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Anatomia y fisiologia 39 ROBERT M. QUINLAN ANATOMIA. Embriologia y anomalias poco frecuentes El bao se origina en brotes mesenquimato- 08 que aparecen a Ia izquierda del mesogastrio alrededor de la sexta scmana de Ia gestacién. Esta aparicion coincide con el comienzo de la rotacién gistrica, En el curso normal del desa- rollo, las multiples pequeias masas del bazo primitivo se fusionan para formar un solo Srga- rho, En ese momento (quinta a octava semana de la gestacién) el bazo primitive se encuentra ccerca dl origen de Ins génadas y esté separado de ellas s6l0 por una capa de épitelio. La mi- ‘gracién dorsal lleva al bazo a contactar con la pared corporal y Ia fusiGn del mesogastrio con la pared epitelial del cuerpo determina la for- macién de los ligamentos gastroesplénico, ¢s- plenocélico y esplenorrenal. La importancia ‘que para el cirujano tiene Ia embriologia esplé- niea se relaciona, en forma particular, con cin- co entidades: los sindromes de asplenia y po- liesplenia, Jos bazos accesorios, los bazos flo- antes 0 méviles y la fusi6n esplenogonadal Las dos primeras entidades mencionadas. as plenia y poliesplenia, se asocian con inversi6n ‘visceral parcial o con el situs inversus parcial. La asplenia y la polieeplenia con anomaliac ra. ras del desarrollo, que Se producen antes de las seis semanas de gestacion y que dependen de la falla de los rudimentos esplénicos para confor- ‘mar el Grgano (asplenia) o para reunirse entre sf (poliesplenia). Estos sindromes no producen sintomas por sf mismos y slo tienen importan- ‘cia clinica por su asociacién con malformacio- nes cardiacas y pulmonares 0 gastrointestina- es, que si pueden requerir tratamiento. La po- liesplenia debe ser diferenciada del sindrome de bazo accesorio. La poliesplenia se caracteri- za por la presencia de un bazo multilobulade o (por un Litew provisto de dom at nucye jrates i ferentes y de similar tamaiio, mientras que los bhazos accesorio son uno o ms nédulos esplé nicos separados de un bazo de tamatio normal. ‘Se piensa que el bazo flotante o mévil, 0 pel- viano ect6pico, proviene de una falla en la for- ‘macién de los fos ligamentos por la falta de fa- sién del mesogastrio con el epitelio de cobertu- ra de la pared corporal. En ausencia de esos li- gamentos suspensorios, el bazo queda libre y se desplaza hacia cualquier parte de la cavidad peritoneal. Se han realizado diversas especula- Ciones respecto a que la laxitud muscular puede conducir al bazo mévil de tipo adquitide, Esce cconcepto se basa en el hecho de que el vélvulo esplénico, que puede aparecer en el bazo mé: vil se produce especialmente en mujeres mult paras que han tenido un embarazo reciente 0 esti embarazadas. Los bazos flotantes tam- bbign pueden ser confundidos, en cl examen fi- sico, con tumores ginecolégicos, masas renales Yy tumores de intestino, Las masas asintométi- cas suelen ser Jas formas clinieas de presenta- in més comunes del bazo flotante. Sin em- ‘argo, se han publicado casos con dolor abdo- ‘inal, en general relacionado con los cambios posturales. El diagndstico de bazo mévil 0 ec- {6pico puede ser confirmado con un centello- rama hepatoesplénico 0 eon la ecogratia. ‘Aunque la esplenopexia era una técnica reco” ‘mendada en otras épocas, en Ia actualidad 1a esplenectomiia es el inico tratamiento recomen- dable para esta rara anomalia..”” La fusion esplenogonadai parece ser debida 4 Ia estrecha eercanfa que existe, en el meso- {astrio, entre el bazo en desarrollo y el tejido ‘Bonadal del mesoncftos. Las adherencias enor- males que se pueden producir entre esos dos 620 BAZO elementos rudimentarios explican el desplaza- mento caudal del bazo acompafiando a ls g6- nadas. Esta condicién ocurte casi exclusiva. mente en el hombre y ala izquierda. Puede sor de tipo continuo, en el que existe una banda 0 tna cuerda de tejido esplénico que conecta el bazo normal con un resto esplénico vinculado a Ja génada izquierda, o puede ser de tipo discon- tinuo, en el que el teido esplénica asociado ‘con Is génada carece de conexién con el azo nativo. Debe sospecharse la fusion esplenogo- rnadal en el diagndstico de toda masa escrotal, ero en especial en las ubicadas en el lado iz: {quierdo. Casi Ia mitad de los casos publicados se han asociado con hemia o con falta de des- enso de los testiculos. El tejdo esplénico se ‘edematiza y ducle durante las infeccionessisté- ‘micas. En el tipo continuo, se ha encontrado un cordén abdominal capaz de producir obstruc- ‘ciones mecanicas del intestino. Si se lo encuen- tra en forma incidental durante la reparacion de una hernia o de sina orquidopexia se aconscja a) ig. 3941, Pesci de los bazoesccsorioeenoontados en [operaciones con sus porcetaesrespeciva. En el 85% ‘elo casos ol Garo ascevoro ext nic, es dei ve enc treba cn un sola ecalizacién. Ocho canes mostaten dole locatzacidn cistibuidas dela sgulens format en vat ‘cents se encontraban ene lo epleicey el epipion, fn dos pacientes, cal lo y el podaloexpénico, Ye fos pacientes, en lhl yen el fgsmentoexplenoedic, (Temade de Curtis GM. and Moviur Ds Ann. Sure., 128376, 1846). su reseccién. También se recomienda igual cconducta cuando este tejido heterotépico pari- cpa en los fracasos de Ia esplenectomia para el ‘tratamiento de las pdrpuras trombocitopéaicas idiopiticas o cuando parece estar invadide por procesos malignos (p. ej, leucemia. Bazns accesorios De acuerdo con los hallazgos operatorios y aut6psicos, los bazos accesorios aparecen en cerca del 10% de la poblacién general. En la mayor parte de las veces, los bazos accesorios no tienen significacin clinica. Existen algunas videncias que prucban que la incidencia puede ser mayor en los j6venes y que decrece con la edad, quizés como resultado de su atrofiainvo- lutiva. Los bazos accesorios han sido publica- dos simulando masas suprarrenales o neoplasias de Ja curvatura mayor del estémago. También se han publicado algunos casos en los que este ondicién fue Ta deterniuante de sitaaciones ‘quirirgicas agudas, como resultado de su tor- sin o de su ruptura esponténea. La mayor parte de los autores ban encontrado un aumento de Ia incidencia de bazos accesorios en los pacientes con afecciones hematol6gicas, por lo que du- rane Is dima década se ha puesto el fasis clinigo en este grupo especial! Aunque Crosby (1972) afirms que la mayorta de los taz0s acce. sorios no tenfan capacidad para desarrollaracti- vvidad patolégica, existen muchos casos bien documentados de recurrencia de afecciones he- ‘matol6gicas producidas por la presencia de ba- 20s accesorios dejados in situ en ocasion de la esplenectomfa primaria. El diagnéstico de bazo accesorio remanente Iuego de una esplenecto- mia se basa en la ausencia de los corpisculos de Howell-Jolly y en la demostracién de un ba- zo accesorio mediante un centellograma. Du- rante la esplenectoméa inicial realizada en pa- Cientes con afecciones hematoldgicas es nece- Sario efectuar una cuidadosa busqueda y extir- ‘Pacién de todos los bazos accesorios. ‘Los bazos accesorios se han encontrado, por orden de frecuencia, en las siguientes localiza ciones: 1) zona esplénica, 54%; 2) pediculo es- plénico, 254; 3) epiplén mayor cercano a la curvatura mayor del estémago, 12%; 4) zona retroperitoneal alrededor de la cola del pan creas, 6%; 5) ligamentos esplenocdlicos, 2%: 6) mesenterio del intestino delgado y grueso, 5% y 7) en los anexos izquierdos de la mujer ¥ ene testiculo izquierdo del hombre (lig. 39-1), Los bazos aecesorios pueden ser tinicos 0 rites; se han encontrado basta 10 en un so- Jo paciente, Si son maltiples, el 85% aparecen ‘en solo una localizacin y el 15% en dos ubica- cciones diferentes en el mismo paciente. Nunca Meee es ea eee eet etc este et eae) se ha publicado algiin caso en el que se hayan ‘encontrado bazos accesorios en mis de dos lo- jzaciones en un mismo paciente. Esplenosis La esplenosis ¢s una entidad clinica diferen- te del bazo movil, el bazo accesorio o la polies- plenia. Se define como el autotrasplante de tej do esplénico luego de la ruptura traumética del bazo. Raras veces no se realiza la esplenecto- iia luego de la ruptura esplénica y el paciente sobrevive sin cirugia. La esplenosis depende de Ja presencia de un ndimero variable de implan- tes esplénicos, que va desde 40 hasta 400. Por lo generat se ls ha encontrado en localizacion intraabdominal aunque, en algunos casos, han aparecido en antiguas heridas de la pared abdo- ‘minal o del t6ray secundarias a traumatismos Giatrapmaticos de origen abdominal" La ver-

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