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AUTOCONCEPTO

WIKIPEDIA:

Es la opinión que una persona tiene sobre sí misma, que lleva asociado un juicio de valor. Cabe destacar que el autoconcepto no es lo mismo que la
autoestima, sin embargo su relación es muy estrecha y no podría entenderse uno sin la presencia del otro. El autoconcepto puede definirse como
todas aquellas ideas, hipótesis y creencias que tenemos de nosotros mismos, es decir, la forma en la que nos percibimos. Mientras que la
autoestima es la valoración que realizaremos a nuestros autoconceptos. Cuando esta valoración es positiva, la autoestima es " alta", por el
contrario, cuando la valoración es negativa, la autoestima es "baja".

PSICOLOGIA Y MENTE:

En psicología se trabaja con ideas y conceptos que, muchas veces, pueden causar confusión. El autoconcepto, por ejemplo, es uno de los
constructos teóricos que más se utilizan, pero eso no significa que todo el mundo entienda de qué hablamos cuando utilizamos este término. Su
significado no es tan intuitivo como el de la palabra autoestima y, a su vez, no siempre es fácil comprender de qué se trata si ignoramos algunas
asunciones desde las que trabaja la psicología actual.

El autoconcepto es la imagen que hemos creado sobre nosotros mismos. No una imagen solamente visual, desde luego; se trata más bien del
conjunto de ideas que creemos que nos definen, a nivel consciente e inconsciente. Esto incluye una cantidad prácticamente infinita de conceptos
que podrían estar incluidos en esta "imagen" sobre nosotros mismos, ya que cada idea puede albergar en su interior muchas otras, creando
sistemas de categorías que están unos dentro de otros.

Así pues, podría ser un componente de nuestro autoconcepto nuestra idea de lo que es la timidez, pero también una idea aproximada sobre
nuestra inteligencia. Hay multitud de elementos que pueden ser parte constitutiva de esta imagen de uno mismo, y el autoconcepto sirve para
englobarlas bajo una etiqueta.

En definitiva, el autoconcepto es el conjunto de características (estéticas, físicas, afectivas, etc.) que sirven para definir la imagen del "yo".

Algunas claves para entender qué es el autoconcepto

Estas son algunas explicaciones para matizar el significado del término autoconcepto; algunas de sus características principales.

1. Es relativamente estable

Tiene sentido hablar de la existencia del autoconcepto justamente porque es posible encontrar unas pautas y unas características definitorias de
cada persona que tienden a estar siempre ahí. Si el autoconcepto variara totalmente a cada segundo, este no existiría.

Es por eso que muchos psicólogos dedican parte de sus esfuerzos a descubrir aquello que define el autoconcepto de las personas. Esto puede servir
para tratar problemas en la psicología clínica, pero también, por ejemplo, para establecer perfiles poblacionales o de consumidores.

2. El autoconcepto puede cambiar

Aunque tienda a mantenerse relativamente igual en el tiempo, el autoconcepto no es ni mucho menos algo estático. Está variando
constantemente, al igual que varían constantemente nuestras experiencias y el curso de nuestros pensamientos. Sin embargo, que el autoconcepto
no se mantenga siempre igual no significa que en él quepa cualquier idea sobre nosotros mismos.

Está claro que algo que considerábamos totalmente ajeno a nuestra manera de ser o de comportarnos puede, pasado un tiempo, entrar a formar
parte del conjunto de cosas que consideramos que nos definen. Sin embargo, esto no cambia el hecho de que, en un primer momento esa idea o
cualidad no formaba parte de nuestro autoconcepto, y que sólo con el transcurso de los días ha podido quedar englobado en este.

Encontramos numerosos ejemplos de esta variabilidad del autoconcepto en los adolescentes. La adolescencia es una etapa en las que cambian de
manera abrupta las maneras de entender la realidad, de sentir y de relacionarnos con los demás. Y estas "sacudidas" ocurren, por supuesto,
también en la manera en la que estos jóvenes se ven a sí mismos. Es muy normal comprobar cómo los adolescentes reniegan totalmente de una
estética y un sistema de valores que, poco después, quedarán integrados en su autoconcepto.

3. El autoconcepto tiene límites difusos El autoconcepto es un constructo teórico con el que trabajan los psicólogos, no algo que pueda ser
aislado en un laboratorio. Esto significa que, allí donde queda plasmado el autoconcepto, también hay otros elementos: un tinte emocional y
valorativo de uno mismo, las influencias de ideas asociadas entre sí, la influencia de la cultura en la manera de concebirse a uno mismo, etc.

4. La distancia entre las ideas es relativa


Esto es algo que se deriva del punto anterior. Normalmente, las personas no entendemos que todas aquellas ideas que quedan englobadas dentro
de nuestro autoconcepto nos definen por igual, del mismo modo en el que hay ciertos elementos que quedan en el límite entre lo que nos define y
lo que no. Es por eso que todo aquello sobre lo que hablamos cuando hablamos de autoconcepto es relativo. Siempre valoramos en qué medida
estamos definidos por algo comparándolo con otro elemento.

Por ejemplo, podemos no ser unos grandes fans de una marca de ropa deportiva, pero cuando pensamos en otro tipo de vestimentas que
percibimos totalmente ajenas a nosotros (por poner un caso, un traje folclórico de unas islas remotas), consideramos que esa marca está bastante
cerca del conjunto de ideas que pueblan nuestro autoconcepto.

5. Hay una diferencia entre autoconcepto y autoestima

Aunque ambas ideas se parezcan, el autoconcepto no es lo mismo que la autoestima. El primero sirve sólo para describirnos a nosotros mismos,
mientras que la autoestima es el concepto que hace referencia a nuestra manera de valorarnos. Es decir, que el autoconcepto sirve para referirnos
a la vertiente cognitiva de nuestra manera de vernos, mientras que la autoestima tiene su razón de ser en el componente emocional y valorativo
desde el que nos juzgamos. Ambos constructos teóricos, sin embargo, hacen referencia a algo subjetivo y privado.

Muchas veces, además, se utiliza el término "autoconcepto" ya dando por sentado que en él quedan incluidos tanto el autoconcepto como la
autoestima. Sin embargo, para salir de dudas, es recomendable utilizar por separado estos términos.

6. Está relacionado con la autoconsciencia

Existe un autoconcepto porque somos conscientes de que existimos como entidad diferenciada del resto. Es por eso que, en el momento en el que
empezamos a percibir la presencia de cosas que nos son ajenas, ya está naciendo una forma de autoconcepto, por muy rudimentario que sea. Es
una dialéctica en el que un concepto da pie a la existencia del otro.

7. Es sensible al ambiente

El término autoconcepto puede llevarnos al error de que este es un fenómeno mental que aparece sin más en las personas, y cuya única relación
con el entorno es de dentro hacia fuera: afecta a cómo nos comportamos y actuamos modificando el entorno, pero no se ve afectado desde fuera.
Esto es un error.

El autoconcepto es un proceso dinámico, causado por una mezcla de interacciones entre los genes y el ambiente. Por eso, no está aislado dentro
de las personas, sino que nuestras vivencias y nuestros hábitos lo hacen evolucionar. Este es el motivo por el que el autoconcepto está muy
vinculado a nuestra vida social, y es a través del lenguaje, un fenómeno que surge de la colectividad, que somos capaces de llegar a una idea del
"Yo".

Otra perspectiva basada en la conducta

El término autoconcepto nos puede hacer pensar que este es una pieza más del cerebro, un elelemnto que nos hace emitir cierto tipo de
comportamientos y no otros. Sin embargo, hay un paradigma de la psicología que niega este tipo de definición del autoconcepto.

Para el conductismo, el autoconcepto no es un fenómeno interno de la menta humana, sino un comportamiento, una manera de realizar ciertas
acciones; más concretamente, una manera de realizar valoraciones verbales acerca de cómo solemos comportarnos en relación con lo que nos
rodea.

Así pues, no hay que perder de vista que el autoconcepto siempre existe en relación al mundo material en el que vivimos, y no de manera aislada
en nuestro cuerpo.

ESALUD:

Autoconcepto y Autoestima

El autoconcepto es un factor fundamental en la vida de todo individuo. Es por ello, que es necesario conocer todo lo referente a ello. Si no sabes lo
que es, cuál es su importancia, cómo se forma y demás, a continuación podrás aprender todo esto y más.

En el siguiente artículo podrás encontrar toda la información relacionada con el autoconcepto. Desde su definición, características, hasta sus
diferencias con el autoestima, los distintos tipos que existen, entre otros aspectos relevantes.

¿Qué es el autoconcepto?
El autoconcepto, como la propia palabra lo indica, es el concepto que una persona tiene de sí misma. En otras palabras, es la definición o
apreciación que tenemos acerca de nosotros. Por lo tanto, son todas esas ideas, opiniones y juicios que realizamos sobre nuestra personalidad,
acciones, comportamiento e ideas.

Al tener un autoconcepto, podremos describir la imagen que tenemos de nosotros mismos a otras personas. Es importante recordar que, aunque
este pudiera parecer lo mismo que la autoestima, no es así.

Definición del Autoconcepto

Hay que aprender a discernir entre ambos conceptos, ya que, si bien ambos están bastante relacionados, no son lo mismo. Explicado de otro modo,
es la imagen del ‘yo’ de cada individuo. Esta imagen incluye tanto aspectos estéticos como afectivos, físicos, entre otros.

Cuando una persona señala que es productiva y trabajadora, está utilizando un autoconcepto positivo.

¿Cuáles son sus características?

Para comprender mejor qué es, es necesario detallar cada una de sus características y componentes. De esta forma, también podremos observar
las diferencias que existen entre el auto concepto y la autoestima.

Multifacético y dinámico

Se dice que el autoconcepto es multifacético y dinámico debido a que, a medida que la persona va creciendo, este cambia. A causa de las nuevas
experiencias y la madurez que el individuo ha adquirido, será capaz de crear un autoconcepto más preciso y organizado.

Precisamente por este motivo, los adolescentes pueden cambiar la definición de si mismos de formas relativamente repentinas. Esto se debe a los
cambios que atraviesan en esta etapa de sus vidas. Siendo así, pueden estar de acuerdo con alguna moda o un conjunto de ideas, y luego
cambiarán totalmente de parecer, sacando de su autoconcepto aquello que antes incluían.

Organizado y jerárquico

Asimismo, el autoconcepto se caracteriza por ser organizado y jerárquico. Una persona puede tener distintas ideas sobre sí misma, pudiendo tener
un concepto general acerca de su persona. Del mismo modo, tomará ciertos atributos para ir definiendo su autoconcepto.

Esto quiere decir que alguien puede definirse como tímido, siendo este su autoconcepto general. Sin embargo, también puede señalar que en
ocasiones es extrovertido, pero que esto sucede en circunstancias específicas. De esta manera, la timidez sería el rasgo que predomina.

No es innato

El autoconcepto es completamente aprendido, lo que quiere decir que no se nace con ello, sino se aprende. Este se adquiere y modifica mediante
las distintas experiencias vividas y la proyección o percepción que tenemos de nuestra imagen en otras personas.

Relativamente estable

Aunque anteriormente se indicó como características del auto concepto el dinamismo y las multifacetas, este es, de manera relativa, estable. Esto
es así ya que, si bien con el tiempo nuestro autoconcepto puede cambiar, las ideas generales del mismo se mantendrán estables.

Siguiendo con el ejemplo dado anteriormente, la persona que tiene un concepto de sí misma como tímida de forma general, y en situaciones
puntuales es extrovertida, podría cambiar este último concepto con el tiempo. Mientras que la timidez, probablemente, se mantenga estable y
forme parte de su autoconcepto durante gran parte de su vida.

Está relacionado con el autoconocimiento y la autoconsciencia

Para poder crear un autoconcepto, es necesario tener autoconocimiento y autoconsciencia. Mediante el autoconocimiento, podremos reconocer
aquellas características que forman parte de nuestra personalidad.

A su vez, la autoconsciencia es sumamente necesaria para crear un autoconcepto, ya que gracias a esta, reconocemos que existimos y que somos
diferentes de los demás. Es decir que, cuando comenzamos a notar que hay ciertas cosas con las que no nos identificamos, ya estamos creando un
auto concepto.

Componentes del autoconcepto

Autoestima y autoideal
Además de las características antes señaladas, los componentes del autoconcepto nos ayudarán a entender mejor este tema. Según el psicólogo
estadounidense Carl Rogers, el autoconcepto se compone de tres partes esenciales:

Autoestima: componente afectivo

El componente afectivo es, a su vez, la parte evaluativa del autoconcepto. Esta parte nos permite aprobar o rechazar determinados conceptos que
tenemos de nosotros mismos. Se menciona la autoestima ya que, de poseer una autoestima baja, podríamos llegar a tener un autoconcepto
negativo.

Esto se debe a que, al tener la autoestima baja, sentiremos rechazo hacia nosotros mismos y nos menospreciaremos. Por su parte, poseer una
buena autoestima, nos permitirá observar nuestras capacidades y habilidades, reconocerlas como tal y crear un autoconcepto positivo.

Autoimagen: componente cognoscitivo

El componente cognoscitivo no es otra cosa que la autoimagen que tenemos de nosotros mismos. La autoimagen es la representación mental que
tenemos de nuestra persona.

Esta, a su vez, se divide en tres: la autoimagen resultante de cómo nos percibimos a nosotros mismos, aquella que es el resultado de cómo los
demás nos perciben, y la autoimagen resultante de la manera en la que percibimos cómo los demás nos ven.

Cabe señalar que, en muchas ocasiones, la autoimagen que tenemos de nosotros no es del todo real, y de hecho, los demás tipos de autoimagen,
tampoco.

Autoideal o la motivación: componente comportamental

Como último componente del autoconcepto encontramos el componente comportamental. Este es aquél que crea la imagen ideal de aquello que
queremos ser. En otras palabras, es la motivación que buscamos para poder trabajar en todo lo necesario para conseguir ser la persona que
deseamos ser.

Tipos de autoconcepto

En la psicología, se llegan a distinguir tres tipos de autoconcepto, entre los cuales están: el yo individual, el yo colectivo y el yo interpersonal. Cada
uno nos ayuda a definir nuestra imagen en cada situación.

El yo individual

En primer lugar, se encuentra el yo individual, este consiste en las ideas que tiene el individuo de sí mismo de acuerdo a sus características
personales. Sirve, principalmente, para diferenciarse de las otras personas, y el objetivo es darse valor a uno mismo.

Yo colectivo

Por otra parte, está el yo colectivo, el cual consiste en la percepción que se tiene de uno mismo al sentirse parte de un grupo o colectivo. Este surge
al momento de sentirse miembro de un grupo y busca darle valor al grupo al cual pertenece.

Por lo tanto, el autoconcepto que se crea a partir de este yo colectivo, está relacionado con las características o comportamientos del grupo con el
que se identifica la persona.

Yo interpersonal

Por último, el yo interpersonal se enfoca en las relaciones que se tienen con otras personas. En este tipo de autoconcepto, se trata de dar valor a la
otra persona para mantener las relaciones, además, existe una autoevaluación más crítica.

Autoconcepto, autoconocimiento y autoestima

Como bien ya se ha dejado claro, el autoconcepto es la percepción o imagen que una persona crea de sí misma. Por ende, necesita tener un
autoconocimiento para reconocer cada una de las características que le definen.

Asimismo, la autoestima juega un papel fundamental para la construcción de un autoconcepto positivo.

En caso de no tener una buena autoestima, nuestro autoconcepto sería negativo, ya que no seríamos capaces de ver y valorar nuestras habilidades
y logros. Por ello, para conseguir un autoconcepto positivo, es de gran importancia tener un correcto autoconocimiento y una autoestima alta.
¿En qué se diferencia la autoestima del autoconcepto?

Para tener una idea clara de las diferencias entre autoestima y autoconcepto, sólo basta con darle un valor descriptivo al auto concepto y un
significado valorativo a la autoestima. De esta manera, podemos señalar que mediante el autoconcepto podemos describir cómo somos.

Mientras que, por su lado, la autoestima nos permite valorar, ya sea de forma positiva o negativa, todo lo que sentimos o pensamos acerca de
nosotros. Por lo tanto, mediante la autoestima, juzgamos todo aquello que forma parte nuestra persona, es decir, habilidades, competencias, entre
otras.

¿Cómo se forma el autoconcepto?

Existen varios factores que pueden ser determinantes al momento de formar el autoconcepto. Desde que somos niños, estamos expuestos a
comparaciones, críticas, estereotipos, expectativas y demás.

Todo esto puede influir de manera significativa en los conceptos que podamos tener de nosotros mismos.

La valoración externa

Cada vez que recibimos una crítica, un halago, un reconocimiento, queja, y demás, estamos percibiendo cómo nos ven los demás. Mediante estas
experiencias, podríamos añadir ciertas cualidades o aspectos en nuestro auto concepto.

La autoestima

Este es otro factor importante al momento de formar nuestro autoconcepto. Como ya antes se ha mencionado, mediante la autoestima podremos
reconocer o menospreciar nuestras habilidades, virtudes y logros. Esto dependerá de si tenemos una autoestima alta o no.

Sin embargo, la autoestima también puede verse afectada por distintos factores, como las comparaciones, los estigmas sociales, entre muchos
más.

Autoimagen

Por supuesto, la autoimagen también tiene un rol importante en cuanto a la formación del autoconcepto. No obstante, la imagen que percibimos
de nosotros mismos podría estar alterada de forma exagerada, tanto positiva como negativamente.

Esto se debe a que, como la autoestima, también se ve influenciada por factores externos, como halagos o críticas de nuestros padres, amigos y
demás personas. Además, los grupos sociales o modas también pueden afectar nuestra autoimagen, y por ende, auto concepto.

El Autoideal

La manera en la que quisiéramos ser también afecta. Sin embargo, muchas veces esta imagen del ideal de persona que queremos ser no coincide
con la manera en la que nos percibimos. Por ello, esto sirve de motivación para conseguir ser como realmente deseamos ser.

Importancia del autoconcepto

Con toda la información descrita anteriormente, se puede intuir con facilidad el por qué es tan importante tener un autoconcepto positivo. Esto, en
especial, en los más jóvenes, pues son los más vulnerables a las críticas.

Forjar un autoconcepto positivo desde temprana edad nos permitirá sentirnos más seguros con nosotros mismos. De esta manera, también
tendremos más confianza en el entorno social. Todo esto, en consecuencia, nos permitirá desarrollar nuestras actividades de una mejor forma, ya
sea en el colegio, trabajo, hogar, y demás.

¿Puedo cambiarlo o trabajarlo?

Como bien se indicó en las características del autoconcepto, este, aunque es estable, no es inamovible, pues es multifacético. Si bien con el tiempo
puede verse alterado a causa de la madurez o nuevas experiencias que vivimos, también podemos cambiarlo a nuestra voluntad.

Por supuesto, no es un proceso sencillo, ni mucho menos rápido. Requiere de tiempo, paciencia, dedicación, y claro, la ayuda de un profesional. No
obstante, puedes tener en cuenta que, para trabajar en el autoconcepto, debes preguntarte a ti mismo quién eres.

Debes analizar de forma externa cómo te ves ante la vida, realizar una autocrítica de la forma más objetiva posible. Esto te permitirá situarte en
una realidad más cercana a tu autoimagen, es decir, en lugar de falsas apariencias, una realidad completamente transparente.
Conclusión

Como se puede apreciar, el autoconcepto es realmente importante para desarrollarnos en nuestro entorno social de forma sana y positiva. Cabe
recordar que, en muchos casos, la forma en la que nos percibimos, puede no ser la correcta. Esto no quiere decir que la forma en la que los demás
nos ven sí lo sea.

Este es un tema complejo, y requiere de mucha objetividad para crear un auto concepto acertado, lo cual es muy difícil, si no es que imposible. Y es
que esto se ve influenciado por diversos factores, como la cultura, la sociedad, las emociones, educación, entre otras. De hecho, este constructo de
la psicología posee una definición imprecisa a causa de lo extenso que es.

De cualquier forma, lo importante es sentirnos a gusto con quienes somos. Siempre teniendo una buena autoestima, para lo cual será importante
autoconocernos y autoaceptarnos.

De este modo, podremos forjar un autoconcepto positivo, lo cual influirá en nuestro rendimiento de forma favorable. Así nos sentiremos más
satisfechos con nosotros mismos, más seguros y tendremos mayor confianza.
AUTOCONOCIMIENTO:

WIKIPEDIA

El autoconocimiento es el conocimiento de uno mismo, este es empleado en numerosos textos de psicología, sobre todo en la psicología evolutiva.
Es la capacidad de introspección y la habilidad de reconocerse como un individuo, diferenciándose de su medio y otros individuos.

También es el proceso mediante el cual el niño desde que tiene una cierta edad de razonamiento empieza a explorar su cuerpo.

SIGNIFICADOS

Qué es Autoconocimiento:

Como autoconocimiento designamos al conocimiento que tenemos de nosotros mismos, es decir, al conjunto de cosas que sabemos acerca de
quiénes somos. Asimismo, es el proceso en el que todo niño, a cierta edad, empieza a descubrir su propio cuerpo.

La palabra, como tal, se compone del prefijo auto-, que significa ‘propio’ o ‘por uno mismo’, y el sustantivo conocimiento, que es la capacidad de
comprender por medio de la razón.

Autoconocimiento es un concepto muy usado en la psicología y en el ámbito de desarrollo personal en referencia a la capacidad de introspección
que tiene una persona para reconocerse como un individuo y para diferenciarse de los demás. En este sentido, el autoconocimiento ayuda a la
construcción de una identidad personal.

El autoconocimiento es un proceso reflexivo en el cual una persona adquiere noción de su yo, de lo que lo caracteriza, de sus cualidades y defectos,
de sus limitaciones, necesidades, aficiones y temores.

El autoconocimiento, como tal, tiene varias fases:

Autopercepción: es la capacidad de percibirnos a nosotros mismos como individuos con un conjunto de cualidades y características
diferenciadoras.

Autoobservación: implica el reconocimiento de nosotros mismos; de nuestras conductas, nuestras actitudes y las circunstancias que nos rodean.

Memoria autobiográfica: es la construcción de nuestra propia historia personal.

Autoestima: se refiere a la valoración que cada quien siente hacia sí mismo.

Autoaceptación: supone la capacidad del propio individuo de aceptarse tal cual es.

Atravesar todo el proceso de autoconocimiento, nos permite comprender y reconocer quiénes somos, lo cual es el inicio para aprender a
valorarnos y querernos como personas.

El autoconocimiento es la base de nuestra autoestima, que a su vez es fundamental en nuestra relación con nosotros mismos y con las demás
personas.

A este respecto, un antiguo aforismo griego dictaba “conócete a ti mismo”, pues consideraba que esta era la base para acceder a la sabiduría.

PSICOLOGIA Y MENTE

Cuando nos preguntamos “¿quién soy yo?” y no lo tenemos claro, es relativamente frecuente sentir un malestar ligado a la incertidumbre y a la
sensación de que nuestras vidas no tienen un hilo vertebrador. En estos casos podemos estar inmersos en una crisis existencial, porque conocerse
a uno mismo es una forma de ser realista, una manera de tener los pies en el suelo, de saber hacia dónde queremos dirigirnos y de conectar con
nosotros mismos.

El autoconocimiento es una de las claves del desarrollo personal y, a la vez, es uno de los principios básicos para poder regular las emociones,
relacionarse con los demás y luchar por nuestros objetivos.

En este artículo vamos a profundizar en este concepto y repasaremos una serie de consejos para mejorar el autoconocimiento, es decir, aprender a
conocerte mejor.
La relación entre el autoconocimiento y el bienestar emocional

El autoconocimiento es clave para el bienestar psicológico de las personas, puesto que aquellas que se conocen mejor saben lo que quieren en la
vida, no solo en los grandes proyectos sino en las cosas cotidianas de la vida. Y es que las personas que se conocen bien saben gestionar mejor sus
emociones incluso en los momentos de mayor dificultad. El mundo que les rodea puede desestabilizarse, pero no así su mundo interior.

De hecho, uno de los conceptos de la Psicología que mayor repercusión ha tenido en las últimas décadas es la Inteligencia Emocional, y el
autoconocimiento es el punto de partida para poder convertirse en una persona emocionalmente inteligente. Conocer las propias emociones y
saber qué significado tienen para nosotros está íntimamente relacionado con la autorreflexión y la mejora de la salud mental.

Encontrarse con uno mismo es clave para la felicidad

El autoconocimiento también es clave en el desarrollo personal, porque nos ayuda ponernos metas realistas y permite saber en qué lugar de
nuestra trayectoria vital nos encontramos. Nos ayuda a planificar porque también nos permite conocer los movimientos y las acciones que
debemos hacer para llegar a donde deseamos. Es por eso que los expertos en desarrollo personal ayudan a sus clientes a conectar consigo mismos
y descubrir qué es lo que les motiva y cuáles son sus deseos para gozar de una mayor felicidad.

El autoconocimiento también es clave en el desarrollo de las personas, y es esencial en algunas etapas de la vida, porque si no sabemos quiénes
somos, la confusión no nos permite ver el futuro con claridad. Mejorar el autoconocimiento es el punto de partida para mejorar nuestro bienestar
general.

Acciones para mejorar el autoconocimiento

Entonces, ¿qué se puede hacer para mejorar el autoconocimiento? En las siguientes líneas te dejo unos consejos para que puedas descubrirte si
todavía no te conoces.

1. Escribe un diario

Escribir un diario puede ayudarnos a conocernos a nosotros mismos. Es bueno porque nos hace pensar qué es lo que hemos hecho durante el día, y
puede ayudarnos a entender cómo nos hemos sentido. Pero, además, si volvemos a leer lo que vamos escribiendo, puede aportarnos feedback
sobre cómo somos.

Existe un tipo de diario que se llama “diario emocional”, que está destinado precisamente a mejorar el autoconocimiento de nuestras emociones.

Este tipo de diario consiste en escribir cómo nos hemos sentido a lo largo de la jornada, es decir, que no solamente se escribe lo que nos ha
pasado, sino que es necesario reflexionar sobre nuestros sentimientos y emociones. Para llevarlo a cabo, puedes hacerlo durante 10 minutos justo
antes de acostarte. No es mucho tiempo, y puede hacerte más emocionalmente consciente.

2. Anota tus virtudes y tus defectos

Podría parecer que todos nos conocemos, pero en realidad, son muchas las personas que nunca han reflexionado sobre sus virtudes y defectos. De
hecho, hay personas que van a una entrevista de trabajo y cuando el reclutador les pide que se describan o que resalten sus puntos fuertes o
débiles se quedan en blanco.

Para evitar esto y conocerte mejor, puedes ir colocando en una lista tus virtudes y tus defectos, pues te hará pensar sobre quién eres y las
cualidades que posees. Esto también puede ser útil a la hora de buscar trabajo o decidir qué estudios debes cursar. Por otro lado, ten en cuenta
que no hay un modo objetivo de hacer bien esta tarea, solo el tuyo, de modo que no te obsesiones: el mejor juez sobre este tema es uno mismo.

3. Anota tus pasiones

A la hora de elegir un trabajo o lo que quieres estudiar, también es interesante que valores cuáles son tus aficiones y tus pasiones, es decir, qué
actividades o trabajos te hacen sentir en “estado de flow” cuando los practicas. Conocer nuestras pasiones puede ayudarnos a mejorar nuestra
automotivación y nuestra felicidad.

4. Haz la rueda de la vida

Una dinámica muy conocida para mejorar el autoconocimiento de uno mismo es lo que se conoce como “la rueda de la vida”. Es una técnica de
desarrollo personal que consiste hacer un círculo y elegir 10 áreas de tu vida que quieras cambiar o mejorar. La rueda de la vida te invita a
reflexionar sobre los diferentes aspectos que forman parte de tu vida: tus amistades, familia, trabajo, ocio, etc.

También te hace reflexionar sobre tus prioridades, puesto que una vez que has elegido los puntos de tu vida que consideras fundamentales, debes
asignarles un número en función del orden de preferencia para ti. Después, puedes comenzar a escribir las acciones que llevarás a cabo para
transformar tu vida. Esto te permite conocer tu presente pero también saber qué futuro quieres.
5. Pídele a alguien una descripción sobre ti

Muchas veces pensamos que nos vemos igual que los demás nos ven y no siempre es así. A veces, los demás nos ven de otra manera y puede
chocarnos. Por eso, para mejorar nuestro autoconocimiento, podemos pedirles a nuestros amigos que nos describan cómo nos ven. Así podemos
hacernos una imagen más realista de lo que proyectamos.

6. Asiste a un taller de Inteligencia Emocional

La Inteligencia Emocional, como ya he dicho, es uno de los paradigmas más importantes de la psicología en los últimos tiempos, y la gestión de las
emociones es importante no solo para la higiene mental de las personas, sino también para intervenir sobre el rendimiento y el éxito en la vida.

Es por eso que, para mejorar el autoconocimiento, una buena idea es asistir a un curso o taller de Inteligencia Emocional que te aporte una serie de
herramientas para conocerte mejor y relacionarte mejor con tus propias emociones.

Existen muchos talleres de Inteligencia Emocional. Puedes encontrar algunos en este artículo: “Los 6 mejores cursos de Inteligencia Emocional y
Desarrollo Personal”.

7. Practica Mindfulness

Otra práctica que mejora la gestión emocional es el Mindfulness o Atención Plena, que consiste en mejorar la autoconciencia y la capacidad
atencional y permite aprender a estar en el presente con una mentalidad no enjuiciadora, de aceptación, compasión y de apertura a la experiencia.

Las investigaciones científicas confirman que esta práctica mejora el autoconocimiento tal y como contamos en este artículo: “Mindfulness: 8
beneficios de la atención plena”

8. Opta por el coaching

El coaching también ha mostrado ser eficaz para mejorar el autoconocimiento, planificar mejor las metas que queremos perseguir y empoderarnos
frente a la vida, con una visión más realista y adaptativa. Por tanto, para mejorar el autoconocimiento, es posible contratar los servicios de un
psicólogo especializado en este ámbito que te acompañe en el proceso de descubrimiento personal. Igual que el Mindfulness, el coaching también
tiene una serie de beneficios para el bienestar y el crecimiento personal.

TUESTIMA

¿Qué es el autoconocimiento? Desde que existe la consciencia, existe el autoconocimiento. Que no es otra cosa que tener consciencia de lo que
somos, nuestro valor, rasgos de personalidad, maneras peculiares de actuar y comportarnos, intereses sobre la vida, aquellas pequeñas cosas que
nos hacen felices, los miedos y angustias, las felicidades y pasiones, destrezas y habilidades, conocimientos y especialidades. El autoconocimiento
es el camino para lograr una autoestima alta o baja.

Desde qué existe el ser humano, surge la necesidad de conocernos, para que sirva de punto de partida de nuestro desarrollo. Para mejorar debes
identificar tu pasado, presente y objetivos futuros. Allí surge el autoconocimiento, como herramienta que te da la información básica para
progresar en todos los aspectos.

 El autoconocimiento implica que te identifiques y ganes consciencia sobre todos los aspectos del ser humano en forma integral. El físico,
la mente, las emociones, el espíritu. No te puedes quedar sólo en el plano material sino que debes interiorizar con el mismo afán los
demás aspectos.
 Conocerse es entender que eres único e irrepetible. Compartirás algunos aspectos, pero en el global como con la huella, eres especial.
Una buena dinámica de autoestima.
 Lo que somos es producto de varias fuentes. Los genes familiares, el entorno, la educación, nuestras experiencias e interacciones con
otras personas. También la capacidad de superarnos, nuestra iniciativa para mejorar, nuestra capacidad para las realizaciones, nuestra
visión e integración con el mundo, el universo y los aspectos no visibles.
 Una buena forma de llevarte al autoconocimiento es hacerte la pregunta de «¿quién soy?» En dónde explores los diferentes campos y
áreas de ejecución, afectivas, cognitivas y espirituales.
 El pasado te da información valiosa de dónde vienes, lo que te da valor, tus habilidades, conocimientos y capacidades. El presente te
pone acción para que aproveches las oportunidades. El futuro te da sentido de misión y logros futuros.
 Cuando mejoras tu conocimiento personal y aspectos íntimos, te preparas para emprender tu futuro. Lo que quieres en la vida se integra
con tus posibilidades, para que logres mejores desempeños y resultados.
 Lo importante en la vida es ser feliz, lograr lo que te propones y superarte todo el tiempo. Para ello, es fundamental el autoconocimiento.
Tus fortalezas, tus opciones, tus deseos y aspiraciones.

El autoconocimiento es un proceso permanente de búsqueda en tu interior y comportamiento, para ganar autoconfianza, encontrar lo que te
gusta, eres capaz, te motiva y eres competitivo. Te invitamos a perfeccionar tu propio proceso para que tu Estima mejore así como tus resultados.
PRODUCTIVIDAD

WIKIPEDIA

La productividad es la relación entre la cantidad de productos obtenida por un sistema productivo y los recursos utilizados para obtener dicha
producción. También puede ser definida como la relación entre los resultados y el tiempo utilizado para obtenerlos: cuanto menor sea el tiempo
que lleve obtener el resultado deseado, más productivo es el sistema. En realidad la productividad debe ser definida como el indicador de
eficiencia que relaciona la cantidad de recursos utilizados con la cantidad de producción obtenida.1

La productividad evalúa la capacidad de un sistema para elaborar los productos que son requeridos y a la vez el grado en que aprovechan los
recursos utilizados, es decir, el valor agregado. Una mayor productividad utilizando los mismos recursos o produciendo los mismos bienes o
servicios resulta en una mayor para la capacidad de rentabilidad para la empresa. Por ello, el Sistema de gestión de la calidad de la empresa trata
de aumentar la productividad. La productividad tiene una relación directa con la mejora continua del sistema de gestión de la calidad y gracias a
este sistema de calidad se puede prevenir los defectos de calidad del producto y así mejorar los estándares de calidad de la empresa sin que
lleguen al usuario final. La productividad va en relación con los estándares de producción. Si se mejoran estos estándares, entonces hay un ahorro
de recursos que se reflejan en el aumento de la utilidad y proceso.

ECONOMIPEDIA

La productividad es una medida económica que calcula cuántos bienes y servicios se han producido por cada factor utilizado (trabajador, capital,
tiempo, costes, etc) durante un periodo determinado.

El objetivo de la productividad es medir la eficiencia de producción por cada factor o recurso utilizado, entendiendo por eficiencia el hecho de
obtener el mejor o máximo rendimiento utilizando un mínimo de recursos. Es decir, cuantos menos recursos sean necesarios para producir una
misma cantidad, mayor será la productividad y por tanto, mayor será la eficiencia.

De este modo, la productividad nos permite responder a las siguiente preguntas: ¿Cuánto produce al mes un trabajador? ¿cuánto produce una
maquinaria? La respuesta bien podría ser, un trabajador produce 30 unidades por mes o 0,25 unidades por hora trabajada. Esto es a lo que
llamamos productividad.

Fórmula de la productividad

Teniendo esto en cuenta, la fórmula para calcular la productividad es el cociente entre producción obtenida y recursos utilizados.

Productividad = Producción obtenida / Cantidad de factor utilizado

Por ejemplo, para calcular la productividad de un país podemos dividir el PIB entre el número de horas trabajadas. El resultado será cuánto se ha
producido en el país, de media, por cada hora trabajada.

Un apunte importante, es siempre tener mucho cuidado con las unidades con las que se trabaja. La productividad no siempre es directamente
observable. Por ejemplo, en el caso de un trabajador del departamento de atención al cliente, ¿cómo mides la productividad? Existen medidas para
intentar aproximarse, pero no son directamente observables. ¿Quién es más productivo, un trabajador que atiende a 3 clientes de manera
excepcional o uno que atiende a 20 clientes de manera pésima? Y, consecuentemente ¿cómo medimos esa buena atención? Una de las medidas es
elaborar encuestas de satisfacción en el trato. Ahora bien, recuerda que a la hora de calcular la productividad no todo siempre es exacto y medible.

¿Por qué es tan importante la productividad?

El aumento de productividad es tan importante porque permite mejorar la calidad de vida de una sociedad, repercutiendo en los sueldos y la
rentabilidad de los proyectos, lo que a su vez permite aumentar la inversión y el empleo.

Para una empresa, una industria o un país, la productividad es un factor determinante en el crecimiento económico. Cuando se estima la tendencia
de crecimiento a largo plazo de un país se descompone en dos componentes principales: los cambios en el empleo (que dependen a su vez del
crecimiento de la población y de la tasa de empleo) y la productividad (que depende sobretodo del gasto en bienes de capital y de los factores
productivos que veremos más abajo).

Un análisis de lo más productivo supone:

Ahorro de costes: Es posible al permitir deshacerse de aquello que es innecesario para la consecución de los objetivos.
Ahorro de tiempo: Debido a que permite realizar un mayor número de tareas en menor tiempo y dedicar ese tiempo «ahorrado» a seguir
creciendo a través de otras tareas.

Un buen análisis permite establecer la mejor combinación de maquinaria, trabajadores y otros recursos para conseguir maximizar la producción
total de bienes y servicios.

Tipos de productividad

Según los factores que tengamos en cuenta, se puede clasificar en los siguientes tipos:

 Productividad laboral: Se relaciona la producción obtenida y la cantidad de trabajo empleada.


 Productividad total de los factores: Se relaciona la producción obtenida con la suma de todos los factores que intervienen en la
producción. Estos factores son la tierra el capital y el trabajo.
 Productividad marginal: Es la producción adicional que se consigue con la una unidad adicional de un factor de producción, manteniendo
el resto constantes. Aquí entra en escena la ley de rendimientos decrecientes, que afirma que en cualquier proceso productivo, añadir
más unidades de un factor productivo, manteniendo el resto constantes, dará progresivamente menores incrementos en la producción
por unidad.

Factores que afectan a la productividad

Una de las formas más comunes de aumentar la productividad es invertir en bienes de capital (maquinaria o informática por ejemplo) para hacer el
trabajo más eficiente, manteniendo o incluso reduciendo el empleo.

Estos son los principales factores que afectan a la productividad de una empresa:

 Calidad y disposición de recursos naturales; tierra (T): Si una empresa o país tiene o se encuentra cerca de recursos naturales será más
productiva. Tanto por el valor de esos recursos, por no tener que comprarlos ni transportarlos desde lejos. Este factor de producción se
engloba como factor tierra (T).
 El capital invertido en la industria (K): La cantidad de capital es un factor directo de la productividad.
 La cantidad y calidad de los recursos humanos; labor o trabajo (L): El número de empleados de la industria, su nivel de educación y
experiencia.
 El nivel tecnológico (A): Cuanto mayor sea el conocimiento y nivel tecnológico mayor será la productividad. Tecnología no solo son
productos mecánicos, sino procesos productivos.
 La configuración de la industria: El tipo de industria afectará enormemente a la productividad de una empresa. No es lo mismo la
producción de trigo que de naves espaciales. La estructura de una industria viene determinada por intensidad de la competencia,
competidores potenciales, barreras de entrada, productos sustitutivos y poder de negociación. Esta estructura se puede analizar
mediante las cinco fuerzas de Porter.
 Entorno macroeconómico: La coyuntura económica influirá tanto en la demanda de productos y servicios como en la necesidad de
innovación y mejorar la eficiencia. Son las fuerzas externas que van a tener un impacto indirecto sobre la organización.
 Entorno microeconómico: El microentorno tiene un impacto directo en su capacidad de servir su producto o servicio al cliente final, como
por ejemplo la regulación de la industria.

Ejemplo de productividad

Si una empresa puede fabricar 30 pares de zapatos en una hora (productividad = 30 zapatos/hora) y otra empresa fabrica 40 pares en una hora (40
zapatos/hora), diremos que la productividad es mayor en la segunda empresa, ya que la cantidad de bienes producidos en un mismo periodo de
tiempo es mayor.

Que la segunda empresa sea más productiva que la primera, dependerá de factores como los siguientes:

 Formación y experiencia de los trabajadores


 Organización empresarial
 Tecnología que se utiliza en el proceso productivo.

No será lo mismo un aprendiz de zapatero, que una persona que lleva muchos años realizando la misma actividad. Igual que tampoco producirá la
misma cantidad una empresa que utiliza las mejores innovaciones tecnológicas, que otra que tenga un sistema de producción mucho más
rudimentario.
SIGNIFICADOS

Qué es Productividad:

La productividad es un concepto afín a la Economía que se refiere a la relación entre la cantidad de productos obtenida mediante un sistema
productivo y los recursos empleados en su producción. En este sentido, la productividad es un indicador de la eficiencia productiva.

Asimismo, la productividad también puede medirse en función del tiempo, esto quiere decir que mientras menos tiempo se emplee en obtener un
producto determinado, podemos considerar que el sistema es más productivo.

La productividad, en este sentido, determina la capacidad de un sistema productivo para elaborar los productos requeridos y el grado en que los
recursos empleados en el proceso productivo son aprovechados.

Mayor productividad, utilizando los mismos recursos, resulta en mayor rentabilidad para la empresa. De allí que el concepto de productividad sea
aplicable a una empresa industrial o de servicios, a un comercio particular, a un ramo de la industria o, incluso, a toda la economía de una nación.

Productividad laboral

La productividad laboral es un indicador de eficiencia que se obtiene de la relación entre el producto obtenido y la cantidad insumos laborales
invertidos en su producción. Más concretamente, la productividad laboral puede medirse en función de las horas de trabajo necesarias para la
obtención de un producto determinado.

En este sentido, el objetivo de toda empresa es un alto nivel de productividad, es decir, un alto aprovechamiento de los recursos en el proceso de
producción que redunde en una mayor producción, y, en consecuencia, una mayor rentabilidad.

FINANZZAS

¿Qué es la Productividad?

Con la reforma laboral de Rajoy nos proponemos revisar algunos temas que hemos tocado y que si bien no es la principal causa de la reforma
laboral si se relaciona con la empresa y el mercado laboral. La productividad es conocida como la cantidad en la producción de un producto o
servicio por insumo utilizado por unidad de tiempo. Es decir, la relación entre la producción obtenida y los recursos utilizados para obtenerla,
durante un tiempo determinado. Por ejemplo, si hablamos de la productividad del empleo en un país, podemos establecerla utilizando el cociente
entre el PIB y el total de horas trabajadas.

A raíz del beneficio que trae ser productivo, todas las empresas buscan la mejor combinación de sus recursos para lograr igual o más cantidad de
productos o servicios en el menor tiempo posible.

Con el avance exponencial de la tecnología, la productividad ha ido aumentando año tras año, algunos dicen que en desmedro de la cantidad de
puestos de trabajo. Esto ha generado, desde la aparición de las máquinas, un miedo al “progreso” y a los nuevos instrumentos que facilitan
nuestras tareas diarias. Pero es algo apurado pensar que la productividad sólo se basa en cambiar una máquina por personas, sino que es afectada
por muchos otros factores como:

 progreso tecnológico;
 disponibilidad de los recursos naturales;
 la educación, para el aporte humano;
 el capital fijo total, que debe ser incrementado, para poder incorporar nuevas tecnologías;
 los entornos macro y microeconómicos.

Si una empresa mejora su productividad, automáticamente eleva su calidad estructural: con posibilidad de aumentar salarios, mayor rentabilidad
del capital, incentivo para inversionistas, búsqueda de nuevos mercados y lo más importante, generación de empleo. Es lógico que con una mayor
producción utilizando los mismos recursos se genere una mayor utilidad para la empresa.

Por eso, creemos y afirmamos que la productividad está intrínsecamente relacionada con la mejora de la calidad, perfeccionando los estándares de
la empresa, cometiendo fallas nulas en la producción. Si se mejoran los estándares, se genera un ahorro de recursos “gastados innecesariamente”.

Algunos expertos utilizan también en sus explicaciones el término de productividad global se trata de un concepto utilizado en las grandes
empresas y organizaciones que permite favorecer a mejorar la productividad a través del estudio y de la discusión de los factores que son
fundamentales y propios de la productividad y aspectos que interactúan.
Puede llevárselo a lo que es el Convenio Colectivo de una empresa y que definen el término productividad total y que comprende:

 Estudio de los ciclos y cargas de trabajo, así como su distribución.


 Conjugación productividad- calidad.
 Alternativas de los apoyos de la producción a fin de mejorar la eficiencia.
 Estudio de la falta de eficiencia tanto proveniente de los paros técnicos como de los rechazos.
 Estudio de los materiales y obra en curso.
 Asesoramiento y participación.

Factores que influyen en la Productividad:

 Calidad
 Productividad: Salida/ Entradas. Relación de eficiencia del sistema, de la mano de obra o materiales.
 Entradas: Mano de Obra, Materia prima, Maquinaria, Energía, Capital, Capacidad técnica.
 Salidas: Productos o servicios.
 Misma entrada, salida más grande
 Entrada más pequeña misma salida
 Incrementar salida disminuir entrada
 Incrementar salida en mayor proporción que la entrada
 Disminuir la salida en forma menor que la entrada

Para Mejorar la Productividad:

 Tecnología
 Organización
 Recursos humanos
 Relaciones laborales
 Condiciones de trabajo
 Calidad
 Otros

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