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ANOTACIONES SOBRE LA GENESIS DE LOS SUELOS

1. DEFINICION

“El suelo es un cuerpo natural dinámico, resultante de la interacción de los factores”.

Los suelos se forman como resultado de la interacción de factores climáticos y biológicos


que actúan sobre los materiales de la corteza terrestre, transformándolos a través del
tiempo, y produciendo el perfil podológico, mas o menos diferenciado en horizontes,
según las características del relieve y la mayor o menor intensidad de los procesos
físicos, químicos y biológicos involucrados.

En el presente artículo se trata de explicar cuáles son los principales factores y procesos
responsables de la pedogénesis.

2. FACTORES DE FORMACIÓN DE LOS SUELOS.

Los factores de formación de suelos son agentes o fuerzas que interactúan para generar
procesos, transformaciones o modificaciones en los materiales que dan origen a los
suelos.

En la literatura científica mundial se ha establecido que son cinco los principales factores
responsables de la pedogénesis, el orden de importancia de estos cinco factores, según
su mayor o menor influencia en los mecanismos de la formación de los suelos, no es
fácilmente determinada, varia de acuerdo a las características del factor y a las
condiciones del sitio donde se encuentre.

Se describen a continuación los principales factores formadores de suelos.

2.1. MATERIAL PARENTAL.

El material parental de un suelo está constituido por el conjunto de rocas y sedimentos


transportados por el agua o por el viento, principalmente cenizas, lapilli, pómez y otros
materiales piroclásticos, aportados por las erupciones volcánicas ocurridas en diferentes
épocas, principalmente durante el Cuaternario. Los materiales de cenizas, han sido
transportados por el viento o removidos por las aguas de escorrentía y luego
transportados por los ríos que descienden de las montañas, formando depósitos recientes

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o antiguos, gruesos o delgados, según como haya sido la dinámica eólica o fluvial durante
el deposito y la relación con las emisiones volcánicas de los piroclastos.

Hay que tener en cuenta igualmente, que el tipo y tamaño de los materiales que forman
los suelos, dependen también del origen y caudal de las corrientes de agua que
remueven, acarrean y depositan estos materiales. De la misma manera, los sedimentos y
aluviones depositados en alguna época, en un sitio determinado, es posible que hayan
sido retomados, removidos, retransportados y redepositados posteriormente en otros
lugares, debido a los cambios en la dinámica fluvial.

El material parental fue considerado por los primeros edafólogos como el factor mas
determinante en la formación de los suelos; de hecho, los primeras clasificaciones de
suelos se fundamentaron en las características y composición del material geológico.

Cualquier roca consolidada bien sea ígnea, metamórfica o sedimentaria puede dar origen
a un suelo, la velocidad de intemperización o desintegración de las rocas depende
fundamentalmente de su composición mineralógica; los minerales blandos se alteran
fácilmente liberando los elementos que dan origen a los suelos, los minerales duros
resisten más la acción de los factores activos.

El cuarzo es el mineral constitutivo de las rocas que más resiste al proceso intempérico.
Desde el punto de vista pedológico es importante tener en cuenta el contenido de cuarzo
en las rocas; la cantidad de este elemento presente en una roca permite establecer una
clasificación, las rocas ricas en cuarzo se denominan ácidas, las de poco cuarzo se
denominan básicas.

Las principales rocas ácidas son, el granito, la granodiorita y las tonalitas, contienen
generalmente más del 25% de cuarzo y a veces hasta el 50%.

Los suelos formados a partir de estas rocas tienden a ser permeables y friables,
generalmente ácidos, con bajos contenidos de bases y baja reserva de nutrientes
minerales; los colores predominantes en ellos son amarillos o pardo amarillentos debido al
bajo contenido de hierro en las rocas originales; además, la mineralogía de las arcillas en
estos suelos tiende a ser caolinitica en los climas más cálidos y húmedos y
montmorillonítica, vermiculítica o illítica en los climas fríos y áridos.

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Las principales rocas básicas son los gabros, las diabasas y los basaltos, tienen
generalmente colores oscuros, en su constitución mineralógica no existe abundante
cuarzo, predominan los feldespatos y los olivinos.

Las rocas básicas son ricas en minerales de hierro y magnesio con feldespastos de
calcio, que se descomponen con rapidez, produciendo una cantidad elevada de arcilla e
hierro libre.

Los suelos derivados de estas rocas mantienen elevados el contenido de bases, el


contenido de arena cuarzosa es muy bajo, tienden a ser ricos en arcilla, de colores pardos
o rojo oscuro, pues su contenido de hierro libre es alto; el pH y los contenidos de bases
son altos, las arcillas predominantes son las caolinitas y haloisitas cuando las rocas se
alteran en condiciones de buen drenaje, y montmorillonita cuando la alteración se sucede
en condiciones de mal drenaje, o cuando existe una temporada marcadamente seca.

Las cenizas volcánicas son materiales minerales muy importantes en el origen de los
suelos, su contenido y distribución en el mundo son muy significativos, y los suelos
derivados de ellas son muy variados y extensos.
Las cenizas volcánicas se componen de fragmentos de vidrio volcánico, feldespatos
fácilmente intemperizables y minerales ferromagnésicos, con cantidades variables de
cuarzo. La mayoría de las cenizas volcánicas son andesíticas, moderadamente básicas
en su composición, sobre todo las existentes en la cercanía a la Cuenca del Pacifico.

Las cenizas volcánicas dan propiedades bastante definidas a los suelos que originan a lo
largo de una amplia gama de condiciones climáticas, la principal característica que
heredan los suelos de la cuenca volcánica es la presencia de “alofana”, un silicato de
aluminio amorfo que imprime a los suelos condiciones especiales como las siguientes:

 Perfiles de suelos generalmente gruesos, friables y bien estratificados.


 Presencia de abundante humus, íntimamente ligado al alófano lo cual les imprime
color oscuro a muy oscuro, y al mismo tiempo el humus es de difícil descomposición
microbiana.
 Los colores del suelo en ausencia del humus son generalmente pardos, con
apariencia cerosa o grasosa.

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 La densidad aparente es muy baja debido fundamentalmente a la abundancia de
poros, por lo que presentan una sensación de esponja.
 La abundante porosidad les permite una alta capacidad de retención de humedad.
 Los agregados estructurales son muy débiles.
 Carecen casi totalmente de adhesividad y plasticidad cuando el material está
húmedo, en ocasiones se deshidratan irreversiblemente.
 Presentan alta capacidad de intercambio catiónico.
 No se dispersan con facilidad, por lo que la determinación de la textura en el
laboratorio se hace muy difícil.

2.2. EL CLIMA.

Las dos características del clima que se miden con mayor frecuencia y que más se han
correlacionado con la formación de los suelos son las precipitación y la temperatura. Es
bien conocida la importancia del agua bajo cualesquiera de sus manifestaciones: agua
lluvia, agua freática, humedad relativa, etc., y de la temperatura, como factores climáticos
en la formación de los suelos.

El clima no solo influye en la formación de los suelos por el control de algunas de las
reacciones químicas y físicas que se suceden en el proceso evolutivo, sino porque sirve
de controlador y modificador del factor orgánico y aún del factor relieve, puesto que actúa
directamente en la evolución de las formas de la superficie terrestre. Además, el clima no
es un factor muy estable, puede sufrir cambios severos en años equivalentes a la edad de
algunos suelos.

El agua es el agente mas significativo en la evolución de los suelos, la mayoría de las


reacciones químicas se suceden en medio acuoso, las plantas toman elementos nutritivos
en medio acuoso, así el agua participa en la formación de la materia orgánica, que a su
vez se constituye en factor importante para la formación de los suelos; de otra parte, el
agua transporta materiales de un suelo a otro o dentro del mismo suelo, el agua al
congelarse rompe los materiales rocosos, ayudando así a la meteorización física de los
minerales.

Es fácilmente observable el papel que desempeña el agua en la superficie del terreno,


especialmente en la erosión y depositación de materiales, sin embargo, el papel mas
importante del agua se sucede dentro del perfil del suelo, algunos análisis realizados han
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permitido deducir la influencia de la precipitación en las características de los suelos, las
cuales se pueden resumir así:

 La concentración del ión hidrógeno en el suelo aumenta al aumentar la precipitación


(disminuye el pH)
 La profundidad de los carbonatos y elementos solubles aumenta en áreas lluviosas.
 Los contenidos totales de nitrógeno son más altos en las regiones con alta
precipitación.
 La formación de minerales arcillosos se favorece en los climas húmedos, por lo
tanto los contenidos de arcilla son mayores.

La temperatura es otro componente del clima muy determinante en la evolución de los


suelos, influye directa e indirectamente en las reacciones que se suceden en los suelos,
es el componente principal en el cálculo de la evapotranspiración y por consiguiente tiene
un control real en la cantidad de agua que se mueve en el suelo; cuando el suelo se enfría
totalmente hasta el punto de congelarse, cesan todas las reacciones químicas que se
están sucediendo en medio acuoso. La temperatura tiene una marcada influencia en el
tipo y cantidad de vegetación de un lugar determinado, y por consiguiente en la cantidad y
tipo de materia orgánica que se aporta al suelo. Además, la tasa de descomposición de la
materia orgánica depende totalmente de la temperatura.

La transferencia de energía en el calentamiento y enfriamiento del suelo, se produce


cerca a la superficie, la cantidad de energía que llega al suelo varia dependiendo de
varios factores, la cobertura vegetal, la capa de nubes, los componentes de la atmósfera,
entre otros; la radiación solar que llega al suelo, se absorbe y se convierte en energía
calórica, un suelo oscuro absorbe mas energía que un suelo de color claro.

La magnitud del cambio de temperatura en un suelo depende no solamente de los


factores que determinan la radiación solar; sino también de las características del suelo;
siendo el suelo un cuerpo mal conductor del calor y de la radiación, se puede deducir que
los cambios mas bruscos de temperatura se suceden cerca de la superficie; de otra parte,
se ha encontrado que durante un día no se suceden cambios en la temperatura por
debajo de los 50 cm de profundidad.

El viento es otro componente del clima que tiene influencia directa e indirecta en el estado
y en la evolución de los suelos. El viento como el agua es un agente importante de
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transporte, acarrea materiales que pueden estar evolucionando en un sitio determinado y
participando en una determinada reacción, hacia otros sitios a donde pueden llegar a
modificar o cambiar una segunda reacción que se está dando en ese nuevo lugar.

La dirección y magnitud de los vientos influye en los desplazamientos y acumulación de


residuos orgánicos y minerales poco densos, modificando así el aporte de materiales
orgánicos a la superficie de los suelos y consecuentemente el tipo de evolución de los
mismos.

El viento participa indirectamente en la evolución de los suelos al modificar el estado de


los demás factores; el viento modifica la temperatura ambiental y lógicamente la
existente en la superficie del suelo, con ello está alterando la velocidad de las reacciones
que se suceden en el suelo; además, el contenido de humedad ambiental y el índice de
evapotranspiración son afectados por los vientos, con ello pueden modificarse también las
reacciones en los suelos y alterarse el proceso evolutivo.

2.3 EL FACTOR BIOLÓGICO.

El componente biológico es quizá el factor más dinámico que participa en la evolución de


los suelos; además, es el más variado y por consiguiente el de mas amplias
posibilidades de acción en los diferentes procesos pedogenéticos que se suceden en el
suelo.

La vegetación superior o sea los árboles, arbustos, hierbas y pastos aportan gran
cantidad de residuos orgánicos con diferentes composición, los cuales al descomponerse
liberan sustancias y elementos variados que generan reacciones en el suelo o modifican
las que se están sucediendo. Es bien sabido que los tejidos vegetales se diferencian entre
sí por su variada composición y por su amplio índice de descomposición, lo cual genera
una cadena más o menos larga de reacciones y una secuencia amplia de liberación de
elementos.

Los residuos vegetales inician su participación directa en el proceso evolutivo de los


suelos cuando llegan a la superficie del mismo, la acumulación de residuos vegetales
permite la acumulación de energía calórica y el incremento de la humedad en la superficie
del suelo; esta situación permite a la vez la proliferación de macro y micro fauna

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(roedores, hormigas, ácaros y muchos otros insectos, además de hongos y bacterias) la
cual encuentra el medio propicio para su alimentación y vivienda.

La vegetación superior también actúa directamente en el proceso evolutivo, cuando


modifica el sentido e intensidad de las reacciones en el suelo; estas plantas al tomar sus
alimentos rompen el equilibrio de las reacciones, puesto que modifican la concentración
de algunos iones y elementos. Además, este tipo de vegetación tiene un efecto
mecánico y físico en el suelo, la penetración de las raíces y el engrosamiento de las
mismas, generan fuerzas que ocasionan desplazamientos y rupturas en las partículas de
roca o de suelo, permitiendo así la penetración del agua, del aire y la transferencia de
temperatura para la modificación de nuevas reacciones.

Dentro del componente biológico es importante tener en cuenta las actividades


antrópicas; el hombre con todas sus actuaciones puede participar en las reacciones
pedogenéticas, simplemente modificar la acción de los demás factores; por ejemplo, la
actividad agrícola determina la cantidad y calidad de materia orgánica que se aporta al
suelo, las labores de mecanización alteran las condiciones físicas del suelo, la
alimentación de las plantas altera la concentración de muchos elementos y lógicamente
las reacciones que pueden sucederse, la fertilización tiene un efecto similar, las labores
de riego y drenaje alteran completamente la pedogenésis de un suelo al modificar el
contenido de agua en el, puesto que la mayoría de las reacciones se suceden en medio
acuoso.

2.4. EL RELIEVE COMO FACTOR.

El relieve se define como el conjunto de formas y desigualdades que Están en la


superficie de la tierra, la topografía y la pendiente se consideran como elementos que
forman parte del relieve. Desde el punto de vista podológico se considera como un factor
que modifica notablemente la actuación de los demás factores.

Las diferencias podológicas y morfológicas existentes en los suelos que se desarrollan en


condiciones diferentes de relieve y pendiente, se deben a la integridad y naturaleza de
otros factores formadores tales como la vegetación y el clima.

Estudiando en detalle una región determinada, se ha encontrado que algunas

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características de los suelos están íntimamente ligadas a las condiciones de relieve y
pendiente; así por ejemplo:

 Profundidad del suelo; en áreas estables y planas los suelos tienden a ser mas
profundos.
 Espesor y diferenciación de los horizontes; los procesos pedogenéticos evolucionan
a mayor profundidad en las áreas estables y bien drenadas, lo cual permite la
diferenciación de horizontes genéticos.
 Contenido y estado de la materia orgánica; en las áreas planas y secas la materia
orgánica se descompone fácilmente, en las planas y húmedas se acumula.
 Contenido de humedad en el perfil; en las zonas pendientes y escarpadas el
drenaje interno se facilita, en las zonas planas el movimiento del agua dentro del
perfil es más lento.
 Colores en el perfil; el desarrollo de colores se produce mejor en áreas pendientes.
 Reacción del suelo; en áreas planas hay acumulación de cationes y bajo contenido
de iones hidrógeno, se presenta pH alto; en las zonas pendientes y escarpadas se
favorece el lavado de sales solubles, la concentración de hidrógenos aumenta y el
pH disminuye.

La reacción mas evidente entre las propiedades de un suelo y las condiciones de relieve,
se dan en las zonas planas y húmedas; en estas áreas no existe erosión, por lo tanto la
pedogénesis no se interrumpe; el movimiento del agua a través del perfil se produce en
forma vertical, lo cual permite que los procesos pedogenéticos evolucionen en un mismo
cuerpo del suelo.

Al relacionar el relieve con el factor clima, se encuentra influencia directa, el relieve influye
en las fuerzas que determinan los cambios climáticos, los cambios morfológicos y las
diferencias de altura, modifican la distribuyan de las lluvias, gobiernan los cambios de
temperatura, determinan en parte la distribución y clase de vegetación, influye en el
movimiento del agua dentro del perfil e influye también en la fuerza y dirección de los
vientos.

Si establecemos relación entre el relieve y los seres vivos que intervienen en la evolución
de los suelos, encontramos interdependencias muy directas; la acumulación de la materia
orgánica e índice de descomposición de la misma dependen en gran parte del factor

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relieve.

También se puede establecer relación entre relieve y el material parental, de ella podemos
establecer interrelaciones muy claras. Un material parental blando e inestable, puede
degradarse fácilmente, con lo cual se modifican las formas del relieve. A su vez las
condiciones de relieve determinan los tipos y los grados de erosión superficial, este
proceso renueva la superficie y modifica las procesos pedogenéticos. Es claro también
que las formas del relieve dependen del tipo de material geológico; la composición y
resistencia del mismo determina la elevación y la estabilidad de las formas del relieve e
indirectamente la continuidad de las reacciones pedogenéticas.

2.5. EL TIEMPO COMO FACTOR.

El tiempo ha sido considerado como un factor relativo dentro de la génesis de los suelos;
en el proceso pedogénetico el tiempo cero es el momento en que se completa un proceso
catastrófico, lo cual da comienzo a un nuevo ciclo de desarrollo del suelo. Una catástrofe
se puede definir como el cambio repentino en la superficie de un terreno o en el nivel
freático ocasionado por un proceso geológico, como un levantamiento o una inclinación
de una masa litosférica; puede ser el cambio rápido de una ladera, debido a la erosión
geológica o a la erosión antrópica. La catástrofe también puede ocasionar cambios
repentinos en la vegetación, o en el clima de una región. Un cambio en el material inicial
de un suelo, puede ocurrir por un deposito considerable de sedimentos ( loess, ceniza
volcánica, materiales aluviales, sedimentos coluviales), aluviales, coluviales o eolicos.

Considerando el tiempo como un factor relativo, surge la siguiente afirmación: la edad


absoluta de un suelo, no depende del tiempo transcurrido desde cuando inicio su
pedogenesis, si no de la intensidad de los factores que actúan para su formación; así
pues, ”un suelo viejo puede ser viejo en un periodo relativamente corto, o conservarse
joven durante un periodo relativamente largo “.

3. PROCESOS FORMADORES DE SUELOS.

Un proceso es una secuencia compleja de reacciones y sucesos que implican cambios y


modificaciones en los materiales y cuerpos que intervienen. Los procesos edafológicos
fundamentales pueden ser de cuatro clases:

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3.1 Ganancias. Incluye todas las adiciones o llegada de materiales al suelo, bien sean
líquidas, sólidas o gaseosas.

3.2 Perdidas. Incluye todos los procesos mediante los cuales el suelo pierde parte de
los materiales constitutivos, bien sea de la superficie o de cualquiera de sus
horizontes.

3.3 Translocaciones. Comprende el movimiento de materiales, minerales u orgánicos,


de uno a otro sitio dentro del perfil.

3.4 Transformaciones. Comprende las alteraciones y modificaciones que sufren los


materiales constitutivos del suelo, bien sean minerales u orgánicos.

Cada uno de los procesos fundamentales incluye una serie de procesos específicos, los
cuáles describimos a continuación.

3.1.1 Enriquecimiento. Es un término general para identificar la adición de materiales


a un suelo

3.1.2 Acumulación. Termino genérico para indicar la adición de partículas minerales u


orgánicas a la superficie del suelo.

3.1.3 Cumulización. Es la acumulación de desechos orgánicos y humus asociados en la


superficie de un suelo mineral, puede alcanzar un espesor hasta de 30 cms; también se
denomina formación de camadas.

3.2.1 Lixiviación. Es el proceso mediante el cual el suelo pierde materiales solubles.

3.2.2 Erosión. Pérdida de materiales orgánicos o minerales de la superficie del suelo,


mediante la acción de un agente transportador, que puede ser el agua o el viento.

3.3.1. Eluviación. Salida y movimiento de materiales de un sitio del perfil hacia otro;
mediante este proceso se pueden formar los horizontes álbicos.

3.3.2 Iluviación. Llegada de materiales de una parte del perfil a otra, es un proceso
consecuente del anterior; mediante éste se pueden formar los horizontes espódicos y
argílicos.

3.3.3 Decalcificación. Proceso mediante el cual se mueven los carbonatos de calcio de


uno o más horizontes del suelo.

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3.3.4 Calcificación. Llegada y acumulación de carbonato de calcio en un horizonte
subsuperficial del perfil, mediante el cual se forma el horizonte cálcico, y
consecuencialmente el petrocálcico.

3.3.5 Salinización. Es el proceso mediante el cual hay acumulación de sales solubles en


un sitio del perfil, generalmente tiende a suceder en la superficie del suelo; las sales mas
comunes son los sulfatos y los cloruros de calcio, magnesio, sodio y potasio.

3.3.6 Desalinización. Pérdida de las sales solubles existentes en los horizontes


salinizados.

3.3.7 Alcalinización. También se denomina procesos de sodización; consiste en la


acumulación de iones de sodio en los sitios de intercambio de un suelo.

3.3.8 Desalcalinización. Movimiento o lixiviación de las sales e iones de sodio


existentes en un horizonte; generalmente se sucede de los horizontes A hacia los B.

3.3.9 Lavado. Es la pérdida mecánica de partículas minerales existentes en un


horizonte; generalmente se sucede de los horizontes A hacia los B.

3.3.10 Podzolización. Consiste en la migración química de aluminio, hierro y materia


orgánica de un horizonte, lo cual genera la concentración de silicio en las eluviadas o
residuales.

3.3.11 Laterización. Consiste en la migración química del silicio fuera del suelo, lo cual
genera la concentración residual de sesquióxidos; este proceso genera la formación de
horizontes óxicos; ocasionalmente se cementa formando lateritas y plintitas.

3.3.12 Leuxinización. Es el empalidezimiento o aclaramiento de los horizontes del suelo


mediante la pérdida de material orgánico, ya sea por mineralización o por transformación
hacia otras sustancias menos oscuras.

3.3.13 Melanización. Es el ennegrecimiento de los horizontes del suelo mediante la


mezcla de materiales oscuros, (generalmente productos orgánicos) con materiales
minerales.

3.4.1 Descomposición. También se denomina alteración, consiste en la disociación de


materiales minerales complejos en otros mas simples.

3.4.2 Síntesis. Es la formación de partículas relativamente complejas, mediante la


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mezcla o combinación de partículas simples.

3.4.3 Humificación. Consiste en la transformación de los tejidos orgánicos en un


compuesto intermedio denominado humus.

3.4.3 Mineralización. Consiste en que la materia orgánica llegando a su último estado


de transformación, pierde sus características y se convierte en elementos minerales
simples.

3.4.4 Ferruginación. Cosiste en la liberación del hierro de los minerales primarios y la


dispersión de partículas en el perfil del suelo; su hidratación y oxidación progresiva le dan
al suelo coloración parda, parda – rojiza o roja.

3.4.5 Gleyzación: Consiste en la reducción del hierro, la cual se sucede en ambientes sin
oxigeno (anaeróbicos); este proceso genera en el suelo colores grises, verdosos y a
veces hasta azulosos. En los suelos mal y pobremente drenados son característicos
estos procesos.

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