PUNTO EDUCATIVO DE COLOMBIA FRENTE A LOS FACTORES

ECONOMICO, SOCIAL Y POLITICO.

No podemos negar que para cada país la educación es uno de los retos más
grandes a los que se enfrentan sus gobernantes, ya que este es el espacio en donde
se conjugan el pasado, el presente y el futuro de una nación; y por medio de ella es
que una sociedad transforma sus valores, conocimientos y comportamientos.

A pesar de que en Colombia la educación viene jugando un papel muy importante

en la actualidad, y que se ha tomado como la principal herramienta para mejorar la
prosperidad económica y social del país, permitiendo al estado invertir muchos más
recursos en este sector que en cualquier otro de la sociedad, para tratar de asegurar
la calidad y cobertura educativa, a través del diseño de políticas ambiciosas para
incrementar la cobertura y poder cerrar las brechas en materia de participación y
mejoramiento de la calidad; estas políticas no han podido hacerse efectivas ni
mucho menos garantizar sus objetivos, debido a la desconexión que hay en el
sistema educativo, en donde cada instancia tiene una ley regulatoria, lo cual impide
de manera significativa su gobernabilidad. Esto quiere decir que en Colombia cada
una de las unidades del sistema educativo anda como rueda suelta sin que exista
una unificación de criterios para el sector.

En este sentido encontramos que la educación básica y media tienen su propia ley,
al igual que la educación superior; así como también las instituciones de formación
tecnológica; lo cual genera el establecimiento y direccionamiento de unas fuentes
de inversión distintas a un mismo sector, direccionadas desde un sistema central,
olvidándose de que las autoridades locales son las más indicadas para resolver el
tema de articulación a partir de sus territorios.

Por otro lado y a pesar de que la constitución de 1991, constituyo la educación en

Colombia como un derecho fundamental, la cruda realidad que vive el país en esta
materia es otra, ya que se siguen presentando las grandes desigualdades entre la
educación pública y la privada; entre lo rural y lo urbano, y entre las coberturas entre
la educación media y la educación superior, permitiendo que más del cincuenta por
ciento de los egresados de la educación media se queden por fuera del sistema;
sumándole a esto la alta tasa de deserción y los problemas de infraestructura que
enfrenta el sector. En tal sentido se puede decir que el sistema educativo
colombiano está sumergido en un mar de abandono y falta de planeación de los
gobiernos con respecto a la política educativa, los cuales han llevado a que la
educación de calidad esté aglomerada en la zona centro del país y sea un factor
generador de desigualdad social. Por ello si se quiere dar un cambio trascendental
en la política educativa, se debe descentralizar la educación y aumentar la inversión,
para que por fin en Colombia el acceso a la educación sea un derecho y no un
privilegio.

Para poder contrarrestar toda esta problemática, Colombia ha diseñado un Plan

Nacional Decenal de Educación (2016 - 2026), el cual se ha enfocado en garantizar
el derecho a la educación en términos de “acceso a un sistema público sostenible,
que asegure la calidad, la permanencia y la pertinencia en condiciones de inclusión,
así como la permanencia en el mismo, en todos los niveles: inicial, básico, medio y
superior”.

En este sentido el plan se enmarca dentro de unos puntos estratégicos como son:

Ayudar a construir la paz y a consolidar el sentimiento de nación, como tareas

importantes del país y de la educación en la próxima década. Esto incluye,
principalmente, aportar a la construcción de una cultura ciudadana y un desarrollo
individual y colectivo que contribuyan a las transformaciones sociales, políticas,
económicas y culturales que requiere el país.

Ayudar a impulsar el desarrollo humano, que involucra las dimensiones económica,

social, científica, ambiental y cultural del país, así como la integralidad, la
sostenibilidad y la equidad de la educación.

Contribuir a que, desde la educación, se favorezcan la reducción de los altos niveles

de inequidad de la sociedad colombiana y el cierre de las brechas regionales en
todos los órdenes. Para ello, la condición es entender la educación como un derecho
cuyo acceso y disfrute debe ser garantizado por el Estado. Esto no será posible sin
construir una educación pública robusta y de calidad, así como gratuita en la oferta
estatal.

En conclusión, Colombia necesita constituir un sistema de educación ambicioso,

que permita el aprendizaje de los estudiantes independientemente de su condición
económica, del lugar donde viven o de la escuela a la que asistan, ya que es la
mejor oportunidad para desarrollar en ellos sus conocimientos, habilidades y valores
suficientes para redefinir el país.