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12.11 LOMBARDI SA INGEONER CONSULENT! ISSN 0365-1185 ANALES DELA ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS EXACTAS, FISICAS Y NATURALES BUENOS AIRES SESIONES CIENTIFICAS “ING. FRANCISCO GARCIA OLANO" sobre LA MECANICA DE ROCAS EN LA INGENIERIA CIVIL BUENOS AIRES 1989 PROGRAMA DIA JUEVES 10 DE DICIEMBRE 9.00 hs. Ceremonta de aperture 9.80 hs.: Dr. Ing. Oreste More to es “Panorama actual de la mecinica de rocas” oe. Intervalo 15,00 bs. Ing. Jorge A. S “Resistencia y deformabilidad de los macizos rocoso 17,00 hs. Ing. Jorge L. Gonaéilez jez en mecdntca de rocas PAG. ites 3 beveeeeteee WE DIA VIERNES 11 DE DICIEMBRE 9.00 hs.: Ing, Ricardo J, Rocea Consideraciones sobre la eplicacién de la teorfa de bloques en mecini- cade r0cas”. cscs eeeeeeeeseeeeeees 11.00 hs. Ing. Oscar A. Vardé “La mecdinlea de rocas débiles en Argentina”... esse eres im Interralo 18,00 hs: Dr. ©. Dinis da Gama “aplicaciones de microcomputadores le mecinies de rocas"....... 289 7.00 hs. Ing, José A, da Costa Nunes “xneoragem em rooha duta ¢ em rocha brands” see 288 DIA SABADO 12 DE DICIEMBRE 9.00 hs: Prof. Don U. Deere “Favorable and unfavorable aspeets of rock classification systems’ 287 11.00 he.: Ing. Giovenni Lombard “La roce y el macizo rocoso « Leyes constivutivas”. 309 18,00 he: Acto de clausura LA ROCA Y EL MACIZO ROCOSO - LEVES CONSTITUTIVAS Giovanni Lombardi Dr.-Ing. Dr. hc. Ingeniaro Civil ~ Consul tor Locarne = Suiza - RESUMEN Se describe el desarrollo histérico y Idgico de la nocién de mo~ delo matematico aplicada a la roca y al macizo rocoso, subrayando la distincién muy clara que se debe hacer entre la primera y el segundo. Se presenta el modelo FES. (macizo rocoso Fisurado, E~ l4stico, Saturado) y se menciona, como ejemplo, su uso para’ ex- plicar el asentamiento de un gran macizo rocoso debide al efecto drenante de una galeria de investigacion. ABSTRACT The historical and logical development of the concept of mathematical models forthe rock itself and the rock mass is described. The clear difference to be made between the rock and the rock mass is stressed out. The FES (Fissured, Elastic, Satured rock mass) model is presented. As an example, this model is used to explain the settlement of a large rock mass drained by and investigation adit. 1. INTRODUCCION. E1 dicho de la Biblia: “sobre esta piedra construiré mi iglesia” hace referencia, sin duda alguna, a la ancestral visién de la piedra o reca como un cuerpo sélido y firme en el cual se puede confiar totalmente, ya que por toda la eternidad no se va a rom- per ni a deformar, adn bajo la carga de un templo grande y pesa~ do. Por cierto, el mismo convencimiento fue compartide por muchos de los grandes constructores de 1a antigiiedad histérica, los que levantaron edificios enormes que han sobrevivido millares de fos. Esta nocién puede definirse como un primer modelo de las eyes constitutivas de la roca, aun no interpretado matematicamante. Precisa en este punto subrayar que Modelo y Modelacién quieren decir también Simplificacién, €squematizacién y Aproximacién, aceptables. En realidad hay que reconoter que hasta en la época moderna las propiedades reales de la roca son conocidas solamente de manera parcial y frecuentemente hasta mal entendidas. A pesar de esta situacién, la importancia de la roca para la humanidad, ciert mente no ha disminuido a lo largo de los siglos. Al contrario, se puede pensar que ha seguido aumentande, ya que el nimero y la magnitud de las grandes obras construidas y por construirse en la superficie y dentro de la misma, han aumentade considerablemente, en especial durante el Ultimo siglo. Sin duda, van a aumentar aun mas en el futuro cercano. Las dificultades para conocer las propiedades de la masa rocosa 309 se originan en las particularidades sigiientes: 1) En primer lugar, la roca-no es un cuerpo bien definido como podria serlo el acero, con propiedades relativamente constantes en todo el mundo, La palabra roca se aplica a cuerpos sumamente rigidos y resistentes, come gon los granitos escandinavos o cana~ dienses, y también a las rocas tob4ceas muy blandas y deformables que son bien conocidas en los Andes. Se aplica a rocas muy den~ sas, compactas y pesadas como el basalto, @ igualmente a la pie~ dra pémez, que es sumamente ligera y vesicular; a rocas amorfas coma los Vidrios velcanicos y al mismo tiempo a una multitud de cuerpos cristalinos compuestos de microcristales, de macrocristales 0 de mezclas de ambos y ésto, en una cantidad practicamente infinita de combinaciones mineralégicas. No debemos olvidarnos de la existencia de las rocas eruptivas, de las meta~ mérficas y de las sedimentarias ~estas ultimas siendo rocas reconstruidas con los productos de desgaste de rocas anteriores~ ni tampoco de muchas otras particularidades y sorpresas que la geologia nos prepone y reserva empezande por la enorme diversidad de edad de las distintas rocas y por la gran variedad de sus his- vorias geoldgicas. Esta complejidad se traduce en el hecho que todas las propiedades fisicas. y quimicas de las rocas ~que son muchas- varian ampliamente. En general, ademas, no son constantes en un gran volumen sino que las racas son heterogéneas y frecuen- tementa tambien anisotrdpicas. Se hebré observada que se empezd hablando de roca para llegar a decir recas en plural. 2) 1 segunde aspecto que complica ampliamente el problema es que en la ingenieria civil no podemos trabajar como lo hace el escul- tor con un bloque de reca unico -por ejemplo de marmol © granito, el cual, hablando fisicamente, es un “cuerpo continuo”- sino que, por el tamamo de nuestras obras de arte, tenemos que trabajar en a superficie o en el interior de un macizo rocoso que de hecho es un "discontinuo fisico". El macizo recoso, digamos una montaia, normalmente esta atravesa~ do por un numero extremadamente elevado de superficies de discon- tinuidad que se pueden agrupar en distintos sistemas o familias como planos interestratigraficos de sedimentacién, superficies de esquistosidad, fisuras, diaclasas y fallas de todo tipo y paten- cla. Adem4s, cambios litelégicos, o sea variaciones de la constitucién misma de la roca, pueden también crear superficieas o zonas de transicién brusca. Este conjunto de discontinuidades de hecho refleja la historia de la masa rocosa: sus condiciones de formacién, los distintos tipos de solicitacion sufridos durante varias épocas geoldgicas; sean elias de naturaleza fisica como los estados tensionales o térmi~ cos o bien de naturaleza quimica, sin dejar de considerar, en Ciertos casos, hasta los efectos de la intervencién anterior del hombre, por ejemplo bajo forma de actividades mineras o de otro tipo. Es pues fundamental separar bien claramente el concepte de roca de aquel del macizo rocoso, y @vitar la trampa en la cual han caido y siguen cayendo muchos ingenieros que equiparan las pro- piedades de una a las del otro. 3) Con los aspectos apenas descriptos, no se acaban, sin embargo, 310 las complicaciones. De hecho, hasta este punto henos hablade uni~ camente de la fase sdlida del macizo rocose. Pero el mismo rara~ mente es absolutamente seco; al contrerio est generalmente mas 0 menos saturado de agua, cuya presién, temperatura y composicion quimica pueden variar considerablemente. En general nos enfrentamos a un macizo recoso en e1 cual se en- cuentran simultaneaménte tres fases: ~ la fase sdlida (1a roca) Zola fase liquida (generalmente agua, a veces petréieo) TZ 1a fase gaseosa (generalmente aire pero también otros gases, Zomo por e5. metano) 4) Por compleja que pueda parecer 1a situacidn del macizo rocoso asi descripto, esta sigue siende una visidn bastante idilica de la realidad. De hecho se debe considerar que este cuerpo variable y discontinuo no se encuentra simplemente sobre la mesa de un laboratorio sino bajo tierra y a veces a grandes profundidades, donde el estado de tensién es muy intensa y complejo, y que con las presiones de las fases liquida y gaseosa, interpreta la aven~ tura geolégica del macizo. Ademds las temperaturas influyen a veces desfavorablemente sobre su comportamiento o por lo menos sobre el trabajo del hombre. 5) Es preciso también mencionar el hecho de que el hombre puede modificar las caracteristicas mecénicas e hidrdulicas del macizo rocoso dentro de ciertos limites. Finalmente debemos delimitar las nociones de roca y de macizo rocoso, respecto de los suelos -los cuales se componen de parti-~ cules de tamatio muy reducide- pero también respecte de los aco— pios de bloques rocosos (como podria ser el enrocado de una pre $a) que tendria un volumen de vacios excesivamente elevado para ser llamado roca o macizo rocoso. 2. EL PROBLEMA FUNDAMENTAL DE LA MECANICA DE-LAS ROcAS. La ciencia reciente y en pleno desarrollo que se dedica al estu~ dio de problemas de este tipo, o sea la llamada "mecénica de ro- cas", se enfrenta -entre otros- ante un problema fundamental; 1a construccién de modelos matemdticos que permitan tener de antema- no una visién clara de la situacién frente a la cual el ingeniero @ va a’encontrar durante la realizacién de su obra. Vamos a continuar limitaéndonos al campo de la “mecdnica tedrica de las rocas" que ya es suficientemente amplio de por si. £8 oportuno decir que ~como afortunadamente siempre ocurrié en la historia de las técnicas- los constructores @ ingenieros no han ssperada para construir, y siguen construyendo obras sin esperar que la teoria haya resuelto todos sus problemas y edificado un cuerpo de.doctrina definitivo y completo que permita tener lista la respuesta a cada situacién y a cada interrogante. —s precise pues, afadir que hasta la fecha se han conseguido resultados sig~ nificatives y que hoy en dia la moderna mecénica de rocas ya per~ mite resolver una gran parte de los problema practicos, 0 por lo menos permite acercarse a situeciones reales de las cobras con serios conocimientos 'y con un cierto entendimiento de los proble~ nas reales, con los cuales los. ingenieros se van a enfrentar pu~ diendo asi esperar resolverios o, aun mejor, tratar de evitarlos. au Actualmente se puede lamentar solamente que el conocimiento de esta ciencia y el de las técnicas que de 1a misma derivan, no haya llegado a todas las oficinas de disefio y aun menos frecuen- temente a todos aquellos lugares donde se planean o se construyen obras en la roca o sobre una cimentacién rocosa. Es aun més de~ plorable el hecho de que no en todas las facultades de ingenieria Civil se le de a esta ciencia la importancia que merece. Una cierta dificultad de entendimiento entre el proyectista, el constructor y el tedrico, debida a veces a la falta de un idioma comin, es la causa de que el desarrollo de esta ciencia no sea lempre tan rapide y eficiente como podria haberlo sido. La concepcién y la construccidn de modeles matematicos eficientes no es solamente un asunto de estudiosos encerrados en sus labora~ torios o pegades a sus escritorios sino que necesita un intercam~ bio de ideas y experiencias con los ingenieros quienes son realmentes los que tienen que resolver los problemas de la cons~ truccion. £1 desafio actual de le mecdnica de las rocas es, pugs, el de establecer, en la forma mas general posible, los modelos o las layes de comportamiento por un lado del material que es la roca y por el otro del ambiente que es el macizo rocoso. En este sentido es sumamente importante hacer una clara distin~ cién entre la roca misma que tiene localmente una homogeneidad relativa, $i bien solamente en cierta escala macroscdpica, y que puede considerarse como cuerpo fisicamente continuo y el macizo Focoso que, aun sin llegar a la dimensién de una montatia, presen~ ta siempre un cierto grado de falta de homogeneidad y sobre todo un alto grado de fisuracién asi como un gran numero de disconti-~ ruidades de todo tipo que hacen del mismo un cuerpo altamente discontinuo. Lamentablemente en el desarrollo histérico de la ingenieria esta diferencia no se la hizo siempre con el necesario cuidado. 3. DESARROLLO HISTORICO En las épocas antiguas de la humanidad no era recomendable “cons~ truir sobre la arena” ya que se consideraba que, como he dicho, la roca era la unica cimentacién firme y rigida duradera. Sin embargo, a lo largo de los sigios y milenios, se ha Construido un numero siempre mayor de obras sobre arena y suelos ain mds finos y hasta sobre arcillas. A pesar de esta evolucién, © posiblemente a razin de la misma, la mencionada antigua vision respecto a la firmeza de la reca se mantuvo firme hasta el pre sente siglo y sigue quedéndose tal en la mente de muchas perso- Por ejemplo, es interesante anotar las nociones substancialmente diferentes de las leyes de comportamienta de la masa rocosa que fueron desarrolladas por los distintos tipos de ingenieros y es~ pecialistas. Asi, los constructores de presas, que més o menos hasta mediados de este siglo se encontraban en la condicién muy agradable de poder escoger los sitios donde construir sus obras, y que obviamente seleccionaban unicamente los lugares con la me~ Jor roca seguian pensando en 1a roca coma un cuerpo sumamente Figide por lo cual ni se concebia un posible problema de resis~ tencia insuficiente. Per el contrario, los mineros que trabajan en canteras subterr4neas, que escogian sus sitios segin el 312, criterio de la presencia de minerales aprovechables y na en fun- cidn de la resistencia de la matriz rocosa y que estaban acostum— brados pues a luchar contra las grandes deformaciones y presiones de la roca en las minas, habian desarrollade una visién mucho més “plastica” del material, visién obviamente aplicable a otro tipo de rocas. De la misma forma se podria hablar de los ingenieros de tuneles © bien de los geélogos, 0 mejor dicho de las varias es~ cuelas de geologia, Las diferencias entre las distintas disciplinas y escuelas de pensamiento eran extraordinariamente importantes y significati- Vas. Quiero solamente mencionar el hecho de que mientras el gran gedlogo suizo Albert Heim hablaba, ya @ inicio del siglo, de un comportamiento plastico da la roca a grandes profundidades, en el primer congreso internacional de mecdnica de las recas celebrado en Lisboa en 1946, s@ encontraron todavia ingenieros para defen- der la tesis de la existencia de un estado tensional de tipo e- lastico a cualquier profundidad. A pesar del hecho de que el bien conocido ingeniero Fenner publi- caba ya en 1998 sus consideraciones fundamentales sobre el estado tensional elasto-plastico existente alrededor de los tuneles, obviamente mineros, hay ingenieros que siguen hoy en dia calcu- lando tineles y sus revestimientos con el método de los elementos finitos eldsticos. No quiero continuar con anécdotas de éste tipo. Me alegro real~ mente que la tendencia actual de la moderna mecanica de rocas desarrolle leyes y modelos de comportamiento de validez posible~ mente general permitiendo aplicaciones que tengan sentido en mu- chos campos de actividades relacionadas con las obras de ingenie— ria. Ya hace tiempo, que los ingenieros empezaran a aplicar ala roca leyes de comportamiento preexistentes y desarrolladas con otr. finalidades que Gin embargo se adaptaban a la "realidad racos. con una precisidn muy relativa; y de hecho muchos de ellos siguen en esta via. De manera muy simplificada, y entonces aproximada, se puede esbo~ zar el desarrollo historico general desglosando las siguientes etapas, que limito al campo de la ingenieria civil. Despuds de la época heroica del empirismo que se puede tambien llamar de “rigidez fundamentalista", sdlo en nuestro siglo se empezd a pensar que las deformaciones de la roca y por consi~ Quiente las del macizo rocoso padrian ser estudiadas utilizando las leyes de la elasticidad, es decir que podrian calcularse so~ bre la base de un modelo eldstico: se suponia que los desplaza~ mientos fuesen proporcionales a las fuerzas aplicadas y perfect: mente reversibles. Al mismo tiempo, en el laboratorio se empezd a estudiar la deformacién y la resistencia de muestras de reca que de hecho eran mas bien piedras para mamposteria. Sucesivamente se llegé a la nocidn de la plasticidad de la roca a grandes profun~ didades, nocién que aparentemente ya se verificaba experimental~ mente en el laboratorio sobre muestras de roca sometidas a pri siones sumamente elevadas. En este caso se trataba mas bién de plasticidad ideal, es decir de cuerpos que poseen cohesién pero no friccién interna. Otra vez se cayé en la trampa de aplicar los resultados obtenidos de la roca directamente al macizo rocoso olvidandose de nuevo que éste 318 ultimo es un cuerpo discontinue. Lleve bastante tiempo entender que un macizo rocose aunque forme~ do por roca en si elastica, globalmente puede tener un comporta~ miento no lineal y hasta plastico debide a movimientos de desli- zamiento diferencial a lo largo de sus superficies de disconti- nuidad. La nocién de este tipo de comportamiento, que es mas bien un fe~ némeno de resistencia que de deformacién, estuvo en el origen de los modelos plasticos y de métodos de evaluacién llamados del “equilibrio limite" los cuales tienen cierta similitud a los me~ todos clasicos de la mecénica de los suelos. La nocidn de plas~ ticidad se aplica ahora al macizo y no més a la roca propiamente y significa escencialmente deformacién no reversible, y a veces ruptura por corte. A pesar de las dificultades implicitas en es~ tos modelos los mismos tuvieron que ser completades con condicio- nes de "no tensidn” ya que las discontinuidades no pueden trans~ mitir fuerzas tensionales lo que al fin y al cabo puede interpre> tarse como una fragilidad. S La elasticidad y la plasticidad de un cuerpo continuo son propie~ dadas que se encuentran en forma casi perfecta, o por lo menos aceptable, en cuerpos coma el acero, y en forma claramente mucho menos perfecta en la roca y aun menos obviamente en el macizo rocoso. En particular, la plasticidad ideal supone la constancia del valumen de la masa (Lombardi G. 1970; 1979). La plasticidad de la roca o sea la ruptura por corte que se puede llamar “plasticidad geotécnica"~ se acompafa por el centraria cen un aumento de volu~ men o dilataneia, como se indica en la figura 3.1. En ciertos casos puede tratarse al revés de una disminucién del valumen o sea una dilatancia negativa. Siendo el agua un cuerpo de Newton que posee viscosidad, bien se puede entender coma, por lo menos dentro de ciertos limites, la presencia de agua en las discontinuidades puede conferir a la masa rocosa propiedades viscosas, es decir deformaciones diferi~ das en el tiempo respecto a las fuerzas aplicadas, llegando a hacer de la roca un cuerpo que se acerca ai tipo de Bingham (Lombardi G. 1985) segun se muestra en la figura 3.2. La presencia simultanea de todos estos fendmenos o aspectos de la realidad hace que la constitucién de las correspondientes leyes de comportamiento llegue a ser bien compleja. Ademas ocurre que debido a las distintas estructuras del mismo tipo pero con carac~ teristicas diferentes, que cohexisten en la masa rocosa, no se tiene de hecho un valor numérico Unico para cada propiedad meca~ niga sino una serie de valores. Se puede explicar este fisico diciendo que el cuerpo se comporta como si tuviese cada vez, no una sdla, sino contemporaneamente distintas elasticida~ des, distintas plasticidades, distintas viscosidades y distintas fragilidades. Actualmente, la mecanica de las rocas se esta desa- rrellande siguiendo este camino con el abjetivo de aproximarse al comportamiento real de la roca. Sencillamente mencionaré que existen ademds muchos problemas par~ ticulares como el fenémeno del hinchamiento o sea el posible au~ mento del volumen de ia roca debido a la absorcién de agua (Lombardi G. 1979). El estudio de este problema y de sus 314 Figura 3.1 Plasticidad a) Ideal (sin fricetén) b) Geotécnica (con friccién y dilatancia) 318 t Cc iH dx a / fr : = 1 dv ®O tesa ® Tr ce ge dx Figura 3.2 Leyes reolégicas (1) Cuerpo de Newton (unicamente viscosidad) (2) Cuerpo de Bingham (viscosidad y plasticidad) 316 consecuencias para las obras ingenieriles se encuentran hay en dia en.pleno desarrello. Solamante hablaré algo mas adelante de ia trascendental influen- cia de la presién del agua en las discontinuidades del macizo sobre el comportamiento del mismo, ya que actualmente se trata de uno de los campos de investigacion de mayor interés. 4. LAS PROPIEDADES MECANICAS DE La ROCA Si en una primera stapa estudiamos la roca como un cuerpo sdlido y continuo, podemas simplemente mencionar sus propisdades fisicas més importantes que son obvias para el ingeniero civil. En primer lugar, la densidad de la roca determina su peso y es entonces frecuentemente la carga principal y mds ain es a veces la sola carga activa que actua en el cuerpo de 1a roca que se debe estudiar, por ejemplo, en caso de deslizamientos de masas de roca y también en caso de excavaciones subterraneas. En ciertos problemas, las resistencias de Ia roca, que son dife- rentes en compresién y traccién bajo distintas condiciones, pue- den jugar un papel importante que, sim embargo, no debe ser so- brestimado ya que en general no es la resistencia de la roca mis- ma sino la del macizo que es determinante. Los distintos médulos de deformacién y los coeficientes de defor- gacién transversal o de Poisson, que en ciertos casos se pueden limitar al médulo de deformacién elastica, son como las resisten- clas generalmente anisotrépicas y frecuentemante ortotrdpicas, es decir? variables en funcién de la orientacidn del campo tensional que actda en 61 punto considerado. En numerosos casos ain la roca misma no muestra un comportemiento Puramente @lastico, es decir una reaccién instantanea, sino mas bien una deformacién diferida en el tiempo, lo que equivale a tener un comportamiento viscoso. Los coeficientes que caracteri- zan la viscosidad son pues de fundamental importancia en muchos problemas de la ingenieria. En el caso de presencia de agua o de gases, ciertas caracteristi-~ eas de la roca juegan un gran papel. Menciono la porosidad y la permeabilidad que, en general, son més reducidas cuanto més anti-~ gua sea la roca geoldgicamente hablando y cuanto mayor sean las tensiones efectivas que actuan en el punto considerado. Solamente en casos especiales la permeabilidad de la roca misma, que también puede ser anisotrépica, es técnicamente significati- Lo que al contrario puede ser sumamente importante y que es une funcién de la masa rocosa misma, es la eventual potencialidad de hinchamienta por la presencia de agua. Este fendmeno puede ser de naturaleza fisica o bien quimica. La posibilidad de absorber agua y de aumentar su volumen es entre otros una funcién del estado tensional. Por lo tanto, no se la puede caracterizar con un pard~ metro unico sino conuna "ley de hinchamiento” (Lombardi G+ 1984). La anisotropia de esta propiedad es atin objeto de estudios que se estan llevando a cabo actualmente. 317 En la figura 4. indican las reacciones funcionales que exis~ ten en el fendmeno del hinchamiento de la roca. En la figura 4.2 se muestra como el potencial de hinchamiento de una roca, considerado comé potencial residual, puede variar de un punto a otro. tra propiedad volumétrica es 1a dilatacién térmica que puede tener cierta importancia en problemas particulares, como en el caso de tuneles a grandes profundidades o de depdsitos de deshe- chos radioactivos. Gmito hablar de las propiedades quimicas de la roca, como por ejemplo de las reacciones que conducen a la solubilidad indirecta de la anhidrita, 5. MODELOS REOLOGICOS PARA La ROCA : La interpretacion y la representacién global del comportamianto de la roca en funcién da las propiedades ya mencionadas o de cierto numero de ellas pueden hacerse con el auxilio de un modelo reoldgico (Amberg W.A., Lombardi G., Rechsteiner G.F. 1977) Generalmente estos modelos hacen uso de 5 elementos bésicos que se indican en la figura 5.1: el elemento eldstico. Liamado generalmente de Hooke que expresa la linearidad de la relacién tensiones-deformaciones} ~ el elemento plastico de St. Venant que representa la resisten- cia limite o la cohesién, o la ruptura al cortes = @1 mismo pero con friccién interiors = el elemento de viscosidad de Newton, y = el elemento fragil que se refiere a la ruptura per traccién, 9 bign més sencillamente a la ausencia de la resistencia a la tracé cién. Anotamos ademas que la ruptura por traceién hace que el cuerpo deje de ser continuo y se convierta en cuerpo discentinuo. Se trata de hecho de una transicién de roca a macizo. Estrictamente hablando, el elemento fragil deberia entonces utilizarse solamen- te en este caso. En principio, ios elementos mencionados pueden combinarse de cualquier manera y en cualquier numero. En los ultimos decenios se hizo gran uso de esta facultad. La figura 5.2 muestra algunos ejemplos sencillos de combinacién. Gran éxito han tenide, entre otros, los modelos astablecidos para simular el comportamiento de la sal, una roca que se encuentra en grandes masas uniformes. Ademas, debido justamente a sus propie~ dades intrinsecas de plasticidad y viscosidad no presenta discon tinuidades significativas. Se trata de un caso particular en el cual puede establecerse una identidad prdctica entre la roca mis~ ma y el macizo rocoso. Obviamente, modelos reolégicos de este tipo presuponen le 318 fe: AV Roca Ley de eee} a) hinchamiento Agua Py ‘max. & Emax b) —= oP P Elgure 4.1 Winchamlento ée una muestra de roca Relactones functonates 4) Aumente de volumen "AV" o ditatactén "6" en funetén de Ta presiéa do contanimtento ‘p* b) Oesarrollo de 1a dilatactén "Qe! debica a une Gisatnucisa de 1a presiéa"Bp! 319 Superficie del terreno Inicial Sere Ce te terreno actual Roca hinchante. Ley de hinchamiento en A (potencial original) Emax, B Ley de hinchamiento en B (residual) Pmax, B P Figura 4 Hinchamfento geolégico (leyes de hinchamiento) entendido como potencialidad residual despues del hin- chamtento ocurrido en las epocas geologicas por dismi- nucién de la sobrecarga. 320 snvolo onside Fonstdn=valoctaad, Fase fParématr [sle%6 404} vetormaciéa | do eotormacifn yi 4 so Eléstlea) & AVAA- Hooke: é ctw pitatcn] | __ Bf vonan rw . Fueoi6o| 1s p _ iets bre : Sn pypye | ne vwacoss| [fF | newton} 3 £ £ F ‘ trtot | cy |] —| ruse | bre ¢ Fgura $.1 Elementos bfstcos do 1a reologfa de 1a$ rocas y mactzos 321 Tensién-velocidad Modelo dicho de:| Simboto de deformacién —— a) f—— Bingham 8 —E aN Bingham b) dE con ruptura * BRF y frlecién Figura §.2 : Modelos reolégicos sencillos para el macizo rocoso a) Modelo de Bingham con cohesién y viscosidad b) Modelo con cohesién, friccién, viscosided y ruptura fragil ) Modelo con cohesién, viscosidad y elasticidad (ev. con ruptura fragil) 322 existencia de un cuerpo fisico continuo y podemos entonces lla- marlos simplemente modelos continues. Estos modelos permiten et uso relativamente facil de métodos matemsticos-analiticos. Esta particularidad explica que se halla tratado y se siga tratando de extender su campo de aplicacién lo més posible, por- ejemplo utilizndolos para simular el comportamiento. del macizo rocose, atin cuando no sea realmente un cuerpo tipicamente. discontinuo. Una vez mis me disculpo por repetir este concepto cuya aclaracién considero fundamental. 6. LAS PROPIEDADES MECANICAS DEL MAcIZO RacosO Dejando ahora ia roca sencilla ~aunque no lo sea tanto-, pasamos a tratar del macizo . Las propiedades fisicas intrinsecas de la matriz recosa pierden muchisima de su importancia cuando se pasa al macizo recoso. La resistencia a la traccién practicamenté desaparece, por lo menos en la mayoria de los macizos, ya que‘las discontinuidades existentes no permiten la transmisidn de tensiones de este tipo. La resistencia al corte del macizo y consecutivamente su. resis~ tencia a la compresién no dependen directamente de las correspon dientes resistencias de la roca matriz, sino de los pardémetros de friccién y de cohesidn de las discontinuidades. Sin embargo, es preciso anotar que una cierta relacion directa, aunque bastante débil, tiene que existir entre las caracteristicas mecdénicas de las superficies de discontinuidad y les de la roca matriz. La figura 6.1 se refiere, por ejemplo, a una masa rocosa debili~ tada por un nico sistema de discontinuidades. Dependiendo del valor del Angulo entre la normal al sistema de discontinuidades y la direccién de 1a tensién principal mayor, es determinante 1a curva de resistencia intrinseca de la roca o, al contrario, la recta de Coulomb definida por la cohesién y el dngulo de friccidn de las discontinuidades. Variando el antedicho 4ngula entre tensidn principal y estructura geolégica, se puede construir la figura 6.2 la cual indica, como ejemplo, la variacién de la resistencia relativa (desviador "t" de las tensiones relacionado al primer invariante "s" de las mis~ mas) en el caso de dos sistemas de discontinuidades y en la hipd- tesis sencilla de ausencia de cohesién en las mismas (Lombardi &, 1970). - La enorme variacién de la resistencia en funcién del grado de meteorizacién de la roca se ve en la figura 6.3 sacada de una publicacién del Prof. Hoek &. 1983. Bien sabemos que los médulos de deformabilidad estdticos del ma~ cizo son claramente inferiores a los determinados en la roca mis~ ma. Varias férmulas empiricas establecidas para poner en relacién los distintos médulos entre ellos en funcién de ciertas caracte- risticas elementales del macizo camo, por ejemplo, del factor R@D (Designacién de la Calidad de la Roca, en inglés) (Deere Don U. 1968), son conocidas. Un ejemplo se indica en la figura 6.4. Con Sideraciones similares son posibles con respecto a ios médulos 323 igura 6.1 Macizo con un sistema de discontinuidades B = angulo entre Ta normal al sistema de disconti- nuidades y Ja direccién de la tensidn principal mayor 82 Boe i PR} 930° ! a Bey Pere j|—+ TIF BP GF HOF SOF BOF TOT GO BOT OE HOT TOF HOP OPP BO HO | 18 Figura 6.2 Macizo con dos sistemas de discontinuidades sin cohe- sin primer sistema Pi 309, angulo de friccién segundo sistema P2= 200, angulo de friccién angulo entre los dos sistemas = 60° 325 b) 08 °° B) Figura 6.3 Roca andesftica y macizo correspondiente con varios grados de meteorizacién. (Hoek, Rankine lecture 1983) (1) resistencia al corte en MPa (2) presién normal efectiva en MPa (3) roca’ andesftica intacta (figura a)) (4) zona de resistencia de roca andesftica fuerte~ mente fisurada (figura b)) (5) distitos grados de meteorizacién 326 10. og 06. Eg/ET so 04. 02. 100 y Merritt Figura 6.4 Influencia RQD sobre los médulos segin Coon 1970 827 dindmices de deformacién (Coon R.F., Merritt A.H. 1970) Las discontinuidades del macizo recoso daterminan un cierto por~ centaje, generalmente modesto, de vacios en el volumen de la ron ce. Como regia este factor no tiene influencia practica sobre la densidad global de) macizo respecto a lade la matriz recosa, pero salvo raras excepciones genera una porosidad de otro arden de magnitud bien diferente respecto a lade la roca, cosa que puede influir de manera determinante sobre la solucién de ciertos problemas hidrogeoldgicos. De la misma manera, la fisuracién de la roca es la causa de una permeabilidad de otra clase y que es de importancia mucho mayor respecto a la de la base recosa. Mas aun, la misma es generalmen- te la causa de la unica permeabilidad del macizo significativa para el ingeniero. Y eso sin hablar de los problemas carsticos. Mencionaré sélo que ademas del médulo de deformacién dinémico las discontinuidades no solamente influencian la. velocidag:de propa~ gacidn de las ondas de energia, sino que también son la causa principal de su amortiguacion. El hecho de que las discontinuidades de la masa rocosa crean la posibilidad de interferencia entre el agua y los elementos roco~ sos es decir el macizo mismo es fundamental. No solamente la pre~ sancia o la ausencia de agua define ciertas propiedades mecani- cas, como la cohesién en las discontinuidades, sino que ademas la presion de la misma es suceptible de modificar en gran proporcién muchas de las propiedades enunciadas. Podemas también amadir que, al revés, el estado tensional exis- vente en el macizo y sus variaciones influyen determinadamente sobre las mismas propiedades ya que pueden modificartas radical~ monte. Perteneciendo las discontinuidades a sistemas fundamentalmente anisotrépicos, es obvio que todas las caracteristicas mecanicas apenas mencionadas ser4n también escencialmente de naturaleza anisotrépica. El problema de saber si se puede o no tomar en cuenta en los estudios de ingenieria esta particularidad es de otro tipo, puesto que se trata de un problema meramente matemati- co (Lombardi G, 1977). 7. MODELOS CONTINUOS PARA EL _MAacIZzO RoCosO ® pesar de los aspectos expuestos sobre las discontinuidades del macizo recoso, no cabe duda que, bajo ciertas circunstancias, @3 posible simular el comportamiento de un macizo discontinue utili~ zando madelos continues con una precisidn aceptable para el inge- El criterio frecuentenente utilizedo para justificar la validez del procedimiento es el de fijar una relacién cuantitativa a ser respetada entre el tamafo de la obra -por ejemplo el didmetro oe un tunel y la distancia promedio entre las discontinuidades de cada uno de sus sistemas. La figura 7.1 muestra un modelo reolégico utilizado con excelen~ tes resultados para rocas metamérficas, por ejemplo esquistos. El mismo s@ compone de dos cuerpos de Bingham y de un elemento de 3238 . Bs | ° aE = ® eauitbrio © Fvoncia of © © reotura Figura 7.1 Modelo reolégico para un macizo rocoso (esquistoso) BF = Modelo de Bingham con fricctén (Coulomb) H = Elemento de Hooke 329 Hooke. Tiene entonces dos valores de cohesidn, de friccién y de Viscosidad pero un valor~ unico del médula de elasticidad (Lombardi G.3 Amberg W.A. 1979) En el grafico de Mohr se puede entonces reconocer un campo de equilibrio, uno de fluencia y uno de ruptura; definida esta dlti- ma como una fluencia a velocidad elevada. Sobre la base del antedicho modelo se puede, por ejemplo, compu~ tar el equilibrio transitorio en la masa rocosa alrededor de un tunel segun lo indica la figura 7.2, que relaciona el desplaza~ miente radial (U) a la distancia del punto considerade al eje del tunel (R) y al tiempo (T) en horas pasadas desde el momento de la excavacién, Se nota el movimiento inicial muy rapido, que es mas bien de rupturay y el movimiento viscoso mucho mas lanto después de cierto tiempo (Amberg W.A., Lombardi G. 197%; Lombardi Gy 1974; Lombardi G. 1975; Lombardi G. 1990; Rechsteiner Gian F Lombardi G. 1974), La modificacién del estado tensional desde el “pquilibrio elasto-plastico inicial hasta el equilibrio elasto-plastico final debida al efecto de las viscosidades se indica en la figura 7.3. Una representacién de la extensién de las zonas de equilibrio, fluencia y ruptura en un corte longitudinal de un ttinel que avan~ za a velocidad constante (Lombardi G. Amberg W.A. 1979) se en- cuentra en la figura 7.4. La figura 7.5 ensefa el desarrollo de la carga que actua sobre el revestimiento en funcién de la velocidad del avance en metros por dia. Mientras se espera a que se desarrollen modelos mds sofisticados @1 procedimiento mencionade puede presentar una solucién acepta~ ble y, a veces siendo atin el unico, puede proporcionar hasta una solucidn ideal al problema técnica. Los modelos de este tipo que estén en uso son muy numerosos. Pue: den ser interpretados con la técnice de la computacién da los elementos finitos, pero no se debe olvidar que otros métodes de integracién mas especificos al problema pueden ser mucho m4s efi~ clientes y hasta m4s exactos en sus resultados adem4s de ser mas répidos y de menor costo (Lombardi G. 1973; 1973). 8. MODELOS DIScONTINUOS Hace tiempo que se empezd la formulacién de modelos discontinuos para representar el comportamiento del macizo rocoso, Los prime- ros ensayos se refieren a modelos geométricos de sistemas de dis~ continuidades continuas abiertas, para el cAlculo de la filtra- cidn del agua a través del macizo rocoso y para la determinacién de la permeabilidad global del mismo. También vale la pena mencionar los modelos formados por bloques de roca independientes ligados entre si por medio de relaciones funcionales, por ejemplo de tipo fuerza-desplazamiento aplicando una ley elastica. A pesar de todo el trabajo desarroliado hasta la fecha, apenas se llegan a conseguir modelos discontinuos de cierta utilidad. De todas maneras se trata siempre de modelos que se refieren a un tipo bien determinado de macize recoso. 330 Uline 30: 28. 28} t=100n 24, 22 204 r= 50h, 18 16 14 12, 10) Figura 7.2 Influencta de 1a viscosidad sobre 1a deformacién de un tdned 331 a (vm?) 200 — Aas 1000. LO Pooh poo d= 7801/n* pr 200-45 + el te T i T 2 30 35 40 48(m)r t= tongencloles c= radiates al inicio tensiones el final Figura 7.3 Modificacién con el tiempo del estado tensional al re- dedor de un tdnel 392 t im) xm) 7 4 5060 o | rol _l2___-8 9 203040 ro | 1s ‘ \ e | : CEEHTa a Tort} i i | | | 12 14 | Dias Figura 7.4 Avance de un tinel Zonas de equilibrio (E), de fluencia (F) y de ruptura (R) 333, ao. iG 3 100° 245 lim) “280 0.20 v= 2.5m/d 0.40. -—- ve Savd 0.60) v= 1Om/d v2 — 0.80} omd fe = 40m v3 VARIABLE RIG. 0.1 MPa/mmn| 100: T es 80n 120% wow 200%, 240N 280% MPa Dios Figura Avance de un tinet Carga (P) sobre el revestimiento en MPa en funcién. de la velociaad (V) del avance en metros por dia. e = distancia entre frente y lungar de coloca~ cién del revestimiento RIG = rigidez del revestimfento 334 9. EL MODELO FES ~ CONSTRUCCION DE LAS PROPIEDADES MECANICAS Una via que tiene éxito y promete tenerlo aun m4s, en un futuro cercano, consiste en “construir las propiedades” del macizo como cuerpo discontinue a partir de las de sus elementos constituti~ Yos: es decir los bloques de roce y e] agua. De hecho el proceso consiste en construir un cuerpo reoldgico matematicamente continuo y no en buscar solamente elementos y modelos reolégicos ya existentes tratando de escoger los param tros mis adecuados para simular e@] comportamienta del cuerpo discontinuo. Concretamente se puede hablar de modelos sintéticos. Por fin se consigue un cuerpo continuo artificial cuyo comporta~ miento corresponde al del macizo rocoso. El modelo FES para la roca “Fisurada, Elastica, Saturada", pre- senta un firme interés ya que permite definir las caracteristicas de deformacién, porosidad, permeabilidad e inyectabilidad del macizo utilizande solamente pocos datos, muchos de los cuales, son meramente de naturaleza geométrica (Lombardi G. 1987). El modelo se aplica muy bien a la simulacié de las deformaciones del macizo bajo estados tensionales inferiores al limite que pro~ duce deslizamientos por esfuerzos de corte. Considerando una matriz rocosa elastica y la existencia de super~ ficies de discontinuidad que nunca son perfectamente lisas, ya que tienen una cierta rugosidad, se entiende que la presién nece~ saria para cerrar las aberturas de las discontinuidades depende del ancho maximo de cada discontinuidad al primer contacto entre los dos bloques, de la forma de las rugosidades, del posible ma~ terial de relleno de la fisura y obviamente dei médulo de defor— macion o de elasticidad de la roca matriz. Una fisura no es en general ni completamente abierta sin ningun contacto entre sus paredes ni tampoco una superficie continua con un contacto perfecto de los dos labios; mas bien se trata de una serie de zonas en contacto y de zonas abiertas como la figura 9 le indica. Un tipo de rellene de las discontinuidades muy frecuente es el agua. Si los vacios estan totalmente lienos de agua se habla de roca saturada. En caso contrario, la roca de comporta parcialmen- te como roca seca hasta el momento en que al cerrarse las fisuras bajo carga, #1 agua reliene la totalidad de los vacios; a partir de este momento 1a masa sigue las leyes del-cuerpo saturado. En este modelo, 1a influencia de la presidn intersticial del agua es sumamente importante y claramente bien visible en los resultados. €s invtil decir que las resistencias son funcidn de la presién total, de sus desviadores y de la presidn intersticial. Para el estudio de una fisura del tipo indicado en la figura 91 es muy ventajoso intreducir el pard4metro "x" 0 grado de cierre de la fisura segiin la definicién que se le da en la figura 9.2. En la figura 9.3 se indica el estado de equilibrio en una fisure del tipo antedicho donde presidn neutra, efectiva y total se e7 quilibran. Implicitamente se hace la hipdtesis que, siendo la po~ rosidad y la permeabilidad de la roca misma inferiores, y por 335 ee 1 GZ WML. Ferre reag rere eee Figura 9.1 Plano topogréfico y secctén de una fisura. Zonas en contacto y zonas abiertas. Ea, LLL Lid fisura abierta, X Voodd bss bbbed oreo aa fisura cerrada, X = deb ed eyed dbbbby deren a i er-@ @ ~ eo Ty Osxsl P | o ={p} Jae FOd=8 (x). o > =8lx=1, p=o) muchisimo, a los valores correspondientes del macizo (0 sea de las fisuras) la presién neutra en las fisuras puede ser disociada de la presién neutra en la roca, siempre que la misma exista, Sobre la base del "perfil de la fisura” y por medio de computaq ciones de las deformaciones eldsticas, se consiguen las relacio~ nes graficadas en la figura 9.4 para un caso particular, y donde se ven las variaciones de la superficie de contacto y de la pre~ sidn efectiva en funcién del grado de cierre de la fisura, Las antedichas funciones son normalizadas y son obviamente distintas de roca a roca y de tipo de fisuracién a tipo de fisuracion. La figura .?.5 representa un. modelo FES, es decir el resultado de las computaciones para un caso particular @ indica la variacién de la presidn total en funcién de ia presién neutra y de la de~ formacién uniaxial del macizo. El modelo permite tomar en cuenta y visualizar muy claramente la deformacién répida de la roca no drenada, la deformacién a pre- sién intersticial constante, el efecto del Grenaje del macizo, el efecto de las variaciones de la presién intersticial y de la car~ ga exterior sobre las dilataciones y cualquier combinacién de todas estas variables como se indica en la figura 9.6. En el punto H de la misma figura se indican las antes mencionadas 4 direcciones tipicas. En el punto J se explica el fendmeno de la consolidacién, que se compone de una deformacidn répida y de un drenaje consecutive, abteniéndose el mismo resultado como con una deformacion lenta. Ndtase que a las mismas deformaciones se puede hacer corresponder al médulo dinémico y el médulo estatico de deformacién respectivamente. Obviamente se puede investigar la influencia dé ‘la intensidad de la fracturacion sobre la compresibilidad del macizo. En la figura 2.7 se indica el resultado de una computacién de este tipo toman- do en Consideracidn un sélo sistema de fisuras paralelas de fre~ cuencia variable. Se trata del méduilo de deformacién promedio entre una presion efectiva nula y la presién de cierre total de ja fisura. Utilizando 1a misma base fisica se puede simular y entender tam- bién la porosidad, el fendmeno de la filtracién del agua (permea~ bilidad) y de los productos o mezclas de inyeccién a lo largo de las mencionadas superficies de discontinuidad (Deere Don U., Lombardi @. 19853 Lombardi G. 19853; 1987). Para este propésito es necesario esquematizar la topologia de la fisura. La figura 9.8 indica justamente un tipo de modelisacién de una discontinuidad en su plano. Este esquema es por si inde~ pendiente de la ley de cierre de la fisura. Desarrollando las necesarias computaciones hidrdulicas se puede determinar el flujo de agua en funcién de un dade gradiente, es decir, computar la permeabilidad del macizo pare cada valor del grado de cierre de la fisura. Un ejempio se lo indica a la figura 9.9 para condiciones particulares. Se nota como la permeabilidad disminuye més rapidamente que la ley de tercera potencia que ' se utiliza frecuentemente. Este hecho explica que a grandes profun= didadas las fisuras esten generalmente cerradas y 18 339 Ax) B(x) Axis 1 8 6 = 4 _| eee aca) fate 2 1 ae a & 8 1 tieura ablorta fisura cerrada % (x) = parte de superficie en contacto ® (x) = compresién por contacto Z (x) = perfil ondulacién fisura gura 9.4 Macizo eldstico, fisurado, saturado. FES. Perfil de las ondulacionas y variactones de la su- perficie en contacto y de la fuerza efectiva de contacto (presién efectiva correspondiente) . en funcién del grado de cierre de la fisura. 340 Pres.pgutra ‘ \ Sv ze0e9: _“zs0009 8 3 7 8} xdy 3 3 2 $ 3 8 8 8 8 rere yo0009 350000 % fo #6895 1/mt ‘s0000 0 20 40 30 30 10.0 12.0 Be bo 10/00) Figura 9 Modelo FES para un mactzo rocoso x = 0 flsure abtarte +1 ffsura toralmente corrada Fisuras da 0.6 m2 con una ondulacién de 100 mm, Gistantes entre s\ ¢@ 100 an, Module de alastici¢ad de 1a roca 2 Mio t/m2, 341 Figura 9.6 Ejomplo: 1, Aumento de carga no drenado 2, Carga presién intersticlat constanta 2, Drenage bajo carga constants (médulo de aeentamento uniaxia) 4, Dilatacién aula AS! + 20000001/n = as7000nt fey any © ep 20.5en BE +P 0.5 nH a Modula do asontamonto triaxial (9 0.9) 200000 : "— + 998'000 nt ' TeSS , 800009 9 5 + {1-031 ZOCTOOO Modelo FES. Variactones tipicas de estado tenstonal 342, 8 m2) Fes (108 t/m?) 2.4 22 2.01) ~ 18 16 - ~ fe 14 modelo FES. | 8 — b 1. ~ Oo 2 4 6 8B 10 2 14 16 18 20NF fisuras por m Figura 9 Variacién del modulo de deformacién del macizo en fun- cién de 1a frecuencia de fisuras de 0.6 mm y 100 mm de ondulacién. La deformactén se entiente desde las fisu~ ras completamente ablertas al cierre total de las mis- mas. 343 Zonas en liquido. contacto =& Seccion A-A Ay ves uA en_contacto la : ae Figura 9.8 Modelizacién de la discontinuidad en su plano. Modelo FES. 344 (m/s) 10° 10-4 10-8. 10-8 10-7. 10-8. 10-°. 107 to 107" x=0 2 4 6 8 1 oF 8 6 a 2 ° an 512216 064 008, fisura ablerta fisura cerrada Figura 9.9 Modelo FES. Variacién permeabilidad, k, con cierre fi- sura. Abiertura maxima fisura 0.6 mm, distancia entre Tas mismas 200 mm. 345 permeabilidad sea muy limitada. Por otro lado, se entiende el débil gradiente hidrdulico que se nota alrededor de galerias drenantes donde la roca es descomprimida aun en caso de profundi~ dades importantes bajo el nivel fredtico. En manera similar se indica en la figura 9.10 la variacién da lo porosidad en funcién de la tensidn efectiva de compresién para un otro maciza. El preblema de la inyeccién de la roca fisurada, usando por ejem- plo mezclas de cemento, tiene suma importancia en la ingenieria civil; se trate de impermeabilizar o bien de consolidar la masa de roca. Debe anotarse que la mezcla es un cuerpo de Bingham con viscosidad y cohesién, La figura 9.11 muestra la variacién del caudal de mezcla pasante 2 través de una fisura en funcién del grado de cierre de la misma y del gradienta de la presidn de inyeccién. Se puede moter Ja enorme variacién de ceudales ya que, debido a la cohesitn de la mezcla, @l flujo se para, si el gradiente es inferior a un valor Limite. Bombeando agua, que es un Liquide de Newton, al contra- rio, el flujo nunca se@ para. Este hecho permite afirmar que si bien el ensayo de presidn de agua, dicho de Lugeon, permite una evaluacién de la permeabilidad de la roca antes y después de la inyeccién, nunca puede ser un indicador aceptable de la cantidad de mezcla que la inyeccién va a necesitar. Con mas detalles la figura 9.12 indica la reparticién de las ve~ locidades de la mezcla de inyeccidén de un pequedo canal abierto en el plano de la fisura. Sobre la base de los resultados de los antedichos astudios, se puede, por fin, dibujar un diagrama que relaciona la presién de inyeccidén, el volumen inyectado, la distancia maxima da inyeccidn con la cohesién relativa de la mezcla y el espesor de la fisura. En la.figura 9.19 se presenta un diagrama de este tipo para fisu~ ras planas ablertas de espesor constante. Hoy en dia se dispone entonces, de esta manera, de una base seria para investigar y disefar 1a inyeccién de un macize recoso sea para consolidarle como para impermeabilizarlo. Es facil apreciar como el modelo FES presentado puede tomar en cuenta la existencia de distintos sistemas de discontinuidades, cada uno con sus propias caracteristicas y pardmetros. La construccién de un modelo FES tridimensional se encuentra ac~ tualmente en desarrollo. Si bien el presente modelo ya permite un gran numero de aplicaq clones de gran interés para la ingenieria, no cabe duda que podra ser completado y ampliado en un futuro préximo para tomar en cuenta otros efectos, por ejemplo, las deformaciones que no sean meramente eldsticas. Est& claro ‘todavia que este modelo, como cualquier otro, queda limitado a un cierto tipo de rocasy a Ciertas condiciones. En particular, se limita a un estado tensional inferior al limite de deslizamiento en un macizo de roca con matriz elastica. 10. EL caso zeuzter 346 n(%) 0.25. 0,20 ney VT O15 op — — 0.10 0.05 p>] ae 0. te Oo 000 2000 00 4000 5000 6000 6646 (t/m®) fisura ablerta flsura cerrada Figura 9,10 Modelo FES. Variacién porosidad, n, en funcién de la tensidn efectiva de compresidn, La porosidad se define como la relacién entre el volumen de los vacfos y el volumen del macizo. 347 (I/axm) to" tors wo-+ to-* to-e los 10-19] 02 04 06 08 10 floura ablecta flsura cerrada Figura 9.11 Inyecetén en una fisura ondulada; caudal de mezcla de cemento en funcién det gradiente de presién y del grado de abjertura de Ta fisura. Ablerture maxing 0.6 ma Cohesién relativa de ta mezcla de {ayeccién 0.5 am Viscostdad de 14 misma 20.10-6 nt/s 348 ices sem ride eerreca | | Figura 9.12 Flujo de una mezcla de inyecctén (Cuerpo de Bingham) en una discontinuidad del macizo rocoso. Reparticién de las velocidades. Se noten las zonas de velocidades nulas donde el espesor del canal es inferior a cferto valor. 349 Crf+ ce #02 am Yon iT RNmt Figura 9.13 Inyeccién de una fisura plana de espesor (e) constante p = presidn, ¥ = volumen, R = distancia maxima in~ yectada al pararse el flujo 350 La formilacién del modelo FES ha permitido entender, entre otros, un problema muchas veces ignorado en el pasado, pero que puede tener suma importancia; el problema del asentamiento de un macizo rocoso bajo el efecto del drenaje o sea como consecuencia del descenso del nivel de la capa fredtica. Para justificar esta afirmacién se puede relatar el caso bastante extraordinario de la presa de Zeuzier en Suiza, donde se produje- ron asentamientas del macizo rocoso de cimentacién de la presa en arco, de una amplitud de aproximadamente 15 em, como consecuen~ cia, con el cierre del valle, debidos ambos Tenémenos al drenaje de la montafa por causa de la perforacién de una galeria de in- vestigacidn por debajo de la presa. Esta deformacian produjo ob- viamente grandes dafos a la presa. Muy brevemente el preblema de la presa Zeuzier puede resumirse como sigue con el auxilio de las tres figuras siguientes. La figura 10.1 indica Ja situacion geoldgica general bajo la pre~ sa. La misna se cimenta en las calizas del-Malm. Por debajo del Naim y separadas por capas mis o menos impevmeables se encuentran las formaciones calizo-margosas del Dogger que contenian una capa fredtica cautiva, Con la construccién del tunel de investigacion (en prevision de un posible futuro tunel de autopista) se produio un drenaje de la capa fredtica que caus el antedicho asentamien- to del macizo. En la figura 10.2 se muestra la buena correspondencia abtenida entre los asentanientos medidos y los valores computados. De la misma manera se comparan en la figura 10.3 los caudales drenados por el tunel de investigacion con los valores determina dos por calculo. 11. CONCLUS TONE: De manera bastante rapida y resumida hemos recorrido el largo camino del desarrollo de los modelos matematicos en la mecdnica de rocas. Finalmente estos modelos no son m4s que la expresién matemdtica de la visién que tenemos de la roca y del macizo. Es imprescindible destacar como hasta la fecha cada uno de toda una serie de modelos encuentra sus aplicaciones précticas para ciertos tipos bien espacificos de roca. Muchas veces, el dificil problema real consiste en atribuir un dado macizo a un tipo bien definide para el cual un modelo opera~ cional exista. Al mismo tiempo, queda abierta la gran cuestién de determinar numericamente los pardémetros cuantitativos, necesarios a ser considerados ene! modelo (Lombardi G. 1979). Esa es especificamente la tarea esencial de las vasta disciplinas que podemos llamar la "“mecénica de rocas observacional" y la "me- canica de recas experimental", de las cuales no vamos por cierta a hablar hoy} @sto nos dispensa ademas de examinar los modelos fisicos utilizados algunas veces con gran éxito para estudiar el comportamiento de la roca y del macizo. £1 gran suede de le "mecanica de rocas tedrica" podria ser hoy en dia el de unificar la serie de los modelos existentes y futuros; asi como lo fue, y tal se quedé hasta la fecha, el suefio de Eins tein de unificar las teorias de las fuerzas elementales y de cre~ ar la gran "teoria del campo unificade". 351 Figura 10.1 Presa Zeuzier. Capa fredtica cautiva M = Malm, D = Dogger, CC = Capa freatica cautiva, T = tinel de investigacién, P = Presa de arco 352, Dios | uso ta seo ,0_ 00.0 imo 16000 BE AH Asentamientoe medtdos — [|] 5 Ite! ie aan fly He 3 1—T ZI cope tata ore —eaghe-etoelooe| af 2 ‘— Cope freatica cauttva: Figura 10.2 Presa Zeuzier. Asentamientos en funcidn del tiempo Comparacién valores medidos y valores computados we ~ Covdales medidos 8 Computodee oa ‘ al i ett 1 LING [Pee pertnp ot feat aoe eleone} ie mo ‘los Figura 10.3° Presa Zeuzier. Caudales drenados en funcién del tiempo Comparacién valores medidos y valores computados 364 REFERENCIAS B1BLLOGRAFICAS + Amberg W.A+, Lombardi G. (1974) une méthode de calcul é@lasto-plastique de l’état de tension et de eéformation autour d'une cavité souterraine, géme Congres International de la SINR, Denver, sept. 1974. Partie II, pp. 1055-1060. = Amberg W.A., Lombardi G., Rechsteiner G.F. 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