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“El delincuente mientras no está preso es otra cosa (...) apenas es-
posado, la fiera se convierte en hombre” (Francesco Carnelutti.
Las miserias del proceso penal).
* Abogado por la Universidad de Piura. Maestría en Derecho Público por la Universidad de Piura. Fiscal Adjunto
Provincial en el Ministerio Público. El autor dedica el presente artículo a la Virgen María y a la Universidad de
Piura, institución a la que tanto quiere porque lo ha hecho mejor persona.
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1 En dicho sentido, afirma que la prisión “(...) preventiva es una medida provisional que limita la libertad física,
pero no por ello es, per se, inconstitucional, en tanto no comporta una medida punitiva, ni afecta la presunción de
inocencia que asiste a todo procesado y, legalmente, se justifica, siempre y cuando existan motivos razonables y
proporcionales para su dictado”. Sentencia recaída en el Expediente Nº 01133-2014-PHC/TC, caso Jorge Herre-
ra García, f.j. 6. Versión en línea: <http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2015/01133-2014-HC.pdf>.
2 El artículo 51 de la Constitución establece: “La Constitución prevalece sobre toda norma legal; la ley, sobre las
normas de inferior jerarquía, y así sucesivamente. La publicidad es esencial para la vigencia de toda norma del
Estado”.
3 CASTILLO CÓRDOVA, Luis. El contenido constitucional de los derechos como objeto de protección del proce-
so de amparo. Versión en línea: <http://pirhua.udep.edu.pe/bitstream/handle/123456789/2019/Contenido_cons-
titucional_derechos_como_objeto_proteccion_proceso_amparo.pdf?sequence=1>.
4 BAZALAR PAZ, Víctor Manuel. “Cuando el protector restringe a quien debe proteger”. En: Gaceta Constitu-
cional. Tomo 34, Gaceta Jurídica, Lima, octubre de 2010, pp. 43-51.
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5 CASTILLO CÓRDOVA, Luis. “La interpretación iusfundamental en el marco de la persona como inicio y fin del
derecho”. En: Anuario da Facultade de Dereito da Universidade da Coruña. (16), pp. 805-838. Versión en línea:
<http://pirhua.udep.edu.pe/bitstream/handle/123456789/1912/Interpretacion_iusfundamental_marco_persona.
pdf?sequence=3>.
6 HERVADA, Javier. Introducción crítica al derecho natural. Colección jurídica de la Universidad de Piura, 1999,
pp. 29-70.
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preventivo no está obligado a probar su ino- de una persona, afectando su libertad loco-
cencia; determinar la existencia y la culpabi- motora, lo que se da, solo en los supuestos
lidad del delito estará a cargo del Ministerio contemplados en el artículo 2, inciso 24, lite-
Público. Hasta antes de la sentencia firme, ral f de la Constitución, esto es, solamente es
ningún funcionario u autoridad pública pue- legítima la detención de una persona cuando
de presentar a una persona como culpable o existe el mandamiento escrito y motivado
brindar información en tal sentido7. del juez, y cuando, la Policía detiene a una
persona porque está cometiendo un flagrante
La presunción de inocencia, se mantiene incó- delito.
lume en nuestro ordenamiento jurídico, cuan-
do se dicta el encarcelamiento preventivo, lo Cualquier otra hipótesis, además, de la pri-
que está permitido en virtud del artículo 2, in- vación de la libertad como pena impuesta
ciso 24, literal f, de la Constitución Política de en una sentencia condenatoria, deviene en
1993, y desarrollado, en los artículos 268, 269 inconstitucional y, por ende, queda expedi-
y 270 del Código Procesal Penal de 2004, y se to el camino para interponer una demanda
denomina, prisión preventiva. de hábeas corpus reparador, de acuerdo a lo
establecido en el artículo 25, primer párra-
En consecuencia, en virtud del derecho fun- fo, numeral 7, del Código Procesal Consti-
damental a la presunción de inocencia, es tucional: “Procede el hábeas corpus ante la
una falacia que se atribuya a la imposición acción u omisión que amenace o vulnere los
de una prisión preventiva, por existir fuertes siguientes derechos que, enunciativamente,
elementos de delito y peligro procesal, la na- conforman la libertad individual: (...) 7) El
turaleza de una sentencia judicial que esta- derecho a no ser detenido sino por mandato
blezca el delito y al delincuente. escrito y motivado del juez, o por las autori-
dades policiales en caso de flagrante delito
2. La libertad personal ambulatoria8 (...)”9.
Está recogida en el artículo 2, inciso 24), lite- Como medida cautelar, la prisión preventi-
ral f, de la Constitución con el siguiente tex- va de una persona tiene por finalidad garan-
to: “Toda persona tiene derecho: (...) 24. A la tizar la futura aplicación del ius puniendi y,
libertad (...) En consecuencia: (...) f. Nadie de modo inmediato, el de proporcionar a la
puede ser detenido sino por mandamiento autoridad policial y consecuentemente fiscal,
escrito y motivado del juez (...)”. el sustrato fáctico respecto del hecho punible
y de la posible participación del investiga-
La libertad personal tiene una realidad li- do en ella, para continuar las diligencias de
mitada, siendo posible, por ende, la detención investigación.
7 ANGULO MORALES, Marco Antonio. El derecho probatorio en el nuevo proceso penal peruano.Gaceta Jurí-
dica, Lima, 2012, p. 35.
8 MEINI MÉNDEZ, Iván. “Procedencia y requisitos de la detención”. En: La Constitución comentada. Walter
Gutiérrez (director). Tomo I, Gaceta Jurídica, Lima, 2005, pp. 289-295.
9 Sentencia recaída en el Expediente Nº 06167-2005-PHC/TC, caso Fernando Cantuarias Salaverry, ff.jj. 34-36. Ver-
sión en línea: <http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2006/06167-2005-HC.html>; y Nº 02363-2003-PHC/TC, caso
Eleobina Mabel Aponte Chuquihuanca, f.j. 6. Versión en línea: <http://tc.gob.pe/jurisprudencia/2004/02663-2003-
HC.html>.
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10 Desde aquí mi posición particular es que no es prudente requerir ni conceder la prisión preventiva cuando se haya
llegado a la etapa de juicio oral, pues, lo proporcional, idóneo y necesario es que si el imputado no asiste a la au-
diencia sea declarado reo contumaz y que capturado por la policía sea llevado al juicio.
11 RODRÍGUEZ JIMÉNEZ, Mariela. “Lineamientos de aplicación de la prisión preventiva en el nuevo sistema
procesal penal”. En: Las medidas cauterales en el proceso penal. Percy Enrique Revilla Llaza (coordinador).
Gaceta Jurídica, Lima, 2013, p. 219.
12 El artículo 139, numeral 12, de la Constitución establece: “Son principios y derechos de la función jurisdiccio-
nal: (...) 12. El principio de no ser condenado en ausencia”.
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13 HUERTA GUERRERO, Luis alberto “El Derecho a la Verdad: fundamento de la jurisprudencia constitucional
en materia de violaciones a los derechos humanos”. En: Derechos Constitucionales No Escritos reconocidos por
el Tribunal Constitucional. Luis Raúl Sáenz Dávalos (coordinador). Gaceta Jurídica, Lima 2009, pp. 152-167.
14 “Precisiones en torno al derecho a la verdad y al deber del Estado de esclarecer los hechos delictuosos”.
En: Gaceta Penal & Procesal Penal. Tomo 58, Gaceta Jurídica, Lima, abril 2014, pp. 213-214.
15 Sentencia recaída en el Expediente Nº 2488-2002-HC/TC, ff.jj. 8 y 9.
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16 DÁVALOS GIL, Enrique Neptalí. “Prisión preventiva: consideraciones para su correcto requerimiento y conce-
sión”. En: Las medidas cauterales en el proceso penal. Percy Enrique Revilla Llaza (coordinador). Gaceta Jurí-
dica, Lima, 2013, pp. 105-106.
17 REÁTEGUI SÁNCHEZ, James. “Aspectos fundamentales de la prisión preventiva como medida coercitiva den-
tro del proceso penal”. En: Prisión preventiva. Jose Luis Castillo Alva (coordinador). Instituto Pacífico, Lima,
2015, p. 218.
18 SAN MARTÍN CASTRO, César. “La privación de la libertad personal en el proceso penal y en el derecho in-
ternacional de los derechos humanos”. En: Prisión preventiva. José Luis Castillo Alva (coordinador). Instituto
Pacífico, Lima, 2015, pp.130 y 135.
19 El artículo 51 de la Constitución establece: “La Constitución prevalece sobre toda norma legal; la ley, sobre las
normas de inferior jerarquía, y así sucesivamente. La publicidad es esencial para la vigencia de toda norma del
Estado”.
20 Declaración de los Derechos del hombre y del ciudadano, 26 de agosto de 1789 (Declaración Francesa de De-
rechos Humanos) “artículo 9.- Puesto que todo hombre se presume inocente mientras no sea declarado cul-
pable, si se juzga indispensable detenerlo, todo rigor que no sea necesario para apoderarse de su persona
debe ser severamente reprimido por la ley”. Versión en línea: <http://www.fmmeducacion.com.ar/Historia/
Documentoshist/1789derechos.htm>.
21 A fin de proteger bienes jurídicos valiosos y la seguridad de la población, se ha legitimado la restricción de la
libertad individual en un proceso penal a través de las medidas cautelares personales. MIRANDA ABURTO,
Elder. Prisión preventiva, comparecencia restringida y arresto domiciliario. Gaceta Jurídica, Lima, 2014, p.18.
22 Convencion Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José) San José, Costa Rica, 7 al 22 de no-
viembre de 1969, “artículo 30. (...) Las (...) libertades reconocidas (...) no pueden ser aplicadas sino conforme a
leyes que se dictaren por razones de interés general y con el propósito para el cual han sido establecidas”. “Ar-
tículo 32. Correlación entre Deberes y Derechos 1. Toda persona tiene deberes para con la familia, la comuni-
dad y la humanidad. 2. Los derechos de cada persona están limitados por los derechos de los demás, por la se-
guridad de todos y por las justas exigencias del bien común, en una sociedad democrática. Versión en línea:
<http://www.oas.org/dil/esp/tratados_B-32_Convencion_Americana_sobre_Derechos_Humanos.html>.
23 “(...) el delincuente mientras no está preso es otra cosa (...) apenas esposado, la fiera se convierte en hombre”.
CARNELUTTI, Francesco. Las miserias del proceso penal. Buenos Aires, 1959, pp. 32-33, citado por REÁTE-
GUI SÁNCHEZ, James. La problemática de la detención en la jurisprudencia procesal penal. Gaceta Jurídica,
Lima, 2008.
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está reconocida, en el orden constitucional fiscal cuando requiere o el juez cuando con-
nacional24 e internacional25 26, y en el orden cede una prisión preventiva es el peligro de
legal27, la conocemos como prisión preven- fuga o de obstaculación, que se constituye
tiva, cuyo fin es evitar el peligro de fuga en nuestro peligro en la demora –periculum
y el peligro de obstaculización que podría in mora– conforme el artículo 268, literal c,
realizar el detenido28. Pues desde el minu- del Código Procesal29, y que para algunos es
to cero de la noticia criminal pueden exis- el único requisito válido de la medida caute-
tir todos los elementos de convicción que lar30, por que tiene sustento constitucional,
vinculen a un autor, o varios autores, con y que al desaparecer, también deberá hacer-
un delito, o varios delitos, penados con más lo la medida cautelar –cese de la prisión–31;
de cuatro años; sin embargo, si no existe el finalmente, es discutible que la presunción
periculum in mora para que se dicte la pri- de fuga o de obstaculización, no contenga
sion preventiva, esta, no se configura, por realmente una consideracion de prevención
eso, lo más importante, que debe analizar el general tras de sí32.
24 Así nuestra Constitución Política ha reconocido en su artículo 2 numeral 24 literal b que: “(...) se permite la res-
tricción de la libertad personal (...) en los casos previstos por la ley (...)”.
25 Así la Convención Americana sobre Derechos Humanos ha reconocido en su artículo 7 numeral 5 que la libertad de
la persona: “(...) podrá estar condicionada a garantías que aseguren su comparecencia en el juicio (...). Por su lado, el
Pacto Internacionl de Derechos Civiles y Políticos en su artículo 9 numeral 3 ha reconocido sobre la persona que ‘(...)
su libertad podrá estar subordinada a garantías que aseguren la comparecencia del acusado en el acto del juicio (...)’”.
26 El artículo 55 de la Constitución establece: “Los tratados celebrados por el Estado y en vigor forman parte del
derecho nacional”. El artículo 57, segundo párrafo, de la Constitución, establece: “(...) Cuando el tratado afecte
disposiciones constitucionales debe ser aprobado por el mismo procedimiento que rige la reforma de la Consti-
tución, antes de ser ratificado por el Presidente de la República (...)”.
27 Las medidas coercitivas personales se encuentran reguladas en el título I, sección III del libro II del Código Procesal
Penal de 2004, estableciendo en su “artículo 253 Principios y finalidad.- 1. Los derechos fundamentales reconocidos
por la Constitución y los Tratados relativos a Derechos Humanos ratificados por el Perú, solo podrán ser restringidos,
en el marco del proceso penal, si la Ley lo permite y con las garantías previstas en ella. 2. La restricción de un derecho
fundamental requiere expresa autorización legal, y se impondrá con respeto al principio de proporcionalidad y siem-
pre que, en la medida y exigencia necesaria, existan suficientes elementos de convicción. 3. La restricción de un dere-
cho fundamental solo tendrá lugar cuando fuere indispensable, en la medida y por el tiempo estrictamente necesario,
para prevenir, según los casos, los riesgos de fuga, de ocultamiento de bienes o de insolvencia sobrevenida, así como
para impedir la obstaculización de la averiguación de la verdad y evitar el peligro de reiteración delictiva”.
28 Sin embargo, se debe precisar que la prisión preventiva no establecerá la pena privativa en sí, pues ello está re-
servado a la sentencia en juicio oral, solo y provisionalmente decidirá que la investigación la pase el imputado
detenido en un establecimiento penitenciario. Como afirma la doctrina: “(...) la prisión provisional no puede per-
seguir objetivos del Derecho Penal Material, no puede asumir funciones preventivas que están reservadas a la
pena, sino que las únicas finalidades que pueden justificar la prisión provisional son de carácter procesal: el pe-
ligro de fuga y el peligro de obstaculación. VILLEGAS PAIVA, Elky. La presunción de inocencia en el proceso
penal peruano. Un estado de la cuestión. Gaceta Jurídica, Lima, 2015, p. 94.
29 El Tribunal Constitucional ha establecido en la sentencia recaída en el Expediente N° 01091-2002-HC/TC, f.j. 15,
que: “(...) Desde este punto de vista, el principal elemento a considerarse con el dictado de esta medida cautelar debe
ser el peligro procesal que comporte que el procesado ejerza plenamente su libertad locomotora, en relación con el
interés general de la sociedad para reprimir conductas consideradas como reprochables jurídicamente. En particu-
lar, de que el procesado no interferirá u obstaculizará la investigación judicial o evadirá la acción de la justicia (...)”.
30 BOVINO, Alberto. “Aporías. Sombras y ficciones en la justificación del encarcelamiento preventivo”. En: Pri-
sión preventiva. José Luis Castillo Alva (coordinador). Instituto Pacífico, Lima, 2015, p. 89.
31 PORTUGAL SÁNCHEZ, Juan Carlos. “La exclusión del arraigo como criterio de valoración judicial en la de-
terminación del cese de prisión preventiva: Análisis de la Casación”. En: Gaceta Penal & Procesal Penal. Tomo
68, Gaceta Jurídica, Lima, febrero, 2015, pp. 13-26.
32 LLOBET RODRÍGUEZ, Javier. “La prisión preventiva en la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos”. En: Prisión preventiva. José Luis Castillo Alva (coordinador). Instituto Pacífico, Lima, 2015, p. 27.
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33 BAZALAR PAZ, Víctor. “La prisión preventiva dentro del Turno Fiscal: Una herramienta constitucional den-
tro del nuevo Código Procesal Penal”. En: Gaceta Penal & Procesal Penal. Tomo 75, Gaceta Jurídica, Lima, se-
tiembre 2015, p. 274.
34 El artículo 2, numeral 24, literal f, de la Constitución establece: “(...) El detenido debe ser puesto a disposición
del juzgado correspondiente, dentro de las veinticuatro horas o en el término de la distancia. Estos plazos no se
aplican a los casos de terrorismo, espionaje y tráfico ilícito de drogas. En tales casos, las autoridades policiales
pueden efectuar la detención preventiva de los presuntos implicados por un término no mayor de quince días na-
turales. Deben dar cuenta al Ministerio Público y al juez, quien puede asumir jurisdicción antes de vencido dicho
término”.
35 REÁTEGUI SÁNCHEZ, James. “Aspectos fundamentales de la prisión preventiva como medida coercitiva den-
tro del proceso penal”. En: Prisión preventiva. Instituto Pacífico, Lima, 2015, p. 213.
36 DÁVALOS GIL, Enrique Neptalí. “Prisión preventiva: consideraciones para su correcto requerimiento y conce-
sión”. Ob. cit., pp. 113-118.
37 Artículo VII, numeral 3, del Título Preliminar, del Código Procesal Penal. Vigencia e interpretación de la Ley
procesal penal: (...) 3. “La Ley que coacte la libertad o el ejercicio de los derechos procesales de las personas,
así como la que limite un poder conferido a las partes o establezca sanciones procesales, será interpretada res-
trictivamente. La interpretación extensiva y la analogía quedan prohibidas mientras no favorezcan la libertad del
imputado o el ejercicio de sus derechos”.
38 CAMPOS HIDALGO, Faviola. “¿Cómo y cuándo solicitar prisión preventiva?: Un enfoque fiscal a la luz de las
últimas modificaciones de la Ley N° 30076”. En: Gaceta Penal & Procesal Penal. Tomo 54, Gaceta Jurídica,
Lima, diciembre, 2013, pp. 39-52.
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Por otro lado, no se puede exigir al fiscal que deben ser periféricos respecto al dato fáctico
presente medios de prueba, pues la norma a probar, y desde luego no todos lo son– y (d)
procesal solo le exige presentar suficientes y deben estar interrelacionados, cuando sean
elementos de convicción del presunto delito varios, de modo que se refuercen entre sí y
y del presunto autor, debiendo tener en con- que no excluyan el hecho consecuencia –no
sideración, como lo hace Del Río Labarthe, solo se trata de suministrar indicios–, sino
el escaso margen de tiempo y los pocos re- que estén imbricados entre sí”40.
cursos (soportes de información y personal
encargado)39, con los que cuenta la Policía y b) Alto grado de probabilidad: fuertes
el fiscal; lo que se agrava sobre todo en las elementos
provincias; por último, debe recordarse que El fundamento vigésimo sétimo de la casación,
la prueba como tal solo nace en el juicio oral; establece que para la adopción de la medida
el delito y el delincuente solo se determinan cautelar personal de prisión preventiva no se
mediante la sentencia. exige la certeza sobre la imputación, solo que
Sin perjuicio de ello, como criterio orien- exista un alto grado de probabilidad que los
tador para los indicios como elementos de hechos han ocurrido en la realidad, que debe
convicción, el artículo 158.3 del Código Pro- ser mayor al alcanzado por la formalización
cesal Penal señala que, la prueba por indicios de la investigación preparatoria.
requiere: “a) Que el indicio esté probado, Por su lado, el fundamento vigésimo octavo,
b) Que la inferencia esté basada en las reglas señala que los actos de investigación (elemen-
de la lógica, la ciencia o la experiencia y tos de convicción) deben ser tan suficientes
c) Que cuando se trate de indicios contin- como los alcanzados en la etapa intermedia
gentes, estos sean plurales, concordantes o (acusación). La doctrina jurisprudencial uti-
convergentes, así como que, no se presenten liza el verbo “similar” que el Diccionario de
contraindicios consistentes”. En el mismo la lengua española define como “semejante
sentido, la Ejecutoria vinculante, recaída en o análogo” no igual41. En consecuencia, el
el Recurso de Nulidad N° 1912-2009-Piura, nivel de probabilidad (elementos de convic-
del 6 de setiembre de 2005, fundamento jurí- ción) debe ser mayor al de la formalización
dico cuarto, establece que, “respecto al indi- (investigación fiscal) pero puede, y en mi opi-
cio, (a) este –hecho base– ha de estar plena- nión debe, ser menor al de la acusación (etapa
mente probado –por los diversos medios de judicial), nos explicamos.
prueba que autoriza la ley–, pues de lo contra-
rio sería una mera sospecha sin sustento real En la etapa cautelar de prisión preventiva
alguno, (b) deben ser plurales, o excepcio- (etapa de investigación) no se le puede con-
nalmente únicos pero de una singular fuerza minar al fiscal a que su teoría de imputa-
acreditativa, (c) también concomitantes al ción ya esté acabada, lo que no ocurrirá hasta
hecho que se trata de probar –los indicios la acusación42; se le puede exigir sí que su
39 DEL RÍO LABARTHE, Gonzalo. “La prisión preventiva: una década después”. En: Prisión preventiva. José
Luis Castillo Alva (coordinador). Instituto Pacífico, Lima, 2015, p. 184.
40 Versión en línea: <http://www.incipp.org.pe/media/uploads/documentos/pruebaindiciaria.pdf>.
41 Versión en línea: <http://dle.rae.es/?id=Xv2x1nf>.
42 ALCÓCER POVIS, Eduardo. “El principio de imputación necesaria. Aproximación al tema desde una perspec-
tiva penal”. En: Gaceta Penal & Procesal Penal. Tomo 49, Gaceta Jurídica, Lima, julio, 2013, pp. 226-237.
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43 VILLEGAS PAIVA, Elky. La presunción de inocencia en el proceso penal peruano. Un estado de la cuestión.
Gaceta Jurídica, Lima, 2015, p. 152.
44 PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso. “La prisión preventiva en el marco de la política criminal de ‘seguridad
ciudadana’”. En: Las medidas cauterales en el proceso penal. Percy Enrique Revilla Llaza (coordinador). Gaceta
Jurídica, Lima, 2013, p. 18.
45 MIRANDA ABURTO, Elder. Prisión preventiva, comparecencia restringida y arresto domiciliario. Gaceta Ju-
rídica, Lima, 2014, p. 101.
46 DEL RÍO LABARTHE, Gonzalo. “La prisión preventiva: una década después”. Ob. cit., p. 190.
47 BAZALAR PAZ, Víctor Manuel. “El proceso por flagrancia. Primeras experiencias”. En: Diálogo con la Juris-
prudencia. Tomo 209, Gaceta Jurídica, Lima, febrero 2016, pp. 147-156.
48 BAZALAR PAZ, Víctor Manuel. “El proceso inmediato según el Decreto Legislativo N°1194: especial referen-
cia a la omisión a la asistencia familiar”. En: Actualidad Penal. Volumen 16, Instituto Pacífico, Lima, octubre
2015, pp. 34-69.
49 PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso. “La prisión preventiva en el marco de la política criminal de ‘seguridad
ciudadana’”. Ob. cit., p. 17.
50 SÁNCHEZ PONCE, Lyceth Luisa Flor. “La prisión preventiva: instrumento de la eficacia del proceso y el rol
pasivo del imputado”. En: Las medidas cauterales en el proceso penal. Percy Enrique Revilla Llaza (coordina-
dor). Gaceta Jurídica, Lima, 2013, p. 196.
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Por otro lado, y con respecto a la segunda hi- adecuadas: el juicio oral para lo primero, y
pótesis, si el fiscal está ya en una fase avan- la audiencia de tutela de derechos para lo se-
zada de la investigación preparatoria, esto gundo51; en la audiencia de prisión preventi-
es, cerca de los 8 meses, y se tiene la for- va solo se verificará si existe el periculum in
taleza probatoria, lo que tiene que requerir mora y el fumus bonis iuris, nada más.
es la acusación fiscal, para arribar pronto al
juicio oral, que es la etapa ideal para generar 2. La prognosis de pena mayor a cuatro
la prueba, mas no requerir la medida cautelar años
preventiva, ya que el peligro de obstaculi-
zación desapareció, carece de sentido buscar Solo son dos los requisitos de las medi-
fuentes de prueba, si ya se acabó la etapa das cautelares el periculum in mora –fuga
de investigación; recuérdese que se detiene u obstaculización– y el fumus bonis iuris
preventivamente justamente para evitar la –elementos de convicción–; como indi-
perturbación de los actos de investigación ca Del Río Labarthe52 la precisión legal es
urgentes y necesarios, que usualmente se que el fumus debe ser de un delito con pena
desvancen en los primeros días del hecho privativa de la libertad superior a cuatro
delictivo. años, conforme el artículo 268, literal b, del
Código Procesal Penal, para lo cual, no po-
Asimismo, carece de sentido detenerlo pre- demos quedarmos con el marco temporal
ventivamente, pues el peligro de fuga es del tipo penal –pena abstracta– sino que,
irrelevante para la audiencia de control de debemos realizar la prognósis o determina-
acusación, que se puede realizar válidamente ción de la pena en el caso en concreto –pena
sin el imputado, y con la sola participación concreta– (sus atenuantes calificadas, impu-
del defensor público, y para el juicio oral, al tabilidad restringida, tentativa, error de pro-
que si no asiste voluntariamente, lo hará al hibición, el grado de intervención en el delito
ser capturado por la Policía al ser declara- –autor, partícipe–, los móviles de hecho del
do reo contumaz, siendo impertinente, de- imputado y las agravantes cualificadas, rein-
clararlo preso cautelar en la etapa final del cidencia y habitualidad)53 54.
proceso.
En dicho sentido, el fundamento trigésimo
Aclarado esto, se tiene que, por otro lado, los y trigésimo primero de la casación establece
argumentos de descargo de la defensa que que la previsión o cálculo de la pena a impo-
versen sobre la inocencia del detenido, en la nerse debe ser el resultado de la determina-
audiencia de prisión preventiva son imperti- ción de la pena mediante el sistema de tercios
nentes, así como cuestionar la validez de los contenidos en los artículos 45 al 51 del Có-
actos procesales o fuentes de prueba, pues digo Penal, así como de la aplicación de los
para estas controversias están las audiencias principios de lesividad y proporcionalidad,
51 SÁNCHEZ PONCE, Lyceth Luisa Flor. “La prisión preventiva: instrumento de la eficacia del proceso y el rol
pasivo del imputado”. Ob. cit., p. 216.
52 DEL RÍO LABARTHE, Gonzalo. “La prisión preventiva: una década después”. Ob. cit., p. 189.
53 PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso. “La prisión preventiva en el marco de la política criminal de ‘seguridad
ciudadana’”. Ob. cit., p.19.
54 ORÉ SOSA, Eduardo. “Determinación judicial de la pena, reincidencia y habitualidad. A propósito de las modi-
ficaciones operadas por la Ley N° 30076”. En: Gaceta Penal & Procesal Penal. Tomo 51, Gaceta Jurídica, Lima,
setiembre, 2013, pp. 11-27.
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contenidos en los artículos IV y VIII del Tí- Como señala San Martín Castro, contrarres-
tulo Preliminar del Código Penal. tar el peligro de fuga, se concreta en el ase-
guramiento de la presencia del imputado en
Luego, el fundamento 32 establece que se la investigación y en el proceso, en el juicio
debe preveer que la pena concreta prevista oral, y el sometimiento del imputado a la
tenga la calidad de efectiva, pues, sería des- ejecución de la pena55. Para Bovino, es difí-
proporcional imponer una medida cautelar cil acreditar la eventual huida del imputado,
personal de prisión preventiva a quien final- salvo, casos excepcionales en los cuales el
mente sería sentenciado con un pena privativa imputado ha comenzado a desarrollar el plan
de la libertad suspendida, es decir, no efectiva. de escape para evadir la acción de la justi-
cia, como cuando ya está con sus maletas
III. El peligro procesal: el peligro en saliendo en el aeropuerto o comprando sus
la demora de la sentencia como pasajes56.
único y real sustento de la prisión
preventiva Nuestro Código Procesal en el artículo 269
nos orienta con cinco criterios para constatar
La casación en su fundamento trigésimo el peligro de fuga, estos son: “1. El arraigo
tercero cita las sentencias Exps. Nºs 1091- en el país del imputado, determinado por
2002-HC/TC y 2268-2002-HC/TC para afir- el domicilio, residencia habitual, asiento de
mar que el periculum in mora (el peligro en la familia y de sus negocios o trabajo y las
la demora) es el elemento más importante, facilidades para abandonar definitivamente
verdadero y único justificante de la medi- el país o permanecer oculto, 2. La gravedad
da cautelar personal de prisión preventiva. de la pena que se espera como resultado del
El peligro en la demora puede manifestarse procedimiento, 3. La magnitud del daño cau-
como peligro de fuga y como peligro de obs- sado y la ausencia de una actitud voluntaria
taculización probatoria. del imputado para repararlo, 4. El comporta-
miento del imputado durante el procedimien-
1. El peligro de fuga: en la demora, el to o en otro procedimiento anterior, en la me-
imputado se fugó dida que indique su voluntad de someterse
la persecucion penal, y 5. La pertenencia del
El peligro de fuga es el fundamento de peligro imputado a una organización criminal o su
procesal de mayor consenso y, como lo indica reintegración a estas”.
el fundamento trigésimo cuarto de la doctrina
jurisprudencial, ha sido reconocido en múlti- 1.1. Arraigo: en la demora el imputado se
ples normas y jurisprudencias internacionales fugó porque no tiene razón para que-
darse en la ciudad
sobre derechos humanos que justifican la me-
dida cautelar personal de prisión preventiva De los fundamentos trigésimo sexto a cuadragé-
en la seguridad que el imputado estará presen- simo, se desarrola el arraigo como criterio para
te para la investigación y el juicio. evaluar la existencia o no del peligro de fuga.
55 SAN MARTÍN CASTRO, César. “La privación de la libertad personal en el proceso penal y en el derecho inter-
nacional de los derechos humanos”. Ob. cit., p. 136.
56 BOVINO, Alberto. “Aporías. Sombras y ficciones en la justificación del encarcelamiento preventivo”. Ob. cit.,
p. 98.
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ESPECIAL
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familia y el domicilio no descartan el peligro que esta buscara fugar por el temor de pasar
de fuga61, más aún, si se tiene en cuenta que, gran parte de su vida encarcelado, criterio
si la existencia de la familia del imputado no que normativamente es válido utilizar con-
le fue impedimento para que realice el de- forme el código, pero al ser una probabilidad
lito, menos lo será, para que se fuge, por el sociológica interna, debe siempre sustentarse
contrario, la familia y los negocios pueden en circunstancias concretas, excluyendo las
ayudarlo a fugar62, finalmente, es evidente el presunciones genéricas65.
arraigo del imputado a la localidad del dis-
trito fiscal o judicial cuando una persona ya 1.3. La reparación civil: en la demora se
está bajo prisión preventiva63. fugó porque ha causado mucho daño
y no quiere repararlo
1.2. Gravedad de la pena: en la demora se La Sala Penal a pesar de las críticas que ex-
fugó porque no quiere estar preso por pone al criterio de la reparación civil en los
muchos años
fundamentos cuadragésimo quinto a cuadra-
Señala el fundamento cuadragésimo primero gésimo noveno, en el fundamento quincua-
que a diferencia del requisito legal de prog- gésimo termina por reconocer que atendien-
nosis de pena mayor a cuatro años, la gra- do a una correcta interpretación, la actitud
vedad de la pena como criterio para evaluar del imputado luego de cometido el delito,
el peligro de fuga o no es una máxima de la ayudará a acreditar su buena conducta en el
experiencia, que contempla que el imputado proceso penal.
ante el temor de una pena grave reaccionará
fugando. Ciertamente, la magnitud del daño causa-
do y la ausencia de voluntad de reparlo
Sin embargo, esta presunción por sí sola no son criterios válidos para evaluar el peligro
puede justificar la imposición de la prisión de fuga. Imaginemos el caso de un accidente
preventiva, sino que debe ser cotejada con de tránsito, donde el presunto responsable, o
los demás criterios: comportamiento proce- su familia, auxilian al herido, lo llevan a un
sal, arraigo, etc., para determinar el peligro centro de salud e incluso pagan por su aten-
de fuga, de lo contrario, la medida cautelar se ción médica y medicinas, curándose el agra-
comportaría como la misma pena de prisión. viado en breve tiempo; además, imputado y
agraviado llegan a un acuerdo reparatorio.
El criterio de la gravedad de la pena, cuando
se trate de delitos cuya pena privativa de la Por el contrario, si el conductor no auxilia y
libertad es de varios años64, se debe ponderar se da a la fuga del lugar de los hechos, escon-
si la gravedad de la pena que se le podría de el vehículo automotor, en su declaración
interponer a una persona determinada, hará desconoce su participación o minimiza su
61 DEL RÍO LABARTHE, Gonzalo. “La prisión preventiva: una década después”. Ob. cit., p. 192.
62 PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso. “La prisión preventiva en el marco de la política criminal de ‘seguridad
ciudadana’”. Ob. cit., p. 20.
63 REÁTEGUI SÁNCHEZ, James. “Aspectos fundamentales de la prisión preventiva como medida coercitiva den-
tro del proceso penal”. Ob. cit., p. 228.
64 DEL RÍO LABARTHE, Gonzalo. “La prisión preventiva: una década después”. Ob. cit., p. 191.
65 LLOBET RODRÍGUEZ, Javier. “La prisión preventiva en la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Dere-
chos Humanos”. Ob. cit., p. 30.
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ESPECIAL
66 VILLEGAS PAIVA, Elky. La presunción de inocencia en el proceso penal peruano. Un estado de la cuestión.
Gaceta Jurídica, Lima, 2015, pp. 174-175.
67 DÁVALOS GIL, Enrique Neptalí. “Prisión preventiva: consideraciones para su correcto requerimiento y conce-
sión”. Ob. cit., pp. 127-130.
68 SÁNCHEZ PONCE, Lyceth Luisa Flor. “La prisión preventiva: instrumento de la eficacia del proceso y el rol pa-
sivo del imputado”. Ob. cit., pp. 210-211.
69 CAMPOS HIDALGO, Faviola. “¿Cómo y cuándo solicitar prisión preventiva?: Un enfoque fiscal a la luz de las
últimas modificaciones de la Ley N° 30076”. Ob. cit., pp. 39-52.
70 MAIER, Julio. Derecho Procesal Penal. Tomo III. Parte general. Actos procesales, Editores del Puerto, Buenos
Aires, 2011, p. 162.
71 PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso. “La prisión preventiva en el marco de la política criminal de ‘seguridad
ciudadana’”. Ob. cit., p. 21. El autor cita el caso que ante una orden de detención evidentemente arbitraria, el
imputado ingrese a la clandestinidad, lo cual no manifiesta peligro de fuga; sin embargo, es cuestionable que den-
tro del caso no se prefiera hacer uso de los mecanismos jurídicos para proteger su derecho fundamental.
72 SÁNCHEZ PONCE, Lyceth Luisa Flor. “La prisión preventiva: instrumento de la eficacia del proceso y el rol pa-
sivo del imputado”. Ob. cit., p. 211.
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confesar del imputado no puede ser conside- propia, una información personal sobre un
rado como un comportamiento procesal que objeto de prueba76.
fundamente el peligro de fuga.
No toda declaración del imputado es con-
El derecho a la no autoincriminación deriva del fesión sincera. La declaración del imputado
derecho de defensa del imputado, entonces, la per se tiene la naturaleza jurídica de un me-
declaración del imputado es tratada como un dio de defensa, desde la óptica del derecho
medio de defensa, antes que, como un medio a la no autoincriminación, en su dimensión
de prueba. El imputado no es un testigo, en negativa de abstención de declarar, y en su
consecuencia, en principio, su declaración no dimensión positiva de aceptación de decla-
puede calificarse como, un medio de prueba, rar, sin prestar juramento de decir la verdad.
sino únicamente, como una expresión del ejer-
cicio del derecho de defensa y del derecho a Si bien es preciso no confudir la declara-
no autoincriminarse, que no se limita a guardar ción del imputado con la confesión since-
silencio, sino que no se deriven consecuencias ra, ya que, dentro del proceso inmediato, la
negativas de una declaración falsa, porque, el primera, es el relato que hace el sospechoso
imputado no tiene deber de veracidad ni de co- estando detenido en la comisaría, mientras,
laborar con la administración de justicia73. que la segunda es el reconocimiento expre-
so que hace el acusado de que él es el autor
Que por la sensibilidad humanitaria no se de un delito, ambos institutos se encuentran
castige la declaración falsa, no puede en- ligados e implica reseñar los pormenores his-
tenderse como la generación de un derecho tóricos por lo que estuvieron unidos.
a mentir, puesto que tal accionar en ningún
caso deja de ser lesivo a los fines concretos Siendo que, en la Edad Media y primeros si-
del Derecho Procesal Penal: la averiguación glos de la Edad Moderna se concibió a la con-
de la verdad y la aplicación del Derecho Pe- fesión del reo como reina de las pruebas. Lue-
nal sustantivo74, más aún, si el sistema proce- go, con la concepción filosófica del hombre,
sal le ofrece al imputado espacios suficientes se creó la declaración, que suple a la confe-
para ejercer una amplia defensa, bajo el prin- sión pero que puede contenerla, dotándola de
cipio de la buena fe procesal75. reglas para su validez como medio probatorio.
Siendo que en la actualidad, la declaración del
No obstante, si en la declaración del imputa- imputado no tiene por fin arrancarle al dete-
do han sido respetadas las formas jurídicas nido su declaración de culpabilidad, sino co-
impuestas, como condiciones de validez de nocer las circunstancias del hecho, el motivo
su versión de los hechos, el imputado rinde del delito. Puede decirse que la declaración es
también eventualmente mediante voluntad más en su favor que en su contra77.
73 REYNA ALFARO, Luis y RUIZ BALTAZAR, Carmen. “La libertad de declaración y el derecho a no autoincri-
marse. Contenido esencial y problemas prácticos fundamentales”. En: Principios fundamentales del nuevo pro-
ceso penal. Gaceta Penal & Procesal Penal. Lima, 2013, pp. 218-225.
74 BAZALAR PAZ, Víctor Manuel. “La prisión preventiva dentro del Turno Fiscal: Una herramienta constitucio-
nal dentro del nuevo Código Procesal Penal”. Ob. cit., pp. 262-264.
75 PÉREZ LÓPEZ, Jorge. “El derecho a la autoincriminación”. En: Principios fundamentales del nuevo proceso
penal. Gaceta Jurídica, Lima, 2013, p. 258.
76 MAIER, Julio. Ob. cit., p. 162.
77 GASPAR GASPAR, Juan. La confesión. Editorial Universal, Buenos Aires, 1988, p. 101.
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En sede constitucional, aunque no existe pre- le advertirá que tiene derecho a abstenerse
cepto que señale expresamamente el recono- de declarar y que esa decisión no podrá ser
cimiento al derecho a no autoincrimarse y el utilizada en su perjuicio”. El numeral 4 se-
derecho de no declarar, los valores superiores ñala que solo puede solicitarse al imputado
que subyacen a la idea de Estado de Derecho que responda “con claridad y precisión” a las
como la dignidad de la persona humana hacen preguntas que se le haga, es decir, no se le
posible afirmar el reconocimiento implícito puede tomar juramento o promesa de decir la
del derecho constitucional a no autoincri- verdad, ni tampoco a exhortársele a respon-
minarse, declarado como tal además por el der con la verdad79.
Tribunal Constitucional, en los fundamentos
jurídicos 272 y 274 de la sentencia recaída El artículo 88, del Código Procesal Penal de
en el Expediente N° 003-2005-PI/TC. Sien- 2004, en su numeral 4, señala: “Desarrollo
do que el derecho a no autoincriminarse tiene de la declaración.- (...) En el interrogatorio
como fundamento el derecho natural que toda las preguntas serán claras y precisas, no po-
persona posee de intentar ocultar sus propias drán formularse preguntas ambiguas, capcio-
faltas, y que supone el derecho del imputado a sas o sugestivas. Durante la diligencia no po-
negar toda colaboración con la investigacion drá coactarse en modo alguno al imputado,
sin sufrir como consecuencia de ello ninguna ni inducirlo o determinarlo a declarar contra
consecuencia negativa78. su voluntad, ni se le hará cargos o reconven-
ciones tendientes a obtener su confesión”.
En el orden procesal, el derecho a no auto-
incrimarse está reconocido como principio Si bien parte de la doctrina considera que la
fundamental del nuevo Código Procesal garantía de la no autoincriminación evita la
Penal en el artículo IX, numeral 2, del tí- instrumentalización del ciudadano por cuenta
tulo preliminar del CPP: “Nadie puede ser del Estado que se expresa en intervenciones
obligado o inducido a declarar o a reconocer corporales (extracción de sangre para la prue-
culpabilidad contra sí mismo, contra su cón- ba de alcoholemia o de ADN) o de medio de
yuge, o sus parientes dentro del cuarto grado prueba en los que el imputado deba participar
de consanguinidad o segundo de afinidad”. activamente (rueda de personas, reconoci-
miento fotográfico, toma de huellas dactila-
El desarrollo de este principio fundamental res o realización de exámenes psicológicos
son las directrices que rodean la declara- o psiquiátricos)80, sin embargo, considero
ción del imputado en el proceso penal, así que no son parte del derecho a la no autoin-
el artículo 71, numeral 2 señala: “Derechos criminación y, por tanto, constituyen medios
del imputado.- 2. Los Jueces, los Fiscales de prueba legitimados, la inspección corporal,
o la Policía Nacional deben hacer saber al el registro personal, la obtención de muestras
imputado de manera inmediata y compren- que involucren al imputado, como la toma de
sible, que tiene derecho a: (...) d) Abstenerse grafías para el examen grafotécnico o docu-
de declarar (...)”. El artículo 87, numeral 2, mentológico, el cotejo de fluidos corporales,
indica: “Instrucciones preliminares.- (...) Se identificación de voz, impresión dental, etc81.
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82 LLOBET RODRÍGUEZ, Javier. “La prisión preventiva en la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Dere-
chos Humanos”. Ob. cit., p. 32.
83 DEL RÍO LABARTHE, Gonzalo. “La prisión preventiva: una década después”. Ob. cit., p. 192.
84 SÁNCHEZ PONCE, Lyceth Luisa Flor. “La prisión preventiva: instrumento de la eficacia del proceso y el rol pa-
sivo del imputado”. Ob. cit., p. 212.
42
ESPECIAL
Indica Peña Cabrera Freyre que la destruc- Debe precisarse que el peligro debe inferirse
ción puede ser de la vida de las personas, por de concretas conductas, y no abstractas, en el
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ejemplo, no basta con indicar que el imputa- dinero u otra utilidad para que no declaren o
do es poderoso, sino que se deben verificar lo hagan falsamente. El interrogatorio al peri-
actos concretos de violencia. to, puede incluir el debate pericial cuando este
sea procedente, b) Careo entre las personas
El criterio de la influencia que ejerce el que han declarado, por los mismos motivos
imputado sobre los coimputados, testigos, pe- del literal anterior, siempre que se cumplan
ritos como peligro procesal, no se perjudica, los requisitos establecidos en el artículo 182,
por que se utilice la prueba anticipada, regu- y c) Reconocimientos, inspecciones o recons-
lada en el artículo 242 del Código Procesal trucciones, que por su naturaleza y caracterís-
Penal de 2004, que permite que “durante la ticas deben ser considerados actos definitivos
investigación preparatoria, a solicitud del fis- e irreproducibles, y no sea posible postergar
cal o de los demás sujetos procesales, podrá su realización hasta la realización del juicio”.
instarse al juez de la investigación preparato-
ria actuación de una prueba anticipada, en los Asimismo, este criterio de influencia como
siguientes casos: a) Testimonial y examen del peligro procesal no se perjudica por la apli-
perito, cuando se requiera examinarlos con cación del programa de protección92 para los
urgencia ante la presencia de un motivo fun- agraviados, testigos, peritos, colaboradores
dado para considerar que no podrá hacerse en de la justicia u otros, que mediante las me-
el juicio oral por (...) que han sido expuestos didas de protección93 y de asistencia94 busca
a violencia, amenaza, ofertas o promesa de cautelar el testimonio de los coimputados,
92 El artículo 252 del Código Procesal establece que, “Programa de protección.- El Poder Ejecutivo, previo infor-
me de la Fiscalía de la Nación y del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, reglamentará los alcances de este Tí-
tulo. Asimismo, en coordinación con la Fiscalía de la Nación, definirá el Programa de Protección de agraviados,
testigos, peritos y colaboradores de la justicia”.
93 El artículo 248 del Código Procesal Penal establece: “Medidas de protección.- 1. El Fiscal o el Juez, según el caso,
apreciadas las circunstancias previstas en el artículo anterior, de oficio o a instancia de las partes, adoptará según el
grado de riesgo o peligro, las medidas necesarias para preservar la identidad del protegido, su domicilio, profesión
y lugar de trabajo, sin perjuicio de la acción de contradicción que asista al imputado. 2. Las medidas de protección
que pueden adoptarse son las siguientes: a) Protección policial, b) Cambio de residencia, c) Ocultación de su pa-
radero, d) Reserva de su identidad y demás datos personales en las diligencias que se practiquen, y cualquier otro
dato que pueda servir para su identificación, pudiéndose utilizar para esta un número o cualquier otra clave, e) Uti-
lización de cualquier procedimiento que imposibilite su identificación visual normal en las diligencias que se prac-
tiquen, f) Fijación como domicilio, a efectos de citaciones y notificaciones, la sede de la Fiscalía competente, a la
cual se las hará llegar reservadamente a su destinatario, g) Utilización de procedimientos tecnológicos, tales como
videoconferencias u otros adecuados, siempre que se cuenten con los recursos necesarios para su implementación.
Esta medida se adoptará para evitar que se ponga en peligro la seguridad del protegido una vez desvelada su iden-
tidad y siempre que lo requiera la preservación del derecho de defensa de las partes. h) Siempre que exista grave e
inminente riesgo para la vida, integridad física o libertad del protegido o la de sus familiares y no pueda salvaguar-
darse estos bienes jurídicos de otro modo, se podrá facilitar su salida del país con una calidad migratoria que les
permita residir temporalmente o realizar actividades laborales en el extranjero”. El artículo 249 del Código Proce-
sal Penal, establece: “Medidas adicionales.- 1. La Fiscalía y la Policía encargada cuidarán de evitar que a los agra-
viados, testigos, peritos y colaboradores objeto de protección se les hagan fotografías o se tome su imagen por cual-
quier otro procedimiento, debiéndose proceder a retirar dicho material y devuelto inmediatamente a su titular una
vez comprobado que no existen vestigios de tomas en las que aparezcan los protegidos de forma tal que pudieran
ser identificados. Se les facilitará, asimismo, traslados en vehículos adecuados para las diligencias y un ambiente
reservado para su exclusivo uso, convenientemente custodiado, cuando sea del caso permanecer en las dependen-
cias judiciales para su declaración. 2. El Fiscal decidirá si, una vez finalizado el proceso, siempre que estime que se
mantiene la circunstancia de peligro grave prevista en este título, la continuación de las medidas de protección, con
excepción de la reserva de identidad del denunciante, la que mantendrá dicho carácter en el caso de organizaciones
criminales. 3. En casos excepcionales, el Juez a pedido del Fiscal, podrá ordenar la emisión de documentos de una
nueva identificación y de medios económicos para cambiar su residencia o lugar de trabajo”.
94 El Programa de Asistencia se encuentra desarrollado en el Reglamento del Programa de Asistencia a Víctimas y
Testigos, aprobado por resolución de la Fiscalía de la Nación N°1558-2008-MP-FN, del 12 de noviembre de 2008.
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ESPECIAL
testigos y peritos, para que no teman por su el cuarto punto a discutir en el debate de la
integridad y participen adecuadamente en la audiencia de prisión preventiva es la pro-
investigación y en el juicio. porcionalidad de la imposición de la medida
cautelar personal de prisión preventiva, esto
2.3. En la demora el imputado intimidó es, deberá debatirse si existe otra medida
a magistrados cautelar que siendo igual de eficaz no signifi-
Es necesario diferenciar el criterio anterior que el internamiento penitenciario.
de influencia, con el criterio de “inducción a
otros” que no son ni coimputados, ni testigos Señala Miranda Aburto que la exigencia de
ni peritos, como tercer criterio para evaluar proporcionalidad no es exclusiva del Dere-
la existencia del peligro de obstrucción pro- cho Penal, sino que, tiene la naturaleza de un
batoria, en cuyo caso, este criterio no protege principio regulador general derivado de la
a las personas que van a dar testimonio en propia esencia del Estado de Derecho y, por
juicio, sino que, este último criterio, busca ello, aplicable a todo el ordenamiento jurídi-
proteger, no de amenazas vagas o meros in- co, y de ahí que su afectación siempre esté
sultos95, sino de una posible y real violencia, relacionada con la propia vulneración de un
que provenga del imputado o terceros vin- derecho fundamental. Este principio consti-
culados, a la vida o integridad del fiscal96, tucional está formado por tres subprincipios:
juez97, personal administrativo, u otros ac- idoneidad, necesidad y porporcionalidad en
tores claves de justicia, teniendo en cuenta sentido estricto, y en el caso de las medidas
la naturaleza del delito y la repercusión de cautelares personales, también se debe con-
la condena en otras personas, por ejemplo, trolar la subsidiariedad de la cautelar100.
indica Cáceres Julca en los delitos de aso-
1. Idoneidad
ciación ilícita, tráfico ilícito de drogas, la-
vado de activos, secuestro, robo agravado98, Enseña Castillo Córdova que si la medida de
corrupción de funcionarios, etc. Por lo ex- prisión preventiva tiene como consecuencia
puesto, no es necesario crear otro criterio la prisión del procesado, no hay problema
para la amenaza de jueces y fiscales como en aceptar que con ella se impide totalmen-
deduce Campos Hidalgo99. te que pueda evadir la acción de la justicia;
y aunque la realidad nos demuestra que la
IV. La proporcionalidad detención preventiva no siempre asegurará
“la no interferencia u obstaculización” de la
El fundamento vigésimo cuarto de la Casa- justicia, se entiende que sí lo asegura en bue-
ción N° 626-2013-Moquegua establece que na medida, de modo que en uno y otro caso
95 SÁNCHEZ PONCE, Lyceth Luisa Flor. “La prisión preventiva: instrumento de la eficacia del proceso y el rol pa-
sivo del imputado”. Ob. cit., p. 214.
96 Versión en línea: <http://elcomercio.pe/peru/la-libertad/trujillo-delincuentes-amenazan-muerte-algunos-fisca-
les-noticia-1810297>.
97 Versión en línea: <http://larepublica.pe/impresa/sociedad/13955-jueces-amenazados-piden-resguardo-policíal-
en-local-del-poder-judicial>.
98 CÁCERES JULCA, Roberto. “La cesasión de la prisión preventiva”. En: Prisión preventiva. José Luis Castillo
Alva (coordinador). Instituto Pacífico, Lima, 2015, pp. 248-249.
99 CAMPOS HIDALGO, Faviola. “¿Cómo y cuándo solicitar prisión preventiva?: Un enfoque fiscal a la luz de las
últimas modificaciones de la Ley N°30076”. Ob. cit., pp. 39-52.
100 MIRANDA ABURTO, Elder. Ob. cit., pp. 35-36.
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PENAL
101 CASTILLO CÓRDOVA, Luis. Criterios de interpretación para evaluar la constitucionalidad del mandato de
detención. Versión en línea: <http://pirhua.udep.edu.pe/bitstream/handle/123456789/2064/Criterio_interpreta-
cion_evaluar_constitucionalidad_mandato_detencion.pdf?sequence=1>.
102 VILLEGAS PAIVA, Elky. La detención y la prisión preventiva en el nuevo Código Procesal Penal. Gaceta Jurí-
dica, Lima, 2013, p. 120.
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ESPECIAL
los derechos fundamentales. Este riesgo, sin análisis técnicos; e) necesita realizar gestio-
embargo, puede ser controlado si al principio nes de carácter procesal fuera del país; f)
de proporcionalidad se le añade un último jui- involucra llevar a cabo diligencias en varios
cio: el del contenido esencial de los derechos distritos judiciales; g) revisa la gestión de
fundamentales. Este juicio afirma que todo personas jurídicas o entidades del Estado;
derecho fundamental cuenta con un conteni- o h) comprenda la investigación de delitos
do constitucional, el cual es único, limitado, perpetrados por integrantes de una organi-
ilimitable y delimitable. En ningún caso, por zación criminal, personas vinculadas a ella
tanto, podrá justificarse un beneficio que afec- o que actúan por encargo de la misma”.
te al derecho constitucional en su contenido
esencial, entendido como un único contenido Afirma Castillo Cordova la existencia implí-
que todo brota de la esencia del derecho103. cita de un plazo estrictamente necesario de
duración de la prisión preventiva, respecto
V. La duración de la medida de la cual es posible reconocer el derecho
fundamental a la duración razonable de la
Enseña Arbulú Martínez que la medida cua- prisión preventiva, la cual no se agota en la
telar personal de prisión preventiva tiene concreción legislativa llevada a cabo por el
como presupuesto su temporalidad, por lo Código Procesal Penal, sino que exige consi-
que se ha estimado que esta tenga un plazo. deraciones de razonabilidad105.
Si no se ha dictado sentencia al vencimiento
del plazo, se debe liberar al procesado, esto VI. Conclusiones
lo puede hacer el juez de oficio o a pedido
de parte104. No existe en el derecho una medida caute-
lar que generé tanta controversia y apasio-
El artículo 272 del Código Procesal dispo- namiento como la prisión preventiva, ello
ne que: “1. La prisión preventiva no dura- porque involucra directamente, tanto, dere-
rá más de nueve meses. 2. Tratándose de chos fundamentales individuales, como la
procesos complejos, el plazo límite de la libertad personal locomotora y la presunción
prisión preventiva no durará más de die- de inocencia, como, derechos fundamentales
ciocho meses”. El artículo 342, numeral 3, colectivos, la efectiva tutela jurisdiccional de
del Código Procesal señala: “(...) complejo la sociedad y el derecho a la verdad de los
el proceso cuando: a) requiera de la actua- hechos delictivos.
ción de una cantidad significativa de actos
de investigación; b) comprenda la investi- Por ello, se debe aplaudir que la Corte Supre-
gación de numerosos delitos; c) involucra ma emita doctrina jurisprudencial vinculante
una cantidad importante de imputados o que ilustre sobre la aplicación de la prisión
agraviados; d) demanda la realización de preventiva en nuestro querido país, sin per-
pericias que comportan la revisión de una juicio de la crítica constructiva que debe rea-
nutrida documentación o de complicados lizarse.
103 CASTILLO CÓRDOVA, Luis. El principio de proporcionalidad en la jurisprudencia del Tribunal Constitucio-
nal peruano. Versión en línea: <http://pirhua.udep.edu.pe/bitstream/handle/123456789/1908/Principio_propor-
cionalidad_jurisprudencia_Tribunal_Constitucional_peruano.pdf?sequence=1>.
104 ARBULÚ MARTÍNEZ, Víctor. Derecho Procesal Penal. Tomo II, Gaceta Jurídica, Lima, 2015, p. 525.
105 CASTILLO CÓRDOVA, Luis. Plazo estrictamente necesario y plazo máximo en la detención. Versión en línea:
<http://pirhua.udep.edu.pe/bitstream/handle/123456789/1927/Plazo_estrictamente_necesario_plazo_maximo_
detencion.pdf?sequence=1>.
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