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Imaginemos que una persona respondiese correctamente a 7 ítems de razonamiento verbal (de un
total de 20) y 9 ítems de razonamiento numérico (de un total de 30). Si los errores no penalizasen,
el número de aciertos en cada escala serían las puntuaciones directas de nuestro participante.
¿Podríamos asumir que el evaluado será mejor realizando tareas numéricas que realizando tareas
de contenido verbal?
En este caso, el hecho de cada test tenga un número de ítems diferentes nos indica que no sería
correcto llegar a esta conclusión. Incluso si los dos test tuvieran el mismo número de ítems
seguiríamos sin poder afirmarlo, puesto que la dificultad de los ítems del test de razonamiento
verbal podría ser mucho mayor que la de los ítems de numérico.
La única forma de poder comparar las dos puntuaciones es a través de su estandarización. Existen
diferentes tipos de puntuaciones estandarizadas, en esta ocasión hablaremos de los decatipos por
emplearse con una mayor frecuencia.
Los dos parámetros relevantes a la hora de estandarizar unas puntuaciones directas son la media y
la desviación típica.
Previamente se comentaba que la dificultad de cada test podía ser diferente, por este motivo, el
primer paso que realizaremos es restar a la puntuación directa la media de un grupo
representativo que haya contestado a ese test (baremo). Lo que realmente nos interesa no es el
número de aciertos del evaluado, es la posición que ocupan esos aciertos con respecto al grupo de
referencia. La desviación típica se emplea para igualar la dispersión de las puntuaciones,
dividiendo el resultado de la resta anterior. Tras estas dos operaciones habremos transformado
nuestras puntuaciones directas en puntuaciones típicas o Z.
Con esta transformación hemos obtenido unas puntuaciones estandarizadas que nos permiten
comparar el rendimiento de la persona en dos test diferentes, eliminando los sesgos presentes en
las puntuaciones directas debidos a que los test puedan presentar diferencias en cuanto a su
dificultad (media) o dispersión (desviación típica).
Sin embargo, una puntuación típica puede adoptar valores como el cero o valores negativos, por lo
que su interpretación puede resultar difícil. Para solventar este aspecto se suele cambiar la
métrica de las puntuaciones típicas a otra que nos resulte más familiar (decatipos).
Las operaciones necesarias para ello son multiplicar la puntuación típica por 2 y sumarla 5,5. Con
esto logramos unas puntuaciones que se distribuyen desde 1 hasta 10, siendo su media 5,5. En la
tabla que se muestra a continuación se incluyen varios ejemplos de estas puntuaciones y sus
correspondencias:
P.
P. Típica Decatipo
Directa
Pepe 8 1,30 8
María 4 -1,02 3
Juan 5 -0,44 5
Ana 6 0,14 6
Desv.
1,72 1 2
Típica
Eneatipos
Si bien cada uno de nosotros podemos considerarnos como un cóctel eneagramático o
amalgama en el cual poseemos rasgos de todo el espectro del Eneagrama, también es cierto que
en cada uno de nosotros hay una piedra angular, tendencia dominante o “piedra de toque” que
determina la manera como vemos el mundo y la realidad (nuestra cosmovisión) y nuestra
estrategia vital, es decir: para cada ser humano sobre el planeta existiría un sólo eneatipo
básico, aunque lo exprese de manera muy particular y característica, de acuerdo a su respectiva
individualidad.
Nuestro eneatipo deviene entonces tanto en nuestro talón de Aquiles como en nuestro demonio
particular y al mismo tiempo se convierte también en la arcilla a trabajar y en el escultor que la
talla. Todo en uno.
Las personas con un mismo estilo de personalidad comparten unas estructuras básicas y unos
supuestos centrales; estrategias y referencias subyacentes. Sin embargo, cada uno de ellos
vivirá y expresará su estilo del Eneagrama de forma única. Aunque aquellas personas del
mismo tipo comparten una pérdida de la misma calidad esencial, cada individuo tiene su propia
y única manifestación del tipo. Este sistema del Eneagrama está diseñado para honrar esta
individualidad y reconocer que cada ser humano es único e irrepetible.
Muestra aleatoria
A|B|C|D|E|F|G|H|I|J|K|L|M|N|O|P|Q|R|S|T|U|
V|W|X|Y|Z
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