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1.0.

TITULO DE LA INVESTIGACION

“La doctrina térmica y el tratamiento del cólico intestinal”

2.0. IDENTIFICACION Y FORMULACION DEL PROBLEMA

La medicina, cualquiera que sea su nombre, siempre actúa sobre dos fundamentos
convencionales, Patología que es estudio de enfermedades y Terapéutica que enseña procedimientos
para combatir dichas enfermedades.

La doctrina térmica, enfoca de una manera distinta el “restablecimiento de la salud”, pues se


dirige solo a la normalidad funcional, es decir a la salud, enseñando al sujeto a recuperarla o
conservarla mediante el “equilibrio térmico de su cuerpo” y para obtener este resultado solo utiliza
agentes naturales tales como el aire, agua, luz, sol, tierra y alimentación a base de frutas y ensaladas
crudas.

Uno de los principales propulsores de esta doctrina es el médico naturista don Manuel
Lezaeta Acharán, quién manifiesta que la salud es el resultado de los actos diarios de cada persona, de
acuerdo con las leyes de la naturaleza de la cual formamos parte, indica además este connotado
tratadista que “la salud no se obtiene en la consulta del médico, ni se compra en el mostrador del
boticario. Ella es resultado de nuestros propios actos de cada día, a tono con la Ley Natural.”.

Por otro lado el tratadista en alusión, también manifiesta que su doctrina se refiere a dar
consejos de vida sana para que cada cual sepa escoger sus alimentos, activar su piel, masticar y
ensalivar lo que come, digerir, respirar, eliminar, dormir, practicar ejercicios físicos adecuados y,
mantener la actividad normal de su propio cuerpo en las funciones de nutrición y eliminación que
constituyen la vida.

Concretamente pues la “doctrina térmica”, señala que el problema de la salud es de carácter


funcional y no microbiano, pues “en lugar de curar prescribiendo remedios para sofocar o borrar
síntomas o manifestaciones de falta de salud, el sistema procura el restablecimiento de ésta mediante
régimen de vida, dirigido a obtener buenas digestiones, normal respiración y actividad funcional de la

1
piel del sujeto. Con buenas digestiones se forma en el cuerpo sangre pura y con activas eliminaciones
de su piel, se expulsa de él lo malsano y perjudicial”.1

Precisamente bajo este contexto, en el presente trabajo de investigación, se pretende poner en


evidencia empírica la “doctrina térmica” de Lezaeta Acharán, tomando en consideración el caso del
“cólico intestinal”, bajo el tratamiento que sugiere para este tipo de problemas utilizando cataplasmas
de lodo sobre el vientre, tal como sugiere en su tratado sobre “La medicina natural al alcance de
todos”.

Pues bien tomando en consideración los argumentos expuestos en párrafos precedentes, las
preguntas que formulan el presente trabajo de investigación son las siguientes:

¿Cuáles son los fundamentos que sustentan el restablecimiento de la salud que propugna la
doctrina térmica?

¿Se verifica la doctrina térmica en el tratamiento que implica la curación del cólico intestinal?

3.0. HIPOTESIS DE LA INVESTIGACION

EL CÓLICO INTESTINAL SE PUEDE CURAR CON LA APLICACIÓN DE


CATAPLASMAS DE BARRO EN TODO EL VIENTRE TAL COMO LO
SUGIERE LA DOCTRINA TÉRMICA.

1
Lezaeta Acharán, Manuel. 1995. “La medicina natural al alcance de todos”. México. Editorial Pax. Págs. 8-9

2
3.2 DETERMINACION DE VARIABLES

VARIABLE DEPENDIENTE

Y = CURACIÓN DEL COLICO INTESTINAL

VARIABLE INDEPENDIENTE

X = APLICACIÓN DE CATAPLASMAS DE BARRO EN EL VIENTRE.

4.0. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACION

4.1 OBJETIVO GENERAL

 Poner en evidencia empírica el tratamiento que sostiene la curación del cólico


intestinal que plantea la doctrina térmica.

4.2 OBJETIVOS ESPECIFICOS

 Examinar los fundamentos que sustentan el restablecimiento de la salud que mantiene


la doctrina térmica

 Verificar empíricamente la doctrina térmica en el tratamiento que implica la curación


del cólico intestinal.

3
5.0 METODOLOGIA DE LA INVESTIGACION

5.1 METODOS Y TECNICAS DE INVESTIGACION

Para alcanzar el primer objetivo específico, haremos uso de los métodos de análisis, síntesis y
deductivo. Complementariamente se usarán las fichas bibliográficas, fichas resumen y las
fichas críticas para realizar esta labor.

Para llegar a los resultados del segundo objetivo específico, se utilizará el método deductivo,
pues teniendo como marco de referencia la doctrina térmica (lo general), se lo aplicará en el
tratamiento de personas que padecen de cólico intestinal (lo particular), cuyos resultados
verificarán si dicha doctrina se cumple o no. Las técnicas de recolección de datos que se
emplearán serán la observación, la descripción, la entrevista a los pacientes que vienen con un
cuadro de cólico intestinal. Por otro lado se usará la Prueba de Chi cuadrado para verificar los
resultados obtenidos de una muestra de personas que presentan este cuadro.

Categorías utilizadas

Cólico: dolor producido por el espasmo o contracción violenta de cualquiera de los tubos
que conducen una u otra substancia en el organismo, tales como los intestinos (cólico
intestinal), el coledoco (canal que conduce la bilis del hígado al intestino: cólico hepático) y
del ureter (canal que conduce la orina del riñón a la vejiga: cólico nefrítico)

Cólico intestinal: dolor producido por el espasmo o contracción dolorosa y violenta de los
intestinos.

Tratamiento que se pondrá en “evidencia empírica”

Conforme a la prescripción del médico naturista Manuel Lezaeta Acharán se tomará en cuenta
lo siguiente:2.

2
LEZAETA ACHARAN. Op. Cit. Pág 290.

4
1. Para quitar los dolores de los cólicos, es preciso descongestionar las entrañas,
congestionando la piel.
2. Aplicación de lodo frío en todo el vientre a fin de descongestionar y desinflamar los
intestinos.
3. Dar de beber al enfermo mate tibio de boldo entre una a cuatro tasas, según su
requerimiento después de que haya “vomitado” o “evacuado su vientre”, previo aseo
de la boca y garganta con agua natural.3
4. Ayuno o régimen estricto de frutas o ensaladas crudas sin sal, es indispensable en
estos casos, después de la crisis.

Antecedentes de evidencia empírica (para tomar en cuenta en el tratamiento)

1. La señora Mireisa C. N. (25 años y con dos meses de gestación) por haber ingerido
en la noche una comida “excesiva”, el día 04 de junio del 2.003, aproximadamente a
las 19 horas afrontó un problema de cólico intestinal que le produjo fuertes dolores
que la hacía gritar. Los dolores se repetían cada dos o tres minutos en forma
intermitente.
2. Tomando en cuenta la prescripción del Dr. Lezaeta 4 (revisión del libro págs. 289-
290), su esposo trajo enseguida “tierra limpia” del jardín del complejo habitacional
Nicolás de Piérola 4ta Etapa de la ciudad de Arequipa, para lo cual utilizó un cuchillo
de cocina (para escarbar la tierra), un jarro (que sirvió como lampa) y un lavador para
acarrear la tierra.
3. La tierra extraída del jardín se mezcló con agua potable del grifo (fría) dentro de un
plato utilizando para ello una cuchara, a fin de formar lodo a tal punto que se pueda
“embarrar” a cualquier objeto con facilidad.
4. Una vez que se obtuvo el lodo bien mezclado se colocó este en todo el vientre de la
señora que no cesaba de gritar por el cólico. La aplicación del lodo era del grosor de
un dedo aproximadamente.
5. A fin de no embarrar la cama en forma previa se colocó una sábana por debajo (la
señora estaba acostada en su cama) y una vez aplicado el lodo se envolvió con la
3
Esta recomendación si bien no está prescrita por el tratamiento del Dr. Lezaeta se la sugiera en vista de las
propiedades digestivas del Boldo.
4
LEZETA ACHARAN. Op. Cit. Págs. 289-290.

5
misma toda la cintura de la señora y luego se procedió a taparla con frazadas a fin de
evitar el enfriamiento de todo su cuerpo con la única intención de “extraer” el calor
del vientre con el lodo.
6. Apenas se colocó el lodo en el vientre de la señora, esta sintió mucho alivio por el
contacto con el frío y manifestaba que el frío le penetraba por todo el vientre.
7. Si bien es cierto que las contracciones le siguieron viniendo en los siguientes minutos,
estos eran cada vez menos dolorosos y de menor intensidad.
8. A los 10 minutos aproximadamente, se le tuvo que cambiar el cataplasma de barro a
la señora pues éste al haberse aplicado al vientre de la señora se había calentado e
incluso en algunas partes se hubo secado.
9. Después de la segunda aplicación del lodo en el vientre de la señora, esta indicó que
a los pocos minutos sintió algo caliente que avanzaba por su estómago y esófago en
dirección a su boca.
10. Aproximadamente a los 18 minutos le vino a la señora unos deseos incontenibles de
vomitar de tal manera que tuvo que ir inmediatamente al baño precisamente para
“eliminar” todas las impurezas que se le habían “congestionado” en su vientre por
efectos de una ingestión excesiva de sopa (la señora había comido una sopa de fideos,
carne, verduras y papas sumamente condimentada con ajíes amarillos y colorados).
Además la señora indicó que había comido en exceso a fin de que la comida “no se
desperdicie”.
11. Después de los vómitos la señora también evacuo su vientre y previa la limpieza de
su boca con agua del grifo tomó poco a poco dos tazas de mate de boldo caliente.
12. La señora se sentía “agotada” por el esfuerzo que soportó su organismo por la
indigestión y vómitos pero también se sintió “aliviada” y libre del cólico intestinal
pues sus entrañas se descongestionaron al producirse el vómito.
13. En tal situación pudo dormir apaciblemente hasta el día siguiente, habiendo superado
el cólico intestinal con el tratamiento expuesto.
14. Al día siguiente solo ingirió frutas y comidas de fácil digestión sin ningún condimento
(caldo blanco), es decir sopa de arroz, papas con poca carne picada, cebolla y ajo.
15. A fin de preservar su salud, la señora empezó a consumir todos los días en su
desayuno (mañana) y cena (noche), jugos de papaya, limón y manzana con un poco
de azúcar de tal manera que mejoró su salud digestiva en forma permanente y en

6
forma evidente.

6.0. MARCO TEORICO

6.1 La doctrina térmica

La doctrina térmica tiene su fundamento en el sistema Kneipp, y conocimiento de otros médicos


naturistas como Priessnitz, Kuhne, Rikli, Just, Bilz, Neunz, Lust, Angelats, Amílcar de Souza, Vander,
Bidaurrazaga como también en la Irilogía.5

La doctrina térmica tiene como objetivo normalizar el funcionamiento del cuerpo humano y viene a
constituirse en la piedra angular que fundamenta en forma evidente. Esta doctrina saca el problema de
la salud del campo de la Patología y Terapéutica en que hasta la fecha se ha debatido el mundo y lo
coloca en el terreno de la temperatura.6

La doctrina térmica afirma que la “vida civilizada lleva al hombre al desequilibrio de las temperaturas
de su cuerpo, afiebrando diariamente sus entrañas con la cocina y debilitando el calor de su piel con
ropas y abrigos inadecuados. De aquí el origen de todo desarreglo funcional que se inicia con
resfriados e indigestiones”.7

Kuhne afirmó que “no existe enfermo sin fiebre interna” y Kneipp descubrió que toda alteración de la
salud era consecuencia de piel afeminada e inactiva. Esta es la razón por que los sistemas naturistas
en uso se dirigen a conservar o restablecer la salud, unos fortificando la piel con aplicaciones frías y
otros refrescando las entrañas del sujeto con baños derivativos del bajo vientre, aplicaciones de lodo y
dieta refrescante de frutas o ensaladas crudas.8

Según lo anterior, los distintos sistemas naturistas de hidrópatas, fisiatras, trofólogos, nudistas,
dietistas, vegetarianos, etc. Obtienes sus éxitos actuando sobre las temperaturas del cuerpo, pero en
5
LEZAETA ACHARAN, Manuel. 1970. “La medicina natural al alcance de todos”. México. Editorial Pax. Págs.
35-36.
6
LEZAETA ACHARAN. Ibid.
7
LEZAETA ACHARAN. Idem.
8
Citados en Lezaeta. Idem.

7
forma rutinaria que conduce al curanderismo, en cambio la doctrina térmica permite establecer, por el
examen del Iris, la necesidad que existe en todo enfermo de afiebrar su piel y refrescar sus entrañas.
Esta doble finalidad es siempre preciso realizarla para obtener la normalidad funcional del organismo,
vale decir su Salud integral. Es, pues, siempre y en todo caso un solo objeto el que debe obtenerse y
sólo varía la intensidad de las aplicaciones adecuadas a cada caso, de acuerdo con las necesidades que
se descubren en el Iris y con las condiciones personales del sujeto.9

La doctrina térmica de Lezaeta afirma que no hay enfermedades, sino enfermos, o sea individuos
faltos de salud por desequilibrio térmico del cuerpo en grado variable. Además la naturaleza es la que
cura y para que ello ocurra es necesario colocar al cuerpo en Equilibrio Térmico”.10

El agente que realiza la vuelta a la salud es la fuerza vital del enfermo. Esta fuerza se mantiene y
activa con buenas digestiones y con actividad funcional de la piel, o sea buenas eliminaciones,
funciones ambas que requieren equilibrio de las temperaturas interna y externa del cuerpo.11

Dicho de otra manera, la Doctrina Térmica, combatiendo la fiebre interna, procura restablecer la
digestión que debe elaborar sangre pura, “remedio” infalible para llevar salud y vida a todos los
tejidos y órganos del cuerpo afectado. Además, ella con sus reacciones nerviosas y circulatorias activa
la eliminación cutánea, congestionando la piel del sujeto, o sea, buscando el Equilibrio Térmico del
organismo, indispensable para su normal funcionamiento.

6.1.1 Temperaturas en el cuerpo humano

Existe una relación estable entre la actividad del corazón y la temperatura interna del cuerpo. En
estado de reposo, en un adulto, 70 pulsaciones por minuto corresponden a un calor de 37 grados
centígrados al interior de su vientre; 80 pulsaciones, acusan temperatura sobre 37.5; 90 pulsaciones
por minuto revelan que la fiebre o calentura ha subido a 38 grados: a 100 pulsaciones corresponde
fiebre de 39 grados: con 110 pulsaciones, ha subido a 39.5; con 40 grados de fiebre o calentura las
pulsaciones llegan a 120 y cuando éstas aumentan es indicio seguro de que el calor interno del cuerpo
se ha elevado sobre este punto. A medida, pues, que la temperatura sube al interior del vientre,
9
LEZAETA ACHARAN. Id.
10
LEZAETA ACHARAN. Ibid.
11
LEZAETA ACHARAN. Op. Cit. Pág. 39.

8
proporcionalmente también se acelera la actividad del corazón, manifestada con pulso más rápido,
aun cuando el termómetro bajo el brazo no registre calor anormal. Pulso inferior a 70 revela
debilidad nerviosa por intoxicación intestinal o medicamentosa.12

En los niños recién nacidos, normalmente las pulsaciones llegan hasta 150 por minuto: a los tres años
su número normal es de 100 y a los catorce de 75, para reducirse a 70 a los 20 años. Pasados los
sesenta años el pulso se acelera hasta 80 pulsaciones por minuto, debido al aumento del calor interior
del cuerpo por anemia de la piel de los ancianos.13

6.1.2 Enfermedad aguda y crónica

La alteración de la salud puede ser aguda o crónica. La primera denuncia un activo esfuerzo de la
energía vital para restablecer la normalidad orgánica alterada o perdida por vida antinatural. Ella
constituye crisis curativa que, si es favorecida y no sofocada, restablece la salud integral del cuerpo.
Las dolencias agudas son propias de la infancia y de personas robustas.14
En el enfermo crónico el organismo convive con su desarreglo funcional porque carece de la energía
vital suficiente para operar una crisis curativa, vale decir, un proceso agudo de purificación. Los
males crónicos predominan en la vejez y en individuos debilitados por desnutrición e intoxicación o
tratamiento medicamentoso.

Sólo sana la enfermedad aguda, porque solamente ella revela defensas naturales adecuadas y capaces
de libertar al organismo de la impurificación que altera su normal funcionamiento. Para sanar de la
enfermedad crónica es preciso convertirla en aguda: de aquí que sea indicio de curación cuando,
practicando tratamiento natural, el enfermo ve reaparecer los síntomas agudos de su dolencia antes
sofocados con medicamentos o intervenciones quirúrgicas.

No existen enfermedades de naturaleza diversa entre sí, porque todo proceso morboso, cualquiera
que sea su nombre o manifestación, supone trastornos variables de la nutrición en general y de la
digestión en particular por fiebre gastrointestinal.

12
LEZAETA ACHARAN. Ibid. Pág. 53.
13
LEZAETA ACHARAN. Id. Pág 53.
14
LEZAETA ACHARAN. Ibid. Pág. 59.

9
Todos los procesos morbosos, sin distinción de nombres, entre sí son análogos con origen común,
porque toda enfermedad siempre comienza por desarreglos digestivos; también común es su
tendencia que, mediante el síntoma, procura la defensa orgánica: y, por fin, común es el camino que
aleja toda anormalidad del cuerpo. Restablecimiento de las funciones de nutrición y eliminación,
mediante el equilibrio térmico del organismo.15

15
LEZAETA ACHARAN. Ibid. Pág. 61

10
6.2 Fangoterapia

La tierra es nuestra casa y junto con nosotros la de innumerables seres que vienen a la vida, con
los cuales formamos una cadena infinita e inagotable de vida. La tierra nos sustenta como a sus
hijos, nos da casa, abrigo, alimento, goce. Todo se nutre de ella, todas las criaturas encuentran allí
su alimento y su hogar.16

Podemos caminar con los pies descalzos, rodar y también aplicarla sobre nuestro cuerpo, ella nos
ayudará a fortalecernos, a sanarnos. Sólo basta hacer la prueba a la que todos estamos invitados ya
que sí, está al alcance de todos.

El hombre a lo largo de su historia ha recurrido a su ayuda para superar dolencias y males que lo
han aquejado siempre. Médicos egipcios, griegos, árabes, conocían y aplicaban sus virtudes. En el
siglo XIX, también los alemanes Kneipp, Khune, Just, el francés Dextreit. En el siglo XX,
Eduardo Alfonso, Manuel Lezaeta, comprobaron con su experiencia lo útil y beneficiosa que
resulta para el hombre.17

Popularmente es usada por el hombre de campo para aliviar en caso de picaduras de insectos, e
incluso de animales ponzoñosos (víboras, arañas venenosas, tarántulas, etc.). También los
animales, por su instinto, conocen sus propiedades y a ella recurren para curar sus heridas.

Hay diversos tipos de tierra: la más utilizada con fines terapéuticos es la arcilla, aunque no se
descartan las otras. Siempre hay que tener en cuenta el lugar de donde se extrae. Este debe de
estar libre de basuras y excrementos de animales. Por eso es conveniente usar la que está a cierta
profundidad. Mezclándola con agua obtendremos el barro o fango que es la manera en que la
utilizaremos. También podemos sustituir el agua por infusiones de hierbas, la adecuada para cada
dolencia, lo que hará más eficaz el tratamiento.

Procederemos de la siguiente manera: tomamos arcilla limpia, la cernimos, de modo de dejarla fina
y libre de piedritas, luego la mezclamos con agua natural o la infusión elegida, hasta obtener una

16
MENA, Cecilia. “Fangoterapia”. Artículo extraído de Internet.
17
MENA, Cecilia. Op. Cit.

11
masa homogénea y blanda. Aplicaremos este preparado en forma de cataplasma sobre la zona
afectada y lo cubriremos con un lienzo. El tiempo de duración de la aplicación varía de acuerdo a
la dolencia. En el caso de aplicarla caliente, la cubriremos además con un paño de lana para
mantener el calor por más tiempo. Se retirará cuando el fango se enfríe. Aplicado en frío, se quita
cuando se haya secado. Otra manera de aplicarlo es en compresas con agua arcillosa. También en
baños de inmersión mezclado con elementos botánicos.

No olvidemos que la tierra es un elemento vivo que transmite a nuestro cuerpo sus propias
energías ayudando a reactivar y estimular las funciones naturales del mismo. Por lo tanto los baños
son revitalizantes aunque no haya una dolencia específica a tratar.

El barro tiene muchas propiedades, a considerar: es desinflamante, refrescante, absorbente,


descongestionante, purificante, antiséptico, cicatrizante y calmante.18

Cuando hay una inflamación superficial producida por golpes o picaduras, actúa desinflamando y
refrescando la zona, por su capacidad de absorber el calor, favoreciendo la circulación sanguínea.

Actúa también sobre los órganos internos logrando su descongestión. En este caso se recomienda
en congestiones de los riñones, hígado, estómago, desarreglos digestivos, acidez, etc. También es
usado para tratar el estreñimiento, ya que éste supone una congestión con aumento de la
temperatura interior del cuerpo. La cataplasma de barro sobre el vientre absorbe el calor excesivo,
llevando a la sangre a fluir hacia la piel descongestionando las entrañas.

En todos estos casos el barro es uno de los elementos a usar dentro de un tratamiento holístico de
las enfermedades.

Por su capacidad de absorción, el fango atrae hacia sí las toxinas acumuladas bajo la piel. De ahí
su utilización en el campo de la estética. Conocidas son las aplicaciones de barro sobre el cutis y el
cabello a los cuales limpia de impurezas y grasitud.

Por su acción purificante trabaja sobre abscesos y forúnculos logrando eliminar las sustancias
18
MENA, Cecilia. Ibid.

12
morbosas productoras de los mismos.

Al ser un poderoso antiséptico la arcilla actúa inhibiendo el desarrollo de elementos patógenos


logrando la eliminación de éstos.

Ayuda a la cicatrización de llagas, heridas y úlceras por su capacidad de favorecer la regeneración


celular.

Por todas estas propiedades se deduce su acción calmante ya que elimina sustancias tóxicas,
descongestiona y purifica en general nuestro organismo. Se puede aplicar simplemente en zonas
doloridas en donde comprobaremos este efecto calmante.19

El conocimiento, la intuición y la experiencia nos dirán cómo hemos de aplicarlo según el caso, ya
sea para tratar partes óseas, órganos internos, piel, etc. Teniendo en cuenta estos factores
podremos encontrar en el barro un gran aliado para mejorar nuestra calidad de vida y la de
nuestros semejantes

19
MENA Cecilia. Id.

13
7.0. ESQUEMA TENTATIVO DE LA TESIS

Resumen

I INTRODUCCION
I.1 Formulación del Problema
I.2 Justificación
I.3 Objetivos
I.4 Hipótesis

II METODOLOGIA DE LA INVESTIGACIÓN
2.1 Métodos de investigación
2.2 Técnicas de investigación
2.3 Instrumentos de investigación

III MARCO REFERENCIAL Y TEORICO


3.1 La doctrina térmica
3.1.1 Antecedentes de la doctrina térmica
3.1.2 Principios de la doctrina térmica
3.1.3 Objetivos de la doctrina térmica
3.1.4 Características de la doctrina térmica
3.2 La fangoterapia
3.2.1 Antecedentes históricos
3.2.2 Evidencia empírica
3.2.3 Propiedades del lodo
3.3 El cólico intestinal
3.3.1 Causas
3.3.2 Tratamiento con lodo
3.3.3 Otros tratamientos
3.3.4 Evidencia empírica
IV VERIFICACION DE HIPOTESIS ( Resultados, análisis y discusión)
4.1 Fundamentos que sustentan el restablecimiento de la salud mediante la doctrina

14
térmica
4.2 Verificación empírica de la doctrina térmica en el tratamiento que implica la curación
del cólico intestinal.

V CONCLUSIONES
VI RECOMENDACIONES
ANEXOS
BIBLIOGRAFIA

15
8.0 BIBLIOGRAFIA

 ANDER - EGG, Ezequiel. 1984. "Técnica de Investigación Social". Buenos Aires. Editorial
Humanitas.
 BUNGE, Mario, 1972. "La Investigación Científica". La Habana. Editorial de Ciencias
Sociales.
 CALZADA BENZA, José. 1966. "Estadística General en Enfasis en Muestreo". Lima.
Editorial Jurídica.
 RODRIGUEZ, FRANCISCO, 1984. "Introducción a la Metodología de las Investigaciones
Sociales". La Habana, Editora Política, Pág. 44.
 SPIEGEL, Murray, 1977. "Estadística". Cali, Edic M. Graw Hill.
 LEZAETA ACHARÁN, Manuel. 1995. “La medicina natural al alcance de todos”. México.
Editorial Pax.
 MENA, Cecilia. “Fangoterapia”. Artículo de Internet.
 KOSEL, Carlos. 1997. “Los milagros de la tierra curativa”. Trujillo. Ed. Grafic Service.
J.J.

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