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Territorios 12 / Bogota 2004, pp. 15-41 Espacio y territorio: desarrollo y evolucién del andlisis territorial en la cuenca media del rio Chicamocha (Boyacd, Colombia), 1987-2000 Felipe Cardenas Tamara* ‘Mi vereda parece un pescbre, hay casitas en todo lugar. Allé arriba vive mi abuclita y por allé abajo vive don Pascual. Hay Rodriguez, Buitragos, Gue- ‘eros, Luses, Castellanos, Torres por doquier.Y Marias, Auroras, Carmela y otros cuantos lindos nombres de mujer. ¥ de arsiba abajo la abraza un ‘camino por el que pasamos todos los campesinos, leno de forecitas de mucho color y donde yo me pongo mis citas de amor. Jorge Vetosa (1998) Palabras clave ‘mapas, ais beritovia, ciencia comple ciencia positivist, ecole det aisase,carsegrafia social, geagrafia, Juncional Revibide: 13-02-08. Aprobade: 23-05-03 * Ansropilego, Master: Seen Desarrollo Rural Homelpata, candidate 4 Doctor en Homeopatia, Prfeor “Asscinilo,adscrivo ab Departassensode Ecologia Teritoria de In Facuiad de Eruion Ambiensaesy Rurales tela Ponsificin Universidad Javeriana, iS tenstories 12 16 RESUMEN El articulo estudia desde un marco com- parativo tres momentos de analisisterrito- rial, buscando con ello captar los procesos de cambio, evoluci6n 0 transformacién que se vienen dando en las ciencias ambien- tales en Jo referido a sus lecturas de proce sos territoriales y a los insumos que s igeneran en lo que se denomina la “imagen a. La interpretaciOn se basa en cartograt tuna lectura de Jos mapas generados durante cel lapso de vida de un proyecto de desarro Ho regional que se realizé en el depar tamento de Boyaci (Colombia) entre los aiios 1987 y 2000. I modelo comparati- vo se construyé con base en Ia definicién de categorias que estructuran un proceso de gestion cientifico-institucional que hace parte de las propuestas de desarrollo soste- ible. Para tal fin, las categorias se anali zan bajo dos entradas: 1. un modelo de Ciencia positivista y 2. un modelo de cien- cia compleja. Los resultados del trabajo afirman la impor taneia de los procesos de Lectura territorial apoyados en los métodos cartogrificos so- ciales propios de Ia etnogeafia y la geografia perceptiva, ABSTRACT This article studies, from a comparative frame, three moments of tertitorial analysis, seeking to grasp the processes of change, exolution, oF transformation evolving in tal sciences with regard to their of tertitorial processes and to the environm| ings generated outputs of the sort of carto graphic images, The interpretation is based fon a reading of the maps generated during 2 project of regional development in the department of Boyacs (Colombia) between 1987 and 2000. The comparative model was constructed on the basis of categories strue turing a process of scientific-institutional management that is part of the proposals of ‘sustainable development. For such aim, the categories are analyzed under two entries: 1. a mode! of positivistic science, and 2. a model of complex science ‘The results of the work affirm the impor tance of the provesses of territorial reading supported by the model of ethnographic ‘social cartography and perceptual geography Frum: Céwius Tana nal sof the ing ‘hic thy. wR Introduceién! Se busca establecer en este articulo un pro: ceso dle andlisis critico referido a la utili zacién de mapas, a los diversos modclos conceptuates asociados a ellos y a la identi ficacién de los cambios y evoluciones que han estructurado los procesos de anslisis te- rritorial y cultural en el marco de un pro- yecto de desarrollo regional ejecutado en Colombia (ver mapa 1)?. Bl anilisis estable- ce una periodizacién a lo largo del tiempo cn lo relativo a la lectura cartogrifico-geo- gréfice y a los diferentes momentos © pau- tas de andlisis territorial que se lograron identificar en el marco de un proceso de gestién ambiental que abareé aproximada- mente diecisiete aiios. BI proceso de desa- rrollo regional fue impulsado por un equipo de profesores adseritos al Instituto de Estu- dios Ambientales para el Desarrollo, de la Pontificia Universidad Javeriana, Durante estos dlicisiete anos se vivieron y experimen- taron diversos modelos conceptuales en lo relativo al andlisis territorial. Se pretende analizar Ja dindmica det proceso a partir de tuna lectura sintética, con base en los pro- pios registros cartogrificos generados, bus- cando identificar las conexiones para el afinamiento de un modelo de ciencia com- pleja que mantenga una perspectiva en la cual se reconozcan el valor de los actores sociales y la importancia de la participacién de los mismos. El ejercicio pretende estu dliar, desde la representacién de mundo, la forma como se han observado el mundo campesino y sus paisajes naturales y cultura- les en el norte de Boyacé. Por muy precisas que hayan sido las escalas y dimensiones del anilisis, ningiin proceso de lectura tertito: Fal puede ser perfecto, Por otra parte, los mapas analizados y los procesos que los acompafiaron y les dieron vida muestran la cultura institucional, la cultura investigativa y la propia intencionalidad de los actores- agentes que se representaron la realidad en imagenes cartograficas. Se busca mirar la forma como un grupo de cientificos se han representado el mundo desde los propios mapas generados a lo largo de an proceso de trabajo interdisciplinario, Para lograr ese propésito se analizan sintéticamente tres momentos de andlisis cartografico que se desa rrollaron en el marco de un proceso de de- sarrollo sostenible disehado y gestionado principalmente por profesionales ligados ala Universidad Javeriana desde 1987 hasta 2000. La metodologfa utilizada fre de tipo com Parativo. Se establecié una matrizalimentada por variables ligadas a una vision de mundo de tipo sistémico y holistico y que, por con siguiente, permitiera leer los diferentes mo delos de interpretacién territorial ejecutados desde una perspectiva comparativa y critica Las categorfas usadas para visualizar los cam bios conceptuales ¢ instrumentales se basa ron en una visién de ciencia compleja, De ‘manera analitica, la sintesis comparativa per- mite captar el dinamismo de la transforma- ci6n vivida ea los tiltimos veinte anos en cuanto a las bases conceptuales y meto dol6gicas que orientan el andlisis territorial, el ordenamiento y los modelos de desarro Ilo sostenible a partir de un caso particular de desarrollo regional impulsado desde el Espacio v YERRITORIO: DESARROLLO Y EVOLUCION DEL. ANALISIS TERRITORIAL PN. 1 Prapeete impubanilo ‘por el Intiruto de Eotudis Avnbiensales ‘para el Desarrollo, dele Ponifcin Universidad Jaseriana, ena cnenca mesa del ro Chicamache desde 1986 basta 2001 2B rerrtovio al que dace referencia ee ‘nba est ubicado ew Jas provincas det Norte, Gusiérres y Valderrama al ororente del Aeparsamento de Boyaci, en territoios 4s los municipios de Sativasi, Satinanorse, Swen, Sons, Tipacoque, Corarachia, Chinas, 3 Espino, Guncarnayas, Sao Masco, Boavita, La rite, Gatco, BL Coeny, Chita Jered Atonios 1 n * ko objesvas deb proses, dsrante S13 isin fess, foro: Fase | (1989-1992): 1 desarvllar 1 Aiagnistico forest regional qe osclnyerm I dimension iin, bioigies, conisnica y ital (e921) 92. swlecionar jays las opcione plore de iproduccion 9 concersncion quest Inubicran idensifcato en ta etapa 12 iniciary ‘promaveraccines de reforestation, recuperacion onservacin eles scoistemas forestales (etapa it) ase (1992-1996): fortalecer la capacidad de autagestion dela ‘poblaci, las organizacionesylas sdoinisrasione locales nfo relacionado com las tnecionc de conservacin “ymanejode las tereeneneas de nanera que insigren alsernativasde wso dela coberturn vegetal para Ticonservacion yla pradneiin com nfs tare manejo de los recurs locales. Fase ut (1997-2000) tenrrtonion 2B Mara 1 ZONA DE TRABAIO Colombia Ambito institucional de la Universidad Javeriana y que cont6 con el apoyo de la ‘Unién Europea. Se considera que esta expe- riencia presenta convergencias con otras e- periencias que se viven en ¢l tertitorio de Colombia en fa actualidad®. 1. Conceptos basicos 1. Mapas y representacion La representacion del mundo se logra de diversas maneras: mediante dibujos, pintu- as, esctitos, mapas, planos, modelos, cédi- 0s, misica, cantos, lenguaje, poemas, ete ‘Una de las formas mas importantes usadas por diversas culturas han sido los mapas. Su importancia radica en las relaciones que es- tablecen con la espacialidad, que, como sabemos, ¢s una de las experiencias constitu: tivas de la representacién de la realidad, de nuestra conciencia y de nuestra experiencia (Piaget, 1967: 6 y sigs.). Tenemos mapas de diversos tipos, proyecciones, escalas, di- mensiones, intencionalidades, origenes, es: tructurasyy funciones. En general, los mapas Fetiry CARDENAS TAMARA te. das Su es tw. de pas di- cs pas RA han sido instrumentos utilizados desde las sociedades de cazadores y recolectores hasta las sociedades industrializadas y modernas. Ja sociedad moderna puede pensar que la “imagen cartografica” es de su propiedad pero se equivoca, ya que el entendimiento y Ja representacién cartogrificos acompaiian al hombre hace milenios (Turnbull, 1989). Los mapas representan el pensamsiento acumula- doy la labor del pasado, permiten al pasado vol verse parte de nuestro vivir, el ahora, el aqui [-.) Nos dan una realidad misalli de nuestroalcance, tuna realidad que excede nuestra vision el espacio de nuestros das, ana realidad que no alcanzamos através de ninguna otra forma. Estamos siempre ‘mapeando lo invisible o inaleanzable, el faturo.0 el pasado, lo que sea que no esta aqui presente (Wood e? al, 1993), 1.2, Tervitorio El territorio es el espacio apropiado por un ‘grupo humano para st reproducci6n fisica, social y cultural. Es el espacio fisico, las plan- tas y los animales; es el espacio nombrado, uitilizado, caminado y recorrido. Es la for- mma de disposici6n de caserios, de fiestas cul turales y religiosas, de las relaciones sociales, Ja autoridad y la cosmovision. ‘Todas estas acciones que realiza el ser humano social son tervitorialidad y, en su desarrollo, constru- yen territorio (Vargas, 1999). El territorio implica control espacial de la accesibilidad y la accion, y el hombre es un animal territorial. Los territories varian desde la burbuja inmediata del espacio per- sonal, pasando por el hogar y el entorno hogarefio, hasta los dominios de los gru pos sociales més grandes (Lynch, 1992), Son estos grupos sociales los que crean relacio~ nes mids complejas con el territorio que habi- tan, y es dificil lograr una imagen que abarque sus distintas dimensiones y mani festaciones, Por eso, el mejor camino para conocerlo consiste en juntar las distintas ver- siones, partiendo de escuchar la forma co- mo cada persona da cuenta de la realidad que puede percibir (Restrepo, 1999). Asi mismo, el territorio desempena una fun- ci6n social. El medio ambiente, con sus denominaciones, familiares para todos, proporciona material para recuerdos y sim bolos comunes que ligan al grupo y les permiten comunicarse a sus miembros, El t rritorio acta como un vasto sistema mne~ motécnico para la retencién de la historia y osideales colectivos (Lynch, 1984), torio 0 campo relacional que consti comunidad se comporta como un sistema abierto que siempre esté en proceso de construccién, deconstruccién y transforma cién, dinémica ésta que se pone de mani fiesto en el rostro de la gente, la sontisa de Jos nifios o el paisaje cultural (natural y ur- bano) de una determinada comunidad (Restrepo, 1999) Eltertitorio que cada persona cree reconocer posee unos limites definidos mentalmente: La gente del comin sabe por regla general don- dd principian y donde terminan frncionalmente Jas unidades alas que pertenecen. Son el res tado de la interaccién social reconovida por los ‘mismos habitantes en sus desplazamientos dia ros, tareas y ocupaciones habituales. Los limites reales no son ificiles de determinae si se apela a fa memoria visual e hstérica de las gemtes y sus lideres naturales (Fals Borda, 1999), Y VRRRITORIO: DESARROLLO Y EVOLUCION DEL. ANALISIS TERRITORIAL EN continéa nota 3, onsolidar lor programasde desarrollo tsutenble relia Inenenea media del rio Chicassocha, a partir aed afinamnienseyla generaciin denn adele de gestion ‘ambiental como smecanisnse para ta recuperacion, para ta Cconseroactise de los caritematy d or seas de produceiony para el fortalecisiento del sstema catrurad cnpesino de lee ‘poblaasresde las ‘provincns boyacenses det ‘Norte y Gutiéres tentonko 4 territonien N 20 Esta idea ya habia sido expuesta por Wa Herstein (1997) al precisar que, “por iletrada que sea una persona, estaré en capacidad de identificar el tiempo y el espacio en el que vive, y usualmente los tiempos y los espa ios en los que otros viven”. 1.3. EL espacio Cada persona crea sus propias impresiones del ambiente que lo todea, pero colectiva- mente las interpretaciones que hacemos de tiempo y espacio, el uso que hacemos de los conceptos de tiempo y espacio, la percepcion que tenemos de tiempo y espa- ‘cio no son en absoluto constantes (Wallers- tein, 1997). Y es que las percepciones y representaciones dependen del momento historico, la edad, el género y el rol del actor social Elespacio no es un medio neutral constant sino que en las relaciones vitales de act iones contrarias est leno de significados, yy éstos varian a su vez segin los diferentes lugares y regiones del espacio (Bollnow, 1969). Las imagenes ambientales son el re- sultado de un proceso bilateral entre el ob- servador y su medio ambiente. El medio ambiente sugiere distinciones y relaciones, y el observador ~con gran adaptabilidad y a la luz de sus propios objetivos- escoge, or ganiza y dota de significado lo que ve, La imagen desarrollada en esta forma limita y acentia ahora lo que se ve, en tanto que la imagen en si misma se contrasta con la per- cepcidn filtrada mediante un constante pro eso de interacci6n. De este modo, laimagen de una realidad determinada puede variar cn forma considerable entre diversos obser- vadores (Lynch,1984). Un proceso de andlisis territorial esté con: dicionado por la historicidad propia de Ia ‘especie humana y por las nociones de espa cio y tiempo, que son culturales. Si se reco- nove la historicidad, se reintroduce, con cllo, al sujeto en la perspectiva del observa dor. En los procesos de anilisis cientifico siempre se corre el riesgo de que el observa~ dor y las personas que interpretan un terti- torio, una cultura 0 un paisaje olviden su propia subjetividad, su intencionalidid no manifiesta, y piensen que “sus interpreta- ciones” son las “objetivas”. En todos los paradigmas conceptuales existe ese riesgo, Incluso hoy, las interpretaciones del “para digma sistémico”, que esta tan de moda, hacen que el hombre ceda el paso @ los siss temas y que el sujeto antropoldgico desapa- rezea del anilisis. Aparentemente se vencen las visiones antropocéntricas, pero se picrde alos individuos (actores sociales) del punto de mira, Hoy, en muchos casos, lo que se quicte es recobrar al individuo. ¥ autores como Emilio Moran sefalan que precisa mente una de las falas més grandes de los cenfoques ecosistémicos tienen que ver con Ia climinacién del individuo y de sus valo- res, percepciones, motivaciones y opciones cn los anilisis realizados (Moran, 1993; ‘Cardenas, 2001). ‘Al representamos el mundo, de ciesta manc- ra lo estamos simultaneamente construyen= do, organizando y planificando (Tumbull, 1989). A la vez, develamos las estructura ‘cognitivas de nuestros universos de conoci miento. La idea bisica por entender es que Fenipe, CAnpnnas TAMARA toc pur inv tris los bas par im ot tur dic per 6 HL lay ar ma tar tra ar EH de po los de pal efe wa qu en to. res los todos los hombres y todas las sociedades pueden sentir que viven en un ambiente interdependiente propio y Gnico (etnocen- trismo), histérico-cultural, que genera esti- los de vida particulares. Una forma de visualizar esos estilos de mundo es sobre la base del andlisis de sus representaciones. La ciencia moderna y sus distintos paradigmas participan de esa condicién tan humana que implica ver en las categorias usadas por “el otro” un espacio de lo no humano. Por for: tuna, los descubrimientos de una larga tra dicin de estudios antropolégicos han permitido, especialmente con la explicita cidn que hizo Clande Lévi-Strauss en su obra EL pensamiento salvaje, postular que tanto Ja mente del hombre primitivo como la del Jlamado civilizado trabajan segiin las mis sas estructuras clasficatorias; en el fondo, tanto el mito y la religién como la ciencia tratan de sistematizar y ordenar la realidad a partir de esquemas totalizantes'. E] ambiente de trabajo estuvo fuertemente determinado por la nocién de territorio y por la importancia de la espacializacién de los procesos biofisicos y culturales. Recuér- dese que la idea de ambiente es una crea- in det bidlogo Jacob von Uexkull y sirve para entender que los organismos viven en tun “mundo perceptible” y “un mundo de , ida, jerarg proporciona informacion, no se vser- | esperan de lla todas ls respuestas alos ee jerirquicas, de ariba abajo, | Adaprativas, de abajo ariba,abienas, ak [ Imstinciones burocritieas cooperatives gia. ‘Centralizada o descentralizada, z son Gestién rigida, poca atenci6n en eee arencion > de incentivos eionovacion —— sfie~ [. ‘Cadtica, imaginativa, creativa, flexible, ion, Planeacion Comprensiva,racional er parce res, i” /Antoritario, los lideres se Situational, los lderes surge de la oe ilerazg0 esignan comunidad. Liderargo comunitario. - Daten, ine ee, | ESE, no Hedin, Dejarse somprender_ Mapas, lineales, andlisis ‘ls, bases de datos interrclacionadas, simulaciOn no-lineal, evaluacién de Modelos monetizados costo:beneficio | impactos ambientales, sociales y /econdmicos | Ftica Al servicio del capital Holistica, Derechos de la naturaleza “Dios ha muerto” (atentamente, | Nietzsche ha muerco” spiviualidad Nietzsche) (atentamente, Dios) Inapetencia por los dioses Sed de lo divino «das permiten hacer un andl c ilustran muchas de las principales preocu- paciones que tienen las ciencias ambientales ‘en este momento. Las categorfas que apare cen en el cuadro en mencién son las mismas “Fuente: Ctado en Wallace (1996), adaptado de Iverson (1998). comparativo | que se utilizan para mirar los momentos del andlisis territorial del proyecto Chicamocha, En general, las categoriaso nociones de cien- cia han venido transformsndose radicalmen- te en el marco del pensamiento ambiental. CIO Y TERRITORIO: DESARROLLO Y EVOLUCION DEL ANALISIS TERRITORIAL EN, teartenion 2 23 De una ciencia positivista se viene transitan do hacia una ciencia compleja, Las conse- cuencias en el cambio de vision de mundo se traducen en la afirmacién o resignifi- caci6n de otras categorfas que son centrales para las ciencias ambientales: las nociones de naturaleza, los procesos de decisién, los discios institucionales, los procesos de ges- ti6n, la planeacién, el liderazgo, la nocién de ciencia, los modelos, la ética, la es tualidad, la participacion, las pricticas sobre la conservaci6n, etc. Desde esta perspectiva, pareciera que disponemos de los instrumen- tos conceptuales y operativos necesatios para superar la crisis ambiental. Sin embargo, par tiendo de la experiencia analizada se puede aducir que lo que sigue primando es un mo- delo de ciencia positivista de corte sistémico ‘que no esté interesada en integrat de mane ra clara una vision que vaya més alla de los reduccionismos de todo orden: biolégicos, econ6micos y culturalistas, Hemos construi- do un sofisticado discurso ambientalista, pero su articulacin con la realidad y su puesta en marcha operativa siguen dejando mucho que desear. Los faccionalismos paradigmaticos, los reduccionismos de todo orden, las querellas en el interior de los equi- pos y el fraccionamiento de éstos entre desa- rrollistas y conservacionistas y la ain no superada separaci6n entre las ciencias socia- les y las naturales explican en parte la inca- pacidad de operar de manera mas efectiva sobre la realidad. En el fondo sigue priman- do la escision entre naturaleza y cultura, y para muchos esta condiciOn esti dada y no se entiende como construida culturalmente. Consecuentemente, los andlisis biol6gicos generalmente dejan de lado toda referencia al conficto humano, a los problemas de ge nneto, alos conflictos politicos, a la estructura predial, al papel de lo religioso, alas idiosin- crasias y al ethosde la gente. Por su lado, los anilisis sociales marginan en muchos casos la presencia y la importancia de las formas ‘no humanas sobre el territorio: se descui- dan los aspectos de interconectividad y fragmentacion entre los ecosistemas, Ia identificacion de especies de fauna y flora, {as valoraciones boténicas, el problema de fos suclos y de la erosién, etc. De lado y lado nos ha faltado humildad, ya sea por: que nuestra experiencia sobre desarrollo y participacion comunitaria nos lleva a igno: rar los aportes de otras disciplinas, 0, por el otto lado, porque nuestra aparente destreza en el manejo de sistemas de informacion georreferenciada nos impide acercarnos al saber popular y a sus representaciones de te rritorio y al diflogo abierto, cordial y criti co con las personas que buscan impulsar y potenciar estos modelos sociales En el cuadro 1 aparecen las categorfas en las que se basa el modelo de evaluacién critica del proceso de desarrollo regional que pro- pongo y desarrollo en este articulo. El todo ‘es més que Ia suma de sus partes, y por 80 se debe tener en cuenta que el registro es tan s6lo una aproximacion al rico proceso vivido alo largo de una década de trabajo. No se pretende agotar el analisis ni postular las categorias propuestas como las definiti ‘vas o tinicas; sencillamente se esté circuns- cribiendo la relacién de dicho proceso con Jas conceptualizaciones tedricas y meto- dologicas referidas ala representaci6n terri Fe1ire: CAnpenas TAMARA nicia 26 tora los mas cui- eso >ajo. rular iti uns- cto- erri AAA rorial que ha manejado un sector de la aca- ddemia universitaria Por un lado, las categorfas propuestas se miran a la luz de sus relaciones con los modelos de la complejidad y de sus rela- ciones con los modelos de la ciencia posi- tiva, Se asume que el punto de partida ecolégico se adhiere al paradigma de la complejidad; de tal manera no puede ha- ber escisi6n real en la interacci6n entre na turaleza y cultura, porque la cultura no puede surgir ni existe en un vacfo de natu- raleza, de la misma manera que las formas y los sistemas naturales “en un porcentaje clevado de casos a nivel mundial no pue- den entenderse sin la apropiaci6n humana del territorio, EI paradigma ecolégico reclama de noso. ‘ros que cultivemos la nocibn de pertenecer ‘un sistema que funciona como un todo, sin que importen las dimensiones, grandes © pequeiias, del sistema particular con el que estemos comprometidos en un mo- mento cualquiera. Segiin esta concepcién son tan importantes los llamados objetos de conservacién como los sistemas agra rios sostenibles y el patrimonio cultural construido en cualquier coordenada geo- prifica particular, Por otro lado, la ciencia positiva, con sus alcances y limitaciones, entiende la natura: leza como un aspecto del mundo y de la realidad que ha de conguistarse y reorde- narse, que ha de someterse a la tecnologia {ideologia © componentes sociales) de la cultara dominante. Como anota Anne P: inavesi (1995: 31), “este marco legal es un legado que Newton dejé no sélo para el método cientifico occidental, sino también para toda la enseftanza que éste transmite”, Este cuadro tiene la intuicién de brindar de ‘manera simbélica -ya que permite varias ec turas y no tiene todas as lecturas- una pauta para la accién en el camino de fa construccién cientifica. La ciencia compleja no puede ser excluyente, La ciencia compleja, y mis en lo referido al andlisis territorial -y mucho mas en un pafs como Colombia-, tiene que set dialogica y participativa y estar centrada en Ia valoracion de la vida, El modelo de ciencia compleja tiene que buscar la integracion de todos los conocimientos y rescatar las intuiciones de los conocimientos tradicio: nafes, que, en el marco de sus enormes. di- versidades, convergen en cuanto a su valoracién de todas las cosas que existen en la realidad. Todo tiene un valor intrinseco, de tal forma que estas intuiciones milenatias se han adelantado en aos a las quejum- brosas voces de la ecologia occidental, que aiin no sabe si es una cenicienta 0 una hija putativa de la biologia. 2. Momentos de lectura territorial Durante la presencia de la Universidad Jave riana en la zona de la cuenca media del rio Chicamocha se manejaron tres propuestas te6rico-pricticas diferenciadas en lo relati vo al andlisis territorial. Estas fueron din- dose como producto de! interés particular de algunas personas y de la disponibilidad instrumental y conceptual que se tenia en su momento. Los cambios en la lectura geogrifica y cartogrifica obedecieron a las ofertas tecnol6gicas que se ofrecian en cl ESPACIO Y THRRITORIO: DESARROLLO Y EVOLUCION DE, ANALISIS TERRITORIAL. BN, denitonion 1 2s territorian N 26 mercado de la ciencia. Como se observari, estas ofertas fueron ganando fuerza interpretativa Debe tenerse en cuenta que uno de los pro- motores originales de la idea de impulsar un proceso de desarrollo regional fue el pro- fesor Francisco Gonzilez, antropélogo de formacién y magister en Geografia. En st concepcién tedrica, que es la del materialis- mo cultural, las variables centrales en una lectura de tertitorio son las tecnoambien- tales y las teenoecondmicas. Sin desconocer €l peso de otras dimensiones de la articula cin entre ecosistema y cultura, los objetos de anilisis son todos los referidos a la ¢s- tructura y la funcién de los ecosistemas y sistemas de subsistencia. En este modelo, ‘otras dimensiones geogrificas de ia realidad no se consideran. Todo el peso del anilisis se centra en las dimensiones materiales de la realidad, No hay espacio ni lugar para una geografia de lo sagrado, de lo ceremonial, del mito o del rito. Como es de esperar, cuando el profesor Gonzalez conoce Ia pro- puesta de la ccologia del paisaje a través del trabajo del profesor Andrés Etter invita al iiltimo a vincularse como director del pro- yeeto. La geografia funcional habia perdido muy répidamente su capacidad interpretativa debido a los impresionantes desatrollos de las ciencias de la tierra, La ecologfa del pai- saje proporcionaba los elementos suficien- tes para darles més rigor y capacidad de andlisis a las interacciones de tipo abiético y bidtico en el marco de la lectura de los procesos socioeconémicos que operaban en un tervitorio. El referente espacial, substancial a todo pro- ceso de desarrollo regional, gan6 enorme- mente con el potencial interpretativo de la ecologia del paisaje. Sin embargo, la pro- puesta, por muy sistémica que fuera, dej6 de lado otras dimensiones o ciertos epifend: menos de la realidad. Nunca se utilizd la ecologia del paisaje para mirar algo referido al ceremonial campesino y sus telaciones con el manejo ecosistémico, alos procesos migra- torios o al papel del poblamiento. humano de los piramos en el marco de proceso de si mulacién, En general, se limité a la pro- dlucci6n de mapas como resultado acaclémico, y todo el potencial referido a la simula de escenarios no fue objeto de trabajo, La mirada fue bisicamente ecosistémica y socioecondmica, Se elaboraron mapas s0- bre ecosistemas, unidades de paisaje, siste- mas de produccién y areas criticasy valiosss. En esta etapa, que también se defini6 como participativa, el ejercicio de interpretacién, anilisis y categorizaciOn estuvo bésicamente fen manos de un experto y a la comunidad sc la consultaba en el marco de talleres co: ‘munitarios sobre diferentes temas que no se articularon en el marco de una lectura terti- torial apropiada a la ecologla del paisaje. Pasados los aitos, y pricticamente hacia el final del proceso (1996-2000), el antropé- logo Felipe Cardenas asumié la direccion del proyecto. Fue en ese momento cuando se articuld, con base en los mapas propor- cionados por la ecologia del paisaje y sobre planchas del Instituto Geogrifico Agustin Codazzi, una propuesta de analisis tertito- rial participativo que se extendié por cua tro aiios, Campesinos, funcionatios y los Fenine CARDENAS TAMARA, dc lo fir pe pe 2 Pc pl fa pe fic >r0- me- lela iej6 la rido con ‘ano propios investigadores del proyecto se sen~ taron de nuevo a trabajar en talleres realiza dos en todos Jos municipios. El resultado {uc redescubrir el territorio, plasmando en snapas “parlantes” todos los significado tan- to ecosistémicos como culturales que no se habjan lefdo durante la época de trabajo de la ecologfa del paisaje. Fue un ejercicio co- lectivo y rigurosamente sistematizado en los sistemas de informacin georreferenciados del Instituto de Estudios Ambientales para el Desarrollo, de la Pontificia Universidad Javeriana, La investigacién territorial era asunto de todos y no simplemente de un grupo de expertos, que, como hemos visto, reducfan la realidad a sus intereses teéricos y obraban segiin los mismos, condicionan do la vision de la realidad a esos intereses, Jos cuales, por muy loables y cientificos que fueran, generalmente dejaban de lado todo tun conjunto de trasmisiones, tradiciones, informaciones ¢ innovaciones que hubieran podido dinamizar y potenciar mis todo el proceso. 2.1, La geografia funcional La primera propuesta, manejada desde 1987 por parte de Francisco Gonzalez (1990), planted el concepto de anilisis geogritico funcional (ver mapa 2). En ese trabajo, bé sicamente, se buscé describir analiticamente y-con instrumentos de la geografia los pro~ blemas ambientales de las provincias de Noite y Gutiérrez, con un particular énfasis spacial en los ecosistemas de piramo. El proceso arrojé una serie de mapas demogré- ficos, de coberturas naturales y de recursos hidricos. El trabajo se enmarcé en el desa rrollo de un proceso de investigacién liga- do a la cualificaci6n de Gonzélez a su titulo de magister en Geografia Humana. Como 41 mismo lo reconoce, eran los tiempos “en que todo se hacia a mano y a punta de pris- macélor”. Los mapas nunca se digitalizaron yy en general jamas fueron corroborados en ‘campo 0 hicieron parte de un proceso so: cial més amplio. De todas maneras, el tra bajo, en unidn con otros eventos y personas, fac lo que introdujo la temética ambiental y el interés en el estudio de los problemas ambientales y sus relaciones con el tema det desarrollo sostenible y regional en el ambi- to de una economia campesina andina en Colombia. Conviene notar que el enfoque se orient6 conceptualmente hacia el mate tialismo de Marvin Harris (1979), que sin- tetiza su estrategia de investigacion en la lectura de una estructura de investigacion universal en todo sistema sociocultural. Sin~ tetizamos ese modelo en el euadro 2. Hay {que tener en cuenta particularmente que el modelo de Harris les otorga mucha fuerza a las interpretaciones etic (del observador) por encima de las interpretaciones emic (del observado) En el cuadro 3 se pueden observar las ten- dencias y la implementacién operativa del ‘marco conceptual aplicado. En general, los clementos sintétizados permiten observar un marco de anilisis geogrifico ligado ala cien cia positiva. Se destaca, como producto fi- nal del proceso en el marco del andl poco valor que se le otorgaba a la vis percepcién de los actores locales. Se privile sian las lecturas de tipo etic por encima de ESPACIO Y TERKITORIO: DESARKOLLO ¥ EVOLUCION DEI. ANALISIS TERRITORIAL BN, . tenritenion NL 27 tonrtornion 1 28 Mara 2 POBLACION ¥ DEMOGRAFIA EN LOS ENFOQUES DEL. ANALISIS FUNCIONAL GEOGRAFICO 5 porcentsje poblacién 500.60 60.470 70480 803.90 Hl 990 3 100 seals 1: 400,000 Fuente: Dane Elsborado por: Francico Gonzilez L. de G. Mayo/86 laslecturas de tipo emic. Es decir, tienen mis fuerza las explicaciones del cientifico social (etic) que las explicaciones de los propios actores (emic). Debe tenerse en cuenta que éste fre un ejer- icio exclusivamente académico, enmarcado en la cualificacion que el profesor Gonzétez venfa haciendo para obtener su titulo de magister en Geografla. Como constructo cartogrifico, suscit6 el interés en profuundi- zar € investigar sobre el poblamiento hu- ‘mano en Areas de péramo, Mas adelante, la propuesta se ligd a un proceso de trabajo participativo entre un grupo de campesinos que trabajaban con la Fundacién San Tsidro cen el municipio de Duitama y en otros sesenta municipios de Boyaca. La propuesta posibi lit6 Ia articulacién del trabajo de investiga- cién sobre ocupamiento humano en éreas de paramo en el municipio de El Cocuy, y seria uno de los insumos basicos para cons- truirla propuesta de desarrollo regional que Faure, CAnnenas TAMARA. se articulé en las fases siguientes de trabajo cen Ia region. En la propuesta se visualiza el énfasis del modelo cultural-materialista con la preem= Cuapro 2 TISIRATEGIA MAVERUA:ISTA CULTURAL nencia en él de los factores demogrificos. Por aquellos anos, la elaboracién de mapas era asunto de expertos, siendo muy incipien tel desarrollo de una flosofia de a partici- Constantes biopsicolégicas 1. Las personas necesitan comer y, generalmente, optarin por dietas que ofrezcan mis | calorias, proteinasy otros nutricotes 2. Laspersonas no pueden estar roralmente inactivas, pero cuando se encuentran fiente a tuna labor prefierenrealizarla gastando el minimo de eneria, placer de la relacion sexual Las personas tienen una sexuialidad muy desarrollada y generalmente obtienen gran 4. Laspersonas necesitan afecto y amor para sentirsesegurasyflicesy hacen lo posible para aumentarel afecto y el amor que los demas les dan. peer Estractura Ne Superestructura Componentes a pol — . Economia doméstica Modo de reproducci6n Modo de produccién Simbotos, mtos, filosofi,ideologias, magia, reli Bidn, tabies, ciencia, deportes, juegos, rituales Organizacion politica, division del trabajo, site ima tributari, educacin politica, jerarquiasrura les, lass, castas, control militar, guerra, Estructura familiar, division doméstica del traba jo, socializaci6n, culturizacion y educacion do- méstica, roles sexuales y de edad, disciplina, jerargulas y sanciones domésticas, Demogeafia, pautas de emparejamiento, fet: dad, natalidad, moreaidad, crianza, control mé- dico de las pautas demogrifica, anticoneepeién, aborto, infanticide, ‘Tecnologia de subsistencia, sistemas de subsis rencia, ecosistemas, modelos de trabajo. Espacio ¥ TERRITORIO: DES SARKOLLO ¥ EVOLUCION DEL ANALISIS, territorion 2 30 Coapno 3 ANAJASIS GHOGRAHICO-FUNCIONAL (1987) ‘Analizar informacion cematies Me Enfasis demogrifico Visién de la paturaleza ‘Mulitemdtica, materialismo cultural ercepeidn de los lagarenos Inexistentes _ Tnstituciones = ‘Ciencia positiva ‘Gestién Determinista [Genero = No ~ “Modelos ‘Mapas multivemiticos [Potencia interpretaiva ‘Moderada articipacion No Didlogo de saberes 'No, priman ls visiones eel experto— (materialism culeral Dependencia teenolgica [Media Decisiones. Individuals Fuente: 3 autor. pacién. El campesino era consultado, se le asignaban tarcas, se discutian esas tareas en foros y encuentros. Se claboraban mapas entre todos en papel periddico, pero la sin- tesis final de los mismos era asunto del ex- perto, que para esos dias tenfa pocos apoyos tecnologicos. El tema de la participacién empezaba a de- sarrollarse en nuestro medio, Bisicamente, a diferencia de lo ocurrido en las propues- tas, mis politicas, de Orlando Fals Borda, Jo que se articulé en el trabajo con la Fun dacidn San Isidro fue algo que podemos de~ nominar participacién para el conocimiento. Los mapas de aquellos dias dejan entrever el desarrollo de una linea de trabajo ¢ investi- gacin que ganaria potencia interpretativa con [a llegada al pafs de nuevos expertos en lo referido a a planificacién del uso del suelo y a la ccologia del paisaje. Curiosamente, ‘muchos procesos cartogrificos que se orien- taban en la perspectiva de la cartografia so- cial fueron desatendidos y desvalorados, puesto que se consideraban ejercicios poco rigurosos, Esta mentalidad se extenderfa a todo lo largo de la etapa de la ecologia det paisaje. El principal resultado de esta fase del trabajo fie generar un interés por el es: tudio de lo ambiental desde los marcos mitados que proporcionaba la geografia de aquel entonces, pero los cuales obligaban a pensar en términos espaciales a socidlogos, antropélogos y demas cientificos sociales. 2.2. La ecologia del paisaje En el segundo marco conceptual, incorpo- rado en 1991, se introdujo el concepto de planificacién del uso del paisaje (ver Ideade, 1992; Etter, 1995). Esta categoria, prove: niente de la ecologia del paisaje, marco un buen recorrido en el desarrollo del proyec- Fenare: CAgpenas TAMARA © d 8 ir s0- de, un to Chicamocha. El marco conceptual de dicho enfoque se enmarcé en los procesos ligados a la planificaciOn del uso del paisaje yal desarrollo. En esta etapa, el proceso tuvo tun fuerte énfasisen lo biofisico y en lo socio- ‘econémico. Con ese fin se orient6 el traba jo sobre la base de dos categorias bisicas: la tunidad de paisaje y la categorfa de sistema le produccién, El paisaje se definié como centidad espacial concreta con propiedades ‘emergentes propias que se pueden visualizar cen ka morfologia de la superficie terrestre y en la morfologia y la composicién de las co- berturas vegetales (Etter et a/., 1993). ¥ los sistemas de produccién se entendicron como las formas de apropiacién y transfor macién del paisaje por parte del hombre. La concepcién de sistema de produccién, al igual que la de unidad de paisaje, se ligé al concepto de sistema proveniente de la teo- ria general de sistemas desarrollada por Von Bertalanffy (1968). Por cierto que el analisis dc la produccién agropecuaria dio por re- sultado la produccién de una serie de mapas de coberturas, sistemas de produccién, éreas criticas, infraestructura ¢ hidrologfa (ver mapa 3), En relacién con este modelo geogrifico, un grupo de investigadores del Ideade que par- ticiparon en el proyecto ejecutado en la pro- vineia de Garcia Rovira del departamento de Santander desarrollaron el concepto de planificacién participativa del uso del pai- saje (Ideade, 1994). Este debe considerarse una variante de la propuesta de ecologia del paisaje, El anterior marco conceptual se ins- pird en los planteamientos de dicha ccologia del paisaje, pero buscé articular la lectura ESPACIO ¥ TERRITORIO: DESARROLLO Y EVOLLUCION DEL ANALISIS Mara 3 AREAS CRITICAS Y VALIOSAS EN LA PERSPECTIVA, DE LA ECOLOGIA DEL, PAISATE ecosistémica desde la dimensin participativa con la calidad visual del entorno. Es intere- sante observar que en dicha propuesta se bbusc6 superar la division entre el papel det técnico fotointerpretador, duefio de la ver- dad, y la comunidad, duefia s6lo tiene per- cepciones o ideas remotas de lo que pasa en el territorio, Se intenté reconocer el valor que le otorgaban ciertos actores sociales a la calidad visual del territorio (Puertas et al, 2001). Para sus autores, las notas particula~ res se definieron como un “proceso de planificaci6n territorial répido (rr), con par- ticipacién ciudadana (Pc), tendiente al desa- "TERRITORIAL. EN, territories Nh 53] Lon miésodos de aloraciony cexpaizacinbictoron refivencin a categorias oa asians precision, bomagencida, ficiencia objeisidad ‘nate, Esta dencsa une iprevcapacibn desello ‘iy pessoa. rrollo sostenible (1ps)” (ibid: 158). Para los logros de estos fines se buscé entrenar a los actores sociales para que pudieran conectarse y comunicarse con ciertas categorias de la ecologia del paisa. El proceso de co-capa citaci6n, mucho mis inchuyente que el mo~ delo clisico de la ecologia del paisaje, en el sentido de la valoracién del conocimiento del agente local, implicé entrenar a los li- eres comunitarios en el manejo de concep- tos como el de calidad visual y evaluacion del paisaje. De lo anterior se infiere que el proceso, buscando ser participativo, se ca~ racterizé finalmente por ser un proceso guia~ do de lectura y evaluacién del paisaje, sujet a las categorias cognitivas que definicron sus autores, y que por consiguiente pudo haber condicionado la lectura de los actores loca Jes*. Con esta misma 6ptica se realiz6 poste~ riormente en la zona de trabajo del proyecto tun “Plan de manejo ambiental participativo con énfasis en el recurso hidrico” (Abad, 1995). En el proyecto se buscé recopilar, validar y actualizar la base de datos fisicos y sociales del diagnéstico realizado previa ‘mente por el Ideade en la region (1992). La ecologia del paisaje,a diferencia de otros planteamientos en el campo de la ecologfa {que buscan adentrarse en las profundida- des de las estructuras de la naturaleza, bus- ‘ca y parte de una lectura de los atributos emergentes visualizados en el paisaje, Esta percepcién “plurisensorial” es entendida metodolégicamente por Zonneveld (1998), del ve de Holanda, as: “[E]} paisaje es una parte del espacio de la superficie del planeta formada por un complejo de sistemas rest: tado de la actividad de las rocas, el agua, cl aire, las plantas, los animales y el hombre, y que, dada su fisonomfa, conforma una uni- dad reconocible”. Una tarea central a toda lectura basada en la ecologia del paisaje es arribar a una definici6n y una identificacion de la unidad de paisaje y sistematizarlas en funcién de la escala. El paisaje observable es tun sistema que es producto de Ja accién antrépica, el relieve, la geoforma, los suclos y la vegetacién. Segiin Vietor Toledo, “co- mo en el caso de a escuela fsiogrifica anglo- sajona, los criticos de esta corriente seftalan que su perspectiva sigue siendo fisionémica y estatica, y que la dimensién evolutiva y dinémica no esta considerada” (1994: 169). El cuadro 4 sintetiza el comportamiento y las nociones de mundo de la ecologia del paisaje, Se destaca la dependencia tecnolé- gica, a vision de expertos y el poco lugar que se le concede a la participacién de los lugarenos. Durante esta fase del trabajo se gener6 va- liosa informacién de tipo biofisico y sobre los sistemas de produccién. La articulacion de los sistemas de subsistencia en zonas de ‘economia campesina aparecié cartogrifica- mente referenciada en toda su riqueza. Se identificaron unos veinte sistemas de pro duccién. Con algunos de ellos se inicid un proceso dirigido al fortalecimiento de sus atributos de sostenibilidad. La cuenca me- dia del Chicamocha, el valle transversal mas grande de Colombia, fue rigurosamente descrita en toda su riqueza y en todos sus problemas, Se llegé a determinar que tan solo el 10% de la cobertura original no se cencontraba afectada por las actividades hu- manas y se priorizaron una serie de areas Fetire: Cannenas TAMARA © Cuapro 4 ECOLOGIA DEL. PAISATE (1991-1994) ‘Objetivo [| Diagnéstico fisico, bidtico, antrBpico [Vision de la naturaleza Sistémica y con énfsisen el paisaje ‘Percepcién de los lugarefios Tndirecta, povo dependience del foxointerpretador Instivuciones 60 Jersrquicas [Con especalstas,interdsciplinaia, normativa, de | arriba abajo "Gero Modelos [No aplia directamente al cis, mapas, infraestructura, sistemas de produccion biofisicos (Potencia intexpretativa Alta descriptva y cuandifeacion Partcipacion Especialisas, aleres de consulta “Didlogo de saberes [Prima la vision de objetividad de la ciencia Dependencia teenolbica Alta Decisiones Indiviuales (de expertos) Fuente: El autor cviticas y valiosas que en teoria deberfan re cibir apoyo. Las éreascriticas se ubicaban ge- neralmente en las zonas mis dificiles y deterioradas segéin la perspectiva biofisica. Metodolégicamente, los manuales de la ccologia del paisaje indicaban que era en esas zonas donde se tenia que trabajar. Imposi- ble. El profesor Etter argument6 que eso se debia a que los actores sociales que vivian en esas zonas no estaban dispuestos a hacer sa- crificios ni a adentrarse en aventuras que eran inciertas desde la perspectiva de las duras con- diciones en que les tocaba vivir. En muchos ‘easos se terminé trabajando en zonas no cri- ticas y con los campesinos menos expuestos 4 las dificiles condiciones de la region. Mirando retrospectivamente esta etapa del proyecto, en mi opinién personal se desa- provech6 el potencial que brinda la ecologta del paisaje mas allé de la produccién de Esv 0 Y TERRITORIO: DESARROLLO Y EVOLUCION D mapas, Los sistemas de informacién georre ferenciada tienen un potencial sin igual, siempre y cuando sirvan para brindar infor maci6n confiable, ripida y oportuna. No se trata de un ejercicio para hacer mapas boni- tos. Tiene que ir mucho mis alla y propor cionar informacién lo mas inmediata posible sobre la extensién de las quemas en los pé ramos, sobre el tamaio de las éreas erosio nadas, sobre las diferencias entre las distintas coberturas. Y, fandamentalmente, tiene que brindar esa informacion en el lenguaje de la gente. Tiene que hablar de péramos, mato- rrales, pastizales, cércavas, quebradas, na- cientes, volcanes, y dejar la parafernalia cientifica que pocos entienden para los congresos internacionales. Los bosques de Quercus y de Polylepis tienen que llamarse bosques de roble y de colorado, ya que és- tos son los nombres que entiende la gente, ANALISIS TERRITORIAL EN. tetonioa N 33 tenrtorien 1 34 porlo que, una vez valoradas las especies as denominadas cientificamente, esta dispues- ta a respetarlas y a conservarlas. EI nivel de apropiacién de los métodos de la ecologia del paisaje fire muy bajo tanto centre los pobladores como en el equipo de investigadores en general. Al final del pro ceso, de un experto en el tema se paso a tres, El resto del equipo y de la gente guar: da ain la percepcién de que la ecologia del paisaje es asunto de hacer mapas. Creemos que esto se habria superado si se hubiera entendido que fundamentalmente la ecolo- ‘fa del paisaje nos proporciona una herra- mienta poderosa que, si se democratiza tanto «en su acceso como en su uso, las creaciones «que se derivarin de ella serin inmensas. Esto no sucedi6, y en general el fraccionamiento ya separacién entre la naturaleza y la cultura se hizo evidente, puesto que para algunos las categorias de andlisis estaban definidas « priori y no podian ser objeto de discusién ‘Nunca se vio una lectura de paisaje en terre- no en la que de manera répida, oportuna y confiable se le dijera a un grupo de campe- sinos 0 expertos cuales eran las dimensiones reales y cuantitativas de la erosién para el {iltimo aio o la ultima década o en qué pro- porcién habfan aumentado los péramos 0 las quemas en los mismos, Cuando el profesor Etter dejé el proyecto para seguir trabajando en otros territorios del pais, era may reducido el nivel de apro- piacién sobre ef instrumento logrado. El profesor Juan Guillermo Gaviria asumié la direccién del proyecto durante unos dos aitos, y Ia articulacién geogrifico-espacial desaparecié por la fuerza que adquirieron Jos proyectos comunitarios, el trabajo con campesinos capacitadores y el apoyo a los ‘municipios. Fue la época de mayor activismo del proyecto, Pero los mapas se archivaron durante mas de un ano. 2.3. La cartografia social y la geografia perceptiva Nuestro aprendizaje y acercamiento ala car tografia social se dio en el marco de un pro- yecto de la Fundacién Ja Minga y con el trabajo de Gloria Restrepo y su equipo en Ia isla de Providencia en 1995. Fue tanto el impacto que tuvo la metodologia, que re cuerdo que el mismo profesor Gonzalez dijo en aquel entonces y después de un trabajo de tres dias con isleios: “Han generado mis informacion geogréfica ail y relevante en tres dias de taller que nosotros en seis aitos de trabajo en el Chicamocha con la ecologia del paisaje” (conversacién personal), Después de este aprendizaje se bused irra diar la metodologfa sobre el Proyecto Chica- mocha a lo largo de 1997-2000. Bajo la direccion de Felipe Cardenas se bused in corporar como lectura complementaria a la ecologia del paisae, a categoria tedrico- me- todoldgica de la cartografia social (Cirde- nas, 1997). Es importante recordar que, durante las fases de diagnéstico y participa- cin comunitaria que se orientaron por la ecologia del paisaje, hbo momentos inci- pientes de trabajo con la cartografia social que se valoraron en su justa dimensién, pues- to que, més allé del valor pictorico de los mapas campesinos, todos estabamos obnu- bilados por la potencia interpretativa de la Fetire: CARDENAS TAMARA los ron rel od sijo njo tos vga ica dla ala ne- de- pe th cial wes los 2h Ra ccologia det paisaje en sus lecturas biofisicas y se descuid6 la interaccién entre el conoci- iniento vernaculo y la posibilidad de incor- porarlo alos sistemas georreferenciados. Lo cierto €s que, por aquellos dias, la ecologia del paisaje no consideraba valiosa esta in- formacién, Tendrian que pasar muchos aios antes de que el valor de estas metodologias pasticipativas y gcogrificas fuera apreciado. En la Gltima etapa del proyecto, el propési 10 de la cartografia social tuvo que ver con el desarrollo de una antropologta ambien- tal de tipo humanista que no perdiera el contacto con las complejas dimensiones de la realidad y la experiencia humana. Sus prin- cipales elementos conceptuales se ligaron a un trabajo temético efectuado en cuatro ejes 0 dimensiones basicas: la dimension ecol6gica, Ia dimensién econémica, la dimension de infraestructura y la dimension de saberes y conocimientos locales integrados en un de- nominado mapa cultural. Todas estas di mensiones se articularon temporal y espacial mente en el dislogo directo con miembros de Ja sociedad de la region en estudio. El cuadro 5 sintetiza las representaciones de mundo de la cartograffa social y es producto de un ejercicio de ordenamiento territorial en el que participaron unos cien habitantes de Boavita y otros municipios, Se destaca el va- lor que le otorga a la participacién y a la no- cién de ciencia dialégica. Su dependencia tecnol6gica es baja, en comparacién con cl modelo geogrifico de la ecologia del paisaje Inicialmente, los ejercicios de cartografia social buscaron establecer las pautas de co nexi6n entre el andlisis territorial, la parti cipaci6n comunitaria y la socializacion de informacién de diverso tipo que habia sido generada por el proyecto. El trabajo quiso ilustrar, tanto a los investigadores como a las personas de la comunidad, la idea y la Cuapno 5 CaRrogRavia Social. (1996-2000) Objetivo ‘Representaciones mundo de los pobladores ‘Visibn dela nacuraleza Sistémica y cultural Percepeién de los lugar ‘Altamente valorada Instruciones Cooperatives dial Gestibn Trabajo en equipo, interdisciphinariedad, Participacion cultural [Ginere Altamente valorada = Modelos “Mapas multitemticos: ecolbgicos, econdmicos, Porencia interpreta culturales, cognitivos, gener6 conflicto ‘Alta, descriptiva, peceptiva y etnografica [Panticipacign ‘Toral Dilogo de saberes Inercultaraidad Dependencia tecnologia ‘Baja-mediana ‘Consensos,dialogicas NN DEL, ANALISIS TERRITORIAL EN. « tenrttonion 3S n tonritonion 2 36 imagen simbélica-pedagogica de que los ‘mapas son un vehiculo para construir, pla- nificar ¢ integrar una imagen total de terri torio, Los ejercicios permitieron captar la riqueza de la cultura campesina y abrieron un importante espacio para la manifestacion de sus voces. Los talleres permitieron nue- ‘vamente el contacto con el espacio desde las matrices dadas por la ecologia del paisae. Fue un proceso de reflexién epistemologica y de generacion de procesos educativos ¢ investigativos en el contexto de una fuerte interaccién con la gente del lugar; se hizo explicito que, para poder actuar y transfor- mar el mundo, se requiere saber, conocer, comprender y entender cual es la imagen de mundo y de espacio que tiene la gente con la que trabajamos. Con un enfoque bastan- te centrado en la gente se postulé que la imagen de mundo y espacio ¢s la variable ‘mis importante de un proceso de desarro- llo regional (Cardenas, 1997: 3). De una primera etapa de andlisis territorial, centra da en un modelo de tipo positivista y carte siano (andlisis geogrifico funcional), nos volcamos a un modelo culturalista. En las ultimas etapas del proyecto, los pro- cesos de cartogeafia social acompanaron dinémicas concretas de ordenamiento terti- torial en el municipio de Boavita y fueron el soporte para estructurar modelos peda ‘g6gicos participativos ligados a las temati cas de desarrollo regional, ordenamiento territorial, régimen municipal, organizacion social, manejo ecosistémico, planificacion de sistemas de produccién y comercializacion de productos campesinos (Cardenas ef al, 2000). Se puede afirmar que la cartografia social abri6 las puertas para comprender la ccologia del paisaje por parte de todos los profesionales, los campesinos y otros acto res sociales; pero ademis nos despejé los ‘caminos para entender en todo su esplen- dor los saberes, conocimientos y paisajes culturales campesinos. Si se miran compa zativamente los elementos y variables de los cuadros de categorizacién del anslisis terri- torial, creo que podemos concluir que la cartografia social es la metodologia mas tegral, ya que permite fusionar los conoci- mientos provenientes de la ecologia del paisaje, la geografia, la antropologfa y los pobladores. Ademés fue la metodologia més apropiada por las comunidades campesinas € instituciones con las que se trabajo, ya que permiti6 incorporar el rigor técnico de la car~ tografia y de la ecologia del paisa, abriendo, ‘momentos propios y auténomos para la ge- neracién de mapas propios por parte de las comunidades, desde una importante dimen: si6n de no dependencia tecnolégica intr: seca a los procesos ligados a la ecologia del paisaje, Es decir, los mapas, como medios y vvehiculos para entender y construit la reali dad, recibieron un fuerte impulso desde la implementacién de los procesos de lectura territorial dados por la cartografia social Conclusiones Los tres momentos conceptuales ligados al andlisis territorial demuestran la importan- cia de la construcci6n te6rica de una ima gen conceptual de tertitorio. Se destaca que el espacio es una construccién cultural y ental. Y la “obsesién por el espacio” es Freire: CAxpenas TAMARA deten bre k indisp cion« ELres dete sey Jos m perce deme rérmi mapa para s)el para myst te pa En ke fue in code hori ampl eam pued enter dialé trabe mien posi dec Esra val a jue ‘determinante para una adecuada consolida- ‘i6n de bases de informacién cientifica so- bre la realidad y constituye un elemento indispensable para la autorrealizacién de las comunidades humanas y para la preserva- ci6n del mundo natural. Fl resultado llevé a descubrir que el proce- so analizado establecid, en sus diltimas fa ses, una interesante sinergia entre una lectura de territorio basada en la ecologia del pai- saje y lecturas de tipo etnogrifico ligadas a Jos marcos de la antropologia, la geografia perceptiva y la cartografia social. El trabajo demostr6 la importancia de los mapas en términos de 1) el_ mapa como un universo de conocimientos, 2) el mapa como un uni verso de conocimientos culturales, 3) el mapa como un instrumento privilegiado para captar las visiones de mundo, 4) el mapa como un registro de las visiones de mundo, 5) el mapa como un instrumento idéneo para superar la dicotomifa naturaleza-cultu- ray, finalmente, 6) el mapa como un puen te para comprender y construir la realidad. En las tiltimas etapas del proyecto, la idea fue ir definiendo con més claridad un mar- co de gestion ambiental que partiera de un horizonte antropolégico-ambiental mas amplio. En general, el proceso de trabajo, «en muchos los diversos momentos vividos, se caracteriz6 por una fuerte entropfa que se puede analizar desde diversos angulos, que entendemos como un proceso de ruptura dialgica en el interior de los equipos de trabajo y que se explica por el cuestiona- miento del principio de autoridad, la im- posicién de autoridad o Ia falta de manejo de criterios unificadores que aglutinaran verdaderamente alos profesionales del equi po. Esta situacion es ef pan de todos los dias en los proyectos ambientales. Los téc nicos o fotointerpretadores ven la realidad desde el horizonte que les proporcionan las imagenes de satélite 0 las fotografias aéteas. 1a gente de campo tiene otra per- cepcién de realidad, Los datos que estos Ailtimos recogen muchas veces tienen poco valor para el digitalizador, e incluso no se consideran confiables. En ocasiones, el di- vorcio es total. La persona que maneja los sistemas de informacion georreferenciada no logra entender al profesional de campo y generalmente busca que éste se acomode 4a sus demandas en lo referido a la entrega de datos. Lo que més interesa en este momento es sencillamente dejar en el registro los elemen- tos que tematicamente enriquecen los cam. pos de las ciencias ambientales, que pueden apoyar metodolégicamente una lectura te- rritorial basada en la cartografia social, la _geografia perceptiva y la etnoccologla, y que verdaderamente estan al servicio de la vida, del didlogo y de la participacién. Esta claro que se ha venido ganando poten. cia interpretativa en lo referido a la lectura del tertitorio. Se alcanza a vislumbrar un conflicto que hace referencia a la demarca- cién de nuevos espacios por disciplinas jOvenes ligadas a lo ambiental y a su d membramiento de las matrices de las que provienen, Sin embargo, la ruptura no es total. Tanto la ecologia det paisaje como la cartografia social con claras raices etno- agrificas tienen sus propias logicas y univer: sos de significados que se comprenden en ESPACIO. THRRITORIO: DESARROLLO ¥ EVOLUCION DEL. ANALISIS TERRITORIAL EN. . Zi lerntonion f ot dertonios N 3B referencia con los modelos académicos de donde se desprenden. Es decir, la ecologia del paisaje sigue privilegiando en sus lectu ras modelo de tipo biolgico y ecol6gico- ecosistémico, Por su parte, Ia cartografia social le da toda la fuerza a la interpretacion de las pautas fijadas por la antropologfa sociocultural y libera a los objetos-sujetos estudiados de la parafernalia tecnolégica € instrumental propia de la era cibernética, en ta cual la ecologia del paisaje no puede fun- cionar. Ambos espacios generan ticas Lectu- ras; sin embargo, se intuye la dificultad de fusionar los conocimientos para que sean verdaderamente ambientales. Alora bien, ¢t trabajo demostré que los caminos para una verdadera interpretaci6n territorial estan abiertos. Eso implica postular las bases de un trabajo ambiental interdisciplinario que no anule la disciplinariedad y por tanto la inclusion de territorios que de otra manera no se explorarfan; implica abrir los hori zontes del didlogo intercultural haciendo tuna valoracién de los desarrollos tecnolégi- cos de punta pero sin dejarse inmovilizar por las maquinas y el maquinismo en Ios procesos de gestién ambiental participativa, En definitiva, el proceso en general fae perfeccionando una imagen de naturaleza entendida como una dimensién mucho més compleja que lo estrictamente bidtico 0 abidtico, ya que logr6 incluir otros planos yy pertiles de la experiencia sobre el territorio. De manera general se puede afirmar lo siguiente: a, Durante ef proceso fie central la incor- poracidn de diversas visiones/dimensio: nes de anilisis territorial como cons titutivas del disefio de escenatios fururos (unidad paradéjica de las diferencias). Desde los mapas base dados por la eco- logia del paisaje, la cartografia social es tuna herramienta poderosa de diseiio de scenarios ambientales y se constituye en tun traductor de conocimientos técnicos, culeurales y tradicionales. . El acelerado desarrollo tecnolégico que sc registro en el proyecto en términos de herramientas de andlisis tertitorial estuvo directamente ligado al inctemento de la problemética ambiental (paradoja), lo- cal, regional y mundial; paralelamente, el mundo ha experimentado una serie de desencantos para los que la tecnologia no tiene todas las soluciones. De todas maneras son los mismos adelantos en el desarrollo de los sistemas de informacion georreferenciada los que nos permiten hoy evaluar el impacto del proyecto: con informacién georreferenciada proporcio. nada por Femando Salazar (Fundacion Natura) en un taller para el disenio de corredores de conservacién en el muni cipio de BI Encino en julio de 2004 se dijo que, entre 1992 y 2004, las quemas cen Jos paramos se redujeron en un 80% pata la regidn de la cuenca media del rio Chicamocha, Es una informacion que se tiene que triangular pero que, de ser cier- ta, estaria indicando el enorme éxito del proyecto y del trabajo de otras institu- ciones referidas al impacto humano so- bre las éreas de paramo. Betis CARDENAS TAMARA Bib Bol Esp ps: que ide ate, de via das nel ten con AR 4d. Los métodos, las técnicas y los instru- mentos para el anilisis territorial y cultural participative abren caminos y ho- rizontes para recuperar la imagen, la ima ginacién, lo imaginario, la historia, la memoria y la palabra, y el manejo eco sistémico pasa a entenderse, en el con texto de Colombia, como participativo, ¢. En términos de manejo ambiental, la cartografia social se enriquece con el ri- gor fisico espacial de la ecologia del pai saje, y la ecologfa del paisaje, a su vez, se puede nutrir del sefialamiento de los es- pacios simbélicos, mensurables y no mensurables y de la incorporacién de las dimensiones subjetivas e intersubjetivas que son fundamentales para entender la causalidad de lo antr6pico. f. La cartografia social proporciona los elementos para generar una ecologia casuistica, es decir centrada en las indivi dualidades y en donde no se pierdan, por cjemplo, los componentes de la realidad mencionados en el epigrafe que encabe- za este documento, Mi ver parece wn pescbre, bay casita en solo Iugas.Allé arriba vive abueliay por all. abajo vive don Pascual, Hay Rodrigues, Buitrages, Guerreros, Luises, Castellanos, Torrs por doguier Y Marias, Auroras, Carmela otras cates lindos nombres de maser Jonge Velo vis Bibliografia Bollnow, Otto, 1969, Hombre y espacio, Barcelona, Labor. 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