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Seminario: Política, economía y democracia

Utilitarismo
Bentham
 Rechazó la teoría contractual y el derecho natural como fundamentos de la democracia.
 Sostuvo el principio de la utilidad (maximización del placer y minimización del dolor) identificado
con la mayor felicidad del mayor numero.
 Los placeres son cuantificables. Hedonismo cuantitativo.
 Imparcialidad: el bienestar de uno es igual al bienestar de otro.
 La mayoría puede equivocarse pero a la larga el consenso es el signo más seguro de la utilidad
general, por que al estar naturalmente interesada en la felicidad se orientará a descubrir sus errores y
corregirlos.
 No ofrece un criterio para distinguir entre diversos contenidos de la utilidad.
 El voto y el mercado son instituciones claves y el bien colectivo es posible si los individuos pueden
competir por la máxima utilidad combinada con la mínima interferencia estatal.
 El ser humano es autointeresado.
 La propiedad privada estimula el trabajo, la producción y a transferencia.
 Tensión entre un estado limitado y la distribución desigual de recursos.
 Cómo calcular la intensidad de las preferencias y compararlas: si 1 prefiere A sobre B compensa o
no si 2 quiere B sobre A. Posible respuesta → criterio de Pareto-superior: la opción A es superior a
B si ningún individuo prefiere B sobre A → Optimo de Pareto. Sin embargo, no sirve para comparar
las preferencias diversas, solo admite unanimidad.

Mill – El utilitarismo

 Retoma el criterio de utilidad de los sofistas.


 “Todas las acciones tienen como motivo algún fin, por lo que parece natural suponer que las reglas
de las acciones dependen, en lo que a su carácter y peculiaridades concierne, al fin al que están
subordinadas.”
 La moral utilitarista reconoce en los seres humanos la capacidad de sacrificar su propio mayor bien
por el bien de los demás. Sólo se niega a admitir que el sacrificio sea en sí mismo un bien. Un
sacrificio que no incremente o tienda a incrementar la suma total de la felicidad se considera como
inútil.
 Los sentimientos morales no son innatos sino adquiridos pero son, al mismo tiempo, naturales.
 La doctrina utilitarista mantiene que la felicidad es deseable, y además la única cosa deseable, como
fin, siendo todas las demás cosas sólo deseables en cuanto medios para tal fin.
 No hay nada bueno para los seres humanos sino en la medida en que es, o bien placentero, o un
medio para conseguir el placer o eliminar el dolor.

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 La desigualdad de poder impedía vivir a la mayoría dignamente.
 Principio equitativo de propiedad como compensación proporcional al trabajo realizado. Problema:
la herencia, el valor agregado.
 Propuso, transitoriamente, el voto plural: todos tendrían un voto, pero los más educados tendrían
varios → equiparar a los trabajadores y los capitalistas en término de votos.
 No equiparó utilidad total a riqueza total, pero adhirió al principio de la utilidad general.
 Hedonismo cualitativo: contra Bentham, sostuvo que existen diferencias cualitativas intrínsecas
entre las utilidades.
 El criterio de utilidad se transforma al establecer una jerarquía de las utilidades, siendo la libertad
humana el valor superior.
 Es antiintervencionista.
 En los casos de asociación industrial cooperativa, ¿es justo o no que el talento y las habilidades den
derecho a una remuneración más elevada? Los que responden negativamente argumentan que quien
hace todo lo que puede merece tanto como el que más, y que no sería justo situarle en una posición
de inferioridad por algo que no es culpa suya, alegándose que las habilidades superiores conllevan ya
ventajas más que suficientes a causa de la admiración que provocan, la influencia personal que
ejercen y las fuentes internas de satisfacción que proporcionan, sin que haga falta añadir a esto una
participación superior en los bienes de la tierra. Conforme a esta opinión, la sociedad estaría más
bien obligada en justicia a compensar a los menos favorecidos por esta inmerecida desigualdad en
capacidades, en lugar de aumentarla.
En el polo contrario de la argumentación se alega que la sociedad recibe más del trabajador más
eficiente y que, dado que sus servicios son de mayor utilidad, la sociedad debe recompensárselos
mejor, añadiéndose que ha contribuido más al resultado conjunto con su trabajo, por lo que no
admitir su derecho sería una especie de robo, ya que si recibiese lo mismo que los demás sólo se le
podría exigir producir en la misma proporción, dedicando al trabajo menos tiempo y esfuerzo en
compensación a su superior eficiencia. ¿Cómo decidir ante estas apelaciones a principios de justicia
contrapuestos? La justicia en este caso presenta dos caras imposibles de armonizar, ya que los
disputantes han elegido posiciones opuestas: uno considera lo que es justo que reciba el individuo, el
otro lo que es justo que la comunidad entregue. Cada uno, desde su propio punto de vista es
irrefutable. Cualquier toma de posición a favor de uno u otro, con fundamento en la justicia, tendrá
que ser totalmente arbitraria. Sólo la utilidad social puede decidir la preferencia. (El utilitarismo,
pp. 154 -155)

Liberalismo
Rawls – La teoría de la justicia

[Críticas al intuicionismo y al utilitarismo]


 Principal objetivo: «elaborar una teoría de la justicia que sea una alternativa viable a [las] doctrinas
que han dominado largamente nuestra tradición filosófica».
 Intuicionismo: a) afirma la existencia de una pluralidad de principios de justicia, capaces de entrar
en conflicto unos con otros y b) considera que no contamos con un método objetivo capaz de
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determinar, en caso de dudas, qué principio escoger entre los muchos que existen, o cómo establecer
regías de prioridad entre ellos. Lo único que podemos hacer frente a tal multiplicidad de principios,
por tanto, es sopesarlos de acuerdo con nuestras intuiciones, hasta determinar cuál es el principio que
nos resulta el más adecuado en cada caso. Crítica de Rawls: la falta de criterio para jerarquizar
nuestras intuiciones.
 Utilitarismo: a) considera que un acto es correcto cuando maximiza la felicidad general; b) posee un
método capaz de ordenar diferentes alternativas, frente a posibles controversias morales. Críticas de
Rawls: el carácter de concepción «teleológica» o «consecuencialista».
 Rawls defenderá una concepción no-consecuencialista («deontológica»), esto es, una concepción
conforme a la cual la corrección moral de un acto depende de las cualidades intrínsecas de dicha
acción —y no, como ocurre en las posiciones «teleológicas», de sus consecuencias, de su capacidad
para producir un cierto estado de cosas previamente valorado.

Si asumimos que toda teoría ética se compone de dos partes, una teoría del bien —cuál es o
cuáles son los bienes valiosos— y una teoría de lo que es correcto —qué es lo que debemos
hacer—, el «consecuencialismo» subordina la teoría de lo correcto a la teoría del bien: debe
hacerse aquello que maximice el bien (en el caso del utilitarismo, debe maximizarse el bienestar
general). El «deontologismo», en cambio, considera que lo correcto es independiente de lo bueno
y, más aún, considera que lo correcto tiene primacía sobre lo bueno.

 El utilitarismo resulta atractivo porque no prejuzga sobre los deseos y preferencias de los distintos
individuos cuya suerte se encuentra en juego.
 El utilitarismo tiende a ver la sociedad como un cuerpo, en donde resulta posible sacrificar a
unas partes en virtud de las restantes. Y dicha operación puede ser tildada como ilegítima porque
desconoce (lo que Rawls denomina) la independencia y separabilidad entre las personas: el hecho
de que cada individuo debe ser respetado como un ser autónomo, distinto de, y tan digno como, los
demás.
 De acuerdo con Rawls, una propuesta como la ofrecida por el utilitarismo no sería capaz de reunir
apoyo en una situación contractual hipotética. Esto es, si tuviéramos la oportunidad de discutir —en
tanto sujetos libres e iguales— acerca de qué teoría de la justicia debería organizar nuestras
instituciones, tenderíamos a dejar el utilitarismo de lado.
[Teoría de justicia]
 Concilia dos principios que parecían pertenecer a dos tradiciones distintas: del liberalismo Rawls
rescata la idea de la libertad, del socialismo rescata la de la igualdad.
 Las instituciones básicas de la sociedad no deben distinguirse simplemente por ser ordenadas y
eficientes: ellas deben ser, sobre todo, justas.
 La justicia como la «primera virtud de las instituciones sociales»
 La «posición original» es una reunión hipotética de individuos racionales, con escasez de recursos e
intereses conflictivos, que no están dispuestos a sacrificar sus intereses y por lo cual tienen que
buscar principios de justicia. Se los ubica detrás de un «velo de ignorancia» (= imperativo
categórico) que les impide saber qué lugar ocuparán en la sociedad. Dado que están en la
incertidumbre, se regirán por la regla del maximin (jerarquizando las alternativas conforme a los

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peores resultados posibles, adoptarán aquella cuyo peor resultado sea mejor que los peores
resultados de las otras). Dicha regla los llevará a optar por los dos principios:
o 1. Cada persona ha de tener un derecho igual al esquema más extenso de libertades básicas
iguales que sea compatible con un esquema semejante de libertades para los demás.
o 2. Las desigualdades sociales y económicas habrán de ser conformadas de modo tal que a la
vez que: a) se espere razonablemente que sean ventajosas para todos, b) se vinculen a
empleos y cargos asequibles para todos.
 En el segundo principio se afirma que las mayores ventajas de los más beneficiados por la lotería
natural son justificables sólo si ellas forman parte de un esquema que mejora las expectativas de los
miembros menos aventajados de la sociedad.
 Los dos principios de justicia enunciados se encuentran ordenados, de acuerdo con Rawls, en un
orden de «prioridad lexicográfica».
 Rechaza la mayor felicidad para el mayor número porque lesionaría la autonomía individual y
porque no habría razón para no sacrificar el bienestar de algunos para maximizar la de muchos.
 Los principios resultantes del contrato rawlsiano vienen a aplicarse a sociedades bien ordenadas: a)
aquella que está orientada a promover el bien de sus miembros, b) en la que no existe ni una extrema
escasez ni una abundancia de bienes; en donde las personas son más o menos iguales entre sí (en
cuanto a sus capacidades físicas y mentales) y, también, vulnerables frente a las agresiones de los
demás.
 Para situaciones como las mencionadas, no existe un criterio independiente que nos pueda decir qué
es lo que es justo hacer, aunque sí existen procedimientos que nos pueden ayudar a llegar a
resultados equitativos. Esto constituye, para Rawls, una situación de justicia procedimental pura.
Se hablaría, en cambio, de una situación de justicia procesal imperfecta, si existiese un criterio
independiente de justicia, aunque no un procedimiento capaz de asegurar dicha justicia (como, por
ejemplo, en los casos de los procedimientos criminales, en que se sabe que el inocente debe quedar
libre y el criminal debe ser considerado culpable); y de justicia procesal perfecta, si existiese tanto
una idea independiente y clara de lo que es un resultado justo, como un procedimiento capaz de
garantizar tal resultado (como, de acuerdo con el ejemplo que da Rawls, el caso en que se quiere
dividir una torta en partes iguales y se determina que el que corte la torta sea el último en servirse).
 La sociedad bien ordenada no es la unión en pos de un único ideal, sino una cooperación pluralista
que limita los intereses particulares en función de normas que ella misma se da. La sociedad se
limita a crear las condiciones de posibilidad.
 Se considera que los principios de justicia imparciales son los que resultarían de una elección
realizada por personas libres, racionales y autointeresadas (no envidiosas), situadas en una
posición de igualdad.
 El igualitarismo distribuye todo en forma igual, aunque eso lleve a que no haya nada por distribuir,
mientras que el utilitarismo maximiza el total de lo que haya que distribuir, aunque eso implique que
hayan algunos que no reciban nada, en Rawls la autonomía individual queda garantizada porque el
primer principio tiene prioridad sobre el segundo.
 Rawls mantiene que es irracional distribuir bienes de manera igual si existe una distribución desigual
que es Pareto superior (alguien mejora sin que ninguno empeore), lo cual implica dar una respuesta

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razonable al dilema entre eficiencia y equidad: que los más eficientes produzcan todo lo que puedan
producir pero que parte de sus beneficios se destinen a mejorar la situación de lo más
desfavorecidos.
 Equilibrio reflexivo: confrontación entre la incertidumbre e imparcialidad del velo de la ignorancia y
la realidad efectiva. El equilibrio reflexivo nos permite incorporar las intuiciones del bien que
tenemos y compararlas con principios más generales; si éstos coinciden podemos avanzar nuestro
razonamiento moral, y si no coinciden debemos revisar tanto nuestras intuiciones como nuestros
principios
 Sustituye la noción de utilidad por la de los bienes básicos, medios necesarios para cada individuo
realice su propio bien. Bienes: a) los bienes primarios de tipo social, que son directamente
distribuidos por las instituciones sociales (como la riqueza, las oportunidades, los derechos); y b) los
bienes primarios de tipo natural, que no son distribuidos directamente por las instituciones sociales
(así, por ejemplo, los talentos, la salud, la inteligencia, etc.)
 Bajo la primacía del primer principio, en lugar de maximizar la suma o la media de los niveles de
utilidad, el principio de la diferencia exige que se optimice la situación de los que están peor.
 El liberalismo igualitario considera que nadie merece las capacidades y talentos que posee y que, por
lo tanto, nadie merece que la sociedad le premie o castigue por tales cuestiones circunstanciales.
Rawls se refiere explícitamente a los talentos naturales de cada uno como formando parte de un
acervo común: de ahí que nadie pueda invocar dichos talentos como propios, con el objeto de
apropiarse de modo exclusivo de los frutos que obtenga con ellos.
 Leximin: variación del criterio Maximin. Si en la comparación entre A (10,5) y B (15,5), los más
desfavorecidos no muestran diferencias, se procede a comparar al grupo inmediatamente superior. B
es preferible a A. (=Pareto débil)

Nozick – Anarquía, estado y utopía

 La teoría de Nozick: un estado mínimo (así le llama) dedicado exclusivamente a proteger a las
personas contra el robo, el fraude y el uso ilegítimo de la fuerza, y a respaldar el cumplimiento de los
contratos celebrados entre tales individuos.
 Nozick debe justificar por qué es preferible el Estado mínimo al Estado inexistente.
 La teoría defendida por Nozick es, como la de Rawls, una teoría deontológica, que afirma la
existencia de ciertos derechos básicos inviolables y que, como tal, rechaza la posibilidad de que los
derechos de algún particular resulten violentados en favor del mayor bienestar de otros.
 Rawls y Nozick: ambas posiciones registran un común antecedente en la noción kantiana de que los
individuos deben ser tomados como fines en sí mismos, y no como medios que pueden ser utilizados
para mejorar la suerte de los demás.
 Los derechos asumidos por Nozick se distinguen por tres características fundamentales: a) son sólo
derechos negativos, actúan como restricciones laterales frente a las acciones de los demás y son
exhaustivos. Los únicos derechos positivos concebibles son aquellos que resultan de las
transacciones voluntarias entre las personas (como los que aparecen cuando contrato un cierto
servicio asistencial), b) la esfera de los derechos ha de resultar inviolable frente a las pretensiones de

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los demás, c) la idea de que los derechos son exhaustivos significa que ellos vencen frente a
cualquier otra consideración moral.
 El Estado no debe preocuparse por la llamada «libertad positiva»: no tiene la obligación de proveerle
nada a los individuos, para que puedan llevar adelante sus planes de vida.
 Cuando parte del esfuerzo de algunos se destina a mejorar la suerte de otros, se violenta el principio
de la autopropiedad al punto tal de que cobre sentido hablar de una nueva forma de esclavitud,
defendida en el nombre de la justicia.
 Si el igualitarismo quiere disminuir el peso de arbitrariedades del azar, ¿por qué no promueve,
entonces, la intervención del Estado para transferir, digamos, un ojo o una pierna desde la persona
que tiene plenas capacidades hacia los que se encuentran discapacitados? Nótese que este tipo de
transferencias, en principio, no parecen bloqueadas por la teoría de la justicia de Rawls, a pesar de
que nos resulten completamente contraintuitivas.
 Nozick no objeta la idea de igualdad, sino el establecimiento de pautas que pretendan imponerla.
 Nozick propone entonces interpretar la idea de «tanto y tan bueno» de Locke como la situación en
que los demás «no resulta empeorada», una idea que, para retomar el lenguaje liberal tradicional
puede ser re-traducida del siguiente modo: «Cada persona puede tomar para sí cantidades ilimitadas
de recursos naturales si, de ese modo, no daña a nadie».
 No existe otra entidad política que los individuos.
 No se puede justificar ningún principio distributivo.
 La organización legitima de los recursos es la negociada libremente entre por los individuos.
 Los derechos individuales son naturales e independientes de la sociedad.
 En el estado de naturaleza, las personas tienen derecho al cuerpo, al trabajo, a la propiedad, a
contratar. Dado que surgen conflictos, se desarrolla el poder estatal.
 El Estado protege los derechos.
 Hay una apropiación originaria y otra mediada por la transmisión de una persona a otra.
 El mercado distribuye los recursos de una manera óptima.
 Voluntades individuales por sobre la decisión colectiva.
 Amplía el primer principio de Rawls hasta oprimir al segundo.
 El derecho central: disponer libremente sin interferencias de la propiedad.
 No le importa la desigualdad o la igualdad.
 El mercado no infringe los derechos individuales.
 Principio de rectificación: corrige las violaciones pasadas en la apropiación original y la transacción
voluntaria. Función del Estado.
 Si el procedimiento es legítimo, el resultado no importa: los derechos enmarcan la elección colectiva
al margen de las consecuencias que ello traiga consigo.

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Igualitarismo télico y deóntico
Parfit

 Establece una distinción entre lo que denomina “igualitarismo télico” e “igualitarismo deóntico”.
 Los igualitaristas télicos consideran que siempre es malo que algunos tengan más que otros y que
siempre existen razones para eliminar las desigualdades puesto que son una fuente de conflictos,
como la falta de respeto o el dominio; la igualdad tiene valor en sí misma, aun si no hay nadie para
quien ésta sea buena.
 Para los igualitarista deónticos la desigualdad es injusta, y es injusta porque algo malo la produjo:
bien porque no se reciben los bienes que se merecen o bien porque no se reciben bienes que se les da
a todos; por tanto, se asume que hay un responsable de causar el mal. Es decir, importa el modo en
que se produjeron las desigualdades; por eso mantienen que las derivadas de las diferencias de
talento no son injustas puesto que no hay un responsable de causar un mal.
 Parfit es crítico con el igualitarismo télico, entre otras razones, porque no puede sortearlo que se
conoce como la “objeción de nivelar para abajo”, esto es, la posibilidad de que los que están mejor
empeoren su situación para lograr mayor igualdad; la objeción abreva de uno de los aspectos menos
controvertidos del óptimo de Pareto y dice que sería preferible una sociedad A con (100; 150) que
una sociedad B con (99; 99).
 El igualitarismo deóntico diría que si alguien está peor sin ser responsable podría reclamar una
situación mejor, pero no que alguien empeore.
 Parfit defiende una versión del “prioritarismo” que, como en el caso de Nagel, implica mejorar al
peor situado. Según él, entre una sociedad A (100; 200) y una B (145; 145), habría que elegir la
sociedad B pues la mejorar del peor situado vale más que la pérdida del más acomodado; dicho de
otro modo, cuanto peor es la situación de una persona, mayor es la importancia de beneficiarla o,
dicho de otro modo, el beneficio que goza un individuo disminuye cuando aumenta su bienestar.
Esta tesis tiene una clara inspiración en la versión del utilitarismo que asume que las funciones de
utilidad son idénticas todos los individuos: si la utilidad marginal (UMg) es decreciente, la única
forma de maximizar la utilidad total (UT), objetivo excluyente del utilitarismo, es igualando la
utilidad media (UMe) de todos los miembros de la sociedad.

Optimalidad de Pareto
 La definición habitual de lo que es una asignación eficiente de los recursos se conoce como el
criterio de Pareto, que puede enunciarse así: Una determinada asignación de recursos es eficiente si no es
posible reasignarlos de manera que al menos una persona esté mejor (de acuerdo con su propia apreciación)
sin que ninguna esté peor (de acuerdo también con su propia apreciación). Si esta condición se cumple, se
dice que esa asignación de recursos es Pareto-óptima o, simplemente, óptima.
 Comparada con la situación previa, si una reasignación de los recursos deja a alguien mejor sin que
nadie empeore se dice que la reasignación (la situación final) es Pareto-superior (respecto de la situación
previa). Ésa es la que se denomina “versión débil” del criterio de Pareto.

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