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Sobre la tablatura renacentista española para teclado: tres tipos de cifra

El primero figura en el tratado de Bermudo (1555), y consiste en numerar todas


las teclas del instrumento (blancas y negras). Con ello la cantidad de números a
memorizar supera la cuarentena, lo que lo hace de poca utilidad práctica. De hecho, no
se sabe que fuese aplicado en libro alguno.
El segundo es así mismo explicado por Bermudo, y consiste en numerar sólo las
teclas blancas, indicando las notas alteradas (sostenidos y bemoles), mediante signos
complementarios. Con ello los números a memorizar se reducen a algo más de una
veintena. Este sistema sí se haya presente en algunas fuentes italianas.
El tercero, que examinaremos aquí, es aún más práctico porque en él las siete
notas de la escala diatónica se numeran de 1 a 7, comenzando por el Fa. Las distintas
octavas en que éstas notas pueden tocarse se indican mediante símbolos
complementarios: una o dos rayitas, un punto o un apóstrofe. Las notas accidentales se
indican con un bemol o sostenido después de cada nota. Una coma (,) indica que la nota
anterior va ligada hasta ese punto, y una rayita (/) atravesada indica un silencio. Por otra
parte, una B al comienzo de la composición indica que hay un bemol en la armadura, y
por tanto el número 4 corresponde siempre a un Si bemol. Este sistema se aplica en las
obras de Luis Venegas de Henestroza (1557), Antonio de Cabezón (1578) y Francisco
Correa de Araujo (1626).

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