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re ey PSY N13] Roe Oa tS LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA Neel sane * © Bergio'Grez * Foro por la Asamblea Constituyente © Sergio Gree © Foro por le Asamblez Constituyente AsamBLea CONSTITUYENTE: LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA PARA CHILE ASAMBLEA CONSTITUYENTE: 14 aLERNAcIVA DEMOCRATICA PARA CHILE Sergio Grez y Foro por a Asamblea Constituyente Editorial América en Movimiento, 2016 Colecciém:Pokitica en Movimion RMN" 25628 ISBN 978-956-9645-05-7 1a imagen de la portada es un fragmento del mural "La Chase Obrera’, Aesarrellato bejo la dizeccion del muralista peruano Olfer Leoaardo, le comanicadora audiovisual Patricia Lucho (Peri), el maviisia y disehador Patricio Aibornoz (Chie), & muratista y graftero Sebastién Gonsdler (Chile) y el disefador Fabién Cuevas (México). Poblacion Sen Miguel, plazoleta ‘Luis Emilio Rocabarren",pasaje sei, Suutago de Chile. Sergio Grez i . Foro por la Asamblea Constituyente ‘Conreecion de est: Patsiela Ayala Apablaza Diseno de infografia, diagramacion de imterores y Portids Kim Lopes Pizarro Impreso en Geiiea LOM. Miguel de Atero 2888, Quinca Normal Primera edicion, septiembre aos America len Segunda ediciin, corregida y aumantads, agosto 2016 lovimiento Santiago, Chile CONTENIDOS PRESENTACION - »... INTRODUCCION PRIMERA PARTE: LA AUSENCIA DE UN PODER CONSTITUYENTE DEMOCRATICO EN LA HISTORIA DE CHILE POR SERGIO GREZ TOSo Captulo x Poder consttuyenteoligdrquico en el sigto xx chitone Copa lu: La gestation de In Consttuci6n democritico-tberal de 1925 Capttulo mx: Nuevantenteel poder constituyente de tas armas: la Constitucién dictatorial yneoliveralde 1980 ‘SEGUNDA PARTE: UNA DEMOCRACIA TUTELADA, RESTRINGIDA Y DE BAJA INTENSIDAD POR FORO POR LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE Capitulo 1: Legitimacin de ta Constitucis pinockerista or la Concertasién Capitulo v: La Constitucidn y el antidemacritico sistema politico chilena TERCERA PARTE: HACIA UNA VERDADERA DEMOCRACIA. EL one LA ASAMBLEA CONSTITI - POR FORO POR LAASAMBLEA CONSTITUYENTE CCepitula vx Una comicién bicameral para claberar ma nueva ‘Consttucion es un procedimiento artidemocratico Capitulo vs: Una Asambtea Consttayente demoerdticn partcipotiva 'UARTA PARTE: ADDENDA POR FORO POR LAASAMBLEA CONSTITUYENTE Capitulo vmx: A no engavarse: Bacheletdescarté ia Asanbiea Constituyente as POR LAASAMBLEA CONSTITUYENTE Consideraciones sobre la fuerza y el prococacanstitayetae REFERENCIAS PRESENTACION DE LA SEGUNDA EDICION LA PRIMERA EDICION DE_ ASAMaLEA CoNsTITUYENTE: LA altemativa democratica para Chile, vio la haz a fines de sep- tiembre de 2015, concitando un vivo interés en los sectores de hh ciudadania que simpatizan con la idea del cambio consti- fucional mediante la tinica via plenamente democratica para ju realizecién, la Asamblea Constituyente. Desde entonces, ‘ste libro ha sido objeto de cuatro presentaciones ad-hoc: en Valparaiso, en Rancagua y dos veces en Santiago, ademés de uns profisa difasion en charlas, debates y foros en sindica- 0s, juntas de vecines, centros culturales, hospitales, colegios Y universidades en numerosos puntos del pais. A pesar de ‘ju insuficiente colocacién en librerias —por la carencia de Thedios y el cardcter mas bien ‘artesanal” que revisten las Iniciativas contestatarias en sociedades como la chilena— en _pocos meses se agotaron los ejemplares del primer tiraje, Las ‘iecesidades de la coyuntura politica ~el debate constitucional '¥ constituyente en curso~ hicieron necesaria une segunda edi- Gi6n, depurada de algunos errores y aumentada con el anilisis ‘lizado por el Foro por Ia Asamblea Constituyente sobre el {nerario constituyente anunciado el 13 de octubre de 2015 por Presidenta de la Repablica. Esta segunda edicién nace, pues, en medio del “proceso mstituyente” oficial, cuando atin no'se retira la escenogratia de los " abildos” no vinculantes promovidos por el gobierno para dar una apariencia de participacién ciudadana y géne- sis democratica de una nueva Constitucién. Bien sabemos, si analizamos con sentide critico los componentes de ho pro- ceso, en sti concatenacién dialéctica, que la via eseogida por el Ejecutivo y su coalici6n de partidos implica, en la prdctica, entregar la lave del cerrojo constitucional a la casta politica parlamentaria, en particular a la derecha clasica, puesto que los quorom supramayoritarios del disefio bacheletista hacen que el mentado “proceso constituyente" no tenga més salida que una negociacién cuptlar entre las coaliciones del dyopo- lio para reformat por enésima vez el artefacto constitucional de la dictadura sin alterar su esencia". La bajisima participa cién ciudadana en los “encuentros locales autoconvocados", 100.009 personas a las que se suman otras 82.993 que res- pondieron individualmente un cuestionario por internet de unt universe total cercano a los 15.009.000 de personas"*, es tuna suerte de "ev6niea de una muerte anunciada” del “pro- ceto constituyente” oficial, que debiera servir de campanada de alerta para todas aquellas personas de buena fe que creye- ron ver en las instancias de “patticipacién’ disefiadas desde el Palacio un espacio en el cual la demanda e la Asamblea Constituyente podria avanzar hasta imponerse a la casta politica, La realidad no se condice con dichas esperanzas. El Véase en ta Addewla de cst= volumen el andlisi: del Fore por la Asamblea Conseinyerte,“A no engaSarse: Rachslet descart ia Azan bles Constituyente’, Santiago, 1 de octubre de 201s “* Fuente: Comité de sisternaizacion, Resultedos de a etapa participa tiva Proceso Constituyente, Eneuentros Locales Autoconvocedos Corsulta Individual, santiago, 11 de fulto de 20:6, Texto integeo en in ‘orvet:https://.colomE¢L]wRUW. La cifa de alsedadee de1s.000.000 de personas habilitadas para particinar en los cabilos oficiales se dlescompore de la siguiente manera: padron electoral (datos de 2033) 13.513.148 cuudadanos, 3.029.000 jovenes entre 14 y 18 aos; cerca de svow00 extranjeres residentes en Cle mayores de 4 aes, Recorde- mas que en los “eabildos locales" 0 "autocamwneados” petrocinados porel gobierno podian participar ademés de los electores, los javenes lente 14 y 28 alos de edad, los extranjenos residents en el pais tayo: res de a4 alos y Jos chilenbs resigentes cn el exiranjero a paris de ls rmicina edad (vation centenaces de miles) camino hacia la refundacién democritica del sistema politico Be en oat gadlo y arduo que el de la "participacién’ no vineulante y la formallacién de vagos principios constitucionales a través de un formato aparentemente amable, pero inoewe e impotente pira veacer los formiables obsticulos que los sostenedores lel modelo econdmico y de su sistema politico oponen a las aspiraciones democraticas y de justicia social de la mayoria Gindadana, Esperamos que esta segunda edicién de nuestro libro sea una contribucién al rearme politico que requiere una lucha de este tipo. SANTIAGO, AGOSTO 2016 INTRODUCCION LA LUCHA PARA ELABORAR POR PRIMERA VEZ IN CHILE Constitucién verdaderamente democrética mediante una tblea Constituyente libre, soberana, democratica y re~ cntativa, ha ido cobrando fuerza desde 2011. Numerosas las, organizaciones sociales y politicas han manifestado -adhesion a esta idea y han realizado miltiples acciones dientes a visibilizaria a escala nacional. No obstante Ios in- bles avances, el camino hacia un proceso constituyente de s caracteristicas esté atin plagado de dificultades y peligros jvados de la tenaz oposicién de los grupos y sectores so- les que sienten amenazada su hegemonta y privilegios cada que surgen con fuerza iniciativas democratizadoras. La vie cia la Asamblea Constituyente requlere, pues, una conside- Je acumulacién de fuerzas sociales y politicas. Uno de los factores necesarios para que ello sea posible ‘el conocimients formulado bajo la modalidad de analisis y ypuestas politicas precisas, de sdlido contenido, que permi- relutar los argumentos de quienes se oponen cox distintos aberfugios y solismas al ejercicio eftctivo de la democracia preciso que los paztidarios de lz Asamblea Constituyente eleven por encima de las consignas —imprescindibles, pero tfcientes por si solas— pare dotarse de los elementos 1e6- 108 y politicos indispensables que den sustentabilidad a su puesta, Se requieren intelectusles orginicos, individuales y lectivos, al servicio de esta gran terea, El Foro por la Asamblea Constituyente se orgatizé en el Segundo semestre de 2013 para reflexionar y producir insamos te0ricos en torno a la necesidad de una nueva Constitucion Politica para Chile, Se trata de un colectivo de ciudadanos sin conexién ni dependencia con. partidos politicos, instituciones gremlales, académicas, empresaticles, estatales, religiosas 0 internacionales de cualquier tipo. Desde su findacién han Patticipado en este pequeito nficlea profesores universitarios ¥ de liceo, artistas, historiadotes, economistas, socidlogos, abogedos, estudiantes, cultivando un estilo de trabajo basado en la discusion amptia, intensa y participativa. Durante poco més de un afio, este grupo se abocd a producit y difndir do- Cumentos breves, relativamente simples, que pueden ser leidos ¥ discutidos por amplios sectores de la ciudadanta, ademis de organizaciones y colectivos que se han formado para promover {a Asamblea Constituyente. También otganiz6 vatios foros debates destinados a coutrastar sus anilisis y propuestas con las de otras organizaciones, partidarias o detractoras de esta via, Recientemente, desde 2015 el Foro por la Asamblea Cons. titayente ha enriquecido su accion, yolcindose decididamente a organizar y apoyar escuelas constituyentes en distintas cit dades, a fin de preparar monitores y monitoras capaces de cxplicar a la ciudadania el vinculo existente eatre los males ue la aquejan con el tema constitucionel y la Asamblea Cons- tituyente como ‘nico mecanismo auténticamente democratico de cesolver esta cuestion. Los textos que presentamos en este libro se inscriben en esta perspectiva, La primera parte, referida a la historia de los procesos constituyentes en Chile es de autoria exclusiva de Sergio Grez. La segunda parte, del mismo modo que la tercera y el erilogo, son obra colectiva de los siguientes inte- grantes del Foro por la Asamblea Constituyente: Patricia Ayala Apablaza, profesora de Castellano; Patricio Guzmén S., eco- nomista: Carlos Pérea Soto, profesor de Estado en Fisica; Ana Harcha, dramaturga y académica; ademas de Sergio Grez Toso, historlador y académico. También participaron en la elabora. cin de los capitulos 1v y v Oriele Areyuna, abogada: Joaquin Hernindez, licenciado en Historia y Felipe Portales, socidlogo. Publicamos este libro con la esperanza de que sea un aporte para la discusin y formaci6n de una ciudadanta critica Informada y reflexiva, condicién indispensable para constituir. se en el titular efectivo de la soberania, ‘gio Grez Toso" Compitapor SANTIAGO, SEPTIEMBRE 2015 reo: foroperlaasambleaconstinuyente@gmail.com Twitter: @foroporlaAC Facebook: ittps://wivv.facebook co mfconvergenciaconsituyente Paani et Ste PODER CONSTITUYENTE DEMOCRATICO EN LA HISTORIA DE CHILE Pama |. PODER CONSTITUYENTE OLIGARQUICO EN EL SIGLO XIX CHILENO Diricuamenre popata tA Cinncta Poritica CoNSIDERAR mnocritico un pais en el gue nunca se hubiese realizado un ate nacional acerca de las normas esenciales que deben jr su vida en comunidad. Un Estado cuyas eartas consti- jonales mis importantes siempre hubiesen sido el fruto de is discusiones, conciliébulos, consensos 0 imposiciones por la 1rza de pequetios grupos. Una sociedad cvyas constituciones is duraderas fueran el resultado de la presién ejercida por fuerza militar, Mal podria definirse dicha sociedad poli- como democratica y sus habitantes como ciudadanos de cho pleno, Alo sumo se dieia que se trata de un pais semi- jocratico con uns ciudadania restringida, Chile es un pafs de ese tipo: ninguno de sus textos consti- onales ha sido producido democréticamente, Aunque la oriografia chilena ha sido generalmente esquiva a abordar 1a cuestion (las evidencias histéricas contradicen los supuestos Ja mitoiogia “patridtica democratica” en los que se ha basado consenso politico nacional, una breve revision de la gestacion Jas cartas constitucionales en el Chile republicano basta para 1) Ese capitulo y los dos siguientes fueron publicados enteriorments bajo la siguiente sefercncia: Segio Gres Toso, "La ansencia de um po- der constituyeate democraticoen la historia de Chile’, Varios Autores, ‘Asamblen Constitiyente, Nueva Constitucion, Santiago, Editorial Ain ‘teemos eri los Sueios, 2009, pigs. 35-58, La actual versibn(actualiza- a y revisada)corresponde a su publicacin en Tareas w'39, Ciudad de Panama, Panama, septiembre-liciemre de 20:1, 949s. 67°94 patriota “los Larrain y los Catrera~derivaron en noviembre del mismo afto en un segundo golpe de Estado del general José Miguel Carrera, quien ordené la clausura del Congreso Nacio- nal a comienzos del mes siguiente.> E] Reglamento Constitucional de 1812, que establecié una “Junta Superior Gubernativa’ de tres miembros a la espera de la eleccion de representantes que elaborarian una Consti- lucién definitiva, fue preparado por una comisién nombrada por el gobierno y luego fue sometido « la ratificacion exclusiva le los vecinos (de alcurnia) de Santiago por medio de firmas tecaudadas mediante el sistema de “suscripeiones”, reser- vaclo exclusivamente para quienes recibian una invitacion a ‘manifestar su opinién.* Igualmente restringida @ una infima cuntidad de personas fue la preparacién, discusién y aproba- clon de! Reglamento Constitucional de 1814, que solo aleanz6 a ‘star vigente menos de siete meses,* La “Reconquista espaiiola” (1814-1817) puso fin a estos primeros ensayos constitucionales de la elite patriota, Pero su Iriunfo en Chacabuco y Maipti ademés de la instauracién de la ictaduca del general Bernardo O'Higgins en el inicio de la Na- mada “Patria Nueva", colocaron nuevamente a la orden del dia Ih cuestion de las normas esenciales que debian regir la vida litica del emergente Esiado republicano. Aunque O'Higgins 6 concentrar en su persona y circulo mas cercano la ple- Iitud de los poderes dictatoriales, muy pronto las tendencias ‘Wrondistas” de la aristocracia se hicieron sentir. E! historiador onservador Jaime Eyzaguirre cuenta que en 18:8: Tee la hipotesis de la ausencia de procesos constitayentes rricter democtitico, como podra apreciarse acontineacié, Jos PRIMEROS ENsAYOS constrrucionares fat entender el caracter que tuvieron los primeros ens, yos corstitucionales realizados durante los aiios la Independencia, es necesario tene en el primer cuarto del siglo x1x en Chile.* Uno de estes di Posttivos —vigente hasta comienzos de a década de 1870 fi a siudadanta censitaria, que excluy6 de la vida politica legal hombres tua mayoria de la poblacién, acordando solo a tos womb Pudientes los derechos politicos de elegin. ser el eis x ere cco acerca del destino de la nacién, , elibera mentoscontticionales esi paripd cau sas, ee Personajes “ilustrados”, El primer Congreso Nacional orden, "[...] la noticia del fusilamiento de los hermanos Juan José y Luis Carrera en Mendoza, en el que se atribuyo concomi- tancia a O'Higgins, precipit6 en Santiago la reunidn de un Cabildo abierto que exigié de O'Higgins la convocatoria de Foegatucional no alcanzé a cumpli su misién ya que las tive: lidades entre dos poderosas familias aristocraticas del bando de fas instituciones politicas y sociales de siversitaria, 1992, pig, 62 1 Taime Eyzaguiree, Histor Chile, Santiago, Editorial 4 Bit, pig. 64 Les textos de los Reglamentes Constitucionales de fn, 1812 y 1814 ‘est disponibles en Internet ea la pagina web de la Biblioteca del ‘Congreso Nacional: rtp //wwlben.el/sciviea/histeons 2 Un desaroio de estos tema en erg del publ aa hu poner. Coe yeoasn ear miente popular en Chile (1810-2890), Santiago, It Editores, car ror 89, Rt Eire, zo0n, 2 reso y la dictacién de un reglamento constitucional provisorio. O'Higgins rehus6 de inmediato todo lo que se Je pedia, pero un mes después nombré una comisién encar- gada de redactar una carta politica, que al fin fue sometida a la aprobacién popular por el sistema de ‘suscripciones™* El mismo historiador sostiene que la Constitucién proviso- ria de 1818 resultante de este procedimiento, “no vino sino a dar apariencia legal a la dictadura” ya que entregé el Poder Ejecu- tivo en manos de un Director Supremo, “cuya designacién se daba por verificada y al que no se le fjé término para su man- dato”, Ademés instituyé un Senado de cinco miembros y un Supremo Tribunal Judiciario, todas nombrados por el Director.” No obstante el origen no democrittico de sus cargos, muy pronto los senadores designados expresaron la arraigada tendencia de la aristocracia a gobernarse por si misma y re- sistieron a la omnipotencia de O'Higgins, La prueba de fuerza coneluy6 en 1822 con la clausura del Senado y la convocatoria aelecciones para una nueva asamblea. La Constitucién de 1822 finalmente fue aprobada por una Convenci6n Preparatoria en cuyo nombramiento intervino activamente O'Higgins por me- dio de las autoridades locales designadas por él mismo. De tal modo que el texto constitucional fue un instrumento adecuado a sus ambiciones: el Poder Ejecutivo quedé confiado a un Di- rector Supremo elegido por seis aftos y reelegible por cuatro més. El historiador Eyzaguirre —de escaso fervor democrati- co no pudo ser més lapidario respecto al origen espurio de esta nueva Constitucién, al sentenciar pertinentemente que: “La circunstancia de haberse generado en una asamblea gubernativa y al ser redactada por el impopular favorito Rodriguez Aldea, quitaron todo prestigio a la nueva Carta y aceleraron el derrumbe del regimen’ 6. Byeagulereop lt, pigs. 72 y 72 Ibid, pg 72 8 hid, 785.72 La caida de O'Higgins gener6 un nuevo escenario politico, mas abierto y dindmico, en el que era posible un debate mas amplio e inclusivo sobre las cuestiones constitucionales y el futuro del pais. Bajo el mando del general Ramén Freire en el cargo de Director Supremo, el Congreso de 1823 tuvo también lun cardcter constituyente. El reglamento electoral elaborado ese aito significé una ampliacién importante del cuerpo elec- toral por cuanto acordé el derecho a voto a todos los hombres mayores de 23 afios que supieran leer y escribir y que cumplie- ran alguno de los siguientes requisitos: tener una propiedad de més de $2,000, 0 un negocio de mas de $3.000, 0 un titulo profesional, o una pensién de Estado de mas de $300 anuales, 0 un empleo publico (aunque no tuviera sueldo), o haber sido tmiembro de un Cabildo, o ser un eclesiastico secular, o tener lun grado militar superior a alfére2, o ser maestro mayor de un Dficio, y/o tener un capital superior a $3,000 sumando todos sus bienes. De este modo, contrariando ai Senado que propiciaba derechos politicos (votar y ser elegidos) solo para los propieta- rios de bienes raices (la clase de los grandes terratenientes), el gobierno de Freire amplié ese derecho incluyendo en el decir lel historiador Gabriel Salazar— a quienes componfan la clase Inedia de la época: “letrados pobres, sacerdotes, oficiales de bajo rango, empleados piblicos, mineros y otros empresarios”. 0 el “bajo pueblo” (inquilinos, peones y otras categorias que ‘constituian la mayoria de la poblacién) siguio excluido del pais gal” Segin Salazar, esas fueron las “primeras elecciones li- hres realizadas en Chile desde 1811", no obstante, agrega mas, lelante, que el texto constitucional propuesto por encargo del ierno y redactado por el jurisconsulto Juan Egafia, ademas le confuso y engorroso, represent una clara opcién por un jstema politico centralista, europeizante, elitista y aristocra- ico (ya que la soberania popular electoral debia ser calificada run sindicato “ilustrado” compuesto por el Senado y la Ca- ira). Contando con el apoyo de los diputados santiaguinos, 9. Gabriel Salazar, Construccidn de Estado en Chile (1760-1860). Dem coracia de tos “pueblos”. Militarismo cludadano. Golpismo oligarguico, Santiago, Editorial Sudamericana, 2005, pags. 192 y 193. 40. Ibid, pag. 193, Cursivas en el original guienes abreviaron el plazo de discusiones, se aprobé con ocos debates el proyecto de Egafla, aunque esta Constitucién que reflejaba casi exclusivamente los intereses de Santiago y Ja regién central—nacié muerta por la fuerte oposici6n de las provincias de Coquimbo y Concepcién, del propio Freire y de Aiputados como Camilo Henriquez y Manuel de Salas, de reco- nocida filiaci6n liberal" La llamada “Constitucién de 1826” fue, en realidad, un con- junto de “leyes federales" propuestas por José Miguel Infante y sancionadas por el Congreso entre julio y octubre de ese afio, pero el proyecto constitucional nunca fue aprobado ya que el Congreso se disolvié pocos meses mas tarde a causa de la inestabilidad politica. Lo anterior no impidi la realizacion de un breve ensayo de federalismo que no prosperé debido, prin- cipalmente, a la ferrea oposicién de la aristocracia santiaguina La Constitucién de 1828 fue la mas avanzada de aquella época de ensayos constitucionales. Su sello fue liberal-demo- ctatico por los amplios derechos individuales que garantizaba, el igualmente amplio poder electoral de los ciudadanos y por. que para lograr Ja categoria de tal no se requeria contar con cierto patrimonio sino solo un minimo de edad: 21 afios los hombres casados y 25 aios los hombres solteros. Solo que- daron excluidos de los derechos politicos los. sirvientes domeésticos, los deudores al Fisco y los viciosos reconocidos, En teoria, hasta los analfabetos que no estuvieran en estas categorias gozarian del derecho a suftagio, algo poco comin para los cénones de la época, incluso en Europa." Desde su Optica conservadora, Jaime Eyzaguirre comentaria este avance democratizador diciendo que: “El derecho a suftagio era tan amplio que podia ejercerlo cualquiera que se inseribiese en las milicias, lo que iba a generar un poder electoral en su mayoria analfabeto, hid, pags. 209-201, Véase:_utp:/iwww.ben.cl/ecivica/histeons; ittp:/www.eduearchile, l/integracion /nuestrosmomentos/NuestrosMomentos Hitos as. iperiodo=417528uno=1826 13, Ibid. pags, 322-307, entregado al control de los audaces. El Bjecutivo radica~ ba en um Presidente y un Vicepresidente nombrados por votacién indirecta y cya gestion dependia casi por entero de la voluntad de un Congreso bicameral. Por afadidu: ra la gran autonomia de las provincias, que conservaban sus asambleas con derecho a generar los senadores, a formar ternas para el nombramiento de los Intendentes y supervigilar a las municipalidades, reducian atin mas las atribuciones presidenciales” * La génesis de esta Constitucién —al igual que la de 1823— fue semidemocratica ya que el Congreso Nacional que la liprobs habia sido elegido en base a un electorado masculino {jue incluia a las capas medias, mas precisamente, hasta el es- fato superior de los sectores populares representado por el stesanado, pero no al “bajo pueblo”. Ese fue el punto mas alto de democratizacién alcanzado en Chile en el perfodo que siguié a la Independencia, ya que luego Vino la virulenta reaccién aristocratica centralista contra los wroyectos liberales, dirimiéndose el conticto entre ambos ban- jos en la guerra civil de 1829-1830. PODERCONSTITUYENTE DE LAS BAYONETAS: CONSTITUCION “PORTALEANA” DE 1833 El triunfo conservador (estanquero:pelucén) en la bata- de Lireay en abril de 1830 puso término a la guerra civil inaugur6 una larga etapa conocida como el “régimen por- leano” o el “Estado en forma”,® cuya fase inicial fue la mas ira expresion del dominio sin contrapeso de la aristocracia, ypecialmente de Santiago y la region central. La célebre Constitucién portaleana de 1833, inspirada y lactada prineipalmente por el ultraconservador Mariano 1). Byeaguiere, op. ct pie. 77 4. Esta tima fGrmula fue acuiiada por el hstoridor conservador Al berto Edwards en La fonda avistcrdtica on Chile, Santiago, Imprenta Nacional, 1928 Egala, fue el fruto directo de la victoria militar estanquero-pe- lucona en la guerra civil de 1830. Aunque el articulo 133 de la Constitucién de 1828 establecia que esta no podia reformarse hhasia 1836, los vencedores de Lircay pasaron por encima de esta disposicién y, recurriendo a diferentes argucias, im- Pusieron su reforma. Poco después de instalado el regimen dirigido por el comerciante Diego Portales y el general José Joaquin Prieto, el Cabildo de Santiago (contrelado por e! bando vencedor} picié al gobierno que autorizara al proximo Congreso a emprender la reforma constitucional a través de una “Gran Convencién” convocada exclusivamiente con ese objeto. Aunque en principio este organismo estaria compuesto por dicciséis diputados elegicos por el Congreso Nacional (ya depurado de los liberales mas prominentes) y veinte ciudada nos “de reconocida probidad e ilustraciéa” nombradas por el mismo cuerpo legislativo (mediante el envio de “esquelas de invitacién"), en la practica fue una hechura completa del Con- sreso ya que a los dieciséis diputados del bando vencedor se sumaron catorce mas en ejercicio para Hlenar los cupos reser- vados a los hombres de “econocida probidad e ilustracién’ ‘A estas hibertades tomadas con las formas legales. se st- maba algo atin mas grave y decisivo: la instauracion de una verdadera dictadura atistocratica resuelta a barrer con cualquier ebstaculo que se le antepusiera, Muchos oposito- res fueron encarcelados w obligados a partir al destierro; el Bjército suftié una severa purga de oficiales sospechosos de simpatizar con los liberales; se generaiizo y fortalecié una ted de espionaje de la policia secreta y se establecié una férrea censura de prensa que impidié cualquier debate de foudo del texto constitucional que se preparaba, a no ser el intercambio dle ideas que podia darse entre los partidarios de! nuevo régimen Gabriel Salazar sintetiza de esia manera algunos de los aspec- tos del clima represivo al que estaba sometido el pais cuando se desarrollé el proceso constituyente portaleano: 16. Byanguirre, op cit, pgs. 97-100; Femando Campos Harrie. Historia Consitucional de Chie, Santiago, Editorial furidica de Chil, 1983, pags, 356-58 “LJ centenases de fancinarios pabicos no adictos al en é n fueron exonerados, se elim con ae Cee ened como la Casa de La Fe de La Serena, becas para estudiantes coughs oa Liceo de Chile [..J, se clausuré la Sociedad Mé an Chile (establecida por Blanco Encalada y eae la me un médica espafiol), mientras se cerraban 0 aplesban grandes multes a los peridicos de oposicién y rmievos cuerpos de ‘guardias civicas’ La afemada Consiitucion de 1833 no fue sino un texto i juni régimen con caracte- sstinado a dar legitimidad juridica a un régime jticasdictatoriates resultante de la vie salle a soe coastitucional fue un servador en 1830. El nuevo texto ; Ta inedita de la faccion dominate a pBaaiioea 6 sxcluyente el poder Mae aula, autrtarimo y elfen feo ss Tas60S incipales. La inmensa mayoria de la poblacién result ex- luide de la vida politica activa a través del sufragio ceusitario, representativos lerecho a elegir y ser elegidos para cargos hip reservads solo los hombres casedos mayors de 2 © solteros mayores de 25 afios, que sabiendo: ae jr fueran duenos de una propiedad inmueble o un capita ido "en una especie de giro oindastra"cuyo valor seria pata cada prvi aa dix afoe zor ana ley espe ue, en su defect, eerieran “una industria arte? oque go , ti usufructo, cuye li eee itres peoporton con propiedad imi ital, de que se hablaba en la disposicin anterior, Los lentes domésticos estaban expresamente excluidos ichos politicos." Die, plant Seer Couto Che ad orien fists anions dela Opn yy otomen ne tinea lenglenenare tence gop so oe ee ths lan pone unre Bi Peto cleats cama cetre os sofade, clos portaleana que recortaron poderes del Presidente de la Re- publica, aumentaron los del Parlamento e instauraron —en la lécada de 1870~ el suftagio universal masculino con el solo requisito de saber leer y escribir Un comentario del historiador conservador Fernando Campos Harriet, admirador de Portales y su regimen, noe ahorta més acotaciones sobre el sistema politico consagrado or esta Constitueién: ‘Elctimulo de atribuciones del Presidente de la Repiblica, reforzadas por la ley electoral, hicieron de este el gran elec, tor durante 60 afios. El Presidente tenia veto absolutce un Proyecto vetado no podia iniciar sus trémites coustitucio- nakes hasta el aio siguiente. Declarado el estado de sitio, se Suspendlia en ese punto el imperio dela Constitueién [.}." El sufragio limitado y controlado por el Ejecutivo, veto, auseucia de responsabilidad efectiva en el Jefe de Estado, fa- cultades extraordinarias, organizacion del Consejo de Estade Preponderancia de Ja Cémara de senadores con su comision conservadora, manifiestan claramente el espiritu aristocratico ¥ oligarquico de esta Constituci i6n”.* Durante czsi un siglo Chile no vivi6 otro: Proceso consti- tuyente,* solo reformas y Teinterpretaciones a la Constitucién {attentos del eéecito permanente y ios jornsleros y peoues gafanes ZafeelSotomayor Valéés, Histovis de Chile bao ol geblemo del senorad 2D Jeauin Prieto, Santiago, Imprenta y Litografia Esmeatéa, soe a+ ed, vol, pige. 270 y as 39. Compos Harrie, op. et, pe. 963 20. Campos Harrie, op. ci, pigs. 363 y 364, Enive los a te Consttucion de 18a) convienedesiacar alo Cesar fobet Encore Lritco del desarrollo econsmico-social de Chile Santiago, Editorial Ure Nerstars 195, pig. 23-35; Sergio Vlalobes R, Portales, ana fal ‘acin hotéren, Santiago, Editorial Universitaria. 98, pigs iorane % Hasa fs de 1856 les Uberatesintentaron crear opinion pibliea 2 favor de Ia convocaterisa una Asamblea Constituyente, Pay ei fundaron clubes politicos y periéicos en Santiago, Valparulso San Felipe. Talea, Concepcion, Los Angeles, La Serena. Caldera y Copin pe. Pero sus estuerzos fueron anlados por las medidas autres adopladas por el gobierao de Manuel Monit, que deerelé leu esito laa de diciembre, eres los ceatros opostores y enearceles das principales figuras del liberalimo, El Club de la Union de Sena Soy el periodico La Asimblea Constiuyente fueron los prin is crticos de dels arama ei Vis Machen, Isidoro Errazuri2, Angel Custodio Gallo y los hermanos Manuel An- > Clr Nate earl b eaaeel eri etek ellie pre Ioscinpet e yiuicla een bias Poles PG Cue Ley Cote aa, emir, Poste en une ae one te) ich a) ay \ le ENSAYOS CONSTITUCIONALES Ser contalit, am eit yale vanza en ampli BEES cuespo electoral an Egafa = | s we Disputes ers Fete DD ao vyelSnato & oC a = \ Conjunto de tyes Ze SP ee = ser sncanads BSP oW¥ o José Miguel Infante ns 9s as avanzada, S| 2 semis fil econozeciuaderia v hombres casats con 2] SLA SS afosy sles oan 25 =| Dictadra de ee oepotocas SB y José oaguln Preto Consus potaleana arsocatic, autora (lO ceritalsta Legtimacin Jiidica deta votre rilitar ESKE consevadara de 1680 Establee el Congreso i eee fenostrio dela volurkad BE cel rina de Chile Primer Congreso Wiacional Create Junta Super de Gobir Es raticaca por tos veins BEE cui de Santana José Miguel Carrera Bp Crea la figura de Drector [ojiy Sunrern y da aparencia BEY) 2022 ditadura Bemardo O'Higgins Sewo0 Teun TBMENEROS) —SUPEND eae ey GJ visser eciicars ||. LA GESTACION __DELACONSTITUCION DEMOCRATICO-LIBERAL DE 1925 Cuanno EN 1925 SE PLANTES LA DISCUSION EN TORNO A nueva Constitucién, el contexto politico y social era muy into al que habia existido al imponerse la carta de 1833. ®cuestion social” habia cambiado la relaci6n entre las clases Jales y alterado el debate politico nacional. El movimiento sro se encontraba en pleno desarrollo y las tendencias mas los de abajo”, un sector de la burguesia habia levantado programa reformista de marcado corte populista, logran- instalar a su lider, el liberal Arturo Alessandri Palma, en sidencia de la Repiblica a fines de 1920. Pero sus planes hhabian estancado debido a la crisis econémica y la cerrada icin de la oligarquia parlamentaria.” Sobre el proyecto popalistaalessandrista,véase, Julio Pinto y Veron a Valdivia, :Revolucién proletaria o queria chusma? Socialismoy Ales ‘aorismo en fa pugna por la poiizacion pampina(s912~1932),Santago, 2004; Sergio Gret Toso, "El escarpado camino hacia la 3: debates, conteadicciones y encrucijadas en el movi- mento abrero y popular (Chile: 1901-1924)", en Cuadernos de Historia, Santiago, diciembre de 200, pigs. 160-178 y “Autonoma o escudo protector? El movimiento obrero y popular y los mecanismos de con- Ciliacion arbitraje (Chile, 900-1924)", en Historia, vo. 35, Santiago, 2002, pigs. 138-149. El sistema parlamentario impuesto por los vencedores de la guerra civil de 1892 se encontraba profundamente despres- tigiado y la crisis de la economia salitrera, reiterativa desde 1918, tena sumido al pais en un clima de permanente agitacién, social y fuertes tensiones politicas. Por su parte, la oficialidad joven del Ejército, luego de constatar el fracaso del populismo Givil, desde septiembre de 1924 habia ocupado el escenario politico enarbolando programas de reforma social. La entrada activa en politica de los militares con dos irrupciones sucesi- vas ~septiembre de 1924 y enero de 1925— habia cambiado los Pariimetros del juego politico. La crisis era general. El pais se aprontaba a una refundacién politica en base a un nuevo tex- to constitucional. Entonces, por primera vez en la historia de Chile, otros actores, los sectores populares, especialmente el movimiento obrero organizado, intentaron hacer ofr su voz en €l debate constitucional. bre const L ‘om ec ‘LAACCION POPULAR Y IA LLAMADA “CONSTITUYENTE CHICA” EI movimiento obrero y popular llevaba varios aiios interesindose por este tipo de cuestiones. Las gigantescas movilizaciones impulsadas durante el bienio 1918-1919 por la Asamblea Obrera de Alimentacién Nacional habian puesto en el tapete de Ia discusién entre vastos sectores de la clase obre- tay de las capas medias, la necesidad de un nuevo orden social y politico, Poco después, en 1923, durante el gobierno de Artu- ro Alessandri Palma, un organismo denominado Asamblea Comité de Obreros, Estudiantes y Profesores, empez6 a pensar en reformas estructurales, pero la reflexién no avanz6 mucho, diluyéndose tal iniciativa sin trascender mayormente en esa ‘coyuntura. No obstante, por iniciativa del Partido Comunista y de la Federacién Obrera de Chile, pocos dias después del gol- pe de Estado de los militares jovenes que llamaron de vuelta a Alessandri al gobierno, el 25 de enero de 1925 numerosas organizaciones obreras junto a la Asociacion General de Pro- fesores, la Federacion de Estudiantes y la Unién de Empleados de Chile, decidieron crear un organismo denominado Comité ( P' ro Nacional que convocé a la realizacién de un Congreso tituyente de Asalariados e Intelectuales.* 10 que més distinguié esta iniciativa de los proyectos titucionales de la clase politica tradicional fue Ia exi- ia de una Constituyente de base gremial. Uno de sus notores, el dirigente comunista Salvador Barra Woll, lo {s6 en estos términos: wentud Militar nos ha ofrecido ahora una Constitu- yenle, No queremos dua que vended esa Conatuyente Hemos adherido nuestra cooperacién a ese propésito para encarnar més ese deseo en las masas. Pero cuando llegue el momento de llamar a la Constituyente se ver que las, bases no consultardn la representacién obrera sindical revolucionaria porque la burguesia le impedira su res: guardo de sus privilegios de clase [..] 4 Hay pues que no olvidar este detalle, tenerlo muy presen- te: Queremos una Constituyente; pero a base gremial. Si no se nos da una Constituyente en esa forma la bur- guesia habra traicionado una vez més al proletariado, de quien se ha servido para fines propios”™ De acuerdo con estos postulados, la convocatoria para la nion de la Asamblea Constituyente de Obreros e Intelectua- (conocida también como la *Constituyente chica” ya que sus ulsores la concebian como un “preludio de la futura Cons- yente fundamental” en la que estarian representados todos sectores de la nacién), fi 7 un proyecto de Constitucién Politica de Chile que contendria aspiraciones inmediatas del proletariado y de los intelectua- que simpatizaban con los “modernos principios de justicia como objetivo la presentacion “La formacién del Comité Obvero Nacional", justice, Santiago, 27 de enero de 103s Salvador Barra Woll, “Nuestros puntos de vista. La Consituyente y ss bases, Justicia Santiago, 29 de enero de 1925, ‘Asamblea Constituyente de Obreros e Intelectuales, Justicia, Sania 0, $de marzo de s02s, fesionales e intelectuales, 8% y estudiantes. 7%,” Rapidamente las fuerzas comprometidas en esta inicativa Se desplegaron por distintos puntos del territorio,nacie para difundir su propuesta. E] Comité Obrero Nacional (al Fe ig, McorPoraron dirigentes de distintas tendencias incluidos los anarquistas) mand6 a algunos de sus miembros en gira al sur del pais a explicar la convocatoria.* La Asamblea Constituyente de Obreros e Intelectuales inaugur6 sus sesiones en el Teatro Municipal de Santi domingo 8 de marzo de 1925, en medio de un cllae gd ceemetgion. Los mil doscientos cincuenta delegados prove- niames de distintas provincias eran el reflejo de las tendenciae politics que actuaban en el seno del movimiento popular y de ‘as clases medias asalariadas: comunistas, fochistas (niliteteg 26 2. 28, pees cet beac I 1, Santiago, + de fe- St froma ne ican ease, iulenes adujeron que dicho partido ya estaba. resentado a través de ila ceShaetaroeseameteec Seana see en nee tv po ce ges re es ng La Jornada Comunista, Valdivia, 13 de: febrero de 1925;"La Convencion ‘munista, Valdivia, 19 de febrero de 192s. i empleados, 20%; profesores, 20% pro- ile la Federacién Obrera de Chile, que por esos dias casi se con- {undian con los comunistas), demécratas, laboristas sin: partido, Anarquistas, radicales, feministas y distintas expresiones de! ‘lessandrismo populat”. Los debates entre estas corrientes fieron apasionados, a ratos muy duros. El obrero anarquista Alberto Baloffet logré hacer aprobar por amplia mayoria una ‘moci6n en la que se sostenia que los proletarios no debian pro- 40. ponerse la redaccién de una Constituci6n que reglamentara los. wcleres del Estado, sino limitarse a fijar principios generales le orientaran la acci6n de las autoridades hacia los produc- es. Un fuerte enfrentamiento se produjo entre el presidente la Federaci6n de Estudiantes, vicepresidente del Centro de ‘opaganda del Partido Radical, Enrique Rossel, y la mayoria le los delegados obreros claramente alineados con las posi- Jones del Partido Comunista.” Algo menos virulentos fueron s debates entre el sector comunista-fochista (alrededor de scientos delegados, aproximadamente el 25% del total) y los presentantes de profesores, intelectuales y empleados, entre Aiwienes se contaban personas de distintas filiaciones, especial- mente anarquistas, demécratas y radicales.”” Las dis nte chica”. Durante cuatro dias los delegados aprobaron stintas mociones entre las que se formulé una serie de de- ndas a los poderes piblicos y aprobaron varios “principios nstitucionales”, que debian servir de base para la discusién ional cuando se convocara a la “Constituyente grande” siones internas le restaron fuerza a la “Constitu- Rossel habia sido nombrado por la Junta de Gobierno militar como miembro oficial de la comisin de festejos en honor al presidente canidad Fleccidn de los delegados | ELECCION ‘1 delegado cada 50.000 rmcste apa oodes DEDELECADOS]M hastsnesqeresdanen riserintrcrasndias Wee ee gy tilecctensnire “9 322 DS GG) 1 a CONSTITUCIONAL | By me (Que apruebe o rechace el (De ser aprobado se da pasa a eee ieee Constituyente” ‘al nuevo marco. Nuestra propuesta de Asamblea Constituyente no contempla solo un plebscito, sino varios: uno de entrada (vinculante), varios durante el proceso (algunos vinculantes y otcas no vinculantes)y uno de término (yinculante), ADDENDA Por Foro por la Asamlea Constituyente Cuarta parte Vill. A NO ENGANARSE: BACHELET DESCARTO LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE FINALMENTE, DESPUES DE VARIAS POSTERGACIONES, TA Presidenta de la Repiiblica anuncié el inicio de un proceso destinado a dotar de una nueva Constitucién a Chile, argumen- tando correctamente que “la actual Constitucién tuvo su origen en dictadura, no responde a las necesidades de nuestra época ni favorece a la democracia. Ella fue impuesta por unos pocos sobre la mayoria, Por eso ~agreg6— nacié sin legitimidad y no hha podido ser aceptada como propia por la ciudadania 'No obstante estas primeras afirmaciones que estén en sintonia con el sentimiento mayoritario de la poblaci6n, el contenido preciso de su mensaje contradice su declarado propésito de dotar al pais de una Constitucién “nacida en democracia y que exprese la voluntad popular" BACHELET FIJA QUOROM IMPOSIBLES DE ALCANZARY [ENTREGA IA LLAVE DEL PROCESO A 10S PARLAMENTARIOS El camino y método propuestos por la Jefa de Estado, en lugar de permitir el pleno ejercicio de la soberania popular, constituyen un nuevo intento por evitar que esta se exprese, 666, Esta Addenda corvesponde an documento elaborado por el Foro por la Asamiblea Constituent, "A no engatarse: Bachelet descarto la ‘Asamblea Constituyente’, Sintiago, 18 de octubre de 2015. Se encuen- tua disponible en hitp|/www:lemondediplomatique-c/A-no-enganar- se-Bachelet-descarto bem entregando la conduccién y el rol decisivo a las mismas fuerzas sociales y politicas que durante un cuarto de siglo de postdictadura han administrado y se han beneficiado del mode~ lo neoliberal y del sistema de democracia restringida, tutelada y de baja intensidad, tal como demostraremos a continuacién. La fundamentacién teérica e histérica de su anuncio es errada. “Debemos basarnos —afirmé— en la solidez de nuestras tradiciones juridicas y, al mismo tiempo, dar cur- so a nuestra capacidad de avanzar hacia una sociedad mis abierta y moderna”. 2A cudles tradiciones jurfdicas se refiere ‘Michelle Bachelet? Si se trata de la manera de hacer consti- tuciones, cualquier analista objetivo y de buena fe concluira que esta deja mucho que desear puesto que ninguna de las constituciones chilenas ha sido elaborada de un modo ver- daderamente democratico. Todas las cartas fundamentales que han regido la vida politica nacional han sido producidas, aprobadas e impuestas en contextos de ciudadania restrin= ida, con ausencia de libertades politicas y, lo que es peor, frecuentemente, mediante la presién abierta de la fuerza mi- litar como ocurrié en los casos de las tres constituciones mas duraderas (1833, 1925 y 1980). No se trata de un error meramente historiografico o académico, politicamente anodino, sino de una base concep- tual profundamente viciada sobre la que se sostiene toda la arquitectura del itinerario constituyente disefiado por Bachelet. junto a su cfrculo de confianza y asesores. Porque si el proceso constituyente se basa “en la solidez de nuestras tradiciones juridicas", ello quiere decir que, en lo més esencial, este sera al igual que todos los anteriores— elitista, antidemocritico, no Participativo y con la ciudadania jugando un rol meramente decorative 0 de comparsa. Los principales pasos de este proceso definidos por la Jefa de Estado ratifican esta impresién. Entre fines de octubre de 201s y marzo de 2016 se iniciara una “etapa de educacién civica y constitucional", enseguida se realizara “un proceso ordenado de didlogos ciudadanos, donde todos puedan participat”, partiendo por las comunas, luego las provincias y regiones, para terminar con una sintesis a nivel nacional. El resultado de estos didlogos serdn las “Bases [BACHELET DESCARTO LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE CCiudadanas para la Nueva Constitucién”, que serdn entregadas ala Presidenta en octubre de 2016. Para que el proceso sea efec- tivamente participativo, libre, transparente, sin distorsiones ni presiones de ningimn tipo, la Primera Mandataria anuncié que nombrara un Consejo Ciudadano de Observadores compuesto por personas “de reconocido prestigio que acompatie el proce- soy dé garantias de transparencia y equidad”. Cabe subrayar que este Consejo tendra el mismo origen ‘que todas las comisiones asesoras gubernamentales a las que nos han acostumbrado los gobiernos de las diltimas décadas; a saber, Ia simple voluntad y criterio de la persona que ocupa el sillon presidencial y de sus asesores. La “dedocracia’, sin consulta ni participacién ciudadana, definird una vez mas los integrantes de este cuerpo, del mismo modo como lo fueron las comisiones constituyentes de 192s, de 1980 y otros tantos organismos de triste recuerdo, por ejemplo, el Consejo Ase- sor Presidencial para la Educacién designado por Bachelet durante su primer gobierno (el de “las manitas levantadas”), que transmut6 la Ley Ongénica Constitucional de la Educacién (Loce) del dictador en Ley General de la Educacién (ce), perpetuando hasta el dia de hoy el sistema de educacién de mercado basado en el lucro. También hay que destacar que la presidenta no preciso en qué consistiran los “didlogos ciudadanos”, quienes lo c vvocaran ni quienes seran convocados, tampoco quienes haran la sintesis de tales dilogos, aunque todo permite suponer que seran los “operadores politicos” de la Nueva Mayoria (0 del duopolio) los que tendrén el poder de decidir entre las ideas emanadas de tales coloquios, cuales serdn rescatadas y cuales desechadas. Serén estos mismos operadores los que darn la forma que mejor les parezca a las demandas, anhelos y propuestas expresados por la poblacién. Cabe, entonces, pre- ‘guntarnos, gensefaran que es el pueblo el tnico soberano y que solo en él radica el poder constituyente?, jensefiarén que no existe representante que esté por sobre la decisi6n del pueblo? Luego de esa primera etapa, dice Bachelet, “transfor~ maremos las Bases Ciudadanas en un proyecto de nueva Constituci6n, que recoja lo mejor de la tradicién constitucio- nal chilena y que esté acorde con las obligaciones jurfdicas que Chile ha contraido con el mundo”. Ya sabemos a quienes se refiere la primera persona del plural (“transformaremos”) de Ja mandataria (ella y sus asesores). Del mismo modo, sabemos, a qué est haciendo alusién al evocar “lo mejor de la tradi- cign constitucional chilena” (constituciones elaboradas por pequeiiisimos grupos de expertos, a espaldas de la ciudadania, mediante maniobras politiqueras y con golpes de fuerza). Por ‘iltimo, je refiere la Presidenta a aquellos tratados internacio= nales que benefician y dan plenas garantias a las corporaciones, transnacionales? o ja aquellos que Chile no respeta, como. son los referidos a Derechos Humanos, pueblos originarios (convenio internacional n'169 de la orr)?, etc. ‘No obstante, lo determinante es lo que viene a continuacién, esto es, los sujetos que tomarén las decisiones findamentales. Segin lo anunciado, a fines de 2016 Bachelet enviara al Congreso Nacional un proyecto de reforma de la actual Cons- titucién para que, por dos tercios de sus miembros en ejercicio, establezca los procedimientos que hagan posible dictar una nueva Carta Fundamental. En esta reforma, se le propondrd al actual Congreso, elegido en base al sistema electoral bino minal, que habilite al préximo Parlamento para que sea este quien decida, por un quorom de tres quintos, entre cuatro alter nativas, el mecanismo de discusién del proyecto enviado por el Gobierno y las formas de aprobacién de la nueva Constitucion: una Comisién Bicameral de senadores y diputados; una Com: vencién Constituyente mixta de parlamentarios y ciudadanos; la convocatoria a una Asamblea Constituyente; 0 en defecto de las anteriores, que el Congreso pueda convocar a un plebiscit para que sea la ciudadania la que decida entre las anteriores alternativas. La decisién del mecanismo recaerd en el muevo Parlamento elegido en 2017, que gozaré, supuestamente, dé mayor legitimidad que el actual gracias al nuevo sistema el toral, una nueva ley de partidos y una ley de financiamiento electoral. Asimismo, Bachelet promete entregar al Congreso, ‘Nacional, a inicios del segundo semestre de 2017, el proyecto de nueva Constitucién para que, una vez sancionado por esta instancia, sea sometido a un plebiscito vinculante para su rat ficacién por parte de la ciudadania Estas promesas —formuladas tan solo un par de horas antes de un partido de fiitbol que, se sabia, concitaba gran interés en la poblacién— deben ser analizadas detalladamente para descifrar su trasfondo. Lo primero que llama la atencién son los sujetos prota~ gonicos. Esta claro: seran los parlamentarios, los del actual Congreso Nacional (binominal) y luego los que seran elegidos ‘en 2017. En ellos depositara Bachelet la toma de decisiones so- bre las cuatro alternativas propuestas. Es necesario preguntarse: ,por qué deben ser los parlamen- tarios quienes adopten tal decisién? :Son ellos los detentores del poder constituyente? La respuesta es evidente: desde una perspectiva democriitica, dicha decisién le corresponde a la ciudadanfa, nica titular del poder constituyente. No a dipu- tados ni a senadores. Nos estan tratando de birlar la soberania. ‘Ademés, por qué razones la presidenta se autoimpo- ne quorom supramayoritarios que su coalicién (la Nueva Mayoria), mas algunos aliados circunstanciales, no podra al- canzar? Tenemos todo el derecho a sospechar que el fijar estos ‘quorom imposibles de lograr tiene que ver con una voluntad no declarada de entregarle a la Derecha clasica una porci6n importante del poder de decisién para que no se produzcan cambios constitucionales de fondo, a fin de seguir preservando el modelo de economia y sociedad coadministrado por ambos bandos del duopolio. De tal modo, los sectores hegem6nicos de Ia Nueva Mayoria (o el nombre que adopte en el futuro la vieja y persistente Concertacién) tendrén como pretexto para no hacer los cambios tan esperados por la poblacién, el an- tiguo y conocido argumento de “no contar con las mayorias parlamentarias necesarias”. Esta situacién les servird, de paso, para llamar por enésima vez a los electores a volar por sus candidatos para conseguir una mayoria parlamentaria pro- clive a las reformas, enarbolando incluso la alternativa de la Asamblea Constituyente como argumento para conseguir los sufragios de incautos ciudadanos ante esta astuta maniobra. Sobran razones para suponer que todos estos anuncios no constituyen sino una cortina de humo tendiente a evitar un proceso constituyente efectivamente democritico y participati- vo. Las cuatro alternativas propuestas por la Presidenta no son tales puesto que Ia Asamblea Constituyente ha sido, en realidad, descartada. La inclusién puramente figurativa de la Asamblea Constituyente, ademas de ayudar a administrar las tensiones en el seno de la Nueva Mayoria (con las cuatro alternativas todos quedan més o menos conformes), aparece como un ele- ‘mento meramente ornamental destinado a seducir a ingenuos y ermitir que el ala “izquierda” de la coalicién gobernante pue- da seguir manteniendo cierta legitimidad ante sus seguidores, Diversas son las reacciones en el “universo constituyen- te”, La bancada ac se apresuré en “valorar” el ambiguo y alambicado itinerario propuesto por la Presidenta aunque Poco después manifesto su inquietud por los altos quorom que saben, por mas maniobras parlamentarias que hagan, no pueden alcanzar. La diputada comunista Karol Cariola expres6 con un candor digno de mejor causa: “La esperanza esté puesta en sectores de la derecha que realmente creen en la democracia, Estoy convencida que dentro de RN hay votos disponibles". Su camarada Camila Vallejo, algo més descon- fiada, pregunt6: “Quienes participen en los cabildos, gcémo se sabré que su opinion fue realmente recogida?". Otro diputado joven, Giorgio Jackson, de Revolucidn Democritica, también desliz6 un comentario un tanto suspica2 al afirmar: “Me gene- ra dudas la presentacién de un proyecto de Constitucién, que se va a discutir en paralelo a los mecanismos”.* Por su parte, desde el espectro del variopinto movimiento pro Asamblea Constituyente, Genaro Cuadros, lider del Movimiento Marca AC, expres6 su “valoracién” por el hecho de que la propuesta presidencial “considere la Asamblea Constituyente como un mecanismo plenamente institucional, democratico y partici- pativo”, “un logro de la movilizacién ciudadana’, sin legar a develar la verdadera motivacién de tal decisién gubernamen- tal Mucho mis perspicaz, sincero y brutal en su decir fue el 67. “Bancada Ac se rene y manifesta inguietud por fctibilidad del prom eso constituyente”, La Tercera, Santiago, a5 de octubre de 201s: htp/f ‘wore latercera.com/ noticia politia/2015/:0/674-6st422-5-bancadaac~ se-reune-y-manfiesta-inguetud-por factblided-del-proceso shtml 658, Genaro Cuadtos, “La asamblea constituyente sigue en juego", La Tercera, Santiago, 15 de octubre de 2015: hitp/diaro latercera, senador Alejandro Navarro (mas) quien sentenci6: “Hay una gran ingenuidad politica en pensar que entrard un proyecto de Tey que superara un quérom de 2/3. No hay votos para es0. ES no entender el mandato de los guardianes de la obra de Jai- ‘me Guzman, la uot”. Agregé a continuacién: “No va a haber proceso constituyente, va a haber un debate y un acuerdo politico”. Mas sabe el zorro por viejo que por zorro. Sintetizando lo expuesto, podemos afirmar con gran se~ guridad que el centro de gravedad del proceso constituyente propuesto por Bachelet reside en el Congreso Nacional. Solo por concesién graciosa de este desprestigiado cuerpo podria llegarse directamente —segin la propuesta de Bachelet— a la Asamblea Constituyente o dejar que la ciudadania decida me- diante plebiscito alguna de las alternativas propuestas. Nada permite suponer que la casta politica que tiene en el Parlamen- to uno de sus principales bastiones, se arriesgue a perder sus privilegiadas posiciones en un impulso de fervor democratico profundamente ajeno a su comportamiento tradicional. Todo Jo contrario. La experiencia histérica demuestra que los gru- pos privilegiados siempre se aferran a sus posiciones de poder. ‘A menos que una correlacién de fuerzas muy desfavorable los, obligue a ceder. POR UN PROCESO CONSTITUVENTE VERDADERAMENTE (CIUDADANOY POPULAR Los sectores populares, los movimientos sociales y la ciu- dadania democrdtica no pueden esperar nada del itinerario constituyente propuesto por Bachelet. Como bien han sezia~ lado numerosos observadores —incluso algunos de su propia, coalicién de gobierno el mentado “proceso constituyente’ oficialista no tiene mas objetivos que el de ganar tiempo para que la mandataria termine su perfodo presidencial sin dema- siados sobresaltos, administrar las contradicciones y peleas com/20is/:0/15/01/contenido/pais/31-200221-9-la-asamblea-consti- tuyente-sigue-en- juego shtml 9, "Bancada ac se reine y manifesta inquictud.",op cit, A. Cz LA ALTERNATIVA DEMOCRATICA PARA CHILE al interior de la Nueva Mayorfa y, si las fuerzas y voluntad politica aleanzan, llegar a un “buen acuerdo” con la derecha tradicional para realizar nuevos remiendos al desgastado traje constitucional confeccionado en dictadura. Nada mas. Rapidamente el fervor constituyente de los operadores po- liticos del oficialismo se ira trocando en “realismo” y en negociaciones con los herederos del pinochetismo. Por su parte, un sector del universo constituyente (aquel cuyos estrechos vinculos con la Nueva Mayoria son apenas un secreto a voces) y también algunos “alternativos” siempre prestos a medrar cuando se presentan buenas oportunidades (el presupuesto destinado a la “operacién constituyente” del gobierno sera jugosisimo), irdn acomodando sus banderas en aras del “realismo”. Seguirén llamando a “hacer presién para que la alternativa de la Asamblea Constituyente se imponga” sobre las otras porque, claro esté, eso es parte del negocio. Asi, por ejemplo, lamarén a conquistar una mayoria parlamenta- tia favorable a la Asamblea Constituyente para que jahora si! se hagan los cambios tan esperados y tantas veces postergados. Pero lo haran a sabiendas de que la Asamblea Constituyente en el itinerario bacheletista es como la linea del horizonte: mientras mas caminas y pareces acercarte, més se aleja. Definitivamente el sendero es otro, es el que decenas de mi- les de personas han empezado a recorrer desde hace varios aiios, aquel que sin despreciar los necesarios mecanismos de legitima- cion institucional, se realiza esencialmente desde la base social para desarrollar una fuerza constituyente ciudadana y popular, Reiteramos lo que hemos venido sosteniendo desde nues- tro nacimiento como Foro por la Asamblea Constituyente: hay que desechar ilusiones y estar dispuestos a dar una lucha prolongada apoyandonos principalmente en nuestras propias fuerzas. La emancipaci6n de los oprimidos nunca ha sido una dadiva de los opresores, tampoco un “bono” de los administra- dores de su sistema. Los pueblos de Chile no pueden esperar su emancipacién de los juegos palaciegos, componendas parla- mentarias ni acuerdos partidarios a espaldas de la ciudadania, tampoco pueden alentar esperanzas en que la casta politica se haga un hara-kiri y decida, en un instante de inexplicable pulsion democratica, que el futuro constitucional del pais se BACHELET DESCARTO LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE decida en una Asamblea Constituyente efectivamente demo- critica, libre y soberana. Solo una poderosa fuerza constituyente de raigambre esen- cialmente popular podra provocar una ruptura democritica con elactual orden de cosas, una superacién de la institucionalidad heredada de la dictadura que obligue a la casta politica parla- ‘mentaria a ceder y entregar —asi sea de mala gana~ la cuota de legitimidad institucional para la convocatoria a elecciones de una Asamblea Constituyente. Para alcanzar este objetivo es preciso desarrollar numerosas acciones, siendo las mas impor~ tantes en esta coyuntura las que permitan que los “ciudadanos de a pie” establezcan el vinculo entre sus necesidades, anhelos y demandas con la cuestién constitucional y deduzcan de ello fa necesidad de la Asamblea Constituyente. Es preciso sacar esta reivindicacién de los circulos ain estrechos, de los grupos especializados en el tema, para hacer que la demanda por la Asamblea Constituyente sea adoptada con decisién por los mo- vimientos y las organizaciones sociales. En paralelo, debemos redoblar los esfuerzos de educacién politica de los sectores populares y de la ciudadania en general mediante el impulso de escuelas, talleres y jornadas de formacién constituyentes como los que se han venido desarrollando recientemente en numerosos puntos del pais. Nuestro Foro por la Asamblea Constituyente ha estado presente y lo seguir estando en to- das estas iniciativas para aportar, junto a otros, al desarrollo de la fuerza constituyente ciudadana y popular. El proceso constituyente democratico lo iniciamos, hace afios, varios miles de personas sin esperar promesas ni anun- cios provenientes de las desacreditadas elites politicas. Lo continuaremos aunque dichas elites y los poderes ficticos in- tenten llevarlo a un callején sin salida. CONSIDERACIONES SOBRE LA FUERZA Y EL PROCESO CONSTITUYENTES POR SU NATURALEZA, LAS CLASES DOMINANTES ¥ LA CASTA politica que asume la representacin de sus intereses, son con- ‘rarias a una democracia verdadera. Asi lo demuestra toda la historia republicana de nuestro pais: en reiteradas ocasiones ichos sectores han aplastado los anhelos libertarios de nues- tros pueblos y siempre se han negado a dejar que estos ejerzan libremente su soberania. Una y otra vez la han escamoteado en su beneficio exclusivo. Una y otra vez han hecho de la sobera- nia popular un fetiche, un remedo, una frase vacia de contenido. Por eso nunca ha habido una Asamblea Constituyente en Chile. Desde hace varios aitos ha crecido el clamor popular por la convocatoria a una Asamblea Constituyente como medio democratico para elaborar una Constitucién democratica. No obstante la adhesién creciente que suscita esta demanda en variados sectores de la sociedad, la clase politica continia maniobrando para evitar el ejercicio democratico que ello implica. Lo hace de distintas maneras, desde una oposicién franca y abierta hasta formas mas sutiles de rechazo 0 boicot, ya sea postergando la concrecién de esta demanda para un futuro indeterminado, proponiendo otros métodos “participa- tivos” (puramente consultivos y no vinculantes), cooptando a 66. Apartado elaborado por el Foro por la Asamblea Consttuyente. Fue pu- Dlicado el g de septiembre de 2044 bajo el alo “La Consitayente chica autoconvocada como paso previo ala Asamblea Constituyente: http ‘wor.lemondediplomatiquec/Nueve-textos-del-Foro por la. html algunos Iideres y voceros mediante el otorgamiento de atracti- ‘vos cargos en el pais y en el extranjero a fin de desarticular los movimientos que exigen la Constituyente, simulando aceptar la idea de la Asamblea Constituyente, a condicién de que se realice respetando Ia institucionalidad vigente y con el permi- so de los poderes faicticos. Cualquiera sea la formula propuesta, siempre significa lo mismo: su negacién, Para romper esta resistencia y abrir el camino hacia el ejercicio de nuestra soberania, hemos propuesto la necesidad de desarrollar una fuerza social y politica constituyente que, basada en los sectores populares, los movimientos sociales y las fuerzas de izquierda, imponga la convocatoria a una Asamblea Constituyente. También hemos planteado que, en el sinuoso camino hacia la Asamblea Constituyente, los ‘mo- vimientos sociales populares y la izquierda deben impulsar el proceso constituyente en la base social desde ahora mismo. Sabemos que estas ideas son compartidas por muchas per- sonas, grupos y organizaciones, pero igualmente hemos podido constatar que atin existe bastante confusién, tanto tactica como conceptual. Frecuentemente, por ejemplo, se emplean como sinénimos los términos “Asamblea Constituyente”, “Asam- blea Popular”, “Asamblea Popular Constituyente”, “Asamblea Constituyente Autoconvocada” y “Asamblea del Pueblo”. De este enredo de conceptos, se deriva, a su vez, una confusion en la que se mezclan de manera incoherente y poco eficiente, la tactica con la estrategia, asimismo se confunden los objeti- vos y pasos tacticos con el objetivo estratégico. De ese modo la discusion se entrampa y el movimiento real hacia la Asamblea Constituyente tiende a dar vueltas sobre si mismo, mientras sus adversarios implementan su estrategia con la potencia que les da el poder econdmico y el manejo de las riendas del Estado. Para finalizar este escrito, queremos aclarar un par de con- ceptos y formular, al mismo tiempo, una propuesta concreta para avanzar en el objetivo comiin a todos los sectores efectiva- ‘mente comprometidos en la via de la Asamblea Constituyente. Las Ciencias Sociales han demostrado que el Estado bur gués puede presentarse bajo modalidades muy diversas: la monarguia constitucional, la repablica democritico-liberal con recurso a distintos grados de democracia directa, la de- ‘mocracia presidencialista en la que tn ciudadano electo ocupa temporalmente el sitial que anteriormente correspondié a los reyes, la repiblica parlamentaria, la dictadura militar (con 0 sin Congreso de fachada), la dictadura teocratica, la dictadura fascista en sus multiples posibilidades, incluyendo la de tipo racista como la nazi. No obstante todas estas variantes, las que son, en definitiva, formas que adopta el Estado burgues en dis- tintas circunstancias hist6ricas, no es menos cierto que nadie en su sano juicio podria estimar que es banal Ia forma de Estado porque, a fin de cuentas, se trata siempre de un Estado burgués. Evidentemente, no da lo mismo una dictadura reaccionaria 0 una democracia burguesa. Esta ofrece, sin duda, mejores condi- cciones para el ejercicio de ciertos derechos y para el desarrollo de una democracia social, que es el horizonte comin de los mo- vvimientos sociales populares en el Chile del siglo xx1. La forma més avanzada que puede alcanzar la democra~ cia en el marco de la democracia burguesa, es la Asamblea Nacional Constituyente, elegida mediante sufragio universal en tanto expresién de todas las clases y sectores sociales de un pafs. Debemos tener presente que, al mismo tiempo que la Asamblea Nacional Constituyente es la maxima expresion de la democracia burguesa, es también la frmula que mejor permite la expresion de las clases subalternas. En nuestro caso, esta asamblea seria el dispositivo que permitiria la sancién de ‘una nueva Carta Fundamental, lo mas avanzada posible. Esta coyuntura podria darse luego de un prolongado proceso de movilizacién auténoma de sectores sociales, esencialmente populares, que en “tiempos normales” se encuentran bajo el control de las clases dominantes, pero que por diversas cir- cunstancias logran zafarse de dicha hegemonia y formular sus demandas con creciente autonomia y proyeccién politica, Tal como fuera mencionado, es necesario distinguir bien la Asamblea Constituyente 0 Asamblea Nacional Consti- tuyente de lo que podria ser una Asamblea Popular o una ‘Asamblea Constituyente Autoconvocada de los movimientos sociales y de la izquierda, La primera, como ya dijimos, es la expresién de todos los sectores y clases sociales del pais, elegida en base al sufragio ‘universal y métodos efectivamente representativos (la mayor 117 proporcionalidad posible). Es, por su naturaleza, un terreno de enfrentamiento de distintos proyectos de institucionalidad Y sociedad futuras La segunda —Asamblea Constituyente Autoconvoca: Peele OL cmaieeaeic ia ech de la capacidad de movilizacin, formulacién de propuestas y acumulacién de fuerzas propias de los sectores populares, de sus movimientos y representaciones politicas. Lo més proba- ble es que una instancia de este tipo en el Chile actual sea un hito en el proceso de acumulacién de fuerzas para imponer la convocatoria a una Asamblea Constituyente de carécter na- cional. Pero no seria la Asamblea Constituyente propiamente tal. Aunque este sea el escenario mas factible, tampoco puede descartarse a priori que, siel grado de acumulacién de fuerzas del movimiento popular lo permite, en una eventual coyuntura de crisis econémica, social y politica una verdadera crisis del sistema de dominacién— la representacién del movimiento po- pular adopt la forma de una Asamblea Popular Constituyente como resultado de la emergencia de un poder dual en tanto institucién de facto, surgida desde abajo, fiel representante de los sectores populares. ‘Toda la experiencia hist6rica demuestra que los fendmenos de poder dual son necesariamente transitorios, porque ni guna sociedad puede soportar indefinidamente la existencia de dos poderes en lucha: el de las clases dominantes versus el de las clases subalternas, Sin embargo, no es posible establecer de antemano un limite temporal para la existencia de la duali- dad de poderes constituyentes, ya que la experiencia nos ensefia, ue este puede ser un fen6meno de muy corta duracién (algu- nas semanas o meses) o algo mas prolongado (algunos aos). En el camino hacia la Asamblea Constituyente de caracter nacional, las fuerzas populares necesitan fortalecer su alian- za, discutir y aunar propuestas, disefiar estrategias comunes y proyectar sus proposiciones a todos los rincones y sectores del pais. Necesitan, en definitiva, desarrollarse como Fuerza Constituyente que posteriormente pueda disputar Ia hegemo- nia en la Asamblea Nacional Constituyente. Una reunién de representantes de estos sectores, deliberativa y resolutiva, de varios dias, seria, profunda, en base a un temario consensuado previamente, que tenga como objetivo central la elaboracion de grandes lineamientos constitucionales para llevarlos a la futura Asamblea Constituyente, podria ser un paso importante del proceso constituyente popular. Esta Asamblea Constituyente Autoconvocada de los mo- vimientos sociales y de la izquierda, deberia ser una reunién Jo mas ampliamente representativa de las fuerzas sociales que Jnchan por una Asamblea Constituyente, desde las organizacio- nes mis “clisicas” del mundo popular, como son los sindicatos, haasta las nuevas expresiones territoriales constituidas en co- runias y regiones, colectivos y organizaciones de trabajadores, de mujeres, de pueblos originarios y grupos movilizados por reivindicaciones especificas interesados en hacer oir su voz. Esta magna asamblea popular inspirada, en parte, en la experiencia de la “Constituyente Chica” de Asalariados e Inte~ lectuales de 1925, pero enriquecida por la experiencia hist6rica posterior y reflejando las condiciones actuales, podria ser un hhito importante en el camino hacia la Asamblea Constituyente. La “Constituyente Chica” autoconvocada, seria un catalizador, ‘un frente nico de los movimientos sociales, que multiplicaria su capacidad de presién y de elaboracién de propuestas para Ja futura institucionalidad politica del pais. La “Constituyente Chica” autoconvocada no deberia abo ccarse a redactar tuna nueva Constitucién, sino a la elaboracion como sostuvimos anteriormente~ de grandes lineas para una Constitucién democritica. Luego de terminada esta tarea, este ‘organismo podria consolidarse como un frente amplio con ca- ppacidad para convocar alas fuerzas y movimientos sociales para garantizar los avances democraticos y sociales estructurales. En sintesis, el itinerario para legar a la Asamblea Cons- tituyente de cardcter nacional (la “Constituyente Grande” ‘© Asamblea Constituyente a secas) se mezcla, pero no se confunde con el de la “Constituyente Chica” 0 Asamblea Cons tituyente Autoconvocada de los movimientos sociales y de la inquierda, Esta diltima es una tarea de mas corto plazo, ¢s solo ‘un paso para llegar a la Asamblea Constituyente. Para hacer realidad la “Constituyente Chica’, habria que comenzar por difundir esta propuesta y realizar un proceso de conversaciones sobre el tema con los sectores sociales y politicos que mas decididamente estan tratando de impulsar lun proceso constituyente democratico y de raigambre esen- cialmente popular. De dichas reuniones deberia salir un plan de accién, una convocatoria y un modo de funcionamiento de esta asamblea popular. En todo caso, este proceso debe concebirse con mucha amplitud y flexibilidad, dejando la po- sibilidad de que nuevos sectores se vayan incorporando a la implementacién de la iniciativa. Debemos entender y hacer entender que para que la “Constituyente Chica” tenga peso real y no se limite a ser uno mas de tantos ejercicios discur- sivos intrascendentes, es preciso que participen activamente en ella organizaciones, lideres, voceros y personalidades ver- daderamente representativos de los principales movimientos sociales de los ailtimos afios: estudiantil, mapuche, regionales (© locales), medioambientalistas, de Derechos Humanos, del movimiento sindical que conserva su autonomfa frente al Es- tado y la patronal, etc. Esta es, a todas luces, una condicién esencial para su realizacion exitosa, La amplitud de los desafios relatados evidencia que esta fs una gran tarea politica, Nunca en nuestro pais ha tenido lugar un proceso de esta magnitud y significado, Es una gran ocasién para poner a prueba toda la capacidad politica del mo- vimiento popular chileno, para desafiar de manera sustantiva alos poderes oligarquicos que nos han dominado y a las elites, politicas que se han prestado servilmente para consumar ese dominio. Es cierto que los grandes procesos de transformacién social no pasan solamente por cambiar el aparato juridico de un pais. Sin embargo, sin ese cambio, tampoco son realmen- te posibles. Es cierto que, puestos ante el trance historico de declinar sus privilegios centenarios, las clases dominantes po- rin recurrir, una vez més, como ya tantas veces lo han hecho, ala pura brutalidad de la fuerza. Pero hay algo peor aiin que la ‘opresién continua y la represién eventual: no dar la pelea que hay que dar para tener la oportunidad de derrotarla, La Asamblea Constituyente es solo un camino. Pero puede ser un camino que nos ponga de nuevo en la ruta de nuestra liberacién, REFERENCIAS ‘Alessandti Palma, Arturo, Recuerdos de gobierno, San- tiago, Editorial Nascimento, 1967, tomo 11. Barros, Robert, La junta militar, Pinochet y 1a Constitu- ci6n de 1980, Santiago, Editorial Sudamericana, 2005. Campos Harriet, Fernando, Historia Constitucional de Chile, Santiago, Editorial Juridica de Chile, 1983. 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