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Se ve una Perspectiva victimologica – situación de la victima

Silo han realizado investigaciones desde las características del agresor – esencialmente desde una
perspectiva demográfica

investigaciones realizadas en el contexto Iberoamericano:

En uno de los intentos más importantes a nivel latinoamericano Corsi (1995) realiza una serie de
trabajos en los que se destacan las formas de aproximación al diagnóstico de la violencia
masculina en las relaciones de pareja

Almenare, Louro y Ortiz (1999) realizaron en Cuba, un estudio descriptivo de antecedentes y/o
trastornos psiquiátricos en el agresor, género y grupo de edad de la víctima.

Rey (2002) desarrollo su investigación en Colombia sobre los rasgos sociodemográficos e historia
de maltrato en la familia de origen, de hombres que han ejercido violencia hacia su pareja.

Echeburúa (2006) realizó uno de los trabajos referenciales más importantes intentado determinar
las características de las personalidades violentas y cómo estas se suelen presentar en los ámbitos
familiares

Ramírez (2009), realiza un intento de descripción de los agresores en Chile, tomando en cuenta la
teorización existente compárandola con la población de ese país

De las consultas atendidas 470 fueron sobre la vulneración del derecho a los alimentos, 344 sobre
el delito de inasistencia alimentaria, 166 sobre el derecho a la filiación y 134 por violencia
intrafamiliar. Según el estudio de Profamilia sobre la situación de las mujeres desplazadas, el 44%
de éstas ha sido golpeada por su pareja, y el 18% ha sido víctima de violencia sexual; el 80% de los
casos de agresión no fueron denunciados.

En México, según el INE, se encuentra que en uno de cada tres hogares del área metropolitana de
la Ciudad de México, se registra algún tipo de violencia.

• De cada 100 hogares donde el jefe es hombre, en casi 33 se registra algún tipo de violencia por
22 de cada 100 de los dirigidos por mujeres.

• Los miembros más frecuentemente agresores son el jefe del hogar, 49.5%, y la cónyuge, 44.1%.
• Las víctimas más comúnmente afectadas son hijas, hijos, 44.9% y cónyuges, 38.9%.

• Las expresiones más frecuentes de maltrato emocional son los gritos y los enojos mayores; 86%
de los hogares con presencia de agresiones de tipo emocional sufrieron gritos y 41%, enojos
mayores. © Editorial El Manual Moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Maltratadores
intrafamiliares. Rasgos y características descriptivas
• Las formas de maltrato que con más frecuencia se presentan en la violencia física, fueron los
golpes con el puño, 42%; bofetadas, 40% y golpes con objetos 23%. En Bolivia se encuentra a nivel
estadístico:

Para lograr una adecuada atención al problema se requiere la realización de estudios que
permitan corroborar la teoría acerca de las características constitutivas de los mismos y, asimismo,
establecer la probabilidad de que la diferencia sea real en los diferentes países.

Identificación del problema

Establecer con claridad la definición de quien es el agresor intrafamiliar

Se consideran agresoras intrafamiliares a quienes ejercen alguna forma de abuso contra su esposa,
parejas o compañera, ocasionándole algún tipo de daño físico, psicológico, social, económico, etc

Los factores asociados a los agresores tiene como fundamento diferentes variables que los
configuran de acuerdo con estudios realizados en diferentes países, que han permitido esbozar el
perfil del agresor

PERFIL DEL MALTRATADOR

Inicialmente se presentan los rasgos sociodemográficos más desarrollados en relación con


hombres que han ejercido violencia hacia su pareja

Se debe tener en cuentas las siguientes variables para construir el perfil del agresor.

Edad Algunos autores plantean que la edad podría jugar un papel importante en relación con la
violencia de pareja, ya que se ha encontrado en algunos estudios que los agresores eran adultos
jóvenes. No obstante, en un estudio realizado con 42 hombres remitidos a psicoterapia por
violencia conyugal por Fernández-Montalvo y Echeburúa (1997, citado por Echeburúa y Corral,
1998), el promedio de edades hallado correspondía a 42,1 años

Nivel socioeconómico La evidencia empírica indica que buena parte de los agresores proviene de
estratos socioeconómicos bajos,

 hallaron que el 38,1% de sus participantes eran de estrato bajo, 23,8%


 estrato medio bajo, 33,3% de estrato medio
 4,8% de estrato medio alto

Nivel educativo y situación laboral

 En alta proporción, los agresores tienen bajos recursos educativos, lo cual concuerda con
su situación económica
 encontraron que el 57,1 de sus participantes poseía sólo estudios primario
 algunos agresores poseen una situación laboral inestable, es decir, no tienen una entrada
fija, o se encuentran desempleados
Actividad laboral o profesional

 Se ha hallado un porcentaje importante de hombres victimarios que ejercen actividades


relacionadas con empleos eventuales o de características de empleo independiente, es
decir sin un jerárquico superior (Rey 2002).

Estado civil y tiempo de convivencia

La mayor pàrte de los agrasores son adultos jóvenes y han convivido arto tiempo con su
pareja
Fernández-Montalvo y Echeburúa (1997, citado por Echeburúa y Corral, 1998) hallaron
que el 85,75% de sus participantes estaban casados y que el 40,5% llevaban más de diez
años conviviendo con su pareja.

A nivel comportamental
se encuentra una serie de conductas que implican amenazas, agresiones verbales y físicas
que realiza una persona.
• Deseo de controlar a su pareja ya que vive obsesionado por ejercer el dominio entre
quienes lo rodean, especialmente hacia su mujer e hijos/as. Su concepto argumentativo
es: “yo controlo todo, para vivir bien”, en proceso de recuperación reconocen: “tenía todo
bajo control porque tenía miedo”.
• Celos por comportamientos de su pareja. Los celos se manifiestan en el temor por la
pérdida o la amenaza de pérdida de su pareja, éstos en muchas ocasiones pueden
convertirse en una obsesión. Es factible que ellos puedan ser considerados en su
dimensión más preocupante como un indicador potencial de feminicidio
. • Doble fachada. Por lo general, en público es una persona seductora, simpática y
amable, pero en la intimidad de su hogar puede llegar a ser muy agresivo y violento. No es
extraño caer en la seducción de su discurso, especialmente cuando hace referencia al
afecto que siente por su familiar, incluso para jueces, policías, profesionales, amigos y
parientes. 320
• Psicología jurídica Iberoamericana
• Aislamiento hacia su entorno. Un agresor impone el aislamiento social de su entorno
familiar. Una vez que se ha cerrado el cerco se acrecienta el dominio sobre su pareja y no
es casual que ésta exprese que su casa se convierte en una verdadera “cárcel”. Comienza a
cercar a su víctima para que no se vaya asegurándose que ella no se irá quitándole el
dinero, las llaves del auto o de la casa y dejándola encerrada hasta que él llegue.
• Abuso de alcohol/drogas/medicamentos. Este criterio en muchas ocasiones se
encuentra enmascarado ya que el consumo en algunos países es tradicional y aceptado
socialmente, sin embargo se debe destacar que no es la causa de un comportamiento
violento, a pesar que se ha comprobado una frecuente asociación, ya sea porque potencia
el enojo y la peligrosidad o porque inhibe el autocontrol.
• Reiteración de forma periódica del ciclo de la violencia. Si bien se ha establecido que el
ciclo es una explicación coherente, en muchas ocasiones, no cumple las fases en su
totalidad, sin embargo cuantas más denuncias y episodios de violencia en períodos más
cortos de tiempo, mayor peligrosidad del agresor e indefensión en la mujer
. • Violencia hacia terceros o mascotas. Cuanto mayor calma e inhibición ante jueces,
policías y terceros, más riesgo para la mujer y los/as hijos/as que pueden sufrir de la
agresión en el espacio doméstico, por otra parte pueden recibir maltratos a causa de la ira
del agresor.
• Posesión o uso de armas. Se presenta en este perfil de agresor mayor frecuencia en la
posesión y uso intimidatorio de armas, sean cortopunzantes o de fuego, por lo cual
cualquier objeto hogareño especialmente los cuchillos pueden convertirse en armas
mortales, de la misma forma puede utilizar los puños y los pies u objetos como escobas,
cinturones, almohadas (para asfixiar), maderas, etc. La peligrosidad aumenta cuando ya
las ha usado o ha amenazado con ellas a su entorno íntimo.
• Descencadenantes de la violencia. Habitualmente no existe una relevancia en lo hechos
que desencadenan la violencia, siendo hechos triviales, que por lo general más tarde no se
recuerdan.
• No cumple las promesas, ni los pactos, tiene dificultades para acatar normas y límites,
incluso los impuestos por el juez. Dicha característica se debe en un caso a su incapacidad
para dejar su relación o su comportamiento y en otro por las características de su
personalidad que le impiden visualizar el mundo de forma objetiva respecto a la realidad
que le rodea
. • Conductas poco asertivas. Tiene dificultades para el ejercicio de sus derechos sin
atropellar los de los demás, bajo la percepción del mundo desde su propia visión sin tomar
en cuenta la realidad y a los otros como personas que son distintas a él. © Editorial El
Manual Moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Maltratadores intrafamiliares.
Rasgos y características descriptivas
• La agresión física se encuentra presente. Algunos con marcas imperceptibles y otros
llegan a ser invalidantes (especialmente en la cabeza, en el cuello, y área abdominal)
durante la convivencia y no disminuye en el embarazo.
• Cambios súbitos e impredecibles de humor. Sus estados emocionales se modifican
rápidamente, en un momento está bien y rápidamente explota. Al llegar al hogar la pareja
y los hijos habitualmente se inquietan porque no saben como llegará.
• Tiende a romper objetos. Principalmente aquellos significativos para la pareja y los hijos,
habitualmente los que tienen significado para ella, en algún caso documentos que
representen bajo su percepción alguna forma de liberación o rebeldía a su autoridad.
• Espionaje. En algunas ocasiones emplea estrategias de espionaje o contratar a terceros,
graba las conversaciones, controla las salidas y las amistades de su pareja a través de sus
hijos, compañeros de trabajo, familiares y amigos.
• Simulacros y/o amenazas de suicidio u homicidio hacia su pareja, hacia sí mismo o hacia
hijos/as, situación extremadamente peligrosa. Asimismo el amenazar con irse de la casa y
luego volver.
• Manejo arbitrario del dinero. Presenta en ocasiones desbordes de ganancias y pérdidas.
Toma decisiones arbitrarias en la distribución de recursos, suelen no pagar con regularidad
lo necesario para la alimentación pero realizan gastos grandes en otras cosas, en algún
caso innecesarias, y en otro con objetos superfluos o que benefician sólo a él o a algún
hijo.
• Mentiras habituales. Se hace frecuente que sus dichos no sean ciertos, sino adaptados a
su conveniencia, adecuados a su realidad, que le permiten explicar su comportamiento
hacia los demás.
• Lenguaje confuso. Quiebra la conversación cuando discute a fin de poder engañar y
desdecirse de sus dichos, suele pasar de un tema a otro.
• Recurre al acoso cuando su pareja se aparta. Como una forma de tomar contacto con la
víctima, y hasta persigue a la mujer en el trabajo o cuando está con sus amistades o nueva
pareja.
• Usa frecuentemente lenguaje sexuado. Como señal de su poder, utiliza lenguaje con
características sexuales cuando recrimina a la mujer lo que en realidad son sus propias
falencias y/o problemas. Sus insultos frecuentemente son hacia su pareja conteniendo
elementos sexuales (frígida, lesbiana, puta, etc.). El lenguaje a menudo presenta un
contenido cosificante hacia la mujer.
• Psicología jurídica Iberoamericana
• Incapacidad para lograr alternativas de resolver conflictos. Habitualmente reacciona de
inmediato y con violencia, con escasa posibilidad de recursos para soluciones pacíficas.
• Dificultades y conflictos en el ámbito laboral. Muestra dificultades con sus compañeros
y/o personal jerárquico, por una parte por sus características de personalidad y por otra
por su incapacidad de trabajo.
• Regalos y otros. Utiliza obsequios y regalos de manera interesada, en oportunidades
para lograr el perdón.
• Amenazas. Emplea las amenazas a fin de que sus comportamientos no trasciendan al
exterior.
• Inmadurez. Es habitualmente sorpresivo su comportamiento por su agresividad y en
otras ocasiones por sus conductas infantiles.
• Auto reforzamiento del comportamiento violento. Una vez iniciado el comportamiento
violento, este se potencia y no se sabe cómo puede terminar.
• Familia de origen. Cuando se averigua sobre la familia de origen y las características de
las relaciones entre los miembros evita el tema o manifiesta cosas contrarias a las vividas.

Dimensión cognitiva. Es fundamental explicar los elementos cognitivos del individuo que
permita integrar los pensamientos, y los espacios afectivo emocionales.

Posee baja autoestima: El agresor suele sentirse inseguro, tanto en el papel de hijo como
en el de padre, pareja y/o esposo. Esta carencia en otros casos no es tan visible o no existe
sino que el agresor tiene una visión sobrevalorada y poco adecuada sobre sus capacidades
de relacionamiento.
• Pensamiento mágico. Suele elucubrar proyectos irreales, faraónicos, muchos de los
cuales terminan en frustraciones.
• Impaciencia. Muestra incapacidad para esperar resultados de un proceso terapéutico y
en ocasiones sólo lo realizan como una exigencia sin convencimiento. © Editorial El
Manual Moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Maltratadores intrafamiliares.
Rasgos y características descriptivas
• Omnipotencia. Muestra un procesamiento de información autorreferencial lo que le
hace percibir el entorno de forma inadecuada y por tanto con gran distorsión de la
realidad.
• Es emocionalmente pobre y vulnerable. Muestra pobreza afectiva hacia si mismo y por
tanto hacia los otros.
• Dificultad de expresar sus sentimientos. No tiene habilidades para revelar sus
sentimientos por sesgos cognitivos sobre la mujer y el poder del varón.
• Suele presentar depresión. Cuando actúa agresivamente, luego presenta espacios
donde su estado de ánimo es depresivo.
• Rasgos o trastornos de personalidad. En algunos casos muestra rasgos dependientes
hasta llegar al trastorno, en otros muestra rasgos narcisistas y otros psicopáticos en la
acción familiar.
• Persuasión. Posee habilidades específicas de persuasión hacia su pareja, utiliza una serie
de mecanismos para generar dominio hacia ella; uno es conocer los aspectos de
vulnerabilidad de ella para utilizarlos a su favor.
• Expectativas irreales. Espera que su pareja e hijos cumplan con sus deseos los cuales no
son explícitos, tiene dificultades para verbalizar sus sentimientos, y luego está, como el
mismo, dice “decepcionados”.
• Ideas recurrentes. Suele pensar recurrentemente en ideas asociadas a su pareja, las
cuales en algún caso se asemejan a una paranoia, esta afecta notablemente la relación en
tanto sólo cree en sus ideas y no puede confrontarlas con la realidad.

TIPOS DE AGRESOR

Los agresores intrafamiliares que se definen como aquellos sujetos que ejercen violencia
en contra de sus parejas y otros pertenecientes a sus familias
 se conocen como personas que suelen venir de hogares violentos, suelen padecer
trastornos psicológicos y muchos de ellos utilizan el alcohol y las drogas lo que produce
que se potencie su agresividad.
 Tienen un perfil determinado de inmadurez, dependencia afectiva, inseguridad,
emocionalmente inestables, impacientes e impulsivos

Una investigación de Gottman y Jacobson (2001) señala que los hombres agresores caen en dos
categorías: pit bull y cobra, con sus propias características personales:
Pit bull

• Psicología jurídica Iberoamericana

• Solamente es violento con las personas que ama

. • Celoso y tiene miedo al abandono.

• Priva a la pareja de su independencia

. • Pronto ora, vigilar y atacar públicamente a su propia pareja.

• Su cuerpo reacciona violentamente durante una discusión.

• Tiene potencial para la rehabilitación.

• No ha sido acusado de ningún crimen.

Cobra

• Agresivo con todo el mundo. • Propenso a amenazar con cuchillos o revólveres.

• Se calma internamente, según se vuelve agresivo.

• Difícil de tratar en terapia psicológica.

• No depende emocionalmente de otra persona, pero insiste que su pareja haga lo que él quiere.

• Posiblemente haya sido acusado de algún crimen.

• Abusa de alcohol y drogas-

Como plantea el grupo de Holtzworth-Munroe (1994, 2004, citados en Amor, Echeburúa y Loinaz
2009) se establece otros tres tipos de agresores contra la pareja:

a) Limitados al ámbito familiar, que centran su violencia en la pareja e hijos, y constituyen la


mayoría (entre el 35% y el 50%), con violencia de menor frecuencia y gravedad que en los
otros grupos y sin que haya alteraciones psicopatológicas. Después de un episodio
violento suelen arrepentirse y reprueban el uso de la violencia.

b) Borderline/disfóricos (o impulsivos): representan el 15%-25% de los agresores y


habitualmente maltratan física, psicológica y sexualmente, con una violencia de intensidad
media o alta que, generalmente, va dirigida contra su pareja y otros miembros de la
familia. Asimismo, son frecuentes ciertas características tales como impulsividad,
inestabilidad emocional, cambios rápidos de humor e irascibilidad que suelen encajar con
el trastorno límite de la personalidad.
c) Violentos en general/antisociales (o instrumentales): suponen entre el 16% y el 25% de
los agresores. Hacen uso instrumental de la violencia física y psicológica, que se extiende
más allá del ámbito familiar, para conseguir lo que desean y superar sus frustraciones. Son
muy característicos el narcisismo y la manipulación psicopática y menos los problemas
relacionados con el control de la ira. También es más probable que consuman alcohol y
drogas y que tengan o hayan tenido problemas legales por sus conductas antisociales.

En ocasiones la violencia del agresor oculta el miedo o la inseguridad que sintió de niño ante un
padre abusivo que lo golpeaba con frecuencia, al llegar a ser adulto prefiere adoptar la
personalidad del padre abusador a sentirse débil y asustado.

En otros casos, los comportamientos ofensivos son la consecuencia de una niñez demasiado
permisiva durante la cual los padres complacieron al niño en todo. Esto lleva al niño a creerse
superior al llegar a adulto y a pensar que está por encima de la ley; o sea, que puede hacer lo
que quiera y abusar de quien quiera.

Piensa que se merece un trato especial, mejor que el que se les da a los demás (Jacobson y
Gottman, 2001). Muchas personas creen que los abusadores pueden tener algún tipo de
enfermedad y aunque eso puede ser cierto, los autores de la violencia doméstica no suelen ser
enfermos o trastornados. En realidad son bastante astutos en general, habiendo aprendido las
técnicas de manipulación y comportamientos que les per- © Editorial El Manual Moderno
Fotocopiar sin autorización es un delito. Maltratadores intrafamiliares. Rasgos y características
descriptivas • 325 miten cometer otros abusos, a través de la dominación y técnicas de control con
el fin de obtener las respuestas deseadas. Agentes del orden suelen llegar a las escenas de los
crímenes de violencia doméstica y encontrar indicios significativos de incidente violentos, como las
víctimas heridas y casas en desorden, sin embargo, los autores se componen y hablar
informalmente con los funcionarios como si nada hubiera ocurrido. El uso de maltrato psicológico,
emocional y físico los entrelaza con los períodos de arrepentimiento, el amor y la felicidad son
herramientas utilizadas deliberadamente para hacerse con el control sobre las víctimas.

TEORÍAS DE LA CRIMINALIDAD. LA CRIMINOLOGÍA CLÁSICA

1. Teorías psicobiológicas

Los defensores de estas teorías tratan de explicar el comportamiento criminal en función de


anomalías o disfunciones orgánicas, en la creencia de que son factores endógenos o internos del
individuo, los que al concurrir en algunas personas les llevan a una predisposición congénita para
la comisión de actos antisociales o delictivos. Del estudio de los rasgos biológicos o del estudio
psicológico de la personalidad criminal tratan de obtener aquellos factores que predisponen a
algunas personas al delito.

La tesis de LOMBROSO. La Escuela positivista italiana (FERRI y GAROFALO)


fácilmente reconocibles (mandíbulas enormes, pómulos altos, orejas grandes, frente prominente,
insensibilidad al dolor, tatuajes, etc).9 El delincuente nato se caracterizaba por los siguientes
rasgos psicológicos: Insensibilidad moral. Precocidad antisocial. Vanidad. Imprevisión.
Incorregibilidad.10

En la misma línea, GAROFALO dice que “existe una clase de criminales que tienen anomalías
psíquicas, y muy frecuentemente anomalías anatómicas, no patológicas, pero con carácter
degenerativo o regresivo, y a veces atípico, (...) que carecen, en fin, de todo sentimiento altruista y
obran únicamente bajo el imperio de sus deseos. Estos son los que cometen asesinatos por
motivos puramente egoístas, sin influencia alguna de prejuicios, sin la complicidad indirecta del
medio social”.

Las tesis psiquiátricas. Tipologías sobre la personalidad criminal

Ernst KRETSCHMER fue el primero en desarrollar una teoría en la que intentaba establecer una
correlación psicosomática entre los tipos constitucionales, identificándolos en cuatro tipos con
diferentes características corporales: leptosomático o asténico, atlético, pícnico y un tipo mixto. 16
Por otra parte, distingue dos tipos somáticos: el ciclotípico y el esquizotípico. Los esquizotípicos
eran personas fuertes y musculadas, y tenían más posibilidades de delinquir que los ciclotípicos,
que eran débiles y delgados.

Desarrollando los trabajos anteriores de Kretschmer, SHELDON distinguió tres tipos somáticos a
los que les correspondía un temperamento particular:

el endomorfo (de constitución suave y grueso) que son personas lentas, cómodas, sociables y
extrovertidas;

el mesomorfo (de constitución sólida, muscular y atlética) que son agresivos y activos;

y los ectomorfos (de constitución frágil y delgada) que tienen un carácter moderado e
introvertido.19 Todas las personas poseen estas características en mayor o menor grado.
SHELDON realizó un sistema para medir cada una de estas características en una escala de 1 a 7. El
mejor balance individual se correspondía con un resultado de 4-4-4 mientras que, por ejemplo,
una persona con un resultado de 4-2-7 sería fuertemente ectomorfo, con una cantidad media de
características endomórficas y pocas características mesomórficas.20

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