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Títulos Especiales

En cuanto a Títulos Especiales debemos precisar que la ley vigente, de modo expreso,
considera sólo tres: 1. Títulos de Participación (art. 104 inc. 2); 2. Certificados de
Suscripción Preferente (art. 209) y, 3. Obligaciones (arts. 313-304). Deseo señalar cuáles
no deben ser considerados Títulos Especiales. Uno, las «acciones». En efecto, las
«acciones» constituyen títulos-valores centrales, comunes, ordinarios. Por ejemplo, por
definición, en la sociedad anónima su capital está representado por acciones; toda
sociedad anónima tiene acciones; si esto es así, las acciones no deben estimarse títulos
especiales, por el contrario, lo son comunes. Por Títulos Especiales debemos entender
aquellos singulares, particulares, que se diferencian y distancian de los comunes;
aquellos que la sociedad puede como no puede emitirlos nunca; aquellos, por lo demás,
sin los cuales la sociedad puede existir plenamente, durante toda su vida. En segundo
lugar, sólo recordar que tampoco son Títulos Especiales, las «participaciones» de las
sociedades comerciales de responsabilidad limitada, pues casualmente, de modo
expreso, la ley dice que en éstas el capital está dividido en participaciones iguales,
acumulables e indivisibles, que no pueden ser incorporadas en títulos-valores.

Ahora bien, debemos tener una percepción distinta de los siguientes tres casos: 1. Los
Derechos Especiales de los Fundadores (art. 72); 2. Las Prestaciones Accesorias (art.
75); y, 3. Las Obligaciones Adicionales (art. 86). En efecto, si bien en ninguno de estos
tres casos se hace referencia a que ellos deben constar en títulos, tampoco existe
prohibición a que se representen a través de ellos, dándoseles eventualmente carácter
circulatorio, si así lo dispusiera su pacto social y estatuto. Los Beneficios de Fundador
sí constaban de título en la legislación derogada, según puede advertirse de sus
artículos 95 y 119; la Prestación Accesoria también, a tenor de su art. 101. Por último,
lo que ahora denominamos Títulos de Participación, art. 104-2, antes se llamaba Título
de Goce o de acción reembolsada, del art. 119.

La Prestación Accesoria debería incluirse en un documento, pues dice la ley que debe
determinarse su contenido, duración, modalidad, retribución y sanción por
incumplimiento. La Obligación Adicional, en cambio, debe constar en el certificado o
anotación en cuenta con la cual se representan las acciones afectadas, o la clase de
acciones afectadas por o con dicha obligación adicional.

Veamos a continuación los artículos pertinentes al comentario anterior:

Art. 95 de la ALGS. Reserva de Participaciones para los socios fundadores. Los


fundadores pueden reservarse en el acto constitutivo, independientemente de su calidad
de socios, una participación no superior en su conjunto a la décima parte de las
utilidades netas resultantes del balance y por un período máximo de 5 años, contados
desde que la sociedad obtenga beneficios netos. Este derecho sólo podrá incorporarse
en títulos nominativos que no sean acciones.

Art. 119 de la ALGS. Derechos que confieren los Títulos de Goce. Salvo disposición
diversa del estatuto, los títulos de goce, atribuidos a los poseedores de acciones
reembolsadas, no dan derecho a voto en la junta general. Concurren en la distribución
de las utilidades que quedan después del pago a las acciones no reembolsadas de un
dividendo igual al interés legal y en caso de liquidación, en la distribución del patrimonio
social restante, después del reembolso de las acciones a su valor nominal.

Los títulos que se emitan para representar los beneficios de los fundadores, de goce o
de acciones reembolsadas, participaciones acordadas a los trabajadores y demás casos
semejantes, no tienen el carácter de acciones, quedando a salvo lo dispuesto en el
primer párrafo. Los referidos títulos serán registrados en un libro especial y contendrán
la pertinente indicación sobre los derechos y obligaciones que corresponden a su titular.
Con excepción de los títulos de participación de trabajadores, serán transferibles salvo
que el estatuto disponga lo contrario.

Art. 101 de la ALGS. Prestaciones Accesorias. Además de la obligación de los aportes,


el acto constitutivo puede establecer la obligación de los socios de realizar prestaciones
accesorias no consistentes en dinero, determinando su contenido, su duración, las
modalidades y la retribución acordada, así como las sanciones para el caso de
incumplimiento. Tales obligaciones no pueden integrar el capital social.

Los títulos a los cuales es conexa la obligación de las prestaciones antedichas, deben
ser nominativos, no son transferibles sin el consentimiento del directorio, y les será
aplicable el artículo 119º.

Si no se ha dispuesto otra cosa en el acto constitutivo las obligaciones previstas en este


artículo no pueden ser modificadas sin el consentimiento de los socios obligados y
acuerdo de la Junta General, con los requisitos señalados para la modificación del
estatuto.

Art. 72. de la NLGS. Beneficios de los Fundadores. Independientemente de su calidad


de accionistas, los fundadores pueden reservarse derechos especiales de diverso
contenido económico, los que deben constar en el estatuto. Cuando se trate de
participación en las utilidades o de cualquier derecho sobre éstas, los beneficios no
pueden exceder, en conjunto, de la décima parte de la utilidad distribuible anual que
aparezca de los estados financieros de los primeros cinco años, en un período máximo
de diez años contados a partir del ejercicio siguiente a la constitución de la sociedad.

Art. 104. de la NLGS. Adquisición por la sociedad de sus propias acciones. La


sociedad puede adquirir sus propias acciones con cargo a beneficios y reservas libres
en los casos siguientes:

1. Para amortizarlas sin reducir el capital, en cuyo caso se requiere acuerdo previo de
junta general para incrementar proporcionalmente el valor nominal de las demás
acciones a fin de que el capital social quede dividido entre ellas en alícuotas de igual
valor;

2. Para amortizarlas sin reducir el capital conforme se indica en el inciso anterior pero
entregando a cambio títulos de participación que otorgan el derecho de recibir por
tiempo determinado un porcentaje de las utilidades distribuibles de la sociedad;

3. Sin necesidad de amortizarlas, cuando la adquisición se haga para evitar un daño


grave, en cuyo caso deberán venderse en un plazo no mayor de dos años; y

4. Sin necesidad de amortizarlas, previo acuerdo de la junta general para mantenerlas


en cartera por un período máximo de dos años y en un monto no mayor al diez por
ciento del capital suscrito.

Art. 209. de la NLGS. Certificado de Suscripción Preferente. El derecho de


suscripción preferente se incorpora en un título denominado certificado de suscripción
preferente o mediante anotación en cuenta, ambos libremente transferibles, total o
parcialmente, que confiere a su titular el derecho preferente a la suscripción de las
nuevas acciones en las oportunidades, el monto condiciones y procedimientos
establecidos por la junta general o, en su caso, por el directorio.

Lo dispuesto en el párrafo anterior no será aplicable cuando por acuerdo adoptado por
la totalidad de los accionistas de la sociedad, por disposición estatutaria o por convenio
entre accionistas debidamente registrado en la sociedad, se restrinja la libre
transferencia del derecho de suscripción preferente.
El certificado de suscripción preferente, o en su caso las anotaciones en cuenta, deben
estar disponibles para sus titulares dentro de los quince días útiles siguientes a la fecha
en que se adoptó el acuerdo de aumento de capital. En el aviso que se menciona en el
artículo anterior se indicará la fecha en que están a disposición de los accionistas.

El certificado contiene necesariamente la siguiente información:

1. La denominación de la sociedad, los datos relativos a su inscripción en el Registro y


el monto de su capital;

2. La fecha de la junta general o del directorio, en su caso, que acordó el aumento de


capital y el monto del mismo;

3. El nombre del titular;

4. El número de acciones que confieren el derecho de suscripción preferente y el número


de acciones que da derecho a suscribir en primera rueda;

5. El plazo para el ejercicio del derecho, el día y hora de inicio y de vencimiento del
mismo, así como el lugar y el modo en que puede ejercitarse;

6. La forma en que puede transferirse el certificado;

7. La fecha de emisión; y

8. La firma del representante de la sociedad autorizado al efecto. Las anotaciones en


cuenta tienen la información que se señala, en la forma que disponga la legislación
especial sobre la materia.

Los mecanismos y formalidades para la trasferencia de los certificados de suscripción


preferente se establecerán en el acuerdo que dispone su emisión.

Los tenedores de certificados de suscripción preferente que participaron en la primera


rueda tendrán derecho a hacerlo en la segunda y en las posteriores si las hubiere,
considerándose en cada una de ellas el monto de las acciones que han suscrito en
ejercicio del derecho de suscripción preferente que han adquirido, así como las que
corresponderían a la tenencia del accionista que les transfirió el derecho.

Conc. NLGS: Arts. 103 y 207.

Los arts. 304, 313, 314 y 315 se refieren al tercer Título Especial: Las Obligaciones.
Veamos.

Emisión de obligaciones

Ambito de aplicación: A diferencia del D. Leg. 311 que pautaba la emisión de las
obligaciones dentro de la Sección Tercera referida a las sociedades anónimas, la Nueva
Ley 26887 las regula dentro del Libro Cuarto, Normas Complementarias a todas las
sociedades, por tanto, podemos afirmar que a todas las sociedades les corresponde el
derecho a emitir obligaciones.

Concepto de obligación: Para Garrigues la emisión de obligaciones significa la oferta


de un contrato de préstamo que el futuro prestamista (obligacionista) acepta mediante
la firma del boletín de suscripción; lo característico de la operación no es el contenido
del contrato (préstamo-mutuo) sino la forma de su documentación: el crédito del
prestamista a la devolución del préstamo se incorpora en un título -la obligación- que
es transmisible sin necesidad del consentimiento del deudor.

De allí que la obligación puede considerarse como parte de un crédito concedido a la


sociedad o como título valor. De ambos la ley de sociedades, para obtener su concepto,
ha escogido el segundo al definir a la obligación como todo título emitido en serie
impresa y numerada que reconozca una deuda contra la sociedad.

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