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Universidad de Cuenca

Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación


Carrera de Lengua, Literatura y Lenguajes Audiovisuales
Lexicografía
Hidalgo, M.
Fecha de entrega: 27 de noviembre de 2019

Análisis léxico-semántico en el poema El poeta y la muerte de Nicanor Parra

En el presente ensayo analizaremos el poema El poeta y la muerte para esclarecer los


mecanismos que utiliza el poeta para a la vez proponer un absurdo frente a la muerte, pero
con el añadido de agregar un componente humorístico, propio de su antipoesía. Para ello nos
detendremos en un primer momento en analizar la trayectoria del poeta y cómo ha ido
evolucionando su propuesta de acuerdo a los contextos que ha enfrentado para luego pasar al
análisis en sí del poema.

Nicanor Parra, poeta chileno, gran figura de la poesía latinoamericana en el siglo XX,
que dio de beber a más de un escritor de las generaciones post cincuentas, entre ellos, y quizá
de los más famosos, sea Roberto Bolaño. Su poesía no podríamos entenderla si no analizamos
dos procesos, al cual se le sumará más tarde un tercero, de aquellos años: la figura fortísima
de Pablo Neruda en Chile, la revisión del canon occidental por parte de la tradición sajona y
el elemento humorístico en su obra.

Trabajemos, pues, con el primer elemento. Es bien conocido que Nicanor tuvo un
fuerte acercamiento con Neruda durante sus primeros años como poeta en la capital, y donde,
además, ya existían ciertas posiciones de crítica frente a la figura por parte de Parra. Esto nos
lo cuenta Jorge Enrique Adoum (2006) en algunas entrevistas:

“A veces llegaba (Parra) a la casa de Neruda y se tomaba los vinos, hablaba como
admirándolo y odiándolo, a veces también comentaba de más, criticándolo duramente y ya no
solo como poeta. Entonces yo le decía: O te tomas los vinos o no hablas mal de tu anfitrión.”
(p. 103).

Esta actitud de Parra se confirmará por él mismo años después cuando Mario
Benedetti, en su libro Los poetas comunicantes (1981), lo exponga: “Neruda fue siempre un
problema para mí, un desafío, un obstáculo que se ponía en mi camino. Entonces había que
pensar las cosas en términos de este monstruo”. (p. 46). Serán estos primeros pasos un campo
de exploración, como lo determinan obras como La cueca larga (1958) y Antipoemas (1960).
Sin embargo, el viaje de Nicanor Parra a Londres en los años 1950 para estudiar en
Oxford dejarían ya en él los síntomas de aquello que se concretaría con la publicación
definitiva de El canon occidental (1994), por parte de Harold Bloom y que es el resultado de
la revisión de los modelos occidentales a través del tiempo donde, como lo propondrá Bloom
y a su manera también Parra, es Shakespeare quien toma un papel central por complejizar y
caracterizar a la condición humana.

Nicanor Parra tomará de Shakespeare quizá uno de los elementos menos revisados en
su obra el cual es el elemento de la risa, de lo humorístico, de lo tragicómico. Aquí
analizamos el tercer elemento que habíamos propuesto en un principio. En la tradición de la
poesía Latinoamericana el elemento de la risa fue muy poco explorado, es por ello que en la
época nerudiana de Nicanor Parra había aún solemnidad, una contrapropuesta a la poesía de
Neruda, pero es después que Nicanor plantea los cimientos de lo que se convertirá en un
ícono de la vanguardia latinoamericana: la antipoesía.

Roberto Valero (1991), en su ensayo ‘Función del humor en la obra de Nicanor


Parra’, rescata una definición de la antipoesía propuesta por Artur Lundqvist que dice sobre
ella:

“es una expresión poética a base de ásperos prosaísmos, efectos psicológicos sorpresivos,
fragmentación extraña de experiencias inmediatas. Es una poesía de dinamitero,
desesperadamente anárquica, que irrumpe a través de todo lo que es rutinario reduciendo a
polvo la mentira piadosa y las fórmulas de consuelo desprovistas de significado, para
desembocar en la nada o en el meollo de una sólida realidad”. (p. 210).

Roberto Valero rematará luego diciendo: “La dinamita de Parra es el humor” (1991, p.
210). Sin duda, como podemos reconocer en la antipoesía parriana, el humor es uno de sus
componentes fundamentales pero que “los críticos no le han prestado la debida importancia”
(Valero, 1991, p. 211).

La risa, como muchos sociólogos y filósofos nos lo han demostrado, es un mecanismo


que sirve para desacralizar, aterrizar conceptos. Parra utiliza este mecanismo, por ejemplo, a
través de la parodia de la imagen de Jesucristo, como lo veremos a continuación:

“Y ahora con ustedes


Nuestro Señor Jesucristo en persona
que después de 1977 años de religioso silencio
ha accedido gentilmente
a concurrir a nuestro programa gigante de Semana Santa
para hacer las delicias de grandes y chicos
con sus ocurrencias sabias y oportunas
N. S.J. no necesita presentación
es conocido en el mundo entero
baste recordar su gloriosa muerte en la cruz
seguida de una resurrección no menos
..................................................... espectacular:
un aplauso para N. S. J. ” (p. 9).

Fuentes bibliográficas:

- Valero, R. (1991). Función del humor en la obra de Nicanor Parra. Hispania, 210-
213. Recuperado el 19 de noviembre de 2019, de:
https://www.jstor.org/stable/pdf/344587.pdf?refreqid=excelsior%3A61498bd870c662
013c436ab2ab90d673.
- Benedetti, M. (1972). Los poetas comunicantes. México: Marcha.
- Adoum, J. E. (2002). De cerca y de memoria. Quito: Archipiélago.
- Parra, N. (1979). Sermones y prédicas del Cristo del Elqui. Santiago de Chile:
Gamínedes.

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