2. Levantarse todos los días, incluidos los fines de semana, a la misma hora. 3. Evitar quedarse en la cama despierta más tiempo del necesario. Evitar las siestas durante el día. 4. Reducir o evitar el consumo de alcohol, estimulantes, cafeína, hipnóticos. 5. Evitar comidas copiosas o el consumo excesivo de líquidos antes de acostarse. 6. Mantener condiciones ambientales adecuadas para dormir (temperatura, ventilación, ruidos, luz). 7. Evitar actividades estresantes o pensamientos ansiosos en las horas previas de acostarse. 8. Realizar un ejercicio físico moderado al final de la tarde. 9. Practicar ejercicios de relajación antes de acostarse. 10. Tomar baños de agua a temperatura corporal por su efecto relajante.