Estimados amigos Quiero agradecer todo el apoyo y solidaridad que manifestaron en el transcurso de la vida de Gilda y el acompañamiento continuo durante su deceso. Estuvieron cuando más se les necesitaba atenuando el dolor con su presencia. Gracias por ese gran soporte que es la amistad y el cariño. Gilda siempre fue una mujer muy positiva, inteligente, carismática y resiliente. Realmente mi esposa fue una gran mujer a la que amé (amo). Pero ahora sólo me queda seguir ... Ella fue una gran maestra, era su estilo de vida, se emocionaba con lo que enseñaba, transmitía ese amor a la literatura, por eso, en su honor, me permito dedicarle y dedicarles el poema de Cesar Vallejo "MASA" Al fin de la batalla, y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre y le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!» Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. Se le acercaron dos y repitiéronle: «¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!» Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil, clamando «¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!» Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. Le rodearon millones de individuos, con un ruego común: «¡Quédate hermano!» Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. Entonces todos los hombres de la tierra le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado; incorporóse lentamente, abrazó al primer hombre; echóse a andar... A esto solamente quiero agregar que ella está andando en el corazón de cada uno de ustedes. Pero sobre todo, en el mío... Nuevamente gracias Arturo