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Mensaje de amor divino

Existe en el hombre una gran necesidad de sentir que le interesamos a alguien. La falta de
seguridad de que Dios se ocupe de este mundo y de nuestras vidas refleja la profunda crisis en
la que se encuentra el cristianismo moderno. Incontables sufrimientos, guerras y desastres
naturales han llevado al ser humano a la desconfianza y a creer más en los recursos humanos
que en la providencia divina.

Cuando tenía 13 años, recuerdo que en mi soledad, (No vivía con mis padres) sentí la ambición
de unirme a un grupo de “amigos” porque me protegían de aquellos que querían hacerme daño,
lo que no recibí de mis padres como protección y cuidado quise encontrarlo en la pandilla. Allí
en mi desamparo me pregunté: ¿Se preocupa realmente Dios de mí? ¿Cómo puedo saber que
Dios se interesa en mí?

No pasó ni dos días, de pronto me sorprendió la visita de mi padre. En la noche me animó a


estudiar la Biblia y luego de aprender los cursos básicos tome la decisión de entregar mi vida a
Jesús a través del bautismo.

Cuando pensemos que a Dios no le interesamos es cuando más cerca está de nosotros, para
socorrernos y mostrarnos su voluntad. Aunque parezca que estemos solos, sin familiares, quizá,
podemos acudir confiadamente a los brazos del Salvador por medio de la oración y escuchar su
dulce voz a través de las Escrituras.

Recordemos la hermosa promesa escrita en Mateo 11:28: “Venid a mi todos los que estéis
trabajados y cargados y Yo os haré descansar.

El sábado cumple un papel fundamental en la recuperación de la confianza en un Dios que se


preocupa por nosotros. Acudamos con toda confianza en este día especial a Cristo y en Él
podamos encontrar verdadero descanso para nuestras vidas.

Además el sábado nos recuerda que Dios creó todo perfecto, “…bueno en gran manera…” (Gén.
1:31) dice las Escrituras. Esto ya es en sí una garantía de que el Creador se ocupa de sus criaturas.
¡Qué satisfacción saber que fuimos creados por un Dios que hace bien las cosas!

¿Sientes que Dios es indiferente a tus necesidades? ¿Te hace difícil creer que él se interesa en
ti? ¿Parece no tener solución los momentos difíciles en tu hogar?

Hoy el Señor desea ayudarte, corre a sus brazos de amor, entrégale tus cargas y preocupaciones.
No estás solo, él tiene cuidado de ti.

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