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INFORME ACERCA DE LA ESCENA DE LA EXPLORACIÓN SONORA EN EL PERÚ

Como músico-compositor en plena búsqueda y exploración de nuevas técnicas, formas


y sonidos musicales he caído en la pregunta de ¿cómo puedo catalogar mi
música? Pues muchas veces había escuchado de otras personas que el termino
música experimental podría acunar una expresión con estructuras no
convencionales. También he tenido la oportunidad de conversar con músicos
involucrados con la escena underground de Lima, improvisadores libres,
compositores de drone music, noise, música creada en laptops, DJs, entre otros,
acerca de la terminología con la que se define, en una mayoría de veces, la
escena en la que nos movemos; y he podido ver que existe una aceptación en
cuanto al término experimental por parte del músico, pero que no se siente del
todo representado por él.
Esta disconformidad, por parte de los músicos actuales de dicha escena se da por
diversos motivos. Contextualmente, se debe a una transformación de lo que
representaba la música experimental cuando dicho término se introdujo a
mediados del siglo XX y a lo que representa ahora, por la misma naturaleza del
transcurso y evolución de las expresiones artísticas, actualmente más
aceleradas que nunca. Uno de los factores clave es, sin duda, el desarrollo
tecnológico a nivel global, que ha permitido que los artistas tengan una cercanía
más íntima con aparatos digitales de grabación, e instrumentos. Pudiendo ser
más profunda y variada la exploración sonora. Cada día se pueden ver nuevas
innovaciones tecnológicas musicales que proponen nuevas formas de
generación de sonido y manipulación de éste. Por lo que la búsqueda de un
sonido propio está solo a puertas de la exploración individual; y ahora situado en
una rutina de práctica más que en la puesta en escena, en donde, más bien, se
busca mostrar lo descubierto, y trabajado por uno mismo, de forma tal forma que
demuestre tu calidad de artista.
Es entonces cuando el uso del término experimental significa una desventaja, pues el
formato de propagación de eventos define, ya sea en un primer plano, a las
propuestas musicales como experimentales, y la concepción de la idea de la
propuesta es entonces ligada a un plano más literal y tradicional, a una
experimentación sin mucho cuidado en los resultados; a pensar que la propuesta
se desarrollará más desde una exploración sin orden o concepto, que a una
performance diseñada para que una exploración se realice con un sentido
pensado por el intérprete o compositor.
El término música experimental se refiere comúnmente a una etiqueta general a la
música que se desenvuelve en la ampliación de nociones convencionales en la
música, la exploración de sonidos y timbres con técnicas extendidas e
instrumentos modificados, y con recursos más modernos, generación de sonido
por medio de síntesis (analógica y digital). El término experimental fue
introducido por el artista John Cage, en la década del 50. Cuando se concentra
esta movida artística influenciada por conceptos más abiertos, (corrientes
orientales); siempre en la búsqueda de romper con los cánones. Y aunque la
idea del producto resultante no siempre es producto de una búsqueda de lo
desconocido, Michael Nyman resalta la importancia que se le dio al resultado
nunca igual gracias a los procesos de composición, ejecución y de escucha que
se exploraron durante este período.
En cuanto a la aparición de la música experimental en el Perú, se puede decir que el
desarrollo académico musical cambia drásticamente cuando la entonces
Academia Salcedo se transforma en el Conservatorio Nacional de Música, y
compositores como Andres Sas (Bélgica) y Rodolfo Holzmann (Alemania), por
cuestiones de la segunda guerra mundial, inmigran a Perú, y se dedican a
enseñar, y a sentar las bases de una formación académica novedosa,
diferenciándose drásticamente de la corriente musical anterior que representaba
lo folklorista académico. Dicho paradigma dio pie a la llamada generación del 50,
y comprende a los compositores Celso Garrido-Lecca, Jose Malsio, Enrique
Iturriaga, Leopoldo La Rosa, Olga Pozzi, Francisco Pulgar Vidal, Cesar Bolaños,
Edgar Valcárcel; que luego cada uno se va del país para especializarse
profesionalmente en la música académica moderna internacional, además de
pasar también por el Centro Latinoamericano de Altos Estudios Musicales
(CLAEM)
La música académica se desarrolla en música serial, aleatoria, electroacústica,
electrónica. De todas formas, este nuevo rumbo musical empieza tardíamente
con respecto a otros países latinoamericanos. Y de todas formas, es importante
comentar que muchas de las composiciones de artistas de la generación del 50
fueron estrenadas en el extranjero, y muchas no llegaron ser tocadas aquí.. La
situación peruana fue desfavorable para la propagación de dicha escuela
musical, el nacionalismo que se asentó en el Perú con el gobierno de Velasco;
incluso se llegó a frustrar una construcción de un laboratorio de música por parte
de la Universidad de Ingeniería cuando inició el gobierno nacionalista. Muchos
de estos compositores regresarán al Perú ya en la década del 70, y algunos de
ellos, a su regreso, se dedicaron a otros rubros más que a la composición porque
no era viable.

Hay un trabajo de recopilación fonográfica de obras que representa a la vanguardia


peruana durante las décadas del 60 y 70, llamado Tensiones a la vanguardia,
producido por el sello Buh Records. Este sello ha sido clave en la propagación
de información y difusión de la movida de la exploración sonora actual en lima.
Según una reseña propia, Buh Records se define como un sello musical
independiente que se enfoca en la búsqueda y promoción de música
experimental y nuevos sonidos. A la fecha tienen más de 100 producciones
fonográficas publicadas en su página de Bandcamp. La cabeza del sello, Luis
Alvarado, graduado de comunicaciones en la Pontificia Universidad Católica del
Perú, gestiona eventos de actividad musical de lo underground limeño.
Tuve la oportunidad de asistir este año a dos eventos gestionados por Buh Records:
Ruidismos y una presentación de la guitarrista Ale Hop, en el paradero Cultural.
RUIDISMOS

El 10 de agosto fue la quinta entrega del festival Ruidismos, realizada en un sótano del
centro comercial Camino Real, en san Isidro. Ruidismos es un evento que se
gestiona cada año y reúne proyectos musicales de distintas escenas
underground peruanas. La noche constaba de 8 proyectos musicales, nacionales
e internacionales, de la escena underground actual. Según la descripción del
evento, 3 proyectos, Paundra, Abel Castro y Paola Torres, pertenecen a la rama
de la exploración y experimentación electrónica. Paundra es un proyecto a duo
de un guitarrista y un bajista, en donde exploran técnicas extendidas en sus
instrumentos, con el uso de distintos materiales para producir el sonido, como
fierros frotados en las cuerdas o metales percutidos sobre ellas, y cadenas
complejas de pedales de efectos, logrando así composiciones que contienen
sonoridades disonantes en un discurso ligado al drone. Abel Castro es un músico
que se ha dedicado a la exploración sonora por medio de instrumentos gestuales
construidos por él. En Ruidismos, utilizó unos guantes programados para
generar sonido y poderlo manipular por medio de movimientos que él realice con
el brazo y con los dedos, para esto él tiene que programar (en un lenguaje
complejo) las características del sonido y secuenciarlas con parámetros de
movimientos. Su sonido es industrial-electrónico. Paola Torres utiliza telares
especiales, programados por ella, en donde al palpar en lugares específicos se
genera sonido y a la vez se puede manipular, y también activar samples
previstos, gracias a sensores especiales y al material de la tela, de carácter
conductivo.
Otro grupo de artistas que se presentaron fueron parte de movidas del rock
experimental, tenemos a Anal Coma Consortium y a Specto Caligo. Specto Caligo
sorprendió con una identidad post punk dura, que dialoga con una sonoridad conocida
como death rock. Otros dos proyectos los conforman Dj saló y Server, definidas como
dark-techno e Italo-disco. Y Silverio, quien fue el artista principal de la noche, artista
electrónico conocido por realizar performances particulares en donde se relaciona con
el público y genera un diálogo entre ambos durante su presentación. Silverio se muestra
como un personaje desaliñado y grosero, que puede intercambiar insultos, escupitajos,
empujones, con el público de acuerdo a cómo se va desarrollando su escenificación.
La noche tuvo un público variado perteneciente a distintas escenas musicales, sin duda
es la idea del evento, pues el espacio en esta última entrega fue bastante amplio, tuvo
bastantes asistentes y el local se llenó. Al inicio me llamó un poco la atención que se
haya dispuesto no cobrar entrada, mecanismo que, con el tiempo, uno va entendiendo,
pues estos eventos usualmente son baratos o gratuitos, con respecto al ingreso. En
Ruidismos la única fuente de ingresos provenía de la venta de bebidas y comida, en
donde la cerveza fue la principal consumida. Retomando el tema del público, pude
observar y conversar con algunos asistentes, la mayoría de ellos eran artistas o estaban
relacionados con él, poetas, pintores, punks (dicho sea de paso, en una presentación
se armó un pogo), melómanos.
AMPLIFY 2019

Este año, Fundación Telefónica, espacio que ha apoyado bastante la movida


“experimental” en la capital, ha acogido la primera edición de Amplify en Lima. Amplify
es un festival de artistas femeninas que se desarrollan en los sectores del sonido y artes
digitales audiovisuales en Latinoamérica, Canadá y Reino Unido que tuvo inicio el 2018
en Montreal. En la edición del 2019, el festival se dio del 19 al 21 de setiembre, vacilando
entre conciertos, conferencias y exposiciones. Yo asistí al concierto de apertura, se
presentaron dos proyectos: Ale Hop (música) y Prifma (visuales); y, Clon (visuales) y
NWRMNTC (música).
El concierto se dio en el auditorio más grande de Espacio Fundación Telefónica, y la
asistencia también fue considerable. Ale Hop (Perú) y Prifma (Argentina) dieron inicio al
concierto. Alejandra Cárdenas (Ale Hop) ha explorado sonidos pertenecientes al noise,
pop, avant-garde, ambient, y técnicas extendidas aplicadas a la guitarra y al sampleo en
tiempo real, creando masas atmosféricas de sonido pesado y saturado; envolvente y
atmosférico. Su performance consistió en una composición de aproximadamente 30
minutos, cargada de todo lo que define su sonido. El set de Clon y NWRMNTC fue
peculiar, a diferencia del set anterior, los visuales y la música formaban una sola
expresión artística, uno perdería su valor sin el otro. Influenciado por una visión
cyberpunk, se retrató el recorrido de un espectador, parecido a un videojuego en primera
persona, por un paisaje espacial, frío, baldío, la música fue producida por samples
emitidos a través de la laptop de NWRMNTC, si tuviese que definir su sonido sería,
atmosférico, minimalista, oscuro y programático; muy estrecho al recorrido visual.
Con respecto al público, no pude obtener mucha información respecto a este, por el
motivo del mismo formato del evento, el auditorio era una sala únicamente con asientos
numerados, el evento transcurrió con un horario estricto, no había venta de bebida ni
comida. Todo esto ya implica un cambio drástico en el comportamiento del asistente,
quizás durante el receso de 10 minutos o al acabar el concierto se pudo ver a los
asistentes relacionándose entre sí, pero el ambiente generado no es el mismo que en
un evento como Ruidismos. De todas formas, pude observar que hubo muchos
asistentes que recurrentemente van a conciertos de este toque “experimental”. Pude
conversar con algunos conocidos y desconocidos, lo que me llamó la atención fue que
una persona con la que conversé me comentó que varios asistentes eran parte de
carreras afines al diseño visual digital; lo cual tiene bastante sentido porque el objetivo
del festival es hacer una mezcla entre ambas expresiones.

LA ESCUCHA COMO ACCIÓN

La escucha como acción es una serie de conciertos de música que reúne dj’s, artistas
electrónicos, instrumentistas que sean afines a la exploración sonora. Asistí a la primera
entrega, en donde se presentaron, sobre todo, artistas de lo que se denomina computer
music, en donde con técnicas de programación y sampleo se generan sonidos y
posteriormente son emitidos y manipulados en vivo. También se presentaron dos
instrumentistas, Silvana Tello tocó un Theremin digital, que podía agregar filtros y
efectos a la cadena de audio; y Alejandro Brianza, un compositor argentino que explora
sonoridades y estructuras no convencionales con instrumentos de viento, piano, e
instrumentos electroacústicos.
En la primera entrega y la segunda (que no asistí) ocurrió un fenómeno interesante, no
tuvieron casi ningún asistente, a pesar de haber manejado la propaganda en redes y la
gestión de manera profesional. El evento se publicó con antelación y se programó para
un fin de semana en la noche. Yo creo que más tuvo que ver con la ubicación, fue en el
jirón Caylloma, centro de Lima. El local está ubicado en una cuadra que se ve peligrosa.
Estos eventos normalmente terminan pasando las 12 de la noche, quizás el factor de
riesgo pudo haber jugado en contra. Otra razón puede ser que el local es conocido por
albergar fiestas de techno y conciertos de metal; la novedad de realizar un concierto de
música “experimental” en un lugar conocido por otro público también pudo ser otro
factor, en mi opinión, no más que la ubicación, que, más que representar un lugar
peligroso, está muy alejado de los lugares en donde estos conciertos se realizan
usualmente. Más hacía Lince o Jesús María.

PROPAGACIÓN CIRCULAR

Propagación circular es un ciclo de música del que soy parte de la gestión junto con dos
amigos músicos. Dichos eventos han sido realizados en dos ubicaciones: El Paradero
Cultural de Lince, y en una casa vacía en Magdalena. La curaduría abarca
prácticamente un mismo grupo de artistas, que estén dentro de la movida underground
de la exploración sonora. Además, se han presentado instrumentistas improvisadores
libres, muchos con influencia de la escuela clásica y del jazz. Además, hay un espacio
para artistas visuales donde exponen sus trabajos (fotos, fanzines, dibujos). La
recepción ha sido bastante positiva.
Al ser parte de la gestión y al conversar con varios asistentes y artistas que se
presentaron, podría decir que una de las características que agregan valor en cuanto a
la acogida de los asistentes – al menos en los eventos realizados en la casa de
Magdalena – es que tiene una escenografía más relacionada con la idea de
underground. La casa está medio abandonada, el escenario es oscuro, adornado con
luces tenues. En dichos eventos, el espectador se comporta de una manera muy atenta,
calmada y abierta sensorialmente al artista en escena.

Después de haber visto la cantidad de esta clase de eventos musicales rondando por la
ciudad puedo decir que la escena underground limeña, aún pequeña, está activa y
presente, conformada en su mayoría jóvenes de mentes abiertas, afines a la música,
cine, diseño, pintura, entre otras expresiones.

Marcelo Mellado Zárate

Israel Ramos Cárdenas

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