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MEMORIA Y VEJEZ
Conrado Navalón
Universidad de Murcia
Introducción
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Para más información sobre este modelo el lector puede recurrir al capítulo 11
de este mismo libro.
(fundamentalmente el recuerdo libre de palabras) entrenando a los sujetos en estrategias
de organización y memorización.
Todavía no se conoce con exactitud las causas de la menor eficiencia de la
memoria operativa o de trabajo en personas mayores no afectadas por patologías
específicas. Entre las distintas explicaciones que se están investigando en la actualidad
vamos a mencionar las que hacen referencia a la activación de información. El concepto de
activación como recuperación de la información almacenada en la memoria a largo plazo
ocupa un lugar destacado en los modelos recientes de retención temporal de la
información. Bastantes autores (Anderson, 1983: Bower, 1975; Cantor, Engle y Hamilton,
1991; Card, Moran y Newell, 1986; Cowan, 1988; Engle, Cantor y Carullo, 1992; Just y
Carpenter, 1992) definen la memoria a corto plazo como la parte de la memoria permanente
que está temporalmente activada a partir de un umbral crítico y que puede ser reconocida y
manipulada por los procesos cognitivos puestos en funcionamiento. Desde este punto de
vista algunos autores centran sus investigaciones en la existencia de deficiencias en la
inhibición de la información; otros se interesan por la intrusión de información irrelevante en
la memoria operativa. En cuanto a la primera línea de investigación, Hasher y Zacks (1988)
han desarrollado un modelo de deficiencias en la inhibición para explicar la disminución
relacionada con la edad en la memoria operativa. Según su punto de vista, los adultos de
mayor edad tienen dificultades para evitar que la información innecesaria forme parte de la
memoria operativa, y frecuentemente no pueden prescindir de cierta información activada
en la memoria operativa una vez que ya no la van a necesitar más. Como consecuencia, la
gente mayor mantiene demasiados conceptos en un estado activo y, por tanto, sobrecargan
la capacidad de la memoria operativa. Además, debido a que la representación de
conceptos en la memoria operativa es prolongada, los sujetos mayores desarrollan falsas
conexiones entre ítems, los cuales causarán interferencias con ítems que están siendo
recuperados (Hasher y Zacks, 1988).
También se apunta la existencia de diferencias entre memoria implícita y explícita.
Ante determinados tests de medida directa, los ancianos muestran una ejecución
sustancialmente peor que los jóvenes; estas diferencias se reducen ante la utilización de
medidas de tipo indirecto. Efectivamente, diversos trabajos (Chiarello y Hoyer, 1988;
Howard y Howard, 1989) indican que las medidas indirectas revelan una cierta similitud
entre jóvenes y ancianos, mientras que las medidas directas muestra claras diferencias a
favor del grupo de jóvenes. Parece ser que aquellas actividades que no requieren una
elaboración consciente o dependen de la memoria implícita permanecen más estables y no
se deterioran de manera apreciable en el anciano sano (Hultsch y Dixon, 1990).
Los procesos de codificación, almacenamiento y recuperación a corto, medio y
largo plazo también reciben en la actualidad especial atención. Nos centraremos
únicamente en la recuperación de la información (las diferencias en cuanto a recuerdo y
reconocimiento las veremos en la práctica que vamos a realizar). Una de las dificultades
más habituales en el uso de la memoria por parte de personas mayores está relacionada
con la recuperación (recuerdo y reconocimiento) de la información codificada y almacenada
(recordar la lista de la compra, reconocer una cara familiar, etc.). Tanto para jóvenes como
para viejos, la ejecución es superior en tareas de reconocimiento. Estas diferencias se
acentúan de forma notoria en personas mayores en las que la ejecución es muy superior en
tareas de reconocimiento (Craik y McDowd, 1987). Sería interesante repasar las diferentes
teorías que intentan explicar esta superioridad del reconocimiento sobre el recuerdo (ver,
por ejemplo, Ruiz Vargas, 1991 o Baddeley, 1994).
Práctica propuesta
Objetivo
Con esta práctica se pretende: (1) poner a prueba la hipótesis de que las
diferencias encontradas en la recuperación de la información entre tareas de recuerdo y
reconocimiento aumentan con la edad, produciéndose un mayor decremento en las tareas
de recuerdo; y (2) posibilitar que el alumno conozca y se familiarice con algunos de los
problemas metodológicos que conlleva la aplicación de pruebas de memoria a personas
mayores.
Definición de variables
Variables independientes:
Variables dependientes
Sujetos
Se requieren dos grupos de sujetos: Uno puede estar formado por compañeros de
clase y el otro por personas mayores de 65 años que pueden ser familiares, vecinos o
conocidos. Se deberán excluir todos aquellos casos en los que pueda existir alguna posible
patología o alguna deficiencia perceptiva no debidamente corregida.
Material
Procedimiento
Para la realización de esta práctica será necesaria la utilización de dos tareas: una
de recuerdo y otra de reconocimiento. Como tarea de recuerdo vamos a utilizar la tarea de
recuerdo libre. Como tarea de reconocimiento emplearemos la denominada tarea de
reconocimiento SI/NO.
La aplicación de estas dos tareas debe realizarse individualmente en una única
sesión. La separación entre las dos tareas debe oscilar entre un mínimo de tres minutos y
un máximo de cinco.
Ambas tareas constan de dos fases: una primera de estudio en la que se presentan
a los sujetos las doce fichas; y una segunda de prueba. Los sujetos deben estar
cómodamente sentados en una silla detrás de una mesa. La fase de estudio debe ser
idéntica para las dos tareas: Las doce fichas se colocan sobre la mesa agrupadas en un
único montón; se debe añadir una primera ficha en blanco. Para su presentación se irán
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retirando las fichas de forma sucesiva a un ritmo de un segundo por ficha . En la tarea de
recuerdo se informará previamente a los sujetos que tras la presentación de los doce
dibujos van a tener que decir, en un tiempo máximo de dos minutos, el nombre de todos los
dibujos que recuerden. De forma similar, en la prueba de reconocimiento se les informará
previamente que tras la presentación de los doce dibujos se les presentarán otros 24 a
efectos de que indiquen para cada uno de ellos si corresponde o no a uno de los 12
presentados en la fase de estudio. Para la fase de prueba de la tarea de reconocimiento se
tendrá preparado un montón de 24 fichas más una primera en blanco, compuesto por las 12
fichas presentadas en la fase de estudio mas doce no presentadas, debidamente
mezcladas.
Previamente se realizarán algunos ejemplos de práctica utilizando las 14 fichas
preparadas a tal fin. Únicamente cuando estemos seguros de que los sujetos han
comprendido lo que tienen que realizar se pasará a la aplicación de las tareas. Las
instrucciones deben ser claras e idénticas para todos los sujetos.
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Si se pudiera sería mejor una presentación de los estímulos a través de un
taquistoscopio o a través de un ordenador, consiguiendo así una medición del
intervalo temporal mucho más precisa.
Estos resultados serán comentados a la luz de la distintas teorías actuales sobre la
recuperación de la información y la comparación de los procesos de recuerdo y
reconocimiento.
Se analizarán las cuestiones metodológicas que se consideren más relevantes por
su incidencia sobre los resultados: colaboración de ambos grupos de sujetos, ventajas e
inconvenientes de la utilización de estímulos pictóricos, etc.
Referencias