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Fenómenos ópticos debido a la masa atmosférica

Se sabe que cuando la radiación solar pasa de un medio a otro de diferente


índice de refracción, se producía una desviación de los rayos luminosos,
conociéndose a éste fenómeno como refracción, si la variación de índice es
muy brusca en un débil espesor comparado con la longitud de onda de la
radiación, cierta cantidad de radiación incidente es reenviada al primer
medio en una dirección privilegiada, se dice entonces de que se trata de una
reflexión.

Así mismo la refracción se dará cuando la radiación pasa a través de


orificios o choca con obstáculos de dimensiones del orden de la magnitud de
la longitud, la cual se desvía en un número de direcciones privilegiadas y
por último si el haz incidente se refleja en todas las direcciones por las
irregularidades superficiales repartidas al azar y cuyas dimensiones son del
orden de la longitud de onda o inferiores nos encontraremos en presencia de
la difusión. La luz se difunde por la atmósfera debida a las partículas de
polvo y las propias moléculas de aire, la cual va a originar en forma directa
la luminosidad diurna del cielo y que será eficaz debajo de los 50 km.

Es importante referirnos al comportamiento de los rayos solares incidentes y


es por ello que cuando el sol está en el zenit, estas pueden reducirse por
difusión en más del 50% en el ultravioleta próximo, en un 30% en el violeta,
5% en el rojo y una cantidad despreciable en el infrarrojo más allá de 1μm,
esta reducción crece en importancia cuando disminuye la altura del sol,
pudiendo ser considerable en el espectro visible y sobretodo en el
ultravioleta, esto explicará el color azul del cielo, el cual es el color de luz
difundida por el aire hacia abajo, con una gran abundancia de radiaciones de
longitud de onda corta, azules, violeta, con respecto a la luz transmitida
directamente; Como el rojo es mucho más sensible al azul que a la violeta,
no se ve prácticamente más que el primer color.

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