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El proceso de habeas corpus es pues una institución cuyo objetivo consiste en proteger
la libertad personal, independientemente de la denominación que recibe el hecho
cuestionado (detención, arresto, prisión, desaparición forzada, etc). Nuestra
actual constitución señala que procede contra cualquierautoridad, funcionario o persona,
por cualquier acción u omisión que implique una amenaza o violación de la libertad
personal.
Lo que se tutela es la libertad física en toda su amplitud. Ello en razón a que ésta no se
ve afectada solamente cuando una persona es privada arbitrariamente de su libertad,
sino que también se produce dicha anomalía cuando encontrándose legalmente
justificada esta medida, es ejecutada con una gravedad mayor que la establecida por
la ley o por los jueces.
Podemos decir entonces que la función que cumple el habeas corpus es esencial, pues
actúa como medio para controlar el respeto a la vida e integridad de la persona, para
impedir su desaparición o la indeterminación de su lugar de detención, así como para
protegerla contra la tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes.
CAPITULO I
ANTECEDENTES
El interdicto de homine libero exhibendo sólo se otorgaba contra los particulares que
restringían la libertad de alguna persona, y no cuando tales restricciones partían de los
gobernantes ni de otras autoridades, pues en esta época la noción sobre los derechos de
los hombres a la libertad que se tenía era muy primitiva.
En Roma el Habeas Corpus estaba dirigido en reprimir y evitar las detenciones contra
aquellas personas libres por actos arbitrarios de particulares. Si la detención procedía de
una autoridad este interdicto no tenia efecto de protección.
Por otra parte en Inglaterra la situación era diferente. Según la doctrina Constitucional
se encuentra en este país el origen del Habeas Corpus, específicamente en la
Carta Magna de 1215 a.c.
En el siglo XIII, los reyes empezaban a suscribir pactos con sus súbditos mediante el
cual reconocían la existencia de ciertas reglas de gobierno las cuales debían de ser
respetadas y nunca dejadas de lado, siendo el mas conocido el de la Carta Magna
otorgada por Juan Sin Tierra el 15 de junio de 1215, cuya sección 48, determina que "
ningún hombre podrá ser apresado, puesto en prisión, ni desposeído de sus bienes,
costumbres, libertades sino en virtud del juicio de sus pares, según la ley del país.". El
11 de enero de 1931 se realizo un referéndum que plasmo el deseo del pueblo de contar
con esta institución jurídica, incorporándose en el CPE.
El pueblo inglés se ha caracterizado siempre por ser el menos propicio para soportar
tiranías, y por llevar a sus instituciones desde todos los momentos de su
vida, principios que garantizaron las libertades de sus ciudadanos.
En 1381, en las Cortes de Zaragoza, se promulgó un fuero que subsistió hasta el año
1835 en que se derogó.
A decir por Domingo García Belaunde, el Habeas Corpus, como garantía constitucional
de la libertad, es una institución muy antigua cuya aparición en Inglaterra parece
remontarse al siglo XII. Aunque, más antes, se conocía de ésta figura en la antigüedad
griega y en Roma. Pero, es en Inglaterra del siglo XII en que se reconoce una serie de
derechos y libertades; ejemplo que más tarde seguirían nuestros pueblos americanos. El
primer país que introdujo la figura del Hábeas Corpus en nuestra región fue Brasil en
su Código Penal de 1830 y más concretamente en su Código de Procedimientos Penales
de 1832.
En el Perú, como Estado, el sentido del Hábeas Corpus ha estado presente desde que
nace la República, en el Estatuto Provisorio de San Martín el 8 de octubre de 1821, pues
se advierte en la Octava Sección lo siguiente: “Todo ciudadano tiene igual derecho a
conservar y defender su honor, su libertad, su seguridad, su propiedad y su existencia y
no podrá ser privado de ninguno de estos derecho, sino por el pronunciamiento de la
autoridad competente, dado conforme a las leyes, el que fuera defraudado de ellos
injustamente podrá reclamar ante el gobierno esta infracción”. En ese orden de ideas el
Reglamento Provisorio promulgado el 15 de Octubre de 1822 por José de La Mar
prescribía en su Artículo 5°: “Sólo podrá mandar arrestar o poner preso a alguna
persona e individuo, cuando lo exija la salud pública pero certificada la prisión
remitirá al reo con su causa a disposición del juzgado o tribunal correspondiente
dentro del término de24horas”. Años más tarde, 21 de octubre de 1897, se cautela la
libertad personal contra las detenciones arbitrarias mediante Ley, es decir que
su nacimiento es eminentemente legal. Posteriormente, el tratamiento al habeas corpus
es enriquecido por las leyes 2223 y 2253 de 1916. Y será recién con la Constitución
de Leguía de 1920, en la que de manera concluyente y por primera vez aparecerá el
vocablo latino de Hábeas Corpus en su Artículo 24 se lee: “Nadie podrá ser arrestado
sin mandamiento escrito del juez competente o de las autoridades encargadas
de conservar el orden público, excepto infraganti delito, debiendo ser puesto
el arrestado dentro de 24 horas a disposición del juez que corresponda. Los ejecutores
de dicho mandamiento están obligados a dar copia de él siempre que se les pidiera. La
persona aprehendida o cualquier otra podrá interponer conforme a Leí/, el recurso de
Hábeas Corpus por prisión indebida”. Cuarenta años más tarde en 1961 se expide la
Ley N° 2223 que establece las garantías individuales.
1) La Acción de Hábeas Corpus, que procede ante el hecho u omisión, por parte de
cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza la libertad individual
o los derechos constitucionales conexos”.
Sostiene, Alberto Borea que, la experiencia judicial de los Hábeas Corpus en el Perú a
un nivel práctico antes que teórico, ha sido asumir una interpretación restringida de la
libertad individual, en particular de la libertad física, seguridad personal y libertad de
tránsito, básicamente; a pesar que el artículo 12 de la Ley de Hábeas Corpus, establece
los supuestos de procedencia de dicha garantía, habiendo quedado desprotegida la
libertad en la mayoritaria jurisprudencia nacional en los casos vinculados, al derecho a
la vida en las demandas por detenidos-desaparecidos, a la integridad física, psíquica y
moral; a no ser incomunicados; y a la excarcelación en el caso de reo absuelto, entre
otros.
César Landa, manifiesta que sin embargo con la entrada en funcionamiento del Tribunal
Constitucional, la jurisprudencia en materia de protección de la libertad personal y
derechos conexos a ella, fue mayoritariamente tutelar. Coincidimos con César Landa,
pues observamos que en el año 2003, a través de múltiples sentencias el Tribunal, ha
asumido y definido su posición en defensa de los derechos fundamentales y de sumo
intérprete de la Constitución.
El hecho que un juez emita una resolución judicial en la que se priva de su libertad a
una persona, no significa que esta decisión no pueda ser objeto de control constitucional
alguno, esto es parte también del debido proceso al que todo ciudadano sometido al
órgano jurisdiccional tiene derecho. La libertad se ve afectada cuando, entre otros
motivos, una persona es privada de ésta por una resolución judicial arbitraria. Es
arbitraria porque no respetó un debido proceso penal, lo cual hace al mismo,
un proceso irregular.
CAPITULO II
MARCO TEORICO
El Hábeas Corpus es una acción de garantía constitucional que procede contra todo
acto u omisión de funcionario, autoridad o particular que vulnera o amenaza la libertad
individual y los derechos íntimamente relacionados a ella, con excepción de aquellos
tutelados por la Acción de Amparo. En el nuevo Código Procesal Constitucional
peruano a entrar en vigencia en diciembre del 2004 se le denomina “Proceso de
Hábeas Corpus”, en contraposición a la denominación de Acción de Habeas Corpus de
la Ley 23506.
Víctor Ortecho Villena afirma que: “es una acción de garantía constitucional sumaria
entablada ante el juez penal o ante la Sala Penal Superior, dirigida a restituir la
libertad que ha sido vulnerada o amenazada, por actos u omisiones provenientes de
autoridades, funcionarios o particulares”
Walter Díaz Zegarra afirma que el Hábeas Corpus “es un proceso constitucional que
tiende a hacer respetar la libertad personal, que en su origen estaba dirigido contra los
abusos de poder de autoridades. Hoy en día los abusos no solo provienen de autoridades
sino también de particulares que ostentan algún tipo de poder“.
El profesor argentino Néstor Pedro Sagués, citado por Ortecho Villena en su Obra:
“Jurisdicción y Procesos Constitucionales”, señala que: “…lo cierto es que resulta el
instrumental más elemental y contundente para asegurar la libertad
personal contra los abusos del poder” y continua diciendo: “(…) las excelencias el
Habeas Corpus – por algo ciertamente es tan apreciado- deriva del bien jurídico que
sustancialmente tutela, esto es, la libertad ambulatoria. Sin ésta – extinguida o
restringida- poco puede hacer el hombre. El Hábeas Corpus, en otras palabras es una
suerte de garantía fundante, en el sentido que posibilita, merced a la obtención a la
libertad corporal, la práctica de las restantes libertades humanas. De ahí que sea la
herramienta básica de todo habitante y el mecanismo jurídico más odiado por el
despotismo.”
Ivan Noguera Ramos señala que el Hábeas Corpus persigue dos finalidades:
una Inmediata, es decir reponer el derecho violado o vulnerado y, la
segunda: Mediata que es sancionar penalmente a los responsables.
Características
El habeas corpus es un derecho y a la vez un proceso concreto al alcance de cualquier
persona, a fin de solicitar del órgano jurisdiccional competente el resguardo de la
libertad corpórea, la seguridad personal, la integridad física, psíquica o moral, así como
los demás derechos que le son conexos. También protege a la persona contra cualquier
órgano, publico o privado, que ejerciendo funciones de carácter materialmente
jurisdiccional, adopta resoluciones con violación de la tutela procesal efectiva que
lesiona su libertad personal.
2.4.1. Sumariedad
El Habeas Corpus debe ser resuelto por el Juez Penal con rapidez, inmediatez y
bajo responsabilidad. El carácter sumario de este procedimiento exige la
preferencialidad por parte de los jueces, claro está, bajo su responsabilidad.
2.4.2. Subsidiaridad
2.4.3. Informalidad
2.4.4. Brevedad
CAPITULO III
DERECHOS PROTEGIDOS
Artículo 25.- Derechos protegidos
JURISPRUDENCIA
EXP. N° 803-2003-HC/TC
LIMA 30-11-2004
Antecedentes
El recurrente con fecha 30 de enero 2003 interpone acción de habeas corpus
contra la tercera sala Penal de la Corte Superior de Arequipa, integrada por los
señores vocales, por violación a su derecho constitucional a la libertad personal.
Requiere que al sala emplazada le revoca el beneficio penitenciario de semi
libertad que le fuera concedido por el tercer juzgado Penal de Lima en el Procesal
Penal N° 72-896 seguido en su contra, aduce que la emplazada arbitrariamente
dispuso que cumpla con el integro de la pena revocada de tres años la que
comienza a correr desde el 28 de octubre de 2002 y vence 27 de octubre de 2005
asimismo que ilegalmente la accionada dispuso que a partir de esta última se
empieza a cumplirla segunda pena por la que se encuentra recluido. Finalmente,
alega que la acumulación aritmética de las penas impuestas lesiona su derecho a
la libertad individual.
FUNDAMENTOS
Por consiguiente, la aplicación sucesiva de penas al demandante ha sido dictada
con arreglo al artículo 2°, inciso 24 literal b) de la constitución, que establece que
los límites del derecho a la libertad deben sujetarse a los procedimientos, causas y
condiciones previstas en la ley, en consecuencia, no se acredita la vulneración
constitucional que sustenta la demanda.
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda.
JURISPRUDENCIA
EXP. N° 3966-2004-HC/TC
Lima 3-3-2005
Antecedentes
Con fecha 30 de diciembre de 2003, el recurrente interpone demanda de hábeas
corpus a favor de don Enrique José Benavides Morales, contra la Jueza del Quinto
Juzgado Penal Especial de Lima, el Fiscal Adjunto Supremo de la Primera Fiscalía
Suprema en lo Penal, los magistrados de la Sala Penal Permanente de la Corte
Suprema de Justicia y los miembros integrantes de la Comisión de Extradición
Activa, solicitando que se ordene la suspensión del trámite de extradición activa
del beneficiario y, en consecuencia, se oficie al Ministerio de Relaciones
Exteriores a efectos de que el cuaderno de extradición no sea remitido a la
República Federal de Alemania; o, en todo caso, se disponga el inmediato cese de
la amenaza de violación a su libertad individual, ordenando que el gobierno
peruano revoque la solicitud de extradición acordada.
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda de hábeas corpus.
JURISPRUDENCIA
EXP. N° 3247-2004-HC/TC
Lima, 24-11-2014
Antecedentes
Con fecha 18 de agosto de 2004 el recurrente interpone acción de hábeas corpus
contra Edgar Barrón Vargas y Machie Ebisui de Barrón. Manifiesta que los
emplazados impiden su ingreso y circulación por una carretera afirmada que
conduce a la mina de su propiedad, que se encuentra en la Concesión Minera
Giovanna Hermosa; que dicha carretera pertenece a la Red Vial Nacional, ubicada
en el Km 14 de la Autopista Callao – Ventanilla, hoy avenida Néstor Gambeta,
distrito del Callao; que cuando ingresaba al terreno eriazo de su propiedad, los
emplazados, provistos de palos y perros, en compañía de ocho personas, le
impidieron el libre tránsito, situación que hasta la fecha persiste, transgrediendo
con ello su derecho constitucional a transitar libremente.
Fundamentos
En este orden de ideas, el emplazado propietario se encuentra obligado a respetar
tal gravamen, es decir, a permitir el libre paso de terceros por la trocha carrozable
denominada Av. Néstor Gambeta, sin impedir su uso, toda vez que esta es una
limitación legal al ejercicio de su derecho de propiedad, en tanto que el libre
tránsito por el predio sirviente es una facultad legal conferida al accionante.
HA RESUELTO
Declarar FUNDADA la demanda.
JURISPRUDENCIA
EXP. N° 3914-2004-HC/TC
Lima, 29-12-2004
Antecedentes
1. Demanda
Con fecha 13 de agosto de 2004, el recurrente interpone acción de hábeas corpus
a favor de don Florencio Tomateo Espinoza contra el Cuadragésimo Segundo
Juzgado de Instrucción de Lima, Secretaria Carmen Velásquez, Exp. N.° 273-
2002, alegando la vulneración de su libertad personal, por la emisión de una
arbitraria orden de captura en contra del favorecido, la cual fue ejecutada por la
autoridad policial el 24 de julio de 2004. Aduce que cuando el beneficiario se
presentó a la dependencia policial de manera voluntaria a fin de esclarecer la
denuncia en su contra, no se le permitió realizar su descargo de ley a través de su
declaración instructiva, tomándole únicamente sus generales de ley, demostrando
este hecho una clara afectación de la presunción de inocencia y del derecho a la
defensa.
2. Declaraciones indagatorias
Con fecha 13 de agosto del 2004, en su declaración indagatoria el favorecido alega
desconocer si sus familiares han interpuesto recurso de apelación contra el
mandato de detención, y afirma que no le tomó su declaración instructiva por
existir una huelga general de trabajadores del Poder Judicial.
1. Contestación de la demanda
Con fecha 16 de agosto del 2004, el Procurador Adjunto a cargo de las
asuntos judiciales del Poder Judicial se apersona al proceso solicitando que
se declare de improcedente la demanda, por tratarse el cuestionado de un
proceso regular, en el cual el hábeas corpus no puede ser eficaz.
FUNDAMENTOS
1. La limitación del derecho a la libertad personal
FALLO
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad
que le confiere la Constitución Política del Perú.
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la acción de hábeas corpus de autos.
JURISPRUDENCIA
EXP. N° 3544-2004-HC/TC
Antecedentes
Con fecha 21 de mayo de 2004, el recurrente interpone acción de hábeas corpus
contra el titular del Decimonoveno Juzgado Laboral de Lima, doctor Sandro
Alberto Núñez de Paz; la titular a cargo del Decimocuarto Juzgado Penal de Lima,
doctora Claudia Almenara Álvarez; y la titular a cargo del Tercer Juzgado Penal
para Procesos en Reserva, doctora Sonia Pacora Portilla. Manifiesta que mediante
orden judicial se ordenó a la empresa Fuerzas Especiales de Resguardo, Seguridad
y Apoyo Delta S.A., de la que es Gerente General, el pago de los beneficios
sociales de don Teobaldo Lima Quispe Huamán y que, ante el impago de los
mismos, el titular del Decimonoveno Juzgado Laboral de Lima lo denunció por el
delito de violación a la libertad de trabajo, iniciándosele proceso ante el
Decimocuarto Juzgado Penal de Lima. Asimismo, señala que la Juez a cargo del
Tercer Juzgado Penal para Procesos en Reserva ordenó su inmediata ubicación y
captura. Alega que tales hechos vulneran el principio de legalidad penal,
reconocido en el artículo 2, inciso 24, literal “d”, de la Constitución Política,
puesto que el delito que se le atribuye, tipificado en el artículo 168 del Código
Penal, sanciona a quien “incumple resoluciones dictadas por la autoridad
competente”, encontrándose excluida de ello la “autoridad jurisdiccional”. Agrega
que tal supuesto solo es aplicable en materia de violación de libertad de trabajo, y
no en el caso de deudas o de obligaciones de dar sumas de dinero dispuestas por
el Poder Judicial, por lo que, a su juicio, también se ha violado la prohibición
constitucional de la prisión por deudas.
Realizada la investigación sumaria, la titular del Decimocuarto Juzgado Penal de
Lima sostiene que no constituye violación o amenaza de violación de derechos
constitucionales abrir instrucción contra una persona previamente denunciada por
el Ministerio Público. Por su parte, la titular del Tercer Juzgado Penal para
Procesos en Reserva manifiesta que el accionante fue declarado reo ausente en el
proceso seguido en su contra por el delito contra la libertad de trabajo ante el
Decimocuarto Juzgado Penal de Lima, derivándose los actuados a su despacho a
efectos de que dispusiera su ubicación y captura.
El Trigésimo Sexto Juzgado Penal de Lima, con fecha 2 de junio de 2004, declara
improcedente la demanda, por considerar que, de conformidad con el inciso 2) del
artículo 6° de la Ley N.º 23506, no proceden las acciones de garantía contra
resoluciones judiciales emanadas de procedimiento regular.
FUNDAMENTOS
1. Sin ingresar a evaluar el fondo de la controversia, este Tribunal considera que
debe desestimarse, por prematura, la demanda. En efecto, conforme se ha
acreditado de autos, el recurrente ha alegado la excepción de naturaleza de
acción, la misma que, después de haberse declarado infundada, fue apelada,
no advirtiéndose en autos que el recurso haya sido resuelto. Por lo demás,
tampoco se ha acreditado que exista una sentencia condenatoria que tenga la
condición de firme.
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda.
JURISPRUDENCIA
EXP. N° 2028-2004-HC/TC
Arequipa, 5-7 -2014
Antecedentes
La accionante, con fecha 8 de marzo de 2004, interpone hábeas corpus contra el
Juez del Octavo Juzgado Penal Colectivo con Reos en Cárcel de Arequipa, don Carlos
Mendoza Banda, sosteniendo que es procesada por el delito de terrorismo (Expediente N°
2181-2003), y que desde el 12 de enero de 2004 ha presentado recursos ante el Juzgado
Penal demandado que no han sido admitidos por carecer de firma de letrado, hecho que
vulnera el derecho constitucional de defensa, reconocido en el artículo 139°, inciso 14)
de la Constitución Política del Perú.
FUNDAMENTOS
1. Delimitación del petitorio
b) La Constitución Política del Perú, en su artículo 139°, inciso 14), reconoce el derecho
de defensa. El Tribunal Constitucional considera que el principio de no ser privado
del derecho de defensa en ningún estado del proceso, constituye una de las
condiciones indispensables para que un proceso judicial sea realizado con arreglo al
debido proceso.
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda de hábeas corpus.
JURISPRUDENCIA
EXP. N° 2648-2003-HC/TC
Lima, 29-11-2014
Antecedentes
Con fecha 18 de junio de 2003, los recurrentes Freddy Horacio Ara Ara y Felipe
Santiago Miranda Limache interponen acción de hábeas corpus contra el Procurador
Anticorrupción de Tacna, César Augusto Raffo Palza, y contra el Presidente de la
Asociación de Residentes del Distrito de Estique Pampa, César Rivera Montálico, con el
objeto que cese la afectación de su derecho a la libertad, que se respete la inviolabilidad
de su domicilio y se suspenda el seguimiento policial que se le aplica a ambos. Alegan
que los accionados emitieron declaraciones en todos los medios de comunicación con el
propósito de amedrentarlos, restringiéndoles su derecho constitucional de elegir
libremente el lugar de su residencia; también que se refieren a ellos como “golondrinos”
que variaron su domicilio real, a efectos de influir en los comicios electorales. Finalmente,
aducen que los accionados arbitrariamente han solicitado información sobre ellos a la
Reniec, y que han dispuesto constatación y vigilancia policial en sus domicilios, excesos
que lesionan sus derechos constitucionales.
FUNDAMENTOS
1. Los accionantes recurren al hábeas corpus para buscar tutela a su derecho de elegir
libremente su lugar de residencia, que consideran vulnerado por las declaraciones
periodísticas radiales y escritas vertidas por los emplazados en ejercicio de sus cargos; a
las cuales les atribuyen fines persecutorios.
3. Del estudio de autos se advierte que, ante la proximidad del proceso electoral, que
culminara con el sufragio de fecha 17 de noviembre de 2002, muchos ciudadanos
efectuaron cambios domiciliarios masivos hacia la localidad de Estique Pampa y
Tarucachi; lo cual fue considerado por los accionados como la exteriorización de voluntad
de los votantes destinados a influenciar en los referidos comicios, conforme lo expresaron
en sus declaraciones periodísticas, que obran de fojas 78 a 84 de autos.
En tal sentido, no se acredita que las declaraciones vertidas por éstos a los medios
periodísticos lesionen la libertad locomotora o impidan el derecho al libre tránsito de los
accionantes, o que éstas transgredan su derecho a elegir libremente el lugar de su
residencia, el cual es ejercido por ambos en forma irrestricta, conforme se acredita en la
demanda como domicilio real la Calle Central N. º 57 del Distrito de Estique Pampa. En
consecuencia, este Colegiado estima que, al no acreditarse la vulneración constitucional
que sustenta la demanda, resulta de aplicación el artículo 2. º contrarius censu de la Ley
de Hábeas Corpus y Amparo N.º 23506.
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la acción de hábeas corpus.
Este derecho tiene que ver con la libertad declarada por el juez, que
ante ello no se proceda a la libertad del procesado o condenado,
obviamente se trata de una conducta renuente en dar cumplimiento
a un mandato judicial.
JURISPRUDENCIA
EXP. N° 549-2004-HC/TC
Lima, 21-1-2005
Antecedentes
La recurrente, con fecha 10 de setiembre de 2003, interpone acción de hábeas
corpus a favor de su patrocinado Manuel Rubén Moura García, contra los vocales de
la Segunda Sala Penal Para Procesos con Reos en Cárcel de la Corte Superior de
Justicia de Lima, integrada por Biaggi, Izaga y Saquicuray, con el objeto que se
ordene la inmediata libertad del beneficiario, por exceso de detención. Aduce que el
favorecido fue detenido el día 18 de febrero de 2003 en la ciudad de Tarapoto, e
internado el 20 de marzo del mismo año en el Establecimiento Penal Miguel Castro
Castro, sin que a la fecha se le haya juzgado de conformidad al artículo 321.º del
Código de Procedimientos Penales; por lo que solicita su excarcelación, dado que
tanto la detención indefinida que lo aqueja como el proceso penal sin duración
determinada que se le sigue, transgreden sus derechos constitucionales a la libertad
individual y al debido proceso en el extremo de ser juzgado en un plazo razonable.
FUNDAMENTOS
3. En relación al derecho a ser juzgado sin dilaciones indebidas, este Tribunal considera
pertinente recordar que el derecho a que una persona sea juzgada dentro de un plazo
razonable no se encuentra expresamente contemplado en la Constitución. Sin
embargo, se trata de un derecho que coadyuva el pleno respeto de los principios de
proporcionalidad, razonabilidad, subsidiariedad, necesidad, provisionalidad y
excepcionalidad, que debe guardar la duración de un proceso para ser reconocido
como constitucional. Se trata, propiamente, de una manifestación implícita del
derecho al debido proceso y la tutela judicial efectiva reconocida en la Carta
Fundamental (artículo 139 3 de la Constitución) y, en tal medida, se funda en el
respeto a la dignidad de la persona humana.
Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro
de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e
imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de
cualquier acusación penal formulaba contra ella, o para la determinación
de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier
otro carácter.
5. En tal sentido, el principio de “plazo razonable” al que hacen referencia los artículos
7.5 y 8.1 de la Convención Americana, tiene como finalidad impedir que los acusados
permanezcan largo tiempo bajo acusación y asegurar que ésta se decida prontamente.
Esta sentencia se ocupa sólo del segundo de los referidos derechos, es decir, del
derecho de toda persona a ser juzgada dentro de un plazo razonable, esto es, el
derecho de todo justiciable de no padecer dilaciones indebidas, o, dicho de otro
modo, la obligación del Estado de proveer recursos judiciales efectivos.
10. Sobre este tema, la Corte Interamericana, siguiendo el criterio expuesto por el
Tribunal Europeo de Derechos Humanos, ha señalado que “se debe tomar en cuenta
tres elementos para determinar la razonabilidad del plazo en el cual se desarrolla el
proceso: a) la complejidad del asunto, b) la actividad procesal del interesado y c) la
conducta de las autoridades judiciales” (Sentencia de la CIDH, Caso Suárez Rosero,
de 12 de noviembre de 1997, fund. 72).
11. En relación a la complejidad del asunto, este Tribunal considera pertinente recordar,
tal como lo hiciera en la sentencia recaída en el caso Berrocal Prudencio (Expediente
N°. 2915-2004-HC/TCL ), que para valorar la complejidad de un caso es menester
tomar en consideración factores tales como la naturaleza y gravedad del delito, los
hechos investigados, los alcances de la actividad probatoria para el esclarecimiento
de los eventos, la pluralidad de agraviados o inculpados, o algún otro elemento que
permita concluir, con un alto grado de objetividad, que la dilucidación de una
determinada causa resulta particularmente complicada y difícil.
En consecuencia, “Lla demora sólo puede ser imputable al acusado si éste ha abusado
de su derecho a utilizar los resortes procesales disponibles, con la intención de atrasar
el procedimiento” (Informe N.° 64/99, Caso 11.778, Ruth Del Rosario Garcés
Valladares. Ecuador, 13 de abril de 1999. Asimismo, Caso Wemhoff, TEDH, párrafo
2; y Caso Neumeister, TEDH, párrafo 2).
13. En reiterada jurisprudencia este Colegiado ( Caso Bozzo Rotondo Expediente N°.
0376-2003-HC/TC, FJ. 9 C) ha sostenido que “[s]i bien todo procesado goza del
derecho fundamental a la no autoincriminación, una de cuyas manifestaciones
incluso autoriza al inculpado a guardar un absoluto silencio y la más imperturbable
pasividad durante el proceso, en el correcto supuesto de que debe ser la parte
acusatoria la encargada de desvanecer la inocencia presunta, ello no le autoriza para
que mediante actos positivos se desvíe el camino del aparato estatal en la búsqueda
de la verdad dentro del proceso”.
15. En cuanto a la duración in limite del proceso penal, que invoca el accionante, de
autos se advierte que el actor es procesado por los delitos de tráfico ilícito de drogas
y peligro común, en la modalidad de tenencia ilegal de armas, Expediente N°1826-
2000, en el cual se dictara mandato de detención; siendo excarcelado al declararse
fundado el hábeas corpus interpuesto por exceso de detención. Concurriendo, luego,
en forma continua, durante más de un año, a las audiencias públicas de su
juzgamiento, iniciado el 15 de junio de 2001, hasta, inclusive, el día 8 de julio de
2002, fecha en la cual se le notifica su concurrencia obligatoria a la diligencia de
lectura de sentencia, bajo apercibimiento de revocarse la libertad que viene gozando,
conforme se acredita de las Actas de Audiencia que en copias certificadas obran en
autos de fojas 140 a fojas 157.
16. No obstante ello, enterado que el representante del Ministerio Público durante su
requisitoria oral solicitó que se le impusiera la pena de cadena perpetua, no concurre
a dicha diligencia señalada para el día 11 de julio de 2002, aduciendo, mediante un
certificado médico, padecer de enterocolitis aguda, el cual, en aplicación del artículo
321.º del Código de Procedimientos Penales, es resuelto inmediatamente siendo
declarado reo contumaz a solicitud fiscal, reservándose su juzgamiento y
disponiéndose su captura, conforme se acredita de autos de fojas 201 a fojas 203.
17. Por consiguiente, está acreditado que las dilaciones indebidas del proceso penal no
son imputables a la negligencia del Colegiado que conoce del proceso, sino que la
demora es atribuible al accionante, quien abusando de su derecho a utilizar los
resortes procesales disponibles, con la intención de atrasar la imposición de la su
condena, no concurre a la diligencia de lectura de sentencia.
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda.
El antejuicio político
El juicio político
Es la sanción política contra los altos funcionarios del estado por
responsabilidades políticas que cometan el ejercicio de sus
funciones, en lo que se denomina acusación constitucional.
El artículo es comentario tiene que ver con el antejuicio
constitucional; asimismo se ha legislado sobre materia de la
manera siguiente:
JURISPRUDENCIA
EXP. N° 1011-2000-HC/TC
Lima, 18-01-2001
Antecedentes
El accionante interpone acción de hábeas corpus a favor de don Franciso Javier
Errázuriz Talavera, contra doña Nilda Egocheaga Ferrel, Jueza del Trigésimo Cuarto
Juzgado Especializado en lo Penal de Lima, ante la amenaza de la libertad individual
al haber dictado un Auto de Apertura de Instrucción contra el beneficiario, no obstante
asistirle la prerrogativa de inmunidad parlamentaria como Senador de la República de
Chile. Afirma que dicha prerrogativa configura un impedimento procesal para la
apertura de instrucción penal y que su inobservancia conculca los principios del debido
proceso jurisdiccional y el que ninguna persona puede ser sometida a procedimiento
distinto a los previamente preestablecidos por ley, así como el derecho de defensa
La emplazada manifiesta que sólo los Jefes de Estado y Agentes Diplomáticos están
exentos de las leyes peruanas, conforme a los artículos 297º y 298º del Código de
Bustamante, y que su inmunidad es diferente a la inmunidad parlamentaria; que el
antejuicio "únicamente es aplicable a los congresistas peruanos"; que el artículo 343º
del citado código es una excepción, y, que, según el artículo 10º del Código Penal, las
prerrogativas de ciertas personas por su función o cargo, deben de estar taxativamente
previstas.
FALLA
REVOCANDO la recurrida, que, confirmando la apelada, declaró improcedente la
demanda, y, reformándola, declara FUNDADA la acción de hábeas corpus; en
consecuencia, dispone se deje sin efecto el auto apertorio de instrucción en el extremo
que comprende a don Francisco Javier Errázuriz Talavera, Senador de la República de
Chile, como presunto responsable penal en el proceso signado con el Expediente N.°
724-99, seguido ante el Trigésimo Cuarto Juzgado Especializado Penal de Lima;
ordena así mismo, se deje sin efecto toda medida restrictiva de su libertad que dentro
del proceso mencionado se haya dictado en su contra, no siendo de aplicación el
artículo 11° de la Ley N.° 23506. Dispone la notificación a las partes, su publicación
en el diario oficial El Peruano y la devolución de los actuados.
JURISPRUDENCIA
EXP. N°1790-2005-PHC/TC
Antecedentes
Con fecha 22 de diciembre de 2004, el recurrente interpone proceso constitucional
de hábeas corpus a favor de don Alan Michael Azizolahoff Gate, contra el titular del
Vigésimo Primer Juzgado Penal Especializado de Lima, solicitando que se declare nula
y sin efecto la orden de impedimento de salida del país dictada en su contra con fecha 8
de julio de 2004, debiendo oficiar de tal decisión a la División de Requisitorias de la
Policía Judicial. Refiere que mediante auto apertorio del 17 de mayo de 2004 se le inició
un proceso penal en el juzgado denunciado, por el delito contra la vida, el cuerpo y la
salud – homicidio culposo, en agravio de Maritza del Pilar Alfaro Melchiore y otros,
habiéndose dictado mandato de comparecencia restringida. Agrega que en dicho proceso
el juez denunciado, a solicitud de la parte civil, dictó medida cautelar de carácter personal
de impedimento de salida del país contra el beneficiario, por considerar que existía el
peligro de sustraerse a la acción de la justicia, debido a que, si bien había rendido su
declaración instructiva, lo hizo en segunda ocasión, además de no haber asistido a las
citaciones que se le hicieron en la investigación efectuada por el Congreso de la República
a consecuencia de los trágicos sucesos acontecidos en la discoteca Utopía. De otro lado,
sostiene que dicha resolución vulnera los derechos constitucionales del beneficiario al
libre tránsito, al debido proceso y la tutela jurisdiccional, pues el mencionado juez ordenó
el impedimento de salida del beneficiario a pesar de haber sido recusado previamente por
su abogado el día 2 de julio de 2004, sin tener en cuenta que en dicha fecha se encontraba
vigente el artículo 34.º del Código de Procedimientos Penales, modificado por la Ley N.º
27652, que taxativamente señalaba las diligencias judiciales que el juez recusado estaba
autorizado a realizar, entre las cuales no se encontraba la de emitir pronunciamiento sobre
el petitorio de una medida cautelar de naturaleza procesal, como es el impedimento de
salida.
FUNDAMENTOS
1. La demanda tiene por objeto que se deje sin efecto la resolución judicial de fecha 8
de julio de 2004, que dictó impedimento de salida del país contra el beneficiario del
presente proceso constitucional.
7. En ese sentido, el artículo 25.º, inciso 8), del Código Procesal Constitucional señala
que el hábeas corpus procede ante la acción u omisión que amenace o vulnere el
derecho de los nacionales o de los extranjeros residentes a ingresar, transitar o salir
del territorio nacional, salvo mandato judicial.
10. Por tanto, este Colegiado considera que la medida de impedimento de salida del país
impuesta al beneficiario es compatible con las formas de restricción a la libertad
individual previstas por la Constitución, y que en su otorgamiento no se ha vulnerado
su derecho a la tutela procesal efectiva.
HA RESUELTO
Declarar IMPROCEDENTE la demanda.
2. OBJETO
La demanda puede ser interpuesta por la persona perjudicada o por cualquier otra
en su favor, sin necesidad de tener su representación. Tampoco requerirá firma
del letrado, tasa o alguna otra formalidad. También puede interponerla la
Defensoría del Pueblo.
Ausencia De Formalidades
Por Escrito
LIBERTAD INMEDIATA
RECURSOS IMPUGNATORIOS
a) Recurso de apelación
Solo es apelable la resolución que pone fin a la
instancia. El término para apelar es de dos días
hábiles.
Interpuesta la apelación al Juez elevara en el día los
autos al Superior, quien resolverá el proceso en el
plazo de cinco días bajo responsabilidad. A la vista
de la causa los abogados podrán informar.