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OTOÑO EN MURNAU [FECHA]

INTRODUCCIÓN
Vasili Kandinski nació el 5 de diciembre de 1866 en Moscú (Rusia).
Hijo de Lidia Ivánovna Tijéieva, natural de Moscú, y de Vasili Silvéstrovich Kandinski,
comerciante de té. Su abuela era alemana , y por parte paterna, pertenecía a la
aristocracia mongola de la dinastía Gantimúrov.
Cursó estudios de Derecho y Ciencias económicas en la Universidad de Moscú.
Además estudió etnografía. Realizó estudios de pintura y dibujo en Odessa.
Aunque sus primeras obras se enmarcan dentro de una línea naturalista, a partir de
1909, tras un viaje a París en el que quedó profundamente impresionado por las obras
de los fauvistas y de los postimpresionistas, su pintura se hizo más colorista. Murnau:
la salida a Johannstrasse (1908) y Pintura con tres manchas (1914), ambas en el Museo
Thyssen-Bornemisza de Madrid (España), son dos de las obras que realizó en Munich
antes de volver a Rusia.
Sus abstracciones se volvieron cada vez más geométricas, Composición VIII Nº 260
(1923, Museo Guggenheim, Nueva York, Estados Unidos), es un conjunto de líneas,
círculos, arcos y otras formas geométricas. En obras muy posteriores como Círculo y
cuadrado (1943, colección privada) logra un bellísimo equilibrio.
Wassily Kandinsky falleció el 13 de diciembre de 1944 en Neuilly-sur-Seine, en las
afueras de París.
DESARROLLO

 Uso del color


Kandimsky tiene una gama de colores que inicia con el azul y muchas variantes de sus
tonalidades, matizando dicho color primario logra una paleta de colores fríos.
También utiliza el verde en conjunto del amarillo para dar vida al pasto, lo que
diferencia de los arboles son el tono de verde, que es más intenso, conjugándolo con
el naranja, que le dan apariencia a esas hojas otoñales que el buscaba.
Para la ciudad juega con más colores, un tanto más llamativos como son el rosa, lila,
un verde aguamarina, lila y algunas variantes del naranja y morado.
Para el camino, usó tonalidades de morado un tanto pálidos, dando esa sensación de
un color apagado, que destaca entre los niveles del terreno en escena. También usa
azules claros, dándole esa apariencia de agua que corre.

 Percepción de los colores


OTOÑO EN MURNAU [FECHA]

La paleta de colores de Kandinsky es rica en azules y amarillos, usando el azul natural como
color base, aclimatando el ambiente en su composición; los colores fríos en su atmosfera
nos realza la calidez de los colores sobre puestos a dicha atmosfera creando un contraste
para darle fuerza e intensidad usando colores complementarios además de ser
térmicamente distintos, demuestran la vitalidad de la naturaleza generando una nostalgia
otoñal del sentido emocional que dicha estación genera en las personas. Las ciudad se ve a
lo lejos del escenario donde un camino de arboles verdes con matices azules que envuelven
las hojas rojas-naranjas, dándole un mayor impacto al contraste de color captando la
atención, llevándonos en una dirección y sentido del espacio en la escena que se presenta.
En conjunto, la dimensión del pueblo y sus colores aportan calidez, quitan el peso de azules
y colores fríos, dando así un equilibrio en la obra, dando satisfacción con la cual se disfruta
mejor la obra y puede contemplarse de una manera más cómoda.

 Significado
Kandinsky recuerda la fascinación por el color como un niño. Su fascinación por el
simbolismo del color y la psicología continuó a medida que crecía.
Allí en Murnau, sus obras se caracterizan por los colores luminosos y puros enfrentados en
claroscuros y gamas frías y cálidas. Se distribuyen en espesas series de manchas para dejar
libre el fondo y también suelen alternar las superficies monócromas regulares con
aglomeraciones de puntos y manchas multicolores. Empleaba Kandinsky las tonalidades
en sus confrontaciones más extremas, de modo que el aspecto figurativo de estas piezas
casi desaparece por completo ante la profusión cromática. Pese a que en algunas obras
existen puntos de contacto con trabajos fauvistas de Matisse, como Interior (Mi comedor),
Kandinsky logra sobre todo una autonomía formal y cromática.
CONCLUSIÓN
El manejo del color por parte de Kandinski es magistral, del cual nosotros tomamos la
correcta armonización con la paleta de colores; en ejemplo, aprendimos qué, la sombra o
el contraste no sólo se genera con un tono negro o muy oscuro, sino puede lograrse un
mayor contraste con su color complementario, causando un impacto visual mucho más rico
y explícito. En esta obra, precisamente vimos qué no es la forma, sino el color que da vida y
emite un mensaje, dejándonos ver la importancia y el contenido que hay en cada color,
abriendo un panorama amplio en nuestra creatividad para darle utilidad al color y no sólo
por adornar.
Concretizamos estos conocimientos en la aplicación en los diseños de espacios
arquitectónicos, donde la forma será mi lenguaje y el color será nuestro léxico que nos
amenice el diálogo entre mi espacio arquitectónico y la percepción humana.
OTOÑO EN MURNAU [FECHA]

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