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Para poder conocer el significado del término clarinete, se hace necesario que, en primer lugar,
procedamos a descubrir su origen etimológico. En este caso, podemos exponer que deriva del
francés “clarinette” o “clarine”, que es un instrumento musical de viento. Una palabra que, a su vez,
procede del latín “clarus”, que se utilizaba para, entre otras cosas, mencionar a sonidos agudos y
perfectamente perceptibles.
El concepto de clarinete se emplea para nombrar a un instrumento de viento que dispone del
pabellón de un clarín, un tubo compuesto por diversas piezas y una boquilla hecha con una lengüeta
de caña. El clarinete también cuenta con agujeros que pueden obstruirse con llaves o con los dedos.
Para la ejecución de este instrumento, el clarinetista sitúa su boca en la boquilla, donde se encuentra
la caña. En el cuerpo superior del clarinete, vinculado a la boquilla mediante el barrilete, debe ubicar
la mano izquierda. En el cuerpo inferior, por otro lado, sitúa la mano derecha. La proyección sonora
se lleva a cabo mediante la campana que se encuentra en la parte inferior del instrumento.
Como el oboe y la flauta, el clarinete está incluido en el grupo de los instrumentos de viento-madera.
Utilizado con frecuencia en las bandas militares, puede alcanzar unas cuatro octavas.
Existen múltiples tipos de clarinetes. Entre los habituales están el clarinete soprano, el clarinete
contrabajo, el clarinete sopranino, el clarinete contralto, el clarinete bajo y el clarinete di bassetto,
cada uno con su afinación correspondiente.
Es posible lograr diversos efectos sonoros con estos instrumentos. El glissando, el trémolo dental,
el vibrato labial, la respiración circular y el trino son algunas de estas técnicas.