Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
SISTEMATIZACIÓN
COMUNA 13
2013 - 2015
Medellín
2015
“En el fondo, es acaso posible curarse de la vida?
Aunque el arte bien puede ser remedio
para algunos de nuestros males inconfesable…”
Luisa Valenzuela. Escritura y Secreto.
CONTENIDO
comprometida en la inclusión política, económica y cultural con y para las niñas, los
desde el 2007, inicialmente se vincularon, madres de los y las niñas participantes del
1
Altos de la Virgen, sector correspondiente al corregimiento de San Cristobal, comuna 60.
armado entre bandas del asentamiento y sectores aledaños, que afectaban
asentamiento, relacionado con el conflicto entre los armados, muchas de las familias
vivido, producto del conflicto armado; este proceso está mediado por la expresión,
mismo tiempo, las mujeres, encuentran un espacio para reencontrarse con ellas mismas,
con su palabra, su cuerpo, sus derechos y las fuerzas internas que tienen y les ha
maltrato y el dolor, por la violencia vivida en los distintos ámbitos por los que han
transcurrido, están plasmadas en cortas, pero “profundas” historias que han ido
permear por otras propuestas, como la danza, dispositivo que ha permitido que
cuerpo como receptor de las vivencias, como lo plantea Husserl, “sólo a través del
propio cuerpo podemos ser realmente humanos, y sólo con él tenemos la oportunidad
de nuestra experiencia”2.
por dos lecturas, una primera relacionada con los dispositivos empleados, su potencia
para alcanzar los objetivos del proceso y para ayudar a las mujeres participantes a
comprender esa verdad interna, “velada”, que las habita y que se encarna en su cuerpo y
manera como tramitan y subjetivizan las experiencias de sufrimiento y dolor que les ha
mujer, el cual dependerá de la capacidad de auto reflexión que cada una tiene o va
espacio y tiempo distinto, con una mirada analítica frente al conflicto armado
2
Sierra Zamorano Miguel Ángel. La Expresión Corporal en el siglo XX. https://mefuc.files.wordpress.com/2010/02/2-9.pdf.
El texto está organizado en tres capítulos, cada uno con sus propios apartados, en el
primero, denominado “Danzando con mi historia”, se relata cómo las mujeres se van
“Escribo mis andanzas en el tiempo”, trata de la observación del cuerpo como sostén
y soporte de las tensiones, producto de las violencias sufridas, al tiempo que se hace
lectura hermenéutica de los cambios subjetivos de las mujeres, a medida que avanza el
emociones y sentimientos de las mujeres frente a lo vivido y las reflexiones que hacen
afrontar otras situaciones conflictivas y de violencias a las que se han visto enfrentadas.
ubicarlo en el espacio, mientras danzan y están en interacción con las compañeras del
grupo.
Pedagógicos por los que transcurren los encuentros semanales con las mujeres en
el proceso, cada sesión está precedida por evocaciones vinculadas a los sentimientos,
los recuerdos, las sensibilidades y las emociones que generan las historias y momentos
3
Restrepo S. Ana Sofía. Textos originales.
El encuentro se inicia con un saludo afectuoso, con conversaciones
espontáneas, abiertas y amigables, en las que nos vamos adentrando, desde las
psíquica y físicamente, para realizar las actividades centrales del encuentro, tales
danza, dibujos, pintura, escritura -, que las remite a las historias de sus vidas, con el fin
a los ejercicios realizados, favoreciendo la escucha entre ellas mismas, para que
compañeras, mujeres que ha vivido una historia similar a la suya, por estar enmarcada,
“Soy negra, mi piel huele a monte, a río, a oro, a esa tierra madre que me parió. En ese
rincón del alma dejé a mi hijo, allá se me clavó este dolor. Cambié de tierra, pero no de
color, me alejé de mi hijo, pero lo llevo adentro, como llevo mi alma, mi origen y mis
recuerdos.
Me fui de mi Chocó, no porque quise, me fui porque amo la vida, porque tuve miedo de
morir, sí, tuve miedo…, me petrifique..., salí sin mirar atrás..., si hubiera mirado, yo sé,
que hubiera regresado y no estaría contando esta historia. Hoy la tierra me sabría a
tierra, ellos me hubieran asesinado. “Salí de aquí negra, o te matamos, te vas, o te
morís”. Sí, eso fue lo que dijeron y sin mirar atrás, dejándolo todo, “a mi hijo”, me fui.
Recuerdo esa noche oscura y llena de lágrimas, porque la noche lloraba conmigo;
comenzó a lloviznar desde muy tempranito, no paraba de llover y yo no cesaba de
llorar. Mi niño me miraba con sus ojos negros y me hacía preguntas sin palabras, sabía
que algo malo estaba pasando, que nos rondaba una tristeza. Mi negrito paso de un día
para otro a ser adulto, comprendió que aquí se viene a sufrir, que había que crecer. Se
había acabado el tiempo de su niñez.
Me fui, lo dejé, tenía que dejarlo; sé que él, hoy lo entiende, pero me pregunto si su
alma también; llegué a esta ciudad indolente, a una ciudad que no se conduele,
caminando despacio y vacía por dentro; con el correr de los días, me fui adaptando,
comencé a trabajar, me emparejé y tuve otros hijos.
Sigo siendo negra, “huelo a mi tierra”, pero no es lo mismo que ayer. Adentro de mi,
está acurrucadita la mujer que salió a escondidas esa noche, en medio de la lluvia,
oyendo el lamento de mi sangre y su voz que gritaba ¡maaaa…,maaaa…! Lamento que
me recuerda, que ellos me arrancaron mis entrañas, me robaron el alma…si, me robaron
el alma”.
Descubriéndome en movimiento con mi cuerpo
Las mujeres hacen lectura de sí mismas, narrándose, a través de distintos lenguajes, con
historia, una historia que dice de ellas y les dice a ellas, cómo la han vivido y cómo la
están viviendo hoy. “…Escríbete es necesario que tu cuerpo se deje oír. Caudales de
en su historia”4.
4
Cixous H. (1995). La risa de la medusa. Barcelona, España: Anthropos, (Pág. 62). Recuperado de http://kolectivoporoto.cl/wp-
content/uploads/2015/11/Cixous-Helene-La-Risa-de-La-Medusa.-Ensayos-sobre-la-escritura.pdf
DanzAndo descubren que han estado oprimidas, no sólo por la violencia armada,
que las hace sufrir cotidianamente, sino por una historia de vida, que está anclada en
ellas desde que eran unas niñas. Una mujer dice de sí: “me sentí muy libre bailando, me
sentía extraña pero muy contenta… y ver la diferencia con los años, cuando era joven,
Después de danzar las mujeres conversan, se miran, se quejan por lo cansadas que
quedan, se ríen y ponen en palabras o dibujos eso que les dice el cuerpo en movimiento;
ante la pregunta, qué me dice mi cuerpo?, expresan: “…sé que me siento cansada, pero
no sé, si es porque estábamos bailando o porque estoy triste y tengo problemas”. “me
siento más relajada, cansada, pero más tranquila…”. Al observar a una de las mujeres
bailando al lado de sus compañeras, se me abren preguntas “Esta mujer lleva su cuerpo
La danza como lenguaje de expresión les permite, tomar conciencia de las tensiones del
cuerpo y su relación con las dificultades o problemas que las tiene preocupadas.
Igualmente les abre una puerta hacía la toma de conciencia de lo que ha ocurrido con
sus vidas, con su cuerpo y con su sexualidad, ello, si además se adentran y comienzan a
dominantes, como por ejemplo, frente a los roles que las mujeres tienen que desempeñar
en sus hogares con sus parejas y con sus hijos e hijas. Una de las mujeres expresó,
después del ejercicio “me sentí con un peso en la parte superior de la espalda; bueno
iniciar la danza; es que tengo un problema con mi hijo, tengo miedo, que se involucre
con los armados, me habló como nunca lo había hecho”. A mí, dijo otra de las mujeres,
la puerta”. Aunque en ese momento no dijo más, por su historia sabemos que fue
desplazada, tuvo que dejar todas sus cosas y nunca ha podido regresar a su pueblo.
en realidad se dice. La narración sobre los cuerpos puede revelar las historias
previos de relajación, se les pide, que cierren los ojos, si consideran que pueden hacerlo;
facilitadora, sin embargo, el recuerdo de vivencias pasadas, hace que teman o sientan
cuando cerré los ojos...recordé cuando fui desplazada, también recordé a mi mamá, no
puedo verla cuando quiero. Es que no puedo ir al barrio donde está ella. Me hace
mucha falta, yo no puedo ir y ella, no puede venir seguido a verme al barrio donde yo
vivo”.
5
Castañeda H. Ma. del C. El cuerpo grita lo que la boca calla. Razón y Palabra. Recuperado de Revista electrónica.
www.razonypalabra.org.mx.
Luego de la relajación se les invita para que poco a poco, comiencen a mover su cuerpo
hacía el movimiento libre, sencillo, sin reglas, sin cohibiciones, en el que pueden
pequeños grupos, pero siempre atentas a lo que el cuerpo les manifiesta; mientras
se mueven por el espacio, se les estimula al silencio, a la escucha, al encuentro con ellas
mismas; una danza que les permita fluir, oír sus pensamientos, rememorar su
cuerpo, en movimiento, las mujeres pueden captar la fragilidad, la soltura, las tensiones
y la rigidez del cuerpo y lo más importante, como se trata de un proceso con sentido,
que les acompaña. Esto les implica voluntad, conciencia y reflexión. Una de las mujeres
expresa, “sentí facilidad al girar la cabeza y al mover los pies con diferentes
momento…”
trayéndolos al exterior a través de nuestro mismo cuerpo, para que, una vez
visualizados, podamos comprenderlos y eliminarlos o cambiarlos…lo que se busca es
Uno de los ejercicios que les permite a las mujeres cuando danzan, abrirse a las
sensaciones que emiten las distintas partes de sus cuerpos, es seguir atentamente
algunas frases que se entrecruzan con la música, “mi cabeza, cómo la muevo, cómo se
mueve, cómo la siento…, mis hombros, mi pecho, mis brazos, cintura, caderas, piernas
y pies…”; después de unos minutos, se les invita para que circulen entre las demás
mujeres, caminen lentamente y dancen; es el sonido de la música el que las mueve, las
invita y las convoca a danzar. Ellas, se ríen, se miran con timidez, algunas bajan la
cabeza y es necesario hacerles un llamado para que miren a sus compañeras, al hacerlo,
creen que es necesario hablar, comentar algo de lo que sienten o reírse de lo que están
para cualquier conocimiento, ya que sin su intercesión éste no sería posible. El cuerpo
que hacen del mismo, en el proceso de la práctica misma: “…mi cuerpo es algo
sagrado, lo valoro y lo respeto, recuerdo todo lo que he vivido, he pasado por etapas
duras, pero también maravillosas”; “hoy me doy cuenta que estoy cansada, he
maltratado mucho mi cuerpo, porque he tenido que trabajar mucho”; “la historia y mi
6
Artemisabcn De E. T. Danza terapia. Art. Recuperado de: http://www.saludterapia.com/glosario/d/18-
danzoterapia.html#axzz3u3a42zuc
7
Sierra Z. M. Á. Historia de la expresión corporal. La Expresión Corporal en el siglo XX. Recuperado de
https://mefuc.files.wordpress.com/2010/02/2-9.pdf
cuerpo, son baúles de recuerdos y cada día que pasa valoro lo que siento”. “Al escribir
con el cuerpo también se trabaja con palabras, a veces formuladas mentalmente, otras
acto literario”8
8
Ibid.
Sabes, tu como otras de las mujeres me han hecho “conmover” cuando veo lo que pasa
en los encuentros con la danza, las transformaciones que ocurren, la conciencia que se
adquiere; voy a contarte un secreto, yo misma danzo, antes de los encuentros, para
sentir y descubrir eso que quiero que ustedes encuentren, una posibilidad de
transformación, una nueva vivencia con el cuerpo y con ésta, un nuevo encuentro con
la vida…También como tú, he hallado nuevos significados, nuevas expresiones que me
ayudan a comprender-me.
Bueno después de este corto saludo, se despide de ti, con mucho amor una facilitadora
que se transforma a partir del encuentro con ustedes todos los jueves.
9
Consigna dada por la facilitadora al iniciar una de las actividades centrales del encuentro.
Las mujeres del grupo, comienzan a danzar, los cuerpos se mueven lentamente, con
dificultad y pocas encuentran el ritmo. Escuchan una voz que les dice, “mientras
danzan miren a sus compañeras”. Se miran con timidez, rápidamente pasan la mirada
comienzan a mirarse, parecen decir…“ella puedo ser yo”. Las miradas se confunden,
danzando se reconocen. “Todas somos una: grito, dolor y esperanza”. La historia les
“Danza espejo”, danzar grupalmente conlleva que cada mujer se vea reflejada en las
Soñando Alto, - las violencias en el marco del conflicto armado-, es por ello que cuando
danzan muchas de las mujeres “esconden” la mirada, la bajan cuando están frente a otra
mujer, temen que esa mirada les prolongue sus miedos, sus preocupaciones, les
rememore quiénes son y por qué hacen parte de este grupo. No obstante estos temores y
propios movimientos, porque ellas también son sujetas de la mirada de las otras; se
trata de una “conversación - danza”, donde se sigue el verso de la otra, de las otras,
se comunican, más allá del verbo, con la mirada, el gesto, escuchando-se a través del
movimiento y del lenguaje del cuerpo. “En la escritura, como en todo diálogo, como en
todos nuestros intercambios, hay una gran parte de comunidad, de comunicación, y una
Algunas de las mujeres expresaron después de una de las danzas,”…me siento con más
energía y más liviana”; “llegué muy desbordada y preocupada, ahora me siento mejor,
como las compañeras estaban todas en lo suyo...yo creo que estar juntas nos ayuda
mucho”; “yo seguí a M, por mucho rato, era como si estuviera hipnotizada, creo que
me decía como hacer…me sentí bien, pero al mismo tiempo me siento rara”. Margarita
Baz en el artículo, “los desfiladeros del cuerpo danzante, plantea algo comparable con
lo que expresa esta última mujer, “Si el mirar, que no es "ver", aclara el psicoanálisis,
10
Segarra M.(2010). Entrevistas a Helene Cixous: No escribimos sin cuerpo. (Pag 62).Barcelona, España: Ed. Centre Dona i
Literatura
es un circuito interno en nosotros, los tres momentos freudianos del mirarse-mirar - ser
Otro aspecto importante que se resalta en esta práctica de danza grupal es la escucha,
una escucha, que necesariamente no está atravesada por las palabras, sino por las
identidades compartidas, trasmitiendo un “saber” sobre las otras mujeres que están ahí,
escuchan entre sí, sienten sus padecimientos, porque lo que les ha pasado a sus
compañeras, también lo han vivido ellas, por ello se hace posible que puedan danzar
siguiendo el movimiento, gesto y/o lenguaje corporal de alguna de las mujeres como si
fueran espejos. Son frases de las mujeres que se han escuchado reiterativamente: “Eso
también me pasó a mí...”, “yo recuerdo que mi compañero también me hacía eso”, “a
“Usted recuerda el cuento de la cenicienta? yo era una niña que siempre estaba sucia.
Si..., sucia y ajada. ¡Tenía tanto que hacer!, nunca tenía tiempo para mí, yo no sabía
que existía. Siempre tenía que cuidar a mis hermanitos y a mi hermanita, mi mamá,
11
Baz M. Los desfiladeros del cuerpo danzante. Recuperado de http://148.206.107.15/biblioteca_digital/articulos/6-119-
1572bjh.pdf
como la madrastra en el cuento, no estaba para mí o era como sino estuviera, porque
siempre estaba alicorada y triste, ella se tragaba las lágrimas, se bebía su historia, una
historia que le sabía a venganza, le sabía a resentimiento. A mi mamá le habían matado
el amor, asesinaron a mi padre, ella lo amaba, desde ese momento tuvo una existencia
vacía. Una mujer sin existencia, ella?, yo?, ahora que lo hablo con usted, se me viene
esta pregunta y otras a la cabeza, cómo he podido vivir sin vida?, cómo me la he
jugado?, mi madre y yo, un mismo cuerpo, una misma existencia?.. Ella alicorada, yo
anestesiada...Vea mi cuerpo señora, a usted que le dice?..., pues, yo sí sé que he
cargado con un ‘no-cuerpo’, una masa que me lleva y me trae...amorfa...carne...,
eso...carne. Le cuento que he empezado a sentirlo después de una vida entera y he
sentido escalofrío, me he estremecido, pues este cuerpo ha sido un desconocido para
mí, me da miedo, será que me reconocerá, nos aceptaremos?, pero sabe, al mismo
tiempo, siento alivio...ah, ¡que cosas he dicho!. Sabe, cuando danzo y comienzo a
moverme, este no-cuerpo, me ha hablado. Si, sentí que me habló, sentí que este cuerpo,
éste que también soy yo, me dijo, ¡por lo menos no nos vamos a morir sin sentirnos!...
y danzando, le respondí, sí, por lo menos!
Las transformaciones de las mujeres se van dando paso a paso, a medida que se van
la manera como afrontan situaciones diarias, en sus posiciones frente a lo que piensan y
como van evolucionando las relaciones que tienen con las demás personas, éstas, se
el otro, una subjetividad que no puedo ver, ni mediante los sentidos, ni mediante el
“Erase una vez una bella durmiente, todo era maravilloso, su imaginación era
encontró con su vida, una vida llena de esperanza, felicidad y muchas ganas de vivir.
Un tiempo después se enamoró, tuvo un hijo, vivió momentos felices, pero también
llegaron momentos tristes a su vida, porque un día tuvo que salir corriendo con su
disparates, se angustió, pero un día, su mente que era más sabia le ayudó a pensar
más allá y comenzó a reflexionar y analizar que aunque lo que había pasado era
oscuridad a la luz, su madre de la que se tuvo que alejar, le da esperanza para seguir
salidas a otros obstáculos que se le van presentando”. (D.V. mujer participante del proceso de
tiempo que revisan la realidad en la que están inmersas; este proceso se apoya en
descifrar el afuera.
12
Vivero M. C E. El cuerpo como paradigma teórico en literatura. Recuperado de:
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S1405-94362008000200005&script=sci_arttext
Proceso de Acompañamiento Emocional
Grupo Mujeres adultas. Soñando Alto 2013- 2015.
adultez, narran acerca de esos primeros años al lado de sus padres, los primeros
encuentros con la escuela y con el trabajo, las fiestas, las picardías e incluso, comentan
acerca de los castigos y miedos que las acompañaban en esos primeros años,
mismas, es un práctica que las interroga, les solicita o les permite hacer reclamos frente
a lo sucedido en el pasado, las insta a dar respuestas, como dice María Zambrano: “la
palabra saca las cosas del silencio y nos revela los secretos que aparecen, cuando nos
La escritura de sus recuerdos ha sido un dispositivo, espinoso para unas y llano para
otras, si bien algunas mujeres rememoran, describiendo el pasado sin detenerse, sin
obstante su escaso nivel escolar, transitan por la escritura, sea a través de la narrativa de
los recuerdos o en el ejercicio epistolar de una manera mucho más versátil, abriéndose
13
Zambrano M. La luz de la mirada. Recuperado de YouTube. https://youtu.be/WDc8zwVIrYQ
camino frente a los enigmas y los silencios que les ha dejado el pasado. Una de las
mujeres cuenta, “…cuando tenía diez años, un día cualquiera, mi mamá me dejó como
dejándolos solos. Deje una nota y me fui a pie limpio, me cambié de nombre y
apellidos; empecé a trabajar en los buses vendiendo dulces, pasó el tiempo y todavía
estaba en la calle cuando tenía 15 años, a los 18 años de edad me encontraron”. Otra
mujer recuerda y escenifica con sus gestos la siguiente historia, “entre los cinco y los
ocho años de edad, tenía que coger leña y yerba para los caballos, moler guarapo,
coger café y despulparlo, coger tomates y cargar agua antes de irme para la escuela,
nos teníamos que ir en ayunas y caminar por tres horas bajo el sol. Cuando llegábamos
barrer el patio, bajo el sol y con hambre, después nos devolvía para la casa, esto
ocurría muy seguido y cuando llegábamos mi papá nos pegaba con lo que encontraba.
Después de devolvernos varias veces, mi papá nos sacó de la escuela, no recuerdo bien,
pero creo que no me dio tristeza, porque allí, como en mi casa, también sufríamos
los disfraces”, prendas de vestir, aquellas que les rememora o representa el tiempo
pasado o alguna historia que llega a su memoria y que quieren compartir con el grupo;
“ocultan” en las ropas que escogen, pero al mismo tiempo “descubren” quiénes fueron,
o quisieran ser.
compartido “viejas” historias de amor que hoy llega a ellas como una evocación dulce, a
pesar de que para muchas, fueron momentos dolorosos por las separaciones o rupturas;
otras canciones les recuerdan sus historias familiares o eventos relacionados con el
conflicto armado. “la canción “Tumbas sin doliente” del dueto Gamela, me recuerda
“Historia” de los Diablitos, me recuerda mis primitos y sobrinos, los papás se han ido,
los dejaron; la canción dice cosas que les cae a los papás, por lo que hicieron con los
esto, porque la mayoría vive hoy en la ciudad debido a los desplazamientos forzados o
escuela, paisajes, casas de campo y animales y con éstas, han rememorado y leído desde
el presente, ese pasado que ha dejado en ellas estelas de recuerdos muy queridos,
huellas de dolor y/o marcas que aún hoy, muchas no han podido sanar. Una de las
la crió, porque según expresó, su madre nunca la quiso; trajo a su memoria, cuando le
enseñaba a sembrar una planta para curar las lombrices en su cuerpo, sanar la picadura
dijo, “si no fuera por esta mamá de crianza yo no existiría”. Otra de las mujeres
compartió en el grupo, “…La imagen me llevó a ese tiempo en Necoclí, yo me crie con
la raza negra. Fue un tiempo muy triste, cuando tenía cinco años, mi mamá me dejó
al cuidado de una tía hasta los nueve. Aprendí a hablar con el mar, tenía la noción de
historias, van tomando conciencia de aquello que vivieron y como hoy, esas historias las
confundía la danza, con el baile y decía, que ninguna mujer decente baila; con esta
danza me doy cuenta, que mi vida y mi cuerpo, nunca fue libre y que mi historia me
ha tenido atada”. Otra dijo, “todo el tiempo estamos ocupadas con los hijos o el
trabajo…y no tenemos en cuenta que nuestro cuerpo tiene que recibir cariño, amor,
tratarlo bien… cuando danzamos, nos damos cuenta de cómo nos estamos
sintiendo…”.
Estos ejercicios que invitan al recuerdo les permite además volver a “amasar” y
comprender algunos hechos que todavía no tenían una explicación clara y que tal vez no
las situaciones o hechos ocurridos, sintiendo que hoy, pueden valorarlos de una manera
distinta. Una de las mujeres escribió una carta a su madre, ejercicio epistolar, de cada
mujer consigo misma, se trata de “escribir a una persona significativa para ellas y
vivencias y/o sentires cotidianos; este dispositivo y la manera como ha sido usado,
hace que la mujer que escribe, se narre en presente, hable de su vida, de aquello que
asume en la cotidianidad, cuente hechos pasados y lo que le significan hoy, explicite sus
es por tanto, ‘mostrarse’, hacerse ver, hacer aparecer el propio rostro ante el otro” 14,
el tiempo con las vivencias, pero desde una postura distinta, por estar en otro momento,
en otro espacio y con personas que también se están preguntando por sus sentires;
Una mujer escribió una carta a su madre y en ésta expresó, como el tiempo y lo vivido
de la misma nos muestra, lo que plantea “Querida mamá, la presente carta es para
contarte como me siento, recuerdo mucho cuando me decías que no querías verme
sufrir, que no querías que yo me fuera a vivir con ese señor y yo no te hice caso, pero
ahora que estoy viviendo un infierno y que ha pasado el tiempo, me doy cuenta de lo
14
Foucault M. La Escritura de sí. Recuperado de: 1vccwbbqlpjtr9pdpweo.phttp://d.scribd.com/docs/1vccwbbqlpjtr9pddf
pweo.pdf
15
(Del latín experiri, "comprobar"), es una forma de conocimiento o habilidad derivados de la observación, de la participación y de
la vivencia de un evento o proveniente de las cosas que suceden en la vida, es un conocimiento que se elabora colectivamente.
Retomado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Experiencia
que me querías decir: ‘Es un hombre que no te va a valorar, no es una buena persona’.
Podías ver, lo que yo no; este señor me encierra con llave, me amenaza con un revólver
tengo que encerrar mientras él se vuelve a ir con su vieja. Quisiera irme otra vez para
donde usted pero me da pena de papá, porque ya no llegaré sola sino con mis dos hijos
y no sé qué pueda decir acerca de eso. Solo sé que me siento sola y muy triste y quisiera
Esta misma mujer cuando se responde, reconfirma la decisión que tiene con relación a
día no pudo escuchar, “Buenos días querida hija, en esta corta carta quiero decirte que
me duele inmensamente saber que estas sufriendo, pero también quiero recordarte lo
que hace algún tiempo te advertí y te dije de mil maneras, que por favor no te fueras de
la casa, pero aun así en medio de mi insistencia decidiste dejarme y dejar tus estudios,
es por eso que ahora estas en esta situación. Pero bueno hija respecto a tu papá quiero
que sepas que está de acuerdo que te vengas a vivir nuevamente a la casa y que por los
niños no te preocupes, de alguna manera te vamos a colaborar y por mi parte sabes que
me haces mucha falta y estaría más que feliz que volvieras a casa con nosotros, sólo me
queda advertirte que no estoy dispuesta a aceptar que te vuelvas a ir con ese señor si
viene a buscarte, recuerda todo lo malo que te ha hecho, para que no te vuelvas a dejar
enredar de él. Recuerda que te estoy esperando con los brazos abiertos. Te amo hija”.
Paul Ricoeur en Tiempo y Narración (1995), plantea que, “el método reflexivo consiste
deseo”.16.
Las siguientes son expresiones de las mujeres después de haber danzado un rato y
escuché una voz, no supe que decía, estaba metida en mí…”; ”…Sentí miedo, de mis
recuerdos, creo que me da temor volver de nuevo a mi pasado. Duele.”; “Al danzar, me
acordé que un día no pude tomar lo que era mío. Sentí que mis brazos no se movían”.
cuerpo les habla, algunas lo escuchan a través de sus propias voces, otras lo sienten
corazón al lenguaje, te revela tu fuerza; es el ritmo que ríe en ti; el íntimo destinatario
16
Ricoeur P. Tiempo y Narración: Configuración del Tiempo en el relato histórico. Siglo XXI, Ed. 1995 Recuperado de:
http://mastor.cl/blog/wp-content/uploads/2015/08/tiempo-y-narracic3b3n-i.pdf
17
Cixous H. (1995). La risa de la medusa. Barcelona, España: Anthropos, (Pág. 56). Recuperado de http://kolectivoporoto.cl/wp-
content/uploads/2015/11/Cixous-Helene-La-Risa-de-La-Medusa.-Ensayos-sobre-la-escritura.pdf
Decir del cuerpo de las mujeres, como sostén y soporte, implica hacer una lectura
ellas hoy, como cuerpo “vivo”, que está aquí y ahora y de sus cuerpos en el pasado, en
entre otros; lectura de sus cuerpos en tiempos y momentos distintos, a la luz de sus
La historia se hace cuerpo, por ello se les transforma en pesadez, en lentitud, en dolor,
en queja. No pueden moverlo, lo sufren, lo llevan consigo, las cuestiona y las confronta
con su pasado, con su presente futuro. Una de ellas expresó después de danza que sentía
su cuerpo como una envoltura que no le permite salir volando, podría decirse que la
danza habla por ella y dice: “Soy aire y espuma. Cómo mantener este peso, si me siento
mariposa?”. Otra mujer le escribió una carta a una prima, después de danzar y en ella
decía, “te cuento que hoy en el encuentro en Soñando Alto, danzamos y mientras lo
hacía recordé cuando estábamos en segundo de primaria y ponían la música para salir
al recreo, nos poníamos a bailar estando en el salón todavía y la profe Ángela nos
castigaba, porque todavía no había terminado la clase; ahora bailar me es muy difícil
porque sabes el problema de columna y rodillas que tengo, sin embargo, al ver a mis
haciendo un ejercicio en espejo y debía seguir a aquellos movimientos con las que me
sintiera identificada…”. Esta mujer narra una pasado llenos de picardía, fluidez y
castigo y hace una lectura comparativa, mostrando como hoy no puede danzar porque su
mueva lentamente y con dificultad. Ella como otras de las mujeres que hacen parte del
grupo ha sufrido y carga con una historia de violencia que ha “fracturado” su columna y
cuerpo, les permite a las mujeres, como lo plantea Luce Irigaray, “Sacar del silencio un
no sólo el cuerpo, por ser quien recibe y carga con el sufrimiento, somatizando y
El cuerpo es nombrado por las mujeres del grupo, cuando recuerdan lo que fue,
18
Irigaray lucy. El cuerpo a cuerpo con la madre. Pág. 32. Recuperado de:
http://www.debatefeminista.com/PDF/Articulos/elcuer1193.pdf
las mujeres escribe, “me sentí como cuando era niña, que me subía a los árboles a
coger frutas, corría con los animales, me metía en las quebradas y nos aporriábamos,
ni siquiera sentíamos dolor, nos montábamos en esos toros bravos, corríamos con ellos
hasta que nos tumbaban, después nos perseguían para embestirnos y nosotras
corríamos como alma que se lleva el chucho…”. Sin embargo, cuando enuncian su
cuerpo hoy, “…en cambio ahora tengo más dolores, siento más rigidez y tensiones,
creo que es por los golpes de la vida y los problema con los hijos, el marido, los
vecinos, toda esta violencia. Todo se va al cuerpo, porque el dolor de los otros también
era niña, jugaba con las muñecas, corría y soñaba, quisiera volver a esa época, cuando
era feliz, era otra persona, más alegre, había tenido menos experiencias malas, menos
En esta última frase puede sentirse el dolor de esta mujer, la tensión está puesta en el
cuerpo, “territorio” donde se instalan las angustias y heridas emocionales. Las mujeres
malestar. El propio Merleau-Ponty, plantea que “el cuerpo expresa a cada momento la
19
Ponty M. Fenomenología de la percepción. España, 1994. Recuperado de:
https://filosinsentido.files.wordpress.com/2013/07/merleau-ponty-maurice-fenomenologia-de-la-percepcion.pdf.
3. CUERPO Y MEMORIA
“El olvido conduce al exilio,
mientras que la memoria es el secreto de la redención”
20
Valenzuela L. Escritura y Secreto. pag. 59. Recuperado de: http://www.lehman.cuny.edu/ciberletras/v09/gliemmo.html
me respetan. Soy una mujer que no levanta la cabeza y que sonríe con temor. Ninguna
de mis historias, fueron mi historia, la mía no se quien se la inventó.
Cuando danzo, vuelven a mi memoria esas caminadas por el campo hasta donde mi
papá trabajaba, siento el viento y escucho el susurro de los árboles y de los animales
recuerdo los olores de las fincas y mis historias. Cuando danzo, de pronto levanto mi
cabeza y creo ver el cielo azul, me siento mareada, como si mi cuerpo no fuera mío,
salgo de mí. Cuando danzo vuelvo a crear historias y tal vez, en algún momento, me
atreva a crear una historia para mí”.
”Las huellas del cuerpo y del alma…”, así dijo una mujer cuando se les pidió que
dibujaran la silueta de su cuerpo y en ella pintaran, del color que sintieran, las huellas
visibles o invisibles que han quedado en el transitar por sus vidas, necesariamente éstas
Este ejercicio tuvo como base, la conciencia de su cuerpo, “cuerpo olvidado”, por darle
vida a otros cuerpos, sus hijos-as, sus maridos y compañeros, nietos-as y otros
familiares de los que se hacen cargo. Se hace necesario, por la vía del arte, adentrarlas
en sí mismas, para que puedan reencontrarse con “su cuerpo y su alma”, por ello
iniciamos con la danza, las palabras que guían, el silencio y la música, luego los trazos,
el dibujo, las risas al ver sus siluetas y de nuevo el silencio, al aprestarse para
silencio de mi cuerpo antes de escribir. Del silencio surgen palabras, imágenes que
crean el mundo; que para mí crean un mundo, diferente del mundo de otra persona” 21.
Una mujer expresó: “En mi silueta puedo pintar muchas cicatrices, en la cabeza, en los
brazos, en los muslos, en las piernas, por ejemplo, en mi estómago, por el accidente que
tuvo mi niño en los ojos, como me dolió, y también ubico en este lugar la cirugía
umbilical que tuve que hacerme. Una marca en mi cuerpo que veo a diario, la otra, la
ubico aquí en mi estómago, porque aunque no la veo, la siento en mis entrañas, cada
espacios, lugares y tiempos; se les invita para que tengan un nuevo encuentro con ese
económicas y políticas. Adrienne Rich plantea en su texto, Apuntes para una política de
la ubicación: ”el cuerpo se encuentra atravesado por toda una carga identitaría de
etnia, religión, geopolítica, lengua, sexo, género y edad. Por lo tanto, el cuerpo o,
mejor dicho, el trato que dicho cuerpo recibe, determina su relación con el mundo y
corazón guardo un recuerdo que me dejó una huella, mi mamá me mandó a lavarle la
ropa a mi sobrina pero como yo estudiaba a mañana y tarde no lo hice, cuando llegué
de la escuela en la mañana ella me mandó de nuevo y le dije que no podía porque tenía
muchas tareas, además tenía que regresar a la escuela, pero ella me pegó, a mí me dio
mucha rabia y le contesté ´que venga su mamá y la lave, yo no tengo esa obligación´,
entonces mi mamá me echó una maldición y me dijo, ´te he de ver cargada hasta la
21
Kasser S. El cuerpo femenino en la danza: escritura de mujer. DUODA: Estudis de la Diferència Sexual, núm 36. Recuperado de:
file:///D:/Downloads/139154-326530-1-PB%20(2).pdf
22
Vivero M C. El cuerpo como paradigma teórico en literatura. La ventana vol.3 no.28 Guadalajara dic. 2008. Recuperado de
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S1405-94362008000200005&script=sci_arttext
muela cordal y llena de ropa sucia´, eso me dolió mucho y no lo he podido olvidar”. Se
Es por lo anteriormente anotado, que luego de la danza se les invita para que plasmen en
tiempo distinto, con la posibilidad, de revisar las huellas que plasmadas en su cuerpo y
descubran un nuevo encuentro con su vida, con su cuerpo y con la historia que las
habita.
escucharle” porque ha sido acallado, el cuerpo habla, grita, se expresa, a través de las
Cuando las mujeres danzan puedo ver y leer un gran esfuerzo en ellas, porque no son
bailarinas, cuando escriben se les dificulta porque no están preparadas para este oficio,
no son escritoras, cuando reflexionan en torno a lo que les dice su cuerpo, se inquietan y
confunden, porque no son pensadoras, ni teóricas del cuerpo, pero ellas, dicen de sí,
porque son las historias de sus vidas, son testimonio vivo de la violencia, son
cuerpo y en su psique.
posibilitando una nueva perspectiva de afrontar los conflictos, de denunciar los hechos y
vivencias y de decir lo que sienten a través del cuerpo. Es importante anotar que al
torno a lo que les generan dichos movimientos, en un espacio distinto a los que habitan
cotidianamente. Una mujer lo expresa en una carta que escribe a su hermana Teresa,
“hoy nos hicieron una danza y me sentí bien, estaba maluca, pero al empezar el
23
Kasser S. El cuerpo femenino en la danza: escritura de mujer. DUODA: Estudis de la Diferència Sexual, núm 36. Recuperado de:
file:///D:/Downloads/139154-326530-1-PB%20(2).pdf
movimiento fui soltando mi cuerpo y fueron aflojando los dolores y comencé a sentirme
Los recuerdos y/o la memoria, son material clave, para que se conciban otros
significados, frente a hechos de violencia vividos, las mujeres se adentran, reviven los
hechos y le dan distintas interpretaciones, de acuerdo al nuevo momento que viven y las
nos notificaron que debíamos desalojar por los enfrentamientos que se presentaban en
la zona entre los grupos armados, nos vinimos todos, estando aquí, mi hijo se fue a
prestar servicio militar, se lo llevaron para Tumaco, después para Nariño, allí en el
2005 murió en un combate. El dolor es muy grande, pero he tenido que seguir para
adelante, esto de hablar me duele pero me ayuda, ahora pienso en sacar adelante a mis
nietos”. Ella vislumbra un nuevo momento, al lado de su nieto y su nieta, con ellos
construye una relación en la que se apoya, para continuar su camino y a través del
proceso y en compañía de las demás mujeres del grupo, encuentra otros sentidos para su
aquello que nos obligaron a olvidar, sino también –en lo posible- conviene importar a
24
Valenzuela L. Escritura y Secreto. Pág. 59. Recuperado de: http://www.lehman.cuny.edu/ciberletras/v09/gliemmo.html
Cerrar los ojos, relajarse, danzar, moverse, seguir a sus compañeras mientras se
seguro, mirar-se y saber-se que tienen historias de vida con entramados comunes,
facilita una nueva danza para su vida, un nuevo significado para su historia. La danza
información que éste les brinda, con cada gesto, movimiento, creación y o expresión del
compartiendo la actividad y por tanto puede hacerse lectura de los sentires por estar
ligadas a las historias de vida que han compartido en los distintos encuentros.
La danza, aunque sea “lenta, suave e intuitiva”, de acuerdo con sus posibilidades
escriben, trazan una trayectoria propia, muy suya, construyendo una nueva mirada de sí
mismas. Una de las mujeres expresó, “…me siento relajada, tranquila y despejada, me
siento como una mariposa libre, en este momento no me siento presionada, es como si
pudiera caminar sin obstáculos”. Otra la acompañó en su verso diciendo, ”…Yo me
siento bien al danzar, a veces me siento como un árbol que danza con el viento que lo
olvidando todo”. Una última dijo, “me siento como triste, porque aún no logro
liberarme de aquel momento que marcó mi vida para siempre, aunque ha pasado
mucho tiempo aún recuerdo aquel episodio y no lo he podido superar, espero que
Esta lectura hecha por tres mujeres en un mismo momento, en donde aparecen inmersas
historia vivida.
lo que quieren y pueden hacer con sus vidas; ello hace que emocionalmente se sientan
creación mientras las mujeres danzan y comparten con otras la intimidad de su ser; las
de nuevos sentidos y significados para esas historias que han marcado sus vidas,
haciéndose huella en el cuerpo y por ende en el ser; el mismo proceso fue mostrando
en lo “simbólico”, por ello se ha estimulado, mucho más la danza, para que las
vivencia, cuerpo y emocionalidad, lo cual puede abrir y/o develar nuevos sentidos o