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Índice
2. Ecucar en positivo
Internet, padres e hijos: educando en positivo
La comunicación y la escucha activa
La expresión efectiva
Resolviendo conflictos
¿Cómo aplicar disciplina?
Las normas
4. El ciberbullying y el ciberacoso
¿Qué es el ciberbullying o ciberacoso?
Componentes de ciberbullying
Diferencias entre el ciberbullying y el acoso tradicional
Consecuencias del ciberbullying
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¿Cuánto ocurre el ciberbullying?
Estrategias de prevención
Intervención en el ciberbullying
5. El sexting
La comunicación sexual entre adolescentes a través de internet
¿Por qué los adolescentes practican sexting?
¿Qué tiene de malo el sexting?
Prevalencia del sexting
¿Cómo proteger a los menores y adolescentes de las consecuencias del sexting?
Bibliografía
Créditos
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Introducción: Internet en positivo
Aprender a usar Internet es como explorar una nueva ciudad. Las ciudades ofrecen
múltiples lugares por descubrir. Algunas contienen atractivos únicos a los que la mayoría
de los visitantes suelen acudir. Otros puntos menos concurridos pueden ser igualmente
interesantes dependiendo de preferencias particulares. Además, las ciudades brindan
otras excelentes posibilidades: ofertas gastronómicas, diferentes opciones de ocio y
cultura (conciertos, teatros, etc.), actividades al aire libre (por ejemplo, en parques), la
oportunidad de aprender sobre el modo de vida local o la de conocer y charlar con
personas del lugar.
Como si fuera una gran ciudad, Internet ofrece un mundo virtual repleto de
posibilidades. Contiene innumerables páginas webs que visitar para informarse o
entretenerse. Permite explorar cualquier parte del mundo sin moverse de casa. En
función de los intereses particulares, uno puede acceder a infinitos contenidos de ocio y
cultura, como música, series o cine. Además, proporciona la opción de jugar online en
atrayentes aplicaciones multijugador. Y, por si todo esto fuera poco, Internet es un medio
privilegiado para contactar y relacionarse con otras personas en cualquier lugar del
globo. Todo esto y más está al alcance de la mano en el smartphone.
En las ciudades reales, por lo general, hay algunas zonas que es mejor evitar a
determinadas horas, o por completo. Algunos de estos lugares podrían ser peligrosos.
Otros carecen de interés turístico, están muy alejados o en ellos es posible perderse. En
ocasiones, también se pueden encontrar áreas industriales que son grises o poco limpias
y no merece la pena visitar. En caso de acabar en alguno de estos puntos, es posible que
usted quiera abandonarlos cuanto antes.
En Internet, como en las ciudades, hay lugares «oscuros», peligrosos o que conviene
evitar. A menudo, nadie informa a los menores y a los padres de los comportamientos
que pueden conllevar riesgos de acabar perdido o en peligro en Internet. Para cualquier
persona, resulta fundamental tener un mínimo conocimiento sobre estas zonas
problemáticas y cómo evitarlas. Al acceder a alguna de ellas, todos deberíamos tener
nociones mínimas sobre cómo pedir ayuda para salir de un «lugar» virtual indeseable.
Es indudable que Internet y los smartphones ofrecen oportunidades maravillosas. Sin
embargo, como cualquier otro entorno humano, también conllevan algunos riesgos y
problemas. Cuando disfrutamos de las nuevas tecnologías (o de visitar una nueva
ciudad), conviene tenerlos presentes.
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LOS BENEFICIOS DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS
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Todo lo anterior permite poner en práctica las habilidades sociales online. Internet
ayuda a la gente a desarrollar formas públicas adecuadas de presentarse ante otras
personas. Las habilidades personales son muy importantes en este contexto, por ejemplo,
para hacer, desarrollar y mantener contactos en un grupo virtual. Las redes sociales
permiten a los jóvenes aprender a funcionar de manera apropiada en una comunidad
navegar por un espacio virtual público y desarrollar normas para participar en entornos
sociales online.
Cualquiera con intereses en música, libros, cine, arte o determinadas ideas puede
acudir a Internet y encontrará diferentes vías para obtener información. La red puede
ayudar a los jóvenes a explorar sus intereses y a encontrar a usuarios que comparten sus
mismas aficiones. Incluso, los usuarios pueden crear sus propios grupos online o sitios
web para intercambiar información con internautas sobre los temas que les interesan.
También Internet permite descubrir cómo otras personas viven y piensan en cualquier
parte del mundo, ampliando sus propios horizontes.
Todo esto tiene un papel fundamental en el desarrollo de la propia identidad,
ayudando a los jóvenes a definir sus áreas de interés o descubrir nuevas.
Internet es, principalmente, un espacio social. Este espacio brinda oportunidades para
el desarrollo de competencias similares a las que tienen lugar cara a cara. Algunas
competencias incluyen construir y gestionar la presencia online o interactuar de manera
adecuada en redes sociales. Otra competencia incluye la flexibilidad para adaptarse a los
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continuos cambios de las nuevas tecnologías, lo cual puede favorecer el aprendizaje
tanto formal como informal.
La mayoría de los jóvenes adquiere competencias para identificar, gestionar y
afrontar situaciones de riesgo que tienen lugar en los espacios virtuales. Sin embargo,
estas destrezas no deben construirse de manera socialmente aislada. Las competencias se
utilizan mejor y más eficazmente si se aprenden, afianzan y refuerzan en un contexto
social real. Por ello, los padres, los educadores, los amigos y la sociedad en su conjunto
tienen un papel fundamental en la construcción de estas competencias y habilidades
online.
El autor Mark Prensky, en el año 2001, usó el término nativo digital para referirse a
los jóvenes, por lo general nacidos a partir de 1980, que han crecido rodeados de las
nuevas tecnologías. Al igual que el nativo de un idioma ha aprendido su lengua materna
desde la infancia, los nativos digitales dominan el lenguaje de la navegación online, los
videojuegos, las aplicaciones o los smartphones. Internet es, de alguna manera, la lengua
materna de las nuevas generaciones.
En contraposición, los inmigrantes digitales son aquellas personas que no se han
educado con las tecnologías de la información y comunicación, pero han ido
incorporándolas progresivamente a sus vidas. Muchos inmigrantes digitales se sienten
cómodos usando las redes sociales, comunicándose con otros a través de sistemas de
mensajería, como WhatsApp, escuchando música online o viendo cine en Netflix. Sin
embargo, la pericia y el manejo que un inmigrante tiene de las nuevas tecnologías tiende
a ser menor que el que muestra un nativo digital. También la flexibilidad para buscar y
aprender a usar nuevas aplicaciones o utilidades en Internet es, en general, menor entre
los inmigrantes que entre los nativos digitales.
Adicionalmente, cabría hablar de analfabetos digitales. Los analfabetos digitales son
aquellos que no han adquirido las competencias mínimas para desenvolverse en Internet,
mantener una red social o usar el correo electrónico. Muchos de ellos lo son por decisión
propia y no echan de menos usar con frecuencia las nuevas tecnologías.
Por lo general, muy pocos jóvenes de hoy en día son analfabetos digitales.
Los nativos digitales usan Internet y los smartphones de manera diaria y continua.
Las redes sociales son una parte fundamental de su vida. Compran poca prensa en papel,
pero leen más que nunca en medios digitales. No adquieren música con un soporte físico,
pero la escuchan con mayor frecuencia que en ningún otro momento histórico gracias a
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aplicaciones como Spotify o YouTube. Para ellos, las nuevas tecnologías son como una
extensión de su propio cuerpo.
Los nativos digitales son flexibles, tecnológicamente hablando. Las nuevas
tecnologías son dinámicas y están inmersas en continuos cambios. Frecuentemente
aparecen actualizaciones, nuevas funcionalidades o aplicaciones hasta el momento
desconocidas. Los nativos digitales tienden a recibir bien estas novedades, aprenderlas y
usarlas. Han crecido con cambios continuos y no les supone ningún esfuerzo seguir
adaptándose a una tecnología que innova continuamente.
Los nativos digitales son jóvenes acostumbrados a gestionar su imagen. Muchos de
ellos son personas sociales en el mundo virtual. Han aprendido a mostrarse en redes, a
desarrollar y manejar un perfil público y a interactuar con los perfiles de otros.
Finalmente, los nativos digitales son colaboradores: crean contenidos, como imágenes
o blogs, expresan multitud de opiniones en las redes, generan modas y provocan
movimientos sociales (Palfrey y Gasser, 2013).
Internet y las redes sociales son los medios prominentes a través de los cuales los
adolescentes están conectados con otras personas, se informan y se divierten, por
ejemplo, participando en juegos online. Las posibilidades son infinitas. Si alguna vez se
ha preguntado qué hace su hijo o hija adolescente en Internet, a continuación le
proporcionamos algunas respuestas.
Seguramente, buena parte del tiempo, su hijo o hija esté revisando contenidos en
redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram o Snapchat. Estos contenidos han sido
elaborados y subidos por otros usuarios, conocidos o desconocidos. Es posible también
que su hijo o hija interactúe con ellos a través de la función «me gusta», haga
comentarios o participe en cualquiera de las interacciones sociales que estas aplicaciones
permiten. Asimismo, es muy posible que su hijo o hija sea la persona que genera estos
contenidos a través de fotos que ha hecho, «memes» que ha contribuido a difundir,
vídeos, mensajes cortos o tuits publicados. Estos comportamientos son perfectamente
normales y, en la mayoría de los casos, se rigen por convenciones sociales básicas como
el respeto.
Además, su hijo o hija adolescente podría estar hablando directamente con otras
personas a través de diferentes sistemas de mensajería como WhatsApp o Facebook
Messenger. Tal vez, usted también lo esté haciendo en ese momento. Sin embargo, las
necesidades de socialización durante la adolescencia son más prominentes.
Recuerde cuando usted era adolescente. La curiosidad y la exploración de la identidad
son especialmente relevantes durante esta etapa. A menudo, la identidad se construye en
las relaciones con otras personas. Hoy en día Internet es el medio primordial para
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desarrollar estas relaciones, y su hijo o hija actuará en consecuencia.
Es posible que, aunque usted le observe con el smartphone en la mano, su hijo o hija
simplemente esté divagando sin un objetivo concreto. Tal vez esté navegando sin rumbo,
mirando páginas o aplicaciones sin prestarles atención, o releyendo conversaciones que
ha tenido previamente. Las nuevas tecnologías están tan integradas en nuestra vida
cotidiana que a menudo las usamos de manera automática, casi inconsciente.
También es probable que su hijo o hija esté leyendo sobre acontecimientos recientes o
se esté informando. Pocos adolescentes se ponen al día leyendo medios impresos.
Internet, junto a la televisión, se han convertido en las principales vías de acceso a la
información, tanto nacional como internacional. De igual forma, es probable que su hijo
o hija esté accediendo a noticias sobre música, cine, política o muy diversos contenidos,
o tal vez su hijo o hija esté mirando fotos en Instagram, escuchando música en Spotify o
leyendo los trending topics del momento en Twitter.
Es importante dejar claro que, en la mayoría de los casos, todas estas actividades son
normales y saludables en el contexto en el que vivimos.
Es imposible acotar todas las posibilidades sobre lo que su hijo o hija hace Internet.
Por ello, una buena idea es preguntarle y estar abierto a escucharle sin juzgar.
Aunque tendemos a ser desconfiados con las nuevas tecnologías, Internet y los
smartphones son instrumentos necesarios en el desarrollo de los adolescentes hoy en día.
Por ejemplo, la red es imprescindible para buscar información y elaborar tareas
escolares.
No es realista, ni necesario, ni conveniente, aislar tecnológicamente a los jóvenes.
Antes o después tendrán que usar las nuevas tecnologías. La tabla I.1 presenta un
resumen de los principales beneficios y retos relacionados con el uso de Internet y los
smartphones.
Aun cuando muchas relaciones con otros se generan en persona, o cara a cara,
Internet favorece su posterior consolidación. Esto, en definitiva, puede hacer que su hijo
se sienta menos aislado y más conectado con otros. Sin embargo, también se puede dar
la paradoja que personas muy conectadas se sientan muy solas. Aunque esta es una
posibilidad, suelen ser casos aislados con determinadas características, y no la norma
(por ejemplo, personas con síntomas depresivos subyacentes).
Por otro lado, la globalización tecnológica ha permitido que el acceso a la
información sea inmediato. Es posible conocer estudios científicos importantes que
acaban de publicarse. Las ideas y movimientos sociales pueden expandirse en cuestión
de días. Además, la cada vez mayor capacidad de comunicarse en inglés favorece el
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conocimiento de otras sociedades y puede fomentar la apertura y la tolerancia.
Tendemos a pensar que Internet no puede aportar conocimientos con un cierto nivel
de profundidad. Sin embargo, la realidad es que nunca se ha dispuesto de una cantidad
tan ingente de contenidos culturales y acceso al conocimiento como hoy en día. Internet
ha democratizado el conocimiento y la cultura. Cada vez son más los libros disponibles
online. El cine es más económico y accesible (por ejemplo, a través de plataformas como
Netflix). La música está por doquier en múltiples aplicaciones. Las posibilidades son
inabarcables.
TABLA I.1
Resumen de los principales beneficios y retos relacionados con el uso de Internet y los smartphones
BENEFICIOS RETOS
Internet favorece las Algunas relaciones interpersonales online son más cambiantes que las
relaciones sociales. relaciones tradicionales cara a cara. Esto puede generar frustración.
Internet favorece la Las habilidades sociales online podrían no transferirse a contextos cara a cara.
participación social y las Personas muy hábiles en Internet pueden ser torpes en persona, y viceversa.
habilidades sociales.
Internet fomenta la difusión Es un reto discernir aquellas fuentes de Internet que proporcionan
del conocimiento y la conocimientos fiables de aquellas otras que no. Internet incluye muchos
cultura. contenidos de baja calidad.
Internet es un maravilloso Las nuevas tecnologías pueden ocupar tanto tiempo que no dejen lugar a otros
instrumento de ocio y tiempo aspectos importantes (deporte, familia, etc.).
libre.
Internet permite el desarrollo En algunos casos de personas con trastornos psicológicos o tendencia al
de competencias para la aislamiento, Internet podría potenciar más estos problemas.
vida.
Internet favorece la No todas las personas aprenden a regularse por sí mismas en contextos online.
creatividad y la Para la mayoría de las personas podría ser necesaria una mínima «educación
autorregulación. digital» reglada.
Internet favorece el La brecha digital entre aquellos que tienen acceso a Internet y a contenidos
desarrollo social y digitales de calidad, y aquellos que están excluidos de Internet es aún
económico. considerable.
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¿QUÉ PUEDEN HACER LOS PADRES Y EDUCADORES EN LA ERA
DIGITAL?
Los menores necesitan, tarde o temprano, aprender a caminar solos por las ciudades.
Esto implica desarrollar comportamientos básicos como mirar antes de cruzar la calle,
respetar los semáforos o evitar irse con los desconocidos que se encuentran. De manera
análoga, en Internet, los niños y adolescentes deben aprender a no compartir datos
personales comprometidos, tratar con respeto a las personas con las que se relacionan y
ser cuidadosos con los extraños que solo se conocen online.
Para solucionar los nuevos retos que afrontamos no son necesarias maneras
radicalmente nuevas de educar. A menudo, las vías para solucionar problemas básicos de
los hijos que funcionaron hace unas décadas, probablemente funcionarán en la era
digital. Algunas de estas estrategias son mantener una supervisión básica del
comportamiento de los hijos, hacer demostraciones frecuentes de afecto y disponibilidad
y educar en valores como el respeto, la tolerancia y la responsabilidad.
Como señalan los autores Palfrey y Gasser (2013), los padres deben afrontar los retos
que plantean las nuevas tecnologías sin histeria y sin miedos infundados.
Algunas alternativas que se plantean los padres son ignorar las nuevas tecnologías
como si no existieran, prohibirlas en la medida de lo posible o dejar los menores que se
«eduquen» ellos mismos en su uso. Sin embargo, estas opciones resultan poco útiles. El
trabajo de padres y educadores es ayudar a los menores a tomar decisiones en su vida
digital, tal y como lo hacen en su vida real.
Para ello, como adultos que sirven de ejemplo a los menores, los padres y educadores
necesitan aprender a usar ellos mismos las tecnologías de forma responsable. Para ser
creíbles a ojos de los menores también es importante desarrollar unas nociones básicas
sobre las ventajas y los retos que Internet conlleva, cuáles son los principales riesgos que
presenta y qué estrategias pueden usarse para afrontarlos. Esto no significa que los
padres tengan que convertirse en expertos de cualquier actualización que aparezca,
manejar todos los programas o usar cada aplicación. Basta con tener el suficiente
conocimiento para poder proporcionar guías y consejos razonables. Ofrecer la base de
ese saber es el objetivo de este libro.
La siguiente tarea tiene como objetivo reflexionar sobre los efectos que han tenido
Internet y los smartphones en nuestras vidas. Esta reflexión permite desarrollar una
visión más equilibrada de lo que suponen las nuevas tecnologías, tanto en relación con
sus ventajas como respecto a los nuevos retos que plantean.
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Esta tarea puede ser completada por padres y educadores y trabajada en conjunto con
los niños y adolescentes.
El acceso a la información
El trabajo
El acceso a la cultura
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Ser padres tecnológicos
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abstraídos y entretenidos sin demandar la atención de los padres.
A la vez que las nuevas tecnologías se usan para las funciones señaladas, los padres y
educadores tienen la sensación de que no saben cómo poner límites a sus hijos o cómo
controlar lo que estos hacen en Internet. Muchos padres sienten que su conocimiento
sobre nuevas tecnologías es menor que el de los jóvenes y se debaten entre la utilidad
indudable que perciben en estas herramientas y la sensación de pérdida de control.
No obstante, no hay que olvidar que, aunque los padres desempeñan un papel
fundamental en el desarrollo de los hijos, este desarrollo no solo depende de ellos. Poner
toda la responsabilidad en los padres sería equivocado e injusto. Los jóvenes reciben
múltiples influencias de los amigos, los profesores o la sociedad.
Ser padres no es una tarea fácil. Los padres deben darse permiso a sí mismos para no
conocer cada nueva cuestión que aparece relacionada con las nuevas tecnologías. Es
importante aceptar que no es posible controlar todo lo que los hijos hacen con el
smartphone e Internet.
Ahora bien, la educación que prestan los padres respecto a las nuevas tecnologías
puede mejorar si se tienen en cuenta varios puntos fundamentales. En la figura 1.1 se
presenta un esquema visual de los aspectos más importantes. El primero es predicar con
el ejemplo. Hay pocas formas tan potentes de aprendizaje como el aprendizaje por
observación de alguien significativo. El segundo punto importante es proporcionar un
espacio de diálogo y aceptación para que los hijos puedan expresar cómo usan, sienten y
piensan sobre las nuevas tecnologías. El tercer aspecto consiste en tener unos
conocimientos mínimos sobre Internet para poder identificar posibles problemas (qué
son las redes sociales, los juegos online, o la reputación en Internet). Un aspecto
adicional consiste en establecer unas normas básicas sobre el uso de las nuevas
tecnologías. Las más importantes de estas normas son el respeto hacia los demás y la
responsabilidad para minimizar los riesgos. Finalmente, el último punto se refiere a
supervisar el uso que los hijos hacen de Internet. Supervisar no es perseguir, espiar o
controlar. Es, más bien, prestar atención sin obsesionarse.
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FIGURA 1.1. Resumen de las principales fuentes de influencia de padres y educadores sobre el uso de Internet y
los smartphones de los jóvenes.
Con cierta frecuencia, los propios padres y educadores son los que hacen un uso
intensivo y desmesurado de Internet y los smartphones. Este uso puede reflejarse en
comprobar continuamente el Facebook, escribir o responder WhatsApp sin descanso o
abrir una y otra vez Twitter. De esta manera, una parte sustancial de la realidad offline
podría pasar inadvertida, siendo invisible para quien está continuamente conectado.
La primera pauta para conectar con los jóvenes es tomar conciencia de la necesidad
de desconectarse con cierta frecuencia de Internet y los smartphones. Identificar cuándo
se debe apagar el móvil o dejarlo en casa puede ayudar a regular la conducta impulsiva
de comprobar si hay mensajes o actualizaciones. Algunas recomendaciones básicas son,
por ejemplo, no revisar continuamente el smartphone durante situaciones sociales, no
usarlo durante las comidas, salir a dar un paseo sin posibilidad de conectarse o evitar
llevar el móvil a la cama durante las horas de sueño.
La mejor forma de educar es dar ejemplo, más que simplemente consejos sobre cómo
usar o no usar las nuevas tecnologías. Desconectarse es un excelente modo de predicar
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con el ejemplo.
REDES SOCIALES
Las redes sociales son un conjunto de páginas web y aplicaciones que permiten a los
usuarios crear un perfil personal a través del que conectan, interactúan y comparten
contenidos con otros usuarios. Las redes sociales más populares son Facebook,
Instagram, Snapchat, Twitter y YouTube.
Las redes sociales ofrecen la posibilidad de conectarse con amigos y familia,
compartir fotos o vídeos y enviar mensajes públicos y privados a otros internautas.
Muchos adolescentes (también muchos adultos) tienen varias cuentas en diferentes redes
sociales a través de la cuales se relacionan con otros usuarios.
Estas redes desempeñan hoy en día un papel central en el desarrollo social de la
mayoría de los adolescentes. Además, favorecen el desarrollo de la identidad y la
personalidad.
Son instrumentos extraordinarios que han conllevado multitud de beneficios. Sin
embargo, también pueden acarrear algunos problemas.
— Ha dejado de usarlas por completo o muestra miedo o ansiedad por su posible uso.
— Ha cambiado su comportamiento y está más triste o angustiado que de costumbre.
— Rehúsa hablar del tema.
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DESCONOZCO QUIÉNES SON LOS AMIGOS DE MI HIJO/A CUANDO ESTÁ ONLINE
Algunos padres recelan de los amigos online de los hijos al comprobar que estos se
cuentan por cientos (por ejemplo, los amigos en Facebook). Muchos de ellos,
probablemente, son solo personas con las que se ha tenido un contacto esporádico y se
desea mantener la relación. Otros, posiblemente, son «amigos de amigos» a los que no se
conoce en persona pero se agregan a la red social por el hecho de compartir conocidos.
En todo caso, la mayoría de los «amigos» o «seguidores» online no representan ningún
riesgo. Por ello, recomendamos no dramatizar ni prejuzgar.
Sugerimos mantener las vías de comunicación abiertas para que los jóvenes tengan un
espacio para hablar de quiénes son sus amigos online sin ser juzgados a priori. A veces
también puede ser útil que los padres conversen con los hijos sobre quiénes son sus
propios amigos en Internet, a quién se agrega cómo amigo y por qué, y a quién no se
acepta como amigo y por qué.
Otra preocupación común entre los padres se refiere a qué tipo de contenidos generan
y publican los hijos en Internet y redes sociales. Esta información, a veces, podría ser
comprometida o poner a los hijos en un problema. Un ejemplo es el envío de imágenes
con contenidos sexuales (fenómeno conocido como sexting).
En este sentido, es importante hablar de forma abierta con los jóvenes sobre la
información personal que está bien publicar online y la información personal que
pertenece al ámbito íntimo y que no debería publicarse.
Para ello, puede ayudar reflexionar sobre aspectos de la vida real que son privados y
que no nos gustaría que otros conocieran. Por ejemplo, no ponemos una cámara en el
lavabo para que nos miren mientras estamos allí. Tampoco lo hacemos en nuestra
habitación, o cuando estamos hablando de algo íntimo con un amigo o amiga. La
reflexión a lograr con los jóvenes es que las redes sociales funcionan de una manera
similar: determinadas cuestiones deben permanecer en el ámbito de lo privado.
Una forma de evitar peligros es configurar las opciones de privacidad online. La
mayoría de las redes sociales permiten diferentes opciones de configuración. Por
ejemplo, en el caso de Facebook es recomendable ocultar datos básicos (como el número
de teléfono). También es sensato configurar la privacidad para que otras personas puedan
publicar en la biografía de una red social solo después de que el propietario del perfil
haya revisado el contenido.
VIDEOJUEGOS ONLINE
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A través de los videojuegos online los jóvenes pueden interactuar y competir con
otros jugadores que están en cualquier lugar. Los juegos online también proporcionan
una plataforma comunicativa que permite a los jugadores enviarse mensajes de texto,
relacionarse en salas de chat, o incluso establecer comunicaciones directas con voz a
través de Internet.
Algunos de los videojuegos más populares son los «videojuegos de rol multijugador
masivo en línea» (que se conocen con las siglas MMORPG, por su nombre en inglés).
Estos videojuegos permiten a una gran cantidad de jugadores (a veces miles) introducirse
en un mundo virtual e interactuar, creando un personaje ficticio o avatar del que el
usuario tiene completo control y puede elegir características, raza, armas, etc. El jugador
puede ir aumentando niveles en el juego o llevar a cabo búsquedas, misiones o
aventuras.
Los usuarios pueden jugar a través de ordenadores, teléfonos móviles, consolas (por
ejemplo, PlayStation o Xbox) o dispositivos específicos (PS Vita o Nintendo). Algunos
de los videojuegos más conocidos, entre cientos de ellos, son World of Warcraft o Call
of Duty.
Los videojuegos son un excelente medio de entretenimiento. La mayoría de los
adolescentes hacen un buen uso de ellos como complemento a su tiempo libre. Por tanto,
nuevamente, es necesario no generar alarmas irracionales.
Podría existir un problema cuando el uso de los videojuegos afecta a otras áreas
importantes de la vida del niño o adolescente, como, por ejemplo, los estudios o las
relaciones sociales, o cuando el menor pasa tanto tiempo jugando que el videojuego se
convierte prácticamente en su única actividad.
Es recomendable limitar el tiempo total que los hijos pasan usando los videojuegos.
Este tiempo puede ser mayor durante el fin de semana. Además, es recomendable animar
al hijo a no compartir información personal a través de los videojuegos, como, por
ejemplo, sus rutinas diarias o su dirección. En esta misma línea, se recomienda que el
nickname (nombre de usuario, en inglés) que usa cada jugador no refleje datos
personales, como el nombre propio, los apellidos o la edad.
REPUTACIÓN ONLINE
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dañar la reputación de una persona en el futuro. Por ejemplo, imagine que un adolescente
sube a Internet una foto o vídeo con contenido comprometido, íntimo o que podría llegar
a ser humillante. Esa foto podría, en ciertos casos, ser difundida a terceros sin el
consentimiento de quien la generó. Incluso esa foto podría ser subida a Internet, ser vista
y comentada por otros y convertirse en un contenido de dominio público.
En el futuro, las personas encargadas de contratar en posibles empleos podrían hacer
una búsqueda en la red y encontrar ese contenido que resulta dañino para la reputación
de la persona, perjudicando su contratación.
Más que vigilar continuamente a los hijos para controlar qué hacen en Internet, se
recomienda favorecer, al menos, estas dos reflexiones básicas:
— Piensa antes de publicar. Toma unos segundos en reflexionar sobre cómo lo que
vas a publicar online podría afectar a otros o cómo podría afectar a tu reputación
en el presente o en el futuro.
— Una vez que está online, perdemos el control sobre el contenido. El contenido en
Internet permanece para siempre. Otros usuarios podrían guardar los contenidos en
sus dispositivos y hacer un uso indebido de ellos.
Es imposible controlar todo lo que los jóvenes hacen online. Espiarlos y perseguirlos
no es deseable ni aconsejable; es más, puede resultar contraproducente. La excesiva
persecución puede llevar a que los jóvenes hagan un uso indebido de Internet a
escondidas. Lo que mejor funciona es favorecer (no imponer) la interiorización de una
serie de valores positivos en relación con las nuevas tecnologías. Entre ellos:
— Respetar la privacidad y la intimidad de los demás. Por ejemplo, las fotos íntimas
de otros no nos pertenecen. Si recibimos alguna, no tenemos derecho de
compartirla.
— Aquellas normas de respeto que usamos cara a cara también son aplicables a
Internet: no acosar, no agredir y ser amable son normas que se deben extender a
todos los contextos.
— Hacer un uso compensado y equilibrado es lo más sensato. Como escribió
Aristóteles: «en el término medio está la virtud». Equilibrar el uso de las nuevas
tecnologías con otras actividades es complejo, pero debe comenzar en los propios
padres y educadores, se instaura en las dinámicas y situaciones familiares y acaba
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afectando al comportamiento individual de los menores.
EL LENGUAJE DE INTERNET
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personas, originalmente en Facebook.
Un trending topic o «tendencia» es la palabra o frase más repetida en un momento
concreto en Twitter. Es de lo que más se habla en ese momento en la red social.
Follower o seguidor es una persona que está recibiendo las actualizaciones de estado
que alguien en concreto está generando a través de la red social Twitter.
Un meme, en un contexto digital, describe una imagen, texto o hashtag que tiene un
contenido humorístico que se envía de persona a persona a través de Internet hasta
alcanzar una amplia difusión.
Streaming es un término que se refiere a ver vídeos o escuchar música sin necesidad
de descargarlos.
Un selfie es un autorretrato generalmente tomado con una cámara de un teléfono
móvil o con una cámara digital que puede ser compartido a través de redes sociales
como Facebook, Twitter o Instagram.
Snapchat es una red social y aplicación para el móvil que permite el envío de
archivos, como, por ejemplo, fotos que «desaparecen» automáticamente del dispositivo
del destinatario después de 24 horas de haberlas enviado. También permite enviar
contenidos privados que se eliminan tras ser vistos.
Un contenido viral es aquel que se difunde de forma masiva en Internet o por medio
de cualquier dispositivo electrónico, ya sea a través de redes sociales, correo electrónico
o mensajería instantánea. Cualquier contenido puede convertirse en viral, esto es,
obtener una amplia difusión online: vídeos, imágenes, audios, artículos, publicaciones de
blogs, memes, etc.
Musical.ly es una red social de vídeo en la que se pueden crear, compartir y descubrir
vídeos breves que duran hasta 15 segundos. Normalmente, el usuario aparece bailando,
cantando o haciendo un playback mientras suena de fondo alguna canción.
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Ecucar en positivo
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indiscriminada sobre la vida privada o que personas indeseadas sepan lo que un menor
hace en cada momento. Esto puede exponer a diferentes riesgos, que se tratarán en
capítulos sucesivos (adicción a Internet, ciberbullying, grooming, etc.).
En esta tarea, los padres y educadores tienen un papel determinante porque ellos son
los principales promotores de cómo los niños y adolescentes administran su tiempo. El
tiempo ha de ser ocupado en diversas actividades, como el ocio, el descanso o los
espacios para interactuar con familia y amigos. Para ello, es esencial que los educadores
y padres estén informados y conozcan los alcances de Internet.
Otro aspecto esencial es enseñar a los hijos a distinguir entre lo que puede ser público
y lo que debería ser privado en la red. Internet y las redes sociales han contribuido a que
sea difícil discernir lo que todo el mundo puede saber de lo que es íntimo y personal y,
por tanto, no deberíamos comunicar a cualquier persona. La reflexión primordial a
inducir en los jóvenes consiste en pensar si realmente queremos que conozcan la
información que vamos a publicar todas las personas que van a tener acceso a ella (Villa-
George, 2012).
Es fundamental subrayar la importancia de basar el empleo de Internet en un uso
razonado. No existe un protocolo exacto y aplicable a todos y cada uno de los jóvenes.
La mayoría de las veces el uso responsable se basa en fomentar el sentido común y el
conocimiento de los riesgos.
En definitiva, Internet es algo que existe, cambia y exige de nuestra atención para
hacer un buen uso de sus ventajas y no quedar atrapados en sus problemas. A
continuación, para tal fin, basándonos en el trabajo desarrollado previamente (Carrobles
y Gámez-Guadix, 2012), se señalan los principales principios de la educación positiva de
los hijos.
— La escucha activa.
— La expresión adecuada de pensamientos y emociones.
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importante como hablar, es saber permanecer callado intentando comprender la postura
del otro. Para dar una respuesta adecuada, es necesario entender los mensajes verbales y
no verbales que padres e hijos se envían mutuamente.
Asimismo, escuchar significa no menospreciar los pensamientos, opiniones o
emociones de quien los expresa, ya que para esa persona son importantes. Para ello,
puede ser útil emplear estrategias de escucha activa, manifestando actitudes y
comportamientos que indican que se está prestando atención y entendiendo a la otra
persona.
Por ejemplo, una buena alternativa consiste en emplear mensajes cortos ocasionales
positivos como «entiendo cómo te sientes». También puede ayudar resumir lo que acaba
de decir el interlocutor con palabras propias.
Igualmente, para escuchar es necesario adoptar una actitud de no enjuiciamiento del
otro, abierta y receptiva para poder captar y comprender el mensaje.
LA EXPRESIÓN EFECTIVA
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desconfianza y tensión. Cuando esto ocurre, es importante retomar los aspectos positivos
de la expresión.
En este sentido, las conductas verbales concretas que resaltan alguna característica
positiva de la otra persona funcionan como refuerzos sociales que facilitan cualquier
interacción social, incluidas las que se producen entre padres e hijos. Así, expresar
aspectos positivos de los hijos o hacerles cumplidos cuando está justificado ayuda a
fortalecer y mejorar la relación con ellos. El modo más común de efectuar un comentario
positivo consiste en ofrecer una expresión positiva, directa y específica sobre aspectos
concretos de la conducta (por ejemplo, «me gustó hablar contigo sobre nuevas
tecnologías»).
En definitiva, la comunicación entre padres e hijos tiene un enorme impacto sobre la
conducta de los hijos en relación con Internet y el teléfono móvil. Además, la manera de
expresarse con los hijos constituye una de las variables más importantes para que estos
avancen en el proceso de socialización e interiorización de las normas sociales, y
también respecto a las normas en Internet.
RESOLVIENDO CONFLICTOS
En cualquier interacción humana, incluidas las que se producen entre padres e hijos,
siempre aparecerán conflictos o discrepancias. Lo relevante no es que los conflictos
aparezcan, sino cómo se gestionan y si se resuelven de manera adecuada. A
continuación, se recoge una serie recomendaciones generales para abordar conflictos
entre padres e hijos.
Cuando se produce un conflicto entre padres e hijos:
— Comenzar reconociendo los aspectos en los que el hijo tiene razón o parte de
razón. Para ello, es necesario, situarse en actitud de escucha respetuosa, en
disposición y con deseo de negociar.
— Comenzar el diálogo con mensajes positivos que indiquen comprensión, más que
reproches, consejos o interrogatorios.
— Enviar mensajes que expresen aceptación o cariño, lo cual favorece la confianza
entre las partes.
— Describir con claridad el problema y tratar ese y no otros temas conflictivos.
Centrar el diálogo en la cuestión específica y exponer aquellos aspectos que
puedan originarlo.
— Exponer los sentimientos con mensajes tipo «yo» (por ejemplo, «yo creo que es
importante limitar el tiempo en Internet») y expresar las emociones que produce
en uno mismo la conducta de la otra persona.
— Describir conductas concretas y evitar etiquetar o calificar de forma global al
menor («eres un irresponsable», «no haces nada bien», etc.). Se recomienda
26
describir el conflicto como objetivos a conseguir, aclarando lo que se desea y
espera alcanzar (por ejemplo, usar Internet un tiempo limitado al día).
— Buscar y plantear diferentes alternativas razonables y llegar a los acuerdos que
sean posibles.
Hablamos de disciplina para referirnos a los métodos que se emplean para corregir el
comportamiento de los hijos. La disciplina es una parte fundamental del control que los
padres ejercen sobre los hijos y un aspecto de gran importancia en el proceso de
socialización.
Aunque la disciplina parental ha sido con frecuencia identificada exclusivamente con
el castigo (por ejemplo, dar un azote), la disciplina engloba una variedad mucho más
amplia de estrategias que es necesario tener en cuenta y aplicar. Estas estrategias
incluyen las siguientes:
27
Las reglas básicas a la hora de aplicar disciplina son las siguientes:
28
la aprobación verbal, así como las expresiones no verbales (por ejemplo, una sonrisa o
un gesto) o el contacto físico, son formas muy eficaces para enseñar al hijo a usar
adecuadamente las nuevas tecnologías.
LAS NORMAS
Las normas son el conjunto de reglas o pautas a las que se deben ajustar las conductas
de los menores con el objetivo de organizar y regular su comportamiento.
Algunas normas se refieren a principios generales y permanentes (por ejemplo, tratar
siempre con respeto a las personas con las que se habla a través de Internet), mientras
que otras han de ser adaptadas a la edad y a la etapa evolutiva del menor (es el caso de
cuánto tiempo usar Internet o qué tipo de aplicaciones puede emplear el menor en
Internet). Muchas veces, las normas deben ser flexibles y pueden cambiar en la medida
que la situación también cambie.
Un conjunto de normas básicas es necesario por las siguientes razones:
— Para proteger los derechos de otras personas; por ejemplo, la norma de nunca
difundir rumores sobre otros a través de las redes sociales.
— Para preservar la salud física o psicológica. Normas en este sentido incluyen no
usar el móvil por las noches o no pasar más de un determinado tiempo frente al
ordenador.
— Por la propia seguridad de los hijos. Algunos ejemplos incluyen no dar datos
demasiado personales o íntimos a través de Internet y no quedar con personas que
solo se conocen online.
29
permitan regularse y convivir con otros. Esto es aplicable también a Internet y a los
entornos digitales. Sin embargo, no siempre es fácil establecer y dar seguimiento a las
normas (por ejemplo, sobre cuánto tiempo usar Internet), lo cual puede producir
tensiones entre padres e hijos.
Nuevamente, la comunicación, la escucha activa y la expresión efectiva pueden ser
una buena herramienta para explicar por qué se establecen las normas, qué objetivos
persiguen y negociar con los menores las condiciones de su aplicación.
La tabla que se presenta a continuación es un registro para los padres. Tiene como
objetivo tomar conciencia de cuándo se presta atención a los hijos y qué tipo de
mensajes se les dirigen.
Refuerzo (me dirijo a él/ella con una expresión de cariño y afecto o para decir algo positivo).
No refuerzo (me dirijo a él/ella para exigirle que cambie algo, regañarle, reprenderle o castigarle).
Explicación: me dirijo a mi hijo para darle una instrucción o explicación neutra (no incluye regañarle o
reprenderle).
Ignoro (no presto atención, hago como si nada).
1. __________________________ 1. __________________________
2. __________________________ 2. __________________________
3. __________________________ 3. __________________________
4. __________________________ 4. __________________________
V F
Explicación verbal
• Le explica a su hijo/a las reglas para evitar que repita un mal comportamiento. ☐ ☐
• Le enseña o muestra la forma correcta de comportarse dando ejemplos sobre la manera de ☐ ☐
hacer las cosas.
30
Recompensa
Distracción
• Le ofrece algo que pueda hacer en lugar de lo que está haciendo mal. ☐ ☐
• Intenta captar su atención con otra cosa para que deje de comportarse mal. ☐ ☐
Manejo de la atención
Supervisión
• Le dice que le está vigilando o controlando para ver lo que está haciendo. ☐ ☐
• Le observa para ver si se está comportando mal. ☐ ☐
Privar de privilegios
Castigo físico
Castigo psicológico
• Le grita o le chilla. ☐ ☐
• Intenta que se sienta avergonzado o culpable. ☐ ☐
• Actúa fríamente, le retira su cariño o no le da abrazos o besos. ☐ ☐
• Le dice que es un vago, un descuidado, un inconsciente u otras cosas parecidas. ☐ ☐
Nota: adaptado del Inventario de Dimensiones de Disciplina (DDI; Straus y Fauchier, 2007).
31
3
Adicción a Internet, smartphones y videojuegos
32
conectarse a Internet, jugar online o comprobar el móvil cuando no está conectado.
La dependencia psicológica también se manifiesta a través de un impulso y un
deseo recurrente de conectarse.
3. Conforme se desarrolla el problema, aparece una necesidad de incrementar
progresivamente el tiempo dedicado a las nuevas tecnologías. El uso de Internet, el
móvil o los videojuegos se incrementa paulatinamente hasta llegar a ser
preocupante y ocasionar efectos adversos.
4. El adolescente presenta cambios emocionales, como la aparición de alteraciones
del estado de ánimo, irritación, impaciencia o angustia cuando intenta reducir o
interrumpir su uso de Internet, el móvil o los videojuegos.
5. El adolescente prefiere relacionarse a través de Internet o el móvil que hacerlo cara
a cara. La razón de esto es que percibe el contexto online como menos amenazante
y más seguro que las interacciones cara a cara.
6. El adolescente recurre a la tecnología cuando se siente mal, está triste o se nota
angustiado. Así, Internet, el móvil o los videojuegos se convierten en una forma de
escapar de los problemas de la vida cotidiana, funcionando como un regulador de
emociones negativas.
7. Aparecen problemas graves en el colegio, en la familia o en el grupo de amigos
derivados del uso problemático de las tecnologías.
33
FIGURA 3.1. El ciclo de la adicción/abuso a Internet.
Todo ello puede dar lugar a una de las características definitorias de las adicciones
tecnológicas: la pérdida de control sobre el comportamiento de conexión. Cuando esto
ocurre, la persona pasa grandes cantidades de tiempo conectada sin poder controlarlo o
pensando en cuestiones relacionadas con las aplicaciones tecnológicas (Facebook,
Instagram, Snapchat, juegos online, etc.).
Finalmente, como una consecuencia de los procesos anteriores, es posible que el
adolescente empiece a experimentar problemas en diferentes ámbitos de su vida como
resultado de su empleo desmesurado de Internet, los videojuegos o el móvil: deterioro
académico, miedo a las relaciones sociales, distanciamiento de amigos y familiares, etc.
Las adicciones tecnológicas pueden ser específicas o generalizadas. La adicción
específica se centra en una única aplicación (por ejemplo, juegos online o abuso de
WhatsApp, Facebook o Snapchat). El abuso generalizado se produce cuando la persona
usa sistemáticamente varias aplicaciones de manera compulsiva.
Antes de desarrollar una «adicción», el adolescente suele presentar un abuso de las
aplicaciones tecnológicas. El abuso de las nuevas tecnologías, aun implicando un empleo
inadecuado de las mismas, entraña menor gravedad que la adicción. Una adicción es una
forma grave de abuso con una pérdida de control destacada y consecuencias más graves.
Un abuso puede evolucionar a adicción, por lo que conviene estar atento a las primeras
señales de que esto puede estar pasando.
¿CUÁNTO OCURRE?
Según los estudios internacionales que se han efectuado hasta la fecha, las
34
estimaciones de adicción y abuso a las nuevas tecnologías varían entre un 5% y un 10%
de la población adolescente. A continuación, se recoge la prevalencia de
comportamientos de uso problemático de Internet entre adolescentes españoles (Gámez-
Guadix, Orue, Smith y Calvete, 2014):
6. Me siento más cómodo comunicándome con otras personas por Internet que
haciéndolo cara a cara:
35
8. Me sentiría perdido si no pudiera conectarme a Internet:
11. Prefiero comunicarme con la gente a través de Internet en lugar de hacerlo cara a
cara:
36
NUEVAS TECNOLOGÍAS
• Las horas que el menor o adolescente pasa en Internet, usando su móvil o jugando
online le consumen prácticamente todo el tiempo que debería emplear para hacer
otras actividades.
• Abandona otras actividades a las que solía dedicar su tiempo, como jugar con los
hermanos o sus amigos.
• Se muestra ensimismado en su propio móvil cuando está con la familia o los
amigos.
• Usa continuamente su móvil durante las comidas.
• Está mucho tiempo en Internet o usando su móvil sin ninguna finalidad concreta.
• Se enfada excesivamente, presenta ansiedad o cambios bruscos de humor cuando
se trata de limitar su uso de las nuevas tecnologías.
37
TAREA (Descargar o imprimir)
Indique la frecuencia con la que le han ocurrido las siguientes cosas en el último mes.
Cuando nos referimos a Internet, queremos decir todo tipo de aplicaciones con conexión
a Internet a través de smartphones, tablets, ordenadores u otros dispositivos o
aplicaciones, por ejemplo, WhatsApp, Facebook, juegos online, etc.
Responda de la siguiente forma indicando a cada pregunta el número entre paréntesis
según corresponda: (0) Nunca me pasa, (1) Rara vez me pasa, (2) Me pasa algunas
veces, (3) Me pasa con cierta frecuencia, (4) Me ocurre a menudo y (5) Me ocurre
siempre o casi siempre.
• ¿Con qué frecuencia permanece en Internet más tiempo del que tenía previsto?
• ¿Con qué frecuencia descuida otras tareas para pasar más tiempo conectado a Internet?
• ¿Con qué frecuencia prefiere las emociones que provoca Internet a estar con otra persona cara a cara?
• ¿Con qué frecuencia conoce nuevas personas a través de Internet?
• ¿Con qué frecuencia otras personas cercanas se quejan de que pasa demasiado tiempo en Internet?
• ¿Con qué frecuencia revisa su correo electrónico, Facebook u otras aplicaciones tecnológicas en lugar de
hacer otras cosas que necesita hacer?
• ¿Con qué frecuencia su rendimiento en el trabajo o su productividad han disminuido a causa del uso que
hace de Internet?
• ¿Con qué frecuencia se pone a la defensiva u oculta información cuando alguien le pregunta lo que hace
en Internet?
• ¿Con qué frecuencia alivia la angustia en su vida conectándose a Internet?
• ¿Con qué frecuencia está pensando en cuándo se podrá conectar de nuevo a Internet?
• ¿Con qué frecuencia siente que la vida sin Internet sería aburrida, vacía y sin alicientes?
• ¿Con qué frecuencia reacciona mal, grita o se muestra molesto si alguien le interrumpe mientras está
conectado a Internet?
• ¿Con qué frecuencia reduce sus horas de sueño debido a que se conecta por la noche a Internet?
• ¿Con qué frecuencia se siente preocupado con Internet cuando no está conectado o piensa
constantemente en conectarse?
• ¿Con qué frecuencia piensa «solo un poco más» cuando está usando Internet?
• ¿Con qué frecuencia intenta reducir la cantidad de tiempo que pasa usando Internet y no lo consigue?
• ¿Con qué frecuencia intenta ocultar el tiempo que ha estado conectado a Internet?
• ¿Con qué frecuencia decide pasar más tiempo conectado a Internet en lugar de salir con otras personas?
• ¿Con qué frecuencia se siente triste, malhumorado o nervioso cuando no está usando Internet, y se siente
mejor una vez que está conectado?
38
como padres pedir a los hijos que hagan algo y hacer uno mismo lo contrario.
El haz lo que yo digo, no lo que yo hago es considerablemente ineficaz.
En consonancia con esta idea, incluimos a continuación una serie de
recomendaciones para los propios padres:
39
En ningún caso se trata de dejar de usar las nuevas tecnologías. Más bien, lo
importante es aprender a usarlas de manera saludable y responsable. Por tanto, es
necesario no exagerar los riesgos y ser conscientes de las grandes ventajas (y algunos
problemas) del uso de Internet, el móvil o los videojuegos sin crear falsas alarmas sobre
sus consecuencias negativas.
Con el objetivo de ayudar a los hijos a hacer un uso saludable de las nuevas
tecnologías, más que darles charlas o dramatizar la situación, recomendamos delimitar el
problema en aspectos concretos y poner en marcha estrategias específicas de solución de
conflictos. Esto permite abordar la situación de una manera concreta y evitar la
sensación de desbordamiento o de «no saber qué hacer con mi hijo». En la tabla 3.1 se
presenta un listado de posibles problemas, en qué consisten y algunas estrategias de
solución que podrían ser útiles. Estos son los pasos generales que debe seguir:
40
escucha activa expuestas en el capítulo 3.
3. Busque estrategias de solución conjuntas (véase la tabla 3.1). Puede ser útil firmar
un contrato conductual (véase, al final del capítulo, el «Ejemplo de contrato
conductual entre padres e hijos»).
4. Aplique las estrategias de solución de problemas (véase de nuevo la tabla 3.1).
5. Aplique refuerzo y castigos contingentes cuando sea necesario.
6. Valore la mejoría y refuerce a su hijo siempre que haya un cambio a mejor.
TABLA 3.1
Problemas y posibles soluciones a los abusos y las adiciones tecnológicas
Consecuencias Cambio en los hábitos de sueño: el Establecer límites. No se debe usar Internet o
para la salud adolescente duerme menos o se acuesta el móvil entre las 11 de la noche y las 8 de la
tarde por estar conectado a Internet, mañana.
usando el smartphone o jugando online. Gestionar el tiempo. Poner un límite al
Cambio en los hábitos de alimentación: tiempo dedicado a videojuegos (por ejemplo,
el adolescente come poco o de manera solo los fines de semana).
inadecuada por pasar el tiempo en Estructurar rutinas. Determinar qué días a la
actividades relacionadas con las nuevas semana se van a realizar actividades
tecnologías (por ejemplo, jugando alternativas no vinculadas con el uso de las
online). nuevas tecnologías.
Cambio en las actividades físicas que se
realizan: el adolescente deja de hacer
deporte o actividades físicas para pasar
más tiempo conectado.
41
otras actividades online.
En ocasiones, los acontecimientos pueden sobrepasar las capacidades que tienen los
padres para afrontar un determinado problema. Los padres no están en la obligación de
saber cómo actuar en todo momento. Es razonable que desconozcan en buena medida
cómo funciona Internet y muchas aplicaciones.
En caso de que la situación se vuelva preocupante y se agoten todos los recursos
puestos en marcha por los padres, es el momento de buscar ayuda profesional. El abuso
de Internet es cada vez más común. Algunos menores necesitan ayuda para aprender a
regular el uso que hacen de las nuevas tecnologías. Hay excelentes profesionales que
cuentan con herramientas para ayudar al niño o adolescente a aprender a gestionar su uso
de Internet, el móvil o los videojuegos.
42
4
El ciberbullying y el ciberacoso
43
embargo, en la actualidad es más común el uso de otras aplicaciones como WhatsApp y
las redes sociales.
Teniendo esto en cuenta, los tipos más frecuentes de cyberbullying incluyen los
siguientes:
Una vez que ha tenido lugar, puede ser complicado escapar del ciberacoso y de la
victimización online. La mayoría de las personas tienen acceso diario a Internet o
necesitan emplear el teléfono móvil en su vida cotidiana. Por ello, las víctimas pueden
serlo en cualquier lugar y en cualquier momento.
COMPONENTES DE CIBERBULLYING
La figura 4.1 muestra los componentes del ciberacoso. En primer lugar, encontramos
un agresor motivado que habitualmente se caracteriza por presentar baja empatía y alta
impulsividad, entre otras características. Este acosador lleva a cabo una serie de
comportamientos agresivos (envío de amenazas, insultos, chantajes, difusión de
información falsa sobre alguien, etc.) dirigidos hacia una víctima. Aunque cualquiera
44
puede ser víctima de ciberacoso, es común encontrar que las víctimas son menores
vulnerables (por ejemplo, más introvertidos).
El acoso y las agresiones entre menores han existido desde siempre. Recientemente,
se ha comenzado a tomar conciencia de la gravedad y las consecuencias de este tipo de
agresiones. Durante las dos últimas décadas, las nuevas tecnologías se han convertido en
45
un medio para llevar a cabo estas formas de abuso.
Aunque son varias las similitudes, también hay algunas diferencias entre el bullying o
acoso tradicional, que ocurría frecuentemente en el patio del colegio y cara a cara, y el
ciberbullying, que tiene lugar en entornos virtuales.
En primer lugar, en el ciberbullying se elimina el límite temporal. Una vez que una
imagen, vídeo o información comprometida se difunde en Internet, puede permanecer en
el ciberespacio para siempre. Es casi imposible borrar algunos contenidos que han sido
difundidos a través de Internet, ya que estos contenidos pueden ser guardados por
terceros.
Este hecho puede tener consecuencias negativas a largo plazo para la víctima,
provocando una revictimización en el futuro. Por ejemplo, el acceso a una imagen
comprometida con contenido sexual podría perjudicar la contratación en un trabajo en el
futuro.
En segundo lugar, el posible alcance de la agresión aumenta exponencialmente en el
caso del ciberbullying. El acoso tradicional solía quedar en el aula o en el patio del
colegio. Sin embargo, el ciberacoso puede alcanzar a la familia, al barrio o, incluso, a
miles de personas desconocidas. Esto puede incrementar el potencial efecto dañino de
convertirse en víctima online.
En tercer lugar, la victimización y el acoso online son principalmente indirectos, más
que cara a cara. Las características de las nuevas tecnologías permiten que el ciberacoso
pueda ejercerse desde el anonimato. En ocasiones, la víctima y el agresor no se conocen.
No siempre es fácil identificar al agresor, al menos inicialmente. El agresor no ve la
reacción de la víctima de manera inmediata, lo cual puede facilitar la insensibilidad y la
falta de empatía hacia ella.
Finalmente, la víctima del ciberacoso no es necesariamente la persona más débil,
como ocurría en el caso del acoso tradicional. Cualquiera puede ser víctima del
ciberbullying. Asimismo, quien agrede no es necesariamente el «matón de la clase». El
agresor puede ser alguien que no se atreve a llevar a cabo la agresión cara a cara y se
ampara en el anonimato percibido de Internet para perpetrarla.
46
una persona deprimida o aislada socialmente es probable que cuente con menos recursos
para afrontar una situación de ciberbullying haciendo que tienda a perpetuarse.
Las personas que pasan más tiempo en Internet se ven expuestas a más riesgos
potenciales, incluidos los riesgos relacionados con ser víctimas de ciberacoso, invasión
de la privacidad online, robo de la identidad o contactos no deseados con otras personas.
Es posible que las víctimas de ciberacoso también desarrollen una adicción
tecnológica como consecuencia de su victimización. Paradójicamente, las víctimas
podrían hacer un mayor uso de las nuevas tecnologías con el fin de escapar del malestar
derivado de la victimización. De hecho, una de las características más relevantes de la
adicción a Internet, como ya se ha señalado, es el uso de la tecnología para reducir la
ansiedad, los sentimientos de aislamiento o las emociones negativas.
Estas consecuencias no son inevitables, dependen de la gravedad del acoso, la
frecuencia, el tiempo que se ha prolongado y las propias características de la víctima. En
todo caso, teniendo en cuenta los posibles efectos del ciberbullying, la prevención y el
tratamiento de las posibles consecuencias son de capital importancia.
• 1 o 2 veces: 15,9%
• 3 o 4 veces: 1,8%
• Más de 5 veces: 0,9%
• 1 o 2 veces: 7,9%
• 3 o 4 veces: 0,7%
• Más de 5 veces: 0,2%
— Han subido a Internet enlaces con imágenes humillantes mías para que las vean
otras personas:
• 1 o 2 veces: 3,4%
• 3 o 4 veces: 0,3%
• Más de 5 veces: 0,2%
47
— Han escrito o difundido bromas, rumores, chismes o comentarios que me ponían
en ridículo:
• 1 o 2 veces: 16,7%
• 3 o 4 veces: 2,4%
• Más de 5 veces: 0,9%
• 1 o 2 veces: 3,7%
• 3 o 4 veces: 0,6%
• Más de 5 veces: 0,2%
— Me han robado mi contraseña para acceder a redes sociales (nicks, claves, etc.) y
enviar mensajes en mi nombre que me podrían hacer quedar mal ante los demás o
crearme problemas con mis conocidos:
• 1 o 2 veces: 9,1%
• 3 o 4 veces: 0,6%
• Más de 5 veces: 0,1%
• 1 o 2 veces: 2,4%
• 3 o 4 veces: 0,6%
• Más de 5 veces: 0,3%
— Han colgado esas imágenes mías en las redes sociales para que las puedan ver
otras personas:
• 1 o 2 veces: 0,9%
• 3 o 4 veces: 0,2%
• Más de 5 veces: 0,1%
• 1 o 2 veces: 1,0%
• 3 o 4 veces: 0,1%
• Más de 5 veces: 0,0%
48
— Han colgado esas imágenes mías en las redes sociales para que las puedan ver
otras personas:
• 1 o 2 veces: 0,8%
• 3 o 4 veces: 0,2%
• Más de 5 veces: 0,1%
• 1 o 2 veces: 12,1%
• 3 o 4 veces: 1,5%
• Más de 5 veces: 0,5%
— Me han apartado de modo intencional de un grupo en una red social (chats, listas
de amigos, foros temáticos, etcétera):
• 1 o 2 veces: 8,0%
• 3 o 4 veces: 0,8%
• Más de 5 veces: 0,2%
• 1 o 2 veces: 1,0%
• 3 o 4 veces: 0,2%
• Más de 5 veces: 0,2%
• 1 o 2 veces: 0,5%
• 3 o 4 veces: 0,1%
• Más de 5 veces: 0,1%
ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN
49
escuela contando con la implicación de la familia. La intervención en el ámbito escolar
permite tratar los temas con cierta profundidad, implicar a los educadores y actuar en el
entorno (por ejemplo, el grupo de amigos) durante la adolescencia, que es el período en
el que el acoso y la victimización se producen con mayor frecuencia (Gámez-Guadix,
Orue y Borrajo, 2014). La intervención en la escuela debería involucrar también a los
padres.
TABLA 4.1
Principales riesgos y conductas seguras para el ciberbullying
• Enviar fotos o vídeos con contenido • Tratar siempre con respeto a las personas con las que se
erótico o sexual a través de Internet, interactúa online.
fenómeno conocido como sexting. • Nunca, bajo ningún concepto, insultar, humillar o poner en
• Usar Internet para conocer gente nueva ridículo a alguien.
que no se conoce en persona. • Comentar con otras personas, especialmente los padres y
• Revelar datos muy personales, como la educadores, lo que se hace en Internet.
dirección de casa o los horarios. • Usar las contraseñas como se usa el cepillo de dientes. Las
• Proporcionar a otros contraseñas contraseñas no deben compartirse con otras personas a través
personales. de Internet.
• Pasar demasiado tiempo conectado a • Emplear contraseñas seguras: más de 8 dígitos que incluyan
Internet. letras, números, mayúsculas, minúsculas y caracteres
• Insultar, menospreciar o ridiculizar a especiales («&», «#», etc.). No usar la misma contraseña para
otros online. Ser agresor, espectador o todas las aplicaciones.
colaborador en comportamientos de • Limitar el tiempo diario que se está conectado a Internet con
ciberbullying. fines de ocio y tiempo libre.
• Aceptar invitaciones para acudir a un
encuentro con un extraño que solo se
conoce online.
• Abrir archivos enviados por personas
desconocidas. Estos archivos pueden
ser estafas electrónicas o incluir
contenidos indeseados.
50
papel que los espectadores tienen en el ciberacoso. Es de capital importancia precisar el
rol de los espectadores o colaboradores que, si bien podrían no ser quienes inicien la
agresión, la fomentan por medio de la aceptación del comportamiento del acosador y de
las burlas hacia las víctimas.
En este sentido, puede ser de ayuda promover explícitamente una política de
«tolerancia cero» hacia el ciberacoso, con una censura explícita hacia el agresor y a
quien colabore con él, al tiempo que se fomenta la empatía con la víctima.
Finalmente, es importante trabajar la idea de que el ciberbullying tiene consecuencias
negativas para las víctimas (tristeza, angustia, aislamiento...) y para los agresores en
forma de sanciones, castigos o, incluso, responsabilidades en el ámbito penal.
Una parte crucial de la prevención es la discusión sobre las actitudes que justifican el
ciberbullying. Hay diversas actitudes y justificaciones que las personas usan para
defender por qué acosan a otros. La labor de los padres y educadores consiste en
identificarlas y debatirlas con los menores y adolescentes:
— «El ciberbullying es solo una broma». Está idea indica que está justificado acosar
a alguien para burlarse o reírse de él o ella, porque, en definitiva, se hace como un
juego o una broma. Es importante dejar claro que todo ejemplo de agresión puede
tener consecuencias muy negativas para la víctima. En ningún caso es una broma.
Para trabajar esta idea podría ser útil animar a ponerse en el lugar de la víctima.
— «Lo hice para vengarme». Esta justificación sostiene que está bien agredir o
amenazar a través de Internet o el móvil a alguien que previamente ha hecho lo
mismo. Para rebatir esta justificación se debe dejar claro que la mejor forma de
afrontar una agresión nunca es responder con otras agresiones. Responder a
agresiones con más agresiones es, en todo caso, contraproducente, ya que puede
conducir a un aumento de la frecuencia y la gravedad del problema y conllevar
serias consecuencias.
— «Hay personas que se merecen que se les humille públicamente en Internet». Esta
creencia refleja que está justificado hacer ciberbullying a alguien que se lo merece
porque tiene determinadas características («es antipático/a», «no me cae bien», «es
feo/a», «está gordo/a», etc.). La reestructuración de esta justificación consiste en
trabajar la idea de que nadie merece ser agredido por ninguna razón.
— «El ciberbullying no tiene ninguna importancia». Esta afirmación se basa en la
falsa idea de que el ciberbullying no hace daño a nadie o no tiene ninguna
consecuencia negativa. Para rebatirla se pueden formular preguntas en los
siguientes términos: ¿cómo te sentirías si fuese a ti a quien critican en las redes
sociales? o ¿cómo crees que puede sentirse la víctima?
51
— «Todo el mundo lo hace». Este tipo de justificación se emplea para diluir las
responsabilidades individuales de llevar a cabo ciberacoso. Sin embargo, es
importante dejar claro que el hecho de que otros participen en el ciberbullying no
justifica este tipo de agresiones. Por otra parte, cada uno debe hacerse responsable
de su conducta.
— «Lo hago porque me da la gana». Este tipo de justificación debe trabajarse desde
la empatía, así como desde las posibles consecuencias, sanciones y castigos para el
agresor derivados de ejercer ciberbullying.
52
opciones de privacidad de las redes sociales aquellos contenidos que no deberían ver
personas desconocidas.
A continuación se incluyen tres de las habilidades más importantes:
INTERVENCIÓN EN EL CIBERBULLYING
— Los padres deben mostrarse dispuestos a hablar del tema, dejando abiertas
posibles vías de comunicación. Más que presionar al menor, es importante que los
padres ofrezcan un entorno seguro para que el hijo o hija pueda hablar cuando lo
necesite.
— Los padres deben plantear que ser víctima de ciberbullying es algo posible y que,
en todo caso, si llega a ocurrir, ellos estarán para ayudar. Es importante remarcar
que la víctima no tiene la culpa de ser víctima.
— Es necesario hacer saber al hijo que el ciberbullying no es un problema que daba
ocultarse y que, por supuesto, tiene solución. Se recomienda hacer énfasis en pedir
ayuda para afrontar y buscar una solución.
— En el caso de que la situación de victimización ya haya tenido lugar, padres e hijos
deberían planificar en común posibles estrategias para afrontarla y ponerle fin.
53
— Es necesario plantear como una posibilidad que la situación se ponga en
conocimiento de los profesores y responsables del centro educativo. Es posible
que el agresor se encuentre también en el mismo colegio o instituto que la víctima,
por lo que el abordaje debe ser educativo. En algunos casos, son los padres los que
deben poner en conocimiento del centro educativo la situación y buscar soluciones
en conjunto.
— El menor podría sentir y expresar que se siente incómodo o inseguro con algunas
de las soluciones que se están poniendo en marcha. En tal caso, es importante
tratar el tema abiertamente y enfatizar que ocultar estas situaciones es la peor de
las soluciones. Por ejemplo, en caso de ocultar la situación de ciberacoso, otras
personas también podrían convertirse en víctimas.
— Es muy importante prestar atención a los sentimientos y emociones del menor, sin
juzgarlos o forzarlos. Ante una situación de acoso, es completamente normal que
el menor sienta angustia o miedo.
— En este sentido, es también fundamental mostrar apoyo incondicional al menor,
repitiendo que se le quiere y acepta tal y como es.
El primer paso consiste en detener el acoso a toda costa. Para ello, se debe bloquear al
acosador o acosadores y ponerlo en conocimiento de los educadores o profesores. Otros
menores podrían estar siendo víctimas de acoso, por lo que es necesario adoptar una
visión global que trate de atajar el problema de raíz y evitar otras víctimas.
Simultáneamente, se deben guardar todas las pruebas del acoso y no borrar ninguna
información relevante. En los casos más graves, estos datos podrían ser de utilidad.
54
aislamiento, frustración, tristeza, problemas escolares, etc. Por tanto, el profesional de
salud mental podrá evaluar y tratar la presencia de estos problemas y ayudar a la víctima
a gestionarlos.
• El menor, ¿lleva a cabo conductas que pueden favorecer que el acoso se siga
manteniendo?
Un último paso consiste en determinar si existen factores de riesgo para que el acoso
se siga manteniendo. Algunos de estos factores son el envío de información propia
comprometida o sexual, usar chats o aplicaciones para conocer a otras personas online o
responder con más ciberacoso. En caso de que se dé alguna de estas circunstancias, es
necesario intervenir directamente sobre ella.
También puede ocurrir que los hijos o hijas sean agresores o acosadores. En tal caso
es importante considerar las siguientes opciones (Ortega-Ruiz, 2015).
En primer lugar, es necesario afrontar la situación con franqueza en caso de que se
55
tenga la sospecha o la evidencia de que el hijo o hija está acosando a otra persona. Mirar
para otro lado o hacer como si nada ocurriese puede traer problemas mayores.
Además, los padres deben dejar claro que la situación es inapropiada, injusta, está
provocando un daño y debe pararse. Puede ser recomendable realizar algún tipo de
comportamiento de reparación, como hablar con la víctima y pedirle disculpas.
La intervención como padres no debe incluir ningún tipo de violencia como castigo
físico, amenazas o insultos al hijo o hija que ha acosado a otro. Dado que se trata de
erradicar una situación de violencia, intervenir añadiendo más agresión es totalmente
contraproducente.
Por el contrario, debe proporcionarse ayuda y orientación buscando una solución
educativa. Es fundamental hacerle ver al menor que los comportamientos de ciberacoso
son dañinos y provocan dolor y sufrimiento en la víctima.
Asimismo, las normas son un aspecto fundamental para el desarrollo y el
funcionamiento humano. Establecer normas resulta esencial para aprender a regularse.
En estos casos, es imprescindible que los padres recuerden al hijo o hija al menos dos
normas básicas:
Es posible que las amistades previas hayan inducido al menor a agredir a otros. En
este caso, es necesario apoyar al menor para que cambie de amistades.
Es recomendable, además, preguntar sobre otras personas que también podrían haber
participado en el acoso como agresores, de forma que se pueda abordar la intervención
de una manera global.
Debería establecerse contacto con el centro educativo, ya que la víctima podría
necesitar ayuda psicológica para manejar el malestar como consecuencia del
ciberbullying.
Disponemos de diferentes instrumentos que evalúan si los hijos han llevado a cabo
ciberbullying. Uno de los más exhaustivos para la evaluación de este problema es el
Cuestionario de ciberbullying (Calvete y cols., 2014). A modo de ejemplo de los tipos
de ciberbullying que se tienen en cuenta, el instrumento se incluye en la tabla 4.2.
¿CON QUÉ FRECUENCIA HAS HECHO LAS SIGUIENTES COSAS A TRAVÉS DE INTERNET O EL MÓVIL?
0=NUNCA; 1=1 O 2 VECES; 2=3 O 4 VECES; 3=5 O MÁS VECES
56
2. Colgar o enviar imágenes de un conocido que pueden ser humillantes. 0 1 2 3
3. Poner enlaces a imágenes humillantes de conocidos para que las puedan ver otras 0 1 2 3
personas.
5. Colgar enlaces donde aparecían rumores, chismes, etc., de un compañero para que los 0 1 2 3
leyeran otras personas.
6. Conseguir la contraseña de otra persona para acceder a redes sociales (nicks, claves, etc.) y 0 1 2 3
enviar mensajes en su nombre que le podían hacer quedar mal ante los demás o crearle
problemas con sus conocidos.
7. Grabar vídeos o tomar fotografías con el móvil mientras un grupo se ríe y obliga a otra 0 1 2 3
persona a hacer algo humillante o ridículo.
8. Colgar esas imágenes en redes sociales para que las puedan ver otras personas. 0 1 2 3
9. Grabar vídeos o tomar fotografías con el móvil mientras alguien golpea o hace daño a otra 0 1 2 3
persona.
10. Colgar esas imágenes grabadas en redes sociales para que las vean otras personas. 0 1 2 3
12. Apartar a alguien de modo intencional de un grupo en una red social (chats, listas de 0 1 2 3
amigos, foros temáticos, etc.).
13. Grabar vídeos o tomar fotografías a algún compañero/a en algún tipo de comportamiento 0 1 2 3
de índole sexual para colgarlos o enviarlos.
57
5
El sexting
— Hacerse fotos con contenido sexual y enviarlas. Esto implica fotos en las que se
58
muestran partes íntimas del cuerpo (por ejemplo, genitales).
— Elaborar vídeos con contenido sexual y enviarlos.
— Elaborar mensajes de texto con alto contenido sexual propio (por ejemplo, gustos
sexuales) y enviarlos.
El envío de mensajes, fotos o vídeos sexuales con frecuencia se relaciona con recibir
esos mismos contenidos procedentes de otras personas, produciéndose un doble patrón
de envío y recepción, lo que se conoce como sexting activo y pasivo, respectivamente.
En muchos casos, los adolescentes practican sexting para «coquetear» con otros
adolescentes. En la cultura digital, cualquier aspecto de la vida cotidiana puede
trasladarse también a Internet y a las redes sociales. Esto mismo ocurre con el coqueteo
sexual.
Este «tonteo» puede mantenerse al mismo tiempo con diferentes personas a las que se
les envía los contenidos sexuales. Ello se ve favorecido por la inmediatez que
proporcionan los sistemas de mensajería actuales, como WhatsApp. Así, el sexting se ha
convertido en una forma de mantener relaciones interpersonales para muchos
adolescentes.
De manera relacionada, el envío de contenidos sexuales es una forma de explorar la
identidad sexual para los adolescentes. La exploración de la identidad y la orientación
sexual es algo normativo y frecuente durante la adolescencia. Internet proporciona una
vía aparentemente inofensiva para ello y el sexting podría ser un canal de expresión para
los jóvenes.
Muchos adolescentes practican el sexting dentro de una relación de pareja en la que el
envío de imágenes o contenidos sexuales suele ser recíproco. Hace varias décadas los
adolescentes intercambiaban fotos en persona con sus novios o novias. Hoy en día el
intercambio de fotos a través de los smartphones se ha convertido en una vía preferente
de interacción en las relaciones de noviazgo.
Otros muchos adolescentes practican sexting como un juego, una broma o como una
forma de divertirse. Esta suele ser una motivación que se da en combinación con alguna
de las razones señaladas anteriormente.
Algunos jóvenes se implican en el sexting por presión social. El sexting es visto como
algo normalizado y muchos adolescentes demandan fotos sexuales a otros. Ante estas
peticiones, los adolescentes podrían encontrar complicado decir que no a un chico o
chica que le pide imágenes sexuales. Además, en virtud de un principio de reciprocidad,
muchos jóvenes se sienten en deuda con quienes les envían contenidos sexuales. Ello les
conduce a generar y enviarles los propios.
Además, algunos estudios han señalado que la exposición del cuerpo a través de
59
Internet podría ser una forma de aumentar la propia autoestima. Los adolescentes
incrementan el sentimiento sobre el valor de sí mismos al ver que otros están interesados
en sus fotos íntimas, lo cual refuerza positivamente el envío de estas imágenes. Este
factor, en una etapa como la adolescencia, caracterizada con frecuencia por la
inseguridad, puede ser de gran importancia.
Por otro lado, en Internet los adolescentes encuentran un entorno en el que pueden ser
quienes deseen y como deseen, también en el terreno de la corporalidad y la expresión de
la sexualidad. Esta percepción les puede llevar a preparar con cuidado fotos propias para
mostrarse como ellos desean y enviarlas. Esto proporciona un refuerzo positivo, a pesar
de ser solamente una percepción imaginaria y fugaz.
Finalmente, una razón clave es la ausencia de percepción de riesgo de los
comportamientos de sexting. El envío de contenidos sexuales se percibe como algo
insignificante o que no conlleva consecuencias negativas (por ejemplo, que la foto o el
vídeo se difunda a terceras personas no deseables o desconocidas).
En la figura 5.1 se presenta de manera esquemática el proceso descriptivo del sexting.
Como puede observarse, para que el sexting tenga lugar deben aparecer una o más
posibles variables predictoras. La probabilidad de sexting será mayor cuanta mayor
fuerza tengan estas variables (por ejemplo, mayor presión social, mayor necesidad de
explorar la identidad sexual o baja autoestima).
60
derivados principalmente de un mal uso por parte de otros de los contenidos sexuales
que son enviados. Estos riesgos están íntimamente relacionados con la facilidad de
trasmitir fotos o vídeos de una persona a otra en Internet, la ilimitada permanencia de
este material en la red y el hecho de que cualquiera pueda acceder a esos contenidos en
el futuro.
En el ciberespacio no existen los límites temporales. Una foto o un vídeo sexuales
que se envían a una persona pueden permanecer en Internet para siempre. El material
sexual enviado podría ser empleado años después para chantajear o amenazar a quien lo
generó y envió.
Al igual que ocurría en el caso del ciberbullying, el hecho de no ver la reacción de la
víctima favorece la falta de empatía con la misma. Las consecuencias pueden no ser
inmediatas, lo cual hace que la víctima no perciba la relación entre su comportamiento y
los efectos que este puede tener o el daño que le puede ocasionar.
El sexting puede conllevar otros riesgos y problemas. Cuando se elabora y envía una
foto con contenido sexual es difícil anticipar que la foto podría difundirse más allá de la
persona a la que ha sido enviada. Por ejemplo, si enviamos una foto a un conocido, nada
garantiza que esa persona no vaya a reenviar esa imagen a un tercero (o varios). Menos
certeza existe aún sobre lo que terceras personas podrían hacer con la foto o vídeo
sexuales. Dadas las características de Internet, el daño de la potencial agresión aumenta
exponencialmente. Debido a la imposibilidad de controlar el material sexual en Internet
y a la capacidad ilimitada de reenviarlo, los padres y educadores deberían recomendar
cautela a los menores en el envío de contenidos sexuales.
• Total: 10,8%
61
• De 1 a 3 veces: 7,2%
• De 4 a 10 veces: 2,1%
• Más de 10 veces: 1,5%
• Total: 7,1%
• De 1 a 3 veces: 4,8%
• De 4 a 10 veces: 1,5%
• Más de 10 veces: 0,8%
• Total: 2,1%
• De 1 a 3 veces: 1,4%
• De 4 a 10 veces: 0,4%
• Más de 10 veces: 0,2%
62
FIGURA 5.2. Prevalencia del sexting por edades.
El sexting está relacionado con el desarrollo sexual de los adolescentes. Una forma de
prevenirlo, o de minimizar sus consecuencias, es trabajar una buena educación sexual
entre los jóvenes.
La educación sexual de los hijos adolescentes es, para muchos padres y educadores,
una cuestión tabú que provoca vergüenza o malestar. Aunque los padres son una parte
fundamental del proceso de socialización de sus hijos, se da la paradoja de que muchos
de ellos no desempeñan un papel importante en su educación sexual.
Algunas creencias tradicionales contribuyen a mantener esta situación: «a mí no me
explicaron nada y aprendí por mí mismo», «ahora los adolescentes aprenden solos», «si
les hablo de sexo, acabarán siendo promiscuos» o «los jóvenes ya tienen mucha
información sexual».
Educar sexualmente a los hijos implica trasmitirles una serie de actitudes y
conocimientos específicos sobre la sexualidad que les permitan vivir de una forma
positiva y saludable.
63
TRASMITIR UNA IDEA POSITIVA SOBRE LA SEXUALIDAD Y LAS RELACIONES ÍNTIMAS
— No es no.
Cuando alguien expresa su negativa a enviar fotos no debemos insistir,
64
amenazar o coaccionar para que lo haga. El respeto hacia los demás implica
aceptar lo que otros sienten y desean.
— Piensa muy bien a quién envías los contenidos sexuales (por ejemplo, las
imágenes), dado que cuanta menor es la confianza en el destinario, es más
probable que esas imágenes acaben en un lugar equivocado o se utilicen para fines
indeseados. En caso de decidir enviarlas, se recomienda incluir un mensaje en el
que se indique que las imágenes no deben enviarse a nadie más: por ejemplo,
«esto es solo para ti, por favor, no lo reenvíes».
— Sé cuidadoso en no enviar la imagen a una persona equivocada por error, ya que
esto puede causar problemas.
— No incluyas la cara ni rasgos identificativos como lunares, piercings o tatuajes en
las imágenes. De esta forma, se dificulta identificar a la persona en caso de que la
imagen se reenvíe.
— Evita que la imagen incluya la geolocalización (es decir, dónde se hizo la foto).
Esta es una función de algunos teléfonos que incluyen de forma automática el
lugar en el que se realizó la foto a través del GPS.
— Elimina las imágenes sexuales de teléfonos móviles o del ordenador, ya que en
65
caso de robo, estas imágenes podrían ser extraídas.
Una buena manera de educar sobre el sexting consiste en provocar una reflexión en
los propios menores sobre las razones por las que las personas participan en él y qué
consecuencias puede conllevar. En primer término, más que dar una charla a los hijos,
puede ser útil comprobar qué piensan sobre el sexting y cuáles son sus actitudes y
concienciación al respecto. El objetivo de esta actividad es inducir la reflexión propia
(más que una impuesta), que pueda conducir a un diálogo abierto sobre esta
problemática. Para ello, le proponemos que complete a modo de autoevaluación las
siguientes preguntas para, posteriormente, planteárselas a su hijo/a:
— ________________________________________________
— ________________________________________________
— ________________________________________________
— ________________________________________________
— ________________________________________________
66
¿Qué riesgos puede tener el sexting?
— ________________________________________________
— ________________________________________________
— ________________________________________________
— ________________________________________________
— ________________________________________________
67
6
Acoso en el noviazgo a través de Internet y los
smartphones
ERIKA BORRAJO y MANUEL GÁMEZ GUADIX
68
De la misma forma que los medios electrónicos han conllevado innumerables
ventajas para la creación y mantenimiento de relaciones interpersonales, también han
favorecido la aparición de problemas en el contexto de las relaciones amorosas y de
pareja.
Uno de estos problemas es el uso de las nuevas tecnologías para acosar y amenazar a
la pareja o expareja. Así, conductas que hasta ahora conocíamos en sus formas
tradicionales, como las amenazas, el control psicológico o la intimidación a la pareja,
parecen haberse adaptado a las nuevas tecnologías y se expresan a través de ellas.
Las agresiones en la pareja a través de medios electrónicos se manifiestan de diversas
formas. Las más frecuentes incluyen:
69
RELACIONES DE NOVIAZGO 3.0
TABLA 6.1
¿Qué son el buen trato y el maltrato en la pareja?
• Estar disponible para la otra persona cuando lo necesita. • Enviar mensajes continuamente a la pareja
• Demostrar amor con verbalizaciones positivas, gestos o para controlar con quién o dónde está.
comportamientos. • Mostrarse celoso/a de manera repetida.
• Compartir momentos importantes con la otra persona. • Obsesionarse con saber todo lo que la
• Tratar de comprender al otro, ponerse en su lugar y persona hace o deja de hacer.
escuchar sin juzgar. • Amenazar, chantajear o tratar de «darle su
• Confiar en la persona que es importante para nosotros. merecido» al novio o novia.
• Proporcionar un espacio para que la pareja pueda tomar • Tener sus contraseñas para entrar en su
sus propias decisiones. correo o redes sociales.
• Reforzar los comportamientos adecuados de la pareja; no • Prohibirle que hable o se relacione con otras
hacer reproches generales si no describir en positivo. personas en Internet o las redes sociales.
• Expresar mensajes claros sobre lo que sentimos en un • Ignorarle como una forma de castigo.
momento determinado. • Discutir repetidamente sobre el uso que
hace de las redes sociales.
70
¿CUÁNTO OCURRE?
• 1 o 2 veces: 14,3%
• Entre 3 y 10 veces: 14,1%
• Más de 10 veces: 15,5%
• 1 o 2 veces: 17,8%
• Entre 3 y 10 veces: 18,2%
• Más de 10 veces: 27,5%
— Mi pareja ha usado las nuevas tecnologías para saber dónde he estado y con quién:
• 1 o 2 veces: 13,7%
• Entre 3 y 10 veces: 8,7%
• Más de 10 veces: 5,4%
• 1 o 2 veces: 14,9%
• Entre 3 y 10 veces: 9,5%
• Más de 10 veces: 5,7%
• 1 o 2 veces: 1,3%
• Entre 3 y 10 veces: 0,4%
• Más de 10 veces: 0,5%
71
• 1 o 2 veces: 1,4%
• Entre 3 y 10 veces: 0,3%
• Más de 10 veces: 0,6%
— Mi pareja se ha hecho pasar por otra persona a través de las nuevas tecnologías
para ponerme a prueba:
• 1 o 2 veces: 2,6%
• Entre 3 y 10 veces: 0,6%
• Más de 10 veces: 0,3%
• 1 o 2 veces: 3,7%
• Entre 3 y 10 veces: 1,9%
• Más de 10 veces: 1,7%
72
FIGURA 6.1. Modelo explicativo de la violencia en el noviazgo que incluye el uso de herramientas electrónicas
(Manganello, 2008).
Un mito es una creencia expresada de manera poco flexible que contiene una gran
carga emotiva y se caracteriza por ser resistente al cambio y al razonamiento. Los mitos
del amor romántico serían, por tanto, un conjunto de creencias rígidas socialmente
compartidas sobre la supuesta «verdadera naturaleza» del amor (Yela, 2003).
Los principales mitos sobre el amor son:
— Mito de la media naranja: es la creencia de que existe una persona perfecta para
cada uno.
— Mito de la omnipotencia: la idea de que el amor lo puede todo.
— Mito de los celos: la creencia de que los celos son una muestra de amor.
— Mito del emparejamiento: según este mito, la pareja es algo necesario para
sobrevivir, y universal.
— Mito del matrimonio: la creencia referida a que el amor pasional del comienzo de
la relación debe conducir inexorablemente al matrimonio.
— Mito de la pasión eterna: la creencia de que la pasión del comienzo de la relación
debe durar eternamente.
— Mito de la ambivalencia: la creencia sobre si tratar mal a alguien significa
quererle, y viceversa.
73
La creencia en los mitos sobre el amor está ampliamente extendida entre la población
general, y entre los más jóvenes en particular. Por ejemplo, el 60% de los jóvenes está de
acuerdo con la afirmación de que el amor lo puede todo, y el 62% cree que el amor debe
ser ciego. Diversas manifestaciones sociales propician que estos mitos con los que
crecemos se mantengan y sea difícil eliminarlos.
Algunos datos de la presencia de estas creencias entre los jóvenes españoles se
muestran a continuación (Borrajo, Gámez-Guadix y Calvete, 2015).
En alguna parte hay alguien predestinado para cada persona («tu media naranja»). 68,0%
La pasión intensa de los primeros tiempos de una relación dura para siempre. 81,1%
1. Conocer la contraseña del móvil de tu pareja es una muestra de que confía en ti. 53,5%
2. La persona tiene derecho a controlar por el móvil lo que hace su pareja. 8,6%
74
3. No hay nada malo en que tu pareja te insista a través de WhatsApp en mantener relaciones 23,8%
sexuales.
4. Si alguien insiste a su pareja en que conteste al momento los mensajes y llamadas está mostrando 31,1%
que se preocupa por esa persona.
5. A veces enviar mensajes insultando a la pareja puede estar bien si esta se lo merecía. 6,7%
6. Intentar poner celoso/a a la pareja colgando una foto con otro/a chico/a es una prueba de amor. 4,8%
7. Está bien difundir rumores y/o chismes sobre la pareja si él/ella lo hizo primero. 3,4%
8. Es gracioso que una persona se haga pasar por otra para poner a prueba a su pareja. 5,0%
¿CÓMO DETECTARLO?
En ocasiones, resulta complicado, incluso para las personas más cercanas a la propia
víctima, detectar que está sufriendo abuso por parte de una pareja o expareja. Como
hemos visto anteriormente, algunas de esas conductas tienen un carácter sutil y son
difícilmente identificables, incluso por la propia persona que las está sufriendo (por
ejemplo, el control que suele interpretarse como una muestra de amor).
Una forma sencilla de detectar el abuso online por parte de la pareja o expareja es
utilizar una serie de preguntas de detección como las que se presentan en la tabla 6.2.
Estas preguntas permiten sondear un amplio número de comportamientos relacionados
con el abuso online.
TABLA 6.2
Preguntas para detectar el abuso online en el noviazgo
1. Tu pareja o expareja, ¿ha controlado las actualizaciones de estado del muro de tu red social?
¿Has controlado tú las actualizaciones de estado del muro de la red social de tu pareja o expareja?
2. Tu pareja o expareja, ¿te ha amenazado a través de las nuevas tecnologías con hacerte daño físicamente?
¿Has amenazado tú a tu pareja o expareja a través de las nuevas tecnologías con hacerle daño
físicamente?
3. Tu pareja o expareja, ¿ha creado un perfil falso sobre ti en una red social para causarte problemas?
¿Has creado tú un perfil falso sobre tu pareja o expareja en una red social para causarle problemas?
4. Tu pareja o expareja, ¿ha escrito un comentario en el muro de una red social para insultarte o humillarte?
¿Has escrito tú un comentario en el muro de una red social para insultar o humillar a tu pareja o
expareja?
5. Tu pareja o expareja, ¿ha utilizado tus contraseñas (teléfono, redes sociales, correo) para curiosear tus
mensajes y/o contactos sin tu permiso?
¿Has utilizado tú las contraseñas (teléfono, redes sociales o correo) de tu pareja o expareja para curiosear
sus mensajes y/o contactos sin su permiso?
6. Tu pareja o expareja, ¿ha difundido secretos y/o informaciones comprometidas sobre ti a través de las
nuevas tecnologías?
¿Has difundido tú secretos y/o informaciones comprometidas sobre tu pareja o expareja a través de las
75
nuevas tecnologías?
7. Tu pareja o expareja, ¿ha controlado la hora de tu última conexión en aplicaciones del móvil?
¿Has controlado tú la hora de la última conexión de tu pareja o expareja en aplicaciones del móvil?
8. Tu pareja o expareja, ¿te ha amenazado a través de las nuevas tecnologías con difundir secretos o
información comprometida sobre ti?
¿Has amenazado tú a tu pareja o expareja a través de las nuevas tecnologías con difundir secretos o
información comprometida sobre él/ella?
9. Tu pareja o expareja, ¿ha utilizado las nuevas tecnologías para hacerse pasar por ti y crearte problemas?
¿Has utilizado tú las nuevas tecnologías para hacerte pasar por tu pareja o expareja y crearle problemas?
10. Tu pareja o expareja, ¿te ha enviado mensajes insultantes y/o humillantes a través de las nuevas
tecnologías?
¿Has enviado tú mensajes insultantes y/o humillantes a tu pareja o expareja a través de las nuevas
tecnologías?
11. Tu pareja o expareja, ¿ha revisado tus redes sociales, WhatsApp o correo sin tu permiso?
¿Has revisado tú las redes sociales, WhatsApp o correo de tu pareja sin su permiso?
12. Tu pareja o expareja, ¿ha enviado y/o colgado fotos, imágenes y/o vídeos tuyos íntimos o de contenido
sexual a otras personas sin tu permiso?
¿Has enviado tú y/o colgado fotos, imágenes y/o vídeos de contenido sexual sobre tu pareja o expareja a
otras personas sin su permiso?
13. Tu pareja o expareja, ¿ha utilizado las nuevas tecnologías para controlar donde has estado y con quién?
¿Has utilizado tú las nuevas tecnologías para controlar a tu pareja o expareja dónde ha estado y con
quién?
14. Tu pareja o expareja, ¿te ha amenazado a través de las nuevas tecnologías para que contestes a sus
llamadas o mensajes de manera inmediata?
¿Has amenazado tú a tu pareja o expareja a través de las nuevas tecnologías para que contestes a sus
llamadas o mensajes de manera inmediata?
15. Tu pareja o expareja, ¿se ha hecho pasar por otra persona a través de las nuevas tecnologías para ponerte a
prueba?
¿Te has hecho pasar por otra persona a través de las nuevas tecnologías para poner a prueba a tu pareja o
expareja?
16. Tu pareja o expareja, ¿ha colgado música, poesías, frases... en los estados de su red social en referencia a ti
con la intención de insultarte o humillarte?
¿Has colgado música, poesías, frases... en los estados de tu red social en referencia a tu pareja o expareja
con la intención de insultarla o humillarla?
17. Tu pareja o expareja, ¿ha revisado tu teléfono móvil sin tu permiso?
¿Has revisado tú el teléfono móvil de tu pareja o expareja sin su permiso?
18. Tu pareja o expareja, ¿ha extendido rumores, chismes y/o bromas sobre ti a través de las nuevas
tecnologías con la intención de ridiculizarte?
¿Has extendido rumores, chismes y/o bromas a través de las nuevas tecnologías sobre tu pareja o
expareja con la intención de ridiculizarla?
19. Tu pareja o expareja, ¿te ha llamado de forma excesiva para controlar dónde estabas y con quién?
¿Has llamado tú a tu pareja o expareja de forma excesiva para controlar dónde estaba y con quién?
20. Tu pareja o expareja, ¿ha controlado las amistades que tienes en las redes sociales?
¿Has controlado tú las amistades que tiene tu pareja o expareja en las redes sociales?
PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN
Como hemos señalado, los mitos sobre el amor romántico y las creencias que
justifican la violencia son algunos de los factores que mantienen las conductas abusivas
en la pareja. Es por ello que trabajar sobre estos pensamientos ayuda a prevenir el acoso
y la agresión en las relaciones de las parejas jóvenes.
76
Una forma de prevenir e intervenir sobre estas creencias es confrontar las ideas sobre
el significado subjetivo que le damos a los comportamientos de acoso. A continuación se
expone una serie de concepciones que suelen presentar los adolescentes sobre las
relaciones románticas seguidas de varias argumentaciones que pueden ser usadas para
rebatirlas.
Insistir a la pareja para que conteste al momento mensajes y/o llamadas es una
muestra de preocupación
Existe una línea muy fina entre lo que entendemos por preocupación y lo que
realmente es control y acoso. A veces, nuestros quehaceres del día a día no nos permiten
estar constantemente pendientes del móvil. Es por ello que no contestar de manera
inmediata a un mensaje o a una llamada no es sinónimo de que la pareja no se preocupe.
Por otra parte, las personas que conforman la pareja también necesitan su espacio.
Los celos repetidos no son una muestra de amor hacía otra persona. Los celos son,
más bien, una muestra de las inseguridades de quien los sufre. Mantener una relación
basada en la confianza y en el respeto previene que estos sentimientos aparezcan.
77
Que la pareja te presione para que le facilites tus contraseñas no es una prueba de
amor, es, más bien, una señal de inseguridad. Recuerda que las contraseñas deben
emplearse como el cepillo de dientes: no deberían compartirse con nadie.
Desarrollar competencias
Trabajar la autoestima
La autoestima del adolescente puede ser un factor clave para prevenir e intervenir en
la aparición de estos comportamientos. Quererse a uno mismo es el primer paso para
prevenir los comportamientos de acoso de otros y para desarrollar actitudes que permitan
plantarse ante aquellas conductas que no son de su agrado.
Apoyar a la víctima
78
7
El grooming o acoso sexual online de menores
PATRICIA DE SANTISTEBAN y MANUEL GÁMEZ GUADIX
El grooming online es una forma de acoso sexual de menores por parte de adultos a
través de Internet. En el grooming, un adulto trata de acceder a un menor para conseguir
mantener algún tipo de relación sexual o intercambiar material sexual (como fotos o
vídeos). Este adulto puede ser una persona con la que el menor haya contactado a través
de Internet, pero también puede ser alguien que haya conocido en su entorno y con quien
se relacione posteriormente a través de Internet.
Cuando nos referimos a un menor en este capítulo, hacemos referencia a alguien de
15 años o menos, que es la edad de consentimiento sexual establecida con mayor
frecuencia en los ámbitos nacional e internacional. Esto no excluye que alguien mayor
de 15 años pueda ser también objeto de acoso sexual online si existe algún tipo de
79
engaño, manipulación o embaucamiento por parte de un adulto.
Es importante entender que el grooming es un proceso complejo y gradual, que va
poco a poco y puede empezar y desarrollarse de muchas y variadas maneras:
Hay que tener en cuenta que los menores, en general, detectan este tipo de
situaciones, no se dejan engañar y normalmente no caen en «trampas». Pero un adulto
tiene mucha más experiencia en las relaciones interpersonales y puede conseguir
persuadir a un menor de muchas maneras. Por eso es importante entender que se trata de
un proceso complejo, que se desarrolla poco a poco y que no es fácil de identificar.
¿CUÁNTO OCURRE?
80
pongan la webcam, queden con ellos en persona, etc.).
A continuación, se recoge la prevalencia de estos comportamientos en una muestra de
adolescentes españoles (de Santisteban y Gámez-Guadix, 2017) según les sucede a
adolescentes chicos o chicas entre 12 y 15 años:
— Un adulto me ha pedido que le envíe fotos o vídeos míos con contenido íntimo o
sexual a través de Internet o el móvil:
• Chicos: 2,8%
• Chicas: 10,0%
• Chicos: 3,6%
• Chicas: 11,1%
• Chicos: 2,0%
• Chicas: 3,0%
• Chicos: 2,5%
• Chicas: 5,4%
— Un adulto me ha enviado fotos o vídeos con contenido sexual en los que salía
él/ella:
• Chicos: 5,2%
• Chicas: 8,3%
• Chicos: 4,4%
• Chicas: 3,6%
81
• Chicos: 1,1%
• Chicas: 1,0%
• Chicos: 3,5%
• Chicas: 4,8%
• Chicos: 3,5%
• Chicas: 4,1%
• Chicos: 3,6%
• Chicas: 3,6%
• Chicos: 1,4%
• Chicas: 0,8%
82
socialmente que las que realizan los adolescentes más mayores. Por ejemplo, el uso de
redes sociales suele estar limitado antes de ciertas edades, como los 15 años.
En segundo lugar, la adolescencia es una etapa de cambios en la que los niños dejan
de enfocarse tanto en sus figuras parentales como modelo para aprender a desarrollar su
propia identidad a través de las relaciones con sus iguales. Internet es un mundo en el
que se multiplican las opciones y los adolescentes tratan de encontrar su sitio, indagar y
compartir inquietudes e intereses con el resto del mundo. Esta curiosidad y la búsqueda
de nuevas relaciones sociales pueden implicar relacionarse con personas que no conocen,
igual que sucede en su vida diaria fuera de Internet.
Finalmente, la adolescencia es una etapa en la que se inicia el desarrollo de la
sexualidad y comienzan a crearse las ideas de relaciones íntimas y amorosas. Es normal
que surjan dudas respecto a temas que todavía no comprenden pero están empezando a
experimentar. Internet ofrece un espacio para buscar y contrastar información o poder
hablar sin las barreras que supone indagar sobre este tipo de cuestiones en nuestra vida
diaria, ya sea por vergüenza, miedo, el qué dirán, etc.
¿CÓMO PREVENIRLO?
Para prevenir el grooming online es necesario fomentar una buena comunicación con
los niños y adolescentes respecto a la manera adecuada de navegar y relacionarse a
través de Internet. Es importante educar a los menores para que puedan detectar ellos
mismos las situaciones de riesgo. Como hemos visto, son los más mayores los más
vulnerables a este tipo de acoso y, llegada la adolescencia, actitudes de control excesivas
podrían ser más perniciosas que protectoras.
Por ejemplo, no permitir a un menor hacerse un perfil en redes sociales a determinada
edad puede ser contraproducente, ya que si el adolescente quiere hacerlo, lo hará a
escondidas de sus padres. Por ello, es necesario que los padres actúen de forma acorde a
esta realidad. En la tabla 7.1 se incluyen los puntos básicos para comenzar la prevención
del grooming.
83
TABLA 7.1
Puntos básicos para comenzar la prevención del grooming
• Tan pronto como su hijo o hija empiece a usar las redes sociales, es fundamental ayudarle a reflexionar con
quién debe y no debe ponerse en contacto. Anímelo a que solo tenga contacto con personas que conoce en el
mundo real. Al menos trasmítale que es importante limitar lo que se comparte con extraños y, en particular,
nunca se deben compartir fotos o vídeos comprometidos.
• Explíquele a su hijo que la gente no siempre es sincera en Internet. Las personas que se conocen en Internet
pueden mentir sobre su edad para parecer más jóvenes, mentir sobre su sexo o simular que tienen intereses o
aficiones parecidas a los menores. Trasmítale la idea de que, al menos que conozcan a la persona en la vida
real, estas cosas pueden ocurrir online.
• Trate de no ser demasiado rígido y no prohíba todo uso de Internet, ya que podría provocar que los
adolescentes lo hagan a escondidas. En su lugar, establezca reglas razonables y límites claros, dejando
abierto un espacio de diálogo para que ellos puedan expresarse en caso de que lo necesiten.
• Muestre a su hijo o hija que usted lo apoyará y trasmítale que puede acudir a usted con cualquier
preocupación que tenga. Sea lo que sea lo que hayan hecho, necesita saber que puede hablar con usted si
alguien hace algo que le hace sentir incómodo, ya sean comentarios inapropiados, imágenes o peticiones
sexuales.
1. Ser cauteloso. En Internet podemos conocer gente de todo tipo, igual que fuera de
Internet. A diferencia de las relaciones cara a cara, a través de la pantalla hay
muchos aspectos de la expresión corporal que no percibimos directamente, señales
que podemos no captar, como, por ejemplo, el lenguaje no verbal (gestos, enfados,
etc.). Esto hace que sea más difícil interpretar las intenciones de la otra persona y
saber quién es realmente o qué quiere de nosotros.
2. No hacer en Internet lo que no harías cara a cara. A veces puede parecer más
fácil contar confidencias o hablar de ciertas cuestiones a través de una pantalla,
pero nunca sabes realmente qué puede pasar con lo que dices online, o para qué
puede utilizar esa información la otra persona.
3. Cuidado con la información que se sube o publica. En las redes sociales es
habitual subir información personal y fotos. No se trata de no crearse un
determinado perfil, pero sí de no difundir información que no te gustaría que
pudiera ver cualquier persona. Por ejemplo, si uno cuenta constantemente donde
está y lo que hace, alguien podría localizarnos o controlarnos.
4. Cuidado con lo que se envía. Una foto o un vídeo mandado a otra persona deja de
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ser solo tuyo. En ese momento dejamos de tener el control sobre ese material, por
mucho que confiemos en la persona a quien lo enviamos. Por ejemplo, si
mandamos algo a un amigo y él, a su vez, se lo envía a otro, este otro se lo puede
enviar a uno más y, así, perdemos el control sobre dónde puede terminar esa
cadena.
PAUTAS PARA LOS MENORES SOBRE CÓMO DETECTAR UN POSIBLE ACOSO Y QUÉ HACER
1. «Si yo siento que algo no va bien..., es que algo no va bien». Esta idea, que parece
evidente, puede no serlo a veces. En ciertas ocasiones los menores no detectan
situaciones abusivas hasta que están totalmente inmersos en ellas. Aprender a estar
atento a las propias sensaciones puede dar información sobre algo fuera de lo
normal que puede estar sucediendo.
2. No te dejes llevar por el miedo o la vergüenza, pero utilízalos a tu favor. El miedo
y la vergüenza son emociones básicas que todos sentimos y que nos avisan de que
algo está pasando. Emoción significa «movimiento hacia», y si escuchamos
nuestras emociones en lugar de evitarlas, como muchas veces sucede, podremos
utilizarlas en nuestro propio beneficio. La vergüenza y el miedo son emociones
incómodas y, a veces, difíciles de soportar, pero nos dicen que algo que nos está
pasando no nos gusta, o nos avisan de un peligro. Puede ser muy útil hablar con
los menores sobre estas emociones y mostrarles que como padres y educadores, en
lugar de mostrar enfado, como tienden a pensar, ayudaremos a gestionar esas
emociones con ellos y a buscar una solución.
3. Debemos enseñar a los menores que su cuerpo les pertenece y que nadie puede
hacerles sentir que no es así. Es importante trasmitir la idea de que si alguien nos
quiere, debe respetar nuestros deseos y nuestros ritmos. Decir «No» en función de
cómo nos sentimos es importante para no experimentar de forma innecesaria
estados emocionales que no nos gusta sentir. Si cedemos a las pretensiones de los
demás por encima de lo que queremos, para contentarles o mantenerles a nuestro
lado, las emociones negativas se irán apoderando poco a poco de nosotros y cada
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vez será más difícil actuar y poner límites.
4. Protegerse. La mayoría de los menores reacciona adecuadamente ante una
situación de acoso bloqueando al acosador. Reforzar cuando algo así sucede o
resaltar algún caso conocido que haya actuado de esta forma puede aportar
ejemplos de actuación válidos y adecuados. Asimismo, hablar con los hijos sobre
qué podrían hacer en una situación de acoso promueve la búsqueda de soluciones
creativas y en conjunto.
5. Contarlo. Es importante que los adolescentes sientan que pueden contar a sus
figuras de referencia posibles situaciones de acoso o abuso y que se les va a
escuchar y proteger. Es necesario mostrarles que se les va a prestar apoyo y que
para los padres el bienestar del menor es lo más importante por encima de
cualquier otra consideración.
6. Pedir ayuda externa. Los menores deben saber que existen profesionales
(psicólogos, trabajadores sociales, maestros, médicos, la policía, el orientador
escolar, instituciones públicas, etc.) que saben cómo manejar situaciones de acoso
y podrán ayudarles. Además, contamos con números de teléfono gratuitos a los
que los niños pueden llamar para pedir asesoramiento, como el teléfono de ayuda
al menor y al adolescente (900 202 010) y el teléfono europeo de ayuda a la
infancia y a la adolescencia (116 111), ambos gratuitos y confidenciales.
TABLA 7.2
Resumen de recomendaciones para los menores
Los agresores no solo suplantan identidades haciéndose pasar por otros menores para
engañarles. Aproximadamente la mitad de los agresores se presenta como adultos y va
embaucando progresivamente a los menores gracias a su mayor experiencia. Utilizan la
persuasión a través de diferentes estrategias como, por ejemplo, presentarse como una
figura confiable y cercana, alguien dispuesto a ayudar o a conseguir algo que los
menores desean, etc.
Es más habitual que las conductas de coacción o agresión aparezcan posteriormente,
cuando los menores que ya han sido embaucados tratan de salir de la situación abusiva.
La tabla 7.3 se elaboró a partir de los estudios realizados con personas condenadas por
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delitos de grooming online en el ámbito internacional y en particular con un estudio
realizado con agresores en once diferentes prisiones españolas.
Ahora sabemos que los agresores pueden ser personas adultas con las que
interactuamos en nuestra vida diaria. Por ello, es importante que los menores entiendan
la inadecuación de construir relaciones amorosas y de pareja con adultos. Una mayor
conciencia sobre el problema facilitará la búsqueda de ayuda cuando puedan verse
inmersos en el proceso de embaucamiento o acoso por parte de un adulto agresor.
TABLA 7.3
Mitos y realidades sobre los agresores online
Son gente rara, fácilmente Hay personas de todo tipo. Resulta imposible reconocer a un agresor
identificable. por su aspecto externo.
Son personas muy mayores. Hay personas de todas las edades, desde los 18 años a los 70.
Son pedófilos que están interesados Suelen estar más interesados en adolescentes, debido a su desarrollo
en niños pequeños. físico.
Se les reconoce fácilmente porque En general, no son personas enfermas ni locas. Para poder embaucar a
son personas enfermas o locas. los menores necesitan a veces mucha pericia y paciencia, además de
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habilidades que personas desequilibradas no podrían desplegar.
Son personas retraídas, con pocas Hay de todo. Algunas de ellas tienen considerables habilidades sociales
habilidades sociales. y enormes capacidades para embaucar incluso a personas adultas.
Son personas solitarias que tienen Nuevamente, hay de todo. Muchas de ellas tienen pareja o están
problemas para encontrar parejas casadas, incluso en el momento en el que embaucaban a los menores.
adultas y por eso van a por
menores.
Son personas totalmente Algunas eran personas que conocieron a los menores a través de
desconocidas para los menores. Internet, pero otras les conocieron por compañeros del colegio, vecinos
e incluso a través de la red familiar.
Son siempre hombres. Aunque la mayoría son hombres, según algunos estudios se ha
encontrado que hasta una cuarta parte pueden ser mujeres.
TABLA 7.4
Educando sobre la inequidad de las relaciones con adultos
Es importante mostrar a los menores cómo sus rutinas y quehaceres diarios son
diferentes a los de los adultos; por tanto, lo que ellos necesitan y quieren de una relación
afectiva también lo será necesariamente.
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alumnos el siguiente caso práctico:
Una niña de unos 14 años era engañada a través de Internet por un adulto de unos 30 años que se hacía
pasar por un chico de su edad. Estuvieron manteniendo conversaciones durante unos meses, mandándose
fotografías y hablando por teléfono. La chica estaba muy ilusionada por conocer al supuesto adolescente. El
día que queda con el adulto, este consigue engañarla, la conduce a una habitación de hotel y abusa
sexualmente de ella. La chica vuelve a casa llorando, abrumada y la escena acaba...
Cuando preguntamos a los adolescentes si piensan que esta chica al llegar a casa les
contó a sus padres lo que le había sucedido, la gran mayoría de ellos responde con un
rotundo «no» seguido de razones como «le echarán la bronca», «le dirán que es tonta,
cómo se dejó engañar», «tiene miedo a que el agresor la chantajee», y un largo etcétera.
Cuando un menor ha sido engañado o engatusado por un adulto, los sentimientos de
vergüenza y culpabilidad pueden ser tan grandes que dificultan la búsqueda de
protección. También emociones muy intensas como el miedo pueden paralizar a los
menores y evitar que busquen ayuda.
Los padres pueden enterarse por diversas razones: por casualidad, porque el
adolescente se lo haya contado a un amigo o un compañero de clase y este a sus padres,
porque la situación sea insostenible y el menor empiece a presentar problemas en otros
ámbitos como los estudios, problemas de conducta, huidas del hogar, etc.
¿QUÉ HACER?
Sin darnos cuenta, podemos culpabilizar y enfadarnos con los hijos porque hayan
realizado determinadas conductas. Es difícil entender cómo un hijo ha podido verse
involucrado en un algún tipo de interacción sexual con un adulto.
Por eso, es importante no dejarse llevar por la intensidad de las emociones que se
pueden experimentar en ese momento y trabajar en buscar una solución. A continuación
se presenta una serie de pasos a seguir.
1. Apoyarle
Si tenemos constancia de que nuestro hijo o hija u otro menor está siendo acosado o
abusado, lo primero es acogerle, mostrarle afecto y hacerle sentir seguro.
Es necesario escuchar sin juzgar y sin abrumarse. Intentar entender cómo se siente el
menor, empatizar con su sufrimiento y hacerle ver que sea lo que sea lo que haya pasado,
lo importante es su bienestar y protección. Es primordial estar atentos y ser receptivos a
sus sentimientos y comportamiento.
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Es necesario que el menor perciba a su figura de referencia como competente y
cuidadora. Es adecuado preguntar al menor qué ha sucedido, cuándo y con quién.
Preguntar por qué ha sucedido puede conducir a culpabilización, ya que, como hemos
visto, el grooming es un proceso complejo sobre el que el menor no tiene la capacidad de
una comprensión ajustada a la realidad.
3. No culpabilizar
4. Proteger
Es importante evaluar el alcance de la situación para saber cómo puede estar afectado
psicológicamente el menor. En ocasiones, puede ser necesario un trabajo psicológico por
los posibles problemas derivados de una situación abusiva o por la posible
vulnerabilidad que pueda presentar el menor.
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puede generar controversias debido a la naturaleza sutil y poco evidente de las
estrategias de manipulación que emplean los agresores. Algunas ideas erróneas que se
tienen respecto al grooming son que solo les ocurre a las chicas o que los acosadores son
fácilmente identificables. Para trabajar estas y otras falsas creencias proponemos el
siguiente cuestionario, cuyo contenido puede ser comentado y reflexionado con los hijos
e hijas.
2. Muchas personas mienten en Internet sobre cómo son realmente. No Falso Verdadero
lo sé
4. Cuando alguien te trata mal en internet o en el móvil, lo mejor es hacer como No Falso Verdadero
si nada. lo sé
5. A veces, la gente no cuenta que le han acosado por Internet porque siente No Falso Verdadero
culpa o vergüenza por haber sido engañada. lo sé
6. Los adultos que agreden por Internet a menores son personas raras y No Falso Verdadero
solitarias. lo sé
7. Los agresores a través de Internet son solo hombres adultos, desconocidos y No Falso Verdadero
fácilmente detectables por su aspecto. lo sé
8. El niño o niña que se mete en problemas a través de Internet es porque se No Falso Verdadero
deja engañar. lo sé
9. Si creemos que alguien está sufriendo abuso o acoso online, es importante No Falso Verdadero
hacer como si nada. lo sé
10. Si me encontrase en una situación de acoso a través de Internet, lo mejor No Falso Verdadero
sería pedir ayuda a alguien. lo sé
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Bibliografía
92
Red.es (s. f.). Capacitación en materia de seguridad TIC para padres, madres, tutores y
educadores de menores de edad. Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital.
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Villa-George para la entrada Atrapados en la red: padres, hijos y nuevas tecnologías.
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Young, K. S. (1998). Internet addiction: The emergence of a new clinical disorder.
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Director: Francisco Xavier Méndez
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Índice
Introducción: internet en positivo 5
Los beneficios de las nuevas tecnologías 6
Los nativos digitales 8
¿Qué hace mi hija o hijo en internet? 9
¿Qué aportan internet y el smartphone a los adolescentes? 10
¿Qué pueden hacer los padres y educadores en la era digital? 12
1. Ser padres tecnológicos 14
Desconectar para conectar 16
Redes sociales 17
Videojuegos online 18
Reputación online 19
Las normas fundamentales 20
El lenguaje de Internet 21
2. Ecucar en positivo 23
Internet, padres e hijos: educando en positivo 23
La comunicación y la escucha activa 24
La expresión efectiva 25
Resolviendo conflictos 26
¿Cómo aplicar disciplina? 27
Las normas 29
3. Adicción a internet, smartphones y videojuegos 32
Características de las adicciones tecnológicas 32
¿Cuánto ocurre? 34
Aprendiendo a reconocer el uso problemático de las nuevas tecnologías 36
Prevenir el abuso y la adicción 38
¿Cómo ayudar a mi hijo? 40
4. El ciberbullying y el ciberacoso 43
¿Qué es el ciberbullying o ciberacoso? 43
Componentes de ciberbullying 44
Diferencias entre el ciberbullying y el acoso tradicional 45
Consecuencias del ciberbullying 46
¿Cuánto ocurre el ciberbullying? 47
95
Estrategias de prevención 49
Intervención en el ciberbullying 53
5. El sexting 58
La comunicación sexual entre adolescentes a través de internet 58
¿Por qué los adolescentes practican sexting? 59
¿Qué tiene de malo el sexting? 60
Prevalencia del sexting 61
¿Cómo proteger a los menores y adolescentes de las consecuencias del sexting? 63
6. Acoso en el noviazgo a través de internet y los smartphones 68
¿Qué es el acoso en el noviazgo a través de internet y los smartphones? 68
Relaciones de noviazgo 3.0 70
¿Cuánto ocurre? 71
¿Por qué ocurre? 72
Mitos del amor y justificaciones del acoso 73
¿Cómo detectarlo? 75
Prevención e intervención 76
7. El grooming o acoso sexual online de menores 79
¿Qué es el grooming online? 79
¿Cuánto ocurre? 80
¿Cómo prevenirlo? 83
Detectar situaciones de riesgo 85
¿Cómo ayudar a mi hijo si está siendo acosado online? 88
Bibliografía 92
Créditos 94
96