Está en la página 1de 25
APLICACION COSMOLOGICA DE LA TEORIA DE LAS IDEAS. Sil. Laexistencia temporal del hombre 5.2. El conocimiento filoséfico como liberacion 53. Proyeecién césmica de la liberacién humana EXTOS Conocimiento (ser), jgnorancia (no ser) y opinidn (devenit) El mito de la caverna Lacienciay la sensecién Teoria de las Ideas Dificultades dela teoria de las Ideas (BLIOGRAFIA Capitulo 1 La teoria platonica de las Ideas 1, INTRODUCCION 1.1. Contexto histérico-tematis En el primer periodo del pensamiento griego (el desarrollado hasta el s. V a.C.), los primeros fil6sofos trataron de determinar el ser de la naturaleza, su consistencia y el modo verdadero de conocerla. Este propésito, sin embargo, fut criticado y consi- derado infructuoso en el s. V a.C. por los sofistas. Frente al escepticismo, el relati- vismo y el subjetivismo de estos sofistas, Platén defiende que es posible un conoci- miento de la eseneia y de la verdad de las cosas, ya que el hombre tiene en su interior la posibilidad de captar lo que las cosas son, més alla de las apariencias que muestran los sentidos. Platén offece una explicacion metaforica, narrando el "mito de la caverna’, para sefialar que la pereepcién no basta para apreciar lo que las ‘cosas son, sino que es precisa la intervencién del alma inmortal Este alma, antes de unirse con el cuerpo en el momento del nacimiento, existia dichosa en un mundo celeste y espiritual en el que vivia contemplando las. esencias puras o Ideas de todas las cosas. Unirse con el cuerpo material significa para el alma olvidar esas Ideas y caer en una cércel oscura, donde permanece aprisionada hhasta que el cuerpo muere. Durante este cautiverio, el alma sélo tiene noticia de la realidad a través de las ventanas del cuerpo, que son los sentidos. Al percibir los objetos del mundo, por ejemplo las cosas bellas, el alma queda "impresionada” por su apariencia y esta impresién le lleva a recordar su esencia (la belleza), contem- plada durante ia preexistencia celeste y reconocida ahora en las apariencias. Con esta explicacién mitica, Platén est diciendo que el hombre puede conocer el ser de las ‘Véase al final de est capitulo, el texto n?2 Perper 6 DIEGO SANCHEZ MECA - Teoria del Comocimiento cosas, pues su conocimiento no depende s6lo de la percepcién, sino de las Ideas que el alma puede contemplar. Platén traza asi una metafisiea que distingue entre: — Mundo inteligible, el mundo verdadero donde estin las Ideas 0 esen- cis de las cosas, — Mundo sensible, el mundo de las apariencias engafiosas producidas por las ilusiones de los sentidos, Las cosas del mundo sensible s6lo existen por imitacién y participacién de las Ideas, yy suexistencia es el resultado de la accién creadora del demiurgo, que copia en la mate- tia las formas etemas ¢ inmutables del mundo inteligible, Para Platén, la filosoffa tiene, por una parte, unt vertiente de liberaci6n de lo sensible para clevarse alo inteligible, y por otra una vertiente metodolégica, el empleo de la dialéetica en virtud de la cual el pensamiento se cleva, por encima de las metas opiniones, hasta aleanzar la verdad de las ‘Ideas, Tales la idea que Platén trata de poner en prictica en sus dislogos. a Los didlogos platénicos FI nacimiento y configuracién de la teoria platénica de las Ideas es uno de los acontecimientos mis significativos y determinantes de la historia entera del pensa- miento europeo, pero también uno de los problemas mas complicados y dificiles. El principal obsticulo que encontramos a su adecuada comprensién radica en dos ‘caracteristicas de los textos en los que Platén nos la ha transmitido: ‘A) Los diélogos platénicos exponen la filosofia de su autor en una suce- sién de escritos que se extiende a lo largo de casi cincuenta afios. En ninguno de ellos se nos dan pautas suficientes para establecer una relacién segura de los temas que tratan y Ia evolucién del pensamiento que exprestn, Esa coherencia sistematica y diacréniea hay que llevarla a cabo como una tarea de leetura en aque es preciso echar mano de hipétesis interpretativas B) Por otra parte, el estilo literario en forma de didlogo hace dificil, en ‘general, atribuir Ia responsabilidad de quienes formulan las ideas en discusién. Platon lleva a sus tltimas consecuencias st idea de que la filosofia no puede ser sélo un qué informante, sino que debe ser también un quién dialogante. Pero, al tratarse de un quien dialogante paralizado, para nosotros, en letra escrita, neve- sita que seamos nosotros mismos, como intérpretes, quienes respondamos en cada caso a todos los silencios de la letra muerta” Lateoria de las Ideas no es tratada explicitamente como tal teorfa por Platén hasta su didlogo Parménides, obra en la que el autor revisa criticamente su hipétesis metafi- sica, En didlogos posteriores a éste, como el Téetet0, 0 el Sofista, Platén reorganiza y 1 Bl Problema del Conocimiento en el pensamiento antiguo y medieval ” reformula su teoria ya autocriticada, mientras que en los didilogos de su vejez, como el Timeo, la conecta con su visién global del proceso césmico. Anteriormente al Parmé- rides Platén utiliza, sin embargo, las Ideas en la solucién de las cuestiones que trata, aun sin reparar en los problemas que, como tal teoria metafsia, implicaba 1.3. Fases en Ia evolucién de la teoria de las Ideas Podemos distinguir, por tanto, euatro fases generales en Ia evolucién de ta teo- ria platénica de las Ideas: 1. Una fase aeritica (didlogos anteriores al Parménides) en la que la teoria surgiendo y se va utilizando sin reparar directamente en ella como objeto de estudio. 2. Una fase critica (representada, sobre todo, por el didlogo Parméni- des) en la que se revisa criticamente la teoria y se formulan los problemas que de su uso se derivan, 3. Una fase de reorganizacién dialéetiea (dialogos posteriores al Par- miénides, sobre todo el Sofista y el Teeteto) donde se trata de dar solucién a los problemas antes sefialados, 4, Una fase de proyeccién cosmolégica (didlogo Timeo) en la que Pla- t6n continéa su intento de Solucionar los problemas surgidos con el examen cr tico de la teoria. 2. ELEMENTOS QUE CONFLUYEN EN LA FORMACION DE LA TEORIA. 2.1, La doctrina parmenidea de la verdad Parménides concibe el ser como la tnica realidad, estitico, siempre idéntico a si mismo por necesidad, inmutable y ajeno a la evolucién y al tiempo. Su concepeién se resume en esta sentencia: "Sélo el ser es, en cambio el no-ser no es". A este ser le atribuye Parménides los siguientes atributos: a. Es eterno e inmutable: el ser es siempre idéntico a si mismo, es la ‘inica realidad. En cambio, el devenir es no-ser. Porque si algo empieza a ser, 0 bien procede del ser (en cuyo caso ya es), 0 bien procede del no-ser (lo cual es, imposible porque del no-ser no puede provenir nada). Nunea ha empezado el sef, sino que simplemente es. Y como el ser es todo uno, no hay nada que empiece a ser ni existe el devenir. b. Es uno e indivisible: "Se da un ser compacto que es uno y todo". El ser es indivisible pues de lo contrario lo que dividiria al ser seria algo distinto de si mismo, lo cual es imposible porque fuera del ser no hay nada. eee Is DIEGO SANCHEZ MECA - Teoria del Conociiento ‘cambio de lugar de lo Hleno a lo vacio. La diversidad y el cambio de las cosas no existen realmente, son mera ilusién de los sentidos. Por tanto, sélo hay un camino para la verdad: que el ser es. Es el camino que silo puede ser seguido por la razén, Los sen- tidos se detienen en las apariencias y pretenden convencernos de Ia realidad del nacer, del perecer y del cambiar de las cosas. Es decir, a la vez su ser y su no-ser. La suya es la ia de la opinién y del error. Sin embargo, el pensamiento demuestra que el no-ser no puede ser pensado. No se puede pensar sin pensar en algo, El pensar en nada es un no pensar. El pensar ha de tener siempre un objeto, y tal objeto sélo puede ser el ser. Par- ménides determina, asi, un criterio de validez para el conocimiento segiin el cual el valor de verdad del conocimiento depende de la realidad del objeto, Curiosamente, sobre este criterio comenta Nietzsche: "Parménides lego a decir que el hombre no iensa lo que no es, Nosotros estamos ya en el otro extremo del recorrido y decimos: lo «que puede ser pensado seguramente no es mas que una ficcién” En conclusion, para Parménides todo pensar se refiere a lo que existe, No hay pensamiento cuyo contenido no sea el ser. Y viceversa, no hay ser que no pueda pen- sarse, Esta correspondencia es Ilevada incluso a Ia idemtificacién: pensar y ser son una y Ia misma cosa, Parménides: "Ser y pensar son uno y fo mismo" En el poema de Parménides Sobre fa naturaleza, tenemos la primera teoria metafisica del seryy de la verdad que se conoce. Algunos autores han cre‘do ver en Parménides una res- puesta consciente a Hericlito, mientras otros opinan que las filosofias de ambos son inde pendientes y no guardan relacién entre si, En cualquier aso, Platon establece una antitesis tenire estos dos pensadores de una absoluta relevancia para cl desarrollo filos6fico posterior. Pues Parménides, en clara oposicidn a Herdelito,sitia en el centro de su pensamiento el con- to de ser: "Silo el ser es, en cambio el no-ser no es". Este ser es inmutable y eterno, siempre idéntico a si mismo. Es la iiniea realidad, por lo que el cambio, el devenir,¢s no-ser. Pero también dice Parménides que el ser es algo finito, acabado y semejante a una esfera perfecta, lo que, segiin Arist6teles, indica que Parménides piensa el ser como materialidad mientras el no-ser seria lo incorporeo inmateral. El ser, pues, es lo lleno y lo real, mientras el no-ser es Io vacio o nada, Si las cosas aparecen como pluralidad y diversidad es gracias a este vacio, Por tanto, la diversidad y el cambio de las cosas no existen realmente; son ilusién de los sentidos, via de la opinién comin de los mortales, que se quedan en la simple aparien- cia de las cosas. Por el contrario, Ia via de la verdad, la via de la razén, es que el ser es. La razon demuestra que sélo el ser puede ser pensado, pudiendose levar esta correlacién al nivel de la identificacién: "pensar y ser son una y la misma cosa”. En Parménides no cabe, cn definitiva, la distineién entre el pensar, como actividad del sujeto pensante, y el ser como ‘bjeto del pensamiento. El pensar es el descubrimiento, la manifestacién de la presencia del set, y este Ser es, a su vez, la verdad de ese pensar. De ahi su afirmacién de que ser y pensar son una y la 1) El Problema del Conocimiemto en el pensamiento antiguo y medieval 19 2.2. Laconcepeién sofista de la percepeién Cronolégicamente, el punto de partida del pensamiento platénico (tal como se mues- tra en los primeros didlogos) lo constituye la discusién entre Séerates y los sofistas res- pecto al problema de cual sea la virtud mas propia del hombre. En sus didlogos de Juventud, Platén recoge las doctrinas de su maestro Sécrates y, junto al desarrollo de sus {ideas innovadoras, se dejan entrever tambign algunas intenciones criticas en relacién a los planteamientos de los sofistas. No obstante, en el examen y discusién de los argumentos de los sofistas, Platén encuentra planteamientos con los que tendré que contar, posiciones ‘que necesariamente deberd incluir en su sistema de pensamiento aunque sea como aquello ‘que es criticado y no asumido positivamente. A pesar de las duras criticas con que se enfrenté ala sofistica advierte que, entre sus doctrinas, una al menos posefa validez dura- «dera y fecundidad cientifica: la teorfa de la percepcién de Protagoras’ Los sofistas pensaban en un contexto social -el de la polis griega y su estructura ‘democritica en la que todos los ciudadanos tenian la posibilidad de acceder a los cargos ppiblicos-en el que una de las principales condiciones para lograr hacer carrera politica con «éxito era desenvolverse bien en los foros piiblicos de la ciudad, en fa asamblea y en los tri- ‘bunales. Es decir, para tener éxito era necesario tener una cierta cultura, buena informacién y, especialmente, saber argumentar con fuerza para conyencer y persuadir, para de ‘este modo poder dominar sobre las voluntades de los dems. Todos podian hacer oir su voz ‘en el Agora ¢ intervenir en los debates politicos, con lo que el arte de hablar bien, el manejo de la dialctica para la discusi6n, el tener informacién sobre todo para poder hablar de todo ccon credibilidad adquieren una gran importancia en orden a conseguir éxito en la vida pblica, En una situacién con este tipo de demanda cultural, los sabios ("sofistas" significa ‘sbios) salen de sus escuelas en las que se buscaba el saber por el saber y se dedican a ven- der su saber en el mbito social. Por eso ellos tienen esto muy claro: la virtud mas propia del hombre, aquello que le hace actuar bien como homire y tener éxito, es la elocuencia ‘como poder de persuadir. El arte de la persuasion se convierte en la virtud (areté) del hombre pablico. Esto da origen a las dos doctrinas sofistas mas caracteristicas: a) Den lado, el saber se convierte en una fuerza social y pasa a estar en in de las exigencias pricticas de la vida po b) De otto lado, la persuasién no se pone al servicio de la verdad, sino que es un instrumento para lograr lo que a uno le interese. fun "Poder convertir en sélidos y fuertes los argumentos més débiles", dice Protigo- ras, Lo cual, més que persuadir, puede entenderse como intento de vencer con las palabras. No es ya el interés objetivo de la verdad lo que mueve al conocimiento, sino el propio y subjetivo interés de convencer y dominar, De este modo, la sofistica se convirtié en un adjetivo peyorativo y fue blanco de los durisimos ataques de Platon’. Nietzsche, F., Nachwelassone Fraemente (1888), 5 (46), ed. Colli-Montnar, Berlin, Gruyter 1977, Vol. VIEL * Véase, a final de este capitulo el texto n3 * Chi Calvo, T. De las sofistas a Plain, Madsid, Cineel, 1986, pp. 67-98; Sprite, 1, Der Begriff der doxain der platonschen Philosophie, Gottingen, Vandenhoock and Ruprecht, 1962, 20 DIEGO SANCHEZ MECA - Teoria del Conocimiento Los sofistas, embaucadores de almas segan Platén Los sofistas son maestros del saber que, procedentes en su mayoria de las escuelas filo- séficas de los presocriticos, se instalan en Atenas en el siglo V aC. para divulgar el conoci ‘miento que habian adquiride y ensefar a los j6venes las téenicas de elocuencia y el eamino del triunfo en la carrera polities. Esto supuso una subordinacién del saber a fines pricticas, por lo que, con los sofistas, cl saber cambia de caracter respecto al concepto que de él tentan los fildsofos presoeriticas de la naturaleza, Ante todo, ya no se desarrolla slo en el seno de escuclas y de un modo preponderantementetedrico, sino que se convierte en fuerza social, en hhecho regulativo de la accién politica y, por ello, pasa a depender de las exigeneias précticas de ésta, Los sofistas se mueven en un contexio en el que, para tener éxito, es necesario contar ‘con datos y tener argumentos con fuerza para convencer y persuadir. Por tanto, la virtud pro- ia del hombre, lo que le hace triunfar y tener éxito, es considerada ahora el poder de persua- «dir, Como maestros de esta virtud, y con el fin prictico de encontrar el mejor modo de ‘ensefiarla, los sofistas investigan el origen y el desarrollo de las representaciones y las deci- siones humanas, y al advertir la diversidad de opiniones e intereses en lucha, se plantean el problema de si, en general, puede haber una verdad universalmente valida. La respuesta seri lun elativismo subjetivista: no existe una norma valida de conducta para todos fundada en ta naturaleza, a excepcidn del impulso individual natural. El éxito ¢s el tinico criterio de valor de las acciones morales, Tampoco existe un eédigo moral con validez universal, fundado en el ‘orden natural. EI valor de las leyes y las normas es relativo y convencional. Intimamente ‘unido a este relativismo ético aparece su relativismo gnoseol6gico, segtin el cual el hombre rho conoce las cosas como son, sino como son percibidas por cada cual individualmente, La dialdetica y la argumentacién no estin ya al servicio de la verdad, sino que se utilizan como insirumentos de persuasién en orden a conseguir éxito en la vida pablica. Los sofisas llama- ton a su arte "eonduccién de almas”. Platén, en cambio, dira que es, no ya guia sino captura de almas, simple arte retGrica,retrudcanos de palabras y fantasmagoria, pues no es el interés ‘objetivo de llegar a la verdad el que motiva, sino el propio interés subjetivo de veneer sobre el adversario, 2.2.1, Elrelativismo ético [Asi pues, como maestros de esa virtud de la elocuencia y con el fin practico de encontrar el modo mejor de ensefiarla, los sofistas estudiaron las fuerzas del alma {que utiliza el politico para alcanzar sus fines sociales: el pensamiento y la voluntad. Se trataba de deseribir como se originan las representaciones y las decisiones de la voluntad, como luchan entre si para desplazarse en el flujo de las vivencias y emo, cn fin, acaban imponiéndose las unas sobre las otras. Y en el marco de esta multipli- ccidad dindmica plantean el problema de si, en general, puede haber ideas o decisio- nes que puedan ser consideradas como razonables, verdaderas y justas en si mismas. Es decir, se preguntan: zHay verdades teéricas 0 principios morales universal- mente validos?, dando a esia cuestién una respuesta negativa. Si cualquier norma tiene que fundarse en Ia naturaleza, pues es la naturaleza lo que todo hombre tiene cn su fondo, segtin el modo de pensar griego, Io inico que de la naturaleza se muestra 1) El Problema del Conocimiento en el pensamienta antiguo y medieval a en el hombre son sus impulsos naturales individuales, por lo que éste debe seguir fen su comportamiento esos impulsos. El deseo de dominar y alcanzar el éxito poli- tico es, por tanto, un buen criterio de valor para las decisiones morales. No existe, en opinidn de los sofstas, ningtin otro cédigo moral con validez universal fundado en el ‘orden natural; el valor de las leyes humanas es siempre relativo, depende de intereses y su vigencia y cumplimiento se basa en una convencién o acuerdo social. 2.2.2. Elrelativismo gnoseolégico Paralelamente a este relativism ético se formula un relativismo gnoseolégico tal ‘como explicitamente aparece en la doctrina de la percepeién de Protigoras, que Platon recogeri en sus didlogos. Segiin esta docirina, la nica fuente de conocimiento que tenemos es la percepeién. O sea, no tenemos conocimiento alguno del ser. El hombre conoce las cosas no como son sino como son percibidas por él, 0 sea, conoce las ‘cosas como son para él, segiin se le aparecen en el momento de la percepeién. teorfa atomista del conocimiento ara Leucipo y Demécrito el eonocimiento cientifio tiene que explicar el mundo de las apariencias, dado en la percepeién, 2 partir del conocimiento de la"verdadera” realidad cons- tituida por los tomes ¥y su movimiento en el espacio. Esta afirmacién implica, por un lado, {que no existe un conocimiento auténtico de espaldas a ta experiencia o en oposicidn a ell Pero, por otto lado, supone que, para hacer comprensible o percibido, el pensamiento ha de

También podría gustarte