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TRABAJO DE INFECCIONES

TRICHOMONAS

Trichomonas vaginalis es un protozoo patógeno flagelado perteneciente al orden


Trichomonadida que parasita el tracto urogenital tanto femenino como masculino, pero
únicamente en humanos. Produce una infección denominada tricomoniasis urogenital. Fue
descrito por primera vez por Donné en 1836. Años más tarde, en 1916, Hoehne demostró que
este parásito era el responsable de un tipo de infección vaginal específica.

Tricomoniasis

La tricomoniasis (o “tric”) es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) muy común causada
por la infección transmitida por el parásito protozoario llamado Trichomonas vaginalis.

En las mujeres, la tricomoniasis puede provocar secreción vaginal con mal olor, picazón genital
y dolor al orinar.

Los hombres que tienen tricomoniasis por lo general no tienen síntomas. Las mujeres
embarazadas que tienen tricomoniasis pueden correr un mayor riesgo de tener a sus bebés
prematuramente.

Para evitar la reinfección con el organismo que provoca la tricomoniasis, se debe tratar a ambos
integrantes de la pareja.

Frecuencia

La tricomoniasis es considerada la enfermedad de transmisión sexual curable más común. En los


Estados Unidos, se calcula que 3.7 millones de personas tienen esa infección, pero solo
alrededor de un 30% presenta algún síntoma. Es más frecuente en las mujeres que en los
hombres y las mayores son más propensas que las jóvenes a tener la infección.

Afectación

Una persona infectada puede transmitirle el parásito a otra persona que no tenga la infección
durante las relaciones sexuales. En las mujeres, el área del cuerpo infectada con más frecuencia
es la parte baja del aparato genital (la vulva, la vagina o la uretra) y en los hombres es la parte
interna del pene (uretra). Durante las relaciones sexuales, el parásito por lo general se transmite
del pene a la vagina o de la vagina al pene, pero también se puede transmitir de una vagina a
otra. No es frecuente que el parásito infecte otras partes del cuerpo, como las manos, la boca o
el ano.
No está claro por qué algunas personas con la infección presentan síntomas y otras no, pero
probablemente depende de factores como la edad de la persona y su salud en general. Las
personas infectadas que no tengan síntomas de todos modos pueden transmitirles la infección
a otras.

Signos y Síntomas

Alrededor del 70% de las personas infectadas no presentan signos ni síntomas. Cuando la
tricomoniasis causa síntomas, pueden variar entre irritación leve e inflamación grave. Algunas
personas presentan los síntomas durante los 5 a 28 días después de haberse infectado, pero
otras los presentan mucho más tarde. Los síntomas pueden aparecer y desaparecer.

Los signos y síntomas de la tricomoniasis entre las mujeres incluyen lo siguiente:

 Secreción vaginal que suele ser con mal olor y puede ser blanca, gris, amarilla o verde
 Enrojecimiento, ardor y picazón en los genitales
 Dolor al orinar o tener relaciones sexuales
 La tricomoniasis no suele ocasionar síntomas para los hombres. Sin embargo, cuando
aparecen, suelen ser los siguientes:
 Irritación dentro del pene
 Sensación de ardor al orinar o luego de eyacular
 Secreción proveniente del pene

Tener tricomoniasis puede provocar molestias al tener relaciones sexuales. Si no se trata, la


infección puede durar meses y hasta años.

Diagnóstico

La manera de diagnosticar tricomoniasis solía ser mediante un


cultivo, pero hoy en día son frecuentes los análisis más nuevos y
rápidos, como el análisis rápido de antígenos y la amplificación
de ácido nucleico.

El diagnóstico de tricomoniasis puede confirmarse al observar al


microscopio una muestra: en mujeres, una muestra de
secreciones vaginales; en varones, una muestra de secreciones
uretrales. En algunos casos puede ser necesaria una muestra de
orina.

 Se ha de tomar una pequeña muestra del flujo sospechoso


colocándose en una gota de suero fisiológico sobre un
portaobjetos (cristal) y se cubre con una delgada lámina de
cristal. Se observa bajo el microscopio a 40 aumentos. Si
existen estos parásitos se les verá moverse ágilmente de un lado para otro. También se
observará que parasitan algunas células epiteliales, usualmente en grupos.
 En la preparación citológica con la tinción de Papanicolau. Se observan estos parásitos de
forma alargada, ya sea aisladamente ó agrupados en forma de corona parasitando las células
epiteliales. En este caso, además de las tricomonas, se puede apreciar una infección por
Gardnerellas vaginalis. ("clue cells" sobre las superficies celulares).
Complicaciones

La tricomoniasis puede aumentar el riesgo de contraer o propagar otras infecciones de


transmisión sexual. Por ejemplo, puede causar inflamación genital que hace más fácil infectarse
con el virus del VIH o transmitírselo a una pareja sexual.

Tratamiento

La tricomoniasis se puede curar con una sola dosis de un antibiótico recetado (puede ser
metronidazol o tinidazol), en tabletas que se pueden tomar por la boca. Las mujeres
embarazadas pueden tomar este medicamento. Algunas personas que consuman alcohol
durante las 24 horas después de tomar este tipo de antibiótico pueden tener efectos
secundarios molestos.

Las personas que hayan sido tratadas por tricomoniasis pueden contraerla de
nuevo. Aproximadamente 1 de cada 5 personas se infectan otra vez dentro de los 3 meses
después del tratamiento. Para evitarlo, asegúrese de que todas sus parejas sexuales también
reciban tratamiento y espere para tener relaciones sexuales nuevamente hasta que todos sus
síntomas hayan desaparecido (alrededor de una semana).

Gardnerella vaginalis
Gardnerella vaginalis es una bacteria, antes llamada haemophilus vaginalis, que es capaz en la
mujer de producir un cuadro clínico irritativo con flujo vaginal (vaginitis), y en algunos casos en
el hombre balanitis (inflamación en la cabeza del pene). Son bacilos o cocobacilos Gram
variables, inmóviles, pleomorfos y aerobios. Se asocian con frecuencia a otros gérmenes
anaerobios y constituyen la llamada vaginosis bacteriana.
Patogenicidad

Gardnerella Vaginalis es considerada como un patógeno de transmisión sexual sin embargo sus
hallazgo no siempre se relaciona al factor de actividad sexual pues se ha encontrado, en mujeres
sanas sin manifestaciones clínicas, por lo que también se le considera como un habitante normal
de la flora vaginal, que solo con la presencia de otras bacterias se manifiesta clínicamente como
responsable de la vaginitis inespecífica. Su presencia en la uretra masculina o en el glande no ha
sido usualmente, considerada como clínicamente significativa. Gardnerella Vaginalis ha sido
relacionada con patologías como endometritis, cistitis, aminionitis, septicemia, neonatal,
meningitis, vagninitis inespecífica, balanitis, entre otra

Cuadro Clinico

Puede verse en forma de vaginitis asintomática o leve, o como flujo gris maloliente, homogéneo,
acompañado de prurito.

Los síntomas encontrados en una vaginosis bacteriana son cuatro, de los que con la
demostración de 3 criterios el diagnóstico, será positivo.

 descarga vaginal “delgada” (pero plafusa)


 un PH mayor de 4 y 5
 presencia de olor a pescado (incrementa en la actividad sexual o al agregar hidróxido de
potasio al 10% en la prueba de células guía)
 la demostración de”células guía” (mediante un examen microscópico).

Factores de riesgo en pacientes

 Duchas vaginales y coito frecuente.


 Múltiples parejas sexuales
 Uso de hormonales orales, antibióticos, diabetes, embarazos, y visitas frecuentes al
ginecólogo.
 Contacto directo con secreciones infectadas (pacientes inmunosuprimidos)

El empleo de duchas vaginales, alcaliniza la vagina y si es frecuente, desencadena un trastorno


de la flora vaginal normal facilitando la aparición de la vaginosis bacteriana. Entre los factores
predisponentes se encuentra el empleo de hormonas orales y antibióticos los cuales trastornan
la flora vaginal por disminuir la concentración de lactobacilos y otros miembros de la flora
normal, por lo que permite la proliferación de hongos. El embarazo y la diabetes se acompaña
de una disminución de cualitativas de la inmunidad por células, lo que ocasiona una incidencia
mas elevada devaginosis bacteriana. Las múltiples parejas sexuales aumentan el riesgo de
contagio y mas si se tiene antecedentes de infecciones urinarias.

Diagnóstico

Prueba de Aminas. Olor a pescado al añadir 1 gota de KOH a una gota de la secreción. Examen
directo. En busca de las células guías (células vaginales con bordes oscuros). Cultivos en agar
chocolate y otros medios. Debe buscarse la existencia de otras ETS
(trichomonas, gonococos y clamidias). En la actualidad se discute la trasmisión sexual y la
necesidad de tratamiento a la pareja.
Tratamiento

Metronidazol (250 mg): 1 tableta cada 8 horas por 7 días a la pareja o clindamicina (300 mg)
oral por 7 días. También son efectivos el metronidazol (500 mg) 1 tableta vaginal cada 12 horas
por 7 días y la clindamicina en crema 2 veces al día por 7 días. 2. Acidificar el medio vaginal. 3.
También puede usarse el ampicillín y las cefalosporinas.

Candida albicans

Es un hongo y, como para la mayoría de ellos, la temperatura óptima para su crecimiento es de


37°C (es decir, la temperatura corporal). Además, para su supervivencia necesita humedad, así
que sus zonas preferidas para habitar son las mucosas, la piel y las uñas. Por esta razón, es
habitual encontrarla en cepillos dentales, cosméticos, cremas de manos o ropa.

Desde las antiguas civilizaciones es bien conocida la utilización de los hongos por el ser humano.
De hecho, el hombre se ha beneficiado de ellos en muchas ocasiones, aunque en tantas otras se
ha visto afectado por las enfermedades que provocan. El género Candida es uno de los que causa
infecciones con más frecuencia y, en concreto, la especie albicans es la más patógena. Su
clasificación taxonómica es la siguiente:

• División: Deuteromycota

• Clase: Blastomycetes

• Familia: Cryptococcaceae

• Género: Candida

• Especie: albicans

Candida albicans suele presentarse como una célula oval, con un tamaño medio de 2 a 4 micras;
sin embargo, en tejidos infectados también se han identificado formas filamentosas, cuyos
extremos presentan diámetros de 3 a 5 micras.

El ser humano es el principal reservorio de este tipo de hongo. Podemos encontrarlo de forma
habitual en piel, estómago, colon, recto, mucosa vaginal, boca y garganta de individuos sanos.
Candida, en principio, no es patógena, ya que la flora bacteriana beneficiosa y el sistema
inmunitario limitan su crecimiento y frenan su excesiva proliferación, manteniendo así un
equilibrio. Ahora bien, si el equilibrio existente se rompe,

Candida albicans empieza a proliferar y puede dar lugar a un conjunto de enfermedades


denominadas candidiasis o micosis candidiásica, que pueden consistir en infecciones de
mucosas y piel leves o desencadenar diseminaciones sistémicas graves, que pueden afectar
órganos vitales.

Para multiplicarse utiliza, sobre todo, carbohidratos simples. Así, las personas que sufren alguna
candidiasis suelen sentir la necesidad de comer más dulces.

¿Cómo se Transmite?

La candidiasis suele ser una enfermedad de fácil contagio, ya que es transmisible por contacto
sexual, a través de las manos u objetos diversos. También se ha observado transmisión vertical,
es decir que pasa de madres a hijos, si durante el parto la madre presenta candidiasis genital.
Además, lesiona rápidamente las células y los tejidos que invade.

Tipos de Candidiasis

La candidiasis es una infección fúngica (micosis) de cualquiera de las especies de Candida.

Candidiasis genital. Es una de las infecciones más habituales, afecta a la mucosa vaginal, al
endocérvix, o a ambos, provocando la aparición de flujo espeso y blanquecino y de
enrojecimiento, quemazón e hipersensibilidad. Es frecuente durante el embarazo debido a los
cambios hormonales y a la diabetes gestacional. También el uso de anticonceptivos orales
favorece su aparición. Además, como hemos indicado anteriormente, esta infección puede
transmitirse al bebé durante el parto. Como datos, cabe destacar que el 75% de las mujeres
tiene un episodio de candidiasis vulvovaginal en su vida. De éstas, el 5% padece de forma
recurrente más de cuatro candidiasis vulvovaginales al año. Este tipo de candidiasis también se
da en los genitales masculinos. Es muy común la pregunta de cómo se contrae la candidiasis
vaginal, pero es conceptualmente errónea porque, en la mayoría de los casos, esta infección no
se contrae; la candidiasis surge porque Candida albicans, que ya existía en su organismo,
encontró formas de superar las defensas de nuestro cuerpo y logró multiplicarse de forma
descontrolada.

Habitualmente, C. albicans que coloniza la vagina de las mujeres tiene su origen en la región
perianal. La existente en el tracto gastrointestinal y coloniza la región perianal puede migrar por
el perineo para llegar a la vagina, y establecerse en esta nueva región. Esto ocurre, comúnmente,
mediante la limpieza incorrecta del ano después de defecar. Si la mujer se limpia desde atrás
hacia adelante, acaba trayendo los gérmenes de la región perianal en dirección a la vagina. Esto
favorece no sólo la colonización vaginal por Candida, sino también la infección del tracto urinario
por bacterias del tracto gastrointestinal. Eventualmente, C. albicans puede ser transmitida de
una persona a otra. Como la boca y el tracto gastrointestinal son los hábitats más comunes de
Candida en el cuerpo, el sexo oral y el sexo anal son posibles fuentes de transmisión. El sexo
vaginal también puede ser una forma de transmisión si el pene del hombre o la vagina de la
mujer están colonizados.

Cabe aquí una advertencia: la transmisión de Candida por vía sexual no indica, necesariamente,
que una mujer va a manifestar candidiasis. El microorganismo recién adquirido tendrá que
enfrentarse con los mismos factores de defensa que uno del propio organismo debe enfrentar.
Como ya vimos, tener el hongo C. albicans no es sinónimo de presentar la infección por dicho
hongo. Por lo tanto, a pesar de que Candida puede ser transmitida por vía sexual, no se
considera la candidiasis en sí como una enfermedad sexualmente transmisible, visto que la gran
mayoría de los casos de candidiasis vaginal no está relacionada con el acto sexual. El número de
parejas que una mujer tiene durante la vida no interfiere en el riesgo de presentar candidiasis,
mientras que las mujeres que practican el celibato pueden manifestar vulvovaginitis por C.
albicans. Este tipo de candidiasis también se presenta en los genitales masculinos.

Factores de Riesgo

• Inmunodeficiencias. Por ejemplo, síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida);


pacientes oncológicos; quimioterapia, tratamientos con esteroides o con inmunosupresores,
entre otros.
• Ingesta de fármacos. Especialmente antibióticos, ya que si son de amplio espectro
destruyen también la flora beneficiosa que impide la colonización de los patógenos
oportunistas.

• Estrés, tabaco y alcohol. Generan tóxicos en el organismo que alteran el sistema


inmunitario, haciéndolo más susceptible a la invasión de microorganismos patógenos.

• Dieta deficiente. En especial la carencia de alimentos que ayudan a mantener la flora


intestinal sana, como por ejemplo el yogur.

• Higiene oral deficiente. Puede proporcionar el medio óptimo para el desarrollo de


patógenos.

• Afecciones mucocutáneas. Como las causadas por el humo, la diabetes o las


quemaduras.

• Alteración hormonal. Embarazo, uso de anticonceptivos orales o menopausia.

Tratamiento

El Inespecin® se indica por tres meses, y solo seis comprimidos mensuales (régimen 6x6x6),
acompañado de suplementos vitamínicos y, de ser necesario, asociado con inmunomoduladores
para respuesta celular. Entre los 45 y 60 días de iniciado el tratamiento por infecciones por
Candida resistente al tratamiento con antimicóticos comienza a observarse respuesta clínica,
con escaso porcentaje de recurrencia (5%).

BIBLIOGRAFÍA:
 CENTRO PARA EL CONTROL Y PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES.
https://www.cdc.gov/std/spanish/tricomoniasis/stdfact-trichomoniasis-s.htm
 MAYO CLINIC https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-
conditions/trichomoniasis/symptoms-causes/syc-20378609
 Alvaro Monterrosa-Castro, Gardnerella vaginalis en informes de citología cérvico-
vagina1, Gac Médico México (1) No. 2 (2003)
 Cervera C. (2002). Candidiasis Crónica: El síndrome oculto del siglo XXI. España. Robin
Book

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