Filosofía Latinoamericana

Integrantes: Agustín Cañete – Frandres Cardoza – Renato García – Deisy Gauto – Roque
Gómez – Giuliano Molinas.

1. Postulados de la Filosofía de la liberación y la importancia del contexto

político de la época

La filosofía de la liberación es un movimiento cultural, bajo la influencia de Marx

y Levinas, que presenta el marco teórico para los diversos exponentes de la liberación,
surge en el contexto de las dictaduras militares predominantes en Latinoamérica durante
la década 1960, de ésta deriva el componente político fuertemente instalado en esta
filosofía. La importancia radica en que la filosofía de la liberación surge debido a que el
contexto político sumía en la pobreza a los países latinoamericanos y estos eran utilizados
para el enriquecimiento de las potencias.

Los postulados de la filosofía de la liberación son: La necesidad de una filosofía

auténticamente latinoamericana, que estaba prohibida académicamente en ese tiempo,
existimos como filosofía, no somos superiores ni inferiores a la filosofía europea, sino
que somos diferentes. El método analéctico frente a la dialéctica que emana de nuestra
realidad, es decir de las circunstancias políticas, sociales y culturales propios de nuestro
continente y La reflexión sobre la identidad latinoamericana para distanciarnos
metodológicamente de la profunda influencia europea que nos impide pensar por nosotros
mismos.

2. ¿Qué opinan del pensamiento de Cecilio Báez y Manuel Domínguez en

función del Paraguay actual?

Pensadores no a la manera de Aristóteles o Hegel, sino de jóvenes preocupados

por el destino de sus respectivas naciones. Es el caso de Cecilio Báez, considerado el
mayor exponente del pensamiento liberal paraguayo. Para Báez, la patria es la sociedad
organizada sobre un territorio cualquiera para la felicidad de los asociados. Y el
patriotismo, por su parte, consiste en el culto del honor y de la libertad del hombre, en el
respeto del derecho humano, en el amor de nuestros coterráneos y de los demás pueblos,
en el cumplimiento de nuestros deberes y en la veneración de las glorias nacionales.
Cecilio Báez repetía una y otra vez la necesidad de crear una conciencia moral como
puntal y soporte de la nación, en ausencia de ella, nada podría construirse.
 En este sentido, se considera muy apremiante resaltar que en ningún momento
disoció el pensamiento filosófico con los problemas sociales, cosa que en la actualidad
parece estar alejada de dichas realidades.

Por su parte, Manuel Domínguez, es el representante de un periodo y de un grupo

de hombres que contribuyó a reconstruir intelectualmente el Paraguay luego de la tragedia
que significó la Guerra contra la Triple Alianza (1864-1870). Era un amante de la frase
breve, la adjetivación oportuna y el giro preciso. Era, además, un apasionado de la historia
paraguaya. Este fue uno de los pocos hombres que llegaron a altas posiciones públicas,
con honrosos antecedentes de haberse levantado solo y ascender en la escala social por
medio de sus propios esfuerzos, su propia imagen y sus obras.

En este sentido, es necesaria una reflexión serena y desapasionada para

comprender su aporte, tanto en lo histórico en donde se destacó por su actividad
investigativa como en lo político donde sus decisiones le costaron hasta el exilio de las
aulas universitarias.