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PREMIO NACIONAL DE NARRATIVA Y ENSAYO “JOSÉ MARÍA

ARGUEDAS” 2018.

ARGUEDAS, ES IDENTIDAD PERUANA

El folclorista, literato, docente y etnólogo de profesión, José María Arguedas


Altamirano, nació en Andahuaylas, Apurímac, el 18 de enero del 1911, sus
padres fueron: Víctor Manuel Arguedas Arellano y Victoria Altamirano Navarro.
Quedó huérfano de madre a los dos años y medio, por lo que es dejado al
“cuidado” de su madrastra Grimanesa Arangoita Itúrbide y de su hermanastro
adolescente Pablo, quienes le dieron un trato humillante y discriminatorio, junto
a la servidumbre indígena, en la hacienda de Biseca. (Puquio), porque su padre
ejerciendo su profesión de abogado viajaba por diferentes ciudades de la
sierra, como Apurímac, Cusco, Arequipa y Yauyos, por eso, más tarde,
Arguedas, escribió, “Yo soy, hechura de mi madrastra”, “mi niñez transcurrió
en varias de esas aldeas donde vivían 500 indios por cada terrateniente”,
“Aprendí hablar castellano con cierta dificultad después de los ocho años, hasta
entonces solo hablaba quechua”. Estos hechos vivenciales le sirvieron como
testimonio y reflejarían en su producción intelectual.

Posteriormente recorre, Ayacucho, Cusco, Arequipa, Yauyos, Huancayo,


Moquegua, llevado por su padre. En 1926 estudió internado en el Colegio San
Luis Gonzaga de Ica, donde “batió el record de los veinte en toda su historia”,
pero fue el colegio donde le discriminaron por quechua hablante y tener rasgos
campesinos, años después, esta vivencia fue escrita por Arguedas en su
novela “Los Ríos profundos”, mencionando al Perú, como un país dividido en
dos culturas: La andina de origen quechua, y la urbana, de raíces europeas,
que deben integrarse en una relación de carácter mestiza. Así, Arguedas
empieza a luchar, por la preservación de la pluriculturalidad y el multilingüismo
en el Perú, por defender nuestra identidad cultural, también en defensa de la
literatura oral, del mismo modo, defendió el arte, y principalmente, para que no
desaparezca nuestro idioma ancestral, aún enfrentada desigualmente con la
cultura “moderna” y extranjerizante, propuso que debemos pervivir hablando
en runa simi o quechua.
Por eso, Arguedas es sinónimo de identidad cultural, porque él no solo ha
sido un escritor, etnólogo, folclorista, sino toda una literatura, por su modo
integral de ver, sentir y expresar la realidad peruana, que se ve personificada
en “Warma Kuyay”, “Los ríos profundos”, “El sexto”, “Cantos y cuentos del
pueblo quechua”, “El zorro de arriba y el zorro de abajo”, respectivamente.

Arguedas,” luchó con alma, vida y corazón para que valoren a los pueblos
indígenas”. Por esa lucha, en la actual Constitución Política del Perú, se ha
considerado a nuestra patria, como un país pluricultural y multilingüe. Por ello,
la existencia de Arguedas tuvo relevancia.

Para Arguedas, el hablante de los andes podía exponer su propia realidad, sin
artificios ni evasiones y más todavía mostrar su universo creativo, mágico, pero
a la vez cruel e injusto.

Elevó la palabra de los campesinos explotados y los ubicó en oposición a los


“mistis”: los dueños de las haciendas, generó así, un antagonismo entre indios
y blancos. Comentó el recordado investigador Antonio Cornejo Polar.

Arguedas, es un indigenista vivencial, él nació y vivió en la interacción


cercana a los pueblos indígenas y su capacidad de reconocer los valores de
esa cultura, porque siempre se identificó con los despreciados y ninguneados.

Cuando estudiamos Literatura recordamos a José María Arguedas


Altamirano, por ser el más excelso representante de la narrativa peruana, que
dedicó toda su vida a la recopilación y traducción de canciones, relatos,
leyendas y costumbres del pueblo, que antes de Arguedas, se transmitieron
solo oralmente. Por esos aportes, a José María Arguedas se le atribuyeron los
seudónimos de: “El cantor de los indígenas quechuas”, “El escritor etnólogo”,
“El hombre”.

Resumiendo, de manera explícito, la identidad peruana de Arguedas,


detallamos a continuación:

 Arguedas es un escritor que difundía la cultura pueblerina y


particularmente, la cultura de la clase oprimida, denunciando la
marginación social del campesino peruano.
 Arguedas, fue el difusor y defensor del idioma nativo del Perú (del
quechua), por eso decía: “No soy un aculturado, soy un peruano que
orgullosamente, primero hablo en quechua y después en castellano”.
 Estudió con vivo interés la cultura ancestral andina, dedicándose a la
recopilación de canciones, costumbres, cuentos, mitos y leyendas del
mundo andino. Ejemplo. “Dioses y hombres de Huarochirí ”, “Cuentos y
cantos del pueblo quechua”, etc.
 Reivindicó y resaltó a José Gabriel Condorcanqui Noguera, en su obra
poética “Túpac Amaru, Kamaq Taytanchisman” (A nuestro padre creador
Túpac Amaru), catalogándole, como el primer héroe peruano y gestor de
la libertad americana.
 En su obra “Yawar fiesta”, resalta, al ave más grande del mundo, al
majestuoso cóndor, atribuyéndole como el animal justiciero del Perú,
que hasta la actualidad gobierna y oprime a los animales venidos desde
España como a los corderos, cerdos, equinos, becerros y a los mismos
bueyes, a quienes les devora, vengándose como represalia, porque
sus amos, de esos animales, durante el Virreinato oprimían y
maltrataban injustamente a los peruanos.
 También, Arguedas, revalora a la primorosa “Flor nacional del Perú”. La
cantuta, recomendándonos que el “Qantu”, por haber sido la flor sagrada
de los Incas, debe merecer una especial valoración de identidad, pues
debe engalanar los parques y plazas de los pueblos del Perú Profundo,
como auténtica flor, de los peruanos de ayer, hoy y siempre.
 Arguedas, desde que tuvo uso de razón y hasta la muerte, luchó contra
la alienación, por tal razón, en la actualidad es notorio el debilitamiento
de la identidad cultural. Por ejemplo, no valoramos, nuestros productos
andinos en nuestra alimentación (maca, quinua, carnes de cobayos,
auquénidos, etc.), igualmente en los servicios de la cocina, se están
dejándoles de lado, el uso de las ollas de barro; asimismo se están
dejando de utilizar los artísticos morteros y batanes de piedra; a los
molinos de piedras, con las que se preparaban en otro horas épocas,
aderezos y harinas más sabrosos y saludables; ni qué decir en las
prendas de vestir diario, nuestra juventud, luce ropas con logos
impropios que dice: New York, etc., etc. A cambio de usar, prendas de
vestir de lanas de ovejas, con logos de nuestros propios pueblos. Por
eso, refiriéndose a la alienación Arguedas, decía: “El intelectual tiene
que ayudar a desalienarse a la juventud peruana, haciéndoles
reflexionar y orientándoles que valoren lo nuestro y siempre estén al
servicio de su pueblo y de su nación”.
 En cuanto a la actividad económica del hombre andino, Arguedas,
prefirió resaltar, la vida agropecuaria campestre.
 Arguedas, investigó, tesoneramente. El folclor como ciencia, el arte
(danzas, música); religión y magia (ritos, fiestas, fallecimientos);
músicos, citando entre ellos al violinista Máximo Damián Huamán, al
guitarrista Raúl García Zárate, al charangüista Jaime Guardia Neyra, en
estos intérpretes están la voz y el alma de Arguedas.” En la voz del
charango, y de la quena, lo oiré todo”, explicaba Arguedas.
 Quién no valora a Arguedas, es por desconocimiento de sus valiosos
aportes a la educación, cultura y Literatura peruana.
 Arguedas, refiriéndose a la Literatura española y peruana decía: “En
técnica nos superarán y dominarán, pero en arte, podemos ya obligarlos
a que aprendan de nosotros”
 Arguedas es, defensor, promotor y difusor de la cultura quechua.

Arguedas, luego de dejarnos escrito más de 20 obras, decidió suicidarse,


disparándose con un revólver calibre 22 que él mismo adquirió en Chile, un
viernes 28 de noviembre de 1969, en la noche, en su oficina de la UNA de la
Molina, a fin de que el sábado y domingo no perturbe tanto la marcha
universitaria, porque veía disminuir sus fuerzas para dirigir la recopilación de la
literatura oral quechua.

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