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Introducci6n ass a la Mejora Genetica Vegetal Ss [—— _ Grupo Mundi-Prensa ——— + Mundl-Prensa Libros, s. a. Castelié, 37 - 28001 Madrid Tol, 914 36 37 00 - Fax 915 75 39 98 E-mail: libreria @mundiprensa.es Intemet: werw.mundiprensa.com + Mundi-Prensa Barcelona * Editorial Aedos, s. a. Consell de Cent, 391 - 08009 Barcelona Tel. 934 88 34 92 - Fax 934 87 76 59 E-mail: barcelona @ mundiprensa.es * Mundi-Prensa México, s. a. de C. V. Rlio Panuco, 141 - Col. Cuauhtemoc (06500 México, D. F. Tel. 00 525 55 533 56 58 - Fax 00 525 55 514 67 99 E-mail: mundiprensa @ mundiprensa.com mx 2002, José Ignacio Cubero © 2002, Ediciones Mundi-Prensa Depésito Legal: M. 47.328-2002 ISBN: 84-8476-099-5 No se permite Ia reproduccidn total o parcial de este libro ni el slmacenamiento en un sistema informético, oi 1a transmisién de cualquier forma o cualquier medio, electrénico, mecénica, folocopia, registra u otros medios sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright. IMPRESO EN ESPANA - PRINTED IN SPAIN Imprime: Artes Grificas Cuesta, S. A. Sesefia, 13. 28024 Madrid indice PROLOGO . 1X REFERENCIAS, TERMINOLOGIA Y ACRONOMINOS . Referencias... . 1. 2. 3 Agricultura y Mejora_... La Mejora como actividad Las primeras variedades: e4 1.3.1. Et proceso de domesticacion . El cambio en fa arguitectura de la planta Ye 3 Plantas y animales L234. La evolucién en domesticacién: malas hierbas < com- 1.3.5. Cultivos primarios y sec cundarios: tran jomesticacién . 10 1.3.6. Plantas domesticadas y protegidas _. 12 1.3.7. Un mundo complejo .......... 12 L4. He lugares de origen de las plantas cultivadas i 3 ‘Los precursores: Darwin y De Candolle 13 Vavilov: los Centros de origen y de diversidac 14 El punto de vista moderne VW 144. El interés para el mejorador del estudio de los Cen- tros de origen y diversidad_. é 22 LS. Periodos de la mejora: de los primeros materiales a las variedades actuales - a ~ 23 1.6. La Biotecnologia en nla Mejora . His Wied 66 Wine We ore ws e'Eb 26 XIX Copyrighted material INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL. 1.7. Hacia una nueva Mejora en una nueva Agricultura. 28 LS. Bibliografia recomendada_... 2... 2... beceeeeeeee _ 29 Lacélula. 1 2. Blgen .. Pitas 21 ZL 2.2, la reproduccion caer : 23. ike constancia hereditaria y la divisién « cel lar, fa reproduccién 24. El desarrollo 2 Az 25. La reproduceit i sexual : : 44 2 A ina sii rina nis Ss A? 2.7, Distancia genética... 49 .8. La formacién de cigotos: el hibride 50 2.9, La descendencia del hibrido por autot 31 2.10, Las generaciones sewer ala t a 5 ; ‘Cruzamiento del hibrido con tos padres: Un resumen sobre la reproduccién .. .. Genotipo y fenotipo ... El problema fundamental de Ta Mejora El caso de dos o mas genes _. Interacciones génicas: epistasia Consanguinidad y vigor hibrido . Cruzamiento prueba y calculo de -diaancia genéticas Bibliograffa recomendada ........... fais teoes 2.1. Marcadores genéticos 67 3.1.1. Morfolégicos ..........5 O8 3.1.2. Marcadores bioquimicas . 68 B13. i 3.1.4. Comparacién entre marcadores . 78 3.2. Mapas genéticos .... 0.0.0... 79 3.2.1. Tres puntos en un cruzamiento prueba. 9 3.2.2. Calculo de la fraccion de recombi en otras gene- paciones, wocedimiento xe eral 80 3.3 : XX Copyrighted material INDICE, 3.3.3._Mapas y Mejora_. . Cémo construir un mapa ....... 3. Localizacion cromosémica; mapas citolégicos y bandeo cromosimico RT 85 86 3.3.6. Mapas de restriccién. 88 3.3.7. Comparacidn de mapas 89 3.3.8. Utilidad de los mapas ..........-- 90 3.4. Gendmica prote6mica y epigentticn ..................... 92 34.1. Secuenciacién de genomas completos 2 3.4.2. La informacién producida, ca 94 343 s Himite: a Genémica 99 3.5. Bibliografia recomendada _.... . . ss ronan ae waroncnsro center 100 EL ANALISIS GENETICO DE LOS CARACTERES CUANTITATI- VOS .. ~ 101 4.1. 101 . 101 Herencia transgresiva 104 4.2. El modelo aditivo (1): Los genes de Tos caracteres cuantitativos 105 Genes menores, poligenes .... 105 El «gen» de la Genética Cuantitativa . 105 Cémo calcular [a] y [d] . . 107 4.3. El modelo aditive (IL): los componentes fenotipicos y genott- picos .........2.0.0. 0 43. a Componentes Teccitiican: y sevoihileos Ho 43.2. Lacpistasia.... 0.0.0.0 ..ese ee eese esses oa 44. La fais de operar en Genética Cuantitativa 6 ie wx 12 4.5. De nuevo el problema fundamental de la Mejora_. Sulcianiens TGs 4.6. El parecido entre parientes .......... cesereeeee 1B 4.6.1. Lo que hace que los parientes se parezcan 14 4.6.2, Como se mide el parecido entre parientes . 16 47.__El genotipo y elambiemte 2... eee 18 i 0) Aconcepto .. 120 4.8.2. Cémo estimar los componentes de la varianza y la here- a a a 4.8.3. “Observacioass sotenel: cdleulo de J Ja heredabilidad ..._123 4.84, Const 2 2 485. El sredab 5 4.9, Respuesta a la seleccién . 126 4.10. Correlacién genética y respuesta correlacionada . 128 4.10.1. Correlacién genética y ambiental... ... 128 4.10.2. Respuesta correlacionada_... 129 XXL Copyrighted material INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL 4.11. Marcadores y Genética Cuantitativa; regiones de actividad cuan- titativa (QTLs) .... sant oon ee 4.11.1. Deteccidn y cartografia de QTLs . . . 2 4.11.2. Utilidad de los QTLs ow » * sees 135 4.11.3. Marcadores y caracteres cuantitativos : - 136 4.12. Bibligrafia recomendada a 137 ‘Cémo conocer el sistema de reproduccidn de una especie... 144 Los genes en las poblaciones . . Las poblaciones en especies de propagacién v as poblaciones en especies autégamas ... Modo de operar para el cAlculo de F Comparacién entre sistemas de reproduccién _- Factores que afectan el equlibrio S.1L1. Mutacién_. 4112 bi 5.11.3. Migracion 5.114. Apareamientos selectivos ....... 5.11.5. Poblaciones pequefias; la deriva genética 5.11.6. Consanguinidad y ntimero efectivo 1E.7, Seleccin ...........0 005 mane j % 5.12. Bibliografia recomendada «2... 0.662.000 creer ee ener ee PARTE I METODOS BASICOS 6, LOS PRODUCTOS Y METODOS DE LA MEJORA . 165, 6.1, Los materiales de partida . 165 6.2. bo productos de la Mejora 166 63. Las operaciones basicas de la Mejora_.. 170 64, Uso de materiales silvestres y primitivos 2.1221... 174 < logros de Ia Mejora . 6.7. Bibliografia recomendada .. INDICE 7. EL MANEJO DE GENES CUALITATIVOS Y ALGUNAS TECHICAS. BASICAS ........... inte emenenits atraseeteeaieeicem sive ter NTS) 7.1. Lahibridacién . » 179 7.2. Cruzamientos complementarios . 181 7.2.1, Doble recesivo .. ~ 182 7.2. Doble dominante » 182 7.2.3. Cruzamientos transgresivos 183 _Retrocruzamiento .. . peek 1S. Manejo: simulténeo de muchos caracteres; seleccién en crmpas 197 7.6.__La evaluacién de descendencia como método de mejora_. 2 Jtjlizac! 7 D 7.7.1. Seleceién facilitada por marcadores en un programa de 741. Otras aplicaciones . 204 7.8. Bibliogratia recomendada_- 206 8._MEJORA DE AUTOGAMAS Base de los métodos de seleccidn en autégamas Méetodos mixtos y bianca de los mas los de cruzamiento y sel 84. 8.4.3. Obtencién de dobles hapiolies Hibridos comerciales 229 Transgenia . 230 8.5. Bibliografia recomendada ie 231 XXII Copyrighted material INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL ida 3 y acne Seleccidn recurrente 9.1. Poblaciones, Ifneas puras, variedades sintéticas ¢ hibridos comer- wae Comparacién de métodos de seleccién masal 243 95. Scleceitn indineta 244 9.6. Mezclas de poblaciones oO variedades 245 9.7. Caso de las especies parcialmente alégamas . 246 9.7.1. Pardmetros genéticos 246 9.7.2. Aspectos generales de la mejora 247 9.8. Transgenii 249 99, Bibliografia recamendada_. 249 ‘A S 4 . 25 10.1, La utilizacién de la consanguinidad ... 251 Obtencién de lineas puras_. 0 Mé icional: a Mejora de lineas puras .........-. 10.2.4. Mantenimiento de fas lineas puras de especies alégemas 254 Métodos de estimacion de Aptitudes Combinatorias 255 Para Aptitud Combinatoria General (ACG) 255 Para Aptitud Combinatoria Especifica (ACE) 258 Para ACG y ACE simulténeamente_... 258 10.6.__Mejora de lineas puras para Aptitudes Combinatorias . 258 10.6.1, Seleccién recurrente por ACG... ... se 258 10.6.2. Seleccién recurrente por ACE |. . os 260 SelecciGn recurrente rec{proca, 2. Con aris 10.8. Bibliografia recomendada XXIV Copyrighted material a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book iNDICE 16, EL CULTIVO DE TEJIDOS EN LAMEJORA .........eeeeee 16.1. Cultivo de tejidos y regeneracién . 3. Reg ; érganos, tejidos, propigulos . 16.4. Regeneracién a partir de protoplastos ... 16.5. Cultivo de meristemos; «limpieza» de patSgenos 16.6, Cultivo de anteras y de microsporas_. 16.7. Estabilidad de los regenerantes. 16.8. Seleccién in vitro . . 16.9. La industria de planta comercial obtenida en ailtive de tejidos . . 16.10. Bibliografia recomendada ............2..0055 HeaNS SERS 7.__LA INGENIERIA GENETICA Y SUS APLICACIONES 365 17.1. La Ingenieria genética en la Mejora Vegetal pws . 365 WPA. Bb oripeny iss ssiisc2 sn « 365 17.4.2. Tenia Hostbibi ads oo. o.os:oscscsace esse ssgresere ne einare eeaiey 366 122. Bopehn 8 OIE a seco esyceceseinsecoceceersceren ececeistare 17.2.1. Estrsepite a partir r del ADN donante; los instrumentos 17.2.2. Colocacién del ADN en un vector apropiado 12.2.3. Clonacién de ADN. 372 17.2.4, Transferencia de ADN y obtenci6n de plantas transgé- 5 17.2.5. Los genes de la ingenieria genética: «transgenes» .... 381 17.2.6. Las tendencias actuales en el manejo y transferencia de construcciones .....6..0ec0eee etree 385 17.2.7. Transformacién del ADN del cloroplasto . 385 17.2.8. Disminucién 0 anulacién de la expresién génica 386 17.3. Consecuciones 387 17.4, La polémica sobre plantas transgénicas . 393 17.4.1, La base de la polémica ..... 393, 17.4.2. Elusoe ingestign de nuevos productos (eranaicos) 395 17.4.3, La resistencia adquirida a antibidticos 17.4.4, Impacto ambiental: los plaguicidas . 17.4.5. Impacto ambiental: el escape de genes de resistencia... 398 17.4.6. La ingenieria genética y el subdesarrollo_. 298 17.4.7. Las patentes de organismos vivos 399 17.5, Los «OMG»: «organismos modificados genéticamente» 399 17.5.1. Manipulacién 0 simplemente mejora 399 17.5.2, El cultivo de transgénicos en el mundo 400 17.6, Bibliograffa recomendada 404 INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL 18. LAS VARIEDADE: DES 407 18.1. Estteses bidticos y abiéticos ...... a 407 ae 2. _Huésped y pardsito frente a frente. . 407 Mecanism si 4 em La base genética de Ja resistencia_.....-. 409 18.4.1. Genes de resistencia y de virulencia 409 18.4.2. Resistencia extranuclear o citoplasmica i Gi tA. 18.4.3. Identificacién de razas de pardsitos mediante marcado- 18.5. La relacion «gen a gen» y la «pérdida» de la resistenci: 4 18.6. _Tipos de resistencia See taitnie 412 18.6.1. Terminologfa y genética coerce 413 2. Conceptos y mations .....seeess eee ee 18.7, istencia frente a virulen: 416 1. El equilibrio dindmico 6 entre ce tradeved y ppl “ 416 18.7.2. La estabilidad de la resistencia .... 417 18.7.3, a iones para la estabilidad de 1a resistencia especi- Estabilidad de la resistencia horizontal . Durabilidad de la resistencia transgénica . 18.8. La seleccién por resistencia 18.8.1. La introduccién directa de variedades y sus Problema 422 Fuentes de genes de resistencia . 423 La prictica de la seleccién 424 Seleccién para el caso de resistencia horizontal . 426 Otros métodos . . 427 18.9, Pecalinridades de Ia resistencia a plapas 429 18.9.1, Generalidades ey 429 18.9.2. Mecanismos de resistencia 429 18.9.3. Las razas fisiolégicas en insectos 430 18.9.4. Métodos de mejora ...... 431 18.9.5. Algunos casos histéricos . 431 18.9.6. Resistencia anematodos . seeee 432 18.10. Resistencia a otros organismos ................ 05 . 433 18.101, Malas hierbas pardsitas ew . 3 z 433 1810.2. Resistencia a vertebrados 18.11. Control biolégico .. ... 434 XXVIII INDICE 18.12. Consideraciones finales. Proteccién vegetal y mejora genética 435 18.13. Bibliografia recomendada .......... 437 19. ALGUNOS CARACTERES DE INTERES 439 19.1. Resistencia a condiciones adversas 439 19.1.1. Generalidades ... . 439 Tipos de estreses abidticos y naturaleza del dafio . 440 Normas generales sobre seleccién 441 19. 1.4. Un caso como ejemplo de mejora clasica: lan resistencia alasequia 442 19.1.5. El enfoque modemo 444 19.2. Caracteres fisiolégicos . . 445 19.2.1. Capacidad fotosintética 445 Eficacia en la utilizaci6n del agua ...........-- 446 . Fijacién de nitrégeno atmosférico................. 446 19.3. Resistencia a herbicidas 449 19.3.1. Seleccién y cruzamiento . 449 19.3.2. Premejora 449 Mutagénesis .. 450 4. Cultivo de tejidos s 450 . Ingenieria genética . 450 . Comentarios finales . 451 19.4. 452 19.5. Caracteres de la planta 453 19.5.1. La distribucién de la biomasa: el indice de cosecha 453 19.5.2. Sistema radicular 454 19.5.3. Parte aérea; disposicién adecuada de tallos, ramas y hojas .... 454 19.6. Bibliografia recomendada ..............2..--.000000005 455 20. LA MEJORA DE ESPECIES FORESTALES . . 457 20.1. Agricultura, Silvicultura, Agrosilvicultura , 457 20.2. La variacién en especies forestales . 458 20.3.__La Mejora genética de bosques na Sica 459 20.4. Desarrollo de poblaciones forestales mejoradas_. 462 20.4.1. Fuentes locales y fordneas ........ 462 20.4.2. Programas a corto plazo: seleccién masal a. 463 20.4.3. Programas a corto plazo; seleccién clonal .......... 464 20.4.4. Desarrollo de poblaciones mejoradas a medio y largo PIAZO eee cece cee ce ecu esee sees ssueteeteners 466 20.4.5. Hibridos 467 20.5. Bibliografia recomendada . 469 XXIX INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL PARTE IV REGISTRO, PROTECCION, PATENTES ¥ RECURSOS GENETICOS 21, CONSERVACION, REGISTRO Y PROTECCION DE VARIEDADES 473 21.1. Variedades y obtentores......... 473 21.1.1, Las definiciones legales 473 21.1.2. Los derechos del obtentor y el fraude al obtentor . 474 21.2. La degeneraci6n varietal y sus causas .. . 475 21.3. Categorias de semillas y plantas de vivero; semilla certificada 477 21.3.1, Semilla prebase, base y certificada 477 21.3.2. Otras categorias de semillas y plantas de vivero . 482 21. Distancias minimas entre parcelas .. 483 21.3.4. Pureza especifica y poder germinativo . 483 21.4. Seleccién conservadora 485 21.4.1. Seleccién conservadora en autégamas . 485 21.4.2. Seleccién conservadora en alégamas . 486 21.4.3. Conservaci6n de variedades hibridas 488 21.4.4. Selecci6n conservadora en plantas de multiplicacién 0 reproducciOn vegetativa ........... 000.00. ce eee 488 21.5. Los derechos de propiedad: registro, Protos y patente . 490 21.6. El registro de variedades 492 21.7. El registro de Variedades Comerciales . 495 21.7.1. Distincion: caracteres para el registro 496 21.7.2. Homogeneidad 0 uniformidad 496 21.7.3. Estabilidad ............05 497 21.7.4. Valor agronémico, tecnoldgico 0 de uso 497 21.8. La proteccién de los derechos de las obtenciones vegetal 498, 21.9. El caso de las variedades transgénicas . 499 21.9.1. Bases legales 499 21.9.2. Requisitos para Ja «liberacién voluntaria» . 501 21.9.3. ———S del registro de variedades transgéni 503 21.9. or os Ei 15 21.9.5. Binaise nce arios S05 21.10. Las patentes de organismos vivos y de productos naturales ... 506 21.11. Problemas actuales en el registro, proteccién y patente de varie- Gaddes Vegetales... 0 seat cn ceeee ce sees -. 510 21.11.1. Excepciones al derecho del obtentor 310 21.112. Las «variedades esencialmente derivadas» 21.1.3. La identificacién varietal 512 21.12. Comentarios finales ...... 513 54 21.13. Bibliografia recomendada . 22.1. El impacto sobre el ambiente su INDICE 22.1.1, La deforestacién 517 occa ° Laboreo excesivo ... 1 519 El abuso de sustancias quimic: 319 El «escape» de genes . . 519 La «liberacién» de «nuevos» organismos ¢ en nel ambiente S19 El cuidado con Ia naturaleza 523 22.2, El impacto de Ja Agricultura sobre sf misma: la erosién genética 523 22.3. Conservacién de recursos fitogenéticos (RFG) . . 525 + Importancia del mantenimiento de la variabil idad ... 525 Técnicas de conservacién de RFG 525 Colecciones 0 bancos de semillas 526 Colecciones 528 Conservacién in vitro 528 Conservacién de polen_. 529 Colecciones de ADN_. 529 Conservacién in sift. 529 a én de las colecciones . 529 10, Intercambio de germoplasma_. 330 22.4, ontral de los recursos genéticos: los 8 1s al Si 22.5. Las Conferencias internacionales sobre recursos fitogenéticos . 531 22.5.1. Las Conferencias de la FAO 531 22.5.2. La Conferencia de Rio 532 22.5.3. La Conferencia de Leipzig. El Plan de Accién Mundial 535 22.5.4, El tratado de Roma de 2001 537 22.6. La Agricultura, la Mejora y el mejorador del futuro . « oe 22.7, Bibliografia recomendaGy i553; iis 00 is wastes 00s ns oe 541 APENDICES INDICE DE TERMINOS 545 BIBLIOGRAFiA COMENTADA ... . 56] XXXI PARTE | INTRODUCCION Y PRINCIPIOS az Introduccion 1.1. Agricultura y Mejora Cuando comemos pan, carne o fruta, cuando bebemos zumo, cerveza o vino, no percibimos la diversidad de lo que tenemos a nuestra disposicin y que utiliza- mos inconscientemente. Nos gusta un tipo de pan mas que otro, una clase de naranja mds que otra, no nos damos cuenta que las uvas que sirven para hacer vino no son las de mesa, ni que la cebada que se utiliza en la fabricacién de cerveza no es la misma que la de los piensos de los animales. Aunque no nos fijemos, vivimos rodeados de una enorme variedad de productos agricolas, de entre los cuales, casi siempre sin conocerlos, preferimos unos y rechazamos otros, por puro gusto. Esa variedad que tan agradable nos hace el vivir ha sido posible, y sigue sién- dolo, por la labor continua de seleccién a que las plantas y animales utilizados por el hombre fueron sometidos desde el mismo origen de la Agricultura. Existe Agri- cultura porque hubo plantas y animales que se amoldaron al nuevo ambiente que el hombre creé al pasar de una vida de cazador-recolector a un nuevo sistema que Ila- mamos «Agricultura». En tiempos pasados, el agricultor y el ganadero hacfan su propia seleccién, quedandose con los granos y con los sementales que preferfan. En los tiempos actuales se sigue operando | asf en gran parte del mundo, pero en los paises desarr Hados se le encarga esta misién a los mejoradores, que son profesionales especial zados para realizar tal actividad. En el pasado, el agricultor, o el ganadero, era al mismo tiempo mejorador. Lo que ha ocurrido es una disociacién de funciones: el agricultor 0 ganadero se limita ahora a utilizar aquello que los mejoradores le suministran. ‘Tal especializacién era inevitable desde el propio origen de la Agricultura; ésta, en efecto, modificé drasticamente la estructura social tan uniforme de los cazado- res-recolectores y oblig6, a causa del crecimiento de la poblaci6n, a la especializa- cién de funciones: labradores y comerciantes, soldados y civiles, sacerdotes y lai- cos, metaltrgicos y ceramistas, ditigentes y dirigidos... todos ellos fueron surgiendo como exigencias de una adaptacién a nuevas situaciones. La especiali- zaci6n es algo intrinseco en la sociedad agricola. Las funciones del «mejorador- agricultor» han sido de las mas tardfas en separarse, pero lo hicieron para adaptar- INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL se una vez més a un cambio de situacién: la motivada por la aparicién en el siglo XVI de una nueva Agricultura que, tras su desarrollo en los siglos siguientes, reci- be hoy los nombres de «cientifica», «tecnificada», «excedentaria», «desarrollada», «contaminante», «industrial»... segiin el punto de vista de cada cual, y que no es otra que la que conocemos en la actualidad en los paises desarrollados. A la Agri- cultura anterior a ésta la Hamamos hoy, también segiin el punto de vista de cada cual, «primitiva», «subdesarrollada», Par Il reduplicacion ——_—_—_—_—_ ° ° —~ locus 8 a s Fig. 2.5. Pares I y Il de cromosomas homélogos. homélogo. Los homélogos pueden llevar distinta informacién en los puntos equi- valentes de sus cadenas de ADN. As/ pues, el homélogo del cromosoma del parra- fo anterior puede Hlevar en ese lugar la informacién a, que produce flores blancas en lugar de rojas. 4 a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book LAS BASES DE LA MEJORA célula madre AaBb fin de mitosis células hija AaBb 2.6a, Conservacién genética en mitosis. Fig. 2.6, Reproduccién somiitica 0 vegetativa. una parte del cuerpo de un individuo (propdgulo), que procede a su vez de una sola célula anterior; el propégulo puede ser una estaca, un esqueje, un trozo de tubérculo 0 de rafz, una yema 0, con técnicas de laboratorio, un grupo de células o una simple célula. En todos los casos, el propagulo crece vegetativamente (por mitosis) y origi- na los diferentes 6rganos y tejidos de un indi completo, que sera idéntico al que contenia el propagulo original. Todos los indivi a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL, quiasmas Bivalentes diacinesis Cromosomas con ' dos cromatidios fibras eae Ay ay Ve del q ‘ huso +| ° e Anafase | Telotase | ‘Cromosomas con un cromatidio , na A | ae tl a. Bly if |! i} A 8 { t + i it a fo b Ale i ifs = */ \¥e Metafase II Anatase I Telotase il y Gitocinesis It Fig.2.7. Meiosis. LAS BASES DE LA MEJORA Las expresiones [2.1], que también se pueden escribir 1/2(A + a) y 1/2(B +b), las denominaremos formulas gaméticas para los genes A y B respectivamente. En la figura 2.7 slo se representa un caso, el de que A acompaie ab y aa B, en Anafase I, que ocurrird en la mitad de las células madres, ocurriendo en la otra mitad de los casos las combinaciones a-B y A-b. Considerando, pues, conjunta- mente los dos genes, se formardn cuatro clases de gametos: (CLA + 1a) x (1B + ib) =, AB + /,Ab + '/aB + '/ab (2.2a] cosa de imposible ocurrencia en una célula AaBb por reproduccién vegetativa, cuyos descendientes erin siempre AaBb. La expresién [2.2a] nos da la formula gamética para el par de genes considerado. A esas proporciones se puede Hegar sin ninguna operacién matemética. En la primera divisién, la orientaciGn del par de homdlogos portador de A/a es indepen- diente de la que puede adoptar en metafase el par de homélogos B/b. Si una de esas primeras células hijas recibe el A, podra recibir el B o el b totalmente al azar, es decir, la mitad de células hijas A serén AB y la otra mitad Ab, Lo mismo sucede con Jas células que reciban el alelo a: la mitad de ellas serén aB y la otra mitad ab. En total, pues, se formardn cuatro clases iguales de células hijas, que dardn ya por sim- ple mitosis otras tantas clases de gametos: ',AB + '/,Ab + '/,aB + ab Para realizar cdlculos con facilidad, la expresién [2.2a] puede considerarse como el producto de las frmulas gaméticas (2.laly [2.1] que figura como primer miembro de (2.2a]: A+ a)x 1B +b)= (Ata) (B [2.2b] 2.6. La recombinacién Pero no es eso Jo unico que ocurre en la meiosis. Volvamos a su profase I (Fig. 2.7), en el momento en que los dos cromosomas homGlogos estén empare- jados. El apareamiento se realiza entre cromdtidas, punto a punto, con una incre- fble exactitud; cn un mismo punto sdlo aparean dos cromatidios, nunca tres. En algunos de esos puntos de apareamiento ocurren roturas y se sueldan los croma- tidios pertenecientes a distintos cromosomas (Fig. 2.8). En su aspecto citolégi- co, el proceso se denomina entrecruzamiento (0, en otros textos, sobrecri miento, se sobreentiende entre cromatidios), siendo el punto de unién un quiasma; desde el punto de vista genético, el proceso se conoce como recombi- nacién porque permite la formacién de nuevas combinaciones de genes, como veremos a continuacion. 47 INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL oe bivalente | (par I de homdlagos) {gametos) diacinesis metatase | anatase | anatase II sin recombinacién entre A/a y C/c Fig. 28, Ligamento y eecombinacién. Asf pues, los cromosomas que se separan en metafase I, de los que se hablé en el pardgrafo anterior, no son exactamente iguales a los originales, pues estan cons- tituidos, en mayor o menor grado, por partes de éstos. La meiosis, pues, ademés de reducir a la mitad el ntimero de cromosomas y permitir una infinita variedad de gametos, sirve para formar continuamente nuevos cromosomas homélogos, forma- dos por intercambio de partes de los originales. Veamos qué le ocurre a los pares de alelos A/a y Cle. Sin recombinacién, siempre estarian unidos A-C por una parte y a-e por otra al encontrarse en el mismo cromosoma original. Con recombinacién, ademas de las combinaciones parentales AC y ac, se producen dos recombinantes, Ac y aC, que nunca se hubieran podido producir de no mediar este mecanismo, Si no existiera recombi- nacion, las posibilidades de formar gametos diferentes dependerja del nimero de cromosomas, puesto que los ubicados en cada uno de ellos irfan indisolublemen- te unidos el uno al otro. Con recombinacion, al formarse en cada célula madre de gametos nuevos cromosomas, las posibilidades de combinaciones génicas dife- rentes es infinita. 48 DE LA MEJORA 2.7. Distancia genética Entre dos puntos como los A y C de la figura 2.8, el intercambio entre croma- tidios no es forzoso que ocurra: sucede en un cierto némero de células madres de gametos pero no en otras. En las que no ocurre, los gametos formados son, simple- mente, AC y ae; en las que s/ ocurre se forman las cuatro clases de gametos en pro- porciones iguales: AC, Ac, aC y ac. En total, pues, hay mis gametos parentales (AC + ac, siendo iguales las proporciones de AC y de ac) que recombinantes (Ac +aC, con igualdad entre Ac y aC). A la proporcién de estos tltimos (Ac + aC) res- pecto del total se la Hama fraccién de recombinacién; si la representamos por r, habré r gametos recombinantes, a partes iguales los Ac y aC. y 1-r gametos paren- tales, asimismo a partes iguales sus dos clases. En total, pues, las proporciones de gametos que se forman son: AC: "(1 =1); Ae: Vir; aC: Vr; ae: (1 = 1) [2.3] Evidentemente, si la célula madre de gametos hubiera tenido en ef mismo cro- mosoma las combinaciones Ac y aC, éstas hubieran sido las combinaciones paren- tales, y los recombinantes hubieran sido AC y ac. No se puede decir cudles son los recombinantes si no se conocen los parentales, pero esto no es dificil pues, en general, los padres del individuo que produce los gametos son conocidos; en el caso descrito, éstos han sido AACC y ace, lo que ha permitido formar las células de los hijos (y las células madres de gametos) con el genotipo AaCe 0, mejor representado, AC/ac, notacién que da idea de como estan los alelos en los cromo- somas parentales; si los cromosomas paternos son los que se acaban de representar se dice que los genes estén en fase de acoplamiento; si hubicran sido los paternos AAcc y aaCC, las células de los hijos serfan Ac/aC, y los genes estiin en fase de repulsion. Si no se sabe como son los padres, lo que no es légico que ocurra en un experimento controlado, puede saberse cudles son las combinaciones parentales conociendo cudles son los individuos que estan en exceso respecto a las proporcio- nes te6ricas esperadas segtin el cruzamiento de que se trate. La frecuencia de un quiasma en un segmento dado, tal que el A-C, es muy constante en una especie dada, por lo que también lo es el valor r. De ahi que se haya tomado como distancia entre genes para construir mapas de ligamiento. Nétese que puede ocurrir que la proporcién 1 — r de gametos parentales AC + ac sea la misma que la r de gametos recombinantes; eso sucede para r = 1/2, valor para el que la expresién [2.3] se transforma en la [2.2]; en tal caso, aunque A y C tén en el mismo cromosoma, todos los gametos formados se encuentran en las mismas proporciones. La apariencia, pues es que, en ese caso, los genes A y C se comportan camo si estuvieran en distinto cromosoma, es decir, como si fueran el caso de A y B. El valor de r = 1/2 que crea esta confusién se debe a que, en este caso, entre A y C siempre se da un intercambio, lo que hace que a A lo pueda acompaiiar con la misma probabilidad C como ¢, y lo mismo para a. A menos que 49 INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL, conociéramos genes intermedios entre A y C y que calculdramos sus distancias, nunca sabrfamos que estos dos genes estan en el mismo cromosoma. Cuando dos genes se comportan como A y C, es decir, como independientes aunque estén en el mismo cromosoma, se dice que estin en distintos grupos de ligamiento (por supuesto que A y B también lo estén). Cuando r < 1/2, por el contrario, los genes pertenecen al mismo grupo de ligamiento. El caso opuesto lo representa el valor r = 0, esto es, ligamiento absoluto: no existen entonces mas que las combinaciones parentales (en nuestro caso, AC y ac). Ello es debido a que nunca ocurre un intercambio entre A y C. A AC lo veremos como un solo gen, no como dos, y lo mismo pasaré con ae: a lo largo de miles de generaciones ha podido haber algtin rarisimo intercambio, formandose los recom- binantes Ac y aC, pero que nos pareceran alelos distintos del mismo locus, puesto que experimentalmente serfa muy dificil que ocurriera una recombinacién bajo nuestra vista. Tendriamos, pues, cuatro alelos en apariencia; [AC] = D!, [Ac ] = D*, [aC] = D* y [ac] = d. Los falsos alelos D constituyen una serie pseudoalélica,cuya existencia s6lo es posible descubrir con mucho trabajo y utilizando especies muy prolificas. Los «alelos» pueden ser numerosos, pues resultan tanto de mutacién en ada gen real como por recombinaciones esporddicas a lo largo del tiempo. Es posible que una buena parte de los genes que manejamos sean elementos de series pseudalélicas. A veces son varios los loci que estén estrechamente ligados, com- portdndose como si fueran un solo gen (se habla a veces en esos caso de un «super- gén», sobre todo en referencia a caracteres cuantitativos; véase #4.3,2), Entre los componentes del grupo pueden existir interacciones, como se verd en #2.16. Al mejorador no le importa que dos genes estén o no en el mismo cromosoma si se comportan como independientes; lo que le interesa es poder predecir los resultados que va a obtener de un cruzamiento, y los mismos resultados obtiene si dos genes estén en dos cromosomas distintos que en el mismo cromosoma con una distancia de ligamiento de r = 1/2. Por supuesto que, si estiin ligados (es decir, en el mismo grupo de ligamiento). le interesa conocer el valor de r para poder prede- cir asimismo la probabilidad con la que va a obtener un determinado genotipo. 2.8. La formacién de cigotos: el hibrido Hemos visto cémo y en qué proporciones se forman los gametos. El proceso ofrece variantes para cada sexo (el caso descrito es el ejemplo tipico de la forma- cién de gametos masculinos), pero los resultados numéricos son los mismos. Nos reduciremos, de momento, a un solo par de alelos. Si los genotipos de hembra y macho son homocigéticos AA y aa, los tinicos gametos formados serfin, respectivamente, A y a. Todos los hijos formados serén de genotipo Aa, todos por tanto idénticos entre si. Constituyen el hibrido o prime- ra generacion filial representada normalmente por F,. Por tanto, si los parentales son homocigdticos para un cierto cardcter, los individuos hibrides formados mediante el cruce entre ambos serdn absolutamente uniformes para el mismo 50 a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book LAS BASES DE LA MEJORA Al cabo de muchas generaciones de autofecundacién, la proporcién de hetero- cigotos sera, pues, pricticamente despreciable: F, = C\)AA+()aa [2.5e] Asi pues, al cabo de muchas generaciones de autofecundacién, los descendie tes de un heterocigoto serdn, en la practica, sélo homocigotos, a partes iguales los AA y los aa (se ha supuesto que unos y otros tienen el mismo ntimero de descen- dientes por generacién). Se ha legado a una poblacién constituida tinicamente por dos genotipos. Ni que decir tiene que aqui reside la base de los métodos de mejora en plantas aut6gamas, como se vera en su momento, ya que lo dicho es valido para todos los genes del genotipo, por lo que los individuos serin homocigotos para todos Jos caracteres, aunque cada uno de ellos tenga una constitucién génica distinta (véase también #5.5). Un individuo homocigético siempre dara lugar, al autofecundarse, a otros idénticos a ellos por via sexual; tal conjunto de individuos constituye, como se dijo en #2.8, una linea pura. Si los individuos de una misma linea pura se cruzan entre si, se obtienen obviamente individuos con el mismo genotipo y pertenecientes, por tanto, a la misma linea pura. En esto se basa la conservacién de lineas parentales en la produccién de variedades hibridas (cap. 10 y #21.4.2.3). 2.10.2. Por fecundacién cruzada Si los individuos obtenidos en la f6rmula 2.4 se cruzan todos entre sf, unos con otros totalmente al azar, obtendremos la generacién siguiente considerando que ésta estard formada por los gametos A y @ combinados al azar de todas las maneras pos bles; como los individuos AA s6lo producen gametos A, los aa slo gametos a, y los Aa la mitad de cada clase, resulta que los gametos A y a siguen en iguales proporcio- nes, esto es, la mitad de cada tipo, A y a. Por tanto, obtendremos los descendientes con el mismo cuadro 2.4, que nos muestra que la F," (utilizando el asterisco para ‘mostrar que no es la F, obtenida por autofecundacién) tiene los individuos en las mis- F,. Por el mismo motivo, la F," repetird las mismas propor- asf indefinidamente. La poblacién siempre estara formada por las propor= ciones dadas en [25a], resultante de Ia aplicacién continuada de [2.4]. La poblacién en fecundacién cruzada estaré, pues, formada por ires genotipos (y no por solo dos como sucedia en el caso de autofecundacién) en equilibrio, esto es, siempre en las es, Veremos muds adelante el caso general de poblaciones en equi- librio; de su conocimiento dependen los métodos de mejora en plantas al6gamas. 2.11. Cruzamiento del hibrido con los padres: retrocruzamiento El parental AA slo produce una clase A de gametos; el hibrido produce dos, dadas por (2.1a). Los descendientes de este retrocruzamiento (que representaremos. por R,) serdin: 8 INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL Individuos: AA x Aa Gametos: A x (‘A+ 'ia) Descendientes: '/,AA +'/,Aa [26a] El resultado del otro retrocruzamiento (R,,) sera: Individuos: aa x Aa Gametos: ax (A+ ',a) Descendientes: Aa + '/,aa [2.6b] (de forma simplificada se habla de segregacién 1:1 en ambos casos, olvidando el factor 1/2). Asf pues, R, y R, producen distintos resultados, pero en ambos casos se obt ne la mitad de heterocigotos (Aa) y la otra mitad del homocigoto que ha interveni- do como parental (AA 0 aa). El retrocruzamiento sirve, en los estudios genéticos, para comprobar las hipétesis establecidas al estudiar las generaciones F,, F, y F,. Se denomina andlisis genético 0 mendeliano el conjunto de todos estos estudios (que se complican cuando interviene mas de un gen) que sirven para establecer la herencia de un cardcter. Volveremos repetidas veces al retrocruzamiento, por ser técnica basica en Mejora. 2.12. Un resumen sobre la reproduccion En las paginas precedentes se ha visto que: 1. Todas las células de un individuo se originan por mitosis a partir de una célula original. 2. Si esta célula original es una célula cualquiera del cuerpo de un individuo, el nuevo individuo es una réplica exacta del primero: es la reproduccién 0 multiplicacion asexual o vegetativa. Los individuos que derivan de otro por simple reproduccién asexual forman un clon (#2.4): todos ellos son genéticamente idénticos. La inica posibilidad de variacién es la mutacién. 3. Si la célula original es un cigoto formado por la unién de dos gametos, todas las células del individuo seran asimismo idénticas, pero algunas de ellas (formadas en 6rganos especiales, las génadas), las células madres de gametos, aunque teniendo el mismo genotipo que sus hermanas, al formar los gametos reducen por meiosis a la mitad el nimero de cromosomas y, 54 LAS BASES DE LA MEIORA ademéds, reorganizan la informacién hereditaria contenida en éstos, pro- duciendo cada vez un numero infinito de combinaciones génicas, sin con- tar con las mutaciones, que se producen exactamente en las mismas pro- porciones que en el caso anterior. 4. Los gametos se combinan al azar entre si para formar el nuevo cigoto; cada gameto lleva uno de los dos alelos presentes en un cierto locus de un par de cromosomas homélogos; la posibilidad de formar nuevas combinaciones génicas al completarse el ciclo de la reproduccién sexual es, pues, tedrica- mente infinita. No hay mecanismo que produzca mayor cantidad de varic bilidad que la reproduccién sexual, si bien el origen de nuevos genes es la mutaci6n en su sentido estricto. 5. Solo las células sexuales (los gametos) transmiten las caracteristicas de un individuo, aunque s6lo lo reproduciran idéntico a si mismo en el caso de una linea pura, es decir, en el caso en que exista homocigosis total para todos los genes. Los gametos son el Gnico puente que existe entre genera- ciones; el resto del cuerpo desaparece con la muerte. 2.13. Genotipo y Fenotipo La tinica mencién de que un gen controla un cardcter ha sido al decir mas arri- ba que A codifica la informacién (o bien que es el alelo responsable) para «flor roja» y a para «flor blanca», El individuo AA homocigoto para A tendrd sus flores rojas; aa las tendré blancas. A la manifestacién del genotipo en forma de cardcter ‘ble le Namamos fenotipo. Asi pues, a un genotipo AA le corresponde un fenoti- po «flor roja», y al genotipo aa un fenotipo «flor blanca». Pero A y a coexisten en las células del heterocigoto: zcual es la relacién entre ambas informaciones al manifestarse al mismo tiempo en él?. En definitiva: jcudl es el fenotipo del hetorocigoto?. Caben dos alternativas basicas: 1. El fenotipo del heterocigoto Aa es «rojo», como si el carécter «blanco» (0 el alelo a) hubiera desaparecido. Se dice que A es dominante sobre a, y que éste es recesivo respecto de aquél. En caso de dominancia, pues, el fenotipo del heterocigoto no se puede distinguir del fenotipo del homoci- goto dominante; representando los fenotipos por A y a: Genotipos: AA= Aa # aa. Fenotipos: A A a Esta es la situacin mds comin, y la que encontré Mendel en sus experi- mentos. La segregacién fenotipica en F, sera, partiendo de (2.5b]: genotipos -———> fenotipos AA +2Aa + aa ————" 3A + la 0 sea, la conocida relacién fenotipica 3:1 para un par de alelos con dominancia. w a INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL, 2. El fenotipo del heterocigoto Aa no es ni «rojo» ni «blanco» sino «rosado», claramente distinguible de los fenotipos de los homocigotos. Esta situa- cién se conoce como herencia intermedia, dominancia incompleta 0 domi- nancia parcial (¢, incluso, no dominancia). Estos nombres hacen referen- cia al hecho de que el color puede ser «intermedio» entre rojo y blanco 0 que el «rojo» no encubre totalmente, como sucedia en el caso anterior, al «blanco». El hecho importante es que, en este caso, el fenotipo del hetero- cigoto Aa es claramente distinguible de las fenotipos de los heterocigotos: Genotipos: AA #Aa #aa. Fenotipos: A we La segregacién fenotipica es idéntica a la genotipica: 1:2:1, no menos conocida que la 3:1 anterior. Una situaci6n que también permite distinguir los tres genotipos como en (2)es la de codominancia, que se manifiesta tipicamente en caracteres bio- quimicos; en efecto, si A produce una proteina A’ y a la produce a’, los homocigotos AA s6lo contendrin moléculas A? y los aa, a’, pero los hete- rocigotos mostrardn las dos, A¢ y a’. En realidad, la expresion «A es el fenotipo de AA» es una simplificacién; el niimero de genes que interviene en cualquier proceso (en la produccién de cual- quier proteina) puede ser enorme, tanto por los que controlan la cadena bioquimica gue lleva al producto final como los que lo hacen con las innumerables cadenas que se entrecruzan con ella; las interacciones entren genes son, pues, innumera- bles. Una mutacién en cualquiera de ellos puede afectar el resultado final, esto es, el fenotipo. En realidad, puede decirse que todos los genes del genomio son corres- ponsables del fenotipo final. Asf pues, la expresién «A es el fenotipo de AA» quic- re decir que, siendo comunes todos los demas genes implicados en el fenotipo que observamos (esto es, en el control de las cadenas bioquimicas que a él conducen), la diferencia entre dos individuos se debe a que difieren tan s6lo en los alelos exis- tentes en el locus A/a, de tal forma que cuando dicho locus esta ocupado por dos alelos A, el resultado final de todas esas cadenas es el fenotipo A. No es de extrafiar, pues, que un gen no siempre exprese toda 1a potencialidad inscrita en su cédigo; aparte de las innumerables interacciones sefialadas con otros genes estd la accién de ambiente, que aparecerd recurrentemente a lo largo de esta ‘obra. Dados los matices que se pueden apreciar en la manera que tiene un gen de manifestarse tras todo ese ctimulo de influencias, se habla de penetrancia para indicar la capacidad que tiene un gen para expresarse; se mide por el porcentaje de individuos que, con el mismo genotipo, presentan un determinado fenotipo, aun- que sea débilmente; de expresividad para referirse a la proporcién de los fenotipos claramente observables respecto del total de fenotipos con el cariicter, y de especi- (ficidad para indicar el grado o la extensin de un determinado genotipo en un mismo individuo como, por ejemplo, la variacién en la intensidad de un color o distribucién irregular de un pigmento en un 6rgano 0 en todo el cuerpo. 56 LAS BASES DE LA MEJORA 2.14. El problema fundamental de la Mejora EI mejorador trata de conseguir las mejores combinaciones de genes mediante seleccién, cruzamiento, mutacin, ingenieria genética, etc. Es decir, trata de obte- ner los mejores genotipos posibles. Lo tinico que tiene a su disposicién son los «cuerpos» de los individuos de que dispone: en ellos observa los caracteres que le interesan, es decir, los fenotipos disponibles; pero el fenotipo no se transmite: des- aparece con el cuerpo; lo que se transmite son las genes por medio de los gametos. El problema fundamental de la Mejora es descubrir los individuos poseedores de los mejores genotipos conociendo tinicamente sus fenotipos. Si existiera una correlacién total entre fenotipo y genotipo, es decir, si a cada fenotipo le correspondiera un solo genotipo y viceversa, el asunto estaria resuelto. Pero que esto no es asi puede verse en el caso mas sencillo que puede darse: com- paremos la situacién de un par de alelos con dominancia y de otro con herencia intermedia: Caso 1: dominancia Caso 2: no dominancia F: Genotipos JAA 2Aa laa IAA 2Aa_— laa Fenotipos 3 rojos 1 blanco 1 rojo 2 rosado 1 blanco En el caso 2 basta observar el fenotipo para saber cual es el genotipo que lo produce: la correlacién genotipo-fenotipo es total. En el caso 1 por el contrario, la observacién del fenotipo «rojo» no nos permite saber cuales son los individuos AA y los Aa. Hay que recurrir a alguna prueba més; por ejemplo, podemos retrocruzar los individuos «rojos» con el padre recesivo aa: al hacerlo, la descendencia de los homocigotos AA sera uniformemente «roja» (por ser toda ella AAxaa = Aa), y la de los heterocigotos Aa segregaré la mitad de «rojos» y la mitad de aes responsable del color rojo/blanco de la flor y B>b de la forma alargada/redonda de la semilla, se habrian obtenido: 9 plantas con flor roja y semilla alargada (AB), 3 con flor roja y semilla redonda (Ab), 3 con flor roja y semilla alargada (aB) y | con flor blanca y semilla redonda (ab) Es evidente que sino se da dominancia en los dos genes no se obtiene ta pro- porcidn 9:3:3:1, Para otros casos, apliquese directamente la relacién basica (2.7). Por ejemplo, si hay dominancia para A/a (A > a), esto es, (AA = Aa=A) pero no para B/b (Bb = B’), se obtendrfa genotipos fenotipos prop. fenotipicas (AA + 2Aa4a) x (BB+ 2Bb + bb)(3A + la) x (B+ 2B" + Ih)= 3AB+ 6AB’ + 3Ab+ 1aB+2sB" + lab En el caso de ligamiento, en lugar de las férmulas gaméticas [2.2a] 0 [2.2b] hay que utilizar la [2.3] de #2.7; se opera exactamente igual que para el caso de inde- pendencia, aunque, Idgicamente, las proporciones dependerin de la fraccién de recombinacion r. El procedimiento indicado es totalmente general, vélido para cualquier nimero de genes. Por ejemplo, para cuatro pares de alelos, la autofecundacién del cuddru- ple heterocigoto AaBbCeDd dard los genotipos siguientes: Gametos: (',)*(A + a) (B + b) (C +c) (D +d) Genotipos F,: ('/)*(A + a (B + bY (C +c? (D+ d¥ = ()* (AA + 2Aa + aa) x (BB 42Bb + bb) x (CC + 2Ce + ec) x (DD + 2Dd+dd) — [2.9a} y prescindiendo del factor ('/)*, si hay dominancia en los cuatro genes: fenotipos F,: (3A+ 1a) (3 B+ 1b) 3C+ Ie) (3D.+ 1d) [2.9] de donde obtendremos las proporciones fenotipicas. A veces no es preciso desarrollar completamente la expresién anterior. Por ejemplo, si s6lo queremos saber la proporcién en Ja que se encuentra el fenotipo AbCd, esta sera 3 x 1 x 3 x 1 = 9 (utilizando sélo los elementos de [2.9b] que figu- ran en el fenotipo dado: 3A x Ib x 3C x 1d), obviamente multiplicado por ("4)*. Si queremos saber cudles de entre los individuos que muestran ese fenotipo son de genotipo AabbCCdd (es decir, su coeficiente 0 razén genofenotipica), recurrire- 60 LAS BASES DE LA MEJORA mos a la expresién [2.9]: observando en ella los coeficientes de los genotipos dados, el ntimero pedido sera 2(Aa) x I(bb) x 1(CC) x 1(dd) = 2 [también x('/)"], y la raz6n fenotipica, 2/9. 2.16. Interacciones génicas: epistasia Un gen no produce un carcter con independencia de los demas genes. Cuando vemos un fenotipo como «flor roja» y decimos que el gen responsable es el A/a, queremos decir que éste es el que realiza la tiltima operacién (p.ej., dar color rojo 0 blanco) en una larga cadena de fabricacién del pigmento necesario. Para que Ao a realicen su funci6n, es preciso que les legue una cierta sustancia correctamente fabricada: a ésta, ellos le daran el ultimo «toque». Si tal sustancia no les llega, ni A nia podrdn realizar la operacién que les es propia. Este es uno de los muchos casos posibles de interaccién génica 0 epistasia. He aqui los mas comunes, considerando solo dos pares de alelos independientes. Nos basaremos en las relaciones [2.8], sin considerar el factor 1/16: 0. Proporciones basicas: 9AB : 3Ab : 3aB: lab. 1. Los dos genes actiian sobre el mismo caracter, modificando los fenotipos que cada par hubiera producido independientemente. Por ejemplo: A > a da rojo/blanco y B > b azul/amarillo; los fenotipos resultantes podrian ser, por ejemplo: 9 morados, 3 naranja, 3 celeste y 1 amarillo claro. Se necesitan los dos alelos dominantes para manifestar el cardcter (epista- sia doble dominante); por ejemplo, si para producir el cardcter se necesita la reaccién entre dos moléculas s6lo producidas por A y B. La segregacin resultante es 9AB:7** (7 = 3Ab-+ 3aB + Lab). 3. Idéntico caso al anterior pero necesitindose los dos recesivos (epistasia doble recesiva). La segregacién es 15:1. 4. Elalelo A (pero no el a) anula el efecto de] gen B/b (per ejemplo, no pro- duce la sustancia previa que éstos necesitan); segregacién final: 12:3:1 (12 = 9AB + 3Ab). 5. Elaleloa (pero no el A) anula el efecto de los alelos B/b (idéntica explica- cidn que en el caso anterior); segregaci6n final: 9: 6. Tanto A como B producen el mismo efecto fenotipico, intensificandose 0 modificdndose los AB y ab: segregacién: 9:6:1 (6 = 3Ab-+ 3aB). 7. Se necesita la combinacién Ab (o la aB) para producir el cardcter; segre- gaci6n: 13:3. Puede parecer un caso raro, pero se Jo encuentra en la resis- tencia a enfermedades. Todos los casos anteriores suponen dominancia en ambos genes y la indepen- dencia de ambos. Légicamente, si hay herencia intermedia o ligamiento, las pro- porciones fenotipicas cambian. Un caso interesante es que los genes que interaccionan estén estrechamente ligados, incluso unos a continuacién de otros, caso real que han demostrado tanto los andlisis clésicos como, con mayor abundancia y precisién, los moleculares. v 6l INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL Si es el caso (2) que acabamos de ver, la combinacién AB mostrard el cardcter, pero no lo hardn ninguna de las otras tres; un cruzamiento Ab/Ab (= M'M!) x aB/aB (= M?M?) entre padres «blancos» dari una F, Ab/aB (= M!M?) de color «rojo» y, si_el ligamiento es absoluto (#2.7), la descendencia seré 1M!M?:2M'M?:1M2M? o sea, | rojo:1 blanco, distorsionando los resultados pre- visibles de haber sido loci independientes (se hubiera obtenido una segregacién como en (2) mas arriba). La sensacién serfa de ver el «heterocigoto» M!M2 como superior a ambos parentales, esto es, como un «locus» superdominante (#4.3.2) que produce un notable vigor hibrido o heterosis. Tales loci han tenido un importante papel en las Genéticas Cuantitativa y de Poblaciones (caps. 4 y 5), sobre todo en la explicacién de la consanguinidad y de la heterosis y del equili- brio génico en poblaciones naturales. 2.17. Consanguinidad y vigor hibrido Es bien conocido el hecho de que el apareamiento entre parientes puede produ- cir deformaciones y baja viabilidad general en los descendientes. El conocimiento de la llamada depresién por consanguinidad es, de hecho, antiguo como el Mundo: los efectos deletéreos para los hijos en los matrimonios consangufneos han motiva- do no pocos tabties y reglas de comportamiento a lo largo de la Historia. Es un fenémeno general, pero no universal: sin salir de la especie humana, los matrimo- nios entre parientes pueden producir descendientes normales; son bien conocidos los casos de los faraones egipcios ¢ infinitos casos en pueblos pequefios donde la consanguinidad es la norma. Por su parte, el vigor hibrido o heterosis ocurre tras el cruzamiento de especies, variedades 0 lineas homocigéticas. El fenémeno ya se conocia en al Antigtiedad (los mulos, p.ej.), aunque su percepcién no ha sido nunca tan universal como la depresién por consanguinidad. Por su importancia en Mejora, como se vera més adelante (caps. 10-12), intere- sa conocer la base genética de uno y de otro. Depresién por consanguinidad y hete- rosis son, en realidad, dos aspectos de un mismo fenémeno; cualquier explicacién de las consecuencias de la consanguinidad ha de explicar también la heterosis. He aqui las posibles causas: a) Dominancia, Una F, produce, al autofecundarse 0 al cruzarse con otro hijo de los mismos parentales, la mitad de homocigotos y la otra mitad de hete- rocigotos. Si los alelos recesivos no son tan eficaces biolégicamente como sus dominantes, los individuos aa presentarin menor vigor que los AA y Aa. La consanguinidad, pues, produce combinaciones homocigéticas, entre las que se contardn un buen ntimero de alelos deletéreos, letales y subvitales, o simplemente menos eficaces. Si lo mismo que en el locus A/a sucede en el B/b, al realizar el cruzamiento AA...bb x aa...BB, los alelos dominantes encubrirdn a los recesivos en el hibrido Aa...Bb, por lo que b) °) LAS BASES DE LA MEIORA este serd de mayor vigor que ambos parentales. «Las imperfecciones de los parentales se compensan mas 0 menos unas con otras» se decfa nada menos que en 1891, Pero si esa fuera la inica causa, se podrfan obtener lineas homocigéticas que tuvieran las combinaciones dominantes favorables en homocigosis, esto es, AA...BB, fijdndose asi la heterosis y manteniéndose indefinida- mente por simple autofecundacién. Este argumento se utilizaba para des cartar la dominancia como iinica explicacién, pues la experiencia demos- traba que tales lineas no se obtenfan. En la actualidad, sin embargo, después de haberse obtenido cientos de miles de lineas puras, se ha podido observar que algunas de ellas tienen rendimientos si no comparables a los hibridos, si casi en sus limites, con lo que la explicacién alcanza una buena base experimental. Epistasia. Es un complemento de 1a explicacién anterior, a la que afiade los efectos epistaticos que se producen al formarse ciertas combinaciones en el hfbrido; como se ha visto en #2.7 y en el paragrafo anterior, del cruce Ab/Ab x aB/aB se obtiene la F, Ab/aB, con la posibilidad de interaccién A-B inexistente en los parentales. Se le otorgaron a la epistasia las mismas ventajas e inconvenientes que a la dominancia: se podria fijar por autofe- cundaci6n la mejor combinacién. Pero los dos loci pueden estar tan estre- chamente ligados que no sea posible separarlos por recombinacién a menos que se consigan descendencias de enorme tamajio o tras un no menos enorme periodo de tiempo. Los andlisis genémicos permiten ver la frecuente aparicién de bloques de genes en distancias muy cortas, apoyan- do la existencia de lo que se denominaba «supergén» en los andlisis gené- ticos Clasicos. Superdominancia. Cuando se creia que ni dominancia ni epistasia basta- ban para explicar la heterosis, se pensé en el mayor valor del heterocigoto por si mismo. Si se consideran supergenes, la superdominancia es un hecho como acabamos de ver, dando la impresién de superdominancia debida a un solo gen. Fue la ruptura de dichas combinaciones por recom- binacién en organismos prolificos (microorganismos, Drosophila etc.) y en experimentos disefiados para ello, lo que permitié el reconocimiento del pseudoalelismo (#2.7) y puso en duda la existencia de superdominan- cia intra locus. No se ha dado todavia una buena demostracién de la existencia de la superdo- minancia teérica, algunos casos in vitro, como el de algunas enzimas diméricas en las que los betero- dimeros tienen mayor actividad enzimatica que las homodimeros y algunos otros casos. Se conocen, pues, algunos mecanismos moleculares que permiten explicar la existencia de superdominancia auténtica, y no sélo como elemento conveniente en un modelo matematico. s decir, el hecho de la superioridad per se del heterocigoto. Sf en Como resumen puede decirse que a la superdominancia no se le concede hoy el peso que se le habfa supuesto en una explicacién global de la heterosis, 63 INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL sin que esto quiera decir que puntualmente tenga importancia. Los efectos géni- cos mas simples, esto es, a complementacién debida a la dominancia con la aportaci6n ocasional de relaciones epistaticas, son suficientes para explicar satisfactoriamente los datos experimentales concernientes a la dualidad consan- guinidad-heterosis. 2.18. Cruzamiento prueba y calculo de distancias genéticas El retrocruzamiento, en el caso de varios genes, se resuelve con facilidad iendo el mismo procedimiento, esto es, partir de las formulas gaméticas cono- cidos los parentales y obtener los cigotos; suponiendo independencia de caracteres: Parentales: = AaBb x aabb Gametos; 1, [AB+Ab+aB+ab] x ab Cigotos: Genotipos: ,AaBb + ',Aabb + '/,aaBb + ¥,aabb [2.10a] Fenotipos: YAB + YAb + YaB + Yab {2.10b] Al retrocruzamiento del doble heterocigoto por el doble recesivo (que es el representado en el ejemplo) se le suele Hamar cruzamiento prueba. Tiene la venta- ja de que las proporciones fenotipicas del cruzamiento son iguales a las proporcio- nes gaméticas del parental AaBb, lo que permite la estimacién de éstas. En el caso anterior, con independencia de caracteres, todas ellas son de ¥,, pero si los genes hubieran estado ligados, la formula gamética hubiera sido, segtin [2.3] en #2.7: AB: '/,(1-1); Ab: '/,1; aB:'/r, ab: ',(1 -1) idéntica, por lo dicho, a la de los fenotipos resultantes del cruzamiento prueba AB/ab x ab/ab. Por tanto, con las proporciones de dichos fenotipos obtendriamos la distancia r entre ambos loci sin mas que calcular la proporcién de gametos recombinantes; si, por ejemplo, los fenotipos resultantes de un cruzamiento prueba fueran AB = 78, Ab = 21, aB = 19 y ab = 82, las expresiones [2.10] nos dicen que esas mismas son las proporciones gaméticas. y siendo Ab y aB los gametos recom- binantes (véase #2.7), la distancia r sera (21 + 19)/200, 0 sea, r = 0.2, 0 bien 20 CM (centimorgans). En el caso de un cruzamiento de prueba con tres loci ligados se pueden deter- minar las distancias entre ellos, la fase (acoplamiento o repulsién) y cl orden en el que estén. Lo veremos al tratar la construccién de mapas genéticos en el capitulo siguiente. 64 a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book =z Marcadores y mapas genéticos Los mapas genéticos se obtienen calculando las distancias entre el mayor mimero posible de loci. En el capitulo anterior se ha dado un ejemplo sencillo de cAlculo de distancia por medio de un cruzamiento prueba, pero también se pueden calcular, como normalmente se hace, a partir de F, y de otras generaciones, como ahora veremos. Hasta hace poco no se ha podido generalizar la construccién de mapas de forma priicticamente sistemitica debido a la existencia de pocos puntos (es decir, genes) para ubicarlos en ellos; la puesta a punto en tiempos recientes de técnicas para disefiar a voluntad tales marcas, sin esperar el andlisis de genes men- delianos, es lo que esta permitiendo construir el mapa de cualquier especie. Dichas marcas de mapa son los marcadores, que veremos brevemente a continuacién. ‘Tanto mapas como marcadores han de ser descritos ya en cualquier libro de Mejo- ra por sus numerosas aplicaciones actuales. El avance en todos estos métodos finaliza en la secuenciacién completa de genomios completos, en el estudio y aplicaciones de tales secuencias (gendmica), en su expresidn (proteémica) y en sus interacciones (epigenética). De todo ello se dardn breves ideas pensando en la evidente utilizacién en Mejora en un futuro mas cercano de lo que se imagina. 3.1. Marcadores genéticos Como se ha dicho en el capitulo 2, los puntos del mapa son loci, bien sean lugares donde se ubican genes, bien de secuencias de ADN sin funcién especifi- ca. Se aplica el nombre de marcador a todo locus, sea del tipo que sea, que se utiliza para indicarnos la presencia cercana de un gen de interés; desde su uso sistematico para elaborar mapas, se Ilaman asf todos aquellos loci susceptibles de ser cartografiados. Un marcador ha de tener expresién (fenotfpica 0 bioqui- mica) fécilmente identificable para localizar uno 0 varios genes de més dificil observacién directa o de expresién mas tarda. Pueden indicarnos, por ejemplo, la presencia de genes de resistencia a una cierta enfermedad sin necesidad de que ésta se haya presentado, o bien un cardcter que sélo se exprese en fase adul- ta (por ejemplo, en la semilla madura) 0 de dificil o costosa identificacién. El 67 INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL interés de los marcadores concierne, pues, tanto a caracteres cualitativos como cuantitativos, como se vera en 47.7, Las caracteristicas mas deseables en un buen marcador son: 1, Deteccién facil y répida de todas las clases fenotipicas posibles; de ahi el interés en la expresi6n codominante, pues permite distinguir los tres geno- tipos posibles (AA, Aa y aa) directamente, sin pérdidas de tiempo (en el caso de dominancia, la separacién de los genotipos AA y Aa ha de hacerse en la generacién siguiente). 2. Ausencia de efectos en el desarrollo que alteren la expresién del caracter principal. 3. Expresién temprana en el desarrollo de la planta, 4. Ausencia de interacciones con otros marcadores y con el gen marcado. 5. Consumo minimo de material biolégico para su identificacién. 6, Distribucién homogénea a lo largo del genoma en el caso de su utilizacién para la construccién de mapas. 7. Gran niimero de variantes, esto es, alto nivel de polimorfismos. Los primeros mareadores fueron morfoldgicos (colores, formas, etc.) pero, aparte de otras desventajas, resultaron (y siguen resultando) escasisimos en nime- 10. Las técnicas de estudio basadas en cromatografia y, sobre todo, en electrofore- sis (p.ej., aplicada a los sistemas isoenzimaticos) permitié el aumento del nimero de marcadores disponibles y de su «calidad», Los RFLP, RAPD, AFLP, SCAR, microsatélites, SNP, etc., y variates permiten la obtenci6n de mapas saturados en cualquier especie. Dado el papel relevante que éstos tienen en la actualidad en todos los aspectos de la Genética y, por supuesto, de la Mejora, y de su aparicién constante a partir de este momento, conviene describir los tipos mas importantes siquiera brevemente. 3.1.1. Morfolégicos Son los «inmediatos»: son visibles 0, al menos, facilmente detectables, aunque. normalmente hay que esperar al desarrollo completo de la planta para su manifes- tacién. Pocos de entre ellos son neutros en relaci6n con dicho desarrollo y, en gene- ral, con cualquier tipo de actividad vital, como cabe esperar de genes que suelen intervenir en complejas cadenas metabélicas. Casi nunca muestran codominancia y con cierta frecuencia son pleiotrépicos, esto es, afectan a mis de una funcién al mismo tiempo. Algunos tienen un claro efecto sobre la planta (clorosis, enanismo, etc.), otros son colores de flor (que afectan a los polinizadores) 0 de grano (reflejo de distinta composici6n quimica), etc. En definitiva,en general no cumplen con los requisitos deseables mencionados mas arriba. 3.1.2. Marcadores bioquimicos Su ntimero es alto, pero no ilimitado. Entre ellos estan las proteinas de almace- namiento en las semillas (albtiminas, faseolinas, etc.) Los mas importantes son los 68 MARCADORES Y MAPAS GENETICOS, soenzimas, variantes de una enzima y, por tanto, expresi6n directa de una serie alé- lica. Se detectan cuando un extracto de proteina de un tejido (hoja, semilla, etc.) se somete a electroforesis y se tifie con un substrato especifico para la actividad enzi- matica correspondiente. Si existe algtin cambio en la composicién de aminodcidos o en la estructura de la proteina aparecen bandas tefiidas a diferente altura del gel, pudiendo existir alelos nulos por pérdida de funcién o deleci6n total o parcial (figs. 3.1a y b), como en cualquier otro gen. Se expresan de forma codominante, lo que, unido a su relativamente bajo coste de anidlisis, los ha hecho material de trabajo ideal durante mucho tiempo. No obstante, el mimero de isoenzimas que se pueden estudiar en el reino vegetal no es suficiente para poder realizar un mapa saturado ni para buscar entre ellos marcadores de cualquier gen de forma sistemética, aunque se conoce un buen ntimero de casos en que sf se han logrado encontrar; p.cj.. en tomate, el locus Mi que controla la resistencia a nematodos esté ligado con el locus Acp-1 de fosfatasa dcida y el de androesterilidad Ms lo esté con Prx-2, una peroxi- dasa. senses: | RegionB + + = Parental 1 Parental 2: Parental 3: AAy bb aay BB Aay Bb Fig. 3.1, Isoenzimas. Separacién por electroforesis. RegiGn A: una enzima monomérica; regién B: ‘una enzima dimérica, en ambos casos con des alelos. En la regiGn B, Ia banda intermedia correspon- de al dimero de los monémeros de A y a. RegiGn C: un alelo nulo en el parental 2. Siempre hay condominancia, pero la regiGn C es inutil para el andlisis. 69 INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL Region A asses [Region B Parentales FY Individuos F2 Aabb aaBB AaB AABb = aaBB_ Aabb AaBb — aaBb Fig. 3.1b. Isoenzimas. Separacién por electroforesis. Regién A: una enzima monomérica; regién B: una enzima dimérica, en ambos casos con dos alelos. En la regién B, la banda intermedia correspon- de al dimero de los monémeres de A y a. En todo caso, hay codominanc: 3.1.3. Marcadores moleculares Aunque los anteriores bien se podrian incluir también dentro de este apartado, se consideran bajo esta denominacién los constituidos por fragmentos de ADN; pueden ser de tamafios muy diferentes, desde pequefias secuencias hasta grandes trozos que pueden contener algtin gen, si bien no importa que dichos fragmentos tengan 0 no secuencias codificantes. Las ventajas principales que tienen estos mar- cadores sobre los demiis son: * Se pueden detectar pequefias variaciones con minimas cantidades de material * No afectan al fenotipo: son totalmente neutros (ventaja que tienen casi todos los isoenzimas. * Pueden detectarse en cualquier estado de! desarrollo, incluyendo el mismo embrién. * Se distribuyen a lo largo de todo el genoma. Esta caracteristica es muy importante para facilitar la construccién de mapas * Muchos de estos marcadores, aunque no todos, son codominantes. + No muestran ni epistasia ni pleiotropia. * El ntimero de variaciones (polimorfismos) a que dan lugar es enorme. Entre las desventajas estan el hecho de que se requieren equipos de laboratorio complejos y que el coste de andlisis es, en general, elevado. Los tipos principales (pero no los inicos) de marcadores de ADN son los siguientes: a) RFLP (Restriction Fragment Length Polymorphism). Fueron los primeros en aparecer, a principios de los 80, generando un ntimero ilimitado de 70 MARCADORES Y MAPAS GENETICOS excelentes marcadores. El ADN de la muestra se digiere con una o mas enzimas de restriccién y los fragmentos resultantes se separan por su lon- gitud mediante electroforesis en gel de agarosa. El ADN se desnaturaliza enel mismo gel, separdndose asf las cadenas sencillas que lo componen, y se transfiere desde el gel a un soporte sdlido, hibridindose con «sondas» (fragmentos de ADN obtenidos de la misma especie 0 de otro material) marcadas con P*’, Los lugares en que ha ocurrido la hibridacién de la sonda con alguna de las cadenas simples del ADN desnaturalizado se visualizan por autorradiografia; ello indica que el ADN que se analiza con- tiene la secuencia de ADN de la sonda (Fig. 3.2a) La naturaleza de la sonda a hibridar puede ser ADN complementario, obte- nido in vitro a partir de ARN mensajero (ver #2.1) o ADN genémico pudiendo tratarse de genes con funcién conocida o de sondas totalmente anénimas. Si el individuo del que se ha extraido este ADN posee, en el mismo locus que contiene a la secuencia de la sonda, fragmentos de distin- ta longitud a causa de inserciones 0 pérdidas (deleciones) de ADN (es decir, es realmente heterocig6tico para el cardcter «longitud del fragmen- to»), la electroforesis los separard, y la sefial radiactiva, tras la hibridacién con la sonda, mostraré dos bandas a diferente altura; por el contrario, si dicho individuo tiene en sus dos cromosomas un fragmento con la misma longitud, el andlisis mostrar o una banda lenta (por ejemplo, la correspon- diente a AA) o una banda rapida (la de aa). Los RFLP son, pues, codomi- nantes (Fig. 3.2b). A 8 xs gel lt UI [THT NT, n m — Peso — absorbente => Filtro/gel —_— esponja ; J Fig. 3.2a. RFLP. A: dos muestras del mismo ADN cortadas con dos enzimas de restriccién. I: separacién electroforética; los fragmentos se separan pero no se ven. C: al gel se le superpone un papel de filtro. D: Transferencia del gel al papel de filtro («Southern blot»). E: el papel de filtro se baita en una soluci6n con el cebador radiactivo. F: sélo las bandas que hibridan con el cebador se visualizan por autorradiografia. 7 a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL e) Microsatélites (STMS: Sequence Tagged Microsatellite Sites; SSR: Short Sequence Repeats). Se basan en ADN, generalmente de un maximo de 100 pares de bases, formado por secuencias repetidas de di a penta nuclestidos, por ejemplo (CA),, (TCC), 0 (GACA),. Una vez localizados tales ADN, que son frecuentes en el genoma, se secuencian las zonas que las flan- quean y se construyen con ellas cebadores (Fig. 3.5) que, debido a los extremos, serdn de secuencia tnica (se procura evidentemente que los extremos tengan la longitud suficiente), y debido al fragmento repetido entre ellos, podrén aparear en numerosos puntos del genoma, esto es, puede haber innumerables «loci»; los «alelos» de un mismo locus son cuencias con distinto numero de repeticiones del motivo (GA, CAC, etc.) repetido; la combinacién de numerosos «loci» con innumerables «alelos» hace que el total de microsatélites sea ilimitado. EI nimero de poliformismos a que dan lugar es, pues, muy elevado, con ventajas sobre RAPD y AFLP: son codominantes, de alta reproducibilidad y dan lugar a puntos fijos de mapa. Son ideales para identificacién varietal. Una ventaja adicional es que el andlisis se hace. como el de los RAPD y AFLP, por PCR. La desventaja principal es que son de elevado coste de construccién, STS (Sequence Tagged Sites). Se obtiene secuenciando ADN complemen- tario (CDNA) y consiguiendo asi secuencias de ADN codificante (EST: R T ACACACACACACACAC —__12_ 3! 1 z TGTGTGTGTGTIGTGTGT™ s Rr T | 2 5 —— ACACAC —_-«-_- 3 | o oe: TCT GGT cee 5) Amplificacion por PCR; electroforesis 1 2 1x2 3: tivo, en este caso SRT «alelor par delecién (AC), Las dos bandas se visuallzan por electroforesis: exdominancks, MARCADORES Y MAPAS GENETICOS expressed sequence tags), con las que se disefian cebadores especificos para cada cDNA. Con ellos puede ubicarse fisicamente un gen en un cro- mosoma y sirven también para ordenar grandes fragmentos de ADN obte- nidos en la clonacién del ADN de cualquier especie. Son, Idgicamente, secuencias tinicas. SNP (Single Nucleotide Polymorphisms), DASH (Dinamic Allele Specific Hybridization); ASO (Allele-Specific Oligonucleotides); SSCP (Single Strand Conformation Polymorphisms). Aunque pueda parecer increfble, es posible detectar variaciones consistentes en un simple nucleétido de dife- rencia entre dos fibras de ADN. Permiten asi aprovechar cambios indetec- en la protefna producida (pues, debido a la degeneracién del cédigo ico, hay mas de una tripleta por aminofcido) o en los fragmentos de restriccién (RFLP), pues la diferencia en un solo nuclestido no se detecta en el anélisis de hibridacién. No es esa su tinica ventaja; muchas mutacio- nes de gran interés (responsables de enfermedades en el hombre, por ejem- plo) consisten en el cambio en un solo nucledtido, y de ahf la importancia de su localizacién. Teniendo en cuenta la sutileza de la diferencia, es nece- sario amplificar por PCR la regi6n del ADN a estudiar. Los marcadores utilizados para detectar estos polimorfismos son oligonu- cleétidos cortos (ASO), de alrededor de 20 bases que se hacen hibridar con el ADN de la muestra; si ambas secuencias son idénticas, se produciré el apareamiento que no se deshard si se eleva de nuevo la temperatura hasta el punto de desnaturalizacién, cosa que sf sucederd si no lo son (Fig. 3.6). Ahora bien, si el oligonuclestido que nos sirve para la prueba es largo, el acoplamiento de ambas hebras simples de ADN tendré lugar en una gran extensidn; los puentes de hidrégeno formados serén mucho mas importan- tes que la deficiencia provocada por una simple base no apareada, y de ahi la importancia de que el ADN probador sea corto: en ese caso, la diferen- cia sf que es importante y las dos cadenas se separarin al clevar la tempe- ratura. Los SSCP no se basan en pruebas de hibridacién sino en las diferencias en estructura terciaria (conformacién) que la diferencia de un solo nucledtido puede producir en una cadena sencilla de ADN, lo que conlleva una dife- rencia en movilidad en electroforesis. Para ello, tras la amplificacién por PCR. el ADN obtenido (que sera de igual longitud: la diferencia estriba en un solo nucleétido) se desnaturaliza y se enfria para que no se recompon- gan las dobles cadenas. Esas cadenas simples se separardn por electrofore- si tienen conformaciones diferentes, por pequefias que sean. El proce- dimiento es sencillo y enormemente util para detectar practicamente todas las variaciones alélicas de un gen en una poblacién con un andlisis electro- forético; una vez conocidas, se pueden secuenciar para cualquier tipo de estudio posterior. Sin este procedimiento, habria que secuenciar muestras de ADN de todos los individuos de la poblacién. Ahora bien, la diferencia en conformacién sélo puede detectarse, como en el caso de los ASO, si se 71 INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL 1 2 —— —eees A « . seeee \/ ‘ | . No apareamiento: | | miciples no se reduplica A ro c Fig. 3.6, Base de ta deteceién de polimorfismos debidos a diferencias en un solo nucledtida (ASO). Linea sélida: secuencia problema. Linea de puntos: cebador (oligonucleétido). Al elevar la temperatura, en 2 las eadenas se separariin con facilidad. Si el cebador es largo (3), un simple fallo en el apareamiento no permite la separacién de las dobles cadenas. trata de secuencias cortas, por lo que este andlisis tiene utilidad para son- dear variaciones alélicas dentro de un gen o, en general, dentro de un seg- mento de ADN conocido. 3.1.4. Comparacién entre marcadores La tabla 3.1 muestra algunas de las caracteristicas mas importantes de los prin- cipales marcadores. TABLA 3.1 Caracteristicas de los marcadores mas usuales (*) TIPO DE MARCADOR Morf. —_Isoenz, RFLP RAPD AFLP Micrsat_ SNP. Domvcod. Dom Cod Cod Dom Dom Cod Cod Numero 1 2 4 4 5 5 5 Distrib. 1 2 3 4 4 5 5 Interac. 5 1 1 1 1 I ! Polimort. 1 2 4 4 5 5 3 Coste 1 2 5 3 4 5 5 (°) 1: valor mis bajo: 5: id més alt. Dom: expresién, en general, dominate; cod: id codominante B MARCADORES Y MAPAS GENETICOS 3.2. Mapas genéticos 3.2.1. Tres puntos en un cruzamiento prueba En #2.7 y #2.18 se han definido las distancias génicas como frecuencias de recombinacién y se ha dado una idea de su célculo utilizando el cruzamiento prue- ba en el caso de dos loci. Un tercer locus se colocaria en el mapa calculando las distancias a los dos primeros utilizando las generaciones convenientes (véase mas adelante). Lo haremos aqui por medio de un cruzamiento prueba siguiendo lo explicado en #2.7 y #2.18 pero con tres loci simulténeamente, cruzando un triple heterocigoto con un triple homocigoto rece: el método nos permite calcular las distancias y ordenar los loci, comenzando asf la construccién de un mapa. Vedmoslo con un ejemplo. Para los ocho fenotipos posibles descendientes de AaBbCc x aabbcc se obtienen los siguientes individuos: ABC i aBC 138 Abe 37 aBe 64 AbC 61 abC 33 Abc 147 abe 5 (recuérdese que en un cruzamiento prueba las frecuencias fenotipicas nos dan las de gametos producidos por el heterocigoto) Es evidente, en primer lugar, que los gametos parentales que se unieron para dar el heterocigoto eran Abe y aBC (son los mas numerosos, puesto que hay célu- Jas madres de gametos en las que no hay recombinacién en el segmento considera- do: #2.7); si los parentales eran homocigotos, serfan, pues, Aabbee y aaBBCC, aunque no sepamos cual es el orden relativo de los tres loci. Calculemos las distan- cias entre cada dos loci independientemente del tercero seguin lo visto en #2.18; para el par A/a-B/b: AB: 208 Ab: 48 aB: 42 ab: 202 Asi pues, p (AB) = 90/500 = 0,18 o bien 18cM. Igualmente se tiene: p (AC) = 145/500 = 0,29 y p (BC) = 195/500 = 0,39. El orden es, pues, B/b-A/a- Cle, puesto que p (BC) es mayor que las otras dos distancias (aunque no la suma de ambas; en #3.3.1 veremos el porqué); asi pues, el heterocigoto se representaria correctamente como bAc/BaC. Para ver el orden no hace falta realmente calcular previamente las distanci en efecto, asf como los gametos parentales estan claros en los resultados, también lo son los gametos procedentes de una doble recombinacién en el segmento en estudio, puesto que tal suceso seri forzosamente més raro que una simple recombi- mn; en nuestro caso serdn los gametos ABC y abc, representados por 11 y 9 individuos respectivamente. ,Cudl ha de ser el orden en los gametos parentales, sabiendo que son Abe y aBC, para dar lugar a estos gametos dobles recombinan- 79 INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL tes? Puede verse facilmente que sélo el orden indicado mas arriba bAc/BaC es el que da el resultado correcto bac/BAC: Parentales Dobles recomb. b A c b a ce _X X_—— B a g B A c A b c A B c _X K_ —— a B c a b c 3.2.2. Calculo de la fraccién de recombinacién en otras generaciones; procedimiento general Mediante calculos anélogos puede estimarse la fraccién de recombinacién en cualquier generaci6n. El procedimiento general es, en todos los casos, establecer las expresiones de las frecuencias fenotipicas a partir de las genotipicas y estimar el valor de la frecuencia de recombinacién a partir de la funcién de maxima verosi- militud. En las generaciones posteriores a la F, hay que tener cuidado porque apa- recen individuos en fase contraria a la inicial debido a la recombinacién que ha tenido lugar, circunstancia que hay que tener en cuenta en el cdlculo. Asimismo, es importante considerar que a medida que van transcurriendo nuevas generaciones aumenta la probabilidad de que se produzca un quiasma entre los loci considera- dos, y por tanto de que sea mas probable la obtencién de recombinantes: en otras palabras, la fraccién de recombinacién p, o distancia genética entre los loci A y B, serd mayor si se mide en F,, que en Fy. 3.2.2.1. Célculo en F, Si los parentales son AB/AB y ab/ab (fase de acoplamiento), las proporciones gaméticas del hibrido AB/ab seran (recuérdese [2.3] en #2.1): AB: (1-1) A aB: Yi; ab: 41-1) (3.1) Para obtener las proporciones de individuos F, no hay mas que combinar estos gametos al azar, es decir, seguir el procedimiento sefialado en #2.15 para el caso de dos loci independiente, con la salvedad de que ahora los coeficientes no son 4 sino los indicados en la expresién [3.1]. Asi pues, o desarrollamos 80 a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book MARCADORES Y MAPAS GENETICOS Por lo tanto, estamos obteniendo valores de la frecuencia de recombinacién menores que los correspondientes a la recombinacién que ha ocurrido en Ia reali- dad. Es posible cuantificar dicha disminucién. Supongamos tres loci A/a, B/b y C/e ligados con fracciones de recombinacién respectivas r (AB) = r,, r (BC) =r, y (AC) = 1, ,, que estan situados en ese mismo orden: A B c a b c Se producirin gametos recombinantes Ac y aC cuando se dé un quiasma en el segmento AB (probabilidad r,) pero no en el BC (probabilidad 1 — r,), y asimismo cuando se dé en el segmento BC (probabilidad r,) pero no en el AB (probabilidad 1—r,); en total: ra=n(l-n+rd—r, +r, 2nn, 39] La expresién resultante, llamada formula de Trow, explica la no aditividad de las fracciones de recombinacion y es matematicamente correcta, pero no lo es bio- légicamente. En efecto, la ocurrencia de un quiasma en el segmento AB anula 0, al menos, reduce la posibilidad de un segundo quiasma en una cierta zona a su alre- dedor. Ese fenémeno, bien conocido experimentalmente por los citélogos, se deno- mina interferencia. La interferencia es tanto mas fuerte cuanto mas cerca se esta del punto de quiasma, siendo total en sus proximidades y nula en lugares lejanos en el cromosoma. Asi pues, la fraccién r,,, que mide la fraccién de recombinacién real en AC debe sustituir a la recombinacién en el mismo segmento: +1, -2r, [3.10] 16 La interferencia se mide por el coeficiente de coincidencia, que es la relacién entre los recombinantes observados y esperados: Crt, [3.11] vale 0 con interferencia total (es decir, en las proximidades del quiasma) y 1 en ausencia de interferencia (o sea, lejos del punto de intercambio). En el ejemplo anterior, C = (20/500)/(0,18 x 0,29) = 0,77. La expresién real es, pues: Tet, +r, —2Cryr, [3.12] 83 INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL Tanto con [3.10] como, mejor, con [3.12] puede verse que las fracciones de recombinacién s6lo son aditivas en segmentos cromosémicos muy pequeiios, pues en ese caso no sélo los valores r son bajos sino que C seré 0; en tal situacién: (3.13) Pero no siempre podremos manejar genes o marcadores muy préximos. Hace falta, pues, una distancia de mapa que sea aditiva en cualquier caso. 3.3.2. Distancias de mapa A ello responden las funciones de Haldane y de Kosambi, La primera supone C=1 (valido s6lo para un intervalo relativamente corto); las relaciones entre la dis- tancia de mapa x y la fraccién de recombinacién r son: x () =—KIn (1 = 2r) yr (x) = 4 (le) [3.14a.b] La de Kosambi levanta la restriccién de C = 1, pues los datos experimentales indican que la interferencia varja entre de cromosomas e incluso dentro de ellos. Considera, pues, a C como funcidn de r (ver mas adelante): x(t) = 4 In [(1 + 21 —2r)] yx) = ytanh2x [3.15a,b] Es la mas empleada en la actualidad. Obsérvese que los valores de x pueden superar el valor 0.50, maximo para la fraccién de recombinacién, y normalmente los superan, puesto que, al construir el mapa, van a ser sumados desde el comienzo del grupo de ligamiento hasta su final. La deduccién es sencilla partiendo de la expresién [3.12], y de considerar la fraccién de recombinacién como una funcién de la distancia de mapa x. Si supone- mos el segmento BC como muy pequefio en relacién con AB: r=r(x) (Ax), = 1 (0 + AX) [3.16] A B oc x AX @ bc como en regiones muy pequeiias las fracciones de recombinacién r son aditivas, podemos considerar en la regién BC: 1 (Ax) = Ax B.7) y [3.12] se eseribird: 84 a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL camos (Fig. 3.7). Sélo se puede realizar si se posee una sonda del gen en estudio obtenida o por clonacién directa o por ADNe obtenido a partir del ARN mensajero correspondiente. Esta técnica de mapeo se utiliza en investigacién basica. Desnaturalizaci6n suave ——_—> “a Sonda marcada | “ con fiuorgcromo a * <—_—— _ * renaturalizacion hibridacion a Fig 3.7. Localizacién fisica de secuencias de ADN (hibridacién in situ: FISH). Se necesita una ‘buena preparacién de cromosomas metafisicos. 3.3.6. Mapas de restriccion Su naturaleza es muy distinta a la de los mapas estudiados hasta ahora, Es un mapa de frozos de ADN que resultan de digerir el ADN cromosémico con vz enzimas de restriccién. Dichos fragmentos se separan por electroforesis y se orde- nan linealmente en funcién de los cortes realizados por las enzimas (Fig. 3.8). La obtencion de fragmentos de restriccién es, evidentemente, el paso previo a la secuenciacién de la regién cromosémica estudiada. Los mapas de restriccién se realizan normalmente para segmentos cromosémi- cos definidos y relativamente cortos (de unos millares de bases). En estos tltimos afios se han formado mapas de restriccién de cromosomas, ¢ incluso de genomas, enteros (véase mas abajo, #3.4); se obtienen para ello fragmentos de restriccién de gran tamafio, cuyos extremos se secuencian y se componen en una ordenacién 88 MARCADORES Y MAPAS GENETICOS 1: cariotipico (bandeo) | i : fk _ 2: de ligamiento 3: de restriccion 4: génico 5: secuenciacion .TACGGCTTAAACGGACGCGAATA... Fig. 38. Distintos tipos de mapas. lineal buscando los finales solapantes. Los fragmentos contiguos se ordenan asf en grupos («contigs»), trabajo que, por su magnitud, requiere programas informaticos especificos. Tales mapas constituyen los primeros borradores de la secuenciaci6n genomi se para analizar posteriormente cada regién por medio de fragmentos de restricci6n cada vez més pequeiios hasta llegar a los que se pueden secuenciar ctamente. EI mapa de restriccién llega, pues, al propio ADN. Ya no tienen sentido aqui los la unidad de distancia el par de bases (bp) 0 el millar o millén de bases para fragmentos de cierta longitud (kilobase: kb; megabase: Mb). 3.3.7. Comparacién de mapas Todos los mapas vistos representan diferentes fases de aproximacién a la informacién hereditaria. En el caso de los mapas, la evolucién de la técnica ha 89 INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL seguido la evolucidn Idgica: desde el soporte morfolégico a la molécula de ADN (Fig. 3.8) Una observacién importante es que las distancias de los diferentes tipos de mapa no son equivalentes (Fig. 3.9), aunque la colinealidad se mantiene siempre. Distancias cortas en cM se pueden corresponder a posiciones alejadas en el mapa fisico y viceversa; hay zonas «vacfas» y otras saturadas de genes. En concreto, las zonas centroméricas, constituidas fundamentalmente por ADN repetitivo, estén genéticamente vacias, como se pensaba que lo estaban también las heterocromati- cas aunque parece ser que no lo estan totalmente. Por el contrario, las zonas cro- mos6micas subterminales parecen ser muy densas en secuencias codificantes (Fig. 3.9b).. Todo ello hace muy dificil indicar una equivalencia entre distancias de recom- binacién en cM y ntimero de bases, La distancia de 1 cM puede corresponder a varias kb 0 Mb dependiendo de la zona cromosémica y de la especie. ‘ —_— ————_ 1 a at | NY, i centrémero i NN, —_— —_———> fisico figamiento AON (a) (b) Fig. 3.9, (a): Los distintos mapas mantienen la colinealidad, pero las distancias no son equivalentes. (b): las zonas cromosémicas muestran distinta densidad génica. 3.3.8. Utilidad de los mapas Los mapas no sélo son de ayuda en Ia sele mienta fundamental en el estudio de la herenci una especie permite: }6n en Mejora. Son una herra- El disponer del mapa genético de 90 a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book MARCADORES Y MAPAS GENETICOS nismos mas simples (virus y bacterias) se siguieron procedimientos sencillos, siguiendo protocolos usuales para pequefias moléculas de ADN. Desde el nivel de levadura en adelante hubo que disefiar nuevos procedimientos consistentes basica- mente en conseguir grandes fragmentos de restriccién (bien cortando el ADN total, bien procediendo cromosoma a cromosoma en el caso de que esto sea posible) y formar con ellos librerias gendmicas (véase cap. 17) una vez clonados en vehicu- los creados ex profeso cuales son los cromosomas artificiales de bacterias y leva- duras (BACs y YACs: respectivamente bacterial y yeast artificial chromosomes) 0 en césmidos, puesto que los plésmidos naturales no pueden contener més que pequeiios fragmentos de ADN; los BACs y césmidos aceptan fragmentos de unas 100 kb y los YACs del orden de 1Mb. Una vez formadas esas librerias, los fragmentos se recuperan individualmente, se obtiene un borrador, esto es, el gigantesco mapa de restriccién resultado de identificar grupos de fragmentos contiguos (“contigs”) y colocarlos linealmente. Para ello, en algunos métodos se secuencian los extremos de cada fragmento mediante los algoritmos y programas de computacién elaborados para el caso, se consigue identificar los solapes entre fragmentos. La tiltima fase consiste en cortar esos grandes fragmentos de restriccién en trozos del tamaito usual para clonacién y se procede a secuenciarlos por los protocolos usuales (totalmente automatizados), buscando asimismo los solapes entre los extremos de cada trozo, aunque siguiendo ya procesos robotizados. También los cromosomas de procariontes se hacen ya asi, por lo que la secuenciacién se ha convertido en un método casi sistemtico limita- do tan s6lo por el coste econémico de la operaci6n. El que no sea totalmente auto- mitico se debe a que en los organismos superiores existe gran cantidad de secuen- cias de ADN repetido (especialmente en el humano), con lo que la intervencién humana resulta todavia necesaria. Un tipo de secuenciacién distinto es el que se basa en ADN complementario (ver #2.1); en él no se trata de conseguir la secuencia completa de principio a fin, sino tan s6lo las informativas, estén donde estén. Para ello, se recuperan los ARN producidos, se separan y se obtienen los ADNe correspondientes, que se clonan y manejan ya como cualquier otro ADN. Este tipo de secuenciacién, cuando se hace masivamente y no en casos individuales, persigue la btisqueda de genes de interés en aplicaciones médicas, farmacéuticas o industriales. Las secuencias obtenidas se almacenan en bases de datos y, si proceden de investigacién piblica, se ponen a disposicién de los cientificos de todo et mundo. Sin embargo, dado el coste de la operacién, la tendencia es exigir una retribucién econémica por los derechos de propiedad de las secuencias (si estiin patentadas; ver cap. 21), por el uso de las bases de datos o por el de los progra- mas informaticos. Frecuentemente se da la noticia de la secuenciacién total cuando lo que se ha producido es un borrador en estado mas 0 menos avanzado y, a veces, el primer borrador, esto es, el gran mapa de restricci6n. La razén de es, en primer lugar, pura- mente comercial y de propaganda, pero no es la tinica: tal mapa puede ponerse ya a disposicién de los investigadores para que trabajen en zonas 0 cromosomas con- 93 a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book MARCADORES Y MAPAS GENETICOS, 3.4.2.2. Estimacién del numero de genes Los calculos hechos con anterioridad se basaban en comparaciones entre canti- dad total de ADN, proporcién de ADN repetido, genes conocidos y longitud de mapa. La secuenciacién del ADN total permite, tedricamente, conocer el nimero exacto de genes, si bien tal cosa sélo se ha conseguido de momento en los cromo- somas pequefios (virus, mitocondrias, alguna bacteria). En todo caso, la estimacién es mucho mis directa, lo que ha permitido una nueva perspectiva de la arquitectu- ra genética en muchos casos; por ejemplo, de los 100.000 genes que se pensaba contenfa ef genoma humano, la cifra que parece mas verosimil en la actualidad es la de 30.000 (Tabla 2.1) y, aunque algunos piensan que es una subestimacién, la cantidad real no debe ser muy diferente. Tedricamente, podria contarse el nimero de genes a partir de secuencias especificas de comienzo de lectura, pero s6lo es prictico en cromosomas muy pequefios. Cuando hay que hacerlo en cientos o miles de millones de bases la labor es imposible. Estan, ademas, los genes solapan- tes, los controlados por un mismo promotor, los que no tienen sentido por pérdidas de material, etc. Se siguen para la estimacién dos métodos basicos; uno de ellos trata de contar la cantidad de ARNm existentes que correspondern a otros tantos genes (0 a sus ADNc): también pueden utilizarse las bases de datos de ADNc existentes para con- seguir sondas especificas y probarlas con el ADN en estudio. El método sélo es titil si existe suficiente cantidad de ARNm para ser detectado o librerias de ADNe tan completas como sea posible; en el hombre se conocen unos 7.000 genes por medio de los ADNe. La segunda forma de conteo de genes es més general, pero requiere, a diferen- cia del método anterior, que se conozca la secuencia de ADN (no hacen falta las partes de ADN repetido). Aprovechando las bases de datos existentes (por ejemplo, de ADNc) se puede sondear en toda su extensién el ADN gendémico secuenciado; mas general atin es el uso de propiedades caracteristicas del ADN que contiene genes y no secuencias no codificantes. La mas importante de dichas caracteristicas es que el ADN de un gen Ileva instrucciones para formar una proteina. Como el ADN se lee por tripletas, a partir de un cierto nuclestido se pueden hacer tres lec- turas diferentes (p.cj., si el ADN es ACGCTTAGT... podemos leer ACG CTT... CGC TTA... 0 GCT TAG...) con tres proteinas posibles; pero el cédigo real puede estar en la hebra complementaria (TGCGAATCA....), lo que produce otras tres lec- turas diferentes (marcos abiertos de lectura); \o primero, pues, es formar las secuencias de los correspondientes ARNm y ver cual de las seis posibles protefnas es la correcta, si es que es alguna de ellas. Se complica el proceso por la existencia de genes con intrones, debiendo estimarse los exones por secuencias conocidas de separacién entre unos y otros; se considera asimismo la cercania o lejania de codo- nes de terminacién (UAA, UAG, UGA: si estén cercanos al punto de comienzo no se producird ninguna proteina) o de comienzo (normalmente AUG, pero hay otros, y ademas depende en cierta manera de la especie). En resumen, hay que recurrir a complejos programas de ordenador para una estimacién razonable. 95 INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL 3.4.2.3. Estudios basicos; sintenia, el «gen candidato» La sintenia observada al comparar mapas genéticos (#3.3.8) da abundante informacién evolutiva pero ahora se pueden comparar directamente las secuencias de ADN. Sabiendo ya que compartimos un 99% de ADN con nuestros familiares més cercanos, los grandes monos, el gran interrogante que se podrd solucionar en un dfa quizé no muy lejano es zen qué diferimos cualitativamente de ellos? Sélo en la comparacién directa puede estar la contestacin. La comparacién de secuencias de especies modelo permite ver, ademas, que se han conservado grandes zonas entre los Reinos; compartimos ADN incluso con las bacterias. Ello ofrece innumerables posibilidades de estudio teérico y de aplicacio- nes pricticas; si, por ejemplo, se sabe que un gen de Arabidopsis produce un deter- minado efecto y se detecta la misma secuencia en otra especie vegetal, cabe sospe- char que tenga el mismo efecto. O bien, podemos identificar en la planta modelo un gen que en la nuestra corresponda a uno de resistencia, con lo que podremos estudiarlo en Arabidopsis con mayor facilidad. De una manera o de otra, se Hega a la estrategia del gen candidato, cuyas pri- meros ejemplos pertenecen, precisamente, al estudio de los genes de resistencia en plantas. Para ello, a partir de las secuencias comunes (conservadas) en ambas espe- cies, se disefian cebadores que detecten ¢l gen que nos interesa en la especie pro- blema; obsérvese que no importa conocer el mapa de ésta, pues lo que se persigue es saber si nuestro material tiene o no el gen que buscamos. Un punto débil de la estrategia es que la secuencia de la especie modelo puede existir en la nuestra 0 viceversa, pero su funcién puede haber cambiado a lo largo de la evolucién, inclu- so ser «silenciosa» por haber perdido, por ejemplo, algiin fragmento o alguna secuencia de control. Otro inconveniente es el coste econémico, lo que no ha impedido su puesta a punto en muchos casos en los que, precisamente, el beneficio econémico (en sentido amplio) compensa el coste de la operacién. Hasta ahora se ha ido de la funcién (el fenotipo) al mapa. Puede irse hoy en sentido contrario: de la secuencia de ADN a la funcién del gen. Cuando se detecta una regién que posiblemente corresponda a un gen, puede obtenerse la posible pro- teina que codifica, comparar su estructura en aminodcidos con las existentes en las bases de datos actuales y predecir su funcién. Por supuesto, puede estudiarse Ia accién de genes responsables de enfermeda- des, sus variaciones y condicionantes. Las mismas posibilidades se tienen, eviden- temente, en plantas. 3.4.2.4. «Chips» de ADN La posibilidad indicada en el tiltimo parrafo es uno de los campos que han motivado la mayor urgencia en la secuenciacién del genoma humano, hasta el punto de que los motivos econémicos superan a los cientificos. De las secuencias de ADN se pueden obtener sondas para determinar si el ADN de un individuo dado tiene, en un determinado locus, la informaci6n correcta 0 nO, esto €s, si es 0 No pro- 96 a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book INTRODUCCION A LA MEIORA GENETICA VEGETAL, contiguos contienen, pues, las cuatro posibles variaciones de la cadena de ADN respecto a una sola base (SNP). Con uno de tales chips se puede investigar el patrén genético de un individu cualquiera (Fig. 3.11); se disefiaron, en primer lugar, para enfermedades humanas, pero se pueden aplicar a cualquier tipo de material fabricéndolos para ello. Para ello, cl ADN en estudio se corta con enzimas de restriccién y los fragmentos se ligan con compuestos fluorescentes y desnaturalizados para conseguir hebras sim- ples de ADN. Todo ello se hace hibridar con las cadenas, asimismo sencillas, del chip. Las secuencias perfectamente complementarias a las del chip apareardn con ellas, las que no desaparecerén al lavar. Los puntos de fluorescencia, demasiado pequefios para ser percibidos a simple vista, se leen por lectores de laser y la infor- maci6n se procesa por los programas informiticos correspondientes. El patron muestra los genes correctas y los que potencialmente pueden originar una caracte- ristica fenotipica concreta; entre los primeros chips conseguidos se cuentan los usados para detectar mutaciones en el gen p53, cuyas mutaciones estin presentes en mas de la mitad de los canceres conocidos, y el BRCA/, responsable del cancer de mama. Los primeros chips de levadura, construidos en 1997, contenfan alrede- dor de 6,000 genes. El coste de los chips de ADN es muy elevado, por lo que su uso esté, por el momento, restringido a investigacién bisica y, en especial, a diagnéstico en medi- cina, Pero ya existen en todas las especies modelo ¢ incluso en las que no son, como Ia cebada. 3.4.2.5. Protedmica, epigenética La secuencia de ADN contiene la informacién necesaria para la formacién de proteinas, pero slo la estructura primaria, esto es, la dada por la secuencia de ami- noacidos; los plegamientos subsiguientes son esenciales en la conforma piedades de la protefna final (un ejemplo dramético de gran repercusin en los medios de comunicacién es el caso de los priones de la encefalopatia espongifor- me). El estudio de dichas caracteristicas es la protedmica, palabra nacida con el siglo XXI. No asf la epigenética, término antiguo acufiado para explicar cémo se va pro- duciendo el desarrollo desde el cigoto hasta el adulto; en aquél esté contenida toda Ia informacién hereditaria, pero los genes se van expresando paulatina y ordena- damente: la accién de unos pone en marcha a otros y detiene la de unos terceros. Es una cascada de acontecimientos que también estd codificada en los genes y que termina formando ojos en su sitio, los brazos en el suyo, etc. Se va generando, 0 liberando, nueva expresién génica en etapas sucesivas, cada una dependiendo de la anterior y siendo causante de la siguiente; a eso es a lo que hace referencia el prefijo griego epi. En tiempos recientes, la palabra epigenética acoge todo proceso que origine una nueva informacién a base de la existente. Uno de esos procesos es, por ejem- plo, la puesta en marcha del sistema inmunitario. El interés cientifico se une al 98 a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL, siendo m el valor correspondiente al resto del genotipo, esto es, la base sobre la que se aftade el efecto de los alelos A/a. Podemos hacer, sin pérdida de generali- dad, m = 0 y k = 0 y tomar como punto de referencia el valor medio de los homo- cigotos. Los valores anteriores se expresaran asi: aa: ~ |d| (posiciones | y 7), superdo- minancia. Si h es positivo, A' dominard sobre A’, ocurriendo lo contrario si es negativo. La superdominancia ya se mencioné en #2.17 como una posible causa de expli- cacién de la heterosis; entra aqui en cuanto relacién hipotética entre alelos del mismo gen. Aunque no se pueda negar su existencia en casos puntuales (en todo caso los andlisis genémicos confirmaran la extensidn de su presencia), los numero- sos estudios realizados sobre todo en la segunda mitad del siglo XX muestran que basta con los efectos aditivos y dominantes para explicar la variaci6n existente; en particular, son suficientes para dar cuenta de la manifestacién de la heterosis y de la depresién por consanguinidad (#2.17). Dado que un caracter cuantitativo esté controlado por muchos genes menores, es muy posible que entre estos se den todos los casos posibles de relaciones entre 106 a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL ruptura por recombinaci6n sera un suceso rarisimo, que ocurrird sin duda a lo largo del tiempo, pero de forma imprevisible para el hombre. El genotipo AabbCCdd aparecerii como alélico del anterior, y los fenotipos correspondientes sera observa- dos y considerados como si fueran los correspondientes a un solo gen M/m, que a veces ha recibido el nombre de supergén; otra mutacién en otro locus del comple- jo producird el mismo efecto: Aabbeedd seri interpretado como otro alelo M! ubi- cado en el mismo locus, y asi con los demas. Los «alelos» M, M!, ... m, constitu- yen una serie pseudoalética; si se necesitan dos 0 mas genes para producir un cierto fenotipo, esto es, si hay relaciones de epistasia entre los componentes del «supergén», pueden complementarse dos «alelos» y producir en el heterocigoto un fenotipo superior al de los parentales. Por ejemplo, si hacen falta los tres alelos A, B y C para producir el color «rojo», la F, entre AABbCC = M? y aaBBce = MS {ambos de color blanco) Ia veriamos como un simple heterocigoto M!MS rojo superior (en contenido en pigmentos) a ambos homocigotos, aunque lo que en rea- lidad sucede es que el genotipo AaBbCe puede producir el color mediante la com- binacién A-B-C y los parentales no. Estamos ante un caso de superdominancia observable ([4.4]) pero falsa. La presencia de vigor hibrido (heterosis) en tales casos es indudable. Esto ya lo habfamos visto en #2.7 y #2.16, pero aqui se discute en relacién con los caracteres cuantitativos. Mediante marcadores moleculares ¢ ha demostrado que, en efecto, hay agrupa- ciones génicas en regiones cromosémicas concretas a manera de «loci cuantitati- vos», es decir, auténticos QTL (#4.11), entre los cuales se han podido poner de manifiesto relaciones de «superdominancia» atribuibles a compiementaciones génicas (#2.17a); también se han demostrado «supergenes» formados por dos loci contiguos con relaciones epistaticas entre ellos de la manera descrita aqui y en #2.17b. Queda por analizar, cosa que se hard en el futuro proximo, la existencia e importancia de auténtica superdominancia. Realmente, las situaciones reales pueden ir de un extremo a otro, pero, en gene- ral, todos los genes que participen en la manifestacién de un cardcter no estarin formando una sola serie alélica. Asi pues, el valor cuantitativo debido a la epistasia se recompone tras cada cruzamiento, sin que se transmita a la descendencia salvo si es por autofecundacién continuada 0 si los genes correspondientes estin fuerte- mente ligados entre si. En combinaciones concretas, puede aportar un gran valor, adaptativo o comercial, al individuo que las contenga, independientemente de que su medida experimental sea complicada. 4.4, La forma de operar en Genética cuantitativa Los genes mendelianos de fuertes efectos podemos ubicarlos en mapas genéti- cos; los genes menores, no. En €] momento en que se logra individualizar el efecto de un gen concreto, éste pasa a ser considerado mayor y, por tanto, localizable en un mapa. Con los genes menores no se pueden clasificar los fenotipos en grupos discretos (semillas verdes 0 amarillas, plantas enanas 0 normales, etc.) cuyos indi- 112 a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book EL ANALISIS GENETICO DE LOS CARACTERES CUANTITATIVOS se establecen entre camadas por tener una buena o una mala madre). El efecto familiar debe eliminarse. 0 reducirse al menos, mediante un diseiio totalmente ale- atorizado, a veces de casi imposible ejecucién. Si no se lo elimina, el valor de V,, es una estimacién superior al auténtico valor de la varianza debida a La dominancia. El efecto puramente ambiental es, l6gicamente, «ruido» que debe eliminarse tanto como se pueda para que el buen genotipo que hemos seleccionado se mani- fieste en toda su plenitud; evidentemente, la técnica experimental trata de conse- guirlo procurando las condiciones mas uniformes posibles a base de control de luz, temperatura, agua, medio de cultivo, abonados, tratamientos, etc. Pero el ambiente siempre es una variable agricola temible. Cuando varios genotipos se expresan de diferente manera en distintos ambien- tes se dice que hay interaccidn genotipo-ambiente. Es obvio que siempre existira si los ambientes son muy extremos, pues no se conoce genotipo alguno de ninguna especie que se comporte de igual forma en el Circulo Polar Artico y en la selva tro- pical. Normalmente, nos referimos a esta interaccién cuando tiene lugar entre ambientes mas cercanos, claro est4; por ejemplo, entre distintas regiones agricolas. Durante mucho tiempo fue un principio aceptado por los mejoradores el seleccio- nar para una determinada regién, es decir, para un determinado ambiente; ello con- Mevaba la aceptacién de que las variedades producidas para una cierta region no fueran buenas en otra. Hoy en dia, las grandes casas comerciales y los Centros internacionales buscan variedades plasticas, esto es, que se comporten por igual en gran ntimero de ambientes distintos; eso les permite realizar el trabajo en un s6lo lugar geografico, en lugar de estar obligados a hacerlo en tantos ambientes como regiones agricolas caigan en su rea de interés econdémico. De todas formas, la interaccién GxM es inevitable en la agricultura moderna dada la diversidad de ambientes posibles: las variedades aptas para cultivo en invernadero no son Jas mismas a utilizar en campo abierto, atin en la misma regién. Entre una y otra circunstancia hay casi tantas diferencias como posiblemente haya entre el Polo y el Ecuador. La interaccién genotipo-ambiente sigue siendo, pues, un factor de la mayor importancia para el mejorador, Una gran cantidad de métodos estadisticos desarrollados en los tiltimos diez aftos, algunos de gran complejidad matemitica, sirven para estimarla y cuantificarla. Antes, en la época de la «agricul- tura regional», sélo habia que conocer su existencia y hacer, en todo caso, alguna pequeiia estimacién. Hoy, con una «agricultura global» dominante, hace falta incluirla en todas las f6rmulas que nos permitan incrementar el rendimiento. Con frecuencia se ha dicho que se prescinde de la interaccién entre genotipo y ambiente con objeto de simplificar los modelos matematicos, pues con ello se supone que tanto V, como la covarianza genotipo-ambiente cov,,, son nulas. Pero una y otra existen indudablemente al responder los genotipos de distinta manera en distintas condiciones ambientales. La covariacién genotipo-ambiente ocurre cuan- do los valores genotipicos varian concomitantemente con los ambientales, Por ejemplo, cuando los mejores genotipos se colocan en las mejores condiciones, algo que, precisamente, caracteriza las practicas agricolas y ganaderas. En un buen dise~ fio experimental, la covariacién es facil de eliminar (y ha de ser eliminada) 119 a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book LAS POBLACIONES, LA REPRODUCCION Y LAS CAUSAS DE VARIACION Para conocer el sistema de reproduccién, que es un conocimiento basico para el mejorador, hay que basarse en la estructura genética de poblaciones de la especi en cuestién, siendo esto vilido tanto para especies silvestres como cultivadas. Dicha estructura se repasa a continuacién de forma sucinta, y por tanto se hardn alli los comentarios pertinentes que completen lo dicho aqui. No seria necesario el uso de técnicas de laboratorio si se pudiera disponer de un gran ntimero de genes de facil observacién, lo que es imposible en la inmensa mayoria de los casos. 5.4. Los genes en las poblaciones Los genes que hemos venido estudiando por medio de cruzamientos controla- dos no estén representados en las poblaciones naturales o primitivas con las fre- cuencias que queremos. En una F, entre dos Iineas puras, los dos alelos de un cier- to gen estén en una proporcién del 50% cada uno, pero esto sera una auténtica casualidad en una poblacién cualquiera. Si esas proporciones fueran 80 y 20%, {qué fenotipos aparecerfan en la poblacién y en qué proporciones? Y estas tiltimas, {s€ mantienen o se alteran? La contestaci6n a esas y a otras muchas preguntas, de lo que se ocupa la rama de la Genética conocida como Genética de poblaciones, no sélo tiene interés para seleccionar a partir de poblaciones primitivas: numerosas variedades actuales siguen siendo de polinizacién abierta, entre ellas un magnifico tipo de variedades conocido como variedades sintéticas. Es cierto que se ha llegado en algunas espe- cies a unos niveles de homogeneidad genética inconcebibles hace un siglo, pero eso no concierne ni a todas las especies cultivadas ni a todas las variedades de una misma especie, por importante que ésta sea. Légicamente, las poblaciones sufren cambios a lo largo de su existencia: estén sometidas a seleccién, los individuos no producen igual nimero de semillas, ocu- ren mutaciones, hay intercambio de individuos entre poblaciones, el tamafio puede reducirse drasticamente por epidemias 0 accidentes, etc. Todo ello afecta a las frecuencias génicas, por supuesto, y, por tanto, a todos los caracteres de interés agrondémico, que son consecuencia de la actividad de los genes. 5.5. Las poblaciones en especies de propagacién vegetativa Los individuos que, ademas, se reproducen sexualmente con normalidad (caso 3a de #5.2), caen dentro de lo que se diga en los pardgrafos siguientes. Aqui s6lo se considera su aspecto asexual. Como el propagulo con el que se reproduce se forma por simple mitosis a par- tir de una célula de la planta madre (recuérdense #2.3 y #2.12), el nuevo individuo tendra idéntico genotipo y, con sus «ancestros» y «descendientes», formaré lo que 145 a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book LAS POBLACIONE! LA REPRODUCCION Y LAS CAUSAS DE VARIACION parte F de la poblacién se reprodujera en autogamia con las proporciones [5.1] y la otra parte, 1-F, lo hiciera en panmixia con las proporciones [5.2]. Las proporciones finales seran, pues: AA: p?( — F) + pF [53] que son las ecuaciones de Wright, que rigen las proporciones de equilibrio de las poblaciones parcialmente alégamas. En realidad, la poblacién no esta dividida en dos partes, una aut6gama y otra alégama: cada individuo se reproduce en parte por autogamia y en parte por alogamia; la proporcién de individuos que se forman en cada generacién por fecundacién cruzada se denomina coeficiente de alogamia. A P= (1 —F) se le denomina coeficiente de panmixia, pero se utiliza con preferencia el coeficiente F, como hemos hecho, que se denomina coeficiente de consanguini- dad. Obsérvese que el nimero de heterocigotos Aa es siempre menor de] esperado en panmixia ya que (1 — F) < 1. Las ecuaciones [5.3] se reducen a las proporciones [5.1] en caso de autogamia, ya que entonces F = 1, y a las [5.2] en el de alogamia total (panmixia), pues en esa situacién F Lo anterior es valido para una situacién de equilibrio, es decir, si los valores D, Hy R se mantienen de una generacién a la siguiente. Pero si no existe tal condicién en la primera generacién, cosa que sucede, por ejemplo, en una mezcla, y las pro- porciones iniciales son D,, H, y R,,, los valores en la generacién siguiente son: D,=D,+8: =H, 2g:R)=Ry+e siendo g=4,(1-0H, +H? - 1D,R, Al cabo de un gran nimero de generaciones se llega al equilibrio: D_=D, +2 (+) H =H, ~2¢ (14F) R_=R,+g(14F) que dependen, como se ve. de las condiciones de partida. 5.9. Modo de operar para el calculo de F Las ecuaciones [5.3] son totalmente generales y permiten reconocer el sistema de reproduccién de la poblacién que manejamos, habiendo excluido ya el caso de reproducci6n asexual. Si F = 0, estaremos en el caso de alogamia total (panmixia); si F = 1, en el de autogamia total (autofecundaci6n total), y si, por ultimo, 0 10, pero s6lo como indicacién, y mucho mis en la actualidad, ya que se ha demostrado que plantas con 2n = 10, como el maiz, son realmente aloploides ancestrales. Pero la prueba definitiva requiere demostracién experimental directa (estudio de la meiosis € incluso sintesis artificial de la especie a partir del o de los parentales hipotéticos), lo que en muchos casos no es posible. Lo es, sin embargo, en general, en el caso de las especies cultivadas, a causa del interés que tiene su utilizacién en Mejora Son especies poliploides (sin especificar por ahora de qué tipo), ademés de las mencionadas més arriba: avena (6x), patata (4x), cafia de azticar (posiblemente desde 6x a 12x), banano (los cultivares mas extendidos son 3x), cacahuete (4x), tabaco (4x), algod6n (4x), alfalfa (4x), las pomoideas (manzano, peral, etc.) en conjunto (n = 17 por poliploidia secundaria a partir de un ntimero basico n = 7), casi todas las rosas cultivadas (4x, muy pocas 3x y 2x ¢ incluso algunas 5x y 6x), los lirios (3x, 4x, 5x y multitud de intermedios), crisantemos (5x a 7x, la mayor parte 6x), dalias (8x), etc. La poliploidia natural o esponténea se da en casi todas las especies, aunque con baja frecuencia en la gran mayoria de los casos. Parece como si la Naturaleza estuviera probando continuamente nuevas combinaciones. Tales pruebas las ha realizado siempre, hasta el punto que se estima hoy que aproximadamente un ter- cio (entre el 30 y el 35%) de las fanerégamas es de origen (que puede ser remoto) poliploide, y eso sin considerar familias enteras que tienen un origen poliploide tan lejano en el tiempo que en la actualidad las consideramos diploides; por ejemplo, el ntimero basico de toda la familia de las leguminosas actuales es n=14, pero cla- ramente derivado de un n = 7 ancestral que todavia existe en algunas especies. Habiendo sido tan importante la poliploidia en la Naturaleza, y surgiendo espo- ridicamente en el seno de poblaciones diploides, cabe preguntarse si podemos obtener poliploides de interés agricola mediante procedimientos artificiales. La respuesta es positiva; durante muchos afios a lo largo del siglo Xx se pensé en una «revolucién poliploide» en la Mejora, similar a como lo fue la mutagénesis induci- 326 a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book INTRODUCCION A LA MEJORA GE? ICA VEGETAL * Tratamientos con 6xido nitroso (N,O) a baja presiGn (2-6 atm) a flores recién polinizadas durante 10-15 horas. Es de facil penetraci6n en tejidos y de répi- da desaparicién, pero de aplicacién molesta (hay que hacerlo, como se puede comprender, en recipientes especiales) y peligrosa a causa de Ia toxicidad del gas. Tiene la ventaja de que se reduce la formacién de quimeras tan tipica de la colchicina. + Los tejidos de cicatrizacién que se forman en las heridas ofrecen alguna posibi- lidad de obtener poliploides, quiz por la posible preexistencia de células apro- piadas. En tomate se puede conseguir hasta un 7% de vastagos tetraploides. Mediante choques térmicos: p. ej., en el maiz a 47-48 °C durante 48 h en 6rganos florales después de la polinizacién. En Ia descendencia de mutantes con fallos en la meiosis, a causa de los game- tos con mimeros anormales de cromosomas que se producen; algunos indivi- duos pueden ser tetraploides, pero hay que poseer el mutante y analizar el contenido cromosémico de un buen mimero de individuos. Hay un cierto ntimero de especies que producen de forma natural gametos no reducidos, esto es, con 2x cromosomas; por autofecundacién o intercruza- miento se pueden obtener plantas 4x 0 3x si el polen utilizado es x. Este puede ser, de hecho, el origen de muchas especies poliploides naturales 15.3.1.2, Identificacion La identificacién de tejidos u érganos poliploides puede hacerse: a) Por su morfologia y desarrollo: el poliploide suele presentar gigantismo, aunque no siempre; existe un nivel de ploidia por encima del cual ya no hay més aumento de tamaiio. Suelen ser de menor velocidad de desarrollo que los diploides. b) Por caracteres citolégicos: sus células suelen ser mayores o diferentes en forma, particularmente los estomas y los granos de polen. €) Porel conteo cromosémico: hay que recurrir siempre a él para confirmar la sugerencia que otros métodos permiten. En los grados de ploidia muy altos (cafia de azticar, etc.) ha de recurrirse a mediciones indirectas (por ejemplo, cantidad de ADN). 15.3.2. Fertilidad y genética de los autopoliploides Para entender las posibilidades de uso de los autopoliploides es necesario conocer cémo es su formacién de gametos (y, por tanto, de las semillas) y la trans- misién hereditaria en relacién con la de los diploides de que proceden. Por facili- dad de explicacin, ésta se referird fundamentalmente a los tetraploides; los grados superiores de poliploidfa exageran las peculiaridades de éstos. a) Comportamiento cromosémico y fertilidad. La mitosis es normal, cada célula dando lugar a dos células hijas de 4n cromosomas. La meiosis, en cambio, presenta anomalfas; al existir cvatro cromosomas homdlogos en lugar de dos, el apareamiento entre homélogos se complica, puesto que en 330 a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book LOS POLIPLOIDES EN LA MEJORA VEGETAL ocurre con cierta facilidad entre especies todavia bastante préximas; tal es el caso del burro y del caballo, cuyos hibridos interespecificos son, como es bien sabido, el mulo o mula (yegua x asno) y el burdégano (burra x caballo). No cabe para tal tipo de hibrido interespecifico, pues, mds que la reproduccidn vegetativa si ésta es posi- ble, y asf se han utilizado en la mejora de ornamentales y de forestales. Evidentemente, entre la total identidad de n y n’ y su total disparidad se dan todos los casos intermedios, por lo que existen, tanto naturales como artificiales, auténticos hibridos interespecificos que muestran distintos grados de fertilidad, lo que es obvio que tiene interés en la mejora de especies cultivadas, pues permite la transferencia de genes de interés agronémico desde sus parientes silvestres. Son especies o formas puente de las que se ha hecho uso abundante para transferencia de muchos caracteres, en particular de resistencia a enfermedades. Teniendo en cuenta que s6lo vamos buscando una caracteristica (0 pocas en todo caso) concre- ta y que el resto de genes «silvestres» son absolutamente indescables en la forma cultivada, es necesario completar el cruzamiento interespecifico con los retrocru- zamientos adecuados por el parental cultivado, seleccionando siempre el caracter de interés, retrocruzamientos que irin siendo progresivamente mis faciles como es l6gico. La dificultad en la obtencién de hibridos interespecificos radica normalmente en las barreras que el tubo polinico encuentra en su camino hacia el Gvulo, pues el polen germina de forma general; de hecho, como se verd mas adelante, se puede polinizar trigo con polen de maiz para obtener haploides. Las barreras presentadas por el estigma se pueden salvar con (1) polinizacién con polen hidratado en la zona receptiva; (2) con polen mentor (de otra especie) que facilita la germinacién y desarrollo del tubo polfnico del grano de polen de especies extraiias, posible- mente por la liberacién de proteinas que tienen que ver en La reaccién de incompa- tibilidad; (3) tratamiento térmico para conseguir la inactivacién de estas proteina (4) eliminacién del tubo estaminal para polinizar directamente en el ovario. Las barreras en el estilo se pueden intentar evitar por medio de (1) cruzamientos reci- procos; (2) eleccién de diferentes lineas si la incompatibilidad tiene base genétic: (3) polinizacién con polen mentor; (4) reguladores de crecimiento; (5) poliniza- cién en flor no totalmente abierta y (6) polinizacién directa en ovario o en évulos. Por supuesto, el nimero de tratamientos para lograr la fecundacién puede aumen- tar en el futuro, aunque es muy posible que la ingenierfa genética reduzca o elimi ne tales prdcticas al transferir directamente genes de interés. Quedardn, por supuesto, para lograr el hibrido interespecifico cuando éste sea en si mismo el objetivo del trabajo de mejora. En todos los casos, pero sobre todo en aquellos de esterilidad manifiesta por falta de apareamiento en meiosis, las grandes vias de utilizacién de hibridos inte- respecificos son la obtencién de aloploides y la propagacién vegetativa. Los hibridos interespecificos han debido ser los primeros frutos planificados por una Mejora consciente; es natural que los primeros se obtuvieran en ornamen- tales, con la ventaja de poder aprovechar la capacidad de multiplicacién vegetativa tan frecuente en ellas. No es raro que se conozcan unas 20.000 variedades de rosas, 337 a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL, 1. El escaso valor agronémico de los parentales no dice nada acerca del material que se puede obtener; en el trigo duro entran un genomio de 7. monococcum (AA), cultivable pero de escaso valor, y un Aegilops desco- nocido (una especie silvestre de constitucién gendmica BB). El trigo harinero es un alohexaploide del trigo duro (AABB) con otra especie sil- vestre, Ae. tauschii (= Ae. squarrosa y = Triticum tauschii, de constitu- cién DD). Los aloploides naturales tienen su origen en accidentes raros, facilitados a veces, como en el caso del trigo harinero, la colza, etc... por la difusién de Ja agricultura; es posible repetirlos y ensayar nuevas combinaciones gené- micas cuando se conoce el origen de un cierto aloploide, pues nada dice que la combinacién formada, posiblemente por azar, sea la mejor de entre todas las posibles. Esto es lo que se hizo en la obtencién de muchos alo- ploides tratando de repetir el éxito natural del trigo. v 15.4.4, Obtencién a partir de hibridos somaticos El cultivo de tejidos y la regeneraci6n in vitro de plantas hizo pensar en la obtencién directa y a voluntad précticamente de cualquier aloploide (véase #16.4; Fig. 16.3). La obtencidn de protoplastos (células sométicas sélo protegidas por la membrana plasmatica) permite la fusién de dos de ellos pertenecientes a especies diferentes de constituciones AA y BB, dando células hibridas somdticas AABB que producirfa directamente, por regeneracién, el aloploide si la fusién y la regene- racidn son posibles. La experiencia actual no es demasiado positiva, pero se ha tenido éxito en algu- ‘nos casos entre especies de Petunia, Nicotiana, Daucus, Datura, Brassica, Medica~ go, Solanum asi como en cruzamientos intergenéricos en Datura x Atropa, Nicotia- na X Petunia, etc. Se consigui6, por ejemplo, la transferencia de resistencia al virus del mosaico del tabaco de Nicotiana repanda a tabaco, a Fusarium de Solanum pimpinellifolium a patata, a alternaria de Sinapis alba a B. napus, Se intentaron cru- zamientos sométicos ambiciosos entre Solanum y Lycopersicum para obtener una planta que produjera patatas y tomates, pero sin éxito, como tampoco se tuvo en la fusién entre soja y maiz, pues slo se consiguié Ja fusién celular y una multiplica- cidn caética hasta el estado de unos centenares de células. Es evidente que, ante la presencia de informaciones genéticas tan diversas como las de un cereal y una legu- ‘minosa, la maquinaria hereditaria no sabe qué hacer con patrones de desarrollo tan discordantes. Los éxitos parciales conseguidos no suponen, pues, haber logrado el «salto total sobre el sexo» que se buscaba, Se ha llegado a pensar que si se consigue un aloploi- de somiitico, también podria obtenerse por vfa sexual. Esta conclusién no va contra el método pero marca sus limites actuales. 15.4.5. Otros usos de los aloploides Aparte de la creacién de nuevas especies, imitando la labor de la Naturaleza, los aloploides son una poderosa herramienta en el trabajo de investigacién sobre los origenes y vias evolutivas de su material. Ademés, pueden servir, como de hecho a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book LA INGENIERIA GENETICA ¥ SUS APLICACIONES Las posibilidades mencionadas no agotan todo lo que los nuevos métodos pue- den dar de si, pero ofrecen los casos mis frecuentes. 17.2. Forma de operar La exposicién ser4 esquemiatica en exceso debido a fa alta especializacién de las técnicas y, sobre todo, a sus fundamentos bioquimicos, que caen fuera del obje- tivo de la presente obra. Una vez identificado el organismo con el gen a transferir, los pasos a dar son los siguientes: 1. Extraccién de dicho gen, 2. Colocacién de dicho gen en un vector, Multiplicacién (clonacién) de dicho gen, 4. Introduccién en el ADN del organismo al que se quiere transferir, y 5. Obtencidn de un individuo completo (transgénico) con la nueva caracte- ristica. Son pasos en apariencia sencillos pero de gran complejidad experimental que han necesitado de la puesta a punto de numerosas técnicas auxiliares. 17.2.1. Extraccién a partir del ADN donante; los instrumentos de corte Aunque tengamos identificado el organismo donante del gen que nos interesa, en principio no se sabe cual es su colocacién dentro de la enorme cadena de ADN. En el futuro se podra ser mas selectivo, pues el conocimiento del material genético de un buen ntimero de especies progresa a una increible velocidad. Pero nos pon- dremos en el peor de los casos, que fue precisamente el de los pioneros de la téc- nica. Una vez purificado el ADN donante, se lo corta con unas «tijeras» de enorme precisién: son las enzimas de restriccidn, cada una de las cuales dejan «muescas» tipicas en la cinta cortada; fue precisamente su conocimiento lo que permitié la puesta en marcha de todas estas técnicas. Cada una de estas enzimas, pues, realiza un corte especifico en un punto concreto del ADN (Fig. 17.3), lo que permite ir tro- ceando el ADN hasta quedarnos con el fragmento buscado. Una misma enzima siempre realiza el corte en el mismo sitio, independientemente del origen del ADN de que se trate. Estas «tijeras» tienen una particularidad: cortan de tal manera la cinta de ADN que dejan unos extremos con marcas peculiares tipicas de cada una de ellas, tales que, si dichos extremos se mantienen cerca el uno del otro, se reco- nocen y se vuelven a «pegar». Tal tipo de corte se dice que deja extremos cohesivos (Fig. 17.3). Como una misma enzima (esto es, la misma «tijera») produce dichos extremos siempre y en todo ADN, cualquiera que sea el origen de éste, si cortamos dos ADN de diferentes especies con una misma enzima, se producirén en ambos ADN los mismos extremos cohesivos. Asi pues, si mezclamos ambos ADN una vez 369 a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book LA INGENIERIA GENETICA Y SUS APLICACIONES con otras enzimas y formar nuevas bibliotecas cada vez mas detalladas, El final te6rico del proceso es la obtencién de una secuencia que contiene exclusivamente el gen buscado, 17.2.3.2. _Bibliotecas de ADN complementario (cDNA) No son esas las tinicas bibliotecas que pueden construirse. En realidad son algo groseras; la técnica utilizada se conocia como la de la perdigonada, pues, en efec- to, se tiene la sensacién de que el ADN donante se fragmenta en miles de trocitos que se disparan sobre los vectores (plasmidos) en que queremos integrarlos Mucho mis selectiva es la del ADN complementario (#2.1.2), pero también impli- ca un grado mayor de conocimiento sobre el gen o genes que queremos. Se basan en obtener ARN mensajero, del que se sintetiza ADN mediante el uso de transcriptasas inversas (Fig. 17.5). Una biblioteca de este tipo no representa todo el ADN del organismo donante como ocurre en las bibliotecas genémicas (en las completas), sino tan sélo una parte del mismo constituida por aquellos genes actives en ese momento. Por otra parte, la obtencién de ADNc es la tinica estrate- gia posible si se quieren clonar genes en mosaico (#2.1.2) para su utilizacién, pues- to que los intrones no forman parte del ARN mensajero que es el encargado de la transcripcién y, por otra parte, la maquinaria de lectura bacteriana (que es donde normalmente se clona el ADN) no separa intrones de exones y los leerfa unos a continuacién de otros. La obtencién de ARNm especificos ha permitido, ademis, la obtencién de ARNm-antisentido, es decir, ARN procedentes de la cadena no codificadora de ADN que aparean con el ARN legitimo y lo inactiva. El ejemplo mas conocido es el tomate «flavr savr» que se mantiene largo tiempo sin descomponerse tras la recoleccién (#17.3d), pero hay otros muchos casos en experimentacién (véase #17.3)). 17.2.4, Transferencia de ADN y obtencién de plantas transgénicas Puede transformarse cualquier tipo de cultivo de tejidos (callo, disco, etc.) y, atin mejor, protoplastos (Fig. 17.6); el problema es que los vectores no penetran por las cubiertas celuldsicas y hay que utilizar para ello técnicas especiales. Aun- que se hace asf también, se prefiere sin embargo en dicotiledéneas (y en las esca- sas monocotiledéneas sensibles a la infeccién) el uso de Agrobacterium (A. tumefaciens y A. rhizogenes, especialmente el primero) y, asimismo, el caiién de particulas. 17.2.4.1. Transformacién con Agrobacterium Agrobacterium es una bacteria que causa graves dafios en plantas superiores, en las que produce tumores en el cuello y en las raices, siendo el tratamiento, ade- més, muy dificil y costoso. La infeccién la causa Agrobacterium por medio de un 375 a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book LA INGENIERIA GENETICA Y SUS APLICACIONES Sitios de corte de las restrictasas Promotor — Segmento codificante Secuencias _ Secuencias auxiliares de terminacién ee ee eee Construccién Construccién del gen de interés de! marcador (transgén) c) Marcador 1 —_transgén Vector (plasmido) Marcador 2 Fig, 17.11. a) Estructura de un transgén. b) Casette con un mareador y un transgén. c) Esquema de un vector (plésmido) con tres construcciones en dos «casetes». funcionen en todo momento, Pueden ser fuertes o débiles, segtin permitan alta 0 baja expresién del gen que controlan. Pueden, en ocasiones, ser ellos mismos quiméricos: pueden incluir secuencias de iniciacién de la transcripcién, a su vez modificadas 0 no, o bien secuencias que refuerzan su acci6n (enhancers), y ser asf ms largos 0 més cortos de lo que naturalmente son, si con eso se consigue mejor el efecto deseado. Entre los promotores mis utilizados estan el de la fraccién 358 del virus del mosaico de la coliflor (CaMV 35S) y el de la ubiquitina de maiz; otros por ejem- plo, son el de la actina del arroz y el de las gluteninas de alto peso molecular de trigo; todos ellos son constitutivos. El campo de los promotores es de los que regis- tra una investigacién mas activa. Las secuencias de finalizacién tienen, como su nombre indica, que terminar la lectura del ADN y estabilizar el ARNm formado por medio de una cadena de poliA, Entre las mas utilizadas estan la de la fraccién 35S del virus del mosai- co de la coliflor, la del gen inhibidor I de la proteinasa da la patata y las de algunos plismidos. Pueden asimismo Hevar secuencias que refuerzan la accién. a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL miento de la planta ante el pardsito sino Ia ausencia de contacto por facto- res ajenos a ella. 6) Evitacién, Generalmente incluida en el apartado anterior, pero convie- ne separarla incluyendo en ella los casos en que existen mecanismos hereditarios que reducen la probabilidad de contacto intimo (nutritivo) entre planta y patégeno. Por ejemplo: hojas erectas que limitan la depo- sicién de esporas, follaje poco denso que evita la condensacién, cleisto- gamia que impide la Negada del pardsito a la flor, etc. En el caso de insectos (también de herbivoros) ta no-preferencia o antixenosis estaria incluida en este apartado: las vellosidades, espinas, ete., entre los facto- res morfolégicos y las substancias repelentes entre los quimicos (#18.9.2). ¢) Tolerancia. Existe ataque: el patégeno se multiplica en el huésped dafio 0 con dafio soportable para éste. En el caso de los virus, los virélogos Maman tolerancia a la reduccién de la expresién de los sintomas de la enfermedad. La tolerancia no debe aceptarse como solucién definitiva a un problema, pues el huésped tolerante se comporta coma un depésito de agentes patégenos que pueden atacar variedades que sean susceptibles, e incluso favorecer la aparicién de formas virulentas sobre la misma varic- dad. El término opuesto a tolerante es sensible. d) Resistencia en sentido estricto 0, simplemente, resistencia. Es la capaci- dad de la planta para restringir el crecimiento o la reproduccién del pat6- geno una vez iniciado el contacto nutritivo. Existen, en este caso, meca- nismos simulténeos de invasién por el pardsito y de defensa por el huésped. Hay sintomas de enfermedad, pero el organismo atacado se defiende con tanto mayor éxito cuanto mejores sean los sistemas de resis- tencia. Es el caso verdaderamente importante en la practica y al tinico al que nos referiremos en Jo sucesivo. El término opuesto a resistente es sus- ceptible. Es preciso tener siempre presente que quizé fuera mas exacto hablar de reac- cién © respuesta resistente o susceptible que de resistencia o susceptibilidad, ya que, en realidad, el resultado final observado es el de una interaccién entre el huésped, el patégeno y el ambiente. Esto puede hacernos observar una reaccidn de resistencia en el huésped ante un mismo patégeno en unas ciertas condiciones ambientales y no en otras. Por ejemplo, una variedad puede ser susceptible a una enfermedad con humedad alta y parecer resistente con tiempo seco, cuando en realidad lo que hay en este dltimo caso es ausencia de condiciones adecuadas para a infeccién. Parece evidente que «resistencia» deberia de ser equivalente a «respuesta resistente en cualquier condicién ambiental», pero no siempre se da el caso. Como maxima expresién de la resistencia esta la inmunidad: supone la ausen- cia total de infeccién. Es conveniente advertir que el término «inmunidad» se suele utilizar en los escritos de autores rusos en el mismo sentido en que en las publica- ciones en el mundo occidental se utiliza «resistencia». 408, a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL se debe asimi: no a genes de virulencia coneretos que Ie facilitan el ataque. Lineas diferenciales y razas fisiolégicas estan, pues, definidas por unos genes concretos respectivamente de resistencia y de virulencia. La resistencia es un cardcter que normalmente es dominante sobre susceptibilidad. Por el contrario, la virulencia es normalmente recesiva respecto de su alelo dominante para la avirulencia La «lucha» entre genes de resistencia y de virulencia constituye la Hamada relacién «gen a gen», conocida desde la mitad del siglo Xx. y que se puede resu- mir como sigue: cada gen de resistencia en el huésped puede ver suprimido su efecto por la acciGn especifica de un gen de virulencia del pardsito. La reaccion de resistencia se dard tinicamente cuando en el huésped exista al menos un gen de resistencia y en et pardsito el correspondiente alelo de avirulencia; cual- quier otra combinacién resultard en reaccién de susceptibilidad. Se ha contir- mado tal relacién en numerosas especies, no sélo en hongos, bacterias y virus, sino también de insectos y nematodos, pero también hay casos que no siguen esa relacién. 18.6. Tipos de resistencia Acabamos de ver que resistencia y virulencia tienen una base genética igual que cualquier otro cardcter. Se ha descrito el caso mas simple: un s6lo par de alelos que controlan los caracteres respectivos de resistencia-susceptibilidad en el hués- ped y de virulencia-avirulencia en el pardsito. Pero, como en cualquier otro carac- ter, la base genética puede ser mas complicada, y asf se conocen casos de resisten- cia no solo monogénica o monofactorial (un solo gen, aunque con varios alelos), sino también oligogénica (se necesitan dos 0 més genes mayores actuando coordi- nadamente para producir resistencia) y poligénica (un mimero indeterminado de genes menores). La diferencia mas importante, como asimismo en cualquier otro cardcter, es la de genes de efectos cualitativos (0 genes mayores, esto es, con herencia monogénica u oligogénica) y la de genes de efectos cuantitativos (polige- nes 0 genes menores). Los genes de resistencia del huésped y los de virulencia del pardsito son, pues, la base genética del cardcter que ahora estudiamos. Su expresién, es decir, el feno- tipo correspondiente, es la respuesta resistente. Seria ideal poder describirlo tan facilmente como en el caso de cualquier cardcter mendeliano, pero eso no sucede asf porque aqui intervienen no s6lo dos genotipos el del huésped y el del parasito (ambos constituyen un patosistema), con complejas interacciones entre ellos, sino también una acci6n ambiental sobre cada uno de ellos y sobre dicha interaccién; es, en realidad, el tridngulo huésped-pardsito-ambiente el que determina la apari- cién o la ausencia de enfermedad en el tiempo (momento del ciclo) y en el espacio (lugar en Ja planta). No es extrafio, pues, que el fenotipo de la resistencia sea de dificil descripcién. Pero es importante hacerlo no sélo por el estudio de la propia enfermedad sino porque para el anilisis genético, sea cual sea el caso, no tenemos més datos que los 412 a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book JON A LA MEJORA GENETICA VEGETAL, ;ODUC 18.7. Resistencia frente a virulencia 18.7.1. El equilibrio dinamico entre huésped y parasito La relacién gen a gen nos explica el porqué se «pierde» la resistencia en una variedad resistente 0, mejor dicho, el porqué se puede perder, pues, como veremos més adelante, no es obligado que tal cosa suceda, aunque lamentablemente sf ocu- rre con frecuencia. En efecto, las relaciones entre huésped y pardsito son dindmicas, pues éste busca penetrar en aquél (es su fuente de nutrientes) y el huésped se defiende impi- diéndole la entrada. Supongamos que partimos de un huésped que no tiene genes de resistencia por no haber sufrido nunca ningtin ataque del pardsito. Cuando éste aparece, el huésped se ve sometido a una fortisima presién de seleccién; si uno de sus genes (ya existente o producido por mutacién natural) es capaz de producir algo (estructural 0 bioquimico) que impida su destruccién, ese gen, aunque antes no hubiera servido para nada o casi nada, se verd favorecido por la seleccién natu- ral puesto que la planta que lo lleve dejara un mayor ntimero de descendientes que la que no lo lleve: se ha originado el primer gen de resistencia R,. Pero el pardsito es un ser vivo que también tiene que reproducirse. El gen de resistencia que ha aparecido lo somete ahora a él a una no menos fuerte presin de seleccién para sobrevivir. Cualquiera de sus genes que sea capaz de destruir 0 evi- tar esa barrera, ya existente o bien originado por mutacién natural (y la capacidad de que ésto ocurra en un pardsito no es nada despreciable a causa de los fantasticos numeros de descendientes que es capaz de producir), se verd totalmente favorecido. por la seleccién natural, sobre todo si sigue desarrolldndose sobre una variedad portadora del gen R, (recuérdese que resistencia no siempre es inmunidad). El parisito acaba de crear un gen de virulencia v, especifico para vencer la barrera producida por el primer gen de resistencia R,. La planta se defiende de nuevo utilizando otro gen productor de otra barrera, R,; el pardsito responde con otro gen de virulencia v, especifico para la barrera anterior... y asf hasta ta eternidad... La aparicién de sucesivos genes de resistencia y de sus «contrapartes» los genes de virulencia que los superan se puede represen- tar asi: R, RR, RR, RRR, RRR, Vo Vo Vo¥s vy VONYa + ue Suscep. Resist. Suscep. Resist. Suscep. Pero gy si alternéramos las siembras de variedades portadoras de distintos genes de resistencia? {0 si, en vez de sembrar grandes regiones con variedades portadoras del mismo gen de resistencia, R, por ejemplo, sembréramos una docena 416 a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book LAS VARIEDADES RESISTENTES A PLAGAS Y ENFERMEDADES La base bioguimica de las razas fisioldgicas en insectos no son bien conocidas. La mayor parte de los casos conocidos se reficren a chupadores o taladradores, asf como barrenadores en los casos en que la hembra coloca la puesta en la misma especie huésped de la que se aliment6 como larva. La existencia de razas fisiolégi- cas puede darse como respuesta a la existencia en el huésped de metabolitos secun- darios que el pardsito utiliza para la sintesis de sus propias moléculas como, por ejemplo, las feromonas responsables de la atraccién sexual. 18.9.4. Métodos de mejora No ofrecen mas peculiaridad que las debidas a la de la especie causante del dafio que se acaban de describir, por lo que es valido todo lo explicado en #18.8. Por seleccién simple y por cruzamiento se han conseguido algunos éxitos, pero, en general, la resistencia a artrépodos no ha tenido nunca Ia relevancia de los éxitos conseguidos contra enfermedades. Incluso en algunos casos en que la transferencia pudo lograrse, el resultado comercial (y, por tanto, real) no acompaiié al biolégico. En algodén, por ejemplo, excepto para jasidos (Empoasca sp.), las variedades resistentes a insectos no son comerciales, pues su semejanza con formas silvestres hace que la calidad de la fibra se resienta. Otro inconveniente es que las caracteris- ticas morfoldgicas correlacionadas con la resistencia a un cierto insecto puedan estarlo con la susceptibilidad a otro, con lo que la seleccién se complica atin mas. Sin embargo, la transferencia por ingenierfa genética de los genes cry (Bt) de Bacillus thuringiensis ha transformado completamente la acién. De estar en precario frente a enfermedades se ha pasado a estar en posicién de privilegio, ya que los genes Bt pueden transferirse a cualquier especie (véase #17.3b) atacada por coledpteros o lepidépteros, con posibilidad de extender sus efectos a otros érdenes. Se conocen, ademés, otros muchos genes con efectos antibidticos contra plagas concretas, como es el caso de la arcelina contra gorgojos en judia. El peligro de que aparezcan formas de insectos resistentes a las proteinas Bt se est corrigiendo por medio de operaciones de cultivo asi como introduciendo en la misma variedad variantes Bt (#18.7.5), de tal forma que la doble mutacién que necesitarfa el insec- to sea un suceso de muy baja probabilidad. 18.9.5. Algunos casos histéricos El primer caso conocido de una clara resistencia varietal a insectos fue el de la manzana «Winter Majetin» al pulg6n Eriosoma lanigerum en 1831 y atin sigue siendo resistente; es una clara excepcién a la regla general de vulnerabilidad en e1 caso de genes de accién cualitativa (#18.5 a #18.7). Un caso que tuvo una importantisima consecuencia practica fue el hallazgo realizado en los EE.UU. a mitad del siglo XIX en el género Vitis: algunas especies de vides silvestres americanas resultaron ser altamente resistentes a la filoxera (Phylloxera vitifolia). Como la vid europea, unica cultivada, era, por el contrario, altamente susceptible, las importaciones de vides americanas que se habian reali- 431 a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL siempre, pues una vez que una cierta variedad es resistente a algtin patégeno, el agricultor no necesita gastar nada en su proteccién. Pero hay una trampa en la pre- gunta, pues parece que son alternativas excluyentes y no lo son: son vias comple- mentarias, como se ha dicho en #18.11. Asf, si la resistencia alcanzada es débil, un tratamiento quimico 0 biolégico moderado compensaré las deficiencias. La solu- cién légica es la lucha integrada, concepto tantas veces manoseado y tan pocas practicado. Es cierto que los genes cualitativos de resistencia pierden su eficacia al cabo de algiin tiempo cuando el pardsito «descubre» la manera de evitar su accién. Pero, por otra parte, los tratamientos con productos quimicos provocan una pre- sion de seleccion constante para el pardsito, que también puede crear resisten- cia a ellos (e} caso de la resistencia de insectos al DDT es ya de antiguo libro de texto). Y una vez que un pardsito encuentra sus genes de resistencia a un plagui- cida, esta resistencia es para siempre. Tampoco se puede olvidar que un trata- miento puede eliminar un pardsito, pero también puede eliminar a sus predadores y, Si estos desaparecieran antes, el dafio seria mayor que el beneficio; un buen ejemplo que ya ha ocurrido es el caso de Heliothis virescens sobre algodén en el sur de los EE.UU.: de plaga menor pasé a mayor pues los tratamientos con pesti cidas eliminaron a sus principales enemigos y competidores. Asimismo, paré tos secundarios que sobreviven en otros cultivos y en plantas silvestres y que reciben dosis leves del pesticida (porque las plantas silvestres no son el objetivo del tratamiento, como es légico) estan en magnificas condiciones de crear formas resistentes al mismo; se le atribuye a esta causa al cambio de pardsitos importan- tes en el algodén de California tras los intensos tratamientos con DDT de comienzos de la segunda mitad del siglo Xx. Asi pues, no hay solucién perfecta. Hay enfermedades y plagas para las que no se conocen fitoquimicos apropiados y las hay para las que no se conocen genes de resistencia. Hay plaguicidas débiles y hay genes débiles de resistencia. Qué duda cabe que las variedades resistentes son lo mas ecolégico y econémico en este sen- tido, pero para aumentar su eficacia, hay que manejarlas agricolamente bien, y ello ha estado destinado este capitulo. Los plaguicidas no son perfectos: como bien se sabe, contaminan el ambiente cuando se los aplica en exceso por mala practica agricola, crean razas de pardsitos resistentes a ellos, son costosos y peligrosos: pero son insustituibles para una situacin de emergencia y muy convenientes en asocia- cién con resistencias parciales débiles, lo que permitiria no s6lo emplear menos cantidad de fitoquimicos sino también diversificar los genes de resistencia a emplear, con menor presi6n de seleccién sobre el pardsito y, por tanto, mayor posi bilidad de vencerlos. En definitiva, S/ se debe seleccionar para obtener variedades resistentes, pero no desechemos los plaguicidas. El enemigo es poderoso y sus posibilidades de cambio son infinitas e impredecibles a priori. Utilicemos, pues, sabiamente unas y otros. 436 a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book ALGUNOS CARACTERES DE INTERES variedades resistentes a glifosato en soja, maiz y algod6n, que figuran entre los cul- tivos transgénicos con mayor superficie en los momentos actuales, ademas de en colza, trigo, chopo, etc.; también se ha introducido resistencia a glufosinato en colza, remolacha, tomate y algunos otros, y a bromoxinil en algodén y patata. Asi- mismo se ha tenido éxito en otros casos menos conocidos, como a sulfonilurea en colza y remolacha, y a 2,4-D en algod6n. Ademis de los casos mencionados, hay que indicar que se ha logrado trans- ferir genes de resistencia a herbicidas (particularmente los genes bar y pat, ambos de resistencia a glufosinato, el primero derivado de Streptomyces hygros copicus, el segundo de S, viridochromogenes) a numerosas especies, no buscan- do un material comercial resistente sino lineas experimentales para uso en inves- tigacién. Un caso de gran aplicacién es el estudio de difusién de polen de plantas transgénicas en condiciones naturales, pues basta aplicar el herbicida en las plan- tas nacidas de Jas semillas de las plantas situadas a cierta distancia de la planta transgénica en estudio para estimar la frecuencia de Hegada del polen. En este sentido, se han transformado, para investigacién bdsica, dos grandes plantas modelo, tabaco y Arabidopsis thaliana, con casi la prictica totalidad de genes de resistencia a herbicidas. Ademés de con Agrobacterium se han conseguido transformaciones con éxito con otros procedimientos; por «biolfstica» se ha transferido resistencia a glufosina- toa maiz, cebada, arroz y caiia de azticar, y a glifosato a maiz. Por absorcisn direc- ta del ADN por protoplastos se logré transferir resistencia a glufosinato a arroz y cana de azticar, Una vez obtenidas las plantas regeneradas, ademas de estudiarse cudntas copias Hleva del gen transferido, la estabilidad de su expresi6n y de su transmisién hereditaria, ha de examinarse también a qué concentraci6n del herbicida se expre- sa la resistencia, en qué fase del desarrollo, etc. 19.3.6. Comentarios finales No debe olvidarse la riqueza natural de resistencias variadas, tanto en plantas cultivadas como en malas hierbas. La llegada de las técnicas de ingenieria genética ha tenido la consecuencia de dirigir los esfuerzos de obtencién de cultivares resis- tentes en esta direccién y no en la de biisqueda directa de genes para resistencia en las especies cultivadas, aun cuando se ha demostrado que muchas plantas cultiva- das muestran variabilidad para los herbicidas ensayados, con capacidad de ser uti- lizada en mejora clasica. Es curioso que los genes de resistencia transferidos al menos a bromixinil y a glufosinato sean de origen bacteriano, a pesar de que las plantas también contienen genes de resistencia; de hecho, uno de los genes utiliza- dos en la resistencia a glifosato se obtuvo de Petunia, si bien el actualmente utili zado es asimismo bacteriano (de Agrobacterium), como también lo fue el primero (de Salmonella). Una razon, sin embargo, para la preferencia de la via biotecnolégica sobre la clasica de cruzamiento y seleccién, como se sefialé en #6.3, es que la ingenieria 451 a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL destino puedan ser muy parecidas, puede producirse una interaccién genotipo- ambiente debida a las nuevas condiciones ambientales per se 0 al manejo del bos- que en la zona a repoblar, imprevisible en sus efectos finales que, como es general en forestales, siempre se detectaréin a largo plazo. La experimentacién con especies forestales es dificil por el disefto y por el tiempo requerido, por lo que es de esperar que nuevos métodos (por ejemplo, biotecnolégicos) permitan resolver el problema. Otro problema que las nuevas técnicas pueden ayudar a resolver es el del estu- dio de la variacién genética del material de partida. Es dificil, por no decir imposi- ble, aplicar a las especies forestales los métodos expuestos en el capitulo 4. Por el contrario, el uso de marcadores moleculares (cap. 3) puede permitir la estimacién de la variacién genética de las poblaciones que se manejan o de parimetros impor- tantes como el grado de consanguinidad. 20.4. Desarrollo de poblaciones forestales mejoradas 20.4.1. Fuentes locales y foraneas Un primer paso en un programa de mejora de especies forestales es la buisque- da de las mejores especies y de las mejores procedencias dentro de ellas, siendo lo mas prudente utilizar fuentes locales de semilla hasta que se haya demostrado la conveniencia de utilizar las fordneas. En todo caso, la diferencia de objetivos de la seleccién natural frente a la artificial y el cambio de ambiente que supone la explo- tacién por el hombre, hace que, en algunas ocasiones, una especie introducida pueda resultar més satisfactoria que la autéctona, por lo que la introduccion de especies puede ser del maximo interés, como Io es también en cualquier tipo de agricultura. Existen numerosos casos de introducciones satisfactorias en el pasado, sobre todo si no se iguala «forestal» a «conifera»; en tiempos recientes puede citar- se como ejemplo el caso de Pinus radiata en el Norte de Espaiia. Los pasos sugeridos para seleccionar especies ex6ticas son: 1. Determinar qué tipo de especies son las mas adecuadas en relacién con los objetivos propuestos. 2. Tratar de buscar procedencias o fuentes de semilla lo mas parecidas posi- ble a los sitios de destino. 3. Disefiar adecuadamente los ensayos de especies y procedencias y efectuar- Jos en los lugares adecuados. Estos ensayos deben repetirse a lo largo del tiempo en pruebas cada vez mas extensas a medida que se va reduciendo el ntimero de especies o procedencia 4. ‘Tener en cuenta que no todos los cambios de ambientes generan el mismo riesgo; por ejemplo, es mas seguro trasladar semilla de dreas continentales a maritimas que a la inversa. 5. Utilizar Ja semilla de la raza introducida inicial o de la mejor procedencia mientras se obtiene mejor material a través de un programa de mejora o se intentan desarroilar razas locales introducidas 462 a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book INTRODUCCION A LA MEJORA GENETICA VEGETAL, La solicitud de inscripcién ha de presentarse ante la autoridad competente y debe contener informacién completa de tipo legal sobre el solicitante y sobre la variedad (origen, si esta inscrita en otro pais 0 catilogo, variedades anilogas ins critas, etc.); ha de suministrarse una descripcién completa de la variedad que se realiza segtin descriptores oficiales y con cuantos datos complementarios se pue- dan aportar para demostrar que cumple con los requisitos exigidos (véase mas ade- lante, #21,7.1-4.); en la documentaci6n ha de figurar el plan de seleccién conserva- dora que se ha de seguir, puesto que, con mucha frecuencia, quien va a multiplicar y comercializar los materiales de reproduccién no es el propio obtentor. Ha de entregarse, por Ultimo, una cierta cantidad de material reglamentada segtin especie para que pueda ser sometido a estudio. Dicho estudio comporta exdmenes técnicos establecidos por la Oficina Espafiola de Variedades Vegetales siguiendo los criterios marcados en las directivas comunita- rias (en especial las 70/457/CEE, 70/458/CEE, 72/168/CEE, 72/169/CEE. 72/180/CEE, 98/95/CE y 98/96/CEE). Fundamentalmente son de dos clases: ensa- yos de identificacién y de valor agronémico: 1. Los ensayos de identificacién, que pueden hacerse en colaboracién con otras entidades (Comunidades Auténomas, Institutos de Investigacién, etc.), tienen un caracter comparativo con objeto de caracterizar la variedad propuesta junto a una coleccién de referencia formada por variedades conocidas, espafiolas 0 no; en ciertos casos se hace una prospeccién previa en bases de datos para localizar las mas semejantes a la candidata. 2. Por medio de los ensayos de valor agrondmico se pretende comprobar la capacidad productiva de la variedad candidata, los caracteres agronémicos y técnicos importantes (resistencias, ciclos, calidad del producto, etc.). Se distinguen varios tipos: preliminares (destinados a disponer de la informa- cién suficiente que permita diseflar los ensayos principales; pueden ser convalidados en ciertas condiciones por los ensayos realizados previamen- te por el mejorador), principales (destinados a determinar el valor agroné- mico; deben tener al menos dos afios de duracién) y secundarios (que nor- malmente persiguen dar recomendaciones a futuros usuarios; también se Naman de recomendacién. En Espaiia son competencia de las Comui des Auténomas pudiendo participar el Estado en la coordinacién), Los ensayos de valor agronémico preliminares y principales constituyen, junto a los ensayos de identificacién, el examen técnico preceptivo para decidir si la variedad propuesta se incluye o no en el Registro. Su gestién es com- petencia de la Administracién del Estado. Una vez finalizados los estudios de campo y laboratorio en su caso, el informe correspondiente se eleva, en Espaiia, a la Comisién Nacional de Estimacién de Variedades creada para cada especie o grupo de especies o variedades. Si la deci- sin, a la vista de los informes aportados, es positiva, se propone su inscripcién a la autoridad competente que, en Espafia, salvo un corto periodo de tiempo, ha sido siempre la correspondiente a Agricultura (con nombre variable segtin las circuns- tancias politicas; en la actualidad, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimenta- 494 a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book CONSERVACION, REGISTRO Y PROTECCION DE VARIEDADES a la espera de las tiltimas fases y, sobre todo, de la continuidad de la minoria de blo- queo. En lo relativo a los ensayos de campo necesarios para el registro, una vez apro- bado el informe favorable por el Organo colegiado, la decisin de levarlos adelan- te 0 no corresponde, en Espaiia, a las Comunidades Aut6nomas, lo que crea diso- nancias respecto a la homogeneidad de tratamiento de un determinado producto. La nueva Ley, atin en proyecto, que sustituird a la 15/1994, tratard de resolver estos problemas. El paso siguiente es el registro propiamente dicho. 21.9.3. Particularidades del registro de variedades transgénicas Las variedades transgénicas han de seguir el mismo proceso que las tradiciona- les para comprobar que sean distintas, estables, homogéneas y de valor agronémi- co. ode uso (#21.7), pero con una condicién més: no presentar riesgos para la salud © el medio ambiente, y cumplir fas normas comunitarias (en particular, la CE 258/97) si se van a destinar a alimento. Al tener que adoptarse medidas precauto- rias especiales ¢ informes de los paises comunitarios, con complicadas clausulas de salvaguardia y situaciones legales de todo tipo, el registro de una simple varie- dad con un solitario y puro gen de mas (0 incluso con un gen de menos, como ya se ha mencionado) se convierte en una pesadilla para el obtentor, pesadilla que no se acaba con los informes técnicos, puesto que, por ahora, y es de esperar que por poco tiempo, la decision de dar via libre a variedades obtenidas por ingenieria genética sigue siendo, en la UE, totalmente politica. Asi pues, aparte de las disposiciones generales vistas en #21.7, han de aplicar- se ademas las normas derivadas de la legislacién preparada en cierto sentido con- tra las variedades transgénicas, de la que se ha dado noticia en #21.9.1. Como ya se ha dicho en el parigrafo anterior, es condicién necesaria para que puedan inscribir- se en el Registro cuando la Comisién Europea haya aprobado su comercializacién en relacién con el «evento» o modificacién genética tras ja tras haber seguido los pasos obligatorios indicados en #21.9.2, lo que ha ocurrido, hasta ahora, con 17 productos, de los cuales 14 son variedades vegetales (#17.5.2.); una vez consegui- da dicha aprobacién, es necesaria la del organismo competente de cada pats para poder pasar al examen técnico de inscripcién. Una vez que se ha conseguido pasar satisfactoriamente los pasos europeos de la figura 21.7, los necesarios para inscri- bir la variedad transgénica en el Registro de Variedades Comerciales, que se des- criben a continuacién, se representan de forma simplificada en la figura 21.8. Las figuras 21.7 y 21.8 son, conjuntamente, el equivalente de la figura 21.6 relati las variedades tradicionales. El procedimiento que sigue corresponden, una v més, a la situacin en Espaita, que es, en este sentido, pafs adelantado dentro de fa UE, puesto que la mayoria de ellos o no han aprobado variedades transgénicas 0 no han establecido el procedimiento legal. El examen es de un aio si la variedad original (no transformada) ya estaba en el Catalogo de variedades comerciales, y de dos al menos si no lo esta. En general, 503 a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book a You have elther reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing lil far this book ISBN: 84-8476-099-5 La presente “Introduccién a la Mejora Genética Vegetal” se dirige no sdlo a estu- diantes y profesionales sino a todos aque- Hos que, sin tener que trabajar directamen- te en problemas de Mejora vegetal, deben tener un cierto conocimiento de los princi- pios basicos de esta disciplina. Por ello se han incorporado a la obra, ademas de las ear eM el eT] Tae oY Te eee oe eee) exposiciones sobre las repercusiones de la Biotecnologia, los problemas de la protec- cién de obtenciones vegetales, o los de las patentes de organismos vivos, asi como el impacto en el medio ambiente y la conser- vacion de recursos fitogenéticos. El texto es de lectura facil al ofrecerse siempre la explicacién biolégica a los desarrollos matematicos o el excesivo detalle en otros campos. El autor es catedratico de Genética y Mejora Vegetal en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrénomos y de Montes (ETSIAM) de la Universidad de Cordoba y ha pertenecido o pertenece a Consejos Directivos de organismos nacio- OM) Cer eer ede) Mejora de Plantas, lo que le ofrece una eee e-em Cee Cee od la simple labor docente e investigadora. Rea a eae nual pe rerere

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