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1. ETAPA DE LA ANTIGUEDAD
Génesis del Derecho Internacional Público
Para entender sobre el origen del Derecho Internacional Público es menester
entender qué es, su concepto y los sujetos; para ello realizaré una explicación
de cada uno de estos elementos para dar inicio al tema que me compete
desarrollar en este trabajo monográfico.
Comencemos por entender ¿Qué es el Derecho Internacional Público?
Para ello presentaremos algunas definiciones de autores, sobre esta rama del
Derecho.
Según el autor alemán Matthias Herdegen el Derecho Internacional Público
“regula las relaciones entre Estados, como los sujetos originarios del Derecho
Internacional y principales actores entre la comunidad internacional” (Herdegen,
Matthias. Derecho internacional público. México. Universidad Nacional
Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2005. Página 2.),
Eduardo García Máynez y Manuel J. Sierra definen al Derecho Internacional
Público como “aquel conjunto de normas que rigen las relaciones entre Estados
y sus respectivos deberes y derechos”( García Máynez, Eduardo. Introducción
al estudio del Derecho. México. Editorial Porrúa, 2006. 59ª edición reimpresión.
Página 145. Sierra, Manuel J. Tratado de derecho internacional público. México.
1959. 3ª edición. Página 15.); y por último tomaremos al guatemalteco
Carlos Larios Ochaita, por su parte, describe el Derecho Internacional Público
como “el conjunto de normas y/o principios que rigen las relaciones: a) de los
Estados entre sí; b) de los Estados y aquellos Entes Internacionales que sin ser
Estados en el sentido pleno de la palabra, reciben tratamiento de Estados; c) de
los Estados y aquellas Entidades que sin ser Estados poseen personalidad
jurídica internacional; y d) de los Estados y de los individuos en el ejercicio de
aquellos derechos y deberes que se consideran de naturaleza internacional”
(Larios Ochaita, Carlos. Derecho internacional público. Guatemala. Maya Wuj
Editorial, 2010. 8ª edición. Página 21.).
Como podemos observar de las definiciones y conceptos de los diferentes
autores tomados, se presenta términos comunes como “Estado”, entes
internacionales”, “normas”, entre otros. Es por tal que para que exista el Derecho
Internacional Público debe existir Estados o entidades que reciban tratamiento
internacional, además que entre estos aparatos rigen relaciones.
Para este trabajo solo abarcaremos de forma singular qué es el Estado, cómo
en las primeras civilizaciones del mundo se relacionaron como entes estatales
autónomos y con qué normas o tratados.
Como lo define Georg Jellinek, citado por Francisco Porrúa Pérez “el Estado es
una creación humana; consiste en relaciones de voluntad de una variedad de
hombres” (Porrúa Pérez, Francisco. Teoría del Estado. México. Editorial Porrúa,
1954. 40ª edición. Página 193.); y el mismo autor Francisco Porrúa Pérez
“una sociedad humana, asentada de manera permanente en el territorio que le
corresponde, sujeta a un poder soberano que crea, define y aplica un orden
jurídico que estructura la sociedad estatal para obtener el bien público temporal
de sus componentes”. Esta definición de Francisco P. Pérez brinda los tres
elementos básicos y tradicionales de un Estado: soberanía, población y territorio.
La población que se refiere a todas las personas que lo conforman y residen
dentro del territorio, espacio físico-geográfico.
Por último, tomaré la definición de Carlos Larlos Ochaita, según el cual también
expone los elementos señalados por Francisco P. Pérez, pero agrega que el
Estado posee la capacidad de establecer relaciones con otros Estados (Larios
Ochaita, Carlos. Derecho internacional público. Op. Cit. Pág. 61.), de esto se
desprende que un Estado no puede ser tomado como tal si no forma parte de la
comunidad internacional.
Es interesante lo que estos autores proponen y de alguna manera tienen
razonamientos aceptables, aunque si bien es cierto que estos autores son de la
actualidad es necesario comparar sus definiciones de Estado en la época
antigua, ya que se tenía un poco diferente, como que el Estado era un soberano
y no el bien público, con respecto a los límites es un tema que siempre se vio en
la historia de la humanidad así que compete estas definiciones con el tema a
tratar.
Los Estados son los sujetos primarios del Derecho Internacional Público y los
sujetos secundarios son los organismos internacionales (a los que también se
les suele conocer como organizaciones internacionales). Se dice que son
secundarios porque su creación y alcances se encuentran supeditados a la
voluntad política de los Estados. En efecto son los Estados, a través de la
suscripción de un tratado internacional, quienes dan vida y establecen los
parámetros, lineamientos de funcionamiento y competencias de los organismos
internacionales.
Juan Antonio Carrillo Salcedo señala que son “entidades creadas mediante
tratados celebrados entre varios Estados, dotadas de órganos propios y de
voluntad propia, distinta y separada de la de los Estados Miembros, con el fin de
gestionar cooperación permanente entre los Estados en un determinado ámbito
de materias (Carrillo Salcedo, Juan Antonio. Curso de Derecho Internacional
Público. España. Editorial Tecnos, S.A., 1991. Página 60.)
Es preciso afirmar que la voluntad de estos sujetos es distinta de los Estados
que las crean, en virtud de poseer personalidad jurídica propia, pero en todo caso
son los Estados quienes delimitan las actuaciones y funciones de los organismos
durante su existencia. Es decir, la voluntad independiente de los organismos se
desenvuelve dentro de los límites de su creación.
Así, se extraen las siguientes características propias de un organismo
internacional, partiendo de los elementos dados por G. Abj-Saar, citado por José
A. Pastor Ridruejo (Pastor Ridruejo, José Antonio. Curso de derecho
internacional público y organizaciones internacionales. España. Tecnos, 2003.
9ª edición. Páginas 691 y 692):
su carácter interestatal;
su creación voluntaria;
la existencia de órganos permanentes;
una voluntad autónoma;
competencias propias; y
cooperación entre sus miembros.
Teniendo en cuenta estos primeros conceptos y definiciones pasamos al origen
y evolución del Derecho Internacional Público.
En la época primitiva, la administración de justicia, no propiamente ejercida por
los órganos públicos del Estado fue la característica de este periodo de la
historia. La interpretación jurídica, el análisis de la jurisprudencia y la defensa del
derecho fueron marginalmente considerados y dominados por quienes
detentaban el poder. Puede entonces, considerarse este periodo como una
etapa en la cual no se daba aún la organización civil y, por ende, no se había
instituido el Estado, ni el derecho tal como percibimos en la era actual, aunque
cada grupo tenía un ordenamiento propio de obligatorio cumplimiento que se
convertía en jurídico para cada comunidad; ni tampoco existía una regulación
clara respecto al ejercicio del poder, el cual en su gran mayoría era detentado
por la cabeza de la familia. Estas comunidades fueron definidas como soberana,
pues su ordenamiento jurídico no derivaba de una institución diferente: cada
comunidad establecía una estructura propia que la constituía en singular
permitiendo que en el ámbito global de cada una de ellas se pudiera hablar del
ejercicio de funciones ilimitadas, entendiendo éste como el ejercicio máximo del
poder ya que cada comunidad no dependía ni se encontraba limitada por otra.
La asimilación del concepto de soberanía condujo, así, a cada uno de las
comunidades a la búsqueda de mecanismos para frenar el fenómeno conocido
como “el derecho de venganza”. El individuo miembro de la comunidad ya no era
un ser totalmente ilimitado, sino que se encontraba restringido a la Ley de Talión,
logrando que la vida dentro de las tribus fuera en gran medida más organizada,
al colocar barreras al ejercicio de la autonomía de la voluntad privada. La
soberanía influyó como un mecanismo de absorción del poder que dejaba en
manos del individuo una pequeña porción de este y se atribuía a la cabeza de
tribu la mayor parte; por este motivo muchos autores establecieron como primer
origen del despotismo la organización de estas comunidades, No obstante, vale
recordar que la guerra era una constante en las relaciones entre las tribus. Esto
llevó a las primeras relaciones recíprocas después de encuentros hostiles, pero
estos ordenamientos sociales sintieron la eterna guerra como una fatalidad y
maldición, y decidieron unirse. Otro aspecto importante lo constituyó el inicio del
desarrollo de ciertas normas necesarias para el tráfico y los intercambios entre
las primeras comunidades, y el concepto del objeto de derecho internacional
primitivo como:
las figuras de protección de los heraldos
los legados y los interpretes
la solución de litigios por instancias sagradas
las sanciones por incumplimiento de las estipulaciones celebradas entre
tribus y clanes
La creación de Estados: Después del progreso del periodo pre estatal apareció
el fenómeno de la reunión pacífica o violenta de varias tribus, que por lo general
fue causado por al hacerse sedentaria las organizaciones anteriores y que dio
lugar a los estados-ciudades y a los estados. Esta revolución fue llevada a cabo
tras largas y sangrientas luchas y la ilustración de un nuevo orden puso fin a la
situación continua de “venganza de sangre”. Surgiendo, así, un derecho penal
regulado por el Estado en situación de la “ley de talión”, y en las relaciones de
unos estados con otros que se fueron presentando paulatinamente algunas
instituciones y concepciones del derecho internacional. El Estado, más
organizado, no construyó relaciones iguales con otras comunidades, las
relaciones internacionales se establecieron sobre la desigualdad. Entre los
distintos Estados se fue fortaleciendo un derecho internacional primitivo que, al
intensificar los contactos, fue creando nuevos procedimientos, principios,
sistemas, criterios y normas, originando a través del tiempo y el espacio un
derecho internacional, de alcance particular (Luis Fernando Álvarez Londoño, La
historia del derecho internacional público pág. 29)
MEDIO ORIENTE
Mesopotamia:
Se desarrolla en lo que es hoy medio oriente una gran cultura de los pueblos
árabes, Mesopotámia, Babilonia, Palestina y el imperio de los Hititas. Son los
países de la cuenca del Mediterráneo propicios para los intercambios de
mercaderías de la región e intercambios jurídicos de ciertos códigos como el de
Hammurabi (escrito en 1675 a.C y descubierto en 1902 en escritos cuneiformes)
Es una de las culturas más antiguas, que dejo sus vestigios a través de
manuscritos. Ya cerca del 3100 a.C data el tratado más antiguo de que tenga
cuenta la humanidad, se habla de un tratado de Eannatur, el victorioso señor de
la ciudad-Estado de Lagash de Mosopotamia y los hombres de Humma, otra
“ciudad-estado” de la misma región. Hay quienes afirman que dicho tratado traía
una cláusula de arbitraje. Habiéndose señalado los límites de Lagash y Humma
por Misilin rey de la comunidad Kish. Los hititas buscaban la paz y no la guerra;
con Babilonia realizaron una alianza y una política de neutralidad. Es de anotar
que tales tratados alcanzaron fórmulas estables, protocolos y ceremonias
definidas (Truyol y Serra Historia del DIP, Edit. Técnos, S.A. 1998, pag.19). Para
esta época encontramos los Estados vasallos quienes celebraron tratados por
sometimiento, en el que juraban fidelidad y compromisos ante el Estado superior
que los manejaba subordinadamente.
Como podemos observar, en Mesopotamia hubo relaciones de ciudad-Estados,
además que se habla de una ciudad-Estado porque poseía los elementos que el
autor Francisco P. Pérez afirmaba: población, territorio y soberanía, además se
le puede agregar la definición de Carlos Larlos Ochaita, con las relaciones que
tuvo con otro ciudad-Estado, el cual sostenía que el Estado tiene la capacidad
de relacionarse con otros Estados. Hay indicios del Derecho Internacional
Público, incipientemente en las primeras sociedades del mundo.
Egipto:
Hubo relaciones entre los Hititas y los egipcios, en 1272 a.C se firmó entre
Ramsés II y Khattuschill III de los Hititas, un tratado redactado en el idioma
arcadio babilónico, lenguaje diplomático de la época, las partes acuerdan un
tratado de extradición a que quedaban sujetos los enemigos internos de cada
país que buscaran refugio en el otro, muestra este tratado un sentido humanitario
lo que hace contraste con las prácticas despiadadas de la época. Respaldaba la
obligatoriedad del cumplimiento del tratado el juramento religioso.
Egipto despejó el camino de las relaciones internacionales al establecer las
primeras relaciones comerciales con Palestina. Fue un estado poco mercantil en
comparación a Mesopotamia y su código Hammurabi.
EXTREMO ORIENTE
China:
India
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