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LA NATURALEZA: UN CAMINO HACIA LA SANACIÓN

Por: Corazón Guzmán

Nuestra verdadera naturaleza es mucho más antigua y extensa que el yo


separado definido por el hábito y la sociedad. Somos parte tan intrínseca
de nuestro mundo viviente como los árboles y ríos, tejidos en los mismos
flujos de mente, materia y energía.

-Macy

La psicología estudia el comportamiento de la naturaleza humana, busca de algún modo comprender los
procesos mentales y sus interacciones con el ambiente físico y social. Las herramientas psicoterapéuticas
tradicionales que utiliza están enmarcadas en mecanismos intrapsíquicos o un ámbito social que no van más
allá de los núcleos familiares; sin embargo, ante la necesidad de un buscar otras soluciones, se abre un nuevo
campo en las prácticas terapéuticas, la cual tiene como eje principal el reconectarse con la naturaleza, lo que
nos permite un retorno a lo más esencial de nuestra condición humana y, por lo tanto, a nuestra salud mental.

Nuestro origen mental, físico y emocional se encuentra en la naturaleza, pero lo hemos olvidado. La forma de
nuestra convivencia y la vorágine de una civilización individualista nos aparta de nuestra esencia natural, y nos
trasforma en sujetos domesticados, maquinizados y racionales.

El ser humano ha llegado a percibir el mundo natural como ajeno y distante, y nos aferramos en la seguridad
de lo artificial, creando necesidades tras necesidades que nos alejan de las pausas y de los espacios que son
puentes para reflexión. Todo este proceso nos produce malestares físicos, mentales y emocionales: estrés
ansiedad, depresión, entre otros. Al perder contacto con la naturaleza, el ser humano se aparta de la sabiduría
de lo instintivo, de lo intuitivo y de nuestra vitalidad animal.

Este distanciamiento del hombre con la naturaleza ha sido acuñado en el ámbito académico como déficit de
naturaleza, cuyo mensaje es claro, vivimos en un mundo sin precedentes. Los niños del siglo XXI se desarrollan
en desconexión total con la naturaleza, cuyo alejamiento tiene como base el desarrollo urbanístico actual y el
estilo de vida de la sociedad contemporánea.

Desde nuestro espacio seguimos en la incesante búsqueda de promover una forma honesta, respetuosa y
liberadora de realizar psicoterapia, entendiendo que no es posible estar sano sin reconocernos como lo que
somos: naturaleza. En lo profundo de nuestra psique seguimos enlazados a nuestra Madre Tierra.

Siguiendo esa línea es necesario crear un espacio de reconexión, y recuperación de lo emocional, lo espiritual,
y de esa vinculación innata a recordar, escuchar y percibir las memorias de nosotros mismos a lo largo de la
evolución.

Alguna de las actividades a través de las cuales se busca cumplir los objetivos terapéuticos se encuentra la
práctica de la jardinería como una forma de terapia y rehabilitación. Se ha comprobado, que las tareas
de jardinería y el contacto con la naturaleza tienen efectos terapéuticos potentes.
Somos la vida misma en desarrollo, fluimos interconectados en el espiral cósmico de la evolución. Alinearnos
a esa inteligencia que nos hizo evolucionar desde polvo de estrellas y que nos vincula con todos los seres del
universo, nos permite descubrir lo esencial de nuestra condición humana.

El Museo Jardín de los Sentidos mediante este hermoso taller: “Jardinería para el Alma”, nos permite no solo
introducirnos en un viaje personal y terapéutico de reconexión con la naturaleza, sino también, mostrarnos que
en los elementos de la naturaleza podemos encontrar simbolismos cargados de respuestas.

LA TIERRA : Introducirse en la contextura de la tierra es entrar también en la profundidad del alma, es navegar
en nuestros procesos internos, brindarnos esos espacios es sanador. La tierra es espejo de nuestra propia
existencia y un camino para retomar nuestras raíces.

El trabajo con composta es esencial en los cultivos orgánicos y ecológicos, a nivel mental nos permite
interrelacionarnos con la tierra y entender el orden natural y biológico. Por otro lado, tiene un simbolismo
amplio que se ajusta al espiral cósmico de la vida entendiendo que así como los desechos es en realidad materia
orgánica, la muerte se trasforma en vida finalmente y el interdependencia de estos procesos vida-muerte es lo
que permite el fluir del universo

EL AGUA: El agua es el origen y portador de las memorias y del fluir de la vida en el microcosmos y en el
macrosmos, Un claro simbolismo son los nueve primeros meses de nuestra existencia, permanecemos inmersos
en el agua dentro del seno materno mientras nuestros procesos físicos y espirituales van maduro. Está vinculada
esencialmente a la vida cotidiana y a nuestra posibilidad de supervivencia como seres humanos, sin agua no es
posible la vida

El agua es fundamentalmente la vida misma, el soporte de donde nacen todos los seres del universo, la tierra
misma es una antigua fosa marina. En el agua confluyen memorias e información cósmica, en la cual todos los
seres podemos acceder. Esa información ha sido canalizada de diversas formas a lo largo del tiempo, como, por
ejemplo, en mitos de la creación del mundo en donde el agua representa la fuente de la vida, la energía divina
de la fecundidad; así también, ha sido utilizada en ritos para comunicar el valor sagrado de la vida, como
purificación, sanción y la redención de la vida humana

EL MUSEO JARDIN DE LOS SENTIDOS AGRADECE PROFUNDAMENTE AL EQUIPO QUE


SIEMPRE NOS ACOMPAÑA EN ESTE NOBLE SUEÑO:

- MARTHA ARIZA
- MILAGROS ROJAS
- TREYSI PURIZAGA
- CORAZÓN GUZMÁN

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