su iniciativa, con o sin ayuda de otra, en el diagnóstico de sus necesidades de aprendizaje, la elaboración e implementación de los recursos para llevar un proceso de aprendizaje eficiente y eficaz que nos permitan aprender. El aprendizaje autónomo en nuestros días debe verse como el proceso que nos permite ser autónomos en nuestro propio desarrollo de aprendizaje, eligiendo los caminos, elaborando y ejecutando estrategias, metas y objetivos que se vean reflejadas en nuestra necesidad de querer superarnos día tras día. En las personas adultas crece la necesidad y la capacidad de auto dirigirse y de organizar su aprendizaje en función de sus propios problemas e intereses. Saber ser, saber hacer y saber conocer: tres aspectos fundamentales para el proceso del aprendizaje. Los conocimientos previos nos ponen en contacto con el nuevo conocimiento además son los fundamentos de la construcción de los nuevos significados.