Ingredientes
2 pastillas de jabón de glicerina
1 hoja de aloe vera
125 ml de aceite de oliva
Empezamos cortando la hoja de aloe vera por la mitad y, con una cuchara, vamos sacando
toda la pulpa de la hoja. Lo batimos con una batidora. Si veis que hace espuma no os asustéis,
es normal. Le añadimos el aceite de oliva, removemos bien hasta que quede homogéneo y
reservamos.
En otro bol de cristal añadimos las dos pastillas de jabón y las metemos en el microondas
hasta que se derritan del todo. Mezclamos con los anteriores ingredientes con una cuchara de
madera y los añadimos en moldes. Los moldes es mejor que sean de silicona para que al
sacarlos sea más cómodo y no pierda la forma.
Cuando ya esté bastante frio para meter en el frigo (recuerda que si está demasiado caliente
puedes dañar la nevera) lo dejamos allí durante 24 horas. Con esta fórmula el jabón se puede
usar en el momento.
Como veis los pasos son muy sencillos y no hacen falta muchos ingredientes. Sin embargo
dependiendo de las necesidades de cada piel quizá sea necesario cambiar los ingredientes que
añadimos al jabón. Si os gusta la idea, la próxima semana pondremos una tabla para que cada
uno sepa qué ingredientes usar para según su tipo de piel, que os parece?
Si quieres que el jabón mantenga durante más tiempo sus cualidades, también puedes añadir
10 gotas de un aceite rico en vitamina E como son el aceite de argán, de coco, germen de
trigo y almendras. Lo mejor es hacer pequeños jabones en moldes pequeños y no en moldes
de bizcochos.
El jabón de miel
Es ideal para proporcionar a tu piel la suavidad e hidratación que necesita. Aunque se trata
de un producto casero destinado para todo tipo de pieles, sus efectos son mucho más visibles
en las pieles sensibles. La miel es un ingrediente natural que favorece el atraso del
envejecimiento, así como proporcionar todos los nutrientes y vitaminas que nuestra piel
necesita para lucir perfecta. Asimismo, este jabón artesanal es un potente antibacteriano y
cicatrizante. ¿quieres saber cómo elaborarlo? Sigue leyendo este artículo de uncomo y
descubre cómo hacer jabón de miel.
Necesitarás:
250 ml de agua
250 ml ml de aceite de oliva virgen extra
50 g de sosa cáustica
75 ml de aceite de almendras
75 ml de aceite de coco
4 cucharaditas de miel
Pasos a seguir:
1-. Antes de empezar con la preparación debes dejar listos todos los ingredientes. Para hacer
este jabón de miel necesitarás reunir 250 ml de aceite de oliva, 250 ml de agua, 50 g de sosa
cáustica, 75 ml de aceite de almendras, 75 ml de aceite de coco y 4 cucharaditas de miel.
Utilizaremos aceite de almendras y de coco para potenciar la hidratación y nutrición que
aportará el jabón a nuestra piel. Recuerda que son aceites base que no aportan olor pero sí
muchas propiedades.
2-. Lo primero que debes hacer es introducir en un cazo el aceite de oliva, el de almendras y
el de coco y ponerlo a calentar a fuego lento. Si lo deseas, puedes elaborar tu propio aceite
de almendras y aceite de coco siguiendo estas sencillas recetas. Si no dispones de uno de los
aceites deberás equilibrar las cantidades de los otros dos, siempre manteniendo la proporción,
sobre todo, del aceite de oliva.
Mientras los aceites se calientan, mezcla la sosa con el agua con mucho cuidado. La sosa
cáustica es un producto muy agresivo por lo que no olvides utilizar guantes y mascarilla para
manipularla. Cuando la sosa se haya disuelto del todo y los aceites estén calientes e
intregrados, apaga el fuego y vierte la sosa poco a poco a la mezcla de aceites.
Cuando tengas toda la sosa en el cazo de aceites, bátelo todo con la ayuda de la batidora a
velocidad baja. Conforme vayas batiendo y los ingredientes del jabón de miel se integren
puedes subir la velocidad a media. Deberás batir hasta obtener una crema suave.
Ahora es el momento de incorporar la miel. La cantidad de miel es orientativa, si lo deseas
puedes incorporar unas cucharaditas más. Eso sí, te aconsejamos que empieces con poca
cantidad y la vayas aumentando conforme pruebes el resultado final, ya que la miel es un
producto concentrado y con poco es suficiente. Mézclalo todo y cuando tengas la solución
final viértela en los moldes. Puedes utilizar tanto moldes específicos para jabones como uno
único de cristal y cortar tú mismo las piezas una vez duras. Si usas un molde de cristal deberás
colocar papel de cocina para poder retirar el jabón.
Ahora deberás dejar los moldes en un lugar fresco y ventilado para que el jabón de
miel endurezca, entre 15 y 30 días. Probablemente pasadas las 48 horas el jabón estará lo
suficientemente duro como para retirarlo del molde pero no podrás utilizarlo hasta
concurridos los 15-30 días. Como ves elaborar tu propio jabón es muy sencillo y el resultado
es un producto completamente natural. No te pierdas nuestras recetas de jabón de romero, de
rosa mosqueta y de caléndula.
EL ROMERO
Es un tipo de arbusto leñoso cuyas hojas perennes aportan innumerables beneficios para la
piel y la salud. Una forma muy sencilla de aplicar todas sus propiedades e introducirlas en
nuestra vida cotidiana es con el jabón de romero. Es ideal para combatir las pieles grasas y
con tendencia a tener acné, gracias a sus propiedades antiséptica y astringente. Sus
propiedades antioxidantes permiten combatir el envejecimiento de la piel de manera natural
y saludable. Si quieres saber cómo hacer jabón de romero en casa para aprovecharte de
todos sus beneficios, sigue leyendo este artículo de un Como y descúbrelo.
Necesitarás:
470 ml de aceite
60 g de sosa cáustica
150 ml de agua
Hojas de romero
Aceite de romero
Pasos a seguir:
1 Para hacer el jabón de romero casero coge un recipiente y añade el agua. Luego, poco a
poco, agrega la sosa cáustica y, con una cuchara de madera o varillas manuales, remueve
bien la mezcla. Recuerda que la sosa es un producto muy agresivo que puede llegar a
quemar tu piel si no la llevas bien protegida, de manera que utiliza guantes de látex o nitrilo
y mascarilla para la boca.
2 Ahora, vierte el aceite en la mezcla y sigue removiendo. El aceite puede ser de oliva o de
girasol, incluso puedes utilizar el residual de la cocina previamente colado. Para que los
ingredientes se integren correctamente, utilizaremos una batidora o licuadora a velocidad
baja durante 10 minutos. Pasado el tiempo, sube a velocidad media-alta. Bate hasta
conseguir una masa homogénea.
3 Cuando tengas la masa lista, añade el aceite esencial de romero. Puedes hacer tú mismo el
aceite de romero siguiendo estos sencillos pasos o comprarlo ya hecho. Sigue batiendo
hasta que esté bien mezclado e integrado con el resto de ingredientes.
4 Ahora, coge un molde y cúbrelo con las hojas de romero (previamente cortadas). Vierte la
mezcla en el molde y guárdala en un lugar libre de humedades, con ventilación y oscuro.
Deberás dejar que el jabón de romero repose durante un mes para que esté listo para su uso.
Si has utilizado un único molde y quieres sacar pequeños jabones de él, a los dos días corta
los trozos a tu gusto y vuélvelos a guardar hasta pasado el mes.
LIMON
Elaborar nuestro propio jabón nos aporta múltiples beneficios, entre los que destacan la
elección de sus componentes y la seguridad de su calidad. Uno de los más aromáticos es el
jabón de limón, ideal para las pieles sensibles y grasas, pues sus propiedades astringentes y
limpadores permiten eliminar las impurezas de la piel. Asimismo, es antiséptico y
desinfecante, por lo que es un tratamiento perfecto para todas aquellas personas con
problemas de acné, espinillas, puntos negros, etc. Sigue leyendo este artículo de unComo y
descubre cómo hacer jabón de limón.
Necesitarás:
10 gotas de aceite esencial de limón
Ralladura de un limón
Medio limón
150 ml de agua
350 ml de aceite de oliva virgen extra
Cápsulas de vitamina E
50 ml de sosa cáustica
Pasos a seguir:
1
Para elaborar tu propio jabón de limón necesitarás reunir aceite esencial de limón, la ralladura
de la piel de un limón, medio limón cortado a rodajas, 50 ml de sosa cáustica, 150 ml de
agua, 350 ml de aceite de oliva virgen extra y cápsulas de vitamina E.
2
Lo primero que vamos a hacer es elaborar una infusión de limón. Para ello, pon a calentar
los 150 ml de agua e incorpora el medio limón cortado a rodajas. Cuando la tengas lista,
retírala del fuego, deja que se enfrie, cuélala para quitar las rodajas de limón y colócala en
un recipiente de plástico.
3
Ahora, deberás incorporar poco a poco la sosa cáustica a la infusión de limón y mezclar hasta
que se integren los ingredientes. Para ello, te recomendamos que uses guantes de látex y te
encuentres en un espacio bien ventilado, pues se trata de un producto agresivo que puede
dañarte.
4
Una vez mezclados los ingredientes anteriores, resérvalos para que se enfrien. Mientras tanto,
pon a calentar el aceite de oliva. Si lo deseas puedes utilizar aceite de almendras o, incluso,
mezclarlos. Si tu rostro es con tendencia muy oleosa, puedes reducir la cantidad de aceite e
incrementar la de agua de manera proporcional.
5
Cuando la mezcla de sosa cáustica se haya enfriado, añade el aceite de oliva caliente poco a
poco y remuévelo bien. Deberás mover la masa del jabón de limón hasta que empiece a
espesarse y tomar consistencia. Para agilizar este proceso puedes batirlo. En el momento en
el que esto ocurra, vierte 10 gotas de aceite esencial de limón.
El aceite esencial de limón tiene múltiples propiedades altamente beneficiosas para la salud
general y mejorar el bienestar. Sus propiedades más destacadas son la del aumento de
glóbulos blancos y la diurética. Se prepara a partir de la corteza del limón, mediante la
destilación con vapor. Sin embargo, pocos disponemos de la maquinaria adecuada para llevar
a cabo este proceso. Por ello, en este artículo de unComo, te mostramos una forma muy
sencilla y eficaz de hacer aceite esencial de limón en casa.
Pasos a seguir:
1
Para hacer el aceite esencial de limón necesitarás un limón, aceite de oliva virgen y una bolsa
con autocierre o recipiente con tapa capaz de aguantar altas temperaturas, como un tarro de
cristal.
2
Lo primero que debes hacer es poner una olla o cazo con agua a calentar, para más adelante.
Luego, pela el limón para extraer la cáscara. Si quedan restos de la capa blanquecina del
limón en la cáscara, ráscalos para quitarlos, solo nos interesa la parte amarilla.
Ahora, introduce la cáscara del limón en el agua caliente para acabar de eliminar cualquier
resto de sabor amargo. Déjalo durante un minuto, aproximadamente.
4
Mientras tanto, coloca la bolsa con autocierre, o recipiente con tapa, abierta en otro cazo e
introduce un poco de aceite de oliva virgen, de manera que llegue hasta la mitad del cazo
más o menos. Pasado el minuto, verás que la cáscara del limón ha teñido el agua ligeramente
de color amarillo. Retira la cáscara, incorpórala en la bolsa con el aceite y ciérrala, el agua
no es necesaria.
5
Ahora deberás calentar la bolsa o recipiente al baño María, por eso lo introducimos en el paso
anterior en un cazo. De esta manera simularemos la destilación con vapor, conseguiremos
que se infusione y obtendremos el aceite esencial de limón. Déjalo entre dos y tres horas.
Pasado el tiempo, retíralo del fuego y déjalo reposar 24 horas. Al día siguiente, ya puedes
guardarlo en un recipiente con tapa y reservarlo en un lugar fresco y libre de humedades.
Como ves, hacer tu propio aceite esencial de limón es muy sencillo y económico, puesto que
solo requiere de dos ingredientes. Si te gustan los aceites caseros, visita nuestros artículos
sobre cómo hacer aceite de coco, de romero, de aguacate, de rosa moqueta, de almendras o
de eucalipto.
EL EUCALIPTO
es una planta que cuenta con múltiples propiedades útiles para la piel. En especial, sus
principales virtudes nos ayudan a cuidar la piel y tratar problemas dermatológicos como
granitos, manchas o forúnculos. En sí, el eucalipto cuenta con propiedades antibióticas y
antiinflamatorias, además de anticatarrales gracias al olor que se desprende.
Por todo ello, el eucalipto es una hierba aromática y medicinal perfecta para usar en el día a
día, tanto por el cuidado que nos proporciona como por la higiene que nos aporta. Por todo
ello, en este artículo de unCOMO te hablamos de cómo hacer jabón de eucalipto casero. Un
producto que te ayudará a refrescar, relajar y limpiar tu piel a la vez que la aromatiza. ¡Una
maravilla!
Pasos a seguir:
1
Las hojas de eucalipto cuentan con múltiples propiedades. Se trata de un poderoso
desinfectante natural que, además, cuenta con un agradable olor esencial que es utilizado
comúnmente en tratamientos de aromaterapia. Existen diversas propiedades curativas del
eucalipto que benefician a tu organismo como las antisépticas, las antiinflamatorias, las
cicatrizantes o las antibacterianas. Por no hablar de su agradable aroma que es capaz de
refrescar y limpiar la piel y el ambiente.
El aceite esencial de eucalipto suele utilizarse sobre la piel para cuidarla, ya que es muy eficaz
para tratar arañazos, cortes o heridas. Su poder desinfectante y cicatrizante lo convierten en
un producto favorecedor para el buen estado de la piel. Asimismo, al poseer propiedades
antirreumáticas es eficaz para calmar y paliar los dolores musculares. Por todo ello, el
eucalipto es uno de las esencias más presentes en numerosos cosméticos (jabones,
lociones...). ¿Todavía dudas en usarlo en tu higiene diaria?
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Ahora que ya sabes las propiedades del eucalipto seguro que estás deseando introducirlo en
tu rutina de belleza e higiene diaria para beneficiar a tu piel, a tu cuerpo y a tu mente, ya que
es capaz de relajarte y refrescarte profundamente. La mejor manera de beneficiarte del esta
esencia es preparando jabón de eucalipto, para lo que necesitarás:
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Cuando ya tengas la mezcla hecha y los ingredientes bien integrados, será hora de vertir el
jabón líquido en moldes, para que el jabón gane forma y consistencia mientras se enfría.
Cuando se haya solidificado por completo, podrás desenmoldarlo. ¡Y listo! Ya tendrás tu
jabón de eucalipto casero listo para usar. Una fórmula rápida y sencilla de preparar tu propio
jabón en casa a base de eucalipto.
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Los usos más comunes que se le dan a este jabón y para lo que te resultará más útil, son los
siguientes:
Calmar y desinflamar la piel
Limpiar y desinfectar profundamente
Tratar el acné
Refrescar y relajar
Calmar dolores musculares
RECETA DE JABÓN DE FRESA CON JABÓN NEUTRO
Para conocer cómo hacer jabón de fresa casero primero tendrás que decidir si quieres
utilizar sosa cáustica o no y, en caso de que quieras hacer este jabón sin utilizar este
producto, tendrás que seguir la siguiente receta de jabón de fresa que te proponemos
puesto que se elabora con jabón neutro, que está indicado para todo tipo de pieles.
Si tienes la piel sensible es mejor que te decantes por esta receta sin sosa cáustica, ya que
es un producto muy usado para la fabricación de jabones pero que es agresivo para la
piel. Presta atención al material que necesitas y a los pasos que debes seguir para
conseguir hacer un jabón de fresa artesano sin sosa:
Ingredientes
150 gr de fresas
1 taza de agua
10 gotas de esencia de fresa
120 gr de jabón neutro
Instrucciones
Limpia los 150 gr de fresas y córtalas por la mitad o en trozos un poco más pequeños.
En una cacerola o en una olla pon al baño María una taza de agua y añade los trozos de
fresas, dejándolos hasta que se deshaga la pulpa.
Cuando esté deshecha, usa un colador para quedarte solo con la pulpa y eliminar el exceso
de agua.
Ralla 120 gr de jabón neutro y mézclalo con la pulpa de las fresas, volviendo a poner la
mezcla al baño María sin hervirlo directamente.
Cuando la mezcla esté lo más homogénea posible retírala del fuego y pon 10 gotas de
esencia de fresa y sigue mezclando.
Vierte la mezcla en el molde para jabón que hayas elegido y deja que se enfríe sin meterlo
en la nevera durante 1 o 2 días, asegurándote de que se ha endurecido todo, y ya podrás
usarlo.
RECETA DE JABÓN DE FRESA CON SOSA CÁUSTICA
La segunda receta que os proponemos contiene sosa cáustica, un producto que es muy
bueno para limpiar pero que, como ya hemos apuntado antes, puede dañar la piel. Si te
decantas por hacer esta otra receta de jabón de fresa con sosa, debes prestar especial
atención a que durante el proceso la sosa cáustica no entre en contacto directo con tu piel.
Así que, protégete adecuadamente, reúne los siguientes ingredientes y sigue estas
sencillas instrucciones:
INGREDIENTES
50 gr de fresas naturales o bien, 30 gr de fresas deshidratadas
325 gr de aceite de oliva
22 gr de cera de abeja
95 gr de sosa cáustica
175 gr de agua
10 gotas de esencia de fresas
Preparación
Limpia los 50 gramos de fresas frescas o bien prepara los 30 gramos de fresas
deshidratadas. Licua las fresas frescas con un poco de agua hasta que queden totalmente
líquidas.
Bien protegida, añade la sosa cáustica a las fresas y mezcla hasta que quede lo más
homogéneo posible.
En una olla calienta el agua a fuego lento y añade los 22 gramos de cera de abeja, añade
los 325 gramos de aceite de oliva y mezcla bien hasta que la cera se deshaga, retirando la
mezcla del fuego.
Junta las dos mezclas y remueve bien durante unos 30 minutos hasta que se queden lo
más homogéneas posible y comience a cuajarse.
Antes de que se endurezca añade las 10 gotas de esencia de fresas y remueve.
Vierte la mezcla en el molde para jabones que hayas elegido y tápalo con un trapo o paño,
dejándolo reposar al menos por 2 semanas antes de poder sacarlo del molde y utilizarlo.
Usos del jabón de fresa casero
Cuando ya tengas tu jabón de fresa hecho, ya puedes comenzar a usarlo para lograr
distintos efectos sobre tu piel. Estos son los usos más comunes y efectivos de este jabón
hecho con una de las frutas rojas más conocidas:
Calmar y desinflamar la piel
Tratar el acné
Hidratación profunda, evitando la sequedad de la piel
Prevenir el envejecimiento prematuro de la piel
Reducir las arrugas y las estrías
Receta: JABON DE MANZANILLA
1.700 grs de glicerina cortada en cubos pequeños añadir 1/2 copa de flores secas de
manzanilla, derretir a baño de maria con el fuego bajo.
Una vez derretida la glicerina colar para retirar las flores ,
agregar 1 cucharadita de arcilla blanca
1 cucharadita de manteca de karite
1 cucharadita de aceite de avocado
cuando la glicerina empieza a bajar la temperatura agregar 1 cucharadita de mil y de 10 a 20
gotas de aceite ecencial de arből de té.