Determinar como el surgimiento de istmo de Panamá afecto la evolución de las especies terrestres
en el continente.
Determinar cómo cambio el flujo de las corrientes marinas debido a la aparición del istmo de
panamá.
Comparar como fue afectada la vida marina debido al surgimiento del istmo de Panamá.
Determinar si la aparición del istmo de Panamá afecto el clima de otras regiones.
Determinar las consecuencias globales del surgimiento del istmo de Panamá.
Evolución geológica de Centroamérica
Si de esta manera funciona la tierra como un sistema, cabe suponer que en el pasado los continentes y los
océanos, los volcanes y las montañas deben haber estado situados en lugares distintos a los que
conocemos hoy.
Hace 170 millones de años los continentes estaban unidos en forma de un “súper continente” que los
geólogos denominan Pangea. Treinta millones de años más tarde, hace 140 millones de años, se formó
una cordillera meso-oceánica que separó Norteamérica de África y Sur América, iniciándose al mismo
tiempo la formación del Océano Atlántico
norte. Para entonces Sur América y África aún
se encontraban unidas. En la región de
México, un terreno exótico da lugar a la
formación de Guatemala, Honduras y
Nicaragua.
Hace 80 millones de años el Océano
Atlántico completo su formación, con la
cordillera meso-oceánica y sus fallas de
transformación incluidas. Entre el Océano
Pacifico y las placas de Norte y Sur
América, se encuentra una zona de
subducción muy activa, pero entre ambos
continentes, en la región de América Central y
el futuro Caribe, existía corteza oceánica de
ambos lados, y un arco volcánico dentro de la
zona. Por
encima de la placa Farallón en el Pacifico se
encontraba una enorme cantidad de lava. Esta lava emergió de un volcán gigante que se conoce
como Punto Crítico, que estaba ubicado en el sitio donde actualmente están las Islas Galápagos y de una
magnitud similar a un punto crítico existente en Hawái.
Quince millones de años más tarde, hace 65 millones de años, la zona de subducción se fraccionó y una
pequeña placa formada por la lava de las islas Galápagos comenzó a desplazarse hacia el noreste. Esta
placa llegaría a ser el Caribe. El arco volcánico antes mencionado dio lugar a la formación de las Antillas
Mayores. Detrás de la placase formó un segundo arco volcánico, que daría lugar al istmo de Panamá.
Hace 40 millones de años la placa Caribe se encontró con la barrera de las islas Bahamas y no pudo
desplazarse más hacia el noreste. En ese periodo de tiempo el arco volcánico que había estado inactivo
formó las islas de Cuba y La Española. Después, el movimiento de la placa cambio al este, lo que dio
lugar a la formación de un nuevo arco volcánico activo, el cual se convirtió posteriormente en las Antillas
Menores.
Hace 20 millones de años la antigua Placa Farallón se dividió en dos pedazos, las placas Cocos y Nazca.
El arco volcánico de América Central siguió creciendo, aunque en aquel periodo todavía existía una
amplia conexión marina entre el Pacifico y el Caribe.
Geología del istmo de Panamá
Antes de crearse el actual istmo, las aguas cubrían la zona del actual Panamá. Una gran masa de agua
separaba los continentes de América del Norte y América del Sur, lo que permitía a las aguas de los
océanos Pacífico y Atlántico mezclarse libremente. Bajo la superficie, dos placas de la corteza terrestre se
desplazaban lentamente, obligando a la placa del Pacífico a deslizarse bajo la placa del Caribe. La presión
y el calor causado por esta colisión tectónica, llevó a la formación de volcanes submarinos, algunos de los
cuales crecieron lo suficiente como para conformar islas hace unos 15 millones de años.
Mientras tanto, el desplazamiento de las dos placas también fueron
empujando el fondo marino, obligando lentamente a emerger
algunas zonas sobre el nivel del mar.
Con el tiempo, grandes cantidades de sedimentos (arena, lodo y
barro) de Norte y Suramérica, rellenaron las zonas existentes entre
la nueva formación de islas. Durante millones de años, los
depósitos de sedimentos ampliaron y unieron las islas, originando
hace unos tres millones de años la formación de un istmo, entre
América del Norte y Sudamérica.
Los científicos estiman que la formación del istmo, es uno de los
más importantes acontecimientos geológicos en los últimos 60
millones de años. Aunque sólo era un pequeño fragmento de tierra
en relación con el tamaño de los continentes, el istmo de Panamá
tuvo enorme impacto en el clima de la Tierra y su medio ambiente.
Al impedir la conexión entre los dos océanos, este puente de
tierra desvió las corrientes oceánicas del Atlántico y el Pacífico.
Las corrientes del Atlántico se vieron obligadas a desplazarse hacia
el norte, y finalmente se originó un nuevo sistema que llamamos
la corriente del Golfo...
Con las cálidas aguas del Caribe que fluyen hacia el noreste del
Atlántico, el clima del noroeste de Europa se volvió más cálido
(unos 10 °C más fríos sin el transporte del calor de la corriente del
Golfo). El Atlántico, que ya no se mezclaba con el Pacífico,
aumentó su salinidad. Cada uno de estos cambios ayudó a
establecer el sistema de circulación oceánica mundial actual. En
resumen, el istmo de Panamá, directa e indirectamente, influyó en el océano y las pautas
de circulación atmosférica, que regula las pautas de precipitaciones, y a su vez los paisajes.
Las evidencias también indican que la creación de esta masa de tierra generó el clima cálido y húmedo del
norte de Europa, dio lugar a la formación de la capa de hielo del Ártico, y contribuyó a la Edad de Hielo
durante las siguientes épocas del Pleistoceno. Pudo tener también relación con la desertización africana y
con el crucial cambio de hábitos en los homínidos.
La formación del Istmo de Panamá también desempeñó un importante papel en la biodiversidad del
planeta. El puente hizo más fácil, para animales y plantas, migrar entre los dos continentes. Este evento se
conoce en paleontología como el Gran Intercambio Americano.
El Istmo de Panamá y las corrientes marinas
En la época en que existía una amplia conexión entre el Atlántico y el Pacífico (hace 20 -12
millones de años), el agua del Pacífico y el
Atlántico se mezclaban, y, por tanto, ambos
océanos eran similares en salinidad y
temperatura. Algunos geólogos han coleccionado las
mismas especies de fósiles marinos, como
corales, desde locaciones tan distantes como las
costas de California y Venezuela, «lo que indica que
en ese entonces solo podía haber existido un
océano tropical»
Cuando Panamá emergió, dos océanos muy diferentes se formaron n el Pacífico oriental, la
formación del istmo de Panamá tiene un efecto distinto. Mientras los vientos alisios desplazan agua
de las costas, se generan corrientes que transportan frías aguas ricas en nutrientes del fondo del
mar hacia la superficie. Utilizando la energía del sol, el plancton entonces se multiplica con
rapidez, creando una cadena alimenticia que culmina en la migración a estas zonas de numerosos
cardúmenes de grandes peces, ballenas y muchos pájaros marinos. El ciclo reproductor de estas
especies está calculado para coincidir con la abundancia de nutrientes que traen estas corrientes
(entre febrero y marzo). Cuando estos ciclos se interrumpen, como en el año de El Niño, los más
jóvenes de cada especie no logran sobrevivir.
El surgimiento del istmo de Panamá, además, también tuvo profundas consecuencias, incluso a
grandes distancias, en el clima. En el denso y salado Caribe, la conocida denominada «Corriente
del Golfo», viaja al norte y en ocasiones se encuentra con las frescas aguas del Atlántico norte,
donde con presteza desciende al fondo del mar. Tal situación provoca una especie de bomba que
impulsa la corriente del Golfo, haciéndola mucho más poderosa y desencadenando una especie de
«cinta transportadora» de corrientes que recorren el mundo entero. Hay quienes piensan que uno de
los efectos de este nuevo patrón de circulación oceánica propició el inicio de la Edad de Hielo en el
hemisferio Norte hace 2,6 millones de años, modificando el clima en otras partes del mundo.
Mientras la cálida corriente del golfo pasa por el Atlántico norte calienta las masas de aire que
cruzan el Atlántico de Norteamérica a Europa, originando el relativamente moderado clima del
norte de Europa, «donde los puertos no se congelan en invierno», bromea Coates. Gran parte de
África, por su parte, se tornó mucho más seca: las selvas tropicales se convirtieron en sabanas y
muchos de los primates que habitaban las copas de los árboles se vieron forzados a descender a la
tierra. Este escenario ha sido utilizado por el paleontólogo Steven Stanley para proponer una teoría
sobre el origen de los humanos.
El investigador de la Universidad de Hawái sugiere que un grupo, derivado de los Australopitecos,
quienes luego pasarían a ser los humanos modernos, fue capaz de sobrevivir pese al peligro que
representaban los grandes predadores terrestres (leones, leopardos, hienas y perros salvajes, por
ejemplo).
El Gran Intercambio Americano
El Gran Intercambio Biótico Americano fue un importante evento paleozoogeográfico en el que la
fauna terrestre y dulceacuícola emigró de América del Norte a través
de Centroamérica hacia América del Sur y viceversa, como resultado del surgimiento del istmo de
Panamá entre las mitades boreal y
austral del actual continente americano,
que hasta entonces
constituían continentes separados. La
migración culminó hace
aproximadamente tres millones de años
en el Piacenziense, en la primera mitad
del Plioceno superior.
Este evento significó la interacción de la
región
biogeográfica Neotropical (América del
Sur) y la Neártica (América del Norte)
para formar definitivamente el conjunto
biogeográfico de las Américas. El
intercambio es visible a partir de la
observación de los estratos geológicos y
del atento estudio de la fauna de ambos
subcontinentes. Su efecto es más
importante sobre la distribución de
los mamíferos, pero también dio una
oportunidad única para expandirse
a aves, artrópodos, reptiles, anfibios e
incluso permitió la migración
de peces de agua dulce entre ambos
subcontinentes.
El primero que sugirió el cierre de América Central en esta edad y por lo tanto la conexión entre América
del Norte y América del Sur fue el paleontólogo norteamericano Henry Fairfield Osborn en el año 1910.
Osborn propuso lo anterior basado en el registro fósil de mamíferos en América Central. La conclusión de
Osborn sobre el cierre del Istmo de Panamá fue muy importante, porque proporcionó una de las bases
para Alfred Wegener cuando propuso la teoría de la deriva continental en 1912.2 Los intercambios, como
proceso biogeográfico, fueron advertidos por primera vez por Alfred Russel Wallace, el llamado padre de
la biogeografía.
Intercambios similares ocurrieron a principios del Cenozoico cuando las masas de tierra anteriormente
aisladas de la India y África entraron en contacto con Eurasia hace 50 y 30 millones de años,
respectivamente.
¿Cómo influye la formación del istmo de Panamá?
La formación del istmo de Panamá llevó a la última y más notable etapa del intercambio, hace
alrededor de 3 millones de años. Esto incluyó la inmigración desde América del Norte hacia América
del Sur de los ungulados (incluidas
las llamas, tapires, venados y caballos), proboscídeos (gonfotéridos), carnívoros
(incluidos felinos como pumas y dientes de sable, cánidos, mustélidos, prociónidos y osos) y varios
tipos de roedores. En sentido inverso, de América del Sur hacia América del Norte, emigraron seres
como los perezosos terrestres, además de aves del
terror, gliptodontes, pampaterios, capibaras y notoungulados como Mixotoxodon.
En general, la migración neta inicial
fue bastante equitativa. Más tarde,
sin embargo, las especies del Sur
resultaron mucho menos exitosas
que las del Norte. Este fenómeno
aconteció en ambas direcciones ya
que los animales que emigraron
hacia el norte a menudo no eran
capaces de competir por los
recursos con las especies que
ocupaban los mismos nichos
ecológicos en América del Norte, y
los que habían logrado establecerse
no se diversificaron mucho; en
cambio las especies que migraron al
sur se establecieron en un número
mayor y se diversificaron
considerablemente más, y se cree
que causaron la extinción de una
gran parte de la fauna nativa de
América del Sur (no hubo
extinciones en América del
Norte atribuibles a los inmigrantes
de América del Sur en este periodo).
Aunque las aves del terror fueron
capaces de invadir América del
Norte con éxito, este fue temporal ya
que al final, todos los grandes
depredadores marsupiales y aviarios
sudamericanos desaparecieron. Los
ungulados nativos de América del Sur no corrieron mejor suerte, ya que sólo algunas de las formas
más grandes como Macrauchenia y algunos toxodóntidos, pudieron resistir la embestida de los
herbívoros norteamericanos. En cambio los marsupiales pequeños y algunos xenartros, en especial
los miembros del orden Cingulata, al tener un nivel de especialización muy básico, lograron un buen
nivel de competitividad frente a los roedores e insectívoros del Norte; lo que les valió su éxito y
actual presencia en Norteamérica.
En cuanto a los descendientes de inmigrantes africanos, monos y roedores de gran talla, lograron
un éxito relativo. Los platirrinos lograron expandirse con éxito hacia el norte compitiendo con los
roedores arborícolas en los bosques de la recién formada Centroamérica; pero la ausencia de
grandes áreas boscosas más al norte limitó su expansión a Centroamérica y México. Los grandes
roedores lograron mantenerse en Sudamérica a pesar de la creciente competencia de los
ungulados norteamericanos; pero algunos de sus principales miembros, como los
grandes dinómidos, desaparecieron.
Otros inmigrantes fueron los anfibios y reptiles; que fluyeron en ambos sentidos a través del istmo
de Panamá. Viniendo de Sudamérica animales como los caimanes, los bóidos, las cecilias y
las ranas arborícolas; y del Norte emigraron animales como las salamandras y crótalos, entre otros.
Mientras que en tierra la diversidad de fauna y flora sufría los efectos de la conexión, en el mar, la
biodiversidad sufrió un efecto contrario, denominado "Gran Cisma Americano", en el que la fauna
del mar Caribe se vio aislada del ecosistema del Pacífico, lo cual provocó que ambas comunidades
biológicas siguieran sendas evolutivas separadas. La fauna y flora acuáticas del Caribe
evolucionaron para vivir en un medio mucho más pobre, privado del influjo de minerales y nutrientes
del Pacífico
El Fracaso de unos era el éxito de otros.
Hubo dos razones principales para el éxito de la migración norteamericana en Sudamérica y el
fracaso de la oleada sudamericana en Norteamérica.
La primera de estas razones fue el clima. Los emigrantes norteamericanos que alcanzaron el istmo
de Panamá no requerían grandes adaptaciones para tolerar las condiciones tropicales que
predominaban más al sur, por lo que tuvieron libre el camino para expandirse a su arbitrio por el
continente; en cambio los emigrantes sudamericanos tuvieron que enfrentarse a cambios radicales
de clima y vegetación, los cuales se hicieron especialmente notorios en el momento en que los
inmigrantes sureños entraron a la región central de México, donde se levanta el Eje Neovolcánico,
cuya altura crea condiciones más secas y frías que en el sur; por lo tanto la mayoría de los
inmigrantes sudamericanos, adaptados a un clima tropical, no lograron atravesar esta barrera,
quedando confinados a América Central. En cuanto a aquellos grupos que lo lograron, su variedad
disminuyó a medida que iban más al norte debido a condiciones ambientales más secas y
extremas, lo cual restringió en gran medida su éxito en el continente.
La segunda razón fue el desarrollo evolutivo de la fauna norteamericana, la cual se vio sometida a
mayores presiones evolutivas durante la parte previa del Cenozoico. A diferencia de la fauna de
Sudamérica, la fauna de Norteamérica tuvo que soportar constantes intercambios faunísticos
previos con Eurasia vía Puente de Beringia, lo cual derivó en el surgimiento de un complejo
faunístico resistente y adaptable al momento de la unión con Sudamérica.
Entre los principales inmigrantes norteamericanos venidos de Eurasia estaban los grandes felinos,
como el león, especie que desarrollaría una subespecie endémica en el continente, y los primeros
felinos dientes de sable norteamericanos. También de Eurasia llegaron los proboscídeos, los cuales
al igual que los felinos dientes de sable, surgieron en África, y habían colonizado Eurasia tras él
contacto de ambos continentes hace 30 millones de años.
Resultados del intercambio
Después del gran choque entre los dos complejos faunísticos americanos, la fauna del continente
cambió radicalmente. Muchos géneros de animales desaparecieron y surgieron otros, los cuales
constituyen la moderna fauna del continente americano. De las dos partes del continente la que
más resintió los efectos del intercambio fue la América meridional, cuya fauna nativa fue casi
totalmente extinguida por los invasores norteamericanos.
Competencias entre depredadores norteamericanos y sudamericanos
El triunfo de los carnívoros norteamericanos sobre los depredadores nativos de Sudamérica se
debió principalmente al desarrollo evolutivo de los primeros, los cuales a lo largo de los anteriores
50 millones de años había sufrido una evolución más agitada y competitiva que sus contrapartes del
sur.
Los constantes intercambios con Eurasia impusieron una fuerte presión evolutiva sobre la fauna
norteamericana; y en el caso de los predadores, los expuso a constantes cambios de presa y de
competencia frente a otras especies predadoras llegadas de occidente. Esto dio como resultado
depredadores cosmopolitas, perfectamente adaptados a su papel en el entorno; con una
inteligencia más desarrollada y una gran resistencia al cambio.
Estos seres fortalecidos por millones de años de presión evolutiva, no tuvieron dificultad en
desplazar y eventualmente reemplazar a los depredadores sudamericanos, los cuales a diferencia
de los invasores habían gozado de un medio relativamente estable durante el periodo previo al
intercambio.
Competencias entre herbívoros norteamericanos y sudamericanos.
Un caso similar aconteció con los herbívoros de ambos continentes. Los ungulados nativos del sur
fueron totalmente reemplazados por los ungulados invasores en un lapso increíblemente corto,
debido a razones similares a las que dieron el triunfo a los depredadores inmigrantes del norte.
A lo largo de los pasados millones de años, los herbívoros norteamericanos se vieron sometidos a
constantes cambios de clima y vegetación, a la llegada de nuevos grupos herbívoros de Eurasia y al
desarrollo y/o llegada de nuevos grupos depredadores en el continente.
Equinos, camélidos, tapires, pecaríes, ciervos y otros herbívoros del norte, son el resultado de
millones de años de presión constante, lo que les otorgó una gran versatilidad, excelentes
adaptaciones para cumplir con nicho ecológico, y una inteligencia relativamente superior a la de sus
equivalentes meridionales.
Los herbívoros sudamericanos sucumbieron ante la competencia de estos invasores más
evolucionados y ante los nuevos depredadores llegados con ellos. Estos factores aunados a la
violencia con la ocurrieron los cambios, fueron demasiado para los herbívoros nativos; dando como
resultado la extinción de los ungulados nativos y la reducción en la diversidad de especies de
roedores grandes nativas del sur.
Extinción de la Megafauna Americana
Al final de periodo Pleistoceno, hace aproximadamente 12 000 años, ocurrieron de forma casi
contemporánea, tres eventos que modificarían dramáticamente la ecología del continente
americano. Dichos eventos fueron, la llegada del hombre al continente, el final del último periodo
glaciar y la extinción de gran parte de la megafauna de Norte y Sudamérica.
Esta extinción en masa borró de la faz de la Tierra a algunos de los más exitosos emigrantes del
gran Intercambio, al igual que a especies que no emigraron. Pampaterios, gliptodontes, megaterios,
équidos, proboscídeos, lobos gigantes, leones y dientes de sable desaparecieron en ambos
subcontinentes. Los últimos meridiungulados también desaparecieron, al igual que los castores
gigantes, cuones, guepardos nativos, dientes de cimitarra, la mayoría de las especies
de antilocápridos, bóvidos, cérvidos, tapires y pecaríes, nativas de Norteamérica. Algunos grupos
de animales desaparecieron de gran parte de su área de distribución o incluso de su área de origen;
pero sobrevivieron exiliándose en lugares aislados. Ejemplos de ello son los pumas y jaguares, los
cuales desaparecieron temporal o definitivamente de Norteamérica, y sobrevivieron exiliados en
Sudamérica. Un ejemplo drástico de reducción de hábitat fue el de los capibaras, los cuales
desaparecieron de gran parte de las áreas que ocuparon en un tiempo, sobreviviendo solamente en
los humedales de la cuenca amazónica. Otros grupos en el exilio son los camélidos andinos
(llamas, vicuñas y parientes), tapires y osos del género Tremarctos, los cuales son nativos de
Norteamérica; pero sobrevivieron aislados en Sudamérica, habiendo desaparecido del norte.
Impacto de la Extinción masiva.
El resultado de esta extinción sobre la fauna del continente fue abrumador. Todo animal con un
peso mayor de media tonelada desapareció con excepción del bisonte americano, el cual llega a
alcanzar la tonelada de peso. Esta extinción eliminó a todos los inmigrantes sureños en el norte con
un peso mayor a 15 kg (aproximadamente la talla de un ursón grande), a todo animal nativo
sudamericano mayor de 65 kg (la talla de un capibara o un yurumí) y a todo inmigrante norteño en
Sudamérica mayor de 450 kg (la talla de un gran tapir).
Glosario
1) Biología: Es la ciencia encargada del estudio de la vida y de los seres vivos. Como toda ciencia,
se basa en el método científico para comprender los fenómenos biológicos. La biología no es una
ciencia independiente, ella requiere de otras disciplinas, como la física, la química y la
matemática. (Zita, 2019)
2) Ecología: Es la especialidad científica centrada en el estudio y análisis del vínculo que surge
entre los seres vivos y el entorno que los rodea, entendido como la combinación de los factores
abióticos y los factores bióticos. (Porto, 2008)
3) Geología: Se trata de la ciencia que analiza la forma interior y exterior del globo terrestre. De
esta manera, la geología se encarga del estudio de las materias que forman el globo y de su
mecanismo de formación. (Porto, Julián Pérez, 2009)
4) Placas tectónicas: Las placas tectónicas son fragmentos de la litosfera, compuesta por la parte
superior del manto superior y la corteza terrestre, que se comportan como una capa fuerte,
relativamente fría y rígida. (Tarbuck, 2001)
5) Paleontología: Es la ciencia que estudia e interpreta los fósiles para conocer el pasado de la vida
sobre la Tierra. (Ramos, E. López, 2018)
6) Gran intercambio americano: Se llama Gran Intercambio Americano al fenómeno
paleozoogeográfico en el que la fauna terrestre y la de agua dulce se trasladó desde América del
Norte a América del Sur al emerger el istmo que unió ambos continentes, produciendo un
intercambio de especies de norte a sur y viceversa. (Guerrero, 2012)
7) Pangea: El supercontinente Pangea existió entre el final de la era Paleozoica y comienzos de
la era Mesozoica y agrupaba a la mayor parte de las tierras emergidas del planeta. Se formó hace
aproximadamente 335 millones de años y comenzó a separarse hace unos 175 millones de años,
disgregándose hasta alcanzar la situación actual de los continentes. (Castro, 2018)
8) Termocronologia: La termocronología es el estudio de la evolución térmica de una región de un
planeta. (Reiners, 2005)
9) Magnetoestratigrafía: Se dedica al establecimiento de la escala de cambios de la polaridad
magnética a lo largo del tiempo geológico. (Geofrik, 2013)
10) Fósil: Los fósiles son restos orgánicos que han dejado animales y plantas hace millones de años y
aún perduran hasta nuestros días. Un fósil es capaz de guiarnos a través del tiempo para dar
sentido a la historia de la Tierra. (Ingeoexpert, 2018)
11) Mioceno: Es la primera subdivisión del neógeno. Esta época es la segunda más larga del cenozoico
despuéz del eoceno. (Famdom, 2016)
12) Plioceno: El Plioceno es una época del Neógeno, y es la última subdivision del periodo. (Van Andel,
1994)
13) Biodiversidad: La biodiversidad comprende los distintos tipos de vida que puedes encontrar en
un área: la variedad de animales, plantas, hongos e incluso microorganismos como bacterias que
conforman nuestro mundo natural. (Worldwildlife, 2019)
14) Homínido: La noción de homínido está vinculada a la evolución del ser humano. El término se
utiliza para nombrar al ejemplar que pertenece al orden de los primates superiores, que tiene al
ser humano (Homo sapiens) como la única especie que sobrevive. (Porto, Julián Pérez, 2011)
15) Pleistoceno: Se denomina Pleistoceno a la primera época del periodo Cuaternario, el cual forma parte de
la era Cenozoica. El Pleistoceno se inició hace dos millones de años y se extendió hasta hace unos 10000
años. (Julián Pérez Porto, 2019)
Bibliografía
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Van Andel, T. H. (1994). New Views on an Old Planet: a History of Global Change.
Conclusión
En conclusión podemos establecer que la formación del Istmo de Panamá también desempeñó un papel
importante en la biodiversidad del planeta. El puente hizo más fácil, para animales y plantas, migrar entre
los dos continentes. Este evento se conoce en paleontología como el Gran Intercambio Americano el cual
definimos en este trabajo. Las evidencias también indican que la creación de esta masa de tierra generó el
clima cálido y húmedo del norte de Europa, dio lugar a la formación de la capa de hielo Ártico, y
contribuyó la Edad de Hielo durante las siguientes épocas del Pleistoceno. En resumen, el istmo de
Panamá, directa e indirectamente, influyó en el océano y las pautas de circulación atmosférica, que regula
las pautas de precipitaciones, y a su vez los paisajes.