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SABIDURIA POPULAR Y CULTURA EN AMERICA 1. El problema ‘ Sa prruta S =, a) La necesidad, en América, de distinguir un pensamiento po- pular de un pensamiento oficial o legitimado socialmente, es la cues- tion de la no coincidencia entre el sujeto cultural, con pensamiento clandestino, y el sujeto que piensa, sin gestos culturales creativos. Entre el sujeto que estd siendo y el sijeto que piensa, b) La necesidad, a su vez, de distinguir el pensamiento poular de los “objetos’, que las estrategias teéricas de las ciencias sociales —parte del pensamiento social legitimado— ensayan para capturar como “‘objeto”” lo que siempre, como “sujeto”’, se les escapa. Por ejemplo, hay que distinguir pensamiento popular de: b.a)la mera democratizacion y extension programatica de la cultura y el pensamiento dominante; b.b) la llamada “cultura de masas”; b.c) el populismo espontaneista y triunfalista; b.d)el mito del buen salvaje o del anima naturaliter christiana (el continente de la esperanza, de que hablaba Paulo VI). ¢) La necesidad, por otro lado, de distinguir, en América, la cultura: 4 , . of: re c.a) como gesto creativo, que busca (como toda cultura au- téntica) remediar el puro hecho de vivir, desde su mero To como gesto mimetizante que busca re- ar os ideales desde el puro afan de set alguien. No hay coincidericia entre el mero estar y el querer ser alguien. — c.b)'como sistema de signos o su armadura comunicacional que estructura Ia experiencia humana permitiendo o impi- diendo la competencia comunicativa. ¢.c) como procesos formativos 0 redes educativas que sistema- tizan los aconteceres historicos, permitiendo o impidien- do Ia creatividad cultural (que sugiere identidad y parti- cipacién). idad, para el pensamiento y la cultura. de distin- mae : guir Se SE eeetal hedienta, siniestra, y una Amé- 3. Aproximacion de cuesti y dif dente rica superficial de animales racionales, pulcra y de buena gente. ‘Aquino hay coincidencia entre el aparecer y el ser. Sin embargo, hay un cierto acercamiento entre el ya-no-poder- ser-mds-asi de la postmodernidad planetaria, y el mero-estar-no mas. see de la América profunda, Se trata de la crisis del Cogito, de la tazon. 4 moderna, Es la constatacién de que el sujeto est4 por fin cuestiona: 2. Ponderacién del problema f do. Estamos, obviamente, ante la des-constitucion del sujeto. Claro, . ntender lo que pasa en _un lado nos espera un “cogito ampliado”, la post-modernidad, en con eames ea mere Peg Salas gran debate con- stat, “el mero estar”, que es la posibilidad de crear el mundo se Anes - ivilizacién planetaria, lo cual vuelta. P temporineo: /a emergencia de una civilizacion planetari En América, siempre fue asf, el sujeto ha estado desconstitui- implica: ae do, como Io testimonia, justamente, el pensamiento popular. Pero - tos); 7 —? : age . Ree ai, a) el fin el Te de la gravitacion univer- ~ No _por decadencia, sino por resistencia. Y no por el escepticismo b) sin al espiritualismo heridas definitivas del narcisismo); ao Dorey ater ees » Sino por el escepticismo que se ee ivi ‘la naturaleza (buscando un equilibrio ase en_poder creerlo todo”. ein ese c) sin, pEresividad, oo; Jana alee hacia lo postindustrial); que la ilusién del cogito moderno —y esta es la diferencia ecologico ie ia con la mujer (buscando su liberacién en un que queremos sefialar desde el pensamiento popular— no esté tanto d) sin competencia biolégico, cambiando lo cultural en un en el etnocentrismo ni en la autonomfa de la ciencia en relaci6n al mero oe Rologico, Beaery ° a la conciencia en relacion al desear, o de la fuerza en re- postcu ; ilibrio de las na- cion a la velocidad y al tiempo —que son s{ntomas— sino que e) sin_catdstrofes muclear ss (use ine ei una historia radica en la ilusion de suprimir, para siempre, el prejuicio, la supers- ciones, que cambie Hama el pacifismo—); ticién, el salvajismo y lo irracional. Es decir, suprimir lo que se de- Se Oe a (soo con dispositivos de poder, claré como popular o barbaro. En esto consiste lo moderno, preci- 1) i ae lo unidades en la dispersion, pasando a un samente, en haber ya suprimido el temor de la invasion barbara y en- que Dee areal ere) tonces es posible planear, dada la homogeneidad lograda al superar fous past ofrecer el pensamiento popular —qué sentido in- fa barbarie, una etvalizaciba plane tara £ 4— ante el avance incontenible de la informatica, 700 e ede tene: rae! cies * Nee Deesn eat la disolucion de las fronteras ¢ instituciones ¢ ie K Aah las marcas culturales? O bien, ,qué puede ey ie ae ee 9 otra aa al peers oe Setar Penn y alata. Y por eso nosotros insistimos en la sabidurfa popular, como _ cidad, a Ae ere bilidad del consenso entre los poderosos? pensamiento y como cultura. Porque una vez ms, en esta larga his- sionalidad y Ase dernidad nérdica (la del fin del sujeto) es, si- toria, los pueblos quedan al margen del proyecto civilizatorio, Y (Porque, la pos' are dora y neoiluminista, y postula, en la madurez de la historia podria indicarse en el poder plantear la ,_.% | multéneamente, era post-industrialista, post-cultural, cuestién. Lo contrario, marginar (0 suprimir) los pueblos en el el fondo, una nem ist. Como durante la modernidad ocu- Proyecto civilizatorio planetario, es persistir en un desequilibrio. O oak Dee erated (esa Nueva Edad Media que postulaba a an eo querer ser a Eee RS eo no més. Tid. ci f rs i los tiempos iQue es, entonces, una cultura popular? Berdaieff), también la ied Sean ee eS ~ "Ta que viene gestada por i Heceaidad, © “el hambre”, que que corren— alimenta, y alim« van desde el pan hasta inidad”” (Kusch); ; simbolos 6 Theros acieris hi- 0 hecho de vivir, sin pretender de mas de uno. — la que crea _y conserva ee a zicOs para rem 82 Eire gi matte ain 83 wed praschorurctad sentaciones que absolu- dialectizarlos en _conceptos y ticen el saber Ji — la que tantea y ensaya formas de ser y de organizaciOn so- social —désdé la prohibicion del incesto hasta ahora— en correspondencia_con su propio estar “codo a codo con la dad” planteando modelos de identificacién. previos comuni a ion del sujeto, y que permitiran alguna vez su constitucion; «yy [a que finalmente construye un sujeto que piensa, coinciden- x te. yn él sujeto que gesta y que crea, es decir, que esta. sto oy Rito > Chose 400d) J 5. Sabiduria popular y cultura en América Ningan pueblo gesta una cultura planetaria, Lo que puede lograr | es una dominacion planetaria, que en cuanto tal, serd siempre vio- lenta. La universalidad de una “cultura planetaria” serd el resultado del encuentro de proyectos universales situados y diferenciados por la gravedad del suelo y el color del cielo. Serd una universalidad desde el estar —desde la condicién humana— y no desde formas de ser sin estar, que esconden siempre la violencia y el terror. Por eso, en América apelamos a Jo popular, al pensamiento, la sabiduria y la cultura popular, pero siempre como una alternativa ra crear e] mundo de vuelta, y no como ese escapismo provincia- no, folklorista, privatista, ecologista, pacifista y feminista, que es fa curiosa nostalgia neo-moderna que se esconde detrds de Ja cri- ti ‘universal, obviamente—, llamada postmoderna. cuyo conteni- do es conservador e iluminista. “Esta alternativa de lo popular —inédita en Occidente— incluye postular un nuevo orden econdmico, un nuevo orden comunica- cional y educacional, un nuevo orden en las relaciones internacio- nales. Pero no lo postula desde la militarizacion del planeta para la eventual guerra de las galaxias, sino desde la inmem ial lucha entre Eros y Thanatos, lo fasto y lo nefasto, los hombres y los dioses. Es decir, desde el mero estar, no mas. Desde aqui es posible plantear, con sabidurfa, qué hacer con la ciencia y con la técnica, con la deuda externa y con la recesi6n interna, con el analfabetismo y la desnutricién. Y desde esta posibilidad de crear el mundo de vuelta, desde esta alternativa, descalificada por Ja cultura dominante, podemos enten- der por qué la sabidurfa popular, en América, es todavia mitica 0 barbara, Lo es, no porque atrasada o desarrollada, sino i el pueblo conserva osibilidad de entender su cultura impuesta, Ta del remedo y I: nesis, como mera estrategia para sobrevivir, Y, por otro lado, mantiene ia posibilidad de ensayar simbolos que le permitan acertar con un sentido, o remedio al puro hecho de vivir BY, por éso, también, la cultura popular es, en América, obsesi- vamente ritmica, pero no porque todavia compelida a la repeticion site porque esto le permite estereotipar su discurso cultural iu: rio —su europersmo o yanquismo— y, al mismo tiempo, I i bailar, al son entero de su candombe negro, como al oon quebrado de su tango melancélico, la melodia de su resistencia, en la clandes- caida oe los sentidos, el exilio de la creatividad y 1 disimulo del , a lo que parece conden: i = i ees ae anes arnos siempre —y de diversas mane- Y por eso, finalment da cultura y la sabiduria, en América. cuand pasa por lo popular, es necesariamente ética, porque al des. constituir el sujeto y al tantear la identidad, libera el codo a codo con la comunidad en el estar, el nosotros fundante de toda experien- ética, y acierta con algunos valores comunitarios, que permiten el_mero estar se comprenda como un estar-siendo-asi, y no de otra manera, aunque podria ser de otra manera. Es que lo popular en América —y a esto apunta mi reflexién— indica siempre, en América, al mei sone nos, saber en nombre de qué se. Statt rosa pristina nomine, en el estar, la rosa manti or por causa del nombre. Sin lo popular, por mas critica “del sujeto y apelacién al Otro que hagamos, siempre estaremos, en el mejor de los casos, sosteniendo solamente nombres desnudos: ba- fro sin tierra, estrellas sin cielo, futuros sin tiempo, hijos sin sufri- miento, suefios sin deseos, naciones sin pueblos, o —lo que es lo mismo- civilizaciones sencillamente sin hombres. _ ;

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