Los corridos siguen narrando hoy en día las crónicas e historias
más sentimentales de los habitantes de las comunidades y sus problemas más cercanos. Así como antes se relataban las aventuras de los revolucionarios y sus líderes, hoy se cuentan las de los héroes anónimos que mueren en manos de la policía fronteriza al intentar cruzar hacia los Estados Unidos por ejemplo, o de los que caen con un cargamento de drogas o de contrabando.
Lo que sigue siendo verdad es que el corrido narra la historia
verdadera o la que se da por cierta de un personaje que ha existido.
En las nuevas composiciones que del género circulan, los
narcocorridos, se han creado, incluso, nuevos vocablos para designar los hechos violentos y delictivos.
El narcocorrido es la versión actual de aquellos corridos de
gavilleros y " bandidos buenos”, sólo que ahora los personajes son individuos involucrados en el tráfico ilícito de drogas. Así, los narcos y sus corridos han desbancado a los mitificados héroes revolucionarios