en la monotonía y necesita actividades enérgicas para
sentirse bien (ver fútbol, ir a pescar, hacer fiestas, etc.) y en ocasiones no le
importan las consecuencias, sólo complacer sus deseos.
Así pues, R.P cumple con criterios para el diagnóstico de trastorno antisocial
de la personalidad, pero vale la pena resaltar que éste se caracteriza también
por falta de remordimiento y sobre todo de empatía, que si bien es algo que
McMurphy presenta al inicio de la película, tiende a cambiar durante el
desarrollo de la misma, ya que siente afecto por sus compañeros y se ve
afectado por sus problemas, se preocupa por ellos y cuando Billy va a ser
juzgado expresa remordimiento por lo hecho y manifiesta tristeza y rabia
luego de que aquel muere.
Diagnóstico diferencial.
Por otro lado, considero que la película es un llamado a la reflexión, ya que nos
muestra ese lado humano del “paciente psiquiátrico” que, si bien tiene
problemas, sigue siendo una persona, sigue soñando, sigue viviendo; pues
muchas veces en el ejercicio de la medicina olvidamos esto y nos limitamos a
tratar enfermedades sin importar el bienestar de las personas y lo que para
ellos es la felicidad. Además, nos invita a recordar que más allá del desarrollo
de la ciencia, es importante considerar la ética y el respeto por la dignidad
humana, y a reconocer el punto a partir del cual dejamos de servir a las
personas para servir a la ciencia, como ha ocurrido en la historia de la
Medicina, especialmente cuando se habla de procedimientos como la
lobotomía.